Miles de trabajadores italianos encabezaron este viernes en varias ciudades del país protestas contra la reforma laboral impuesta por el Gobierno del ex banquero Mario Monti.

La líder de la Confederación Italiana del Trabajo (CGIL, Susana Camusso, explicó que las manifestaciones en Roma, Turín y Bolonia se deben a una “situación socialmente insostenible”.

Entre los trabajadores que estuvieron en la huelga de cuatro horas, decretada a nivel nacional, están los del servicio de transporte público, trabajadores del sector de energía y de la industria textil.

De acuerdo a la CGIL, “los trabajadores están preocupados por la incertidumbre acerca de su futuro”.

En Viterbo (a pocos kilómetros de la capital) los trabajadores pidieron que se comprometan a cumplir con el sistema de protección, que se corrija la reforma de las pensiones, y que se tomen las medidas institucionales necesarias para salvaguardar los niveles de empleo en el sector industrial.

Parte del comunicado entregado por la CGIL destaca entre las solicitudes de los trabajadores el restablecimiento del poder adquisitivo de los salarios de los empleados y jubilados, “es prioridad la creación de nuevas oportunidades de empleo, escapar de las garras de la consolidación fiscal, así como encontrar la moral y la política honesta que ahora el país languidece”.

Los huelguistas aseguraron que el gobierno no hace nada con hablar de la escasez del desempleo, si no se van a tomar correctivos necesarios para solucionar los problemas como “el empleo joven e inestable, del cual los políticos hablan con demasiada frecuencia, pero sin causar ninguna perspectiva para ellos, tomando como media sólo los recortes de los derechos a todos los trabajadores”.

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