Mark Zuckerberg, Barack Obama o Albert Einstein optaron por reducir el número de decisiones diarias vistiendo siempre igual
Elegir el vestuario diario no solo tiene un coste en tiempo, también pasa factura al estrés y en fatiga mental
No sé si a ti te pasa, pero las dos preguntas recurrentes que siempre me vienen a la cabeza cuando empiezo un nuevo día son: qué ropa voy a ponerme y qué voy a comer. Lo de la comida lo he solucionado planificando los menús semanales con antelación. Lo del vestuario, como bien saben los millonarios, es una decisión en la que no merece malgastar ni tiempo ni energías.