La cara visible está cubierta de los llamados mares lunares, que son muy escasos en la cara oculta, y también hay diferencias en su composición. El motivo de estas disparidades ha sido un gran misterio.
Fue a fines de los 50 y en la década del 60 que misiones soviéticas y estadounidenses revelaron dos rostros muy diferentes de la Luna.
La cara visible está cubierta de los llamados mares lunares, que aparecen como grandes manchas oscuras que revelan antiguos flujos de lava. En la cara oculta, en cambio, casi no se ven estos mares.
El motivo de esta diferencia, sin embargo, ha sido un misterio.