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El Santo Grial 1ª parte

30 de abril de 1997

Parte 1 de 3


Los primeros líderes de la Iglesia Cristiana adaptaron las escrituras y las enseñanzas que oscurecerían la verdad sobre la realeza de Jesús.


Yo no decidí escribir el libro [
Bloodline of the Holy Grail – La Herencia del Santo Grial]. El libro surgió por accidente, no por diseño. Sucedió en virtud del hecho de que por los últimos diez años, he sido el historiador designado y genealogista soberano de 33 familias reales. Sucedió porque por esos tiempos yo documentaba evidencia sobre la historia de esas familias reales, de sus vástagos nobles y de los archivos caballerescos de esas nobles y soberanas familias.

Lo que yo hacía era compilar relatos cronológicos escritos de asuntos de los cuales estas familias conocían la sustancia pero no necesariamente sabían los detalles. Esa es la razón por la que, en Gran Bretaña y Europa, invierto ciertamente mucho menos tiempo en este aspecto bíblico, pues hay mucho de lo que hablaremos esta noche, que en Europa se lo toma textualmente. Cuando salió mi libro, nunca fue secreto alguno para la mayoría de aquellas familias, que Jesús se casó y que tenía herederos, porque así fue escrito en muchísimos archivos de familia, no necesariamente en forma privada sino en los de dominio público. Los documentos publicados de Maria, reina de los Escoceses, hablan de ello extensamente. Los documentos de James II de Inglaterra, quien no fue depuesto sino hasta el año 1.688, lo mencionan abundantemente.
Al reunir los detalles de esta historia, generación por generación, estábamos realmente compilando algo para la posteridad que, hasta ese punto en que comencé el trabajo, estaba encerrado en cajas y armarios, y de hecho, me encontré en situaciones en las que me topaba con algún material y decía, “mira, éste dice, “abierto por última vez en 1.732!”. Así pues, documentación antiquísima, no sólo no abierta desde los años 1.700, sino realmente documentada y escrita centenares de años antes de eso.
El libro salió por accidente. Durante un tiempo – probablemente, mirando ahora atrás, hace diez o doce años – comencé este trabajo con comisiones independientes de las diversas familias, trabajando sobre estas genealogías. Lo que sucedió fue que comenzaron a converger. Se tornó muy evidente – y tomó un buen tiempo, porque las genealogías tienen que ser hechas y construidas hacia atrás, pero lo que sucedió fue que un triángulo, con una base muy grande de numerosas líneas familiares, nos halaba hacia un punto.
De pronto me percaté de cuál era ese punto, y dije, “Cielos, ¿se dan cuenta ustedes de lo que he encontrado aquí?” y me dijeron, “Ah, conoce al padre, y tal y tal? ”; y dije, “no, no, no; Estoy descubriendo realmente que esto proviene de la casa de Judah en el siglo primero”; y me dijeron, “Oh sí, sabemos todo eso; lo que deseábamos era que usted hiciera…”; y dije, “bien, hay millones de gente allá afuera quiénes no saben nada al respecto, así que demos vuelta a este triángulo y convirtámoslo en un libro!”. Así fue cómo surgió el libro.
Encima de eso, en los últimos seis años he sido Gran Prior de la Sagrada Casta de Santa Columba en Gran Bretaña, sede eclesiástica real de la Iglesia Céltica. De modo que, también tenía acceso a los expedientes de la Iglesia Céltica que databan del año 37 D.C. Debido a mi apego a las familias y a las órdenes caballerescas, también tenía acceso a los documentos Templarios, los mismos que llevaron los caballeros Templarios a Europa en el año 1.128 y con los cuales confrontaron al estamento de la Iglesia, arremetiendo contra sus bases, puesto que éstos eran los documentos que hablaban sobre linajes y genealogías, y son con los que trataremos aquí.
Así es que esta noche vamos a emprender una búsqueda consagrada. Algunos la han llamado la búsqueda máxima. La Iglesia Cristiana la ha condenado como herejía, y es, por supuesto, la búsqueda del Santo Grial.
En todos los diccionarios, una herejía se describe como “una opinión que es contraria al dogma ortodoxo de los obispos Cristianos”, y, al respeto, esas otras búsquedas que abarcan mucho de la investigación científica y médica de hoy día, son igualmente heréticas. La palabra “herejía” no es, esencialmente, nada más que una etiqueta despectiva, una etiqueta usada por un temeroso estamento eclesiástico que ha intentado por mucho tiempo mantener el control de la sociedad mediante el miedo a lo desconocido. Una herejía puede por lo tanto, definir esos aspectos de la filosofía y la investigación, que indagan en los reinos de lo desconocido, los que de vez en cuando proporcionan las respuestas y soluciones que son absolutamente contrarias a la doctrina de la Iglesia.
Las búsquedas son por su misma naturaleza cautivadoras; la historia y la investigación histórica son iluminadoras; pero los descubrimientos de ninguna de ellas tienen ninguna utilidad en absoluto, a menos que tengan aplicaciones en el presente, las cuales, así como la ciencia y la medicina, pueden sembrar las semillas de un futuro mejor.
Generalmente la historia no es más que las experiencias registradas, la experiencia de los ganadores. Tiene sentido aprender de la experiencia del ayer. Es ésa misma experiencia la que encierra las claves morales, culturales, políticas y sociales del mañana, y es en este contexto que el Santo Grial apoya, aquello a lo que llamamos “el código Mesiánico”. Éste es el código de la práctica social instituido por Jesús, cuando él lavó los pies de sus apóstoles en la última cena. Es inherente al servicio de dar y recibir; determinando que aquellos en posiciones de autoridad electa e influencia, deben siempre cuidar sus deberes como representantes de la sociedad, obligándose a servirla y no a presumir su de autoridad sobre ella, esa es la clave esencial de un gobierno democrático. Esto se define como el gobierno por el pueblo y para el pueblo. Sin la puesta en práctica del código del Grial, sólo experimentaremos un gobierno familiar de la gente, eso no es un gobierno democrático.
Ahora, en el curso de nuestro viaje discutiremos muchos artículos que son profundamente familiares, pero los veremos desde una perspectiva distinta a la normal. Al respecto, a menudo parecerá que estamos pisando tierra nueva, pero de hecho fue sólo la tierra que existió antes de ser alfombrada y recubierta por aquellos con intereses contrarios. Solamente enrollando ésta alfombra del ocultamiento conveniente, podemos tener éxito en nuestra búsqueda del Santo Grial. Así, nuestra búsqueda comenzará en la tierra santa de Judea en la época de Jesús, y allí pasaremos un buen rato. No me moveré de esa era hasta que terminemos, porque requerirá todo ese tiempo para fijar la escena emergente para los próximos 2.000 años de historia.
Luego viajaremos por las edades oscuras, para pasar un tiempo en la Europa medieval. Luego el misterio del Grial será seguido por el Rey Arturo de Gran Bretaña y, eventualmente, en su momento, a los Estados Unidos de América, donde los padres americanos se encontraban entre los más grandes exponentes del código del Grial. Eminentes americanos tales como George Washington, John Adams, Benjamin Franklin, Charles Thompson y Thomas Jefferson, fueron tan campeones del Santo Grial como lo fue el Rey Arturo, Sir Lancelot y Galahad.
La herencia del Santo Grial, el libro, se ha descrito como “el libro del linaje mesiánico”. Así es como lo denominó un entrevistador de radio y es una descripción conveniente, porque el libro lleva el subtítulo: el linaje oculto de Jesús revelado. Esto por supuesto indica que Jesús tuvo hijos e implícitamente, que se casó. Entonces ¿Estuvo casado? ¿Tuvo hijos Jesús? ¿Si es así, sabremos qué pasó con ellos? ¿Existen descendientes vivos hoy en día? La respuesta a cada una de estas preguntas es sí. Veremos a la familia que surge hasta un cierto detalle. Seguiremos la historia, su historia, siglo por siglo; la historia de una dinastía real determinada, los descendientes herederos de Jesús que lucharon contra todas las dificultades a través de los siglos para preservar el código real Mesiánico hasta la fecha.
La historia de ésta noche será una conspiración: coronas usurpadas, persecuciones, asesinatos, y el ocultamiento injustificable de la información a la gente del mundo occidental. Es un relato del buen gobierno y del mal gobierno; sobre cómo la monarquía patriarcal de la gente fue suplantada por la tiranía dogmática y el dominio dictatorial de las tierras. Es un viaje que obliga al descubrimiento, una visión de los tiempos pasados, pero firmemente de cara al futuro. Ésta es la historia tal como fue una vez escrita pero nunca contada.
Comencemos con las más obvia de todas las preguntas. ¿Cuál es el Santo Grial? ¿Cómo está conectado con los herederos descendientes de Jesús? El hecho de que Jesús tuviera descendientes puede tomar por sorpresa a algunos, pero era ampliamente conocido en Gran Bretaña y Europa hasta finales de la edad media, apenas hace algunos cientos de años.
En época medieval, la línea de los descendientes mesiánicos se definía por la palabra francesa Sangréal. Esta derivaba de las dos palabras, Sang Réal, que significaba “sangre real”. Ésta era la sangre real de Judá, la majestuosa línea de David que progresó a través de Jesús y sus descendientes. En la traducción inglesa, la definición Sangréal, se convirtió en “San Gréal”, como en “San” Francisco. A medida que más se escribía más se utilizaba “San Grail”; y por un proceso lingüístico natural, se convirtió en un término familiar más romántico, “Santo Grial ”.
Desde la edad media, había una cantidad de órdenes de caballerías y órdenes militares relacionadas específicamente con la sangre Mesiánica real en Gran Bretaña y Europa. Estas incluyeron la orden del reino de Sion, la orden del Sagrado Sepulcro; pero la más prestigiosa de todas era la soberana orden del Sangréal –los caballeros del Santo Grial. Ésta era una orden dinástica de la casa real de Stewart en Escocia.
En términos simbólicos, al Grial se le presenta a menudo como un Cáliz que contiene la sangre de Jesús; y alternativamente como vino de uvas. El producto de las uvas es el vino, y es el cáliz y el vino de la tradición del Grial lo que subyace en el corazón mismo de la Comunión, la Misa, la Eucaristía; y este sacramento, el Cáliz sagrado, contiene el vino que representa la sangre eterna de Jesús.
Es bastante evidente que aunque la Iglesia Cristiana mantenga la antigua costumbre de la Comunión, esta ha ignorado y elegido convenientemente no enseñar el significado y origen verdaderos de esa costumbre. Pocos personas incluso, piensan en indagar acerca del simbolismo total del sacramento del Cáliz y del vino, creyendo que simplemente proviene de algún pasaje del Evangelio relacionado a la última cena. Bueno, eso es lo que significa la sangre eterna de Jesús. ¿Cómo se perpetuaba la sangre de Jesús, o la de cualquier persona? Se perpetuaba a través de la familia y el linaje. Entonces ¿por qué las autoridades de la Iglesia eligieron ignorar el significado del linaje del sacramento del Grial? Ellos ocultaron el sacramento. ¿Por qué llegaron tan lejos como para denunciar el conocimiento y el simbolismo del Grial como herético?
El hecho es que cada gobierno y cada Iglesia enseña la forma de historia o de dogma más conducente a sus propios intereses. Al respeto, se nos condiciona a todos a recibir una forma muy selectiva de enseñanza. Se nos enseña lo que se supone debemos saber, y se nos dice lo que se supone debemos creer. Pero en su mayor parte, aprendemos historia política y religiosa mediante la propaganda nacional o clerical, y esto a menudo se convierte en dogma absoluto, enseñanzas que no se pueden desafiar por temor a las represalias.
Con respecto a la actitud de la Iglesia hacia el Cáliz y el vino, es evidente que el simbolismo original tuvo que ser reinterpretado por los obispos, porque implicaba que Jesús tuvo descendencia y por lo tanto, debió estar unido a una mujer.
Pero, no sólo fueron los sacramentos y el ritual de costumbre lo que se reinterpretó debido a ello: los mismos Evangelios estaban corrompidos para alinearse con el estamento exclusivamente masculino de la Iglesia de Roma – muy parecido a como un editor de cine moderno ajusta y selecciona las cintas para lograr el resultado deseado, el resultado que le interesa al productor.
Todos estamos familiarizados con los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, pero ¿qué hay de los otros Evangelios? ¿Qué hay acerca de los Evangelios de Felipe, Thomas, Maria y de Maria Magdalena? ¿Qué hay con los numerosos Evangelios, hechos y epístolas que no fueron aprobados por los concilios de la Iglesia cuando fue compaginado el nuevo testamento? ¿Por qué los excluyeron cuando se tomaron todas las decisiones?
Realmente hubo dos criterios principales para la selección de los Evangelios que conformarían el nuevo testamento. Éstos fueron determinados en el Concilio de Cartago en el año 397. El primer criterio era que el nuevo testamento se debía escribir a nombre de los propios apóstoles de Jesús. Hasta donde sabemos, Marcos no fue un apóstol de Jesús, ni tampoco Lucas. Ellos fueron colegas de quién luego llego a ser San Pablo. Tomas, por otra parte, era uno de los doce apóstoles originales, pero el Evangelio a su nombre fue excluido. No sólo eso, sino que junto con otros numerosos Evangelios y textos, fue destinado y condenado a ser destruido.
Y así, por todo el mundo medieval el libro de Thomas y otros numerosos libros no aprobados, fueron sepultados y escondidos en el siglo V D.C. Sólo en tiempos recientes, se ha desenterrado algunos de esos manuscritos, siendo el mayor hallazgo el de Nag Hammadi – Egipto en el año 1.945 – mil quinientos años después de haberlos enterrado.
Aunque estos libros no fueron redescubiertos hasta el presente siglo, fueron abiertamente utilizados por los primeros Cristianos. Algunos de ellos, incluyendo los mencionados Evangelios, el Evangelio de la verdad, el Evangelio de los egipcios y otros más, fueron citados realmente por los primeros sacerdotes en las escrituras. Clemente de Alejandría, Ireneo de Lyon, todos ellos mencionan estos otros Evangelios.
Entonces, ¿por qué se seleccionaron los Evangelios de Marcos y Lucas si ellos no eran apóstoles de Jesús? Porque, de hecho, Marcos y Lucas eran apóstoles de Jesús, y los primeros padres de Iglesia sabían esto. En los tiempos anteriores a que el nuevo testamento fuera corrompido, ellos sabían totalmente que Jesús sobrevivió a la Crucifixión. En estos primeros Evangelios no existía la historia de la resurrección; esto fue agregado posteriormente.
¿Por qué fueron descartados otros Evangelios apostólicos? Porque hubo un segundo criterio mucho más importante – uno mediante el cual, en verdad se hizo la selección de los Evangelios. Y ello constituyó una regulación completamente sexista. Eso neutralizó cualquier cosa que mantuviese el estatus de las mujeres en Iglesia, en la comunidad y en la sociedad.
De hecho, la propia constitución apostólica de la Iglesia fue compilada en base a esto. Ellos sostenían, “no permitiremos que nuestras mujeres enseñen en la Iglesia, sólo que recen y escuchen a los que enseñan. Nuestro maestro, cuando nos envió a los doce, no envió a ninguna mujer a ninguna parte; pues la cabeza de la mujer es el hombre, y no es razonable que el cuerpo gobierne a la cabeza”.
Esto era redundante, pero fue por ésta misma razón que fueron descartados docenas de Evangelios – porque estaba muy claro que había muchas mujeres activas en el ministerio de Jesús. Maria Magdalena, Martha, Helena-Salome, Maria Jacob Cleofás, Joanna. No sólo fueron discípulas ministras; están registradas como sacerdotisas por derecho propio, conduciendo ejemplares escuelas de culto en la tradición Nazarena.
En la Epístola de San Pablo a los Romanos, éste hace referencia específica a sus propios ayudantes femeninos: Phoebe, por ejemplo, a quién él llamó una hermana de la Iglesia; Julia; Priscila, quién lanzó la red por su causa. El nuevo testamento está lleno de mujeres discípulas, pero la Iglesia las ignoró a todas ellas. Cuando se elaboraron los preceptos de disciplina eclesiástica de la Iglesia, estos rezaban, “no está permitido que las mujeres hablen en la Iglesia, ni que demanden para sí ninguna función masculina”. Y la misma Iglesia decidió que esto era una función masculina.
La Iglesia estaba tan aterrada de las mujeres, que instituyó una regla de celibato: una regla para sus sacerdotes, una regla que se convirtió en ley en el año 1138; una ley que hoy persiste. Bueno, esta regla nunca ha sido exactamente lo que aparenta, pues cuando uno la lee, cuando uno estudia la historia, puede ver que jamás fue la actividad sexual como tal lo que incomodaba a la Iglesia. La definición específica que hizo posible esta regla fue la intimidad de sacerdotes con mujeres. ¿Por qué? Porque las mujeres se convertían en esposas y amantes. La misma naturaleza de la maternidad es la perpetuación de los linajes. Esto era lo que incomodaba a la Iglesia: el tema tabú de la maternidad y los linajes. Esta imagen tenía que separarse de la imagen requerida de Jesús.
Pero no fue la Biblia la que dijo tal cosa. San Pablo dijo en su Epístola a Timoteo,
  • §  que un obispo debía casarse y tener hijos
    §  que un hombre con experiencia en su propia familia, realmente está mejor calificado para atender a la Iglesia
    Aunque las autoridades de la Iglesia romana decretaron conservar en particular las enseñanzas de San Pablo, eligieron desatender totalmente esta explícita directiva para satisfacer sus propios intereses, de modo que el propio estado civil de Jesús pudiese ser estratégicamente ignorado.
Pero el celibato de la Iglesia, la imagen de Jesús soltero, se contradecía completamente en otros escritos de la era. Fue abiertamente contradictoria para el dominio público hasta que se proclamó la perpetuación de la verdad como herejía punible, sólo hace solamente 450 años en el año 1547, fecha en la que murió Enrique VIII en Inglaterra.
No es solo el nuevo testamento Cristiano el que sufre de esas restricciones sexistas. Se aplicó un proceso similar de edición al viejo testamento Judío, y esto lo hizo convenientemente adecuado para agregarlo a la Biblia Cristiana. Esto se hace particularmente evidente por un par de líneas que sobrevivieron al escrutinio de los editores.
Los libros de Joshua y 2 de Samuel, ambos hacen referencia a un libro mucho más antiguo como el de Jasher. Se decía que el libro de Jasher era muy importante. ¿Dónde se encuentra? No en la Biblia. Como muchos otros libros, fue descartado exprofeso. ¿Pero existe aún? Sí. El rollo hebreo de Jasher de tres metros aún existe. Ha sido históricamente importante por mucho tiempo. Fue la gema del Emperador CarloMagno y la traducción del libro de Jasher fue la razón por la cual se fundó la Universidad de París , en el año 800. Eso fue cerca de un siglo antes de que se compilara el viejo testamento que actualmente conocemos.
Jasher fue la mano derecha de Moisés. Sus escritos son de una enorme significancia. Los relatos se refieren a la historia de los Israelitas en Egipto, y su éxodo hacia Canaan Pero estas historias difieren considerablemente de la manera en que hoy las conocemos. Ellas explican que Moisés no fue el líder espiritual de las tribus que cruzaron el Mar Rojo hasta el Monte Sinaí. El líder espiritual era Miriam.
En aquel momento los judíos nunca habían oído hablar de Jehová; adoraban a la diosa Asherah. Sus líderes espirituales eran en gran parte femeninos. Miriam representó, de acuerdo al libro Jasher, tal problema para Moisés en su intento de crear un nuevo entorno de dominio masculino, que la tomó presa; y la nación judía se levantó con sus ejércitos contra Moisés para lograr la liberación de Miriam. Esto no está en la Biblia.
Entonces, vayamos hasta donde comienza la historia Cristiana. Revisemos los Evangelios mismos y al hacerlo, veamos qué nos dicen en realidad, en lugar de lo que creemos que nos dicen, pues todos hemos aprendido a seguir lo que nos han enseñado acerca de los Evangelios en las aulas de clase y en las Iglesias. ¿Pero siempre se nos ha dado las enseñanzas correctamente? ¿Coinciden con las escrituras? Es realmente sorprendente lo que pensamos que sabemos, pero sólo lo hemos aprendido desde los púlpitos o los libros de imágenes, no necesariamente de estudiar los textos.
La misma historia de la natividad nos proporciona un buen ejemplo. Está ampliamente aceptado, y las tarjetas de Navidad aún siguen diciéndonos que Jesús nació en un establo. Los Evangelios no dicen eso. No se menciona ningún establo en ningún Evangelio autorizado. La natividad no se menciona en absoluto en Marcos o en Juan, y Mateo dice sin rodeos que Jesús nació en una casa.
¿Así que de dónde salió el establo? Realmente, salió de una mala interpretación del Evangelio de Lucas, el cual no relata que Jesús yacía en un pesebre, sino que estaba acunado y que allí había un pesebre. Uno sólo tiene que estudiar la historia de la sociedad en el tiempo, para reconocer el hecho que era perfectamente común el utilizar pesebres como cunas y que con frecuencia se introducían al interior de la casa para tales propósitos.
¿Entonces por qué se ha presumido que la caja estaba en un establo? Porque la traducción inglesa de Lucas nos dice que no había lugar en la posada. Entonces ha debido ser en un establo! Pero las traducciones pre-inglesas de Lucas no hablan de ninguna posada; el manuscrito de Lucas no dice que no había sitio en la posada. De hecho, no habían posadas en el oriente por esos días. Hay muy pocas posadas allí ahora; ¡y si los hay, son ilegales! La gente se alojaba entonces en casas privadas. Era una manera común de vivir. Se le llamaba hospitalidad familiar. Los hogares estaban abiertos a los viajeros.
Llegados a esto, si realmente vamos a ser precisos, tampoco habían establos en la región. De hecho, “establo” es una palabra completamente inglesa que define específicamente el lugar para guardar caballos; los caballos de un establo en particular. ¿Quién montó caballos en la tierra de Judea? Bueyes y camellos; a lo sumo un oficial romano pudiese haber tenido un caballo pero, incluso las mulas y los bueyes, si estuviesen bajo techo, habrían sido guardados bajo algún tipo de toldo o fuera de la casa, no en un establo.
En cuanto a la mítica posada, el texto griego realmente no dice que no había sitio en ella. La mejor traducción realmente sería que no había mobiliario en el cuarto. Como se menciona en Mateo, Jesús nació en una casa y, según se tradujo correctamente, Lucas revela que Jesús yacía en un pesebre , una caja para el alimento de los animales, pues no había cuna en el cuarto.
Ya que estamos en el tema del nacimiento de Jesús, pienso que deberíamos revisar aquí la cronología, porque también es importante; ya que los dos Evangelios que hablan de la natividad, realmente nos dan dos fechas totalmente distintas para el evento.
Según Mateo, Jesús nació en el reinado del Rey Herodes, Herodes el grande, quién trató el acontecimiento con los Reyes Magos y ordenó la matanza de los infantes. Bien, Herodes murió en el año 4 A.C., y sabemos por Mateo que Jesús nació antes de eso. Por consiguiente, la mayoría de las Bíblias estándar y los libros de historia que concuerdan, indican que la fecha de nacimiento de Jesús fue el año 5 A.C., puesto que es anterior al año 4 A.C., y Herodes aún reinaba, de modo que es una buena fecha.
Pero en Lucas, se da una fecha completamente diferente. Lucas no nos dice nada sobre el Rey Herodes ni nada por el estilo. Lucas afirma que Jesús nació mientras Cireneo gobernaba en Siria, el mismo año en que el emperador Augusto implementó el censo nacional, el censo por el cual José y Maria fueron a Belén.
Hay puntos importantes que mencionar aquí, y ambos están grabados en los anales judíos del siglo primero (tales como las Antigüedades de los judíos). Cireneo fue designado como gobernador de Siria en el año 6 D.C. Éste es el mismo año registrado para el censo nacional, implementado por Cireneo y ordenado por el Emperador Augusto. Como nos dice Lucas, ese fue el primero y único censo registrado para esa región. De manera que Jesús nació en el año 4 A.C. y también en el año 6 D.C. ¿Es esto un error? No, no necesariamente, porque de la manera como fue originalmente presentado, realmente estamos observando dos natalicios muy específicos.
Ambos Evangelios están correctos. Estamos viendo el nacimiento físico de Jesús, y también su nacimiento social. Éstos fueron definidos en el momento del primero y segundo natalicios y se aplican específicamente a personas de grupos particulares, y ciertamente, a los herederos dinásticos.
El segundo nacimiento de los varones se efectuaba a través de un ritual de renacimiento. Era muy físico: se les envolvía en ropas muy ceñidas y nacían de nuevo del vientre de su madre. Era una ceremonia física. Los segundos nacimientos para los varones tenían lugar a la edad de doce años.
Entonces sabemos que Jesús tenía 12 años en el año 6 D.C. Desafortunadamente, los transcriptores de Lucas de los últimos días obviaron completamente el significado de esto, y se esforzaron por unir de alguna manera, a través de este acontecimiento de ropas ceñidas y renacimientos, lo que condujo a mencionar el asunto ilógico del establo.
De manera que si Jesús tenía 12 años en el año 6 D.C., esto significa que él nació en el año 7 A.C., lo cual encaja perfectamente bien con el relato de Mateo en el que Jesús nació en el último reinado de Rey Herodes.
Pero ahora descubrimos lo que parece ser otra anomalía, porque Lucas luego dice en su Evangelio que cuando Jesús tenía doce años de edad, sus padres, Maria y José, lo llevaron a Jerusalén. Luego ellos abandonaron la ciudad, para regresar a casa en una travesía de un día completo en compañía de sus amigos, antes de que se percataran de que Jesús no los acompañaba. Luego regresaron a Jerusalén, sólo para encontrarlo en el templo, discutiendo los asuntos de su padre con los sabios. ¿Bueno, qué clase de padres puede vagar todo un día por el desierto, sin notar que su hijo de doce años no está con ellos?
El hecho es que no se ha entendido la esencia del pasaje. Había una gran diferencia entre un hijo con doce años de edad y un hijo de doce años. Cuando un hijo completaba sus primeros doce años, es decir, cuando realmente estaba en su cumpleaños número trece, se le iniciaba dentro de la comunidad en la ceremonia de su segundo nacimiento, se le veía como comenzando su primer año. Esto fue el origen del moderno bar mitzvah . Su próxima iniciación, la de la adultez en la comunidad, tuvo lugar a sus nueve años, cuando tenía veintiún años de edad – el origen del privilegio de los veintiún años. Luego seguían varios grados y la siguiente prueba mayor fue a sus doce años – a la edad de veinticuatro años, en su cumpleaños numero 24. Cuando Jesús permaneció en el templo a sus doce años, realmente tenía veinticuatro años. ¡No sorprende que ellos no esperasen que estuviese caminando con ellos en el desierto!
Así que ésta discusión con los sabios está relacionada con su próximo grado. Él habría discutido esto en su momento con el padre espiritual, el padre de la comunidad; y de hecho así lo hizo. Lo que él discutió eran los asuntos de su padre. El padre de esta era está registrado. El padre espiritual de la comunidad en aquel momento era Simeón el Esenio, y si miramos unos pocos versos atrás en Lucas, veremos que fue exactamente este hombre, el justo y devoto Simeón, quién legitimó a Jesús bajo la Ley.
¿Entonces podemos confiar en los Evangelios? Bueno, por lo que hemos visto la respuesta es sí, podemos confiar en los Evangelios hasta cierto punto, pero no podemos confiar en la forma en que han sido enredados, distorsionados y en la que nos los han enseñado la gente que no entiende lo que realmente se dice en ellos.
Los actuales Evangelios en el idioma ingles, datan efectivamente en la fecha de la Biblia autorizada, compilada por el Rey de la casa de Stewart, James I de Inglaterra, a principios del siglo XVII. Esto se publicó y se imprimió no más de 165 años después de la Declaración de Independencia Americana; solo unos pocos años antes de que los primeros padres peregrinos partieran de Inglaterra.
Los Evangelios de la primera Iglesia fueron escritos originalmente en el segundo y tercer siglo griego. Junto con la Biblia como un todo, fueron traducidos al latín en el siglo IV, pero sería más de mil años después que se haría la primera traducción al inglés.
La traducción de la Biblia para entonces fue dificultosa. El reformista del siglo XIV Juan Wycliffe fue denunciado como hereje, por traducir la Biblia al inglés. Sus libros fueron quemados. A comienzos del siglo XVI, William Tyndale fue ejecutado por estrangulamiento en Bélgica, y luego quemado, en caso de que no hubiese muerto, por traducir la Biblia al inglés. Poco después, Miles de Coverdale, uno de sus discípulos, hizo otra traducción; y en ese momento la misma Iglesia se había dividido pacíficamente, así que la versión de Coverdale fue aceptada por la Iglesia Protestante – pero él seguía siendo un hereje a los ojos de Roma.
El problema era que mientras el texto impreso permaneciera oscuro (no era latín ordinario; era una forma horrenda de latín de la Iglesia), mientras solo los obispos pudieran entenderla, estos podían enseñar cualquier cosa que quisieran. Si era traducida a lenguajes que otras personas pudieran entender y quizá leer por sí mismos, esto plantearía un problema pues la Iglesia podría ser cuestionada.