ReadWriteWeb ha tenido acceso a documentos confidenciales de la negociación secreta entre la Comisión Europea y agentes comerciales de comunicación que prueban la voluntad de las partes de filtrar la navegación y los contenidos de Internet. Damos cuenta del asunto y facilitamos su descarga:
Miércoles 2 de junio de 2010. En la sede la DG de Mercado Interior y de Servicios de la Comisión Europea casi medio centenar de personas se reúnen para estudiar cómo hacer cumplir las leyes de derechos de autor en Internet. Y su única idea es restringir el acceso a la red y controlar el contenido. Las propuestas ya están en marcha para acabar de dar forma al gran proyecto de la industria cultural para acabar con Internet libre.
La Unión Europea invitó a esta ronda de conversaciones a quién considera sus interlocutores en este asunto, divididos en tres grupos: compañías teleoperadoras, compañías audiovisuales y empresas de software de control de redes. La UE no reservó ni un lugar a los usuarios, sus asociaciones o sus representantes.
No lo tienen porque las medidas van contra sus derechos de usuario. La base de la negociación es el sistema técnico para poder detectar contenido y sancionar usuarios, aunque esperan no llegar a hacerlo gracias a una campaña de comunicación del miedo que incite a la contención de los usuarios. “El miedo a una sanción es, en potencia, significativamente más efectivo que una mera advertencia”, argumentó Jeremy Banks, portavoz del lobby audiovisual IFPI, según el acta del encuentro.
El proyecto goza además del apoyo de los grandes medios tradicionales e informativos de televisión, que callan de forma generalizada. Comprensible dado el fuerte grado de penetración de capitales entre ambos sectores económicos.
Las teleoperadoras dudan
Marcas como Telefónica, Orange o British Telecom acompañaban a los dos grandes lobbies de telecomunicación europeos, ETNO y EuroISPA, encargados de tomar la palabra. Fueron los únicos en mostrar algo de preocupación ante el intento de instaurar un sistema de censura de la red por las implicaciones técnicas, legales y sociales que pudiera tener.
El peligro de bloquear contenido no ilegal, la fuga de usuarios, el perjuicio del ancho de banda por el uso de software e incluso el freno al desarrollo de Internet entraron entre sus argumentos. Sin embargo, es sabido que algunas de esas empresas ya han comenzado a aplicarlo, como en el Reino Unido.
Software para bloquear la conexión a la red y para crear miedo
IFPI y SPCC representaron a la industria audiovisual, esta última para demostrar las bondades de sus medidas en base a la rechazada ley Hadopi y la próxima ley Lopssi, que lograrán el filtrado de contenidos en Francia. Son los más activos en esta cruzada contra “la piratería” porque consideran que existen herramientas suficientes como para que la selección entre los archivos con y sin copyright sea eficiente.
Vedicis fue una de las compañías encargadas de demostrar los métodos posibles para convencer a los indecisos de que hay que censurar contenidos. Apuestan por la vigilancia, la identificación y la actuación en tiempo real. Algunos de sus ejemplos requieren la autorización del control de tráfico por parte del usuario.
Derechos de usuario, derechos personales
Pagar por un servicio o participar de la evolución social. Que los proveedores de Internet puedan aplicar estas medias implicaciones más allá de un posible corte de la línea después de haber pagado. El monitoreo de todo el contenido de la red implica una violación de los derechos de intimidad y de privacidad, mientras que el filtrado de contenidos es un abuso en las condiciones de contratación tras el pago de un servicio.
Finalmente, dar a estas empresas el poder de decisión sobre qué contenido es ilegal y cuál constituye un cambio en el derecho sin precedentes. Empresas con intereses particulares se convertirán en juez y parte ante la ausencia de una decisión judicial en firme como ReadWriteWeb en español viene denunciando. Ya existen sentencias, por ejemplo en España, en las que un tribunal ha dictaminado que lo que comúnmente se ha tratado como piratería no era constitutivo de delito.
El camino está claro. Los políticos de la Comisión Europea (que no son elegidos de forma democrática participativa) están explorando las técnicas más apropiadas para llevar a cabo la censura de Internet. El debate sobre si hay que hacerlo o no parece cerrado y sólo algunas teleoperadoras dudan de su validez, también por razones económicas. Defender ahora la Neutralidad de la Red, el derecho a Internet libre como el canal de comunicación universal y no controlado, es responsabilidad de todos los usuarios frente a estos grupos de poder.
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