Una colaboración de Vania Gutierrez
¿Cómo se logra una teoría que lo explica todo? ¿Cómo se unifica la cuántica y la relatividad junto a otras fuerzas para explicarlo todo? ¿Cómo se hace para que todo concuerde? ¿Quizás la teoría de cuerdas de 11 dimensiones y alguna variable extra sea suficiente? ¿El mundo es complejo o simple?
“Hay retos difíciles y locuras imposibles. Este artículo es una locura imposible que sólo un loco se atrevería a intentar. La locura de muchos es la sabiduría de pocos.”
“Es probable que no quede 100% explicado, pero qué gracia tendría dar todas las respuestas sin que mis lectores pudieran completar los acertijos que cifro en el artículo. Disfrutad.”
Empecemos por el principio o no tan principio. Hubo una gran explosión que los científicos llamaron BIG BANG. Hasta aquí fácil. Antes del BIG BANG había algo que personalmente llamo espuma espacio/temporal o materia exótica (una materia que no se ve afectada por ninguna ley física). Lo que podríamos llamar “eso que existe antes de la materia y de las subpartículas de materia”. Energía simplemente. Y una conciencia que quería nacer. Teniendo en cuenta que el tiempo no existe de forma lineal es fácil de comprender unas líneas más abajo. La energía se comprimió en un punto del multiverso para iniciar lo que conocemos como el mundo material. La energía comprimida empezó a crear subparticulas atómicas siguiendo unos factores fractales de ordenamiento guiados por algo que llamaremos cronos y caos, que son las fuerzas del desequilibrio. Para los científicos la entropía. Dicha acumulación de energía llegó a un punto que colapsó y explotó en una emanación de energía codificada según unos parámetros preestablecidos (leyes básicas para la estabilidad de la materia) y así surgió la materia tal y como hoy la conocemos. La vibración de dicha materia no surgió hasta que se pudiera sostener por si misma (es probable que hubiera algún intento anterior a nuestro BIG BANG que colapsó). Y allí se acabó juntando en lo que llamamos “átomos” que no son átomos, pero servirá. Más adelante, explicaré qué son cuerdas y la vibración necesaria para su equilibrio fue dada mucho después del BIG BANG. Una paradoja del tiempo que se resuelve fácilmente si pensamos en el tiempo como ciclo o con desfase espacio/temporal. Las distancias que limitan el movimiento de las partículas en el mundo material solucionan dicho problema. Hablamos de la tercera fuerza universal, el electromagnetismo.
Y ahora sí, hubo una gran explosión que dio lugar a la materia. Empecemos por lo más pequeño hasta llegar a lo más grande, la maquinaria cósmica. En el centro de la materia tenemos una singularidad o minúsculo agujero negro que sustenta lo que llamamos materia. Por encima de dicha singularidad. Algo que explicaré más adelante. Tenemos dos fuerzas que los científicos llaman entropía y tiempo, en las antiguas culturas cronos y caos. Estos creían que no sólo eran fuerzas sino conciencias. Independientemente del nombre, nadie puede negar que dichas fuerzas son las responsables del desequilibrio de la materia que la singularidad intenta sostener. En el ser humano se ve claramente el efecto de estas fuerzas en la piel y el paso del tiempo. Envejecer.
Antes de seguir vamos a negar la teoría atomista, para decir que la materia se organiza en forma de cuerdas. Para que nos hagamos una idea simple, imaginemos una cuerda de guitarra unida por los dos extremos que vibra en una nota, como si de un rosco vibratorio de tratara. Y según qué vibración tengan en conjunto los quarks, tenemos los diferentes tipos de elementos de la tabla periódica. El SPIN en física cuántica, que no es más que la rotación vibratoria de lo que los científicos de nuestra sociedad llaman quantums o quarks. Que son 3. Qué casualidad, como la singularidad y entropía y caos, formando un triángulo según ellos. Si tenemos 3 quarks vibrando para crear cada protón, neutrón, etc. no es difícil pensar que es una cuerda. Ahora que tenemos solucionado el problema de las partículas subatómicas, sólo hay que unir 2 cuerdas para crear el hidrógeno (energía electronuclear fuerte) y así sucesivamente. Y no es difícil pensar que los electrones no existen como tal y son la forma de enlazar dichas cuerdas para que puedan existir en equilibrio para dar la unión de partículas y para que así puedan crear estructuras más complejas (energía electronuclear débil). Diferenciales de energía. Variaciones de potencial. Si tenemos conocimientos básicos de electricidad, entenderéis lo que he dicho. Podría detallar más la estructura de cuerdas, pero me llevaría mucho tiempo. En estructuras más complejas actúan otras fuerzas que unen las estructuras moleculares pero no entraré en detalle.
Pues teniendo en cuenta que la materia muchas veces no se encuentra en las dimensiones espaciales que conocemos, porque en tan cortas distancias hay más dimensiones que las 3 que los ojos e instrumentos científicos nos permiten ver. Entrando en los problemas de dualidades onda-partículas, se resuelven fácilmente entendiendo que a tan pequeñas distancias hay 10 dimensiones espaciales de la materia. Y la singularidad pertenece a la 11ª. Esta última enlaza todo en lo que los científicos llaman entrelazamiento cuántico o unión de energía.
Avanzando a mayor a tamaño molecular obtenemos los planetas y soles. Que no son más que unión de materia siguiendo parámetros fractales de crecimiento gobernados por la tan conocida variable PI. De ahí la forma circular de ambos, incluyendo la expansión del universo en forma esférica. Estas agrupaciones de materia se unen para crear las conocidas galaxias (en forma de disco). Y paradójicamente en el centro de la galaxia vuelve haber un agujero masivo o una gran singularidad. Curioso ver cómo a gran escala y atomoescala la materia se comporta de la misma forma. He aquí que haya una unificación de la teoría de la cuántica y la relatividad. Unido ese agujero por una fuerza llamada gravedad, que no es más que la unión de muchas fuerzas a picoescala creando una fuerza mayor (Sumatorio de fuerzas electronucleares), esta fuerza no es más que la unión de muchas fuerzas a pequeña escala. Así conseguimos el equilibrio de las galaxias que giran (sin olvidar la variable de expansión de la galaxia para su sustentación, como una fuerza de repulsión no existente en el mundo material), como por ejemplo los planetas y los soles sobre su eje, tal y cómo hace la materia a pequeña escala. Spines a gran escala. Cuerdas bailando todas juntas para crear la armonía de las galaxias. Y muchas galaxias bailando tenemos el universo. Y muchos universos bailando, tenemos la teoría del multiverso enlazados por la 11 dimensión de los agujeros negros o canales cuánticos de enlace energético. Es más simple si se piensa que lo que hace un agujero negro en su interior es crear un big bag de la energía sobrante de una galaxia para dar inicio a otro universo. Está explicado en un artículo anterior: Alternativa al Big Bang. De esta manera unificamos todo lo que sería el mundo material. Pero queda mucho por explicar aún. Una vez hablado de las 4º fuerzas universales, las electronucleares, el electromagnetismo y la gravedad, hay que hablar de una 5ª fuerza, menos conocida por la comunidad científica, pero muy conocida por otras tendencias del conocimiento, sobretodo en culturas antiguas: el fuego sagrado. Éste unifica las cuatro fuerzas universales básicas (ya que hay dos más que nombraré más adelante), creando la sintonía entre ellas. No entraremos más en detalle porque sería hablar en términos muy metafísicos que no están al alcance de muchos. Son en total, 7 fuerzas universales.
Vamos por partes: primero la formación de los soles y planetas. Los soles son una unión de elementos ligeros que, por la gravedad que los mantiene unidos, emanan energía en forma de fusión nuclear. Estos astros también disponen de lo que llamaremos conciencia. Una conciencia que gobierna sus movimientos. Ahora hablamos de los planetas y satélites que cuentan con conciencia propia que decide su evolución, según unos patrones preestablecidos (normas básicas de equilibrio material). En los planetas también existen unas fuerzas con conciencia que ayudan a la creación de estos: son las llamadas fuerzas de la naturaleza o elementales, expresadas por las figuras elementales que dan lugar posteriormente la formación de la vida. Para simplificar, se trata de los precursores de las condiciones necesarias para la vida. Las fuerzas que ayudan a organizar la materia para propiciar vida en los planetas, separadas en cuatro elementos básicos que en la alquimia medieval se conocían y dominaban: el fuego, agua, tierra y aire. Estas cuatro fuerzas unidas y trabajando en equipo para lograr el equilibrio de la materia a gran escala dan lugar a la vida. La vida implícita en la creación de un planeta puede adoptar muchas formas y estructuras diferentes a tal y como conocemos la vida en la Tierra, que dependerá de los materiales depositados sobre las superficies planetarias. En nuestro planeta se organizaron según las formas de vida que estamos acostumbrados a ver (Carbono, hidrogeno, oxigeno en su mayor parte). Aquí entra otra fuerza en juego, llamada evolución, que sigue unos patrones de optimización, como si de un programa informático se tratara, para crear mayor eficiencia sobre las criaturas que viven un planeta. La evolución que podríamos llamar como otra fuerza con conciencia que intenta llegar al equilibrio de todas las especies que habitan la superficie planetaria, aun hablando de bichos o animales sin conciencia propia o capacidad de ser conscientes de su existencia. Por otro lado tenemos las especies con conciencia de su existencia y capacidad de razonar por individuos, un ejemplo de ello el ser humano, por tanto que la diferencia entre el ser humano y una colmena de hormigas no es tanta como nos imaginamos, ya que ellas razonan en forma de mente colmena o comunitaria y el ser humano es capaz de hacerlo por individual. Lo cual me lleva al siguiente apartado de evolución.
Hablemos de las especies que pueblan los planetas con conciencia de su existencia, es decir, con capacidad de saber que están vivos y por ello disponer de la libertad de elección de sus actos: la conciencia consciente. Aquí llegamos al ser humano en la Tierra o Gaia, una especie que la “evolución” y otros factores del desarrollo avanzado han dado lugar a la elección de sus actos tanto para equilibrar o desequilibrar un planeta. Animales racionales, nos definimos, con capacidad de razonar, llegar a conclusiones utilizando una lógica que no dista mucho de la que utilizaría una inteligencia artificial con lo que llamamos corazón, con capacidad de amar (amar al todo antepuesto al amor por uno mismo) y desear (amarse a uno mismo antepuesto a lo demás). Aquí entran en juego dos fuerzas más que forman parte de las especies con conciencia. Hablo de la fuerza del amor y la fuerza del deseo, como fuerzas opuestas o iguales que coexisten en todas las especies con conciencia. Los llamados animales raciones, alimentan dichas fuerzas. Estas dos fuerzas, muy superiores y anteriores al ser humano y a las cuales estamos sujetos todos los animales raciones del cosmos, guían nuestros movimientos y tenemos la elección a cuál de ellas regirnos o entender que ambas coexisten y equilibrarlas en nuestro ser (ser equilibrado). Como una lucha entre materia y antimateria en nuestro interior y de cada uno de nosotros está el esfuerzo de equilibrarlas. Es el mayor reto de un ser vivo con conciencia: Conocerlas, respetarlas, entenderlas y jugar con ellas en equilibrio o regirse solamente a una de ellas.
Hablemos ahora de las sociedades o especies de seres conscientes de su existencia. Pueblos unidos o no tan unidos luchando por un bien común o no: es la dualidad del universo expresado en una especie regido por las dos fuerzas universales del amor-deseo. Éstas son regidoras de su destino como especie. De la suma de los individuos depende su trascendencia como especie. Comprender, respetar y amar (de los diferentes tipos de amor hablo del amor universal) para ascender así como especie espacial material o trascender al mundo puramente energético sin materia. En nuestro caso, la ambición del ser humano nos lleva a la primera. Pero para ello, no significa que no se haya de descifrar, comprender y respetar todo para logar un “equilibrio” material.
Es el momento de hablar del eterno dilema filosófico entre si el individuo es malo por naturaleza o la sociedad lo corrompe. O la suma de individuos corrompa la sociedad y luego corrompen al individuo. Este dilema no es fácil de concluir pero extrapolando la situación a la humanidad nos encontramos un grupo de individuos que un día decidieron crear una sociedad. Poco a poco esta sociedad fue cambiando, como todo está en constante evolución o involución. A las sociedades y los individuos que las habitan no están exentos de estos cambios. Podríamos decir que depende de los individuos la maduración de la sociedad. Como si de un camino ascendiente o descendiente de la suma de las acciones de los individuos y, sobre todo los que por democracia o por la fuerza, dirigen las sociedades hacen que esta evolucione o decaiga. Pero esto no exenta de la culpa a cada individuo de dejarse corromper por una sociedad corrupta o buscar un cambio que haga evolucionar la sociedad. Concluyendo que por muy corrupta que sea una sociedad, el individuo tiene la elección de corromperse como la sociedad o mantenerse al margen de dicha corrupción y buscar métodos para hacer que los demás individuos cambien la sociedad. (De la educación hablo). De la misma forma que en una sociedad idílica o utópica (en caso que existiera, hoy en día no existe) podría intentar corromperla por sus deseos de afán individualista y poder. Llegando a la conclusión que ni el ser humano es malo por naturaleza, ni la sociedad lo vuelve malo. Para simplificar de casa individuo, en su interior radica la dualidad del bien y el mal (dualidad del universo en uno mismo), y sus acciones determinarán su postura. Independientemente del exterior. Se trata de una lucha interior individual.
Llegamos a la discusión también eterna de la violencia o la diplomacia. (Otro dilema dual del universo). La violencia justificada para llegar a la paz o la paz se consigue con diplomacia y educación. Difícil decisión que ha llevado a las especies con conciencia a muchos conflictos bélicos inútiles justificados por escusas falsas o nombrando a religiones, e incluso profetas para exculpar culpas a los creadores de conflictos. Sin entrar en mucho detalles, citaré que toda guerra es inútil o innecesaria y solo hay una guerra justificada. Una guerra basada en la reacción a una acción opresora para conseguir la libertad de un pueblo. Siempre es la mano y no el puñal. Siguiendo estas dos máximas, se consigue la verdadera paz, solo justificando la violencia como última acción consensuada por toda una sociedad para lograr la liberación de esta en caso que otra la intente oprimir. Todo lo demás, está de más. Las armas son innecesarias entonces, salvo que se requiera una intervención en caso que la diplomacia fracase por el afán de unos de la opresión de otros, ya sea por cuestiones, políticas, territoriales o recursos. Suelen ser los motivos que intentan justificar las guerras. Con diplomacia se solucionan dichos problemas mediante el trueque o intercambio en caso de recursos. En cuestiones políticas y territoriales hay que aplicar diplomacia. Solo se va a la guerra por cuestiones individualistas de afán de falso poder. Incluso algunos ilusos justifican una guerra por el amor. Una paradoja tan absurda que voy a omitir, pues una especie racional, entiende que este tema no se ha de solucionar con violencia.
Comentemos la dualidad del multiverso más allá de las especies con conciencia. En todas las conciencias y formas de vida hay una fuerza que une dicha dualidad: el amor. En el caso del ser humano, los hombres y las mujeres. En el caso de las demás conciencias la fuerza que las une es la misma, pero ambigua de entender o explicar. Más fácil de imaginar: siempre se agrupan en sistemas duales o binarios. Incluso las estrellas, por poner un ejemplo a gran escala, suelen formar parejas para mantener el baile cósmico en armonía. Hay casos diferentes como estrellas unitarias (como se cree del Sol. Quizá algún día la ciencia encuentre la estrella que da la dualidad al SOL.) Hay un caso extraño como el cinturón de Orión.
El cinturón de Orión lo forma un sistema ternario, pero la mayoría de ocasiones es binario. Es curioso ver otros ejemplos que van desde la atomoescala (hidrogeno, unión de un protón y neutrón) hasta los soles pasando por personas, o las conciencias de la naturaleza (se dice que las fuerzas elementales también disponen de sexo, masculino y femenino, para que nos entendamos en lenguaje humano estándar). Es como si según la matemática se cumpla que 1 es ½ + ½ y que 1+1=2 y 2/2 = 1. Llegando a la conclusión que 2 realmente no es más que 2 mitades de 1.
Cuando se les da conciencia a las especies para su evolución, ésta puede ser ascendente o descendente. Involución o evolución. Y de ellas depende, llegar a la harmonía o perecer en el caos.
Avanzando un poco en la teoría del todo, para que las especies conscientes no generen un desequilibrio que la propia maquinaria no pueda reparar, existen seres (que llamaremos controladores de conciencias) equilibradores, que son conciencias con cuerpo físico con el control de todas las fuerzas anteriormente nombradas para lograr que todo siga equilibrado. Gente que dedica su vida a llevar el control en los planetas y educar a las demás conciencias para que respeten el equilibrio del sistema solar: profetas, ilustrados, Dioses (buda en representación del equilibrio en el sistema Solar)… no importa el nombre que se les da, sólo es un título). Más allá de todo esto, existen unas conciencias absolutas que controlan toda la maquinaria de una galaxia y, por encima o al mismo nivel (llegados a un punto de cognición avanzada se entiende el consenso para el equilibrio), una conciencia del universo o cósmica. Es lo que llamaremos la conciencia del arquitecto cósmico: que entiende y comprende todo lo anterior, respeta a las conciencias equilibrantes de los sistemas solares y demás galaxias, en lo que llamaríamos un rey de la republica galáctica.
Y esto es todo bajo mi humilde punto de vista. Esperemos hayan disfrutado este viaje del conocimiento.
“La metafísica ha hecho mella en este artículo pues con 400 años de imaginario de nuestra deficiente ciencia actual no son suficientes para explicar algo tan complejo o simple, según como se mire. Pues todo son variables de una ecuación que se ha de balancear para lograr el equilibrio cósmico.”
Resumiendo, la tercera ley de Newton lo deja muy claro: Acción, reacción, repercusión! Y así funciona todo. Si “algo o alguien” inicia una acción que desequilibra la ecuación cósmica del equilibrio, el propio universo intenta volverse a equilibrar con una reacción opuesta para volver a estar en sintonía o vibración harmónica, tal y como dejaron entrever en sus escritos los filósofos de la antigua Grecia como última opción, ya que el cosmos da la libertad al individuo para no liarla parda.
Y si entrar en mucho detalle, voy a ir un poco más atrás en la historia de los griegos, donde una cultura sabia permitió a los griegos llegar al conocimiento “absoluto”, un conocimiento proveniente de una civilización “extinta”, o no tan extinta.
Las Siete Leyes Universales:
“Los principios de la verdad son siete. El que comprende esto perfectamente posee la clave mágica ante la cual todas la puertas se abrirán de par en par…”
1. El Principio de la Sabiduría o comprensión. El Universo es inteligente y bien intencionado. Todo lo creado está involucrado en todo. Todo está relacionado en forma lógica, y todo tiende al Bien o equilibrio.
2. Principio de Correspondencia o entrelazamiento cuántico. “Todo tiene que ver con todo”; cualquier aspecto de la vida que analicemos está relacionado con los otros aspectos de la vida. Esta relación es RECÍPROCA. Tanto se da, tanto se obtiene. Los fenómenos que conocemos tienen la misma dinámica que los que no conocemos. Las mismas leyes lo rigen todo en todos los lugares.
3. Principio de Vibración (la teoría de cuerdas). En el universo todo vibra y mediante esta vibración todo se vincula e inter influye o conecta.
4. El Principio de Polaridad o Dualidad. En el universo todo es doble, tiene su opuesto, y su opuesto es su complemento, no su antagónico.
5. Principio del Ritmo o Música. En la naturaleza todo es flujo y reflujo, como las ondas, como las olas, si hay cresta, hay vano, si hay vano tiene que haber una cresta. Todo vibra; es el movimiento de la Vida. Al haber vibración tiene que haber ritmo. El equilibrio rítmico trae compensación en todas las cosas.
6. El Principio de Causa y Efecto (acción-reacción). Nada de lo que ocurre en la vida, en las personas, en las cosas, ocurre porque sí; sin razón. Todo tiene una causa; no hay causa sin efecto ni efecto que no tenga una causa, en lo físico y en lo espiritual.
7. El Principio de Generación o Creación. Todo lo que existe tiene su opuesto y todo lo opuesto produce generación.