Es bastante raro en mi que deje pasar tantas semanas sin escribir algo. Hace algunos meses, me hervían las neuronas plasmando en palabras el conocimiento, entendimiento y experiencias que me iban sucediendo, para entenderlas, estructurarlas y analizarlas, mientras las compartía, pues es el hecho de escribir, lo que, a mi, particularmente, me ayuda a poner mis ideas, conceptos y revelaciones “en claro”. Pero desde que conseguí empezar a estar mucho más centrado en la “conciencia de mi ser”, tras haber “desmontado” hasta la medida de lo posible esa “sombra energética negativa”, y haber focalizado mi energía más hacia dentro y hacia potenciar ese núcleo o esencia que todos somos, ahora mismo pasan los días y ni siquiera aparece por aquí la necesidad de poner por escrito lo que siento, aprendo o comprendo de nuevo.
Mis compañeros me dicen que estoy (estamos, pues andamos todos en el mismo proceso de cambio), dejando atrás el modo “viejo” de funcionar, mucho más mental y mucho más de “querer comprender las cosas”, para pasar al modo nuevo de sentir y saber las cosas simplemente “porque si” (porque está la certeza indiscutible en tu interior del porqué de aquello). Los mismos esquemas, modos de trabajo, protocolos y métodos que teníamos para explorar las reglas del juego bajo las que vivimos, dejan de tener sentido, o lo tienen de otra forma, porque se transforman a medida que uno se transforma a si mismo. Ahora ando entre dos extremos que me tienen un poco con la sensación de estar montado en un péndulo, porque cuando me muevo hacia un estado mental de análisis, e investigación, cuando estoy preparando las conferencias, los talleres o lo que sea, entro en el modo de funcionar que he tenido siempre, y estoy contento y activo y tremendamente prolífero en el material que produzco. Cuando conscientemente me desconecto y me centro en aquello que Bárbara Brennan llama el “core” o el núcleo esencial de cada uno de nosotros, entro en otro estado de ser y no necesito escribir nada, publicar nada, ni dar ningún tipo de charla o taller. Y digo necesito porque realmente escribir y hablar para mi ha sido siempre una pasión, disfruto haciéndolo, y sin embargo depende del modo de funcionamiento en el que te encuentres, parece que estás deseando hacer una cosa o estás sin ningún tipo de necesidad de hacerlo.