Aida. La vida se transforma, cuando uno se transforma por dentro

David Topi

Es bastante raro en mi que deje pasar tantas semanas sin escribir algo. Hace algunos meses, me hervían las neuronas plasmando en palabras el conocimiento, entendimiento y experiencias que me iban sucediendo, para entenderlas, estructurarlas y analizarlas, mientras las compartía, pues es el hecho de escribir, lo que, a mi, particularmente, me ayuda a poner mis ideas, conceptos y revelaciones “en claro”. Pero desde que conseguí empezar a estar mucho más centrado en la “conciencia de mi ser”, tras haber “desmontado” hasta la medida de lo posible esa “sombra energética negativa”, y haber focalizado mi energía más hacia dentro y hacia potenciar ese núcleo o esencia que todos somos, ahora mismo pasan los días y ni siquiera aparece por aquí la necesidad de poner por escrito lo que siento, aprendo o comprendo de nuevo.

Mis compañeros me dicen que estoy (estamos, pues andamos todos en el mismo proceso de cambio), dejando atrás el modo “viejo” de funcionar, mucho más mental y mucho más de “querer comprender las cosas”, para pasar al modo nuevo de sentir y saber las cosas simplemente “porque si” (porque está la certeza indiscutible en tu interior del porqué de aquello). Los mismos esquemas, modos de trabajo, protocolos y métodos que teníamos para explorar las reglas del juego bajo las que vivimos, dejan de tener sentido, o lo tienen de otra forma, porque se transforman a medida que uno se transforma a si mismo. Ahora ando entre dos extremos que me tienen un poco con la sensación de estar montado en un péndulo, porque cuando me muevo hacia un estado mental de análisis, e investigación, cuando estoy preparando las conferencias, los talleres o lo que sea, entro en el modo de funcionar que he tenido siempre, y estoy contento y activo y tremendamente prolífero en el material que produzco. Cuando conscientemente me desconecto y me centro en aquello que Bárbara Brennan llama el “core” o el núcleo esencial de cada uno de nosotros, entro en otro estado de ser y no necesito escribir nada, publicar nada, ni dar ningún tipo de charla o taller. Y digo necesito porque realmente escribir y hablar para mi ha sido siempre una pasión, disfruto haciéndolo, y sin embargo depende del modo de funcionamiento en el que te encuentres, parece que estás deseando hacer una cosa o estás sin ningún tipo de necesidad de hacerlo.

David Topí

Tratando de entender el mundo que no vemos

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.