Es la felicitación de Navidad que te tenía preparada, se la daré a Nicolás, estará contento.
Muy querida Manuela,
Así es como empezaba la carta que te mandaba cada semana ¿te acuerdas?.
Esta es la última querida amiga, esta tarde dejaste por fin tu pobre cuerpo tan doloso…Ahora tu alma está libre y me alegro, pronto te vas a encontrar con tu Manolo, era tu mayor deseo; este verano me decías que te ganabas el infierno por querer irte y te conteste que si Dios es amor cómo iba a crear el infierno… ¿Te parece poco él que viviste durante seis largos años? ¿Te parecen pocas las penas que pasaste? El infierno es nuestro mundo Manuela y en estos momentos sé que estás gozando de la paz eterna, te la ganaste a pulso; seguro que estás admirando tu nuevo nieto Martín que no tuviste tiempo de ver aquí.
Esta mañana puse a Manolo (el mío) un velón bien grande para que interceda por ti y parece que mi plegaria no fue en vano.
Tuvimos muchas conversaciones serias antes de tu marcha a la residencia y descubrí una persona desconocida para la gran mayoría, un ser humano con la cabeza muy bien amueblada, tierno, con un corazón que no le cabía en el pecho y cuya bondad se hace cada vez más rara en la vorágine que vivimos. Tu fe me llamó poderosamente la atención: creías en Dios, sin hacerte preguntas, simplemente con la inocencia de un niño puro e inocente. Bendita seas Manuela, me enseñaste sin darte cuenta muchísimas cosas: fuiste una gran persona, irrepetible y te doy las gracias por los momentos que pasamos juntas además me quedo con uno de tus tesoros, Leona que cuidaré con amor hasta que se vaya una de las dos, es tu legado. Teníamos algunos puntos en común y lo comentábamos por ejemplo que ninguna de las dos había levantado cabeza a fallecer nuestros esposos o que queríamos mucho a los animales…
Pero ahora no ha acabado tu trabajo, tu misión será de ahora en adelante cuidar de tus hijos y tus nietos, lo van a necesitar, las niñas ya son adolescentes y sabes los peligros de la nueva generación, no dejes que sufran ningún daño grave y los niños son chiquitines aún pero Nicolás pronto empezará a “vivir su vida”.
Te quiero Manuela, te añadiré en mis oraciones de cada noche y siempre tendrás un sitio muy especial en la memoria de mi corazón.
No es un adiós, es un hasta siempre.
Os ruego a tod@s una oración para ella su familia.
Gracias de corazón, os quiero.
Sí Domi, oraré por ella y por su familia, también por vos ya que has tenido demasiadas pérdidas este año, te mando mucha fuerza y un gran abrazo.
Descanse en paz Manuela , seguro que esta en algún lugar mejor que este . Un fuerte abrazo para ti Domi y para la familia de Manuela.
Domi, me uno también a la plegaria por tu amiga.
Un beso.
No ‘perdemos’ a nadie, siempre estarán en nuestro corazón, con nosotros. Les damos las gracias por el tiempo que hemos compartido, mantenemos vivo el amor y en el recuerdo de lo mejor nos siguen acompañando. En nuestras oraciones les enviamos amor, paz y luz, Te abrazo Domi.