El vilipendiado juez Castro en su laberinto de justicia

Con cuatro millones de niños/as pasando hambre en el estado español nadie dimite, ningún miembro de la Casa Real dice nada, callan vergonzosamente ante las imputaciones por corrupción de sus miembros, como buenos herederos de la dictadura franquista saben nadar y guardar la ropa, con la única idea de mantenerse en el poder sin haber sido elegidos en unas elecciones democráticas, consolidando un sistema de gobierno arcaico y miserable.

Escándalo tras escándalo sobrevive un pueblo sin fuerza para tumbar un régimen podrido, infectado de descomposición política hasta sus entrañas, un hedor que contamina la democracia que nunca fue. Ese pacto de fascistas que dejaron todo atado y bien atado, para que los mismos que asesinaron a cientos de miles de demócratas en cuarenta años de terror siguieran robando, pisoteando derechos, desvalijando hasta el último recurso del valioso patrimonio público.

En este panorama desolador surgen personas justas, jueces que se enfrentan a las presiones del poder, a quienes defienden el saqueo y la constante vulneración de los derechos ciudadanos. El juez Castro goza de mis respetos, ni siquiera conozco su ideología, es lo de menos, valoro que haya sido capaz de sentar en el banquillo a una miembro de esta desprestigiada estirpe, que lleva siglos destruyendo la felicidad de millones de personas, con el único objetivo de vivir a cuerpo de rey, haciendo ostentación en sus publirreportajes del corazón de sus yates millonarios, vacaciones de invierno en selectas y carísimas estaciones de esquí, coches de alta gama, palacetes, sueldazos vitalicios por no hacer nada, todo tipo de negocietes, mientras sus mujeres siguen pariendo vástagos/as para garantizar futuras sucesiones.

Que sienten a la hija del Borbón en un banquillo por presuntos delitos de corrupción, supone un profundo avance democrático, pase lo que pase, se hagan las presiones que se hagan y desaparezcan, como ya ha sucedido, documentos que supuestamente implicaban directamente al viejo rey y a su amante alemana, en una trama sin precedentes en la historia de un régimen inmoral, medieval y enemigo de la libertad ciudadana.

En un estado sin justicia se agradecen gestos valientes, que los oscuros intereses de la banda gobernante no funcionen siempre, que millones de personas conozcamos lo que realmente ha sucedido en esta trama, como se enriquecen a costa de nuestra miseria, del dolor de las personas desahuciadas, de familias enteras sin ingresos, de la desesperación de quienes se han quedado en el camino, quitándose la vida por no aguantar más los abusos de la mafia bancaria y la usura, de toda la gente que sufrimos los recortes sociales, los acosos laborales, los despidos, el desempleo, los llantos de nuestros/as hijos/as cuando ven la nevera vacía, cuando no tenemos nada caliente que darles de cenar.

Merecerá la pena contemplar este procedimiento jurídico, quizá sea el principio del camino hacia un verdadero estado de derecho, cuando gobiernen personas honradas y no ladrones/as, que juzguen, procesen, encarcelen a quienes han venido robando durante décadas de una generalizada corrupción de estado.

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http://www.diario-octubre.com/2014/12/23/el-vilipendiado-juez-castro-en-su-laberinto-de-justicia/

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