El desastre natural más destructivo del mundo moderno

Obra de Alyssha Eve Csuk

«No es muy temible», admite Jonathan Waldman, autor de un libro dedicado a este azote.

«Las nevadas extremas y los vórtices polares nos cautivan, mientras que los huracanes y supertornados nos vuelven locos», pero el desastre natural al que Waldman le dedicó años de investigación, «sólo es un fastidio constante, como un enjambre de mosquitos».

Y, así como el humilde mosquito es el animal más mortífero de todos, el protagonista de esta historia es, entre otras cosas, la amenaza más grande para la flota más poderosa del mundo, la Armada de Estados Unidos.

Se trata del óxido, ese fenómeno natural tan llano y omnipresente que nos resulta familiar y pasa desapercibido. Rara vez atrae la atención de los medios… a duras penas la nuestra, cuando lo notamos en una esquina del baño, o algún rincón del patio.

No obstante, quien, como Waldman, se ha enfrentado a él y ha tratado de vencerlo sabe cuán poderoso y persistente es: como «Terminator», por más que se le destruya, se va prometiendo que volverá.

Obra de Alyssha Eve Csuk
La fotógrafa Alyssha Eve Csuk le demostró a Waldman y a muchos otros que el óxido puede ser bello. www.alysshaevecsuk.com

Al autor del libro «Óxido: la guerra más larga», una aventura lo puso frente a este enemigo milenario y lo llevó a descubrir mucho sobre él.

«Queríamos darle la vuelta al mundo con unos amigos, así que compramos un bote que estaba en un estado terrible. La idea era que lo arreglaríamos y la buena noticia es que lo pudimos hacer, pero la mala es que todo lo que podía oxidarse, se oxidó. Luchamos contra el óxido por un par de años. Mis amigos finalmente navegaron hasta Australia».

Waldman, en cambio, navegó en otra dirección. Su primer puerto fue una conferencia llamada «Megaóxido», auspiciada por la Armada de EE.UU., donde conoció al más alto funcionario del óxido: el zar de la corrosión del Pentágono, Daniel J. Dunmire. En la jerarquía del Departamento de Defensa, está apenas dos puestos más abajo que el secretario.

F16
El óxido puede hacer que los cazas F-16 no puedan volar y tornar misiles nucleares en unas bombas muy costosas que no pueden estallar. (Obra de Alyssha Eve Csuk www.alysshaevecsuk.com)

«¡No tenía ni idea de que existiera ese cargo! No sabía que había alguien a nivel nacional luchando contra el óxido, pensaba que era una pelea individual. Y resultó ser un personaje energético, decidido a que el Pentágono le preste la atención que se merece a un problema que le cuesta US$20.000 millones al año», le cuenta a BBC Mundo.

Y eso es sólo al Pentágono. El gasto para todo el país representa el 3% de su PIB, es decir US$437.000 millones al año: más que todos los desastres nacionales juntos.

Una larga lucha

La lucha contra el óxido no es nueva.

«Dicen que vivimos en la era de la informática… hablan como si las otras eras hubieran pasado, porque nos hace sentirnos modernos y ocupados. Todavía vivimos en la era del hierro, sólo que es un poco diferente ahora. Usamos más hierro por cabeza que en ningún otro momento de la historia».

De hecho, se calcula que hay 400 libras de acero por persona.

«Desde el momento en el que pensamos: ‘podemos coger esto y darle forma’, dos segundos más tarde, la naturaleza hizo lo suyo: oxidar».

Obra de Alyssha Eve Csuk www.alysshaevecsuk.com
Puede tumbar puentes, bajar aviones y causar incendios… (Obra de Alyssha Eve Csuk www.alysshaevecsuk.com)

Y a pesar de todos los avances tecnológicos, no hemos logrado más que retrasar la corrosión pero nunca erradicarla del todo. Si el hierro y el acero están expuestos, el proceso natural es la oxidación y es inevitable.

«No hay una solución mágica pero sí hemos encontrado una: mantenimiento. Y hay apenas una media docena de cosas que se pueden hacer, como pintar el metal, galvanizarlo, usar inhibidores, etc.».

Y también está el acero inoxidable, una solución encontrada hace poco más de un siglo por alguien que Waldman recuerda en su libro, Harry Brearley, un inglés terco al que le llamaron «inventor de cuchillos que no cortan», pues en el primer intento de producir cubiertos no le hicieron caso a las especificaciones requeridas para trabajar con el nuevo material.

No obstante, llegó a ser millonario gracias a su invento. Aunque, vale la pena anotar, hay varios otros que reclaman el título de padres del acero inoxidable en otras partes de Europa.

Cerca oxidada
El óxido, sin embargo, también puede ser el detalle perfecto en una imagen nostálgica.

En cualquier caso, señala Waldman en conversación con BBC Mundo, pensar por ejemplo en usarlo para hacer tuberías no es realista: «Sería imposiblemente caro, y la ingeniería es el arte del compromiso».

Uno de esos compromisos es impresionante y ocupa parte de su libro: el sistema de oleoducto Trans-Alaska (SOTA), uno de los más grandes del mundo, con 1.287 kilómetros de tuberías de acero… vulnerables al óxido.

El cerdito

«Se extiende por toda Alaska y tienen que inspeccionar cada centímetro cuadrado de sus 45.000 millones de centímetros cuadrados».

«No se me ocurre nada que inspeccionemos tan bien. Es como ese dicho de ‘una aguja en un pajar’. Sería como poner una aguja en el pajar y luego inspeccionar cada hebra de paja», le dice el autor a BBC Mundo.

Y es que la corrosión representa un grave riesgo para el estado de Alaska, cuyas fortunas dependen del petróleo. Una fuga grande debido al deterioro del oleoducto podría costar miles de millones y retrasar la producción.

«Podría significar el fin del estado de Alaska y no sería precisamente beneficioso para la economía de los otros 49 estados de Estados Unidos», dice Waldman en su libro.

Para evitar que eso suceda, regularmente insertan un robot, al que se le conoce como «pig» o «cerdito», pero cuya apariencia es más similar a la de una oruga que, empujado por el petróleo, recorre todo el oleoducto a través de cordilleras ypermafrost hasta llegar al Puerto Valdez.

Esta máquina equipada con sensores detecta lugares oxidados que requieran reparaciones.

SOTA, con su cerdito, es una de las cosas que más asombró a Waldman en este viaje por el mundo del óxido. La otra fue la humilde y ubicua lata de aluminio.

«Parece tan normal pero resulta que esas latas pueden ser unas de las cosas más técnicas del planeta, hechas con especificaciones más precisas que las de los cohetes. Mucha de esa perfección se debe a la necesidad de protegerlas de los productos corrosivos que contienen».

«Ahora, cada vez que compro una lata de cerveza pienso: ‘¡esto es asombroso!'».

Con todas las latas de aluminio que se producen en un año se puede hacer una pila de

23

millones de kilómetros de largo y construir

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torres que lleguen a la Luna

6 comentarios en “El desastre natural más destructivo del mundo moderno

  1. ¡Ay amigo! ¿ Pensabas que existe algo imperecedero y eterno en el mundo ? Pues no.

    Los procesos de envejecimiento y progresivo deterioro son connaturales con la creación y la vida. Todo envejece y se deteriora, los materiales, los seres vivos, el Universo, el ser, las ideas, las emociones, los tornillos….. Todo.

    Sic transit gloria mundi.

    Así pasa la gloria del mundo.

    Y no es algo necesariamente negativo, al contrario.

    1. Hola Jose:

      Algunas cosas parecen que son imperecederas

      http://sobreleyendas.com/2009/12/18/la-columna-inoxidable-de-nueva-delhi/

      http://www.muyinteresante.es/naturaleza/preguntas-respuestas/iexiste-algun-animal-qinmortalq

      Aunque en los dos ejemplos anteriores lo de imperecedero, es algo subjetivo, ya que presupone unas condiciones ambientales que no tienen porque producirse.

      Si buscamos algo que sea realmente imperecedero no lo debemos buscar en el espacio tiempo de este universo.
      Todo lo que se encuentra en este universo es cíclico y por tanto cambia de estado.
      Por eso la Filosofía o la consciencia del hombre han buscado más allá.
      Por eso la ciencia que sólo contempla los fenómenos cuantificables, observables o materiales es incapaz de dar respuesta a lo eterno.

      Lo eterno al contrario que en los ejemplos señalados en los enlaces, no debe precisar nada.
      Por tanto debe trascender a lo conocido en este universo.
      Sin embargo algo que no necesita nada de este universo no tendría razón de existir en él.

      La respuesta a esta paradoja es que la necesidad de lo eterno precisa del tiempo y por tanto también del espacio para existir.
      Al existir espacio y tiempo es cuando se da sentido a lo eterno.
      Sin estos dos elementos lo eterno perdería su esencia y no tendría sentido.

      Por eso lo eterno tiene que ser la causa del espacio-temporal.
      Por eso lo eterno debe aportar las leyes, la información, el conocimiento del universo.
      Por eso cuando el propio universo colapsa o desaparece en un proceso cíclico, esas leyes persisten para iniciar uno nuevo.

      La necesidad de lo eterno es lo cíclico.
      Lo cíclico convierte a lo eterno en una razón de existencia.

      Un saludo

      1. Hola Maestro:

        … ( Lo cíclico convierte a lo eterno en una razón de existencia ) … De allí, que lo que sustenta toda la vida, como elemento vital en este Mundo
        ; también es lo que lo degrada y lo subordina hacia su propia mutación… ¡ EL OXIGENO !.

        … O, tal vez; Una herencia genética, en la mutación misma de la vida por adaptarse a este Planeta en particular… Cosas de extraterrestres: Je, je, je…

        La vida y la existencia en este plano finito, cíclico y cambiante, es en sí mismo, una irremisible paradoja.

        Salute.

  2. Hola maestroviejo.

    En efecto los ejemplos que citas no son realmente imperecederos, son duraderos.

    Lo eterno es aquello que ha sido, es y será, siempre.

    El concepto de eternidad implica completud, totalidad e inmovilidad, estatismo absoluto.

    Algo eterno es inmutable, no puede cambiar en sí mismo. Puede contener procesos transitorios, transiciones entre estados de la materia por ejemplo, pero en su propia naturaleza permanece idéntico, único y absoluto.

    Lo eterno no es causa del espacio – tiempo, lo contiene. El espacio – tiempo se crea y desarrolla en lo eterno pero no como consecuencia sino como proceso interno concreto.

    Esto nos lleva nuevamente al problema del Ser – entendido como la totalidad de lo existente – y su carácter de eterno.

    El Universo puede colapsar y no dar lugar necesariamente a otro nuevo. Pueden darse esos ciclos que mencionas o no.

    Lo eterno es un concepto que escapa a lo humano, nos supera. Nos resulta imposible imaginar » lo eterno «, por la mera razón de ser nosotros mismos entes sujetos al devenir y al cambio. Nuestras estructuras mentales no pueden abarcar el concepto de eternidad ya que nosotros tenemos un origen temporal y nuestro pensamiento opera en términos humanos.

    Como mucho, y no es poco, podemos llegar a imaginar algo inmortal, pero » eterno » nos resulta inaprehensible.

    Entiendo lo que quieres decir pero no estoy seguro de compartirlo. Creo que mezclas la existencia de un proceso cíclicamente eterno, con la existencia de un sujeto ( ontológico ) eterno.

    El ciclo contínuo de creación, desarrollo, finalización, transformación y recreación al que tu aludes; no tiene por qué ser necesariamente eterno. Que haya sido así desde hace tiempo no garantiza que lo siga siendo por siempre.

    Lo eterno es el Ser, en cuyo seno acontecen – o no – esos procesos cíclicos que mencionas.

    Lo único eterno es el Ser – entendido como la totalidad de lo existente -, y es a lo que se la ha dado muchos nombres a lo largo de la historia: Dios, conciencia universal, el todo, e incluso en la ciencia se le denomina Universo.

    Fuera de esto todo lo demás, cualquier manifestación particular concreta, es perecedera, temporal y finita.

    Un saludo.

    1. Hola Jose:

      En tu comentario veo una filosofía clásica.
      Lo eterno contiene el espacio-tiempo según dices. Una idea clásica que llevaba a una paradoja:
      Atribuyendo el nombre de dios a lo eterno.
      Si lo eterno contiene el espacio tiempo, todo es dios.
      Un panteísmo que no se sostiene, y según mi criterio, claramente erróneo ya que atribuye a lo eterno un contenido casi humano con capacidad de ética y moral, tal y como lo contemplan las religiones monoteístas.

      No tiene porque ser así, si nos liberamos del concepto antropológico de dios.
      Además me resulta absurdo pensar que fuera del espacio-tiempo, se pueda contener nada.

      Por otra parte me resulta difícil pensar que el objeto cíclico pueda llevar las instrucciones incorporadas (que las lleva), pero añadidas desde un origen diferente.
      Si tuviera que poner un ejemplo, diría que un programa de ordenador que recrea un espacio tiempo virtual, contiene un código que se ejecuta de principio a fin y que puede ser o no cíclico; pero lo que está claro es que el programador no está incluido en el hardware.

      El problema del contenido o no contenido sería metafísico.
      ¿Es el espacio-tiempo virtual una realidad contenida en el universo material?
      Si entendemos el universo material como todo lo medible, cuantificable, observable…
      Vemos que ninguno de los objetos que aparecen en el mundo virtual, reúnen los requisitos ya que están fuera de la materia y el espacio tiempo del universo material.

      El mundo virtual
      ¿Existe en el universo material cuando no ejecutamos el programa?
      y cuando ejecutamos el programa y un fallo de tensión lo interrumpe,
      ¿acaso no notamos que el universo material, puede anular y borrar el virtual?

      ¿¿¿No sería este caso, un ejemplo de universo virtual no contenido pero dependiente de otro, el material???

      Hoy la física nos habla de la posibilidad de un universo de dos dimensiones, de un universo holográfico, de un universo no real..
      No son pues, meras conjeturas.

      No es preciso estar seguros de la esencia del universo espacio temporal.
      Lo verdaderamente importante, es separar El SER.

      Al hacerlo, el Ser no es lo que será siempre, ya que no está sujeto a tiempo
      El ser no es la totalidad y plenitud, ya que no está sujeto a ningún espacio.

      Desde esta perspectiva El ser es desprovisto de humanidad.
      Es justo ahí donde nuestra mente mediatizada por las religiones comienza a patinar.

      Al igual que cuando nosotros jugamos en la simulación virtual, aportamos a ella nuestra esencia de ser.
      La simulación espacio temporal que conocemos, se impregna de la consciencia del programador.

      Al hacerlo El Ser impregna al nuevo entorno y la existencia de ese ser se hace patente en lo virtual.
      Si el Ser no juega en el entorno, entonces la simulación proseguirá su curso y los avatares que la habitan tendrán la sensación de libertad y realidad individualizada.

      Aunque cada uno de ellos, sólo sea una parte del todo, del programador.

      Efectivamente El Ser entendido como información, energía,luz, vibración,vida, consciencia, conocimiento..??? es eterno porque Él se encuentra fuera de ese tiempo.

      También estoy de acuerdo que el programa ejecutado, puede o no ser eterno.

      Un saludo

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