Generalmente cuando pensamos en el Big Bang nuestra mente imagina una gran explosión que originó el universo. Es el punto inicial que nuestra mente conjura como explicación lógica del mundo material en el que habitamos. Sin embargo, una nueva teoría sugiere que el Big Bang no es el principio del universo, sino solamente un estado hiperdenso de alta temperatura en el que colapsó el universo, el cual existe de manera insondable sin un principio y posiblemente sin un final.
Un artículo científico titulado “Cosmology from Quantum Potential”, publicado por los físicos Ahmed Farag y Saurya Das, explica de manera elegante las inconsistencias entre la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, respondiendo también al origen de la materia oscura sin tener que recurrir a una singularidad, como popularmente se entiende el Big Bang.
Los físicos utilizaron una variación a la ecuación de Raychaudhuri que describe cómo cambia un volumen de materia en el tiempo, aplicando las llamada variables ocultas de David Bohm a este modelo. Esta modificación elimina la necesidad de una singularidad inicial en el Big Bang, incorporando la idea de Einstein de una constante cosmológica para explicar la elusiva energía oscura. El físico Brian Koberlein escribe:
Su modelo es muy básico, pero los primeros resultados muestran que podría funcionar. Lo esencial es que al eliminar la singularidad, el modelo predice que el universo no tuvo inicio. Existió desde siempre como una especie de potencial cuántico antes de colapsar a un estado caliente y denso que llamamos Big Bang. Desafortunadamente se confunde mucho “no singularidad” con “no Big Bang”.
Koberlein explica que la teoría del Big Bang es sumamente sólida y es la mejor que tenemos para explicar la radiación cósmica de fondo, la expansión del universo y la abundancia de los elementos. Pero habría que desaprender, por así decirlo, a asociarla con un punto singular que originó el universo. El Big Bang que empezó aparentemente hace 13.7 mil millones de años sería solamente la fase creativa de un proceso eterno e infinito, una fase más de un universo sin edad. Es por esto que se habla de un infinito potencial cuántico preexistente al Big Bang, el cual no debe de tener origen sino que simplemente existe. Esta teoría tiene una mayor consistencia con principios filosóficos como los que podemos encontrar en el hinduismo, en el budismo, en la cábala o en la filosofía neoplatónica. El Big Bang, al entenderse como el origen del universo, tiene el enorme problema de tener que explicar cómo algo surgió de la nada, una creación ex nihilo. Esta nueva teoría, al igual que la cosmología antigua, simplemente entiende que el universo existe sin principio ni final, simplemente es, algo que también tiene su dificultad de aprehensión para nuestra mente finita que difícilmente puede concebir esta existencia inconmensurable, pero que, me parece, al menos presenta una solución al más grande enigma que podemos imaginar.
Nunca hubo un tiempo en el que tú, yo, o alguno de estos reyes no existiéramos, ni en el futuro dejaremos de existir.
Bhagavad-gita
Resulta estimulante, como un ejercicio de analogía imaginativa, comparar esta descripción de la física de un universo con algunos mitos de creación. Por ejemplo, en el hinduismo se habla de una serie infinita de ciclos de manifestación. Siguiendo la filosofía expuesta por el Bhagavad-gita, el universo poéticamente se concibe como el sueño de Brahma, la deidad identificada con la totalidad del universo. Un día de Brahma es el período de manifestación en el que el universo emerge de lo no manifiesto (lo que podemos llamar el potencial cuántico); una noche de Brahma es la reabsorción del cosmos entero en el Ser Infinito o en la existencia absoluta en su estado no manifiesto. Este estado es conocido como Avyakta o Prakriti, el estado sutil de la materia que es una especie de vacío seminal –en términos modernos podríamos hablar del punto cero o de la espuma cuántica; en términos platónicos podemos cotejar al espacio, khora, la nodriza del devenir. Se dice que este indefinible Ser Supremo no se ve afectado por toda esta procesión de mundos emanados, existe como el motor inmóvil del cosmos: sin cambio, la fuente de todo cambio; sin causa, la fuente toda causa. A veces se confunde esta cosmovisión con la idea de un dios personalizado, o una trinidad: Brahma (sattva, el principio creativo), Vishnu (rajas, el principio preservador) y Shiva (tamas, el principio de disolución); pero estos tres aspectos no son más que extensiones de una única realidad, útiles para nuestro entendimiento como un lenguaje funcional necesario para la comprensión racional (pero más allá de esto está el silencio y lo místico). Quizás por eso en el esoterismo esta divinidad absoluta –el Uno que reúne y sustenta el Todo– es concebida como insondable e irrepresentable (definirla es profanarla), lo mejor que se puede hacer es concebirla como el espacio en su eterno silencio o como el vacío en su infinita potencialidad. Así los chinos hablan del Tao; Pitágoras se refiere a Hipócrates, el dios del silencio, como la imagen del Absoluto y en la cábala luriana se habla del Ein Sof, el dios antes de Dios que se retrae para abrir la cancha, por así decirlo, para que se eche andar la maquinaria de la creación, la separación y su posterior reintegración. En términos de la física, para no tener que invocar a una deidad, se puede hablar de la ley, del arquetipo mismo, que existe antes de la manifestación del universo, como el plano de un arquitecto (algo que coincide con la idea de los físicos de que las matemáticas existen independientemente de la mente humana que las descubre).
Puede ser que esté leyendo demasiado en este artículo científico y haciendo una proyección antropomórfica o antropocósmica a una teoría matemática abstracta que no tiene estas implicaciones de origen. Sin embargo, la física se ha convertido en la rama más avanzada de la cosmología y no puede ser completamente disociada de la filosofía (la cosmología y la misma física, recordemos, son desdoblamientos de la filosofía). La idea de encontrar una unidad entre todas las cosas, una analogía que nos permita entender y darle sentido a nuestra existencia (y pertenencia) en un inmenso universo, a la vez que maravillarnos de los enigmas y de la belleza de los grandes procesos cósmicos en los que estamos incrustados, es demasiado seductora para no contemplarla seriamente. Sin embargo, reconozco que no es suficiente sólo sugerir similitudes, se debe seguir indagando desde la especialización y desde lo integral paralelamente. Es posible que lleguemos a un punto en el que la ciencia, la filosofía y la religión puedan reconciliarse bajo una teoría del todo o, como el mismo Trimurti hinduista, sean reconocidas como aspectos de una unidad esencial –del universo que se hace inteligible en la multiplicidad, del absoluto impersonal que toma conciencia a través de la creación, así en el futuro como fue en el principio.
Twitter del autor: @alepholo
http://pijamasurf.com/2015/08/y-si-el-universo-hubiera-existido-desde-siempre-nueva-teoria-teoria-fisica-sugiere-un-cosmos-infinito/
A mí me parece muy comprensible la existencia del Universo desde siempre y para siempre. Pero nosotros no estamos capacitados para entenderlo, ya que somos finitos.
muy buena respuesta….
realmente muy buena.-
profesor J
Je je…muy de acuerdo.
Completamente de acuerdo.
De hecho nunca me he planteado cualquier otra posibilidad.
— Todo lo que es proviene de algo anterior. Es lo que significa la frase de Parménides » el ser no puede surgir del no ser «.
— Todo es continuo cambio y devenir. Es lo que significa la frase de Heráclito » todo fluye, nada permanece «.
Y finalmente añadir que la parte no puede comprender el todo. Es lo que significa el comentario de mabugep.
Los humanos estamos acostumbrados a que las cosas tengan un origen y, en ocasiones, un final. Y buscamos este patrón en todo lo que abordamos……. pero eso no significa que estemos en lo cierto.
Si a esto le añadimos que lo que es no puede desaparecer por completo. Tendremos como resultado que todo es un continuo.
Siempre ha habido » ser » y siempre lo habrá. En un proceso de eterna transformación.
Nunca se me habría ocurrido lo que piensa Mabugep, muy bien podría ser así, y es más, si no me equivoco algo de eso se dice en las escrituras bíblicas. Saludos.
Estimados: Mabugep,Profesor J, Vania y Jose:
Considerar que algo, en este caso el universo es inmortal y ha existido siempre, va contra la creencia científica dominante., que dice que hace 15.000 millones de años se produjo el origen del tiempo y del universo en el Big bang.
Me ha sorprendido mucho, dada vuestra tendencia a lo científico
Según la ciencia, el cerebro con mayor capacidad y más evolucionado hoy en día es el de Stephen Hawking. Su postura es clara al respecto.
Hubo un origen y habrá un final.
Curiosamente dice que el pensamiento de que el universo es eterno, se produce como consecuencia de la corta vida del hombre.
El mismo argumento para decir lo contrario, (Me ha llamado la atención)
http://astroseti.org/stephen-hawking/stephen-hawking-el-principio-del-tiempo.
Pero lo que me ha causado una gran sorpresa es escuchar citas filosóficas (Que yo siempre habría atribuido al pensamiento espiritual y a la trascendencia de la materia.)
“el ser no puede surgir del no ser”. Para defender la idea de un universo eterno.
Es una frase que para mí evidencia la inmortalidad del ser (ser espiritual). Admitiendo la muerte del cuerpo y por tanto nuestra trascendencia de lo material.
La otra frase: ” todo fluye, nada permanece “ hace referencia al continuo movimiento y cambio de todo lo que forma este universo y el universo mismo. Pero no entiendo que tiene que ver esto con lo eterno.
Para que todo cambie, debe existir un tiempo.
Pero el tiempo se creó con el big bang.
Por tanto el tiempo y el espacio, no entrarían en esa ley de todo fluye.
Es preciso suponer entonces un estado anterior al big bang, al comienzo del tiempo, al comienzo del universo.
La idea de un universo que colapsa, Según Hawking nada tiene que ver con un renacer nuevo.
La frase final “lo que es no puede desaparecer por completo”.
Dice lo que es. Lo que existe, Yo soy el que soy es la definición del dios Yavé en La Biblia sobre si mismo.
El concepto de ser evidencia una característica que no corresponden ni al tiempo ni al espacio.
Como sabéis, y aunque he hablado de ciencia, esta no significa para mí el grado máximo de conocimiento, que sería la consciencia.
Con esto quiero decir que lo que me sorprende de vuestros comentarios, es vuestra distancia de lo científico y las citas, que normalmente se utilizan para defender lo espiritual.
Esto me lleva a pensar, que lo importante no es la definición, o el concepto, sino la dirección y la energía que camina en un sentido; al final del cual, estaremos todos.
Un tema de los que no me puedo resistir.
Pido perdón por la extensión.
Agradeceros vuestros comentarios que producen el pensamiento y la reflexión en los demás.
Un abrazo
Estimado Maestro Viejo,parece que toda tu grey ha ingresado al camino de la sensatez;creo que citando una frase del poeta argentino Almafuerte,puedes exclamar:»…cachorritos de mis tetas..».
Maestroviejo…. ¿se dio cuenta…?… todos podemos sorprender un poco….
es bueno sorprenderse… eso evita las etiquetas.-
profesor J
Estimado maestroviejo.
No acabo de entender tu sorpresa – hablo por mi – lo dicho anteriormente es coherente con el pensamiento desarrollado hasta ahora.
Matices importantes:
— La creencia de la ciencia tiene la misma validez ontológica que cualquier otra creencia. Y por tanto es igualmente cuestionable. Una cosa son las certezas científicas y otra las creencias ( teorías ).
— Stephen Hawking no es el cerebro con mayor capacidad de la actualidad. Ni siquiera está considerado entre los físicos más brillantes. Es uno de los más mediáticos, un divulgador científico, pero no el más reconocido. Ni en el ámbito de la Física se le considera como el referente. No confundas popularidad con brillantez. Hawking sabe bastante de Física pero carece ampliamente de conocimientos filosóficos.
— Ya he mostrado varias veces aqui mis discrepancias con Hawking. No es una novedad o una sorpresa.
— La ciencia y la religión, la espiritualidad o la creencia, son todas hijas de la Filosofía. Por lo que hacer referencia a ella no es inusual. Todo parte de la Filosofía. Una rama es la ciencia ( desde principalmente aristóteles ) con sus métodos propios. Y otra rama es la creencia ( desde Platón ) con sus métodos propios.
— Yo soy filósofo ya lo sabes y uso la Filosofía habitualmente en mis comentarios. La Filosofía no es rehén de la espiritualidad, por más que muchos se afanen en ello y en tratar de enfrentarla con la ciencia. Nada más lejos de la verdad.
— Estar a favor del método científico no obliga a aceptar las teorías no validadas. Las certezas científicas son irrefutables. Las teorías son opinables.
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Gran parte de la aparente confusión nace del lenguaje, de su uso.
Confundimos Universo con universo conocido. Y Tiempo con tiempo postbig-bang.
El SER del que habla Parménides es todo lo existente. Y este no puede haberse creado de la nada. Posteriormente otros autores completaron esta idea añadiendo que ése mismo SER tampoco puede dejar de ser por completo. Por lo que se deduce que el SER es eterno ( sin principio ni final ).
Y ese SER eterno es el que, según Heráclito, siempre fluye, nunca permanece.
Nuestro universo desde el big bang sería, por tanto, un momento del continuo fluir del SER.
Nuestro tiempo postbig – bang sería, por tanto, un tiempo relativo con origen y final; que se produciría en un instante del Tiempo del SER que, obviamente sería eterno.
En realidad esto es lo mismo que » la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma «. Entendiendo como energía el SER de Parménides.
La inmortalidad del SER no implica inmortalidad humana. No hagas una interpretación interesada. Implica que la materia ( entendida como los elementos últimos constitutivos de la misma ) que compone los cuerpos es inmortal. Nada más.
Morimos y nuestros átomos pasan al flujo general de átomos de la naturaleza. Pero lo que » somos » no está sujeto a este principio. Los pensamientos, sentimientos, emociones……..todo aquello que nos constituye como humanos NO son materia, por lo que no se puede aplicar el razonamiento de inmortalidad de los mismos.
Un Universo que colapsa efectívamente no implica un renacer.
El SER absoluto es ajeno al tiempo y al espacio ya que no existe algo fuera de él. Ni tiempo ni espacio. Pero sí existen tiempos y espacios relativos en su interior.
La verdad es una. La diga la ciencia, la creencia o la Filosofía. De hecho, teóricamente, las tres buscan lo mismo: conocer y comprender la naturaleza última de las cosas. Aunque cada una tiene sus propios métodos y también sus propias perversiones.
Como siempre un placer maestroviejo.
Un abrazo.
Hoy leí un descubrimiento de Hawking , (ABC ciencia) , José, tendremos que esperar a que lo analicen los cientificos y nos traduzcan…saludos.
Gracias María por la información. He leido la reseña sobre el » nuevo » descubrimiento de Hawking, que él mismo anunció en una charla hace tres dias en Estocolmo.
Al parecer está prevista la publicación de un artículo que detalle dicho descubrimiento en apenas unos meses. Esperaremos a ver que nos dice. Por lo que he leido hasta ahora se trata de una forma de mantener vivas sus ideas anteriores sobre la naturaleza y comportamiento de los agujeros negros. Haciéndolas compatibles con los hallazgos más recientes – la pérdida de información cuántica y el caracter finito de los agujeros negros -.
Veremos si realmente es algo nuevo o se trata de un intento desesperado por salvar sus propias teorías.
En cualquier caso gracias por la información.
Un saludo.
Pienso lo mismo José la verdad es una, y cuando hay verdad ni la ciencia ni la filosofía ni lo puramente espirtual ingresan en contradicción. Si aclaro desde mi parecer, que alepholo desea hacer un compac y se pierde en teorías e imaginaciones, espiritualmente hablando, porque de ciencia no se nada, y filosofía me falta bastante…gracias por completarme la info del numero de oro, es para mis hijos, saludos.