El desierto de Atacama, al norte de Chile, es uno de los desiertos más áridos del mundo, sin embargo, en algunas áreas, caen en forma esporádica, unos pocos milímetros de agua. Esta humedad alcanza para producir una verdadera explosión de colores, que se derraman donde antes todo fue sequedad y los colores minerales de la tierra.
Uno de los espectáculos más hermosos que ocurre en el desierto de Atacama, es cuando — en los meses de primavera, entre septiembre y noviembre — aparecen extensos paños de flores que cambian el color del desierto más seco del mundo. De la árida tierra emergen maravillosos y exóticos ejemplares de flores, de imponentes colores, originando un mágico panorama visual.
Botánica del fenómeno
Por Sebastián Teillier, Botánico U.C.
El Desierto de Atacama ocupa la mayor parte del territorio de Chile ubicado al norte del paralelo 29. El Atacama es un desierto que presenta innegables particularidades que le confieren características únicas. Se encuentran allí sectores que tienen uno de los climas más secos del mundo. Las localidades situadas en el litoral entre Arica y Antofagasta figuran en el Guinness como el sitio más árido del mundo pudiendo permanecer años sin conocer una lluvia.
Al sur del Trópico de Capricornio, sin embargo, el desierto se torna algo más amable para los seres vivos. Se refuerzan las neblinas costeras llamadas “camanchacas”, que traen el aporte de humedad necesaria para el mantenimiento de la vegetación del litoral costero, que ya a partir de Antofagasta, presenta un aspecto sorprendente.
La localidad más representativa de esta abigarrada y tenaz vegetación son los cerros y quebradas de Paposo, una pequeña caleta de pescadores, enclavada en la vertiente occidental de la gran Sierra Vicuña Mackenna que es el nombre que allí toma la Cordillera de la Costa. En pocos kilómetros se alza una muralla imponente que puede sobrepasar los 3.000 m de altitud.
El murallón atrapa la neblina que viene del océano y mantiene en sus faldas una comunidad de plantas en las que se entremezclan elementos de las “lomas” costeras peruanas con especies chilenas que incluso pueden encontrarse tan al sur como en las selvas valdivianas. De Paposo hacia el sur, por todo el litoral, existe una importante presencia permanente de plantas como arbustos y cactáceas que sobreviven gracias a la «camanchaca» y a una férrea economía del agua que los lleva a hipotecar funciones importantes como el crecimiento en pro de la sobrevivencia y la reproducción.
Al interior, sobre la línea donde las neblinas se estacionan, el desierto es casi absoluto hasta que ocurre el milagro: el anticiclón del Pacífico, artífice del desierto, es desplazado por la corriente del Niño hacia el norte.
Entonces, llueve y con la lluvia se produce la germinación de semillas y el despertar del letargo de muchas plantas herbáceas con órganos de resistencia subterráneos (bulbos, rizomas). El ambiente se torna casi irreconocible y quien no ha estado en una época seca se pregunta porqué se habla de un desierto.
Del puerto deTaltal hacia el sur, la germinación de las calandrinas torna rojas las laderas y se desperezan huillis y añañucas, plantas bulbosas de flores muy coloridas. A la altura de Copiapó los llanos y quebradas se convierten en verdaderos jardines donde los actores principales son hierbas anuales como las “patas de guanaco”, las “malvillas” y los “suspiros”, hierbas perennes como el “terciopelo” y las “añañucas”, cactáceas y muchos arbustos como el “cachiyuyo”, las “varillas”, el “cacho de cabra” y la “algarrobilla”.
El sector del Llano de Travesía atravesado por la Carretera Panamericana, entre Copiapó y Vallenar, es el área más conocida y más “fotogénica”.
Un hecho muy destacable es que la mayor parte de las cerca de 200 especies que conforman la flora del Desierto Florido, corresponden a especies endémicas de Chile.
Cuando florece el desierto más árido del mundo, en una eclosión de colores y variedades vegetales y animales, se produce uno de los fenómenos más espectaculares y emocionantes del planeta.
Décadas enteras de sequedad donde los colores amarillos y tierras son los dominantes; dan paso, luego de unos pocos milímetros de lluvia, a un vergel con decenas de especies de flores y su correlato de insectos, aves y otros animales. Grandes extensiones de desierto se ven cubiertas por pinceladas de rojos, fuccias, blancos, amarillos, rosados y naranjas.
La historia del norte chileno no ha sido fácil para sus habitantes, esta tierra tan dura y hostil, que esconde grandes reservas minerales, que tiembla y bota todo lo construído, hoy con su desierto florido es un canto a la esperanza, un canto a la belleza más secretamente escondida, a lo que nace en flor, para despertar también en nosotros, nuestros propios y olvidados jardines.
—
www.mav.cl
Numerosas especies vegetales sobreviven manteniéndose por largos períodos en estado de latencia.
Ocasionalmente y cada cierta variable cantidad de años, que pueden ser 3, 5 ó 10 años, ocurren mayores precipitaciones a las habituales, transformando un paisaje árido y desolado, de arenas y piedras en un verde tapiz. Nacen nuevas hojas de arbustos secos, brotan semillas , bulbos y rizomas por años guardadas bajo tierra, esperando su cuota de humedad necesaria para volver a la vida. Asociada a esta rica presencia vegetal se desarrolla un variada gama de fauna: mamíferos, aves , reptiles e insectos entre otros.
La floración y brote no son parejos en todo el área, se observan ciertas especies con mayor dominio en sectores de influencia costera y otras, con predominio al interior. Las especies no florecen todas simultáneamente, comenzando el nacimiento de especies de bulbo como las Añañucas amarillas y rojas (rhodophiala phycelloides), el Huilli de flores blancas (leucocoryne spp.).
En general las áreas están delimitadas por especies determinadas, es decir no conviven todas juntas en un mismo lugar y al mismo tiempo, algunas de ellas van asociadas por área.
Posteriormente florecen especies de semilla como la Pata de Guanaco (calandrinia longiscapa) de flores color fucsia y que cubre amplios sectores del desierto y faldeos de cerros, Suspiros lilas y celestes (nolana paradoxa ssp atriplicifolia), Don Diego de la Noche (oenothera coquimbensis), las cuales crecen en suelos arenosos que permiten ser cubiertas por arenas en los estados de latencia, a resguardo de las altas temperaturas.
Sectores del desierto se cubren por un largo período de Malvillas (cristaria cyanea phil) de blanco y azulosos colores conviven con Coronillas del Fraile (encelia oblongifolia DC.), Cartuchos Amarillos (argylia radiata), Senecio (calliandra chilensis benth.), los bellísimos Lirios amarillos (alstroemeria kingii phil.) y Orejas de Zorro (aristolochia pearcei phil.).
En la fauna asociada al Desierto Florido encontramos algunos lagartos, aves y la preciosa Vaquita del Desierto (gyriosomus luczoti), avispas y coleópteros como Meloides.
Especies de cactáceas como la Copiapoa , garra de león, Añañucas y otras, deben preservarse no sólo por su gran belleza, el carácter endémico de algunas, sino que con el fin de evitar su extinción producto de la tala indiscriminada y destrucción que se realiza en algunos sectores.
www.explore-atacama.
¡
¡Qué hermosura de flores!