En estos días pre-navideños y de frío intenso, viene bien tomarse una buena taza de caldo. Pero hay sopas, y hay SOPAS. La SOPA de la que tanto se habla estos días es de las que mejor ni olerlas.
Por SOPA se entiende Stop Online Piracy Act, o Ley para Parar la Piratería en línea, y vio la luz oficialmente el 16 de Noviembre de 2011, de la mano del congresista de Texas, Lamar Smith, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, que tras un movimiento un tanto extraño de ultima hora, pospuso indefinidamente la votación programada para ayer mismo.
La SOPA es una variación de otra ley muy parecida, llamada PIPA (Protect Intellectual Property Act), y que sigue su trámite en la otra cámara del Congreso de los Estados Unidos, el Senado.
A su vez, la PIPA es una mutación de la ley E-PARASITES, que a su vez es una mutación de otra ley llamada PROTECT-IP, que dio origen a toda este correveidile de siglas de chiste. Pero para lo que hoy nos interesa, nos quedaremos con la última versión, que es la PIPA.
Hay que tener claro que SOPA es posterior a PIPA, porque en ello radican las principales diferencias entre ambas leyes que, por lo demás, son casi calcadas.
La PIPA es una ley basura que, básicamente, otorga a los titulares de derechos la capacidad de presentarse ante una especie de Comisión con una lista de páginas web (y aquí la definición abarca cualquier página, desde una edición electrónica de cualquier periódico en papel hasta un blog personal) que, según ellos, han incurrido en infracción de copyright.
Una vez presentada la lista, se procede al secuestro del dominio en Internet y a cortar los grifos económicos del mismo. Esto es posible porque la PIPA obliga a cualquier proveedor de servicio a cortar cualquier relación con el dominio denunciado.
Por “proveedor de servicio” se entiende desde el servicio de hosting, de DNS privado (en caso que tenga), pasarelas de pago (Paypal, Money Bookers, Neteller, 2Checkout…), empresas proveedoras de publicidad (AdBrite, Google Adsense/Adwords…)… Entra todo.
Básicamente, la SOPA es el caso Wikileaks de ahora hace un año, hecho ley paso por paso. Primero se les secuestró el dominio, luego empezó la asfixia económica. Y recordemos que la excusa que dio el Departamento de Seguridad Nacional para empezar con todo fue que Wikileaks había publicado material sujeto a copyright.
Solamente cuando se ha secuestrado el dominio y se ha iniciado la asfíxia económica, los administradores o responsables pueden empezar a explicar su versión. Ah, y cabe destacar que todo este proceso se hace sin intervención de ningún juez.
La diferencia básica entre la PIPA y la SOPA, es que con la PIPA los responsables pueden acogerse a los pocos resquicios legales que otorga otra de las leyes basura en defensa de la propiedad intelectual: la Digital Millenium Copyright Act.
Mediante la DMCA, cualquier responsable de cualquier publicación en Internet puede evitar todo el embrollo si retira el contenido sujeto a denuncia. La SOPA retira esta salvaguarda, por lo que ya no será posible retirar el contenido “infractor”, sino que la apisonadora pasará igualmente, haya contenido ilegal o no.
Otra de las diferencias principales de la SOPA es que se aplicará fuera de los Estados Unidos. Es decir, que por el mero hecho que nuestro dominio esté registrado y sea administrado desde un país diferente, no significa que la agencia federal de aduanas (el US Immigration and Customs Enforcement) no pueda secuestrar el dominio y ordenar a cualquiera de nuestros proveedores que nos corte todo acceso y servicio.
En próximos artículos desglosaremos cómo podemos vernos afectados por la SOPA, ya seamos meros internautas en busca de información, empresarios con presencia en Internet o administradores de un dominio o un blog.
http://www.nacionred.com/legislacion-pi/sopa-que-es-de-donde-sale-y-que-hace