Después de seis años y medio en el espacio, 15 órbitas alrededor del Sol en las que ha recorrido 7.840 millones de kilómetros y durante las que se ha acercado un vez a la Tierra, dos a Venus, y tres a Mercurio para ir frenando su velocidad, la sonda Messenger y su equipo se enfrentan esta noche a un momento crucial.
Trayectoria de la sonda MESSENGER – JHU/APL
Se trata de la maniobra de inserción orbital, que tendrá lugar a la 1:45 del 18 de marzo, hora de España (UTC +1), durante la que el motor principal de la nave y los de maniobra se encenderán durante casi 14 minutos para frenar la nave en 862 metros por segundo.
Esto consumirá el 31 por ciento del propelente que la nave llevaba cuando fue lanzada, dejando menos de un 9,5 por ciento en sus depósitos para futuras maniobras, pero debería bastar para que la gravedad de Mercurio la capture y para que así entre en una órbita de 12 horas y 200 kilómetros de altitud mínima alrededor de él.
Si la maniobra sale según lo previsto, la Messenger se convertirá en la primera sonda en entrar en órbita alrededor de Mercurio, que hasta ahora sólo había sido observado más o menos de cerca por la sonda Mariner 10, que entre 1974 y 1975 lo sobrevoló en tres ocasiones.
Impresión artística de la Messenger en órbita – NASA / JHU/APL
Esto dará comienzo a la fase principal de la misión, que tiene como objetivo determinar con precisión la composición de Mercurio, incluyendo la de los materiales que reflejan el radar que hay en sus polos, estudiar su historia geológica, medir su campo magnético y cómo varía con la posición y altura, investigar si el planeta tiene un núcleo externo líquido, y ver qué compuestos químicos volátiles se encuentran en él.