Esta pasada noche a las 2:45 el Centro de Operaciones de la misión Messenger de la NASA comenzó a recibir los datos que indicaban que la sonda del mismo nombre había ejecutado a la perfección la maniobra de inserción orbital programada en sus ordenadores de a bordo y que en efecto estaba en órbita alrededor de Mercurio: NASA’S MESSENGER Spacecraft Begins Historic Orbit Around Mercury.
Esto ponía fin a un viaje de seis años y medio y 7.480 millones de kilómetros que comenzó el 3 de agosto de 2004 con su lanzamiento desde la plataforma 17B de Cabo Cañaveral a bordo del cohete Delta II 7925H-9.5.
Durante las próximas semanas los controladores de la misión comprobarán que todos los sistemas de a bordo funcionan correctamente, y si todo va según lo previsto el 23 de marzo comenzarán a activar los instrumentos que lleva la sonda, que el 4 de abril comenzará la fase primaria de ciencia de su misión.
Los objetivos de esta son determinar con precisión la composición de Mercurio, estudiar su historia geológica, medir su campo magnético y sus variaciones, investigar si el planeta tiene un núcleo externo líquido, y ver qué compuestos químicos volátiles se encuentran en él.
Es la primera vez que una nave espacial entra en órbita alrededor de Mercurio, con lo que los únicos planetas que nos quedan por visitar de forma más o menos permanente son Urano y Neptuno, ya que hasta ahora sólo han sido visitados de pasada por la Voyager 2.
Plutón, aunque ya no es considerado un planeta, tiene una cita con la sonda New Horizons, que lanzada el 19 de enero de 2006 tiene prevista su llegada allí el 14 de julio de 2015, aún a pesar de que se dirige a él a 57.900 kilómetros por hora.
Por cierto que hoy mismo la New Horizons pasaba por las proximidades de Urano, aunque no ha sido sacada del estado de hibernación en el que lleva ya un tiempo porque esa proximidad es relativa… 3.800 millones de kilómetros, con lo que pocas imágenes o datos iba a poder obtener.