Ola de protestas en California por muerte de dos latinos a manos de la policía

La policía de Anaheim, California, detuvo a 24 personas durante la cuarta noche de violencia tras la muerte de dos latinos a manos de efectivos policiales.

Los incidentes más serios se registraron a las afueras de la alcaldía, mientras los concejales aprobaban de forma unánime la investigación de lo ocurrido.

Cerca de 500 personas arrojaron piedras contra el edificio y una bomba hecha con gasolina estalló contra un auto policial.

“El Departamento de Policía de Anaheim está fuera de control, se supone que los policías están aquí para protegernos y servirnos”, declaró a un medio local el manifestante David Zavala.

El sábado Manuel Díaz murió en una persecusión policial y el domingo Joel Mathew Acevedo murió en un tiroteo con efectivos de esa fuerza.

Tras la muerte de Manuel Díaz, de 25 años, presuntamente a manos de los agentes policiacos de la zona, el alcalde de esta ciudad pidió a agencias estatales y federales ayuda para iniciar una pesquisa de la muerte a tiros del joven hispano.

Tom Tait, alcalde de Anaheim, emitió un comunicado solicitando a las oficinas de los procuradores estatal y federal ayuda para una investigación completa e independiente. El alcalde también indicó que el departamento de Policía de Anaheim también realizará una investigación interna.

Horas antes, un grupo de activistas latinos de presente.org comenzaron a recolectar firmas para pedir a Kamala Harris, procuradora general del estado, que abra una investigación sobre el comportamiento de los agentes policiacos.

Estos hechos son el resultado de un fin en el que se suscitaron varios incidentes que culminaron en la muerte de dos sujetos, incluyendo a Díaz, y donde agentes de la policía de Anaheim estuvieron involucrados.

Durante el sábado y el domingo un grupo de residentes de un barrio latino cercano a Disneyland, se enfrentó con la policía por la muerte de Díaz, quien fue baleado el sábado por la tarde.

Tait indicó que la policía utilizó proyectiles con gas pimienta para dispersar una protesta y que un perro de la policía por accidente se soltó y corrió hacia la multitud.

Un día después de que un grupo de latinos irrumpieran en el departamento de Policía por la muerte de Díaz, agentes especialistas en pandillas ubicaron a un presunto pandillero en un vehículo todoterreno que había sido robado. Comenzó el domingo una breve persecución que terminó cuando tres personas salieron rápidamente del vehículo y corrieron, informaron las autoridades.

Mientras los agentes perseguían a los sospechosos uno de ellos disparó contra un policía.Este respondió y causó la muerte del agresor.

Mike Prysner, organizador de Answer Coalition que forma parte de la Campaña en Contra de la Brutalidad Policial, dijo que la comunidad está cansada de los abusos de poder, represalias, hostigamiento y brutalidad a los que son sometidos simplemente por vivir en un barrio pobre latino.

“La comunidad respondió de esa forma el sábado (cuando irrumpieron en el Departamento de Policía) porque ya no quieren ser perseguidos. Esta no es la primera vez que la policía abusa de su poder”, dijo Prysner.

Alex, un adolescente de 18 años de edad, aseguró a La Opinión que él participó en el enfrentamiento del sábado contra la policía porque está cansado de ser agredido y perseguido constantemente por los agentes policiales.

“Yo me les paré enfrente y les dije que me mataran a mí también, así como habían matado a Manuel. Les dije que yo tampoco tengo armas y que me pueden matar de frente, en lugar de disparar cobardemente en la espalda como hicieron con él… sí, es cierto, Manuel había sido pandillero, pero él quería arreglar su vida. A Manuel todos aquí lo queríamos”, dijo Alex.

El joven explicó que cuando se crece en el vecindario se forma parte de una gran “familia” y que a veces no se tienen opciones.

“Pero sólo porque alguien fue o es pandillero la policía no tiene porque matarlo. Nadie tiene el derecho de quitarle la vida a alguien sólo porque salió corriendo”, agregó Alex expresando su frustración.

David Rodríguez, otro vecino que tiene tatuajes en los brazos, manos y en el cuello, dijo que si alguien tiene tatuajes y vive en esta zona, ya es considerado un delincuente.

“A nosotros nos tratan como si fuéramos animales. A mí me atraparon hace unos años, se tiraron encima de mí y me rompieron la pierna. Todavía tengo las cicatrices”, dijo David levantándose el pantalón para mostrar varias cicatrices de unos 10 centímetros en la pierna izquierda.

Bob Dunn, portavoz del Departamento de Policía, dijo que lamenta los incidentes del fin de semana y que ambos oficiales que dispararon sus armas el sábado y el domingo, están suspendidos a la espera de los resultados de las investigaciones.

Dunn dijo que el departamento de Asuntos Internos está investigando ésta y otras quejas en contra de otros policías. “Esta es una zona en donde hay una fuerte actividad de pandillas… hemos incautado armamento y sabemos que hay muchos pandilleros” dijo Dunn.

El representante del Departamento de Policía de Anaheim agregó que no hay un procedimiento establecido sobre cómo reaccionar ante la huida de sospechosos. La decisión sobre qué y cómo abordarlo es discrecionalidad del oficial.

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BBC / Univisión

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