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Cuencos tibetanos de sonido hacen levitar gotas de agua (VIDEO)

Una sublime metáfora se manifiesta con los sacros sonidos que generan los cuencos tibetanos: las gotas de agua levitan.

imagen de un cuenco tibetano o cuenco cantor. Los cuencos tibetanos son ancestrales instrumentos musicales que se utilizan en rituales en torno a la meditación budista. Generalmente están hechos a base de una aleación de cobre y se tocan al frotarlos circularmente. Se cree que su origen se ubica en una veta chamánica de una cultura pre-budista llamada Bon Po, con sede en los Himalayas.

A lo largo de la historia, al sonido emitido por estos cuencos se le ha atribuido  propiedades francamente sanadoras. Por ello son utilizados en múltiples variaciones de sonoroterapia, ya que aparentemente las frecuencias que alcanza ayudan a restablecer un equilibrio en los cuerpos sutiles de nuestro organismo y trabajan activamente, a través de vibraciones, en órganos y huesos. Pero ahora investigadores de la Universidad de Leija, en Bélgica, han estado haciendo pruebas con estos cuencos y, entre otras cosas, lograron descubrir una nueva y espectacular propiedad: las peculiares ondas de sonido que generan estos instrumentos provocan que gotas de agua leviten.

Al agregar agua a los cuencos y frotarlos para que generen sus inigualable sonido, se produce un increíble fenómeno: el frotamiento provoca una deformación microscópica de la superficie del cuenco, misma que provoca una cierta presión en el aire y en el agua. Las ondas en el aire corresponden al sonido y ocasionan que las ondas de agua giren en forma circular. Y si están suficientemente excitadas, éstas se rompen y liberan pequeñas gotas, que eventualmente, en una mística sincronía de variables en las fuerzas naturales en acción, comienzan a levitar (suspenderse momentáneamente en el aire).

Pero tal vez lo más curioso es que este fenómeno físico de alguna manera manifiesta un ejercicio sincrometafórico, ya que la práctica de la meditación tibetana, la cual se acompaña en muchas ocasiones del sonido de estos cuencos, comparte esencialmente la naturaleza de las gotas de agua levitando: ligereza, discreción y elegancia.

http://c.brightcove.com/services/viewer/federated_f9?isVid=1

[New Scientist]

http://pijamasurf.com/2011/07/cuencos-de-sonido-tibetano-hacen-al-agua-levitar-video/

TEORÍA DE LA ONDA DEL TIEMPO…2.012

La teoría Timewave, presentada por Terence McKenna [izquierda], se complica aún más por el hecho de que está muerto, y que supuestamente la mayor parte de lo que aprendió sobre la teoría llegó a él en estados visionarios chamámicos, mientras vivía en la selva amazónica.
Pero la teoría Timewave es quizás el tema más candente en internet hoy. Muchos científicos de renombre y los físicos la han abrazado. Se han roto las barreras entre la filosofía esotérica y pragmatismo. Y, como se verá, su descubrimiento se prevé dentro de la propia teoría.
De hecho, él escribió su Teoría de la Onda del Tiempo (Timewavetheory) en el año 1975, más de 10 años antes de que José Argüelles escribiera NADA acerca de la Onda del Tiempo Maya. ¿Curioso, no?
Montones de páginas web de moda han dado resúmenes de las teorías de McKenna, especialmente en lo que respecta a 2012, pero casi nadie ha explicado la teoría de una manera lógica.
La biografía de Terence McKenna es fascinante y sin duda vale la pena explorarla, pero lo dejaré para más adelante. Nuestra historia comienza en China hace unos 4000 años con un fenómeno conocido como el I-Ching.
El I-Ching
El pueblo chino es muy bueno en la comprensión de abstracciones. Su escritura consiste en símbolos que sugieren una idea o concepto en lugar de los sonidos fonéticos, como el español u otros. Con cientos de dialectos hablándose en China, a menudo las personas que viven en un pueblo vecino no puede comprender el lenguaje hablado de sus compatriotas. Aunque los sonidos y la fonética puede variar, los símbolos escritos chinos son entendidos por todos.
¿Por qué es importante esto?
El I-Ching es un sistema que la mente occidental llamaría “adivinación”. Pero en vez de ser capaz de decirte que te vas a casar, cuándo vas a morir o los números de la lotería de la próxima semana, el I-Ching, pronostica el patrón de acontecimientos que van a regir y dar forma a tu destino. Se trata de una viñeta abstracta de una influencia universal para un bloque de tiempo específico.
En el I-Ching, hay patrones que se componen de seis posibilidades,representados por una línea quebrada (yin) o una línea continua (yang). Por simple matemática, es fácil comprender que dos posibles modelos, expresados en una matriz de seis (llamado hexagrama), el rendimiento de la posibilidad sea exactamente 64 hexagramas diferentes.
Normalmente, si se encuentran en Asia y realizan el I-Ching, se lanza una moneda seis veces y anotan la cara o cruz (yin o yang) y llegan a uno de los 64 hexagramas. Haciendo referencia al libro del I-Ching, usted será capaz de determinar el flujo de los acontecimientos que rigen su vida presente y futura. Los resultados no serán específicos – es más una especie de informe del tiempo que describe el resultado de sus acciones.
¿Entonces por qué esto es importante para la Teoría de Timewave? No lo es, en realidad. El I-Ching es una especie de juego de salón que se desarrolló de algo más profundo y significativo. La verdadera base de la I-Ching se entendía muchos miles de años atrás y se perdió en los siglos de la ignorancia y la agitación política – es decir, hasta que Terence McKenna tropezó accidentalmente con ello en la década de 1970.
Examinando los hexagramas King Wen del I-Ching, McKenna notó un patrón claro. El primer hexagrama contiene seis líneas sólidas. El hexagrama número dos tiene seis líneas rotas. Los hexagramas 3 y 4 parecen ser similares que se han girado 180 grados. Lo mismo es cierto para la mayoría de los otros hexagramas – son pares en el que el segundo hexagrama se ha girado 180 grados.
McKenna notó que a veces, cuando un hexagrama iba a ser rotado, la rotación no iba a cambiar la configuración. Un ejemplo de esto puede verse en el hexagrama 27. También es el caso con otros siete hexagramas (# 1, 2, 28, 29 ,30, 61 y 62). Cuando esto sucede, hay una norma diferente que se aplica. El hexagrama siguiente es exactamente opuesto – la yins se han convertido en yangs y viceversa.
McKenna centró su atención, después, en el número de líneas que cambiaba en cada hexagrama posterior, pasando de los primeros al sexagésimocuarto. En los hexagramas 1 a 2 había seis líneas cambiadas, del hexagrama 2 a 3 había dos, luego cuatro, y cuatro de nuevo …
McKenna trazó estos cambios en un gráfico y llegó a un patrón único.
Pero para él no tenía mucho más sentido además de esto. Necesitaba entender por qué el I-Ching se hizo de seis líneas y por qué se disponen enparejas que se rotan 180 grados. El avance se produjo cuando se dio cuenta de que la extrema izquierda y derecha de la gráfica contiene un patrón de diente de sierra. Si se copia el gráfico, se gira 180 grados y se superponen en el gráfico original, de encaja perfectamente, “como un cierre macho-hembra de carpintería.”
Para incorporar las seis líneas, McKenna repitió este nuevo gráfico en seis ocasiones y las superponía en la parcela individual. Para incorporar el fenómeno de los “pares” de los hexagramas, se repitió el patrón dos veces y se superpusieron sobre los otros dos gráficos. Finalmente se llegó a una forma compleja que contiene los tres gráficos. Pero, ¿qué significa esto?
Con un equipo en el que fue posible combinar los picos y los valles y llegar a un gráfico de media (ver matemáticas en http://www.fractal-timewave.com/math_twz.htm),que representa el cambio de los 64 hexagramas y, como creía McKenna, que revela el secreto codificado en su diseño original. Este gráfico se ha conocido como la Timewave.
¿Confuso?
Es difícil para una mente occidental comprender los resúmenes. En nuestra vida diaria pasamos por alto cosas que no tienen relevancia inmediata,sin embargo, tenemos muchos resúmenes que damos por sentado. El bien y el mal, la luz y la oscuridad, el amor y el odio – Estos son extractos contrarios que tendríamos dificultades para describir sin utilizar ambas palabras en la expresión. Bien es la ausencia del mal, la oscuridad es ausencia de luz.Incluso en la física tenemos materia y anti-materia, cargas positivas y negativas …
En la filosofía taoísta de Asia el concepto de oposición de fenómenos está representado por el Yin y el Yang. Ambas están siempre presentes en todo,pero la cantidad de influencia de cada uno varía en el tiempo.
La naturaleza deyin-yang
En la filosofía taoísta, el yin y el yang se presentan juntos desdeun reposo inicial o vacío (Wuji, a veces, simbolizado por un círculo vacío), y continúa de forma conjunta hasta que llega de nuevo el reposo. Por ejemplo,dejando caer una piedra en un estanque de aguas tranquilas al mismo tiempo aumentará las olas y las bajas depresiones entre ellas, y la alternancia de los puntos altos y bajos en el agua se irradian hacia afuera hasta que el movimiento se disipa y la piscina está en calma una vez más. Las cualidades yin& yang, por tanto, son siempre opuestas e iguales.
Además, cada vez que uno alcanza su pico de calidad luego,naturalmente, comienza a transformarse en la cualidad opuesta: el grano que llega a su desarrollo máximo en verano (completamente yang), luego produce semillas y muere en el invierno (completamente yin) en un ciclo interminable.
Es imposible hablar de yin o yang sin alguna referencia a lo contrario, ya que yin & yang están unidos como parte de un todo común. Una raza con sólo hombres o sólo mujeres desaparecería en una sola generación, pero los hombres y mujeres crean nuevas generaciones que permiten que la raza se cree mútuamente (y que ya proviene de algo mútuo) para sobrevivir. La interacción de los dos da a luz a las cosas.
El yin y el yang transforma unos en otros: como una ola en el mar, cada avance se complementacon una retirada, y cada subida se transforma en una bajada. Por lo tanto, una semilla brotará de la tierra y crecerá hacia arriba, hacia el cielo – un movimiento intrínseco yang. Luego, cuando llega a su altura potencial, ella descenderá.
Las líneas individuales del I-Ching se componen de dos Yin (líneas discontinuas) y Yang (líneas continuas). El concepto de cambio y equilibrio es inherente a los hexagramas. McKenna entendió que su gráfica final debía contener la “huella dactilar” de los cambios contenidos en el tiempo mismo.
Los picos representan la abstracción de “estancamiento” o la estabilidad habitual, mientras que los valles representan la novedad o el cambio.
¿Nadie pensó en los fractales?
Un fractal es una forma producida mediante el trazado de datos matemáticos, que se repiten si se ven en una macro o micro-escala. McKenna sedio cuenta de que su Onda de Tiempo tenía esta característica especial. El gráfico total, lo que representa el comienzo y el final de los tiempos, puedes er visto duplicándose cuando se observa un menor lapso de tiempo.
En el ejemplo anterior el mismo patrón puede observarse en el trazado de dos épocas diferentes. La gráfica de abajo se extiende casi 150años, mientras que la parcela se extiende por encima de 1,5 años.
El drama de lo novedoso y el hábito juega, de acuerdo con la Timewave, un patrón específico y ordenado. Debido a que este patrón es fractal, los altibajos de la Timewave se aplicanigualmente a una larga época, como la aparición de la vida en nuestro planeta,y una época corta, como la vida de un individuo.
A McKenna le gustaba bromear acerca de este fenómeno en sus conferencias. Él usaba el ejemplo de la caída del Imperio Romano, diciendo que siguió el mismo patrón – el hábito y la novedad – que cuando él pasaba la aspiradora al salón.
La comprensión de este concepto “fractal” hace más fácil entender por qué el I-Ching es utilizado para predecir el resultado de los acontecimientos actuales en la filosofía china. Si uno pudiera saber dónde se sitúa en el Timewave, entonces se podría deducir si la novedad ola costumbre están en juego.
Compresión del tiempo
A medida que el patrón de Timewave va a través del tiempo, los fractales se hacen más y más pequeños. Tardando eones en completarse, el siguiente toma sólo miles de años, a continuación, cientos, a continuación,días, minutos, segundos. Mientras nos acercamos al punto cero de la gran Timewave,las olas de novedad y de hábito cambian con mayor rapidez. Esto puede parecer caótico a nuestro sentido del tiempo, pero es porque el gran patrón de tiempose ESTÁ acelerando.
Señal nº 10 de las Señales Menores del Fin del Tiempo, según el Islam: El tiempo sea cortará al grado que un año parecerá un mes, un mes un día y un día una hora.
FRACTALES EN EL ISLAM… ISLAM RULES!!
De hecho, el conocimiento y la comprensión de lo que hemos logrado en los últimos cien años de civilización supera con creces los logros de muchos miles de años atrás. No es sorprendente entonces que la teoría Timewave fuese descubierta, o tal vez re-descubierta, en este Era de paso rápido cercana al fin del tiempo.
¿Cuál es la novedad?
La novedad se caracteriza por una mayor actividad y opciones. Para los humanos, por lo general sería un gran descubrimiento o acontecimiento que cambia nuestro comportamiento. Imagina un hormiguero, donde las trabajadoras en su rutina diaria, buscan comida. De pronto, un terrón de azúcar se cae en el hormiguero y de repente el comportamiento del nido cambia para aprovechar esta nueva oportunidad. Si el descubrimiento es bastante significativo para la colonia de hormigas, pueden tener suficiente comida para varias semanas, con lo cual se inicia un período de estabilidad y bienestar. Acomodar la novedad en la estabilidad y viceversa.
La novedad y la estabilidad puede parecer opuestas, pero siempre están presentes en el tiempo. Las parcelas Timewave se mueven de una direccióna otra. El movimiento indica un aumento gradual de la estabilidad y la organización, mientras que una curva descendente muestra que algunos nuevos factores están influyendo en el cambio. Es un continuo flujo y reflujo.
Pensé que sería útil echar un vistazo a la Timewave durante los últimos dos decenios.
La Timewave de arriba empieza en febrero de 1992 y termina el 21 de diciembre de 2012. Sí, es“el Día del juicio final”…..

buenasiembra.com

EL ENIGMA….GUERREROS DE TERRACOTA….año cero.

 

Los arqueólogos se sorprendieron al descubrir que las facciones de los rostros de los 8.099 soldados, como sus tocados, se correspondían con 10 de los 10.516 caracteres del alfabeto chino. Curiosamente, aunque los nombres de estos caracteres son citados en la documentación oficial del sitio de Xi’a, los expertos no han explicado jamás su significado. Quizás no se les ocurrió nunca descifrar qué mensaje quería transmitir cada rostro. O tal vez lo advirtieron, pero prefirieron no difundirlo.
Lo cierto es que, inmediatamente después del hallazgo, volvieron a enterrar todo de prisa y lo ocultaron. A nadie se le permitió acercarse al sitio, por lo menos durante dos años, hasta el momento en que se reanudaron las excavaciones. Las autoridades jamás explicaron los motivos de este proceder tan extraño. Hasta el día de hoy, la guía oficial del sitio no hace ninguna referencia al significado de los diez caracteres.
Hay cinco códigos diferentes, ocultos en los guerreros. Las facciones de sus rostros son solamente uno. Por ejemplo: los tocados explican cómo las radiaciones provenientes de nuestro Sol, que tiene un período de rotación de 28 días, llegan a la superficie de la Tierra, y cómo el viento solar incide sobre las variaciones del campo magnético terrestre que, a su vez, estimulan las hormonas femeninas. Dicho de una forma más simple, describen cómo las radiaciones solares estimulan la fertilidad en nuestro planeta.
Estamos ante una creencia compartida por todas las antiguas civilizaciones que adoraban al Sol en Egipto, México y Perú. En la posición de las manos y vestimentas de estas tropas de terracota, observamos números simbólicos que también hallamos en distintas tradiciones, entre ellas en la cultura bíblica, como el 666 o el 144.000, que aparecen en el Apocalipsis de San Juan. Dos carros de bronce tirados por caballos cuentan la historia del viaje final hacia el Cielo del primer emperador, de cómo se transformó en un dragón, en una serpiente emplumada (como el Quetzalcóatl azteca) y en un ciervo, para gozar de la inmortalidad convertido en estrella, como los faraones egipcios.
Cada soldado se halla sobre un pedestal cuadrado, símbolo universal del mundo material que alude a los cuatro puntos cardinales.Curiosamente, la mayor parte de estos misteriosos guerreros no porta armas. Pero el mayor enigma está en la inusual formación de las tropas en las galerías. En primera línea hay soldados desprovistos de armadura y, detrás de éstos, batallones de arqueros con armadura arrodillados, como si se estuviesen protegiendo detrás de los primeros. En buena lógica, los arqueros con armadura deberían estar en primera línea. No tiene sentido que se protejan detrás de guerreros sin armadura.
Estos signos decodificados de los tesoros de Shi Huangdi nos sugieren que éste había comprendido el auténtico sentido de la vida en la Tierra. Había entendido, como los otros superdioses de las más variadas civilizaciones y épocas, que la finalidad de la existencia terrena es purificar el alma para acceder al más allá. Y los superdioses creían que la purificación se conseguía a través del sacrificio.Cada día el individuo debía enfrentarse a una batalla interior, en una lucha sin fin, para reconciliar todos los datos de la experiencia vital. Éste sería el verdadero significado de esos guerreros de terracota dispuestos para librar un combate. Podemos ver una alegoría similar en un libro sagrado hindú. En el Bhagavad Gita (”el canto del Señor”), una parte del poema épico Mahabharata, se nos ofrece un camino de salvación espiritual, a través de un diálogo entre el soldado Arjuna y Krishna que aparece en el campo de batalla para ayudar a Arjuna en el momento decisivo.
Esta antigua historia comienza con el rey Dhrtarashtra, que se encuentra en su palacio, a muchos kilómetros del campo de batalla de Kurukshetra, donde el ejército de sus hijos va a enfrentarse con sus sobrinos, los Pandava. El rey está ansioso por conocer la suerte de la batalla, porque Kurukshetra está en un lugar sagrado que podría favorecer a los piadosos Pandava……

PIRAMIDES EN CHINA

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¿Pensabais que la pirámide de Giza era la más grande del mundo?

A finales de la II Guerra Mundial el piloto de la US Air Force James Gaussman realizaba una misión de abastecimiento de víveres y provisiones a fuerzas del ejército chino. Pero el motor de su aparato empezó a tener problemas mecánicos que aconsejaron regresar a su base en Assam (Norte de la India). Para mayor seguridad y tras corregir el rumbo, el avión de James Gaussman hizo el viaje de regreso a baja altitud. Después de sobrepasar la ciudad de Xi’an y con rumbo Sur-Oeste, apareció ante su vista una gigantesca pirámide. Gaussman no salía de su asombro, y tras hacer varias pasadas sobre la pirámide tomó varias fotografías que, junto a un detallado informe, entregó a sus superiores nada más llegar a la base aérea de Assam. Este incidente quedó olvidado en los archivos de las fuerzas aéreas americanas. Cuarenta años después volvieron a salir a la luz pública gracias al escritor australiano Brian Crowley, que publicó una de las fotografías de Gaussman en uno de sus libros.

 

Pero no era el primer incidente de esta clase que se producía por parte de pilotos sobre el espacio aéreo de China, ni tampoco el último. En marzo de 1.947, finalizada la contienda mundial, el diario New York Times hacía referencia a un avistamiento efectuado por el Coronel Maurice Sheehan desde su avión, en el cual y siempre según las declaraciones del militar, llegó a sobrevolar una gigantesca pirámide que alcanzaría los 300 metros de altitud, siendo cada uno de sus lados de 450 metros. De ser cierta esta información nos hallaríamos ante la mayor pirámide del mundo, destronando por K.O. a la mismísima Gran Pirámide de Giza en Egipto con sus 147 metros de altura y los 320 metros de cada uno de sus lados, 202.500 metros cuadrados de superficie de la pirámide china contra los 52.900 metros cuadrados de la Gran Pirámide egipcia. Existen numerosas denuncias de la presencia de pirámides sobre territorio chino realizadas por numerosos pilotos, e incluso fotografías realizadas más recientemente por satélites espías americanos. Pero las autoridades chinas siempre han negado incomprensiblemente la existencia de estos monumentos.

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A comienzos del siglo XX, diferentes exploradores y comerciantes como los alemanes Frederick Schroeder y Oscar Maman dieron testimonio de la presencia de no una, sino numerosas pirámides alrededor de la ciudad de Xi’an, haciendo especial hincapié en una de ellas, una construcción colosal que al igual que el testimonio del piloto norteamericano Maurice Sheehan, alcanzaba los 300 metros de altitud y algo más de 400 metros de lado. Según información recogida de algunos de sus acompañantes nativos, esta construcción tenía más de 5.000 años. Poco después Segalen, otro explorador alemán, alcanzó en 1.913 la que al parecer fue la Pirámide del Emperador Shi Huang-ti, el mítico Emperador Amarillo. En su diario anotó que la pirámide alcanzaba los 48 metros de altura y cada uno de sus lados tenía 350 metros. Del mismo modo constató la presencia de otras muchas pirámides más, algunas de enorme tamaño y de una antigüedad imposible de calcular.
A pesar de toda negativa del gobierno chino a que se investigue la presencia de estas pirámides, existe suficiente documentación histórica que conduce a la posibilidad de que algunas de estas construcciones fuesen realizadas durante el siglo III a.C. y más concretamente durante el período de reinado de Shi Huang-Ti de la Dinastía Qin (259-210 a.C.). De este personaje de leyenda, apodado el Emperador Amarillo, se ha escrito todo tipo de historias y fantasías. Pero lo que sí es cierto es que durante su gobierno, iniciado a la temprana edad de 13 años, fueron realizadas las mayores y más importantes construcciones de la historia de China. A él le debemos la edificación de la Gran Muralla China o el Ejército de Terracota desenterrado en su mausoleo, compuesto por 8.000 estatuas humanas, cada una con sus rasgos propios y docenas de caballos y carros descubiertos en 1.974. Pero tal vez una de sus más espectaculares obras fue la que describe el historiador chino Sseuma Ts’ien (135-85 a.C.). En ella empleó a 700.000 trabajadores en la construcción bajo una gran pirámide en el Monte Lishan de su tumba, cerca del mausoleo donde fue descubierto el Ejercito de Terracota. Bajo la pirámide, cientos de metros de galerías y pasillos repletos de los más increíbles tesoros rodeaban la cámara funeraria del emperador. Ordenó posteriormente recubrir toda la construcción de tierra y colocar plantas sobre ella para poder camuflarla como una elevación natural del terreno. Según Sseuma Ts’ien la pirámide alcanzaba los 48 metros (los mismos que Segalen dejó anotados en su diario en 1.913).

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El inicio de la historia imperial china data del año 2197 a.c , con la dinastia “hia”. Se sabe que antes de eso china estaba regido por una especie de sistema feudal, (época de la cual tampoco se tiene mucha información), pero desde ese punto en el tiempo hacia atrás no se sabe prácticamente nada…la única fuente de información que hay al respecto son las leyendas del folklore chino, que nos hablan de soberanos maravillosos y poderosos reinos mucho antes de los emperadores, situados en fechas que la ciencia oficial tacha de fantasiosas…

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A principios de los 80 una expedición inglesa se adentro furtivamente a la zona de Xiang restringida por el gobierno con el fin de realizar análisis a la pirámide…se tomaron muestras del suelo y se descubrió una entrada tapada por una enorme losa cubierta de tierra y pasto…pero el hallazgo mas sorprendente lo hallaron en una excavación realizada en uno de los costados de la pirámide; de la fosa extrajeron una daga cubierta de herrumbre. Días mas tarde en el Museo de Londres la daga fue cuidadosamente analizada…los análisis arrojaron una fecha de ¡8.000 años de antigüedad sobre el objeto!

En 1990 una expedición buscaba fósiles de dinosaurios en una zona cercana a una pirámide. De pronto dieron con un antiguo cofre deteriorado por los siglos…en el interior hallaron una vieja tela, esta envolvía un objeto de metal…era una especie de cetro finamente labrado, y aunque parecía muy antiguo la herrumbre que lo cubría era muy poca, la analizarlo junto con la tela y el cofre y todos dieron una antigüedad entre 10.000 y 8.000 años de antigüedad. Además no se pudo identificar el metal del que estaba forjado el cetro…habían dado con un material desconocido por la ciencia moderna…

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¿LA ESTRUCTURA DEL ADN EN UNA ANTIGUA IMAGEN CHINA?

Abriendo las puertas del cielo

Sabemos por antiquísimos relatos que los “dioses” fueron y vinieron por los cielos de China durante unos cuantos miles de años. De hecho, y no como un dato menor precisamente, los más antiguos registros chinos hacen referencia a innumerables artefactos – dragones, raros pájaros y carros celestiales – que los soberanos divinos conocidos como los “Hijos del Cielo” – que gobernaron durante 18.000 años – utilizaban para volar a su antojo entre las nubes del Imperio.

Al respecto, la revista “China reconstruye”, editada en Pekín, publicó, en agosto de 1961, un interesante artículo intitulado “Abriendo las puertas del cielo”, cuyo autor, Chih Fei, aludía a una remota leyenda acerca de Chang Ngo, “la apasionada de la luna”, quien junto a su esposo Hou-Yih es mencionada  por diversas fuentes literarias como una especie de pareja viajera del espacio, que, al estar de las narraciones, habría recorrido ida y vuelta, varias veces, el trayecto entre la Tierra y la Luna. Se dice ahí que una enorme nave resplandeciente aparecía por la noche en el mar y que su luz se apagaba durante el día. Y también que tal nave tenía  la facultad de volar a la Luna y a las estrellas, de modo que se la conocía como “la nave que cuelga entre las estrellas” o bien “la nave para la Luna”, la cual, según se hubo registrado, fue vista por los habitantes de China ascendiendo y descendiendo por el espacio durante doce años.

Pero antes de eso, otra pareja celestial hizo lo propio aquí en la Tierra…

Fu Hsi y Nüwa: Dioses creadores

Según se menciona en el Ban Gu, Baihu tongyi, “No había al principio ningún orden moral o social. Los hombres sólo conocían a sus madres, no a sus padres. Cuando estaban hambrientos, ellos buscaban comida; cuando estaban satisfechos,  tiraban los restos. Devoraban su comida con el cuero y el pelo, bebían sangre, e iban cubiertos de pieles y harapos. Entonces llegó Fu Hsi y miró hacia arriba y contempló las imágenes en los cielos, y miró hacia abajo y contempló los acontecimientos en la Tierra. Él unió al hombre y la esposa, reguló las cinco etapas del cambio, y estableció las leyes de la humanidad. Él inventó los ocho trigramas para adquirir dominio sobre el mundo.”

Un tanto confusas a veces, las referencias a Fu Hsi y su esposa/hermana Nüwa permiten sin embargo hablar de una pareja de soberanos o de dioses creadores. En rigor, también se ha escrito que cuando la Tierra fue barrida por un gran diluvio, ambos sobrevivieron y fueron a vivir a la montaña de Kunlun donde oraron al Emperador del Cielo, quien aprobó su unión y a partir de entonces los hermanos se pusieron a procrear la raza humana.

Narraciones muy semejantes a éstas condujeron oportunamente hacia la hipótesis de que seres extraterrestres pudieron haber intervenido en la evolución del ser humano, aplicando avanzados conocimientos en ingeniería genética; idea que ha sido sostenida durante décadas, especialmente por Zecharia Sitchin y Erich von Däniken, a partir de una lectura moderna de algunos pasajes de los milenarios textos sumerios de la creación o bien del Antiguo Testamento, y teniendo en cuenta, además, la existencia de ciertas manifestaciones del arte antiguo que representan muy extraños “árboles de la vida” o serpientes curiosamente entrelazadas entre sí – como en el caduceo, por ejemplo -, que recuerdan a primera vista la bien conocida estructura en forma de doble hélice de la molécula del ADN.

 

                                                           Árbol de la vida de los sumerios.

                                                   Grabado sobre un vaso de libaciones de Gudea.

                                                                                Caduceo griego.

Si bien muchos podrían coincidir de buena gana con la opinión de mi amigo, el Dr. Vladimir V. Rubtsov, cuando dice que el concepto de la creación del homo sapiens y/o la civilización humana por astronautas extraterrestres es la versión “extrema”  de la hipótesis de la paleovisita” (ver Paleovisitología: Todavía en la encrucijada…) resulta sumamente interesante tener en mente algunas curiosas coincidencias que, bien miradas, podrían llegar al rango de las muy llamativas…especialmente si nos atrevemos a conjeturar que Fu Hsi y Nüwa tuvieron algo que ver con esa supuesta manipulación de genes

Analogía entre el I Ching y el ADN

Dios o gobernante, o ambas cosas a la vez, lo cierto es que ninguna fuente se contradice al momento de afirmar que Fu Hsi fue un portador de conocimientos y creador del I Ching, lo que, en el marco común que la gente le otorga a los mitos y leyendas, no sería algo relevante, nada digno de ser tenido en cuenta especialmente; pero a la luz de ciertas “comparaciones odiosas” la cuestión puede llegar a convertirse en algo muy diferente.

La primera de tales “odiosas comparaciones” se remonta al año 1703, cuando el célebre matemático alemán G. W. Leibnitz publicó su libro Two Letters on the Binary Number System and Chinese Philosophy, donde se manifestaba muy asombrado por la exacta correlación que había encontrado entre el I Ching y su Sistema Numérico Binario. Pero la sorpresa mayúscula vino mucho después, a partir del conocimiento adquirido sobre la importancia fundamental del ADN en la arquitectura molecular de la vida.

Su historia, esto es su descubrimiento como portador del mensaje genético – que antes se creía compuesto de proteínas – se remonta a 1944, cuando tres bioquímicos del Instituto Rockefeller, Oswald Avery, Maclyn McCarty y Colin MacLeod, trabajando con bacterias, consiguieron transformar las del tipo R en S (bacteria de cápsula dura en otra de cápsula blanda) utilizando una solución de ácido nucleico, sin ninguna proteína. Hecho revolucionario que, en los años siguientes, otros experimentos con cepas bacterianas  confirmaron sin el menor margen de duda, de modo tal que el ácido nucleico  pasó a convertirse en el centro de interés con preguntas del tipo ¿cómo estaba compuesto?; ¿cómo codificaba el mensaje genético?; o bien ¿cómo se duplicaba con tanta exactitud algo tan complejo?…Las respuestas por fin llegaron en 1953, cuando el físico inglés Maurice H.F. Wilkins estudió los ácidos nucleicos mediante la técnica de difracción de rayos X y mostró que su estructura era la de una doble hélice, aportación crucial que fue utilizada por dos científicos de la Universidad de Cambridge, el inglés Francis H.C. Crick y el norteamericano James D. Watson, para proponer un modelo que explicaría definitivamente tanto la codificación como la duplicación (por su labor en este campo, los tres compartieron el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1962).

La molécula de ADN es, en efecto, una delgada hélice doble,  semejante a una escalera de caracol, formada por  dos cadenas – con el aspecto de hilos retorcidos – que son una sucesión de “unidades” denominadas “nucleótidos” Cada nucleótido se caracteriza por un determinado grupo químico que se llama “base”.  Tales bases son en total cuatro, a saber: adenina, guanina, timina y citosina (que comúnmente se representan con las letras A, G, T y C respectivamente), y  su secuencia determina la información genética, la cual está “codificada” y debe “leerse” en grupos de tres. De manera que, en el “lenguaje de la vida”, tres de estas bases – lo que se conoce como triplete o codón – “significan” un aminoácido particular, y ningún otro, que se incorporará a la cadena de proteína. Esa información genética, codificada, se transmite a través de un “intermediario”: el ácido ribonucleico (ARN), que tiene también cuatro bases, tres de la cuales son las mismas que en el ADN (adenina, citosina y guanina)  diferenciándose por lo tanto sólo por la base uracilo que cumple aquí la función de la timina (abreviadas: A, C, G, U). En consecuencia,  el código genético consiste en 64 combinaciones de tripletes (codones) y sus aminoácidos respectivos.

Ahora bien, el I Ching creado por Fu Hsi, también conocido como el Libro de las Mutaciones, es un sistema simbólico, del que, se sostiene, puede deducirse la diversidad del mundo viviente. Tal sistema se basa en una combinación de relaciones entre dos principios opuestos que son: Yang, masculino y Yin, femenino. Estos dos principios se distribuyen en pares hasta formar cuatro tipos de diagrama. Luego, estas cuatro estructuras se combinan por tres para formar 64 hexagramas que representan, finalmente, los aspectos fundamentales de la vida.

¿Simple casualidad?

El asunto no parece ser tan sencillo de etiquetar. Sobre todo si tomamos en consideración que las correlaciones existentes condujeron a numerosas indagaciones “urticantes” – hasta hoy en día – que comenzaron con el biólogo alemán  Gunther S. Stent cuando, en 1969, publicó su libro The Coming of the Golden Age, donde hablaba sin medias tintas sobre las correspondencias entre el I Chingy el ADN. Leemos:

“…la congruencia entre esta obra – el I Ching – y el código genético es nada menos que asombrosa. Pues si Yang (el principio masculino o luminoso) está identificado con las bases purinas, y Yin (el principio femenino u oscuro), con las bases pirimidinas, de modo que el Yang y el Yin antiguos corresponden a los pares complementarios adenina (A) y timina (T), y el Yang y el Yin nuevos corresponden a los pares complementarios guanina (G) y citosina (C), cada uno de los 64 hexagramas viene a representar uno de los codones nucleótidos triples. El orden “natural” del I Ching  puede ser visto ahora de modo que genera una serie de nucleótidos triples, en los cuales se muestran varias de las relaciones genéticas de los codones…”

En idéntico sentido se pronunció François Jacob (Premio Nobel de Medicina en 1965), aludiendo a la sorpresa de los biólogos del siglo XX “…al descubrir una extrema analogía entre el orden «natural» del I Ching y el código genético. Pues si se asimila convenientemente cada uno de los cuatro diagramas chinos a cada uno de los cuatro pares de radicales químicos que componen el ADN., cada hexagrama equivale a uno de los tripletes genéticos…”

Desde luego, bien podríamos poner en lista a continuación un gran número de trabajos que dejan bien en claro las semejanzas entre los modernos descubrimientos en materia genética y el milenario sistema simbólico chino, pero eso sería como caer en una suerte de repetición innecesaria a los fines aquí perseguidos, esto es, plantear como interrogante ¿por qué un soberano celestial como Fu Hsi fue identificado como procreador de la raza humana  -junto a su esposa/hermana Nüwa – y creador a la vez del I Ching, un sistema relacionado por lo visto con “nuestro código genético”?

¿La estructura del ADN en una antigua imagen china?

La frase “una imagen vale por mil palabras” es atribuida, precisamente, a los chinos. Nada mal en ningún caso, y mucho menos en éste; ya que si las correlaciones encontradas entre el ADN y  el I Ching legado al mundo por Fu Hsi son incontestables, la imagen que de él y su esposa Nüwa ha llegado hasta nosotros es lo suficientemente llamativa como para hacernos meditar acerca de  qué cosa puede simbolizar esa especie de doble hélice (muy semejante por cierto a la de la estructura de la molécula de ADN) que uno ve allí mismo donde deberían estar las piernas de la celestial pareja

 

Intentar explicar una imagen como ésta,  que llena nuestros ojos con esa belleza sutil que conduce al llano entendimiento por la vía más directa, sería algo sobreabundante. En todo caso, será usted, amigo lector, el que juzgue apropiadamente si, en definitiva, esas orejas de gato, esos bigotes de gato y esa cola de gato le recuerdan a un gato…Sin embargo, sí, quizá, es oportuno hacer notar que la estructura tridimensional de la doble hélice posee por lo común giro hacia la derecha (ADN dextrógiro), que es la forma más estable que se encuentra en la Naturaleza, ¡lo mismo que en la milenaria imagen china de estos dioses creadores!. Por último, podríamos agregar, sólo a título informativo, que las pequeñísimas esferas unidas entre sí por esos “enlaces” (pequeñas líneas) que se ven al fondo del dibujo, representan, para algunos, “constelaciones”,… lo que viene a resultar, también, de lo más interesante si Fu Hsi y Nüwa fueron acaso antiguos astronautas que vinieron de las estrellas

Las piedras Dropa.

Según ciertos escritores polémicos, una supuesta raza de extraterrestres humanoides de baja estatura que habrían aterrizado cerca del Tíbet hace aproximadamente 12.000 años.
Cada disco de piedra, según se informa, habría sido inscrito con dos surcos finos que se mueven en espiral del borde a un agujero en el centro del disco (quizás a diferencia del Disco de Festos). Se dice que etiquetaron los discos con otros hallazgos de la expedición y los mantuvieron en la Universidad de Pekín durante 20 años. Todos los intentos de descifrar los discos fueron inútiles.

Cuando los discos fueron examinados por el doctor Tsum Um Nui, en Pekín alrededor de 1958, a diferencia de los demás investigadores, habría logrado concluir que cada surco en realidad consistía en una serie de diminutos jeroglíficos de origen y diseño desconocidos. Las filas de jeroglíficos eran tan pequeñas que habría sido necesaria una lupa para verlos claramente. Muchos de los jeroglíficos habían sido desgastados por la erosión. Cuando el doctor Tsum habría descifrado supuestamente los símbolos, se habría revelado la historia de un aterrizaje forzoso de la nave espacial Dropa y la matanza de la mayor parte de los sobrevivientes por habitantes del lugar.

Según Tsum Um Nui, en una de las líneas de jeroglíficos se leería: «Los Dropa vinieron de las nubes en su nave. Nuestros hombres, mujeres y niños se escondieron en las cuevas diez veces antes del amanecer hasta que al fin entendieron las señas de los Dropa y se dieron cuenta que venían con intenciones de paz…» Otra sección expresa «pesar» de los habitantes de la montaña (tribu de los Ham) porque los alienígenas habían estrellado su nave y no podían construir otra para regresar a su planeta.

 

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CRONOLOGIA DE TODOS LOS TIEMPOS 2º PARTE

LOS ELOHIM DE ORIÓN Y LAS PLÉYADES

Hace 260 millones de años, una Nave procedente del Sistema Rigel de Orión, aterrizó en lo que hoy es el Cañón de Talampaya (La Rioja, Argentina). De ella primero descendió un Cosmonauta y luego lo hicieron dos más. Todos estaban vestidos con escafandras debido al clima imperante que en ese tiempo todavía resultaba inestable.

Tomaron distintas muestras del suelo, e hicieron ensayos con todo tipo de vida del lugar, para comprobar su avance y desarrollo en ese punto del Planeta.

Entonces, el paisaje era bastante peculiar: era como una selva frondosa, pero el tamaño de los árboles era realmente impresionante, superando en mucho a los más altos árboles de nuestros días. El cielo era también distinto, pues tenía una intensa coloración rojiza, destacando en él varias Lunas. Algunas parecían de enorme tamaño, debido a su cercanía a la Tierra.

Los nativos, mucho después, a través de Grandes Iniciados, pudieron ver en los archivos de la historia este momento y lo dejaron grabado en la piedra como símbolo del principio de todo en Talampaya. El Petroglifo de los Astronautas que aún se conserva allí recuerda que «Del cosmos bajaron a la Tierra los padres y luego regresaron al su hogar más allá de las estrellas».

Los llegados eran Elohims y Guardianes y Vigilantes elegidos por ser los más aptos para las condiciones del Planeta, ya que su mismo componente genético de Orión, también estaba en las esporas sembradas por los Padres Antiguos.

Este grupo originario de Orión, primero ubicó el sitio y después instaló una Base-Laboratorio permanente. Luego en diferentes tiempos llegarían más contingentes.

Los Elohim de Orión produjeron más de un toque genético, ayudando al desarrollo de los reptiles. Buscaban así generar un tipo especial de éstos con el fin de lograr un ser inteligente con las características propias de Orión, pero a su vez con algunos componentes de este Planeta, del producto de la Evolución Natural.

(Según fuentes científicas, hace 250 millones de años, «apareció» —justamente en Talampaya— , el Lagosuchus Talampayensis, una de las primeras especies de dinosaurios).

Por millones de años y en diferentes épocas, los Orionitas continuaron manteniendo allí la Base-Laboratorio, pero llegó un momento en que hubo diferentes opiniones acerca de cómo seguir trabajando para lograr un ser inteligente originario.

Fue cuando la Confederación decidió agregar al Plan un nuevo enfoque, que llevó a enviar a un nuevo grupo de 7 Elohim.

Entonces, una gigantesca Nave-Laboratorio de 50 Kms de diámetro —que funcionaba, además, como invernadero—, aterrizó en Talampaya. Su forma era cilíndrica pero abultada en el medio, y más angosta en sus extremos, que eran redondeados y luminosos. Su procedencia era pleyadiana.

Éstos nuevos Elohim comenzaron a realizar otras combinaciones genéticas —ayudando al desarrollo de los mamíferos—, alejándose con ello del proyecto original de los Orionitas.

Esta variante del experimento trajo aparejado desavenencias y tensiones crecientes entre los seres de Orión y Las Pléyades. Tantas, que en un momento dado, los Elohim Pleyadianos abandonaron la Base, y con sus experimentos a bordo de la Gran Nave-Laboratorio en la que llegaron, se marcharon lejos de los Orionitas para continuar su proyecto.

LOS GUARDIANES HIPERBÓREOS

Por entonces, y para salvaguardar el proceso terrestre, hace 245 millones de años fue enviado a la Tierra un contingente de Guardianes y Vigilantes, procedentes principalmente del Planeta Apu, del Sistema Alfa Centauro. Con esto se inicia lo que conocemos como la Era Secundaria.

Debido a la inestabilidad del Planeta, los Guardianes y Vigilantes se ubicaron en el llamado Continente Hiperbóreo, llamando Thule a su capital. Groenlandia, Islandia, las islas de Spitzberg y el Norte de Europa serían los vestigios geológicos de la fabulosa Hiperbórea, que disfrutaba de un clima tropical, con una vegetación extraordinaria.

Los llamados Guardianes Hiperbóreos eran gigantes en comparación con el terrestre actual, pues medían más de 3 mts de altura. Su constitución física y energética les permitía soportar las intensas radiaciones que emitía la actividad volcánica.

Pese a todo, las tensiones y desavenencias entre los Elohim continuaron, hasta que el proceso volvió a quedar interrumpido hace 65 millones de años, cuando la Tierra atrajo sobre sí el impacto de una de las Lunas —de unos 10 Kms de diámetro—, sumergiendo al Planeta en terribles terremotos, inundaciones, nubes de polvo y gases… El colapso planetario fue tal, que acabó con la mayor parte de la megaflora y la megafauna.

Los Guardianes Hiperbóreos, sabiendo del desenlace fatal que se acercaba, empezaron a organizar la evacuación, poco antes de que esto pasara. Pero todo se aceleró, lo cual llevó a abrir una Puerta Dimensional de emergencia en el extremo norte del mundo, por la que lograron fugarse los remanentes que no pudieron huir de otra manera.

Hoy en día, la Puerta abierta en el Espacio y el Tiempo continúa actuando para quienes se acercan a ella, como una ventana a otra época, y permite vislumbrar cómo era el Planeta hace tantos millones de años.

DESCARTE PREMATURO

Entonces, nuestro mundo quedó allí, sólo y abandonado a su suerte. Un mundo envuelto en las tinieblas de sus propias convulsiones, en medio de las cuales se retorcía como un indefenso animalito desamparado, condenado a muerte por la naturaleza.

Como habían sido 8 los Planetas programados para el Proyecto, el descartar uno no resultaba significativo, por lo que se continuó trabajando con los otros 7. Pero más adelante se repitieron problemas similares con otros 3 más, llegando al punto en que a pesar de los cuidados dispensados se destruyeron estos totalmente, sin dejar en la actualidad restos visibles de ellos. Esto obligó a un trabajo más concienzudo con los 4 sobrevivientes.

Cuando los otros 3 Planetas se destruyeron, y se pensó en lo peligroso que era la rápida reducción de posibilidades, el Helel Enmanuel hizo recapacitar sobre el caso de la Tierra, donde la destrucción se había atenuado, y por lo tanto existía la conveniencia de darle una segunda oportunidad.

El Planeta no sólo continuaba en su lugar, sino que por sí mismo se estaba recuperando de la gran destrucción, ingresando prometedoramente en una nueva etapa que nosotros conocemos como la Era Terciaria, con vida adaptada por la propia naturaleza a las condiciones imperantes.

Los Helel Serafines se dieron cuenta de que se habían apresurado en descartar a un participante, por lo que de inmediato se dispuso que los Elohims viniesen y procurasen acelerar el proceso, recuperando el tiempo transcurrido y nivelando los avances para equipararlo al de los otros.

LA HUMANIDAD LEMURIANA

Entonces, los Genetistas Pleyadianos se establecieron con su gran Nave-Laboratorio en Lemuria —un continente hoy desaparecido ubicado en el Océano Índico—, trayendo consigo diferentes especies de insectos y plantas de otros Planetas para instalar y ampliar la gran gama que existía en este mundo.

También traían consigo plantas con propiedades alucinógenas, que usaban para anular el proceso de envejecimiento acelerado que la Atmósfera de nuestro Planeta les hacía sufrir.

A partir de primates relativamente evolucionados, con una dosis de genes pleyadianos, y mediante el uso de la alta ingeniería genética de estos últimos, fue creada la primera raza humana, cuyo fin sería alcanzar un alto desarrollo evolutivo, como estaba contemplado en el Plan Cósmico.

Aunque hay quienes creen haber recibido información de que esto habría ocurrido hace un millón de años, otros hablan de 60 millones de años. E incluso, la información recibida por Talmir, sugiere que esto ocurrió, no durante la Era Terciaria, sino a finales de la Secundaria: hace 65 millones de años, o más.

(Según fuentes científicas, a finales de la Era Secundaria, ya existía el Purgatorius Ceratops, los más antiguos primates conocidos – llamados así por ser contemporáneos del triceratops).

Así, fruto del experimento, los Elohim consiguieron una variedad de andróginos y hermafroditas; es decir, seres que poseían ambos sexos. Sin embargo, esta nueva raza no estaba correctamente adaptada para soportar las condiciones de la Tierra en ese momento.

La inestabilidad del planeta, manifestada en continuas y violentas erupciones volcánicas, sumadas a la irrespirable atmósfera sulfurosa y aguas ácidas, impidieron que estos frágiles seres —carentes, además, del muy necesario sentido de supervivencia, debido a la apacible vida que llevaban dentro de la Nave Laboratorio— pudieran prosperar al ser llevados a la superficie.

Por esta razón debieron ser reacondicionados, separando los sexos mediante alta cirugía, y modificando nuevamente su genética para tornarlos más resistentes.

LA TRAICIÓN DE GADREEL

Una vez creada la base de la primera Humanidad Terrestre, los 7 Ingenieros Genéticos se reunieron con los grupos de Lemurianos en la Nave Laboratorio —no olvidemos que el gigantesco vehículo extraterrestre funcionaba como invernadero—, y les dijeron:

—De toda planta, de todo fruto o semilla podréis comer sin que ello os contamine, pero por ningún motivo probaréis de las plantas que se encuentran en el Área Reservada, porque aquellas especies de vegetales son Plantas Alucinógenas. Y éstas podrían provocar a ustedes visiones y percepciones para las que no están preparados aún, e impedirían que en un futuro cercano, desarrollaran las facultades que les corresponden para dominar y controlar, aquello que va más allá de vuestros sentidos físicos.

»Además, consumir estas Plantas traería consigo el deterioro de sus neuronas, iniciando un proceso irreversible de muerte y destrucción celular, que ni aún nosotros podríamos detener. Sus Auras serían igualmente afectadas al quedar rasgadas y estarían a merced de Entidades que siempre están al acecho…».

Los primeros Lemurianos aceptaron muy disciplinadamente la recomendación de no acercarse a estas plantas dañinas. Pero uno de los Ingenieros Genéticos, un médico extraterrestre llamado Gadriel o Gadreel, se había unido en secreto a Luzbel, y siéndole fiel a sus intereses, buscó la forma de boicotear el programa, induciendo a los primeros seres humanos a usar estas plantas prohibidas.

Se reunió aparte con nuestros antepasados y les dijo:

—Probad de aquellas plantas, de las que se os recomendó guardar reserva. No hagáis caso a mis compañeros que son temerosos de que rápidamente podáis conseguir poder y conocimiento. Además, ¿Cómo avanzaría la Ciencia sin la Experimentación?

Los avaló a escondidas, auspiciando la primera experiencia de consumo de drogas por parte de la Humanidad.

Los primeros Lemurianos la pasaron muy mal: se les bajó la presión, sintieron frío, y cuando los demás Ingenieros se dieron cuenta del problema, pensaron que definitivamente los humanos eran seres impredecibles, que la curiosidad de ellos era muy peligrosa y que inclusive podía poner en peligro la seguridad de ellos mismos.

Así, deciden abortar por segunda vez el Proyecto Tierra y se marcharon en su gigantesca Nave.

LA CREACIÓN DE LOS SUNKIES

Tiempo después, cuando el resto de los Ingenieros Genéticos se entera de lo que había hecho, Gadreel es abandonado en nuestro mundo, en una especie de prisión subterránea en Talampaya, de la cual no saldría hasta que sus compañeros volviesen por él, al ver que comprendió su error. Y así fue.

Durante este período, Gadreel, con la intención de enmendar su equivocación, crea una raza de criaturas humanoides, los Sunkies, como iniciativa paralela a la humana, siendo ellos los principales moradores del Mundo Subterráneo.

Los Sunkies, son seres pequeños de aspecto humanoide, de apenas un metro de estatura. No poseen cabello, y sus grandes ojos negros, oblicuos, resaltan en un rostro redondeado que no muestra nariz, orejas, ni labios, sino una suerte de orificios en su lugar. El color de su piel luce como un gris-terra cotta.

Estos seres de su creación, seguirían cumpliendo con inducir al ser humano al consumo de toda clase de plantas prohibidas de consumo directo, como supuesta y a la vez engañosa vía de protección, a toda clase de acechanzas, y para facilitar su contacto con estos seres y lograr de ellos sus favores, los cuales serían siempre cobrados a muy alto precio: el pago finalmente sería la dependencia, el bloqueo natural de las facultades y la gradual autodestrucción del propio ser humano.

Pero no todas estas entidades tienen una tendencia hacia el mal. Siendo nuestro mundo parte de un Universo donde prima la Dualidad, existe la tendencia hacia ambas direcciones de la Polaridad en todos los seres. Por ello hay seres también benéficos refugiados en el Mundo Intraterrestre.

DESORIENTACIÓN DIMENSIONAL

Una vez que se consideró que el Proyecto Tierra había fracasado, el Planeta fue abandonado a su suerte, siendo el primero de los 8 Planetas seleccionados, que fue descartado del Plan Cósmico.

Al poco tiempo del abandono y del olvido al que fue sumido el Planeta, llegaron Naves a nuestro hábitat, declarándolo «Tierra de Nadie», lo cual les permitiría extraer una variedad de metales, entre ellos Oro.

Pero el Oro de la Tierra no era de la calidad y refinamiento que se necesitaba para crear 12 Discos a manera de espejos metálicos, de un Oro casi traslúcido, que conectados entre sí, a través de un treceavo más grande, y que los ensambla a todos, debían ser ubicados en puntos estratégicos, para que pudieran plasmar un rumbo de conexión con la Puerta Cósmica de regreso al Real Tiempo del Universo, así como facilitar una energía portadora capaz de abrir puertas entre las Dimensiones.

Para la confección de dichos Discos se requirió de la combinación de 7 metales, en un proceso alquímico. Pero no era suficiente la mera aleación de los metales, se requería que en su fabricación interviniera la combinación de voces y sonidos, mentes y corazones del Planeta y de éste Tiempo Alternativo.

Al ingresar al Tiempo Alternativo de la Tierra, los Interventores iban dejando atrás una Puerta que rápidamente abrió otras, convirtiéndose en 7 en el Cosmos, y no menos de 12 en la Tierra, confundiéndolos en el proceso de retorno y arriesgándolos a perderse en el caso de escoger el portal equivocado. Porque sólo una es la correcta para volver a su tiempo y momento.

Los 24 Ancianos de la Galaxia y los 9 de Andrómeda, que son el Gobierno de nuestra Galaxia y del conjunto o Grupo Local, sabían lo que significaba enviar a los experimentadores a ésta otra realidad, y a propósito lo previeron para que quienes llegaran a los Planetas de Intervención no pudieran echarse atrás, impidiéndoseles volver de inmediato sin completar antes su tarea, obligándoles así a que tuvieran el debido interés de que el Proyecto alcanzara el éxito.

Por ello los Sembradores, los Guardianes y Vigilantes, y los Instructores, seres de Nivel 4.4, pagaron el precio del ingreso, con un trauma de olvido parcial, que llamaríamos DESORIENTACIÓN.

Los Mayores y Mentores que son de un Nivel 6.6, no tienen corporeidad física, y se proyectan al Tiempo Alternativo, pero no están en él.

Las 7 Puertas son como los 7 Sellos, para ubicar a la Puerta correcta había que usar a la Humanidad o dejarse guiar por ella de regreso a casa, acompañando su despertar. Pero esto vendrían a entenderlo mucho tiempo después los Interventores.

Originalmente no se usó a los seres humanos de la Tierra para el trabajo de las minas, pero posteriormente algunos grupos humanos primitivos fueron empleados, o más bien diríamos: esclavizados para esas funciones, sin ningún remordimiento.

(Esto se asemeja a los relatos sumerios sobre la esclavización de los primeros humanos, por parte de los Anunnaki de Nibiru hace 300.000 años, para la búsqueda de Oro. Sin embargo, cabe la posibilidad de que la utilización de homínidos para la extracción de Oro u otros minerales, haya ocurrido más de una vez, y por parte de más de una Raza Extraterrestre, en la Historia de la Tierra).

EVOLUCIÓN LEMURIANA

Posteriormente a todo esto, la Humanidad —en contacto con los Sunkies y con los Elementales—, avanzó de una manera desordenada, conectando fácilmente con distintas esferas y planos. Y llegó el momento en que la Raza Lemuriana empezó a refinarse y destacar.

(Normalmente los Misioneros Rahma consideran que esto ocurrió hace 80.000 años, pero según la versión de Talmir, aún nos encontraríamos a finales de la Era Secundaria).

En aquel entonces los humanos se conocían a si mismos, y se entendían entre ellos telepáticamente. También se comunicaban usando el Lenguaje de las Aves, e imitando sus cantos y sonidos a manera de silbidos. Todo esto, puso en alerta a quienes dirigían el Plan Cósmico.

Se había logrado el avance de la Humanidad, al margen de la observación, supervisión, control y guía de los interventores, y todo ello era inaceptable. El Proyecto había sido dispuesto para que fuese una enseñanza y significara un aprendizaje para los Extraterrestres, y no podía o debía resultar exitoso sin la presencia, seguimiento y observación cercana de los Interventores.

Además, porque se corría el riesgo que sólo la Humanidad de la Tierra diera el salto y se quedaran los Extraterrestres atrapados en aquella otra realidad. En tal sentido hubieran pasado los terrestres, pero no ellos. Por tanto se decidió bloquear la posibilidad de lograr un éxito inmediato, haciéndole olvidar al Ser Humano el conocimiento y recuerdo de sus facultades, produciendo en él un terrible adormecimiento y retroceso.

El siguiente paso fue retomar la Tierra como parte activa del Proyecto, porque de los otros 7 Planetas escogidos, 3 se habían destruido totalmente, y 4 se habían estancado por el exceso de cuidados y dependencias. El único Planeta en el cual los experimentadores habían perdido el control sobre el experimento, y las posibilidades estaban dadas para lograr un buen resultado, era la Tierra.

CIVILIZACIÓN LEMURIANA

Entonces, bajo la tutela permanente de los Pleyadianos —quienes aún debían usar escafandras, según el relato de Talmir—, los Lemurianos comenzaron a organizarse en pequeñas comunidades, como aldeas familiares.

Allí recibían instrucción directa de sus tutores: al principio conocimientos de agricultura, así como también a domesticar ciertos seres que había por aquel entonces: los dinosaurios… y éstos de todo tipo y tamaño.

Por ejemplo, una especie de triceratops —más grande que el común, con la piel de un color algo rosada y con manchas—, era usada como animal de carga.

Con el tiempo aprenderían también ciencias como Matemáticas, Astronomía y Astrología, las que les permitieran tener un gran avance y desarrollo en poco tiempo.

(El Dr. Javier Cabrera Darquea, estudioso de las misteriosas Piedras de Ica en el Perú, defendió hasta su muerte la existencia de una Humanidad y Civilización anteriores a las nuestras, que habrían existido hace 75 millones de años).

Las comunidades iban creciendo en número y tamaño, no sólo a lo ancho, sino también hacia lo profundo de la Tierra, como una forma de defensa ante aquellos animales indomables y a los desastres naturales. Construyendo túneles y galerías subterráneas, encontraron otras que ya existían y que se encontraban habitadas por los Sunkies, creando una estrecha y fraterna relación entre ellos.

Por esto, los Pleyadianos comenzaron a darles más independencia, dejándolos solos y visitándolos cada breves períodos, que luego se espaciaban cada vez más.

Su tecnología alcanzó un nivel tal, que eran capaces de crear Portales Dimensionales. También habían logrado un importante desarrollo y manejo de sus capacidades psíquicas.

Ya para ese entonces, los Pleyadianos se habían retirado de la Tierra, dejando que sus pupilos continuaran desarrollándose solos, o casi solos…

LA CAMPAÑA DE LUZBEL

Pero llegó el momento en que la Sede del Consejo de los 14 de Orión recibió la visita de un extraño. Un ser altísimo, espigado, vestido con un traje rojo que parecía estar hecho de un grueso plástico. Llevaba una suerte de capa y un sombrero alargado sobre la cabeza, similar a la Corona Atef de los Faraones de Egipto.

Aquel visitante que irrumpía sin previo aviso en el Consejo de Orión, disfrazaba hábilmente su secreto origen. Se trataba de Luzbel, que había logrado materializarse en Orión —algo que no es difícil para un «Padre Creador»— para influir directamente en el Consejo, y llevar nuevamente a los Orionitas a una Guerra. Una Guerra que buscaba destruir a «Los Hijos Prohibidos de Orión»: la Humanidad de la Tierra.

El punto de conexión con la llegada de Luzbel a Orión fue una gigantesca Puerta Estelar, emanada desde la Estrella Mintaka: una grieta de luz que comunica los Universos, un fenómeno que sólo se da en el núcleo de algunas Galaxias y Estrellas.

(Muchas fuentes indican que en Orión se encuentra uno de los 13 Portales Mayores de la Galaxia. Pero, como hemos visto, es posible que el Portal de Orión se trate, en realidad, de la Estrella Alnitak, y Nordac se haya equivocado al identificarla con Mintaka).

El Consejo de Orión supo mantenerse ajeno a las oscuras intenciones del visitante. Esto llevó a que Luzbel buscara continuamente apoyo en las diferentes Constelaciones, tratando siempre de convencer de que todo lo implantado por las Confederaciones era un engaño para que en el futuro todas las Civilizaciones Cósmicas terminaran siendo esclavizadas por seres primitivos. Estas ideas iban ganando terreno y simpatizantes.

LA CONVERSIÓN DE SATANEL

El individuo que más podía verse influenciado por Luzbel era sin duda su discípulo más directo, Satanel, que ahora se hallaba embarcado en una empresa diferente: difundir el Llamado de Paz en el Universo.

Nordac dice haber tenido una visión de Satanel en esta etapa de la Saga del Plan Cósmico. Pero lo describe como un humano: alto y esbelto, de tez blanca, largos cabellos negros, y ojos claros, profundos y penetrantes. ¿Por qué, si se supone que Satanel era un Hombre-Serpiente?

Es posible que Satanel hubiese cambiado temporalmente su cuerpo reptiliano por uno humano, en una de aquellas Expediciones de los Emisarios de la Paz. Acaso como una señal de Buena Voluntad, para presentarse ante una Civilización que seguramente también era humana.

No obstante a ello, aquel importante miembro del Consejo de los 33, caería en las tinieblas para transformarse en el principal seguidor de la causa de Luzbel.

«RAH» fue nuevamente el punto importante de la discusión entre la corporización de Luzbel y Satanel, demostrándose que la lección pasada —el origen de la Guerra Antigua—, en realidad, no había terminado de ser aprendida.

Los ojos de Satanel se tornaron oscuros como el espacio. Luzbel había logrado llenar su corazón de odio hacia los humanos de la Tierra, pues estos eran «Hijos Prohibidos» de «RAH».

Sin embargo, el ser «hijos» de Orión no era lo más terrible, sino el estar dotados de algo que los mismos Orionitas no poseían: el Libre Albedrío.

Luzbel, hábilmente, logró convencer a Satanel que la Humanidad de la Tierra debía ser destruida. Y por si fuera poco, llegó hasta afirmarle que constituíamos un peligro para los mismísimos Orionitas, por cuanto en un futuro, tarde o temprano, les destruiríamos al convertirnos en una Civilización más poderosa.

Todo esto era un golpe muy estudiado, pues, si el Resplandeciente lograba polarizar a Satanel, sabía que el antiguo General de Vigilantes y ahora Maestro representante de todo Orión, contaría con miríadas de seguidores. Y así fue.

De esta manera, poco a poco comenzaron a tensionarse las relaciones entre la Confederación y los Orionitas, ya que se habían convertido en los principales detractores de las decisiones de los Mayores, y todo esto amparado por la influencia directa de un Resplandeciente.

LA REBELIÓN DE SATANEL

En primera instancia, el propio Satanel intentó convencer al mismísimo Consejo de los 14 para enviar una Avanzada de Aniquilamiento a la Tierra. Y al igual que Luzbel, no tuvo éxito.

Los Sabios Maestros comprendían que la propia existencia de la Humanidad era parte del Plan Cósmico, una estrategia que buscaba que nuevas formas de vida, pero con los mismos inconvenientes que ellos —como la tendencia guerrera y colonizadora— pudiese encontrar el Eslabón Perdido que permitiría restituir el orden quebrantado y por consecuencia alcanzar Grados Superiores de Evolución.

Empero, Satanel no comprendía. Estaba lleno de odio. Había sido polarizado. Entonces, poseído de ira, e impotente de convencer al Consejo de destruir la Tierra, levantó su larga y extraña arma. Y de este aparato disparó espantosas energías —como si fuese un fuego eléctrico— hacia los miembros del Consejo. Les destruyó a todos.

Fue entonces como de una oposición teórica y manifestada en opiniones divergentes, se pasó a una acción radical violenta. Era el inicio de la Rebelión de Satanel, a la que se plegaron Planetas de Orión y de otras Civilizaciones, como la de Zeta Retículi.

(De acuerdo al Contactado colombiano Solraser, fueron 36 las Civilizaciones que se enfrentaron a la Confederación: Civilizaciones de Orión como las de Alnilam, Bellatrix, Betelgeus y Rigel, secundadas por otras como las de Barnard, Draco, Eridane, Lira, Marcab, Zeta Retículi, Zeta Tucane, y Zeta Zilón).

Y los ecos de aquella disidencia, que llegó a tener alcances de una verdadera Guerra de las Galaxias, aún resuenan en el Cosmos.

Urlasa —uno de los 24 Mayores de la Galaxia—, planteó la necesidad de terminar pronto con este conflicto bélico que ya estaba poniendo en crisis al Universo, llegando al punto de confundir a otras Confederaciones en lo que correspondía a su propio actuar.

El planteamiento fue aceptado, y se decidió por una ofensiva total que tomó por sorpresa a las legiones de Satanel y Luzbel, reduciéndolas y dominándolas por completo.

LA BATALLA FINAL EN TALAMPAYA

En la Tierra, la Base Científica de Orión en Talampaya, que también era una Base Militar, pasó a formar parte de las Fuerzas de Satanel. Dentro de ella no existía un total consenso de ello, y hubo quienes desde el principio tomaron una posición ambigua. Principalmente entre los jefes no había una completa convicción a la Rebelión, pero muchos de ellos fueron sometidos por la influencia satánica.

Fue cuando la Confederación de Mundos envió a un contingente de Naves a retomar la Base y fueron atacados. Entonces se produjeron grandes batallas, muchas armas fueron usadas, y finalmente una gran explosión destruyó todas las instalaciones de superficie. Pero no así lo que preventivamente se había reubicado tiempo antes en el interior del gran Monte Negro de Talampaya, protegido por un Escudo de Energía.

Fueron muchos los muertos, tantos que cayeron 24.000 en el perímetro cercano a la Base, y dentro de ella, finalmente se desató una rebelión a los mandos que respondían a Satanel. Hubo una gran lucha cuerpo a cuerpo que posibilitó finalmente que la Confederación retomara el control.

En aquel lugar quedó un gran Valle de los Caídos, donde aún hoy se encuentran los 24.000 seres muertos en la Gran Batalla Final. Como así también los 12 Jerarcas Orionitas retenidos dentro de Cristales.

Además quedaron los equipos del Laboratorio y sus resultados, todo bajo la custodia de la Gran Hermandad Blanca, que fundaría allí mismo la Ciudad de Ankar, que significa «Luz de los Tiempos».

(Tradicionalmente, los Misioneros Rahma han situado estos hechos hace unos 25.000 años, aunque Talmir los sitúa a finales de la Era Secundaria).

CRONOLOGÍA DE TODOS LOS TIEMPOS 1º PARTE

En el penúltimo post vimos una cronología de los Annunakis. Lo bueno de esta cronología es que toda ella se basa en tablillas, descubrimientos arqueológicos y una base material constatable.

Una teoría alternativa, que engloba la cronología de los Annunakis y que da respuestas a la cronología de Exopolítica del  SXX , pero que comienza mucho antes y da un sentido totalmente diferente a todo, es la de los Pleyadianos.

Sin embargo las fuentes de esta historia no son materiales. Las siguientes piezas de información sobre la Historia Cósmica y Terrestre, han sido transmitidas en diversos textos por Misioneros Rahma como Tell-Elam (Sixto Paz de Perú), Nordac (Ricardo González de Perú), Hell-Aham (Cristian Sánchez de Argentina), Talmir (Mauricio García de Chile) y Camilo Valdivieso (Chile), entre 1997 y 2007.

Todo comenzó en Perú en 1974 un proceso colectivo de Comunicación y Contacto con «Inteligencias Superiores», conocido hoy como «Misión Rahma».

Tengo que decir que esta teoría me afecta a nivel personal. Por aquella época, los 70, contacté con estos seres, sin pretenderlo. (Se que eran ellos, por los datos de la cronología).

La experiencia se fue complicando y poco a poco, notamos como el mundo real era sustituido por otro. En cada sesión de comunicación sucedían cosas y se daban instrucciones que debías cumplir.

Estas instrucciones te apartaban definitivamente de tu vida ordinaria.  Pero no podías salir. Veías cosas, y actuabas en una trama.

Para cualquiera de fuera, estábamos locos, poseídos de la sin razón, como pertenecientes a una secta.

Es difícil establecer una teoría cuando tus informadores se sitúan en otro espacio, en otro campo, en otra realidad.

Sin embargo, aquella experiencia me dejó marcado para siempre. Desde entonces tuve otra percepción de la realidad. Incluso llegué a experimentar una sensibilidad especial, para hacer determinadas cosas, tal y como dicen; es como si recordara lo que nunca había aprendido.

El paso del tiempo y la vida volvieron las cosas a “la normalidad”.

Hoy en día, desde unos cuantos años de experiencia, puedo decir que la influencia persiste y la atracción continúa.

Hay múltiples Universos, pero esencialmente podemos sintetizarlos en tres Universos, uno contenido dentro del otro: el Universo Inicial o Primordial, que es el Interno, es el llamado Universo Espiritual, Esencial u Original. Éste ha generado al Universo Mental, también llamado Eterno o Intermedio. Y éste a su vez ha creado el Universo Material, Físico o Externo. Cada uno actúa a través del otro.

El Universo Material abarca las primeras 7 Dimensiones, habitadas por los Seres Ascendentes en Evolución. El Universo Mental abarca las Dimensiones 8 a 10, habitadas por Seres Ultraterrestres conocidos como los Helel o Resplandecientes. Y el Universo Espiritual abarca las Dimensiones 11 y 12, donde descansa el Todopoderoso Dios Uno.

Los Helel se agrupan en 9 Órdenes, conocidas en la Angelología como los Ángeles, Arcángeles, Principados, Potestades, Virtudes, Dominaciones, Tronos, Querubines y Serafines. Éstos últimos, los de mayor Jerarquía, son Hijos del Dios Uno.

Los Helel son los verdaderos Creadores del Universo Material, no siendo éste el primero, y probablemente, tampoco el último. Ha habido muchos y muy distintos Principios, pues el Creador Principal se experimenta a sí mismo a través de sus criaturas.

El Universo Material fue creado por el Universo Mental, porque el Mental se experimenta a sí mismo a través del Material, buscando con ello la Fuente de Todo. Porque es a través de la acción material dirigida con Conciencia, que lo mental puede llegar a vivenciar la Esencia Espiritual.

En esta última Creación, las primeras Civilizaciones que fueron surgiendo, lo hicieron dirigidas por los Helel, quienes marcaron una pauta del desarrollo, procurando la consecución de un ideal mental que ellos mismos se habían propuesto.

LOS CRISTALES DE LA CREACIÓN

Con el desarrollo de Naves Espaciales, la exploración del Universo y sus misterios fue una constante. De esta forma llegó el descubrimiento que cambió vertiginosamente el desarrollo tecnológico de las primeras Civilizaciones: sus Exploradores hallaron una forma extraña de cristales, verdes y brillantes, muy cerca del centro de las grandes formaciones nebulosas y próximas al peligroso núcleo de algunas Galaxias —en donde muchas veces perecieron al ser absorbidos por Agujeros Negros supermasivos—.

Entonces sus científicos tomaron muestras y las estudiaron intensamente, concluyendo de que se trataba de un desconocido fenómeno de «transmigración» y condensación de la Luz Mental al haberse creado el Universo Material.

Estos cristales eran diferentes a los conocidos en sus mundos de origen. El reciente hallazgo de aquellos impresionantes objetos verdes brillantes ponía todo en jaque: tenían un origen sobrenatural que les permitía acumular mayor cantidad de energía que los cristales convencionales.

Ello, como es de imaginarse, supuso un gran salto tecnológico para aquellas Civilizaciones que, con el transcurso del tiempo, fueron aplicando el empleo de esos objetos para la industria, la Navegación Espacial, y más tarde para la guerra. Les llamaron «Ergomenón». Y de acuerdo a su geometría y programación podían ser aplicados a distintas tareas. Pero aún no habían visto todo.

EL CRISTAL MAESTRO

Un grupo de científicos decidió estudiar el centro de la Gran Nebulosa de Orión. No era la primera vez que lo hacían, pero un accidente afortunado les llevó a dar con el mayor de los descubrimientos.

La importante Nave, en la cual se desplazaban a través del torrente de Radiación Ultravioleta de la Gran Nebulosa —y resistiendo las duras condiciones allí reinantes— golpeó de pronto un objeto que inicialmente pensaron se trataba de masa en formación. A través de sus pantallas vieron el cuerpo de roca, ya fragmentado, y distinguieron en su interior descubierto un brillo esmeralda que ya conocían.

Inmediatamente introdujeron el objeto en la Nave y, al limpiarlo de su efectivo «camuflaje», se encontraron con un bellísimo cristal octaédrico, que de inmediato se encendió y les mostró cual Oráculo el futuro de su Civilización, una Gran Guerra que vendría, y la aparición de una Nueva Raza que daría esperanza a todo el Universo.

Esto llegó a ser conocido como la Profecía de Anrrom, palabra que significa «Día de la Gran Luz».

Los científicos que hallaron el Gran Cristal, sorprendidos, comprendieron que aquel cuerpo había sido uno de los primeros en «pasar» al Universo Material cuando el Plano entero fue creado. Representaba el camino por el cual la Luz Mental se hizo sólida: una suerte de Alquimia Cósmica, y por ende el secreto de cómo se habían «construido» los Planetas y Estrellas, los Portales y las Galaxias. Aquel cristal maravilloso encerraba la Fórmula de la Creación.

¿Era un ser vivo aquel cristal? ¿Qué fuente mantenía el orden de su perfecta estructura geométrica? ¿Cómo podía «ver» el futuro?

Sea cual fuese la respuesta, los Exploradores Extraterrestres no podían abandonarlo a su suerte en el Espacio. Sabían que no tenían más remedio que llevarlo con ellos. Finalmente lo tomaron como una misión, y se transformaron en sus primeros Custodios.

Esta fue una razón de peso por la cual distintas Civilizaciones se empezaron a interesar en la Nebulosa de Orión…

LA GUERRA ANTIGUA

Entonces un grupo de grandes Seres Insectoides, fue a Orión para tomar muestras de la Nebulosa (incluyendo Ergomenones), como parte de un estudio tanto científico —para mejorar su raza— como espiritual, pues deseaban comprender el misterio de la Creación de las Esencias.

La Nebulosa de Orión tiene una contraparte espiritual, conocida como RAH, «El Dador de Vida». Precisamente, RAH es el «Estanque Cósmico», el Espíritu o «Alma Mater», de donde «destilan» las Esencias o Almas de los Seres Inteligentes de la Constelación de Orión.

(Aunque Nordac se refiere a RAH como «El Dador de Vida», tal vez sea más correcto decir «La Dadora de Vida», ya que es concebida como una Madre Cósmica).

El grupo Insectoide procedía del Planeta Acudrux, del Sistema Antares de Escorpio.

Esta visita no fue bien recibida, por cuanto el celo de los Orionitas frente a la «Santidad» de RAH o «El Dador de Vida» era extremo. Y la tensión no pudo ser manejada, teniendo en cuenta que los visitantes de Antares, estaban haciendo sus estudios, sin haber comunicado de ello al Consejo de Orión.

A consecuencia de este episodio, estalló una verdadera Guerra que comprometió a otras Civilizaciones Extraterrestres. Una Guerra en la que mundos enteros fueron exterminados.

Fueron empleadas armas terribles y mortíferas, y los líderes de ambas partes —Orión y Escorpio— concentraron su avance tecnológico en la creación de nuevas armas y hasta Ejércitos de Clones.

En Orión se creó genéticamente una raza, al servicio de esta Guerra. Aunque de cuerpo frágil y pequeña estatura, aquellos hombrecillos grises serían dotados de una gran capacidad de aprendizaje, constituyéndose en poderosos científicos y operadores de tecnología. Eran los principales aliados de los Orionitas.

Pero no fue suficiente.

Los Antarianos habían desarrollado armas letales que estaban inclinando la balanza a su favor. Sin embargo, para los Orionitas la Guerra continuaría, aún a costa de su propia desaparición, que no parecía tener tanta importancia como los mundos inocentes que se vieron afectados directa o indirectamente por esta espantosa Guerra Cósmica, conocida en los Grupos Rahma como «La Guerra Antigua».

Conmovido por el peligroso desarrollo de esta Guerra, el Comandante Supremo de las Fuerzas de Orión, Satanel o Satanael —un Hombre-Serpiente del Sistema Rigel de Orión—, llevó a cabo una intensa campaña por conseguir una tregua en medio del enfrentamiento cósmico, lo cual logró, entrevistándose inclusive con el mismísimo Consejo de Antares. Fue el inicio de la Paz.

LOS 33 EMISARIOS DE LA PAZ

En la Gran Guerra habían estado involucradas las 14 Civilizaciones de Orión por un lado, y la de Antares y sus Aliados por el otro. Y fruto de la paz y el intercambio mutuo en armonía, se creó el «Consejo de los 33», con un representante por cada Civilización. Satanel, por sus denodados esfuerzos en pos de la paz, fue elegido por unanimidad para ser el representante de la Liga de Orión…

El lugar elegido para cobijar esta iniciativa cósmica sería Ahelón, el Tercer Planeta del Sistema Mintaka de Orión, que se convirtió en la sede de tres importantes Consejos: el de los 14 de Orión, el de los 24 Mayores de la Galaxia, y el recién establecido Consejo de los 33, la base de operaciones de los «Emisarios de la Paz Galáctica».

(Nordac afirma haber sido proyectado en Esencia o Espíritu hasta Ahelón desde la Gran Pirámide de Gizeh, ya que esta Pirámide representaría al Sistema Mintaka donde se encontraría el Planeta Ahelón. Sin embargo, el investigador Robert Bauval, descubridor de la extraña relación entre las Pirámides de Gizeh y las Estrellas del llamado Cinturón de Orión, afirma que la Gran Pirámide representaría a la Estrella Alnitak y no a Mintaka. ¿Se ha equivocado Nordac en este punto? ¿Fue entonces proyectado al Sistema Alnitak, y es allí donde se encuentra el Planeta Ahelón?).

Por su parte, los pequeños hombres grises controlados por Satanel, fueron desplazados al Sistema Zeta Retículi de la Osa Mayor. Y el Ejército de Orión fue reconvertido en una Orden de «Guardianes y Vigilantes de la Paz Galáctica».

Entonces, los primeros Exploradores, los que habían encontrado el Gran Cristal, se exiliaron y dejaron éste a custodia de un grupo de 9 Guardianes y Vigilantes, comprometido en secreto con la Profecía de Anrrom. Su función era cuidar, venerar y respetar el Ergomenón Maestro.

También se construyó una Gran Nave, blanca como la nieve, y con forma de Pirámide o campana. Sería conocida como la «Nave Campana» —en lo que podríamos comprender en nuestro idioma— con su significado de llamado al Despertar, a la paz que ahora volvía al Espacio y que sentaba las bases de un Nuevo Orden.

Esta Gran Nave llevaría a los 33 a visitar diferentes mundos para sembrar aquel llamado a formar parte de Confederación Galáctica. Llegaron a hacer esto en 9 ocasiones, antes de la Rebelión de Satanel…

EL CONCILIO HELEL

La Humanidad de la Tierra tiene un Nivel de Evolución Colectiva 3.3 (Cuerpo 3D y Conciencia 3D), aunque hay individuos aislados de Nivel 3.4, 3.5 y hasta 3.6. Los Orionitas y otras Civilizaciones, en cambio, habían alcanzado rápidamente estos Niveles de un modo colectivo. Pero luego no se pudo avanzar más, produciéndose un estancamiento general.

Esto era algo terrible, por cuanto el Universo Material es dinámico, y un estancamiento significa una grave crisis, una verdadera contradicción. Esto llevó a que se produjera una especie de Concilio Cósmico entre los Helel Serafines, para deliberar sobre las causas y consecuencias de dicho estancamiento.

En el Proceso Evolutivo, se había logrado conectar el Universo Material con el Mental a través de la Mente. Pero no se había llegado a conectar el Material con el Espiritual a través de la Esencia. Por ello, las Civilizaciones Avanzadas, habían llegado a ser mentalmente espirituales, pero no espiritualmente espirituales.

Durante el Concilio, uno de los Helel Serafines aportó que, según su apreciación, el error cometido se debía al hecho de haber permitido que se accediese demasiado fácilmente al Conocimiento, restando méritos al esfuerzo de hallarlo. Por lo mismo recomendaba que se invirtiera la figura, y se hiciese lo necesario para dificultar las cosas, introduciendo en el Universo Material, Seres Mentales que colaboraran en el ocultamiento de información y dificultaran al máximo el acceso a ésta.

Éstas Entidades actuarían como disociadoras, separando lo que estaba unido, y creando la ilusión de la imposibilidad e inaccesibilidad hacia lo Superior y Trascendente. Éstas Entidades se convertirían en los llamados Demonios, a los que con el tiempo, se les irían sumando en la Tierra diversos tipos de Espíritus, incluyendo los de los muertos terrestres atrapados en el Bajo Astral.

El problema que se planteaba era que la Entidad que sugería la modificación de las Reglas del Juego, consideraba que debía seguirse trabajando con las Civilizaciones más avanzadas, que dependían directamente de ellos. Estos Discípulos de aquellos Apoderados Cósmicos, merecían según su parecer, la prioridad en el Proyecto de Avance Evolutivo, porque además, según él, les restaba muy poco para alcanzar el Nivel 3.7.

Pero si bien es cierto que los demás Helel Serafines valoraron su aporte, no estaban de acuerdo con que se variasen las condiciones y la relación con las Civilizaciones más adelantadas, lo cual podría ser percibido o interpretado como una traición por parte de los Helel. Y que más bien, de buscarse y experimentar alternativas nuevas, debía trabajarse con Civilizaciones que recién se hubiesen iniciado o que todavía no habían surgido, y fueran a tener un destino incierto. Por ejemplo, Planetas adecuados para un desarrollo superior, pero que fueran a tener una desaparición súbita.

EL PROYECTO UR

Por ello, otro Helel Serafín planteó la posibilidad de crear una alternativa mediante un experimento especial en Planetas Clase «UR», es decir, Planetas Azules cuya vibración los convierte en Planetas predestinados para un desarrollo espiritual superior, siempre y cuando logren superar sus agudas crisis de inestabilidad.

Estos mundos están sujetos a una vida efímera, debido a que fácilmente entran en convulsión o atraen otros cuerpos del Espacio que colisionan con ellos, destruyéndolos. Pero a la vez, esta inestabilidad permite una gran biodiversidad. Por ello, suelen ser seleccionados como laboratorios de experimentación natural de nuevas formas y alternativas de Vida y Evolución.

Se escogieron dos Planetas por Galaxia de un total de 4 Galaxias de nuestro Grupo Local. Eran 8 mundos, todos con las mismas oportunidades, y siempre, a partir de pertenecer a la Clase «UR». Pero Planetas donde el proceso de vida hubiese cesado violentamente, y pudiesen hacerse las modificaciones del caso.

(Según información recogida por la canalizadora norteamericana Bárbara Marciniak, serían 12 Planetas).

El Proyecto consistía en tratar de crear las condiciones como para que más adelante surgieran en ellos, Civilizaciones con un potencial psíquico y espiritual capaces de ubicar y abrir por sí mismos Portales Dimensionales, para reconectar en su momento los Universos entre sí a través de las Dimensiones y Planos de Conciencia. Para lograr lo que otros no habían conseguido, pero en un Tiempo Sin Tiempo.

De este modo, tenemos a una Evolución como expectante de otra Evolución paralela, creada al lado.

Al ser un hecho la Navegación Espacio-Temporal, se pueden crear Tiempos Alternativos, donde se puedan barajar posibilidades nuevas y convenientes. Es posible saltar dentro de un Tiempo que tiene forma espiral, y viajar así al pasado de mundos que se destruyeron en su proceso de formación, y que si se llegase a evitar dicha destrucción, dependiendo del momento en que se hiciese la modificación, no se estaría alterando inconvenientemente, sino que, en gran medida, se estarían creando nuevas oportunidades con consecuencias muy positivas, que podrían beneficiar a muchos.

Si se llegase a cumplir con el programa previsto para cada uno de esos mundos, no se estaría afectando negativamente el Orden Universal, por cuanto originalmente no hubiese sido. Y si por cualquier motivo se interrumpía el proceso en el camino, tampoco afectaría, porque de todas formas no iba a ser. Se tomarían todas las precauciones para que las intervenciones crearan posibles alternativas positivas y ninguna negativa.

Una de las 4 Galaxias seleccionadas sería la Vía Láctea, y uno de los 2 Planetas escogidos dentro de esta, llegaría a ser la Tierra…

Pero esta modificación no le agradó a aquel autor de la propuesta original y del diagnóstico sobre el Estancamiento Evolutivo, aquel que conocemos legendariamente como Luzbel…

A Luzbel le disgustó la posibilidad de que Civilizaciones nuevas y «advenedizas», que no habían recibido la instrucción directa de ellos como fuente, pudiesen alcanzar rápidamente Niveles Evolutivos muy altos y hasta lograran encumbrarse por encima de las otras Civilizaciones más antiguas. Y así manifestó entonces su descontento, saboteando de diversas formas el Plan Cósmico que surgió de aquel Concilio.

Además, el otro Helel Serafín señaló un «error» en una de las Civilizaciones más poderosas del Espacio, y que sintetizaba la crisis que se estaba viviendo: Orión. Su tendencia guerrera y colonizadora se estaba convirtiendo en un grave problema en el Universo Material.

Para encontrar la llave que permita comprender desde otra perspectiva esta situación y solucionarla, se decidió que la siembra de Patrones de Vida en los Planetas UR provenga de la Fuente Madre que originó la vida de esas Civilizaciones. En el caso de la Tierra, se sembraría una Molécula de Vida procedente de la Nebulosa de Orión.

Se haría así bajo un propósito: si los habitantes de estos Planetas lograban volver al Real Tiempo del Universo, a través de una actitud más armónica y responsable, sobre la base del Amor como herramienta de Ascenso Evolutivo, demostrarían a estas Civilizaciones que sí es posible corregir estas tendencias, siguiendo una perspectiva espiritual, más amplia y completa.

El otro Helel Serafín es aquel que conocemos legendariamente como Micael, Enmanuel o el Cristo Cósmico…

LOS OPERADORES DEL TIEMPO

En el caso de la Tierra, no sólo se sabía que el Planeta iba a alcanzar un cierto desarrollo que luego quedaría trunco, sino que en el Real Tiempo del Universo, el fatal desenlace ya había ocurrido.

El proceso había quedado interrumpido cuando el Planeta sufrió los efectos de un Gran Cataclismo Cósmico, dejándolo como un náufrago en los estertores de la muerte.

Por ello, al intervenir los Enviados, se procuró modificar las cosas como para que el Planeta sobreviviera en una primera etapa a su inestabilidad y a la Dinámica Universal bastante agresiva.

Así, una vez que surgiera vida consciente con capacidad de transformación, ésta debía luchar por su propia supervivencia tanto material como espiritual, pero siempre bajo una supervisión exterior, pendiente de los avances que se fueran alcanzando.

Quienes observaban y dirigían el Proyecto de Vida en la Tierra, decidieron enviar a un grupo de «Operadores del Tiempo», que viajarían a través de Pliegues Cósmicos o Puertas Estelares al pasado, en un espacio contenido dentro del Gran Espacio, siguiendo una ruta basada en la figura de la Espiral o «Rueda del Tiempo».

De esta forma, crearon una suerte de «desfase temporal» en nuestro Planeta, dándole así una vida paralela en un Tiempo Alternativo, que nos acompañará hasta que volvamos a reconectarnos con el Real Tiempo del Universo.

Como el Proyecto Tierra requería de ciertas condiciones para el Plan Cósmico entre ellas, la aparición del ser humano, los «Operadores del Tiempo» establecieron esta «paradoja» para poder crear aquellas Civilizaciones con condiciones específicas que permitan una evolución acelerada, como es el caso de la raza humana.

Esta Paradoja Espacio-Temporal habría dado como consecuencia una aceleración del tiempo en algunos sectores del Universo donde sería posible que estas razas evolucionen a una velocidad mayor que la normal.

LOS PADRES ANTIGUOS

De este modo, fueron comisionados por el Consejo de la Confederación de Mundos, para viajar a través de los Pliegues Cósmicos o Pasos Interdimensionales, un grupo de los llamados Elohim —Ingenieros Genéticos, también conocidos como «Jardineros Cósmicos» o «Sembradores de Vida»—.

Eran seres procedentes de la Constelación del Cisne, que llegaron a nuestro mundo cuando estaban en pleno proceso de formación sus Océanos, hace 3.000 millones de años de los nuestros.

Las Naves de estos Sembradores de Vida, aterrizaron por primera vez en lo que ahora corresponde al Lago Vostok del actual Continente Antártico, el cual se encontraba entonces en el Ecuador Terrestre.

Ellos aceleraron el proceso, sembrando esporas con la intención de cambiar la acidez de los mares y convertirlos en alcalinos, y así modificar las condiciones químicas del Planeta para depositar una Molécula de Vida Auto-Replicante, que derivaría más tarde en el desarrollo de formas de vida complejas. La Molécula «Madre», venía de la Nebulosa de Orión.

Posteriormente, los también llamados «Padres Antiguos» constituyeron Bases Submarinas en los fondos oceánicos, para supervisar el proceso planetario. Las tripulaciones, claro está, iban y venían por el Espacio-Tiempo, estando así sujetas a un tiempo diferente del que se vivía en la Tierra.

LA MÁQUINA DE KAYONA

Pero la Dinámica Cósmica no pudo ser completamente revertida, a pesar de las variaciones que supusieron la intervención. Y hace unos 1.200 millones de años, la Tierra atrajo sobre sí el impacto de una Lluvia Meteórica, que acabó con la mayor parte de la vida.

Faltaba algún mecanismo que ajustara la Tierra en su propia dinámica de tiempo y supervivencia. Así que, una segunda y definitiva fase de ajuste del Tiempo Alternativo fue llevada a cabo por seres provenientes del Sistema Maya de las Pléyades: Ingenieros Genéticos y Arquitectos de Planetas, quienes instalaron una especie de «máquina», que se encuentra hoy en el Lago Vostok.

La llamada «Máquina de Kayona», es como el «Estabilizador de Voltaje» por describirla de alguna manera, del Planeta y su Tiempo Artificial. En ella está todo el conocimiento de cómo estos seres dominan el concepto de Tiempo. Aquella tecnología, ante nuestros ojos mágica, habría sido instalada en nuestro mundo en un nuevo viaje al pasado, por cuanto tenía que hallarse en funcionamiento antes de la Lluvia Meteórica.

Gracias a esto, los Elohim de la Constelación del Cisne pudieron continuar con su trabajo de «Jardineros Cósmicos» y «Sembradores de Vida», hasta el momento de su relevo.

EZEQUIEL REVISITADO: RUEDA MULTIDIRECCIONAL

Si la Tierra hubo recibido en efecto la visita de astronautas extraterrestres hace milenios, el relato pormenorizado del profeta Ezequiel – en el Antiguo Testamento – bien podría ser una de las pruebas testimoniales más reveladoras de las que se conocen. Leemos:

Ezequiel 1:

  1. En el año trigésimo, en el mes cuarto, a cinco del mes, sucedió que estando yo en medio de los cautivos junto al río Kebar, se abrieron los cielos, y tuve visiones divinas.

4.  Y miré, y he aquí que venía del norte un torbellino de viento, y una gran    

      nube, y una masa de fuego, y un resplandor alrededor de ella; y en su

      centro, esto es, en medio del fuego, una imagen como de bronce.

  1. Y en medio de aquel fuego se veía  una semejanza de cuatro seres vivientes: la apariencia de los cuales era la siguiente: había en ellos algo que se parecía al hombre.
  2. Cada uno tenía cuatro caras, y  cuatro alas.
  3. Sus pies eran derechos, y la planta de sus pies, como la planta del pie de un becerro, y resplandecían como bronce bruñido.
  4. Debajo de sus alas tenían manos de hombre; y tenían caras y alas por los cuatro lados.
  5. Y juntábanse las alas del uno con las del otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba según la dirección de su rostro.
  6. Por lo que hace a su rostro, los cuatro lo tenían de hombre, y los cuatro tenían cara de león a su lado derecho; al lado izquierdo tenían los cuatro cara de buey; y en la parte de arriba tenían los cuatro cara de águila.
  7. Sus alas extendíanse hacia lo alto; tocábanse dos alas de cada uno con las del otro, y con otras dos cubrían sus cuerpos.
  8. Y andaba cada uno de ellos según la dirección de su rostro; a donde los llevaba el ímpetu del espíritu, allá iban; ni se volvían para caminar.
  9. Y entre estos seres vivientes había como ascuas de ardiente fuego y como hachas encendidas que se movían de acá para allá entre ellos.
  10. Y entre estas criaturas vivientes resplandecía el fuego, del que salían relámpagos. Y los seres vivientes iban y venían como el rayo.
  11. Y mientras estaba yo mirando los seres vivientes, apareció una rueda sobre la tierra, junto a ellos, junto a los cuatro.
  12. las ruedas y la materia de ellas era a la vista como crisólito, y las cuatro eran semejantes, y su forma y estructura eran como de una rueda que está dentro de otra rueda.
  13. Caminaban constantemente por sus cuatro lados, y no se volvían cuando andaban.
  14. Asimismo las ruedas tenían tal circunferencia y altura que causaba espanto el verlas; y toda la circunferencia de todas cuatro estaba llena de ojos por todas partes.
  15. Y caminando los seres vivientes, andaban igualmente también las ruedas junto a ellos; ycuando aquellos seres se levantaban de la tierra, se levantaban también del mismo modo las ruedas con ellos.
  16. A cualquier parte donde iba el espíritu, allá se dirigían también en pos de él las ruedas; porque había en las ruedas espíritu de vida.
  17. Cuando aquellos seres andaban, andaban las ruedas; parábanse, si ellos se paraban; y levantándose ellos de la tierra, se levantaban también las ruedas en pos de ellos; porque había en las ruedas espíritu de vida.
  18. Y sobre las cabezas de los vivientes había una semejanza de firmamento que parecía a la vista un cristal estupendo; el cual estaba extendido arriba por encima de sus cabezas.
  19. Y debajo del firmamento, las alas de ellos extendidas, tocando el ala del uno a la del otro, y cada cual cubría su cuerpo con otras dos.
  20. Y oía yo el ruido de las alas como ruido de muchas aguas, como trueno del excelso Dios; así que caminaban, el ruido era semejante al de un gran gentío, o como el ruido de un ejército, y así que paraban, plegaban sus alas.
  21. Porque salía una voz de sobre el firmamento que estaba encima de sus cabezas, cuando ellos se paraban y plegaban sus alas.
  22. Y había sobre el firmamento que estaba encima de sus cabezas como un trono de piedra de zafiro, y sobre aquella especie de trono había la figura como de un personaje.
  23. Y yo vi como una especie de bronce resplandeciente de fuego dentro de él; y alrededor de su cintura hasta arriba, y desde la cintura abajo vi como un fuego que resplandecía alrededor.
  24. Cual aparece el arco iris cuando se halla en una nube en día lluviosotal era el aspecto del resplandor que se veía alrededor.

 

Una “mirada tecnológica”      

Como bien sabemos, fue Erich von Däniken el primero en proponer – en su libro Chariots of the Gods? – la idea de echarle una “mirada tecnológica” al relato del profeta bíblico, y considerar así la posibilidad de estar ante la descripción de una nave espacial de algún tipo. Y también sabemos que fueron muchos conspicuos miembros de la comunidad científica los que se ocuparon muy pronto de ridiculizar esa idea en un tono parecido al empleado por la Academia de Ciencias de Francia cuando, hace unos 200 años, publicó una amonestadora declaración en la que afirmaba: “En nuestra era ilustrada, existe todavía gente tan supersticiosa que cree que las piedras pueden caer del cielo.” Las mismas “piedras” que hoy conocemos como meteoritos…dicho sea de paso.

Entre esas voces críticas se escuchó bien alto y claro la de Donald H. Menzel,  un muy respetado astrónomo de la Universidad de Harvard, quien dio su propia interpretación de lo acontecido basándose en un complejo fenómeno meteorológico conocido como parahelio(formado por la luz solar que se refracta a través de los cristales de hielo de las nubes), cosa que a su juicio habría hecho del profeta la perfecta víctima de una ilusión óptica. Cuestión ésta de la que nos ocuparemos más adelante.

La interpretación técnica de un ingeniero de la NASA

 

Al igual que varios de sus colegas, también el ingeniero aeronáutico Joseph Blumrich se había echado a reír cuando escuchó hablar acerca de la posibilidad de que Ezequiel hubiese descrito una nave espacial.

Habiendo participado en la construcción del Saturno V – el cohete que llevó a los astronautas a la Luna – y dueño de una medalla al mérito por servicios especiales concedida por la NASA, Blumrich tenía ganada ya la autoridad suficiente para analizar el tema a fondo. Y lo primero que se le ocurrió, claro, fue que nada de lo que von Däniken decía en su libro resistiría el menor examen. ¡Cómo podría! ¡La sola idea era absurda!…

Pero finalmente los indicios sumados, o más bien la estricta objetividad científica que Blumrich puso de manifiesto para animarse a interpretarlos de otro modo, operaron un cambio radical en su opinión inicial, permitiéndole reconocer más temprano que tarde el prejuicio que había motivado su primera risa. Y fue así que este experimentado ingeniero de la NASA acabó encarando una exhaustiva investigación del testimonio de primera mano que aparece en el milenario texto bíblico, que volcó luego – con gran cantidad de detalles técnicos y diagramas incluidos – en su libro The Spaceships of Ezequiel, donde los supuestos “delirios místicos” de un hombre cabal y detallista como Ezequiel (así reconocido al menos por los teólogos) fueron traducidos por fin al lenguaje tecnológico de nuestros días, dando por resultado la descripción técnica de una nave espacial con un cuerpo cónico, un conjunto de cuatro trenes de aterrizaje con paletas de helicóptero y ruedas y un prolongado etcétera de mecanismos complicados.

 

 

Menzel y el parahelio

Pero no todo el mundo puede, como Blumrich hizo,  darse cuenta de que entre los “caballos de hierro” de los indios americanos (que no eran otra cosa que simples locomotoras) y esa “semejanza de la gloria de Dios” de la que hablaba el profeta no hay, en substancia, mucha diferencia…más allá de la avanzada tecnología entre una y otra, claro está. Y tal vez sea así porque eso requiere una honestidad y libertad intelectual poco común. Una auténtica investigación objetiva implica, entre otras cosas, comprender que, como bien señaló el mismo Blumrich, “tener una opinión propia es tanto nuestro derecho como nuestro deber”, y que“cuando (esa opinión) no concuerda con el resultado de la investigación, es un deber intelectual rectificarla”.

Claro que esa misma honestidad intelectual nos obliga de igual manera a nosotros a tomar en consideración, muy seriamente, otras opiniones como, por ejemplo, la de Donald H. Menzel, la cual es de punta a punta decididamente contraria a una manifestación de tecnología extraterrestre en todo cuanto nos describe el profeta Ezequiel. Según este prestigioso astrónomo sostiene, un poco de imaginación y un bien alimentado espíritu religioso, combinado con un parahelio completo, que consiste en anillos concéntricos que rodean al Sol, los cuales son atravesados por rayos horizontales y verticales que pueden incluir arcos de luz invertidos sobre el anillo externo formando un “arco iris refulgente”, sería más que suficiente para explicar “naturalmente” lo que vio Ezequiel.

Pero nuestro entendimiento y aceptación de la irreprochable lógica científica de ir desde lo sencillo a lo complejo en toda búsqueda de explicación para un hecho problemático, como es sin duda el que aquí nos ocupa, no nos impide notar lo llamativo que resulta saber que,además de no haber tomado en consideración que el profeta hubo relatado en rigor no uno sino cuatro encuentros semejantes en el transcurso de veinte años, la interpretación de lo acontecido en la que Menzel se basa cae en el mismo error conceptual que la mayoría  tiene en mente sobre lo que en realidad avistó Ezequiel. Y lo que esto implica es muy sencillo: como muchos otros, Menzel partió para su interpretación del supuesto hecho de que el profeta vio “halos”, “círculos de luz” o cosas parecidas a “ruedas” en el cielo, lo cual es del todo incorrecto si nos atenemos a lo que dice el texto. De ahí pues que la opinión del parahelio dada por el astrónomo no es atingente al hecho que pretende explicar y en consecuencia es no válida.

 

Ruedas… “sobre la tierra”

Leamos de nuevo en Ezequiel 1 lo que pone el profeta:

  1. Y mientras estaba yo mirando los seres vivientes, apareció una rueda sobre la tierra, junto a ellos, junto a los cuatro.
  2. las ruedas y la materia de ellas era a la vista como crisólito, y las cuatro eran semejantes, y su forma y estructura eran como de una rueda que está dentro de otra rueda.
  3. Caminaban constantemente por sus cuatro lados, y no se volvían cuando andaban.
  4. Asimismo las ruedas tenían tal circunferencia y altura que causaba espanto el verlas; y toda la circunferencia de todas cuatro estaba llena de ojos por todas partes.
  5. Y caminando los seres vivientes, andaban igualmente también las ruedas junto a ellos; y cuando aquellos seres se levantaban de la tierra, se levantaban también del mismo modo las ruedas con ellos.
  6. A cualquier parte donde iba el espíritu, allá se dirigían también en pos de él las ruedas; porque había en las ruedas espíritu de vida.
  7. Cuando aquellos seres andaban, andaban las ruedas; parábanse, si ellos se paraban; y levantándose ellos de la tierra, se levantaban también las ruedas en pos de ellos; porque había en las ruedas espíritu de vida.

 

Permítaseme aquí insistir con esto: Ezequiel no vio “anillos concéntricos”, “halos” ni nada por el estilo en el cielo, que es donde se produce cualquier parahelio, sino que,como claramente dice en el texto, mientras él miraba a los “seres vivientes”…”apareció una rueda sobre la tierra…” “cuando aquellos seres se levantaban de la tierrase levantaban también del mismo modo las ruedas con ellos”.

 

Otros detalles significativos

Si bien los primeros estudios sobre este fenómeno atmosférico – el parahelio, o “falso sol” como también se lo llama – fueron llevados a cabo por los investigadores alemanes J. M. Pernter y F. M. Exner a comienzos del siglo XX, el mismo es desconocido aún hoy por la mayoría de las personas (de hecho, según el mismo Dr. Donald Menzel pudo averiguar, sólo uno de cada cinco pilotos comerciales y militares sabe de qué se trata un parahelio). Y por supuesto, en un muy alegre dos más dos – según Menzel – , eso nada más convertiría a Ezequiel en “presa fácil” de este magnífico espectáculo del cielo que tiene lugar en las puestas o salidas del sol invernal, especialmente en los muy fríos amaneceres; un fenómeno que es por demás habitual en la Antártida y el Ártico tal y como se ve en esta ilustrativa foto tomada por meteorólogos que integran la dotación de la Base Antártica Belgrano II de Argentina:

Sin embargo, curiosamente, fue el mismo Ezequiel el que primero hizo referencia a un fenómeno atmosférico para describir lo mejor que pudo aquello que vio al señalar: “Cual aparece el arco iris cuando se halla en una nube en día lluvioso, tal era el aspecto del resplandor que se veía alrededor.” (Ez 1,28) Lo cual bien puede entenderse como un intento racional (analítico) por parte del profeta que buscaba explicar de algún modo lo que tenía frente a sus ojos repasando en su cabeza, de conformidad con su mejor saber y entender, las muchas manifestaciones de la Naturaleza que se daban en el cielo. Y aunque, por supuesto, sea lícito suponer que un parahelio le sería desconocido, no parece admisible endilgarle ignorancia supina para distinguir lo que está “arriba” (en el cielo) de lo que está “abajo” (en el suelo) Y las ruedas, sea dicho una vez más, aparecieron ¡“sobre la tierra”!

Pero hay además un detalle para nada menor y que hace sin duda una gran diferencia: si bien la presencia de cristales de hielo en las nubes puede dar lugar a la aparición del halo (o halos) que según Menzel habría visto Ezequiel,  es sabido también que no todas la nubes con cristales de hielo producen halos. Y la razón es sólo una: más allá del tamaño y forma de tales cristales de hielo, estos deben tener una orientación definida y en consecuencia una  cierta transparencia de la nube, para lo cual es indispensable la ausencia de turbulencia atmosférica.

Leamos ahora de nuevo a Ezequiel, sólo para refrescarnos la memoria:

“Y miré, y he aquí que venía del norte un torbellino de viento, y una gran nube, y una masa de fuego, y un resplandor alrededor de ella; y en su centro, esto es, en medio del fuego, una imagen como de bronce.” (Ezequiel 1,4)

Por consiguiente, la pregunta obligada es sencilla: ¿Acaso esa descripción del torbellino de viento que venía del norte, o bien la gran nube fulgente, da la impresión de la necesaria ausencia de turbulencia atmosférica para la formación del parahelio en la que se basa la hipótesis de Donald Menzel?

En realidad lo que tal relato parece evocar es más bien una especie de nave, digamos una cápsula espacial o algo parecido, aproximándose y descendiendo lentamente, envuelta por una turbulenta nube de vapores y polvo…Nada que sea extraño a nuestro entendimiento desde el 20 de julio de 1969, cuando el Hombre llegó a la Luna. (¡El “águila” ha aterrizado!)

Por lo demás, y siendo como ya se ha dicho que las “ruedas” aparecieron en el suelo y no el cielo, no debemos pasar por alto, tampoco, que Ezequiel da cuenta, también, de significativos sonidos, voces, y presencias y contactos físico de y con diversos personajes…

He aquí algunos pasajes elegidos al azar:

  • “Y oía yo el ruido de las alas como ruido de muchas aguas, como trueno del excelso Dios; así que caminaban, el ruido era semejante al de un gran gentío, o como el ruido de un ejército, y así que paraban, plegaban sus alas.” – Ez 1, 24.

  • Y había sobre el firmamento que estaba encima de sus cabezas como un trono de piedra de zafiro, y sobre aquella especie de trono había la figura como de un personaje.”  – Ez 1,26.

 “Esta visión era una semejanza de la gloria de Dios. Cuando la vi, postréme sobre mi rostro,y oí la voz de uno que me hablaba, y me dijo” – Ez 2,1

“Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, la cual tenía un libro arrollado, y lo abrió delante de mí…” – Ez 2, 9

 

En resumen: se ha dicho de Ezequiel que fue seguramente el más lógico y razonador de todos los profetas, sin un corazón emotivo como el de Jeremías y alejado de un poeta al estilo de Isaías. Y eso se refleja en la cruda claridad de su obra. Su testimonio ha requerido no sólo la extraordinaria capacidad para sobreponerse a la sorpresa de un encuentro impensado – taninesperado como inimaginable – sino además un poder descriptivo inusual como para lograr transmitir la “imagen” de algo nunca antes visto por él y para lo cual, por consiguiente, no pudo encontrar mejores palabras en el vocabulario de su época. En este marco, pensar pues que su atestación del encuentro con un portento  tecnológico de otro mundo debería ser, para nosotros ahora, tan inequívoco como el informe de un experimentado ingeniero de la NASA es un despropósito tan grande como suponer que un hombre cultivado como él no pudiera hablar de una simple rueda sin sonar como un loco de atar…poniendo “una rueda dentro de otra rueda” y agregando que éstas “estaban llenas de ojos por todas partes”…

“Como una rueda que está dentro de otra rueda… llena de ojos por todas partes.”

 

Por el contrario, lo más probable es que precisamente porque Ezequiel conocía a la perfección lo que era una rueda y cómo funcionaba ésta en la práctica, le llamó tanto la atención las grandes diferencias que había visto en las del “carro celestial”. Y para que no quedaran dudas, él insistió en mencionarlas en varias ocasiones.

Desde luego, no abusaremos aquí de citas innecesarias que el lector puede bien consultar en el libro original del profeta; de modo que lo que sigue es sólo a guisa de ejemplo:

Ezequiel 1, 16-19:

  • las ruedas y la materia de ellas era a la vista como crisólito, y las cuatro eran semejantes, y su forma y estructura eran como de una rueda que está dentro de otra rueda.
  • Caminaban constantemente por sus cuatro lados, y no se volvían cuando andaban.
  • Asimismo las ruedas tenían tal circunferencia y altura que causaba espanto el verlas; y toda la circunferencia de todas cuatro estaba llena de ojos por todas partes.
  • Y caminando los seres vivientes, andaban igualmente también las ruedas junto a ellos; y cuando aquellos seres se levantaban de la tierra, se levantaban también del mismo modo las ruedas con ellos.

 

Ezequiel 10, 9-13:

  • Y miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, una rueda junto a cada querubín, y las ruedas parecían como de piedra de crisólito.
  • Y todas cuatro eran al parecer de una misma forma: como si una rueda estuviese dentro de otra.
  • Y así que andaban, se movían por los cuatro lados; ni se volvían a otra parte mientras andaban, sino que hacia donde se dirigía aquella que estaba delante, seguían también las demás, sin mudar de rumbo.
  • Y todo el cuerpo, espaldas, manos, alas y los cercos de las cuatro ruedas estaban en todo su rededor llenos de ojos.

En buena medida, la correcta interpretación del diseño y función de estas extrañas ruedas no ha sido algo sencillo de entender para la mayoría de los lectores. Y tampoco para algunos autores, hay que decirlo. Sin embargo, tan pronto la explicación es comprendida se tiene una justa idea de un mecanismo que no es demasiado complicado ni alejado por completo de lo que nuestra tecnología actual puede concebir, como veremos más adelante.

Pero, dejemos que sea ahora el ingeniero Joseph Blumrich (Ezequiel vio una nave extraterrestre. Editorial ATE, 1979, España) quien nos hable al respecto:

“Las ruedas permiten un movimiento rodante en todas direcciones, sin que por ello necesiten virar. Esta complicada condición será realizable de la manera más sorprendentemente sencilla.”

 

“Representémonos la llanta de un neumático de automóvil (ver abajo figura A sobre  esquema de movimiento multidireccional). Va rodando de la manera conocida, en dirección de la flecha 1. Pero cuando la giramos sobre sí misma (como se muestra por la flecha 2), entonces ha de moverse a lo largo de la flecha 3, en ángulo recto a su dirección acostumbrada. Mediante una apropiada combinación en ambas direcciones de rotación, la cámara rodará a lo largo de cualquier dirección deseada. Con ello está solucionado en principio el problema. En la figura(B) se muestra el más sencillo diseño resultante de la aplicación de este principio. Vemos el “neumático” dividido en un número de segmentos en forma de toneletes conectados por radios al cubo de la rueda. Las dos direcciones de rodaje resultan, por una parte por la rotación de la rueda en torno a su cubo, y por la otra por la rotación de los segmentos en torno a sus propios ejes.”

                

 

                            Figura A                                                                 

Figura B

¿Pero dónde encajan en esta descripción los reiteradamente mencionados “ojos” que según Ezequiel tenían por todas partes las ruedas? Blumrich también nos lo explica:

“En la figura (B) se muestran los segmentos en forma de toneletes, como teniendo una superficie lisa, lo que daría por resultado un mínimo de fricción entre rueda y suelo. Para aumentar la fricción, o la resistencia al deslizamiento, la superficie necesita un perfilado. Sin embargo, la resistencia al deslizamiento es necesaria en dos direcciones: en el plano de la rueda y perpendicular al plano. Los perfilados de superficie, como los empleados en los tractores pesados o en las auto-orugas no serían servibles, puesto que ellos sólo transmiten la fuerza propulsora en el plano de la rueda. La solución más sencilla y efectiva al par, son cortas piezas troncoides, a manera de las “apisonadoras”, nombre con que se las conoce desde la construcción de carreteras, y repartidas sobre la superficie de los segmentos de la rueda.” (…)

“Las cortas protuberancias troncoides deben ser algo cónicas, como semi-retirados ojos de caracol. Para facilitar la penetración en el suelo, pueden ser huecas, en cuyo caso tendrían oscuras aberturas en sus extremos libres. Contempladas a cierta distancia, esas oscuras aberturas podrían ser justificadamente comparadas a “ojos”.”

Rueda multidireccional – Patente de invención N° 3.789.947

Vemos pues que la “rueda multidireccional de Ezequiel” cuenta con una mecánica básicamente sencilla de entender aun por el profano en cuestiones técnicas, y que no sólo es realizable sino que ha resultado lo suficientemente funcional y novedosa como para que el Registro de Patentes de los Estados Unidos aceptara definitivamente su invención, otorgándole (en 1974) al ingeniero J. F. Blumrich su aprobación bajo el número de registro 3.789.947. Lo que convierte a éste en ¡el primer invento industrial inspirado en los dichos de un hombre que vivió hace unos dos mil seiscientos años!

¡Bien por Ezequiel! ¡Bien por Blumrich!

¿La “rueda de Ezequiel” en un antiguo dibujo chino?

 

De igual manera que a menudo encontramos en los más antiguos mitos y leyendas de los cinco continentes referencias que parecen apuntar a la pretérita existencia de portentos tecnológicos vinculados a la presencia de dioses y/o seres sobrenaturales, la larga memoria de China recuerda muy bien a héroes que surcaban  las nubes montados en “dragones celestiales” o en fabulosos “pájaros del cielo” , o, más precisamente hablando, sobre “carros voladores” como por ejemplo cuentan los cronistas del pasado acerca del legendario pueblo Chi-Kung: ”Los  Chi-Kung son un pueblo ingenioso. Saben muchas cosas que les son desconocidas a otros pueblos. En grandes carros viajan surcando los aires. Cuando gobernaba el mundo el emperador T ‘ang, un viento del oeste llevó a los carros voladores a Yuchow, donde aterrizaron. T ‘ang desmontó los carros, ocultándolos en almacenes, pues el pueblo creía demasiado fácilmente en cosas sobrenaturales, y el emperador no quiso inquietar a sus súbditos. Los visitantes se quedaron diez años, volvieron luego a montar sus carros, los cargaron con los regalos de honor del emperador, y se fueron volando con un fuerte viento del este…”

Claro que estos sorprendentes relatos, y sus reiteradas variantes, se hacen todavía más significativos a medida que nos retrotraemos hasta los albores de esta rica civilización  y nos enteramos que, de acuerdo con el manuscrito Tchi , China fue gobernada durante 18.000 años por una raza de soberanos divinos que, conocidos como los “Hijos del Cielo” (título que luego ostentaron los emperadores por considerárseles descendientes directos de éstos), habrían llegado a la Tierra para fundar el Imperio. Asimismo, se dice que por entonces los ascensos y descensos entre el Cielo y la Tierra eran cosa de todos los días; al punto que, en el Shu-Chian, o Libro de los Testimonios, se hace mención de que la tierra parecía abrirse y que todo se desmoronaba cada vez que el emperador ascendía. Eso duró hasta que, como se revela en el texto Shoo-King,  un rey de la divina dinastía  llamado Chang-Ty “observó que su gente había perdido los principios  de la virtud; por tanto ordenó (…) cortar toda comunicación entre Cielo y Tierra. Desde entonces no hubo ascensos ni descensos”. Lo cual nos hace evocar las disputas entre los Elohim del Antiguo Testamento y por consiguiente nos lleva a señalar, en un todo de acuerdo con W. Raymond Drake (Dioses y Hombres del Espacio, Ediciones Roca, México, 1979), que evidentemente:”Hay marcados paralelismos entre las creencias religiosas y mitológicas de los chinos y las registradas en las escrituras hebreas…”Y ello, decididamente, llama la atención más allá de la mera casualidad si tenemos en cuenta que, como bien agrega Drake: “Los “Depositarios chinos”, un trabajo de inmensa sabiduría, hace mención de una era de virtud y felicidad: un jardín con un árbol dador de manzanas de la inmortalidad, custodiado por una serpiente alada (un dragón). Prosigue: la caída del hombre, el comienzo del deseo y la guerra… una gran inundación, dioses-hombres nacidos de vírgenes, mesianismo, veneración de una virgen-madre, trinidades, monaquismo…, predicación, oradores, caos primigenio, paraíso….”

En este contexto pues, no parece descabellado hacer un juicio comparativo entre los datos aportados por Ezequiel acerca de la estructura de la rueda por él vista y una muy antigua ilustración china del 1.700 a.C. que representa el “carro volador” del pueblo Chi-Kung, antes mencionado.

 

Vale aclarar que esta hipótesis de trabajo presentada ahora por mí, es decir, asociar la “rueda de Ezequiel” con la “rueda del carro celestial de los Chi-Kung”, se basa en una llamativa coincidencia de aspecto que bien podría estar relacionada con la función multidireccional del invento patentado por el ingeniero J. F. Blumrich. Ello significa que puede ser no concluyente, pero sí válida al mismo tiempo. Examinemos por lo tanto, en detalle, las imágenes que siguen:

                          Imagen A                                                                               Imagen B

 La figura A muestra el ingenio patentado por Blumrich, con los segmentos de la rueda en forma de toneletes (el porqué de tales segmentos fue explicado arriba). La figura B muestrasimilares segmentos, además de ciertas “protuberancias” parecidas a las “cortas piezas troncoides” que Blumrich menciona como necesarias para lograr la resistencia al deslizamiento en dos direcciones y que “podrían ser justificadamente comparadas – por Ezequiel – a “ojos”.”

¿Casualidad? Quizá… ¿Coincidencia? ¡A la vista está…!

A veces caen “piedras del cielo”… y se le meten a uno en el zapato

 

Desde luego, lo dicho hasta aquí no es ninguna prueba definitiva de un paleocontacto con visitantes exóticos. En todo caso, diremos que lo que se plantea, sí, es una duda muy razonable.  Pero más allá de eso y de las muchas veces infundadas negativas de los acérrimos críticos de la hipótesis del antiguo astronauta (que no quieren ver, ni escuchar ni hablar al respecto… ¡nunca!), nadie intelectualmente honesto puede soslayar ni por un momento la importancia de estar frente a un problema de considerable atención como es el de las “fuentes de inspiración”. Y no estaría de más si alguno quisiera admitir de paso que ese problema y la hipótesis de las paleovisitas van a veces de la mano…

Las declaraciones admonitorias, con apelación a la autoridad, son en ocasiones (las más de la veces) simples falacias…sino pura cháchara.  De hecho, hemos comprobado con el tiempo que, en efecto, y contrariamente a lo que decían hace 200 años los eruditos de la Academia de Ciencias de Francia, sí “caen piedras del cielo”. Pero es lamentable que hoy en día otros eruditos sigan caminando en fila india dentro del claustro académico, intentando disimular sus tropiezos al andar, cuando estas otras “piedras que supuestamente no existen” se les meten encima en el zapato… ¡ay!

 

 

 

SHANGRI-LA O SHAMBALLA, EL PARAISO PERDIDO DE LOS MAESTROS ESPIRITUALES

Ayer vimos la desesperanza, transmitida ante las espectativas de la otra facción de estraterrestres, (los otros), espiritualistas, pero conservadores de la tradición del castigo divino, del miedo.

¿Pero qué es lo que quieren exactamente?, una posible respuesta a esta pregunta la podremos encontrar, analizando las culturas que han contentado sus espectativas durante miles de años en nuestro planeta.

Veamos como actuaban en Oriente:

Entre los antiguos mitos budistas figura un paraíso perdido, conocido como Chang Shambhala, la fuente de la sabiduría eterna donde vivían seres inmortales en armonía perfecta con la naturaleza y el universo. En la India, oculto entre los Himalayas, se llama Kalapa, mientras que la tradición china lo ubica en los montes Kun Lun. Asimismo, en la antigua Rusia se hablaba de la legendaria Bielovodye, la Tierra de las Aguas Blancas, donde vivían santos ermitaños de inmensa sabiduría. James Hilton, en su novela Horizontes Perdidos, recreó el mito y lo llamó Shangri-La.

El Hinduismo, el Shamanismo y el Budismo, todos ellos conservan tradiciones que postulan a Shamballa como la fuente misma de su religión. Por miles de años se han escuchado relatos acerca de algún lugar más allá del Tibet, entre los majestuosos picos y apartados valles del Asia central, que persiste como un paraíso inaccesible, un oasis de sabiduría universal y paz, llamado Shamballa.

H. P. Blavatsky fue la primer ocultista occidental que escribió sobre la existencia de aquel santuario del Asia Central, al que llamó mítica Shamballah. Dijo que era una ciudad etérica en el Desierto de Gobi que servía de cuartel invisible a los Mahatmas, la Gran Fraternidad de Maestros Espirituales que trabajan detrás de la escena, guiando y protegiendo a la humanidad.

También sabemos que, en los años treinta, Nicholas Roerich, el artista e instructor espiritual ruso, pasó muchos años en expedición por aquella parte del globo, en busca de Shamballa y su Sabiduría. Por las mismas fechas, también se conocía a Shamballa por el nombre de Shangri-la, así mencionada por James Hilton en Horizontes Perdidos (1933). Tanto en la novela, como en el film que le siguió, esta tierra fue retratada como un centro de felicidad, propósito y eterna juventud.


EL SHANGRI-LA DE JAMES HILTON

Como esos espejismos que en el desierto siempre están unos pasos delante pero el viajero sediento nunca alcanza, Shangri-La es un mundo escondido al cual parece imposible acceder. La antigua creencia budista dice así: Para llegar, no es preciso contar con un mapa o guías avezados, sólo es necesario estar preparado íntimamente. Entonces, lo inefable aparecerá ante la vista en todo su esplendor. ¿Es Shangri-La el paraíso perdido donde habitan hombres perfectos, la Kalapa de los hindúes? ¿Es el valle oculto de Kun Lun donde, según los chinos, viven seres inmortales? ¿Es la Tierra de las Aguas Blancas, la Bielovodye rusa, aquella de los santos ermitaños de gran sabiduría? ¿O es Chang Shambhala, el lugar sagrado de los budistas donde se encuentra la fuente de la eterna sabiduría? Es todos y no es ninguno. Como los espejismos, está y no está. Sólo espera al peregrino de corazón límpido y espíritu abierto para ofrendarle sus misterios.

En su novela Horizontes Perdidos, el escritor inglés James Hilton construyó un mundo ideal, al que llamó Shangri-La (un nombre de su invención convertido al poco tiempo en sinónimo de lugar edénico). Estaba poblado por un grupo de elegidos provenientes de distintas partes del mundo y eran gobernados por un Dalai Lama muy especial: el misionero católico Francois Perrault, de la orden de los Capuchinos, que había arribado al Tíbet en 1734 y seguía vivo hacia 1930, fecha en que transcurre la mayor parte de la novela. Hugh Conway, joven cónsul inglés en la India, llega con otros tres británicos hasta este oculto valle tibetano después de un accidentado viaje en avión.

Cuando Conway vio Shangri-La, se enfrentó con una extraña y casi irreal aparición: un grupo de coloridos pabellones se agrupaban en la ladera de la montaña. Era soberbio y exquisito. Una contenida emoción llevaba la mirada desde los leves techos azules hasta la tremenda mole gris de la roca. Más allá, lo rodeaban los picos y pendientes nevados del Karakal.

En el antiguo monasterio budista, Conway y sus compañeros de viaje encuentran un lugar donde la reducida comunidad de lamas intenta conservar los tesoros de la civilización, amenazados por la violencia de una época en que el hombre, al regocijarse con la técnica del homicidio derramará una rabia tan ardiente sobre el mundo que toda cosa preciosa estará en peligro. El mundo que acababa de salir de la Primera Guerra Mundial y advertía la cercanía de nuevas tragedias que se trasluce en las páginas de Horizontes Perdidos, donde el idílico universo tibetano que construye Hilton no es una promesa de futuro, un rescate del pasado ideal, del paraíso perdido por la civilización de la máquina.

Cuando Hilton ubicó a su mítica Shangri-La en el Tíbet, los lectores occidentales de su novela fueron fascinados por ese mundo misterioso que desde antiguo había atrapado el interés de misiones y expedicionarios. Desde los principios del siglo XVI, los jesuitas intentaron llegar a esas altas mesetas cercanas del Himalaya donde se creía existía una antigua comunidad de primitivos cristianos.

Cuando finalmente el padre Antonio de Andrade logró atravesar mil obstáculos y acceder al prohibido reino de Guge, se encontró con los lamas, monjes budistas de muy extrañas y crueles costumbres: entre ellas, el asesinato deliberado de numerosos campesinos elegidos al azar, ceremonia que se cumplía una vez por año y mediante la cual los muertos alcanzaban la eterna felicidad. Asimismo, sorprendió a los misioneros europeos el hábito de los lamas de adornar sus vestidos con huesos humanos. A lo largo de los siglos siguientes, los jesuitas enviaron numerosas misiones al Tíbet para ser finalmente reemplazados, según orden papal, por la orden de los Capuchinos.

A principios del siglo XX, la escritora francesa Alexandra David-Néel, gran conocedora de la religión budista, recorrió caminos escarpados y enfrentó lluvia, barro, nieve, granizo y la hostilidad de tibetanos, chinos e ingleses hasta llegar a las lamaserías. Libros suyos como Magia y misterio en el Tíbet contribuyeron a alimentar en Occidente la imagen legendaria de un país inaccesible y misterioso. A través de sus obras se difundió la capacidad de los monjes tibetanos para entrar en profundos trances, levitar y dominar las sensaciones corporales, como también la creencia de que podían predecir el porvenir, virtudes que Hilton atribuye a los lamas de Shangri-La.

En uno de sus relatos, David-Néel describe cómo un lama se eleva en el aire en forma que parecía sobrenatural: Pude ver su rostro impasible, perfectamente tranquilo, con los ojos abiertos y la mirada fija en algún lugar muy elevado. El hombre no corría, parecía elevarse del suelo y avanzaba a saltos. Sus pasos tenían la regularidad de un péndulo.


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Entre los antiguos mitos budistas figura un paraíso perdido, conocido como Chang Shambhala, la fuente de la sabiduría eterna donde vivían seres inmortales en armonía perfecta con la naturaleza y el universo. En la India, ese lugar maravilloso perdido en el Himalaya se llama Kalapa, mientras la tradición china lo ubica en los montes Kun Lun. Asimismo, en la antigua Rusia -donde no había llegado la creencia budista pero se alimentaba de leyendas orientales llevadas allí por las invasiones tártaras- se hablaba de la legendaria Bielovodye, la Tierra de las Aguas Blancas, donde vivían santos ermitaños de inmensa sabiduría.

La existencia de túneles bajo el palacio de Potala en Lhasa se entreteje con otro mito tibetano cultivado por escritores europeos. En su novela Shambhala, el espiritista ruso Nikolai Roerich habla de Agharti (deformación de Agharta, nombre del paraíso subterráneo budista) como del lugar donde estaba Chang Shambhala, sede del rey del mundo. Según Roerich, Agharti estaba relacionado con todos los continentes por medio de pasadizos secretos.

Shangri-La es tan enigmático y evasivo como el mismo Tíbet, donde lo ubicó el novelista James Hilton. En el valle de la Luna Azul está el mítico reino intemporal de hombres sapientes y longevos. Un lugar en donde se contempla la salida del Sol mientras que los hombres del mundo exterior sólo oyen la alarma del reloj que los reclama para sus urgentes obligaciones.


LA LEYENDA DE SHAMBALA**

Shambala no existe en el mundo físico. Existe en un realismo místico donde uno estudia con el maestro espiritual, quien se ha desarrollado del plano físico Tierra. Es un lugar donde uno puede aprender tales conocimientos del espíritu, con la unidad del universo. He visitado Shambala y he estudiado con estos maestros en su visión remota. Me parecen Orientales. Siempre parecen estar ocupados en sus estudios.

Shambala, conocido como el Reino Oculto, es conocido en el Tibet como una comunidad donde seres perfectos y semiperfectos viven y están guiando la evolución del ser humano. Shambala es considerado la fuente del Kalachakra, que es la mayor y mas esotérica rama del misticismo Tibetano.

El buda predico las enseñanzas del Kalachakra a un conjunto de hombre Santos en el sur de la India. Mas tarde, las enseñanzas permanecieron ocultas durante 1000 años hasta que un escolar hindú fue en busca de Shambala y se inicio en las enseñanzas de un hombre Santo que conoció a lo largo del camino.

El Kalachakra permanecio en la India hasta que emprendió su camino al Tibet en el 1026. desde entonces el concepto de Shambala ha sido ampliamente conocido en el Tibet, y los tibetanos han estado estudiando el kalachakra durante los últimos 900 años, aprendiendo su ciencia, practicando su meditación y usando su sistema de astrología para guiar sus vidas. Como un Tibetano ha preguntado ¿como pudo Shambala ser la fuente de algo que ha afectado a tantas áreas de la vida Tibetana durante tanto tiempo y aun no existe?

Los textos religiosos Tibetanos describen la naturaleza física del terreno místico con detalle. Se pensaba que parecía como un loto de 8 pétalos porque esta hecho de 8 regiones, cada una rodeada por un anillo de montañas. En el centro del anillo mas interno esta Kalapa la capital, y el palacio Kingos, que esta compuesto de oro, diamantes, coral y gemas preciosas. La capital esta rodeada de montañas hechas de hielo, que lucen con una luz cristalina.

La tecnología de Shambala se supone altamente avanzada; el palacio contiene claraboyas especiales hechas de lentes que sirven como telescopios de alta potencia para estudiar la vida extraterrestre, y durante cientos de años los habitantes de Shambala han estado usando coches y aviones que circulan a través de un sistema de túneles subterráneos. De camino a la luz, los habitantes de Shambala adquieren tales potenciales de clarividencia, la habilidad de moverse a grandes velocidades y la habilidad de materializarse y desaparecer

Señales extrañas en el área donde parece ser Shambala, aportan la evidencia de su existencia. Los Tibetanos creen que el terreno esta guardado por seres con poderes sobrehumanos. A principios de los años 1900, un articulo en un periódico hindú, el Statesman, hablo de un comandante Británico que acampando en el Himalaya vio un hombre muy alto, vestido de claro, con pelo largo.

Aparentemente, sintiéndose observado, el hombre salto en la ladera vertical y desapareció. Para asombro del comandante, los Tibetanos con quienes estaba acampado, no mostraron sorpresa con esta historia; explicaron al comandante que había visto uno de los hombres que cuidan de la tierra sagrada.

Un relato mas detallado de estos guardianes de nieve fue dado por Alexandra David-Neel, una exploradora que estuvo 14 años en el Tibet. Mientras viajaba a través del Himalaya vio a un hombre moviéndose con una extraordinaria velocidad y lo describió como sigue: Pude ver claramente su cara impasiva perfectamente en calma y grandes ojos abiertos con su mirada fija en un objeto distante invisible, situado en algún lugar en el espacio, el hombre no corrió, parecía vivir el mismo del suelo, procedía a saltos. Parecía como si hubiese sido dotado de la elasticidad de una pelota y rebotaba cada vez que sus pies tocaban el suelo: Sus pasos tenían la regularidad de un péndulo.

Mientras que la gente (especialmente los lamas Tibetanos) han estado buscando Shambala durante siglos, aquellos que vieron el reino a menudo nunca volvieron, porque han encontrado el país oculto y han permanecido allí o porque han sido destruidos en el intento. Los textos Tibetanos conteniendo lo que parecen sus hechos históricos acerca de Shambala, tales como los nombres y fechas de sus reyes y registros de los acontecimientos correspondientes, ocurridos en el mundo exterior, dieron a los Tibetanos la razón adicional para creer que el reino existe.


shangrila cecilia todd.04 05.mandala kalachakra

Los recientes acontecimientos que parecen corresponder a las predicciones del reino mítico, añaden fuerza a su creencia. La desintegración del Budismo en el Tibet y el crecimiento del materialismo en el mundo, emparejado con las guerras y disturbios del siglo XX, todos se ajustan a la profecía de Shambala

Leyenda

Shambala es el lugar donde el Rey Sucandra, que vino del Norte de Kashmir, aporto y desarrollo la practica de Kalachakra, después de haber recibido su poder y enseñanza en Dhanyakataka. Shambala solo puede ser recibido respetuosamente por seres con mente pura y contactos Karmicos.

Profecía de Shambala

La profecía de Shambala establece que cada uno de sus reyes reinaran durante 100 años, habrá 32, y cuando pase su reinado las condiciones en el mundo exterior se deterioraran, los hombres se volverán mas bélicos y perseguirán el poder para su propio bien y una ideología de materialismo se extenderá en la tierra.

Cuando los bárbaros, quienes siguen esta ideología estén unidos bajo un rey perverso y crean que no hay nada mas por conquistar, los místicos surgirán para revelar las montañas de hielo de Shambala. Los bárbaros atacaran Shambala con una armada enorme, equipadas con armas terribles.

Entonces el 32º Rey de Shambala, Rudra Cakrin inducirá a un extraño contra los invasores. En una ultima gran batalla, el rey perverso y sus seguidores serán destruidos. El Buda profetizo que todos los que recibieron el poder de Kalachakra volverían a renacer en su mandala.

Kalachakra Mandalla-Rueda del Tiempo

El exterior significa relaciones con el universo y todas las ciencias tradicionales tales como la astronomía, astrología, matemáticas, medicina… El interior significa relaciones con el cuerpo humano, su estructura interna y energías sutiles, cuyo desarrollo se debe al yoga y tantras. El significado del secreto se refiere al ciclo completo del estudio y practica de la meditación tantrica sobre Kalachakra y sus mandalas.

El Kalachakra Tantra es visto como la esencia y el corazón de Vajrayana. El primer rey de Shambala, Sucandra, una emanación de Vajrayana, recurrió a Buda Sakyamuni para dar lecciones acerca de Kalachakra. En el día de la luna llena del tercer mes, en la estepa de Dhanyakataka, en el sur de la India, antes de una reunión de innumerables Budas bodhisattvas, Dakas, Dakinis, Dioses, magos y yakshas, el Buda se manifestó en forma de Kalachakra, trasmitió el completo poder y dio enseñanzas sobre este tantra, que pertenece a la clase mas profunda del tantra.

A lo que parece, tambíen en Oriente anunciaron la llegada de la civilización de la máquina. Dijeron que atacaría las entrañas del paraiso oriental, pero que al final serían derrotados.

La misma historia que en el apocalipsis de La Biblia.

Ya se pueden dar prisa:

http://noticias.lainformacion.com/mundo/china-cree-que-hay-que-reformar-la-politica-para-preservar-la-economia_b73WuRR9G7bnJtelamJhB7/

El estado del mundo oriental y su filosofia es lamentable.

Ahora sabemos, que los otros, demandan una vida entregada al sacrificio, para vencer al cuerpo y fortalecer el espíritu.

Sabemos que el individuo no es importante sinó la colectividad. Me llama la atención que los campesinos sacrificados en oriente se convierten en los mediadores de occidente.

La serie KungFu de la antigua televisión, podría ser, quizás el paradigma de lo que solicitan estos seres para nuestra vida.

Nosotros no somos nadie, debemos sólo obedecer, ser sacrificados si cabe, y ganar la máxima sabiduria.

Justos lo contrario que con ellos, educación cada vez peor, y ensalzamiento del yo personal para que el egoismo que conlleva destruya la vida espiritual de renuncia. El neoliberalismo dice que no hay que renunciar a nada y que hay que conseguir todo lo que se pueda sin reparar en los medios a utilizar.


a practica y dio la trasmisión de todo el ciclo a los habitantes del Reino de Shambala.

ORÍGEN DE LA SABIDURÍA CHINA

La cultura china se adelantó en varios milenios a los demás imperios de la antigüedad. Sus orígenes son todo un misterio y es considerado como uno de los grandes enigmas que presenta la historia de las civilizaciones. Fue un Imperio, el Celeste, que surgió de pronto, lleno de perfección, sin aparente relación con las épocas precedentes.
Cuatro mil años antes de nuestra era los médicos chinos ya conocían las funciones de los distintos órganos de nuestro cuerpo, practicaban la cirugía y conocían la circulación de la sangre (este último concepto no se conoció en Europa hasta 1546, gracias a Miguel Servet) y que esta depende del bombeo cardíaco. Además, dominaban la astronomía, la aleación de algunos metales y manejaban con bastante soltura los fundamentos de la química.

ANTECEDENTES

En las llanuras centrales de China, en torno a la fecundidad del gran Río Amarillo, se han encontrado evidencias de una precoz civilización firmemente establecida ya en la etapa neolítica. El excedente de alimento generado por sus agricultores permitió el mantenimiento de una casta de sacerdotes, intelectuales y artistas que pondrían las bases de los posteriores imperios chinos.

GRANDES INVENTORES

Casi todos los inventos que han permitido el desarrollo de la cultura occidental, tal como los concebimos hoy, eran conocidos en China muchos siglos antes que en Europa.
En el siglo VI a.C. los chinos practicaban el cultivo en surcos y la eliminación de las malas hierbas, lo que les permitió mantener una agricultura floreciente. Este mismo sistema no se desarrolló en occidente hasta el siglo XVIII de nuestra era..
En el IV a.C. ya se empleaba uno de sus inventos más famosos, la brújula. No llegaría a Europa hasta el siglo XIV.
En el II a.C. se había generalizado el uso del papel para la higiene personal, en la industria de la laca y como envoltorio, antes que para escribir.
En el I a.C. comenzaron a perforar la tierra para obtener gas natural, llegando a instalar sofisticados sistemas de plataformas, torres y conducciones para canalizarlo. Con el gas obtenido producían luz y calor, que eran aprovechados por todos los habitantes de las zonas cercanas a donde estaban situados esos pozos. Estos métodos no se aplicaron en Europa hasta 1841.
En el VII d.C. crearon el reloj mecánico, un sistema por el que una rueda giraba a la misma velocidad que la Tierra de una forma mas o menos continua. A partir de aquí, los chinos construyeron relojes astronómicos que indicaban el movimiento del Sol, la Luna y los Planetas.

 

LA MEDICINA

La eficacia de métodos como la acupuntura, conocida por los chinos desde hace al menos 6.000 años, radica en la existencia de canales por donde circula el chi, la energía que se manifiesta en el Universo y en todos los seres vivos. El desequilibrio entre la energía yin (lunar, femenina, húmeda y fría) y el yang (solar, masculina, seca y cálida) produce las enfermedades, que se curan pinchando en esos puntos y redistribuyendo esa energía. Este concepto del chi se encuentra en la base de toda la medicina china, al igual que en todas sus concepciones religiosas, filosóficas e incluso científicas.
Se adelantaron en más de dos mil años a la bioquímica moderna, sabían aislar las hormonas sexuales y pituitarias de la orina humana, fabricando medicamentos para tratar enfermedades del sistema endocrino. Igualmente conocían las carencias vitamínicas, y curaban diabetes y bocios…

UN ERARIO ESPIRITUAL

Son incontables las parcelas en la que los chinos han destacado como pioneros: cartografía, artes, geología, transporte, física, agricultura, ingeniería, medicina, tecnología doméstica e industrial…Pero lo verdaderamente misterioso de esta portentosa sabiduría, que asombra todavía hoy a Occidente, es que procedía, según la tradición china, del paraíso perdido de P’eng Lai, una isla que fue sepultada por las aguas. Los libros sagrados hablan de un lugar paradisíaco situado en la cima de una montaña de esta isla, en los Mares Orientales, es decir en el Pacífico. De allí, según cuentan, llegaron unos sabios, los “Hijos del Cielo”, que podían surcar los aires con mágicas naves voladoras y que dominaban las energías de los truenos y los relámpagos, y que les harían partícipes de sus conocimientos.
Los primeros mapas elaborados por los chinos estuvieron destinados a representar esta isla, cuyos contornos se grabaron asimismo en relieve sobre incensarios y vasijas. Enviaron varias expediciones para tratar de localizar ese paraíso perdido, pero todas regresaron sin poder dar noticias ni de su ubicación ni de los supuestos habitantes que allí moraban. No obstante, los chinos nunca perdieron la memoria de sus orígenes y por eso se dieron a sí mismos el calificativo de “Hijos del Cielo”.
Lógicamente cuando atendemos a este mito no podemos dejar de pensar en Mu, una legendaria isla-continente que habría existido en el pacífico hasta hace unos diez mil años. O en Lemuria, otra tierra de semejantes características que la tradición ubica en el Índico. Sus habitantes, según la memoria que de aquello ha quedado, habrían alcanzado un elevado nivel de desarrollo. Sin embargo, ambas se habrían colapsado como consecuencia de una gran catástrofe geológica que produjo su súbito hundimiento.
Lógicamente, hoy por hoy, es muy difícil demostrar que cualquiera de ellas pudiera ser ese mítico País del Sur. Sin embargo, recientemente se han encontrado los restos de dos ciudades sumergidas en las costas asiáticas. Fueron tragadas por las aguas hace, al menos, cinco mil años. Quizá fueran antiquísimas y desarrolladas civilizaciones que antes de quedar sumergidas bajo las aguas, se constituyeron en ese perdido eslabón que explicaría por qué esos avances técnicos de los chinos aparecieron de forma tan repentina y sorprendente.