La lucha contra el coronavirus ha abierto la polémica sobre si es necesario que las autoridades sigan nuestros movimientos para intentar frenar la expansión de la pandemia. La cuarentena es la opción principal, pero los distintos países además están apostando por herramientas de control basadas en los datos de localización de los smartphones para asegurar que se está cumpliendo. Un mecanismo que está ayudando a combatir la transmisión del virus pero también ha provocado que organizaciones en defensa de las libertades digitales como EFF alerten de sus riesgos. Una dicotomía entre salud y privacidad que, junto con la economía, es uno de los grandes debates secundarios de esta pandemia.
Más allá de China y sus agresivas medidas, países como Corea del Sur, Singapur o Israel han implementado completos sistemas de vigilancia a través de los smartphones de los ciudadanos para intentar tener un mejor control sobre las zonas de contagio y quienes entran en contacto con otros infectados. Estas son las aplicaciones oficiales y las herramientas digitales que están aplicando los distintos países para frenar con éxito el COVID-19.