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Los motivos ocultos detrás de la Reserva Federal
Un Análisis Confirma que los Químicos en los Alimentos Son Más Dañinos al Combinarse
Por el Dr. Mercola
Las personas en Estados Unidos gastan el 90 por ciento de su presupuesto para alimentos en productos procesados, los cuales contienen una amplia variedad de aditivos, conservadores, colores y potenciadores de sabor artificiales.
Más de 10,000 aditivos están permitidos en los alimentos, si consideramos aquellos añadidos directamente a los alimentos, así como los que se encuentran en el empaque – como bisfenol-A (BPA), bisfenol-S (BPS) y ftalatos – los cuales pueden llegar a los alimentos.
El hecho de que su salud pueda verse perjudicada como consecuencia de este ataque químico no debería sorprendernos. Después de todo, el cuerpo no es una máquina diseñada para funcionar con químicos sintéticos.
Se utilizan aditivos en el procesado de alimentos para disminuir la velocidad de su deterioro, evitar que las grasas y aceites se hagan rancios, evitar que la fruta se oxide y para fortificar o enriquecer los alimentos con vitaminas y minerales sintéticos, para reemplazar los naturales que se pierden en el procesamiento.
También se añaden para mejorar el sabor, la textura y la apariencia, ya que muchos alimentos procesados serían tan insípidos y desabridos como el cartón, sin la ayuda de químicos artificiales.
El Análisis de Seguridad Es Extremadamente Insuficiente
A pesar de su uso generalizado, muchos aditivos de alimentos tienen perfiles de seguridad bastante dudosos, o no los tienen en absoluto, ya que sólo un pequeño porcentaje de ellos ha sido analizado adecuadamente.
Muchas personas no se dan cuenta de que no se requiere automáticamente que los aditivos en los alimentos obtengan una aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés)1,2,3 antes de salir al mercado. Algunos artículos que caen bajo la denominación «generalmente reconocidos como seguros» (GRAS, por sus siglas en inglés) están exentos completamente del proceso de aprobación.
Una compañía puede simplemente contratar a una persona de la misma industria para que evalúe el químico y si determina que satisface los estándares federales de seguridad, puede ser considerado GRAS, sin la participación de la FDA. No se necesita una evaluación objetiva de un tercero independiente.
Como reporta el Washington Post:4
“La FDA dijo que a pesar de que las leyes permiten a los fabricantes de alimentos hacer sus propias determinaciones de seguridad, la agencia ‘anima a las compañías a consultar con ella al desarrollar nuevos ingredientes’. Básicamente, la FDA dijo: los fabricantes ‘son responsables de asegurar que sus productos alimenticios sean seguros y vayan conforme a la ley’”.
Cuando Se Usan Combinados, Se Amplifican los Peligros de los Aditivos de los Alimentos
El poco análisis de riesgos que se realiza, generalmente se hace con los químicos aislados y, las investigaciones recientes sugieren que cuando se consumen varios aditivos combinados, sus efectos en la salud podrían ser más serios de lo que se imaginó previamente.
Un análisis reciente5 realizado por el National Food Institute en la Universidad Técnica de Dinamarca encontró que incluso pequeñas cantidades de químicos pueden amplificar mutuamente sus efectos adversos al ser combinados.
Como reportó el instituto:
“Un proyecto de investigación de cuatro años recientemente completado sobre el efecto coctel en los alimentos… ha establecido que cuando dos o más químicos están juntos, a menudo tienen un efecto acumulativo.
Esto significa que los efectos coctel pueden predecirse en base a la información de un solo químico, pero también que pequeñas cantidades de químicos pueden tener efectos significativamente negativos al estar juntos.
‘Nuestra investigación mostró que ciertamente, cuando se trata de la exposición a los químicos, de poquito en poquito se llena el cantarito. En adelante, este conocimiento tiene un profundo impacto en la forma en la que deberíamos analizar los riesgos de los químicos a los que estamos expuestos a través de los alimentos que consumimos’, dice Anne Marie Vinggaard, profesora del National Food Institute”.
El Grupo del Trabajo Ambiental Solicita Que Se Prohíba el Propil Parabeno
El propil parabeno es un interruptor endócrino químico utilizado como conservador de alimentos. Se encuentra en cerca de 50 marcas de productos alimenticios6 en Estados Unidos, como tortillas, muffins, pasteles y colorantes de alimentos.
La Unión Europea (EU) eliminó al propil parabeno de su lista de aditivos seguros para alimentos en el 2006, debido a sus riesgos potenciales para la salud.
Mientras tanto, investigaciones anteriores han mostrado que el 91 por ciento de las personas en Estados Unidos tienen propil parabeno en la orina y, los análisis7 realizados a bebidas, productos lácteos, carne y vegetales vendidos en Estados Unidos encontraron este químico en cerca de la mitad de todas las muestras.
El propil parabeno tiene actividad estrogénica débil, lo cual es relevante en cuanto a los cánceres sensibles al estrógeno, como el cáncer de seno. También se ha mostrado que perjudica la fertilidad de las mujeres y reduce el conteo de esperma y los niveles de testosterona.8
El Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) ha lanzado una campaña a través de los medios sociales y una petición dirigida a eliminar este químico del suministro de alimentos de Estados Unidos. De acuerdo con Johanna Congleton, científica principal en el EWG:9
“A pesar de la creciente evidencia que indica que el propil parabeno interrumpe el sistema endócrino, la FDA no ha actuado para eliminar su uso en los alimentos o para reevaluar su seguridad.
En el 2002, investigadores en el Tokyo Metropolitan Institute of Public Health descubrieron que el propil parabeno, en las cantidades consideradas seguras para el consumo humano en alimentos por la FDA, e incluso en cantidades más bajas, disminuye el conteo de esperma en las ratas jóvenes».
Evitar los Aditivos alimentarios es Particularmente Importante para los Niños
Los aditivos pueden ser particularmente peligrosos para los niños pequeños. Esto es definitivamente cierto en cuanto a los disruptores endócrinos químicos, como el propil parabeno, el cual ha demostrado alterar la señalización de las hormonas y la manifestación de los genes. Cuando la exposición ocurre durante momentos críticos del desarrollo, antes o después del parto, ésta puede afectar el desarrollo del sistema reproductivo, neurológico e inmunológico del niño, y esto puede tener efectos de largo alcance durante su vida.
El propil parabeno ciertamente no es el único aditivo disruptor endócrino que se debe enfrentar. Un análisis realizado en 200910 publicado en la revista Chemical Research inToxicology encontró durante su investigación 31 aditivos que potencialmente imitan al estrógeno, como el propil galato, utilizado para evitar que se descompongan las grasas y aceites y el 4-hexilresorcinol, usado para evitar la decoloración de los camarones y otros moluscos.
El Benzoato de Sodio Ha Sido Relacionado con la Hiperactividad y las Dificultades del Comportamiento
Otro estudio11 acerca de los aditivos en los alimentos que vale la pena mencionar, fue publicado en The Lancet en 2007. Este estudio aleatorio, a doble ciego, controlado con placebos concluyó que una variedad de colorantes que se encuentran comúnmente en los alimentos y el conservador benzoato de sodio, puede ocasionar que algunos niños se vuelvan más hiperactivos y distraídos de forma medible.
El bezoato de sodio (E211) es mayormente usado en los alimentos ácidos, como aderezos para ensalada, sodas, jugos de frutas, vegetales en escabeche y otros condimentos. Los resultados de este estudio motivaron a la British Food Standards Agency (FSA) a enviar un aviso inmediato a los padres de familia, en el que les advertía que limitaran el consumo de aditivos de sus niños si notaban algún efecto en su comportamiento.
Sin embargo, Estados Unidos no la imitó. Las peores respuestas de comportamiento se pudieron observar en un estudio donde se comparó a niños de tres años con otros de mayor edad. Pero incluso dentro de cada grupo, algunos de los niños respondieron de manera muy intensa y otros no respondieron en lo absoluto, lo cual indica que hay diferencias individuales en cuanto a la tolerancia al ataque de los aditivos artificiales. Una teoría dice que los aditivos podrían desencadenar la liberación de histaminas en ciertas personas.
Otros 10 Aditivos Alimentarios Que Hay Que Evitar
Existen miles de aditivos alimentarios y, desde mi perspectiva, es mejor evitarlos todos lo más posible, sin importar si se ha señalado que generan algún efecto o no, ya que claramente no tienen ningún valor nutricional y pueden acarrear grandes riesgos a largo plazo. La forma más fácil de evitarlos es cocinar los alimentos desde cero, utilizando ingredientes enteros e idealmente orgánicos.
Dicho esto, si no está dispuesto a hacerlo, al menos considere leer las etiquetas de los alimentos para evitar algunos de los peligros mejor conocidos. Las investigaciones han relacionado a los siguientes aditivos de los alimentos a una variedad de problemas de salud diferentes y, muchos han sido prohibidos en otros países aparte de Estados Unidos.
El Nitrito de sodio se añade a la carne, como la de salchichas y embutidos para que conserven el color. Sin embargo, al entrar en contacto con el calor, los nitritos se combinan con las aminas de la carne procesada para formar nitrosaminas, que son cancerígenas. Un análisis del 2007 encontró que consumir tan sólo una salchicha al día puede aumentar significativamente el riesgo a padecer cáncer intestinal. Colores artificiales. Nueve de los colorantes de alimentos aprobados actualmente para su uso en Estados Unidos están relacionados con problemas de salud, desde cáncer e hiperactividad hasta reacciones parecidas a la alergia.12 El Potasio de bromuro es un disruptor endócrino químico comúnmente utilizado en la harina (harina bromada). Estudios lo han relacionado al daño de los riñones y del sistema nervioso, problemas de la tiroides, cáncer y malestar gastrointestinal. La International Agency for Research on Cancer clasifica al potasio de bromuro como un posible cancerígeno. El potasio de bromuro está prohibido para su uso en alimentos en Canadá, China y la Unión Europea (EU). El Butilato de hidroxitolueno (BHT) es químicamente similar al BHA y ambos conservadores a menudo se utilizan en conjunto. Mientras que el BHT no ha sido considerado un cancerígeno, como el BHA, sí ha sido relacionado al desarrollo de tumores en animales. También ha sido relacionado a efectos del desarrollo y cambios de la tiroides en los estudios con animales, lo que sugiere que podría ser un disruptor endócrino químico. El Butilato de hidroxianisol (BHA) es un conservador que afecta al sistema neurológico en el cerebro y puede alterar el comportamiento. De acuerdo con el Department of Health and Human Services de Estados Unidos, el BHA “es un cancerígeno humano lógicamente anticipado», y está en la lista de los cancerígenos conocidos bajo la propuesta 65 de California. El BHA también podría desencadenar reacciones alérgicas e hiperactividad. Está prohibido el uso del BHA en alimentos en algunas partes de la EU y en Japón. Los Fosfatos se añaden a más de 20,000 productos, como comida rápida, productos horneados y carne procesada. Los fosfatos se han relacionado a condiciones mortales como las enfermedades cardiacas. El European Food Safety Authority actualmente reevalúa la adición de fosfatos a los alimentos, pero no se esperan los resultados de su estudio sino hasta finales del 2018. El Propil galato está relacionado con los tumores, como algunos tumores raros, en ratas. El Diacetil es un saborizante artificial frecuentemente utilizado para hacer el sabor a mantequilla, maple, fresa y frambuesa. Las investigaciones muestran que el diacetil podría tener efectos dañinos en la salud del cerebro y podría desencadenar Alzheimer. La frase “sabores naturales y artificiales” podría significar que hay un aditivo artificial, o que podría haber una mezcla de cientos de aditivos. Algunos sabores naturales incluso contienen propilenglicol, un solvente, o el conservador BHA. Los potenciadores transgénicos de sabor también pueden añadirse ya sea a la lista de sabores artificiales o a la de sabores naturales en la etiqueta. Una excepción son los sabores naturales certificados orgánicos, los cuales deben satisfacer varias reglas estrictas y no contienen ingredientes sintéticos ni transgénicos. Aditivos de aluminio. El fosfato sódico de aluminio y muchos otros aditivos de aluminio se encuentran en los alimentos procesados como estabilizadores. Este metal puede acumularse y persistir en el cuerpo, especialmente en los huesos y, los estudios en animales muestran que el aluminio puede ocasionar efectos neurológicos, como cambios en el comportamiento, aprendizaje y respuesta motora. También podría existir una relación entre el Alzheimer y otros trastornos neurodegenerativos y la exposición al aluminio.
Evitar los Alimentos Procesados Le Ayudará a Esquivar Muchos Peligros Para la Salud
La industria alimentaria ha alterado nuestra alimentación de forma dramática y, estos cambios afectan directamente el peso y la salud general. Una gran parte de estos problemas está enraizada en el proceso utilizado para fabricar los alimentos, ya que el procesamiento destruye nutrientes valiosos. También elimina mucho del sabor original de los alimentos y, para corregir estas deficiencias, se añaden nutrientes, sabores y colores sintéticos, así como otros aditivos.
También es importante tomar en cuenta que si consume alimentos pasteurizados e irradiados, su alimentación será estéril y muy probablemente alterará su flora intestinal, lo que permitirá que microorganismos potencialmente patogénicos tomen el control. Esto a su vez, puede tener una amplia variedad de consecuencias para la salud.
Muchos de estos químicos añadidos pueden causar estragos metabólicos, ya que el cuerpo no sabe qué hacer con ellos. Otro factor que hace que los alimentos procesados sean la antítesis de una alimentación saludable es el uso excesivo de azúcar refinada o de fructuosa procesada del maíz. Prácticamente, todos los alimentos procesados contienen azúcar añadida – incluso las fórmulas infantiles y los alimentos comerciales para bebé.
En un sondeo del 2009 de más de 100 alimentos para bebés y niños pequeños, ¡se encontraron muestras que contenían hasta 29 por ciento de azúcar! Otras contuvieron grasas trans, las cuales se han relacionado a las enfermedades cardiacas y, probablemente pierdan su estatus GRAS debido a los daños a la salud validados científicamente. La mayoría de los alimentos procesados también están cargados con transgénicos y glifosato, el cual diezmará las bacterias de su intestino, así como la salud de su «segundo cerebro».
Una de las mejores inversiones que podría hacer es comprar un buen libro de cocina y preparar sus alimentos desde cero, con ingredientes orgánicos y enteros. Después de todo, si no se está saludable, nada más importa. Para una guía paso a paso para tomar decisiones alimentarias más sensatas para usted y su familia, vea mi Plan de Nutrición.
Recuerde, una alimentación a base de productos procesados prepara el terreno para la obesidad y una infinidad de problemas de salud crónicos. De hecho, muchas de las principales enfermedades que afligen a los Estados Unidos están relacionadas a la alimentación, como las enfermedades cardiacas, la diabetes y el cáncer. La respuesta a estos problemas de salud no reside en una pastilla, sino en lo que se consume cada día.