Archivo por días: mayo 24, 2016

¿CÓMO EL ALMA ELIGE A SUS FUTUROS PADRES PARA REENCARNAR?

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Los individuos que esperan su momento para reencarnar, no están como en una ventana viendo lo que sucede en el plano físico.

Cuando la pareja en el acto sexual entra en fusión, genera una intensa elevación de energía cuya vibración va a situarse y abrirse en una de las esferas ubicadas en los planos sutiles. Cada esfera está habitada por diferentes grupos de entidades. La esfera con la que se conecta la pareja corresponde al nivel de su desarrollo para procrear, a la energía que han sabido liberar, a la manera como han vivido esa energía, a todo lo que son espiritualmente, hereditariamente y que corresponde a todo lo que pueden proponer como padres, raza, nación, etc.

Todo esto constituye lo que ellos pueden ofrecer como destino para esa entidad. Es por esa razón que las esferas viajan. En un período de tiempo X en la tierra, la esfera que estaba designada para los nacimientos, las entidades que la habitan habiendo obtenido suficientes encarnaciones, la esfera se desplaza y sede el lugar para otras esferas con otras entidades.
Es por eso que se dice que cíclicamente los iniciados de tal país, o que los atlantes, o que los iniciados egipcios, o que los iniciados celtas regresan en encarnación; o al contrario que las órdenes malévolas de tal o tal grupo regresan en encarnación.
Esto es porque cada individuo, cada alma pertenece a una vibración, pertenece a una esfera de entidades y esas esferas tienen derecho a la encarnación en horas muy precisas. En momentos que corresponden a sus desarrollos espirituales o la necesidad de su encarnación para efectuar algo en el planeta. Por lo tanto, siempre hay una gran correspondencia entre el mundo espiritual y el mundo físico.
Entonces, cuando ese gran túnel de vibración se ha elevado y abierto en la esfera que corresponde a las entidades que deben encarnar en ese momento, el factor preponderante que determina la entidad es la similitud de las vibraciones. Lo que aportan los padres como destino, karma, educación, devenir social, etc. Y no porque reconoce a sus antiguos padres o amigos de una otra vida.
Los vínculos karmicos no son jamás lazos afectivos y es por eso que pueden estar casados con personas que son nuevas en vuestro desarrollo cósmico. Si quisieran en cada reencarnación encontrarse con el mismo marido o la misma esposa, no habría evolución y no habría diversidad porque el alma, desde la perspectiva de su reino, no tiene relación afectiva con lo manifestado (el mundo físico). El alma tiene una relación de necesidad y una relación de voluntad. Lo que es justo se vuelve su voluntad, lo que es necesario se vuelve su voluntad y el amor es para todo el mundo y no solo para las personas que ha previamente conocido. El amor es para todos.

Esto quiere decir que el alma no tiene ningún problema con casarse con tal o tal ser, porque ella tiene amor para todo el mundo. En cambio, la psicología que se generará a partir de la encarnación, independientemente de la disposición tomada por el alma y su universalidad, va a seleccionar sus potenciales parejas: “Este si me gusta, este no”. Todo eso pertenece al juego del plano físico y no al juego del alma.
Así que cuando el alma en su esfera vio que destino podría obtener encarnándose en tal o tal hogar envía su acuerdo. De la misma manera que la energía subió a ella para suscitarla, el alma también envía su energía para dar su consentimiento, para que el embrión pueda formarse, porque si no el embrión no podrá formarse y es cuando se dice que la pareja es estéril.
Es cierto que en algunos casos, realmente hay un problema a nivel de los órganos, pero en muchos casos de infertilidad es simplemente porque la vibración no encuentra ningún eco favorable en las esferas. En esos casos, la mujer y el hombre deben sobre todo trabajar en ellos mismos. No es que sus órganos sean estériles, sino que el destino que proponen no interesa a ninguna alma.

Ellos tienen que repensar algunas ideas, ciertas posesiones, los instintos o cuál es su razón de querer tener un niño, porque si hay una cosa que las entidades rechazan totalmente es la de encarnar solamente porque mamá y papá quieren absolutamente tener un bebé. Eso es algo que no les agrada para nada a las entidades. Mucha gente quiere un bebé como el niño quiere el juguete del vecino, porque es algo que puede divertirles. Ahora bien considerar la procreación como una diversión tiene muy mala recepción para las almas.

(Maestro Pastor, 08-11-87)

Nota: Lo que Pastor llama “esferas” ubicadas en los planos sutiles donde viven las almas humanas entre dos reencarnaciones, la Teosofía y el Budismo las llaman “Lokas” que en sanskrito significa regiones o moradas. Existen tres grandes regiones sutiles: Kama-Loka, Rupa-Loka y Arupa-Loka que se traducirían como la región del deseo, la región de la forma y la región sin forma, cada una teniendo a su vez múltiples sub-regiones.

¿Era Extraterrestre el Dios Cristiano? J. J. BENÍTEZ

http://eruizf.com/martinismo/martinista48.html

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Si difícil nos resulta admitir siquiera la posibilidad de que seres extraterrestres tuvieran una presencia y notable influencia hace miles de años en una cultura y ubicación tan lejanas como las de la antigua civilización maya, cuánto más difícil nos ha de resultar superar todas nuestras ideas preconcebidas, inculcadas en nuestro interior por nuestra educación y cultura.

Quizá podamos admitir que los mayas recibieron la visita de seres extraterrestres a los que veneraron como dioses y de los que recibieron conocimientos y sabiduría durante siglos. ¿Pero qué pasa si son nuestras propias creencias, o las de nuestra cultura, las que se ven medidas por el mismo rasero?

Como adelantamos ya en la introducción de esta serie de artículos, admitir la naturaleza extraterrestre de Dios, definiéndolo como un ser corporal de carne y hueso no tiene por qué afectar a su carácter, virtudes ni naturaleza. Seguiría siendo un ser superior, poseedor de conocimientos y técnicas aún hoy sobrenaturales, y lo que es más importante, poseedor del mensaje y las finalidades que impregnaron sus hechos en el pasado.

Aquel que sea un auténtico creyente no debería preocuparse por la naturaleza última de Dios, sea una nube de vapor, un concepto mitológico derivado de la observación de la naturaleza, un extraterrestre o un espabilado escondido detrás de una piedra y hablando a través de una estatua. Lo importante de una creencia es el mensaje, la finalidad, el objetivo a que conduce, que en el caso del cristianismo es el amor y la paz entre los hombres. Y este mensaje no es en absoluto incompatible con una posible naturaleza extraterrestre de Dios.

El prestigioso autor español J. J. Benítez presenta en varios de sus libros la teoría de que también el dios cristiano tiene un origen extraterrestre.

En sus estudios, el investigador sugiere la posibilidad de que exista una o varias «razas» extraterrestres de un nivel intelectual y tecnológico muy superior al nuestro que desde hace miles de años vienen visitando nuestro planeta e influyendo, lo más discretamente posible, en nuestra evolución intelectual y espiritual.

Estos seres, infinitamente más cercanos que nosotros a la Perfección absoluta habrían estado preocupándose por nosotros desde antes de que el mundo existiera y vendrían tutelándonos para ayudarnos a avanzar por el camino de esa Perfección, aunque siempre respetando la libertad individual y la necesidad, imprescindible en cualquier aprendizaje, de equivocarse para poder encontrar la verdad.

El autor busca sus fuentes tanto en los textos de la Biblia como en los llamados Evangelios Apócrifos, reconocidos por la Iglesia como redactados por un autor sagrado aunque no investidos de la inspiración divina.

Por supuesto que la calificación de un texto como dotado o no de esa inspiración depende únicamente de criterios humanos, los responsables en cada momento de su calificación. De hecho, después de haber sido ocultados y luego perseguidos, la misma Iglesia Católica les reconoce hoy a estos textos un gran valor, especialmente en lo referente al desarrollo de algunos puntos concretos que los Evangelios Canónicos no desarrollan suficientemente.

Idéntica finalidad persigue J. J. Benítez, en especial en lo referente a extender las informaciones que los libros oficiales presentan sobre la concepción y nacimiento de Jesús de Nazaret. Para ello utiliza los Evangelios apócrifos de Santiago, de Mateo, el Libro sobre la Natividad de María, el Evangelio de Pedro y el Armenio y Árabe de la Infancia de Jesús, todos ellos reconocidos por la Iglesia Católica como parte de la Tradición.

 

El Pueblo de Yahvé
¿Era Extraterrestre El Dios Cristiano?

Cuando estos seres extraterrestres asumieron, hace unos 4000 años, la tarea de preparar la llegada de un portador de su mensaje, empezaron por buscar una zona y un pueblo adecuados para la tarea que les esperaba. Se decidieron por una raza nueva habitante entre el Nilo y el Tigris. Esta zona era el foco cultural más importante del planeta, poblado por las, entonces, civilizaciones más avanzadas: Egipto, Babilonia, Nínive y Ur.

En vista de que todos los pueblos estaban influidos ya por diferentes creencias y religiones, fue preciso crear una nueva nación.
«Yahvé dijo a Abraham: Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré.» (Génesis 12, 1-3).

Varios siglos después, la nación judía comprendía a seiscientas mil personas. Todos ellos, y sus rebaños, fueron trasladados por el desierto en lo que ha dado en llamarse el Éxodo.

«E iba Yahvé al frente de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos en el camino y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos…» (Éxodo, 13 21-22).

Los egipcios no dejaron marchar a los judíos fácilmente. Eran unos excelentes esclavos, e hicieron falta varias plagas e incluso una matanza de los primogénitos egipcios para liberar al pueblo. Aún así, después de su partida no tardaron mucho en arrepentirse y salir en su persecución, alcanzándolos junto al Mar de Suf.

«Levantose el Ángel de Yahvé que marchaba al frente del ejército de Israel, y se puso detrás de ellos. Levantose también la columna de nube de delante de ellos y se colocó a la espalda, intercalándose así entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. Era nube y tinieblas (por una parte), y (por la otra) iluminaba la noche, de modo que no pudieron acercarse aquellos a éstos en toda la noche.» (Éxodo 13, 19-20).

Lo que sucedió después, es sobradamente conocido.

Evidencias

 

¿Era Extraterrestre El Dios Cristiano?

Existen aproximadamente doscientas apariciones de ángeles en el Antiguo y Nuevo Testamento. Siempre son jóvenes de gran belleza y de ropas brillantes. Su aspecto, sin embargo, es tan humano que a veces pasan inadvertidos.

«El ángel de Dios se presentó a Joaquín rodeado de un inmenso resplandor…» (Libro sobre la Natividad de María).
«Y sucedió que, al ofrecer Joaquín su sacrificio, juntamente con el perfume de éste y, por decirlo así, con el humo, el ángel se elevó hacia el cielo» (Apócrifo de San Mateo)

Sobre la infancia de María, criada en el Templo de Jerusalén, resultan reveladores algunos fragmentos del Libro sobre la Infancia de María (cap. VII): «Diariamente tenía trato con los ángeles.

Asimismo gozaba todos los días de la visión divina, la cual la inmunizaba contra toda clase de males y la inundaba de bienes sin cuento. «

«(…) Y María permaneció en el templo como una palomica, recibiendo alimento de manos de un ángel.» (Protoevangelio de Santiago, VI)

«Fue enviado por Dios el ángel Gabriel, para que le anunciase la concepción del Señor y para que la pusiera al corriente de la manera y orden como iba a desarrollarse este acontecimiento.

Y así que hubo hasta ella, inundó la estancia donde se encontraba de un fulgor extraordinario (…) La Virgen, que estaba bien acostumbrada a ver rostros angélicos y a quien le era familiar el verse circundada de resplandores celestiales (…)

El ángel, por inspiración divina, vino al encuentro de tales pensamientos…» (Libro sobre la Natividad de María).

Después de terminado el Éxodo, transcurrieron casi 500 años sin producirse apenas apariciones de ángeles, nubes y gloria de Yahvé. Lo que antes era tan cotidiano para este pueblo, desapareció hasta unos quince años antes del nacimiento de Cristo.

 

Influencias

¿Era Extraterrestre El Dios Cristiano?

¿Era Extraterrestre El Dios Cristiano?

 

Primero durante el Éxodo, y después en Jerusalén, los sacerdotes consultaban la voluntad de Yahvé en los lugares que éste mismo había destinado a tal fin.

La Tienda del Encuentro primero y luego el Santo de los Santos en el Templo, era el lugar sobre el que descendía la nube.

«Y cuando Moisés entraba en el Tabernáculo, bajaba la columna de nube y se detenía a la puerta del Tabernáculo, mientras Yahvé hablaba con Moisés.» (Éxodo 33, 9-10)

«En todas sus marchas los hijos de Israel levantaban el campamento cuando la nube se alzaba de encima de la Morada (…)

Porque durante el día estaba sobre la Morada la nube de Yahvé, en la cual durante la noche había fuego, viéndolo toda la casa de Israel en todas sus marchas» (Éxodo 40, 36-38).

El mítico Templo de Jerusalén fue construido también según las órdenes de Yahvé, «Y sucedió que al salir los sacerdotes del Santuario, la nube llenó la Casa de Yahvé; y los sacerdotes no pudieron permanecer allí para ejercer su ministerio, a causa de la nube; pues la gloria de Yahvé llenaba la Casa de Yahvé» (Libro Tercero de los Reyes 8, 10-11) Moisés subió al monte Sinaí, por mandato divino, donde permaneció durante cuarenta días.

«Subió, pues, Moisés al monte, y la nube cubrió el monte. La gloria de Yahvé reposó sobre el monte Sinaí y la nube lo cubrió por seis días.

Al séptimo día llamó Él a Moisés de en medio de la nube. Y parecía la gloria de Yahvé ante los ojos de los hijos de Israel como un fuego devorador sobre la cumbre del monte. Moisés entró en la nube y subió al monte.

Y permaneció Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches» (Éxodo 24, 15-18)Allí, fue minuciosamente aleccionado acerca de cómo construir la Morada y la Tienda del Encuentro, mostrándole incluso planos o modelos.

También fue instruido sobre el descanso sabático, y al marchar le entregó los diez mandamientos «Después de hablar Dios con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del Testimonio; tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.» (Éxodo 31, 18)

Los vestigios que las Santas Escrituras, incluso en sus versiones canónicas, nos han dejado, son innumerables. Basta ojear los libros  del Antiguo Testamento, en especial los primeros, con una mentalidad suficientemente receptiva para encontrar indicios que si bien no demuestran nada, ni tampoco lo pretendemos, pueden en cambio servir para dejar abiertas las puertas a otras posibles concepciones o interpretaciones.

El completo código de conducta que son los diez mandamientos, suficientes para una convivencia perfecta; el tratado sobre la salubridad de los alimentos en aquella época y geografía que se puede consultar en el Levítico; la higiene sexual que supuso el rito de la circuncisión; y sobre todo, la evidencia de que en aquella época la presencia de Yahvé y sus enviados era algo plenamente cotidiano.

Los evangelios apócrifos muestran importantes informaciones acerca de cómo la misma virgen María fue concebida por lo que hoy llamaríamos concepción in Vitro o tal vez inseminación artificial.

De cómo fue criada en el Templo de Jerusalén recibiendo a diario la visita de los ángeles que la alimentaban. Y, en última instancia, de cómo Jesucristo pertenecía a una familia genéticamente escogida y protegida, fue concebido de la misma forma que su madre y vigilado y controlado durante toda su infancia.

En cualquier caso, tal vez sea suficiente para empezar a considerar alternativas razonables.

 

El Nacimiento

 

¿Era Extraterrestre El Dios Cristiano?

¿Era Extraterrestre El Dios Cristiano?

 

«…Y en aquel momento la estrella aquella, que habían visto en el Oriente, volvió de nuevo a guiarles hasta que llegaron a la cueva, y se posó sobre la boca de ésta. Entonces vieron los magos al Niño con su Madre…” (Protoevangelio de Santiago XXI, 3)

Sobradamente conocida es la historia del nacimiento de Jesús de Nazaret.

Al menos, en la versión oficial transmitida tanto por la Iglesia como por la tradición piadosa de los creyentes.

Sin embargo, resulta interesante revisar algunos detalles aportados en su mayoría por diversos evangelios apócrifos, y que si bien no cambian aspectos significativos de dicha historia pueden resultar reveladores en cuanto a la naturaleza de sus artífices.

Camino de Belén, la urgencia del parto los obliga a refugiarse en una cueva «en la que nunca había entrado el sol».

«Más, en el momento mismo en que entró María el recinto se inundó de resplandores y quedó todo refulgente, como si el sol estuviera allí dentro.

Aquella luz divina dejó la cueva como si fuera el mediodía. Y mientras estuvo allí María, el resplandor no faltó ni de día ni de noche.» (Apócrifo de San Mateo)

«Y yo, José, me eché a andar, pero no podía avanzar; y al elevar mis ojos al espacio, me pareció ver como si el aire estuviera estremecido de asombro; y cuando fijé mi vista en el firmamento, lo encontré estático y los pájaros del cielo inmóviles; y al dirigir mi mirada hacia atrás, vi un recipiente en el suelo y unos trabajadores echados en actitud de comer con sus manos en la vasija.

Pero los que simulaban masticar, en realidad no masticaban; y los que parecían estar en actitud de tomar la comida, tampoco la sacaban del plato; y, finalmente, los que parecían introducir los manjares en la boca, no lo hacían, sino que todos tenían sus rostros mirando hacia arriba». (Protoevangelio de Santiago, XVIII)

También había unas ovejas que iban siendo arreadas, pero no daban un paso, sino que estaban paradas, y el pastor levantó su diestra para bastonearlas con el cayado, pero quedó su mano tendida en el aire.

Y al dirigir mi vista hacia la corriente del río, vi cómo unos cabritillos ponían en ella sus hocicos, pero no bebían.
En una palabra, todas las cosas eran en un momento apartadas de su curso normal.» (Protoevangelio de Santiago, XVIII)

«Al llegar al lugar de la gruta, se pararon, y he aquí que ésta estaba sombreada por una nube luminosa. (…)

De repente, la nube empezó a retirarse de la gruta y brilló dentro una luz tan grande que nuestros ojos no podían resistirla.» (Protoevangelio de Santiago, XIX)

«Finalmente, dio a luz un niño, a quien en el momento de nacer rodearon los ángeles…» (Apócrifo de San Mateo)»

«En aquel momento se pararon todas las cosas, silenciosas y atemorizadas (…) Y en cuanto salió la luz, la doncella adoró a Aquel a quien reconoció haber ella misma alumbrado.

El niño lanzaba de sí resplandores, lo mismo que el sol. Estaba limpísimo y era gratísimo a la vista, pues sólo Él apareció como paz que apacigua todo…

Aquella luz se multiplicó y oscureció con su resplandor el fulgor del sol, mientras que esta cueva se vio inundada de una intensa claridad…

Yo, por mi parte, quedé llena de estupor y de admiración y el miedo se apoderó de mí, pues tenía fija mi vista en el intenso resplandor que despedía la luz que había nacido.

Y esta luz fuese poco a poco condensando y tomando la forma de un niño, hasta que apareció un infante, como suelen ser los hombres al nacer.

(…) vi que tenía limpio el cuerpo, sin las manchas con que suelen nacer los hombres, y pensé para mis adentros que a lo mejor habían quedado otros fetos en la matriz de la doncella (…)

Me acerqué luego a la doncella, la toqué, y comprobé que no estaba manchada de sangre.

El mito de Selene (Luna romanos)

http://mitosyleyendascr.com/mitologia-griega/

Selene (Luna romanos)

En la mitología griega, Selene es la personificación de la Luna. Es hija de los titanes Hiperión y Tía, y hermana de Helios, el Sol, y de Eos, la Aurora. Se la representaba como una mujer joven y hermosa, que recorría el cielo en un carruaje de plata tirado por dos caballos.

Se le conocen muchos amores. De Zeus tuvo una hija, Pandia. En Arcadia fue amante del dios Pan, quien le había obsequiado una manada de bueyes blancos.

Sin embargo, su historia más conocida es la que comparte con Endimión, pastor de Caria. Una noche de verano, luego de cuidar sus rebaños, Endimión se refugió en una gruta en el monte Latmos para descansar. La noche era clara, y en el cielo Selene paseaba en su carruaje. La luz de la luna entró en la cueva, y así Selene pudo ver al joven dormido. Desde el momento en que la diosa lo miró se enamoró de él.

Descendió entonces del Cielo, y Endimión fue despertado por el roce de los labios de Selene sobre los suyos. Toda la caverna estaba iluminada por la luz plateada de la Luna. Ante él vió a la diosa brillante, y entre los dos nació una gran pasión.

Selene subió después al Olimpo, y rogó a Zeus que le concediera a su amado la realización de un deseo, y el Señor del Olimpo aceptó. Endimión, luego de meditarlo, pidió el don de la eterna juventud, y poder dormir en un sueño perpetuo, del que sólo despertaría para recibir a Selene. Zeus le concedió su petición.

Desde entonces, Selene visita a su amante dormido en la caverna del monte. De este amor nacieron cincuenta hijas, y en varias versiones también, hijo de Selene y de Endimión fue Naxo, el héroe de la isla de Naxos.

La Vía Láctea

http://www.astromia.com/universo/vialactea.htm

La galaxia de la Vía Láctea es la que contiene el Sistema Solar y, por lo tanto, la Tierra. Forma parte del Grupo Local.

Un camino en el cielo

En noches serenas podemos ver una franja blanca que atraviesa el cielo de lado a lado, con muchas estrellas.

La Vía Láctea

Son sólo una pequeña parte de nuestros vecinos. Entre todos formamos la Vía Láctea, nuestra galaxia. Los romanos la llamaron «Camino de Leche», que es lo que significa via lactea en latín.

La Vía Láctea es nuestra galaxia

El Sistema Solar está en uno de los brazos de la espiral, a unos 28.000 años luz del centro y unos 22.000 del extremo.

La Via Láctea és una galaxia grande, espiral y puede tener unos 300.000 millones de estrellas, entre ellas, el Sol. En total mide unos 100.000 años luz de diámetro y tiene una masa de más de dos billones de veces la del Sol.

El Sistema Solar en la Vía Láctea

Cada 225 millones de años el Sistema Solar completa un giro alrededor del centro de la galaxia. Se mueve a unos 270 km. por segundo.

No podemos ver el brillante centro porque se interponen materiales opacos, polvo cósmico y gases fríos, que no dejan pasar la luz. Se cree que contiene un poderoso agujero negro.

La Vía Láctea tiene forma de lente convexa. El núcleo tiene una zona central de forma elíptica y unos 8.000 años luz de diámetro. Las estrellas del núcleo están más agrupadas que las de los brazos. A su alrededor hay una nube de hidrógeno, algunas estrellas y cúmulos estelares.

La Vía Láctea forma parte del Grupo Local

Junto con las galaxias de Andrómeda (M31) y del Triángulo (M33), las Nubes de Magallanes (satélites de la Vía Láctea), las galaxias M32 y M110 (satélites de Andrómeda), galaxias y nebulosas más pequeñas y otros sistemas menores, forman un grupo vinculado por la gravedad.

El Grupo Local

En total, en el Grupo Local hay unas 40 galaxias que ocupan un área de unos 4 millones de años luz de diámetro.

Todo el gupo orbita alrededor del gran cúmulo de galaxias de Virgo, a unos 50 millones de años luz.