Parte 1-
Parte 2-
Desde hace ya medio siglo gran parte de la arqueología alternativa ha pivotado en torno a dos grandes temas o explicaciones sobre las anomalías o misterios del pasado más remoto: o bien la presencia de una civilización desparecida o bien la presencia de seres inteligentes de otro planeta. Esta última propuesta se afianzó con la llamada «teoría del antiguo astroanuta» según la cual hemos sido visitados desde hace milenios por seres extraterrestres venidos en naves espaciales.
Erich Von Däniken, el autor que más popularizó esta teoría, la sintetizó de esta manera:
«En tiempos prehistóricos y protohistóricos, la Tierra recibió varias veces la visita de unos seres desconocidos del espacio. Esos seres desconocidos crearon la inteligencia humana por medio de una mutación artificial programada. Los extraterrestres ennoblecieron a los homínidos al hacerlos a su imagen y semejanza. Por eso nosotros nos parecemos a ellos, no ellos a nosotros. Las visitas a la Tierra de esos seres desconocidos del cosmos fueron registradas y transmitidas por mediación de las religiones, las mitologías y las leyendas populares.»
Sin embargo, los argumentos de los defensores de esta teoría -basados en representaciones artísticas, mitologías y ooparts- han sido muchas veces meras especulaciones y falacias sin fundamento, y aunque bien es cierto que algunos hechos del pasado siguen sin ser bien explicados por la arqueología académica, existen otras posibles explicaciones que no incluyen necesariamente esta presencia de seres extraterrestres. Otra cosa es que, en efecto, existan seres de otras realidades o dimensiones interactuando con el ser humano a lo largo de la historia, y ésta ha sido una hipótesis seria contemplada por investigadores del mundo de la ufología y también de historiadores alternativos.
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