Hoy en ufopolis vamos a estudiar diferentes casos reales, algunos de ellos hilarantes, de meteoritos que se cuelan en las vidas de diferentes personas y que parece que están sacados de auténticos guiones de películas de Hollywood. Nada más lejos de la realidad.
20 de Julio de 1994. Imagínese que va usted con su coche tan tranquilo oyendo música por la carretera de Andalucía a la altura de Getafe, en Madrid, y ve un resplandor en el cielo. Va tan rápido que apenas puede imaginar su velocidad. Y se acerca, vaya si se acerca, va directamente hacia usted, tanto que se da cuenta de que es un meteorito y va a darle directamente a su coche y lo que es peor, a usted. Esto mismo es lo que le pasó a un hombre llamado José Luis Martín ese mismo día en el que una “piedra” de color negra atravesó su parabrisas fundiendo el cristal, golpeándole y partiéndole un dedo. Es uno de los pocos casos del mundo en el que un meteorito confirmado ha llegado a impactar contra un automóvil en movimiento y es algo increíble.
José Luis Martín con el impacto del meteorito en una de las fotos más curiosas del mundo
Su origen fue datado en primera instancia del cinturón de asteroides que rodea el sol entre los planetas de Marte y Júpiter. Aquello habría realizado un inmenso viaje por el cosmos para acabar empotrado en el asiento de atrás de un BMW. Un suceso estadísticamente tan difícil que trasciende el propio concepto de causalidad o casualidad.
Fotografías de los fragmentos recogidos tras el espectacular accidente.
El señor Martín y su mujer donaron posteriormente el objeto meteorítico al Museo de Ciencias en una escena para recordar. No solo porque era el primer meteorito conocido que cayese en esta zona de España en los últimos cincuenta años si no porque se presentaba allí con una escayola merced a una fractura y a unos ligamentos rotos del dedo meñique. ¿Cómo te has hecho esto? Un meteorito me cayó en el coche. Esa la respuesta.
Asombrosamente, el señor Martín expuso que aunque la velocidad de su coche no era excesiva podría haberse estrellado porque la fuerza de aquel pedrusco desestabilizó el funcionamiento de su coche tras golpear el salpicadero y el volante. Vaya escena. Al supuesto pedrusco espacial de 1,5 kg de pesotodavía le dio tiempo a cargarse el altavoz de la radio, el faro central del indicador de uso de frenos.
El análisis expuso una mezcla de materiales.
Después de realizar un gran número de pruebas y análisis de laboratorio, se certificó que la roca estaba compuesta por silicatos de calcio, óxido de hierro y cobre, una composición química que no correspondía a ninguna roca terrestre conocida. De hecho, parecía tratarse de una mezcla artificial de rocas mezcladas. ¿Qué demonios era aquello y de donde venía? El misterio se acrecentaba no solo por lo inusual del hecho de la caída sobre un coche en marcha, si no por las propias características de la roca. La cosa llegó hasta el punto de que diferentes científicos canadienses y americanos analizaron el bólido caído durante años hasta que de repente en 1999 ocurrió lo que parecía imposible: un segundo meteorito en el kilómetro 11 de la mencionada carretera de Andalucía, es decir, a sólo 6 km de donde cayó el primero. El destino: otro coche, un Lada Niva, concretamente su cristal y su salpicadero. Superando lo imposible…al cuadrado.
El geólogo Jesus Martín Frías presentó en la Sociedad Española de Mineralogía en el año 2004 un informe que exponía que aquello fue poco menos que un acto de vandalismo de alguien que habría tirado una piedra, una escoria. Más que curioso que el ángulo de inclinación en ambos casos sea de 25º respecto a la horizontal. O una mano certera en el lanzamiento de pedruscos kilométricos o una entrada en el mismo ángulo de inclinación de la tierra… en el mismo sitio. El caso quedó en los anales de la ciencia con una duda de si alguien sería tan certero como para repetir el ángulo de inclinación de un lanzamiento con rocas de un kilo y medio de peso.
Esto ocurrió en España en la misma carretera, pero no era la primera vez que pasaba algo así… en un coche. El 9 de octubre de 1992, una chica de 17 años llamada Michelle Knapp de Peeksill, Nueva York conducía a casa con el Chevrolet Malibu de color rojo de su padre cuando notó un gran impacto en la parte del maletero. Iba con un amigo y ambos se salieron para ver qué había pasado.
La protagonista del incidente con el Chevrolet
Se encontraron con la parte de atrás destrozada y descubrieron un meteorito situado en un pequeño cráter que había hecho en la calle. Estaba todavía humeante. Había cruzado el cosmos para romperle el coche a su padre. La roca Peeksill fue avistada durante casi 40 segundos en tres estados diferentes de los Estados Unidos y gracias a diferentes vídeos se pudo calcular la inclinación con la que habría impactado contra la superficie de la tierra, 3,4 grados.
El incidente de Peeksill es uno de los más curiosos ocurridos en el mundo
A día de hoy, este coche descansa en el museo de Historia Natural de Oldenburg, en Alemania en donde existe una exposición dedicada a los meteoritos más raros caídos en el mundo y la roca está justo a su lado con una curiosa marca roja de la pintura del Chevrolet arrancada tras el tremendo golpazo cósmico. La cara del padre de la chica tuvo que ser de película. La foto lo dice todo.
El dueño del coche mostrando el agujero de entrada.
Hay historias de meteoritos que son de lo más curiosas. Por ejemplo, en el años 2013 saltó la noticia de que una familia de Ciudad Real, los Asensio López guardaban desde hacía más de 30 años un meteorito que habría encontrado uno de sus integrantes, Faustino Asensio en un campo de labor y pastoreo de Retuerca de Bullaque.
Pesaba 100 kg y se pensaban que era un artilugio militar así que lo usaron para prensar jamón durante todo este tiempo. Atravesar el espacio para acabar embutiendo jamón serrano. Tiene su gracia. Hace también un par de años, el portal de noticias de msn publicó que un ciudadano bosnio recibió ni más ni menos que seis impactos meteoríticos durante tres años… en la misma casa. Desesperado por las obras, afirmó ser objetivo prácticamente de extraterrestres… que surrealmente dirigirían esas piedras hacia su hogar.
Fuera de elucubraciones desesperadas lo cierto es que la Universidad de Belgrado efectivamente certificó el origen ajeno a la tierra de los bólidos e incluso llegó a comprarle algunos para mitigar el deterioro económico que le estaba produciendo tal bombardeo. El hombre declaró: “la probabilidad de que te impacte un meteorito es tan pequeña que el hecho de que lo hagan seis tiene que ser deliberado”. Y no se crean, se puso manos a la obra en su caso, único en el mundo. En vez de marcharse de allí, reforzó su tejado con vigas. Me seguiréis tirando meteoritos pero mi casa no me la rompéis.
En ocasiones, las rocas superan varios kilos de peso
En abril de 2013, un vecino de Connecticut se encontraba viendo la televisión cuando notó un impacto en su cocina que también resultó ser un meteorito. Atravesó las ventanas y se empotró contra el suelo de la habitación perforando el techo del salón situado en la planta de abajo en una carambola aparentemente imposible.
La roca fue confirmada por la Universidad de Yale, como un meteorito del espacio exterior. Quizá una señal divina para redecorar tu casa. En la historia también nos encontramos sucesos forteanos como el ocurrido el 16 de Junio de 1794 en el que un meteorito le rebanó el sombrero a un niño de la localidad de Siena, en Italia, resultando el mismo ileso.
El 19 de Julio de 1912 en Hoolbrook, Arizona las autoridades constataron la caida de 14000 bólidos en un lapso de tiempo de un minuto que llegaron a impactar en varios edificios. El fin del mundo en un minuto. Varios testigos se salvaron de milagro.
El 13 de agosto de 1930 ocurrió también en Brasil un incidente que fue llamado “El “Evento de Río Curaca” y que tiene similaridades con lo que ocurrió en Tunguska, Siberia a principios de siglo. En aquella mañana, un sonido ensordecedor, como un silbido, comenzó a atronar en el ambiente y el sol se veía “rojo-sangre” antes de la explosión. DIferentes estudios expusieron que la tierra se encontraba dentro de la cola de un pequeño cometa no localizado. Hubo una caída de cenizas finas previa a la explosión, que abarcó la vegetación circundante tiñéndola de un gran manto de color blanco.
El incidente de la Guyana y el del Rio Curaca permanecen en el olvido
Hubo otro misterioso incidente ocurrido el 11 de diciembre de 1935 a las 21:00 horas en la Guyana Británica cerca de la Montaña Marudi. Un informe de Serge A. Korff de la Fundación de Investigación Bartol del Instituto Franklin (Delaware, EE.UU.) sugirió que la región de la devastación podría ser mayor que la involucrada en Tunguska. Diferentes relatos de testigos expusieron el ingreso de un gran meteorito acompañado de un terrible rugido (presumiblemente de efectos electrofónicos), con el cielo iluminado como en pleno día.
Un operador aéreo local, Art Williams, informó haber visto un área de bosque de más de 32 Km. de extensión que habría sido destruida, y luego habría declarado que la jungla afectada era unasuperficie elongada en vez de circular, como ocurrió en Tunguska. Muy poca información llegó a filtrarse de este misterioso acontecimiento.
Quizá muchos de nosotros nos sorprendamos ante lo que podría suponer algo así a nivel de seguros. No trascendió en los casos expuestos, pero en el primero. se ve que el seguro del automóvil del bueno de José Luis Martín efectivamente aceptó hacerse cargo de su reparación aunque la causa del accidente…. fuera aparentemente extraterrestre.
Si os ha gustado el artículo podéis leer también el reportaje que hicimos sobre la luz nocturna de Rusia de este año y podéis ver nuestra investigación sobre lo que ocurrió realmente en el evento de Tunguska. Esperamos que sea de vuestro agrado.
Ufopolis.com 2015
http://www.ufopolis.com/2015/07/extranos-y-curiosos-sucesos-con-meteoritos-en-el-mundo/