«Sucede a veces que encontráis a personas que son hostiles con vosotros y buscáis cómo protegeros. La mejor defensa es encontrar algo en ellas que haga, al menos, que las apreciéis un poco. Si las odiáis, se producen desgarros en vuestra aura y a través de ellos se establece una comunicación con todo lo que hay de negativo en estas personas: de esta manera recibís elementos nocivos que, una vez han entrado en vosotros, empiezan a destruiros.
¿Por qué creéis que Jesús dijo: «Amad a vuestros enemigos»? ¿Por qué quería que fuésemos amables y caritativos con aquellos que nos hacen daño? Porque conocía las grandes leyes de la vida. Sabía que el odio nos hace vulnerables. Para defendernos, debemos entrar en la fortaleza inexpugnable del amor divino. El amor es la mayor protección contra los enemigos. Amar a nuestros enemigos es una de las cosas más difíciles de realizar, pero es la única arma eficaz contra ellos.»
—
www.prosveta.com