Desde las autonomías se muestran preocupados por la falta de medidas desde el ministerio: no aportó una sola propuesta para solventar la situación
Primero fue la estupefacción y después llegó la decepción. El Consejo Interterritorial de Sanidad no dejó conclusiones del agrado de las Comunidades Autónomas después de ver cómo Mónica García pateaba el balón de la falta de sanitarios en verano -muchos profesionales cogen vacaciones- y lo ponía sobre el tejado de las autonomías.
El problema es claro: los residentes de último año, que hasta ahora acababan su formación en mayo, ahora lo harán en septiembre a causa de la pandemia. De este modo, los MIR no podrán ser contratados durante el verano como médicos en sus respectivos centros, ya que seguirán siendo estudiantes. Un problema que se ha parcheado, pero que no supone una solución de futuro.