Entonces, cada vez que estén involucrados en esas actividades, permitan que éstas sean un vehículo que contribuya a su estado de alerta. Estén absolutamente presentes en lo que hacen y sientan la sensación de quietud viva, de alerta dentro de ustedes en el segundo plano de la actividad. Pronto verán que lo que hacen en un estado así de percepción incrementada, en lugar de ser estresante, tedioso o irritante, de hecho se vuelve algo para disfrutar. Para ser más precisos, lo que disfrutan no es realmente la acción externa sino la dimensión interna de la conciencia que fluye hacia la acción. Esto significa encontrar la alegría de Ser en lo que están haciendo.

Si sienten que su vida carece de significado o es muy estresante o tediosa, se debe a que todavía no han llevado esa dimensión a su vida. Ser conscientes de lo que hacen todavía no se ha convertido en su principal objetivo.

La nueva tierra surge a medida que más personas descubren que su propósito principal en la vida es el de traer la luz de la conciencia a este mundo utilizando cualquier cosa que hagan como un vehículo de la conciencia.

La alegría de Ser es la alegría de ser conscientes.

La conciencia despierta se encarga entonces del ego y comienza a guiar su vida. Pueden ver entonces que una actividad en la que han estado involucrados durante mucho tiempo se comienza a expandir naturalmente hacia algo mucho mayor cuando se vuelve empoderada mediante la conciencia. Algunas de esas personas quienes, a través de la acción creativa, enriquecen la vida de muchos otros, simplemente hacen lo que más disfrutan hacer sin querer alcanzar o convertirse en algo a través de esa actividad. Pueden ser músicos, artistas, escritores, científicos, maestros o constructores, o pueden traer a la manifestación nuevas estructuras sociales o de negocios (negocios iluminados). A veces durante unos pocos años la esfera de influencia de ellos se mantiene pequeña; y entonces puede suceder que de pronto o gradualmente fluye una ola de empoderamiento creativo hacia lo que ellos hacen y su actividad se expande más allá de cualquier cosa que pudiesen haber imaginado tocando a muchos otros. En adición al disfrute, se añade ahora una intensidad a lo que ellos hacen y con ello viene una creatividad que va más allá de cualquier cosa que pueda lograr un humano común y corriente.

Pero no dejen que se les vaya a la cabeza, porque allá arriba es donde se puede estar escondiendo un remanente del ego. Ustedes siguen siendo un humano común y corriente. Lo que es extraordinario es lo que se lleva a cabo a través de ustedes en este mundo. Esa esencia que ustedes comparten con todos los seres.

Hafiz, el poeta persa y maestro sufí del siglo catorce expresa esta verdad bellamente: “Yo soy un agujero en una flauta a través del cual penetra el aliento del Cristo. Escuchen esta música”.