El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, ha iniciado una guerra contra algunos comercios abiertos en shabat, el día de descanso judío, en el que según marcan los preceptos religiosos, no se puede trabajar, conducir, encender la luz, ni llevar a cabo diversas acciones.
El shabat es el día de descanso judío. Empieza el viernes por la tarde cuando cae el sol, y dura hasta que el sábado se ven las tres primeras estrellas en el firmamento.
Barkat anunció el mes pasado que los pequeños supermercados del centro de Jerusalén que abrían en shabat no podrían hacerlo a partir de este fin de semana. La medida afecta solo a ocho establecimientos, el resto de los mini-markets de la ciudad que funcionan las 24 horas los siete días de la semana están autorizados a vender en el día de descanso.
La ley israelí determina, desde 1955, que los cafés, restaurantes y cines que lo deseen pueden abrir en shabat, no así los comercios. No obstante, la norma no se aplica y hay numerosos mini-markets abiertos ese día.
Gabriel es propietario de un pequeño supermercado en el centro de Jerusalén que abre 364 días al año. Solo cierra la jornada del Yom Kipur (día de la Expiación), en la que se paraliza todo el país.»Es una decisión selectiva que nos discrimina a unos cuantos, pero hemos presentado un recurso, a ver qué dice la justicia porque esta norma no es normal en el año 2015″, cuenta Gabriel a Sputnik Nóvosti en su establecimiento, situado junto a la transitada y céntrica calle Jaffa, a diez minutos a pie de la Ciudad Vieja.
«Las normas tienen que ser para todos iguales. Los comercios de la parte este (la palestina, ocupada por Israel desde 1967) están abiertos. ¿Se los van a cerrar también?», se pregunta Gabriel.
Este comerciante cree que Barkat «solo busca satisfacer a los religiosos y compensarlos por la apertura de los cines Yes Planet, que funcionan en shabat». La apertura de la multisala provocó protestas de la comunidad ultraortodoxa, que constituye el 25% de la población en Jerusalén.
Diversos concejales del ayuntamiento de Jerusalén han comentado que Barkat ha decidido cerrar los mini-markets para calmar a los concejales ultraortodoxos que apoyan su coalición de gobierno y han amenazado con dejarla.
En el mini-market de Gabriel compran los turistas que en shabat no encuentran nada abierto en la zona. «Estamos en un barrio turístico, con unas 1.500 plazas hoteleras. ¿Cómo vamos a cerrar?», dice Gabriel.
«No entiendo esta decisión del alcalde, no necesita a los ultraortodoxos para seguir gobernando la ciudad. Su política de impulsar el turismo en Jerusalén se contradice con obligar a cerrar estos supermercados donde la mayoría de los clientes en shabat son turistas», opina el rabino Uri Ayalon, del movimiento conservador, que contrariamente a lo que sugiere el nombre, es una de las corrientes más abiertas del judaismo.
«El shabat es el día que tenemos más ingresos de la semana, para nosotros supondrá una gran pérdida que nos obliguen a cerrar», asegura Gabriel, que recibió una notificación para cerrar ayer por la tarde, pero no tuvo que hacerlo porque el caso está en los tribunales, que se pronunciarán el 16 de septiembre. «No pienso cerrar, pagaré la multa que me impongan», dice Gabriel.
Los ultraortodoxos en Jerusalén quieren arremeter también contra el servicio público de alquiler de bicicletas, del que Tel Aviv ya dispone. En shabat no existe transporte público, aunque desde hace cuatro meses, en la Ciudad Santa, además del taxi a precios más altos que el resto de la semana, existe el servicio nocturno del «Shabatbus», que de momento es solo para asociados de una cooperativa.
El shabat amenaza también con poner fin a los partidos de la liga del fútbol israelí que hasta ahora se jugaban en esa jornada. En agosto, el Tribunal Laboral del Distrito de Tel Aviv decretó que los jugadores de Segunda División no tienen la autorización requerida para «trabajar» durante el shabat. El tribunal advirtió que la sentencia también afectaba a la Primera división.
La única solución es que el ministro de Economía autorice a los clubes a trabajar en shabat. Pero el titular del cargo ahora es Arie Deri, del partido ultraortodoxo Shas, contrario a que se trabaje en el día de descanso judío.
La Asociación Israelí de Fútbol (AIF) y el director de la liga, Yoram Bauman, han amenazado con suspender todos los partidos en las distintas categorías si antes del 7 de septiembre Deri no ha firmado los permisos.
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El único día justificado a no trabajar, es el de la Expiación, porque tienen mucho que expiar.