El sistema ruso Zhitel ‘apaga’ drones con solo apretar un botón

En el marco de los ejercicios conjuntos ruso-bielorrusos denominados ‘Escudo de la Unión 2015’, unidades de guerra electrónica rusas han empleado con éxito el sistema Zhitel para ‘apagar’ los drones de sus adversarios.
Según el guion de los ejercicios, las unidades de guerra electrónica del Distrito Militar Occidental ruso recibieron la misión de neutralizar los vehículos aéreos no tripulados de reconocimiento del enemigo virtual. Y lo cumplieron con éxito, informa la cadena rusa Zvezdá.
Para ello el sistema de guerra electrónica Zhitel detectó las frecuencias de control de estos drones e interfirió en su manejo. Y, además, pudo destruir el control de drones enemigos sin interferir en el control de sus propios aviones y vehículos no tripulados.
Este episodio puede parecer de menor importancia en la escala internacional. Además se trata de maniobras cuyo resultado es bastante relativo y condicional, puesto que no se ven tanques ni aviones destruidos… Para ver el verdadero poder destructivo de los sistemas de guerra electrónica rusos hay que recordar los recientes casos de uso real.
¿Cómo es la realidad?
Marzo de2014: los habitantes de Crimea organizan un referéndum para unirse a Rusia. Un MQ-5B, un dron del Ejército estadounidense de producción israelí, está sobrevolando la ciudad (y la base naval rusa) de Sebastopol, para luego transmitir toda la información a la base cerca de la ciudad ucraniana de Kirovograd, donde están sus operadores.
De repente desaparece de las pantallas del radar y se pierde todo el contacto con él… El sistema ruso Avtobaza destruyó la comunicación de este aparato con el operador, para luego tomar el control del dron y hacerlo aterrizar en su territorio.
Un caso similar se registró en 2011, al inicio de la guerra civil en Siria, cuando los militares estadounidenses dieron por derribado por tropas sirias un dron suyo que sobrevolaba el territorio del país árabe. En realidad este dron también había sido saboteado por el sistema Avtobaza, que había sido suministrado a Siria, junto con otras armas rusas, de acuerdo con contratos firmados antes del comienzo de la guerra.
Y una historia aún más convincente en cuanto a los últimos avances de Rusia en el campo de la guerra electrónica se produjo con el destructor estadounidense Donald Cook, que entró en 2014 en el mar Negro con la misión de ‘asustar’ durante la crisis de Ucrania, para lo cual estaba equipado con un novísimo sistema antiaéreo y armado, entre otros, con misiles de crucero Tomahawk.
En realidad, se asustó la tripulación de esta nave. Un destructor, lleno de poderosas armas y sistemas de defensa, de repente se quedó ‘ciego’ al apagarse sus sistemas electrónicos cuando lo sobrevoló una patrulla de bombarderos tácticos rusos Su-24, desarmados pero con sistemas de guerra electrónica Jibiny activados.
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