Sabiduría indígena para salvar bosques Por Isaiah Esipisu*

La comunidad de Olonana Ole Pulei es una tribu de la etnia maasai de Kenia. / Crédito:Isaiah Esipisu/IPS
La comunidad de Olonana Ole Pulei es una tribu de la etnia maasai de Kenia.
 

Crédito: Isaiah Esipisu/IPS

DURBAN, Sudáfrica, 9 dic (IPS) – Para la comunidad laibon, una tribu de la etnia maasai de Kenia, el bosque Loita, de 33.000 hectáreas, es un santuario.

«Nuestros dioses viven aquí. Juntamos hierbas de este lugar. Lo usamos para criar abejas. Por lo tanto forma parte de nuestro medio de vida», dijo Olonana Ole Pulei sobre ese bosque ubicado en la occidental provincia keniata del Valle del Rift.

Ole Pulei estuvo en Durban, Sudáfrica, para representar a su comunidad en la 17 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 17).

Según Nigel Crawhall, del Comité Coordinador de los Pueblos Indígenas de África (IPACC, por sus siglas en inglés), diferentes comunidades africanas poseen increíbles conocimientos indígenas que usan en la conservación de los bosques y la biodiversidad en general, y esto debería reconocerse en las negociaciones climáticas.

Crawhall puso como ejemplo a las comunidades de pigmeos bambuti y batwa, en el oriente de la República Democrática del Congo, que conservan los bosques utilizando métodos tradicionales. Ambos grupos dependen de la biodiversidad animal de los bosques ecuatoriales para sobrevivir.

«Por lo general saben identificar árboles que pueden talarse para crear una apertura única en la bóveda (forestal), lo que permite entrar la luz en los cerrados bosques del Congo. Luego la luz atrae a pájaros e insectos que ellos pueden cazar», dijo Crawhall a IPS.

Esto ayuda a conservar la biodiversidad y, en particular, los bosques, porque este método solamente puede funcionar si la bóveda forestal está intacta.

En Kenia, la cultura maasai prohibe a los miembros de la comunidad talar árboles, ya sea para obtener leña o con cualquier otro fin. También está prohibido interferir con las raíces principales o eliminar toda la corteza de un árbol para extraer sustancias herbáceas.

Sus creencias indican que solo se pueden usar las ramas para hacer leña, y las raíces fibrosas como hierbas. Si la corteza del árbol tiene valor medicinal, solamente se puede aprovechar porciones pequeñas, tallando una «V» sobre ella. Luego ese corte se sella usando tierra húmeda.

Esta práctica se ha transmitido de generación en generación en la comunidad maasai. Entre los laibons, son los conocimientos indígenas los que han ayudado a conservar el bosque Loita.

Los miembros de la comunidad consideran que talar un árbol es atentar contra los dioses y contra su cultura.

Si bien todos los africanos son nativos de su continente, Crawhall señala que los grupos que conservan la definición de indígenas son aquellos que viven de la caza y la recolección, mientras otros practican la ganadería pastoril o la agricultura de secano.

Pese a que no hay una definición estándar sobre estas poblaciones, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007) reconoce que comunidades particulares, debido a circunstancias históricas y ambientales, se han encontrado fuera del sistema estatal y han quedado poco representadas en materia de gobernanza.

«Los bosquimanos de África austral, o la comunidad ogiek de Kenia, que viven en los bosques, son ejemplos típicos de grupos categorizados como indígenas», dijo Crawhall.

África tiene más de 40 pueblos que sobreviven completamente gracias a la caza y la recolección, señaló.

IPACC trabaja estrechamente con 155 comunidades de 22 países africanos que se reconocen como originarias a causa de sus circunstancias históricas y ambientales.

En consecuencia, representantes de estas comunidades se han unido al resto del mundo en Durban para hacer oír sus voces, a fin de que sus aportes a la conservación forestal se reconozcan como parte de los esfuerzos de mitigación y adaptación al cambio climático.

«Creemos que los conocimientos ecológicos tradicionales africanos son el cimiento de políticas nacionales de adaptación adecuadas y efectivas», dijo Crawhall.

A través de la secretaría de IPACC, las 155 organizaciones comunitarias existentes en África redactaron un borrador con su posición para la plataforma de negociación. Reclamaron que los negociadores representen a todas las partes africanas: organizaciones indígenas, autoridades y sistemas de valores tradicionales.

Exigen la formación de una entidad regional legalmente vinculante en el marco de la Organización de las Naciones Unidas para manejar asuntos de conservación que son difíciles de tratar en el ámbito nacional.

«Una de las brechas dominantes en la mayoría de los países miembro de IPACC es que no hay (derechos reconocidos sobre la) tenencia de la tierra para las comunidades que viven en los bosques o dependen de ellos», dijo Crawhall.

Sin embargo, varios países liderados por Kenia han empezado a responder a las necesidades de sus comunidades locales incluyéndolas en sus estrategias de adaptación al cambio climático.

Kenia está en proceso de redactar un proyecto de ley de adaptación al cambio climático. Y las comunidades indígenas aportarán su perspectiva en ese texto porque, según la Constitución, se las debe consultar al elaborar iniciativas legislativas.

«Atravesamos todo el país buscando opiniones sobre este proyecto. (…) Nuestra visión es participar y liderar en el desarrollo y la implementación de políticas sensibles al cambio climático, así como proyectos y actividades dentro y fuera de nuestras fronteras», dijo John Kioli, presidente del Grupo de Trabajo de Kenia sobre Cambio Climático, presente en Durban.

* Este artículo es parte de una serie apoyada por la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN).

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=99767

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