A los cuatro candidatos presidenciales del partido del elefante que siguen en la carrera de las primarias, que culminará con la elección del candidato que se enfrentará a Obama, tampoco les gusta (ahora) la SOPA. Un buen termómetro del efecto apagón que ha consolidado la ofensiva de los defensores de la libertad digital frente los decadentes carteles del entretenimiento y el copyright que quieren controlar internet como han controlado la televisión, la cartelera y el tostón de la radio fórmula.
Había que ver a en el último debate televisado a Mitt Romney, Newt Gingrich, Rick Santorum y al libertario Ron Paul en una esquina, sonriendo con ironía, ante el oportunismo digital de sus competidores.
Por ejemplo a Newt Gingrich, que hasta se permitió ironizar, aunque no le faltaba algo de razón, sobre “un conservador que pueda defender los intereses económicos de Hollywood” y que cargó contra las leyes antipiratería que pueden “dañar la red”. Pero el efecto apagón exigía ir un poco más allá y el ex presidente del Congreso no tuvo reparos para oponerse a “los esfuerzos del gobierno de censurar Internet en nombre de una empresa o de un interés”.
El ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, estuvo de acuerdo. SOPA es “demasiado amplia, demasiado peligrosa para la libertad”, aunque matizó que Washington tiene que perseguir los “sitios de fuera” que venden mercancías infractoras.
El ex senador Rick Santorum, que tiene un problema con Google y la comunidad gay, fue más prudente, los contrario habría sonado a chiste, haciendo hincapié en que las leyes son necesarias para prevenir las infracciones de propiedad intelectual en Internet y criticando el “todo vale”. Pero no podía evitar sumarse a la corriente de moda y manifestó que la SOPA “va demasiado lejos”.
Ron Paul, el único que siempre ha mantenido una postura coherente y firme contra la SOPA, reafirmó su oposición radical a las leyes contra Internet pero aprovechó el debate para enviar una advertencia a la audiencia: “Esta ley no va a pasar, pero cuidado con la siguiente”.
Ahora será el oportuno efecto Megaupload y una nueva campaña contra la “mafia de las descargas”, lo que sus asesores y cabezas de huevo de la sociología electoral tendrán que valorar antes de volver a expresar en público que no les gusta la SOPA. Salvo el coherente Ron Paul que dice lo que piensa. De todas formas lo más probable es que ninguno de los cuatro sea capaz de derrotar al presidente Obama. Aunque conviene no perder de vista a su futuro rival
http://www.nacionred.com/partidos-politicos/no-se-lleva-un-presidente-al-que-le-guste-la-sopa
HACE RATO QUE NO SOMOS LIBRES¡¡¡¡ ESTAMOS SUPEDITADOS A QUIENES MANEJAN LA INFORMACION, LA TECNOLOGIA, Y LAS LOCURAS DE CIENTIFICOS ENFERMOS QUE INVENTAN CADA DIA COMO DESTRUIR EL MUNDO, EN VEZ DE CONSTRUIR¡¡¡ DISFRANZANDO SUS «INVESTIGACIONES» DE HALLAZGOS, MIENTRAS EL MUNDO DUERME, PENSANDO EN LA INMORTALIDAD DEL CANGREJO.