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PIRAMIDES EN CHINA

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¿Pensabais que la pirámide de Giza era la más grande del mundo?

A finales de la II Guerra Mundial el piloto de la US Air Force James Gaussman realizaba una misión de abastecimiento de víveres y provisiones a fuerzas del ejército chino. Pero el motor de su aparato empezó a tener problemas mecánicos que aconsejaron regresar a su base en Assam (Norte de la India). Para mayor seguridad y tras corregir el rumbo, el avión de James Gaussman hizo el viaje de regreso a baja altitud. Después de sobrepasar la ciudad de Xi’an y con rumbo Sur-Oeste, apareció ante su vista una gigantesca pirámide. Gaussman no salía de su asombro, y tras hacer varias pasadas sobre la pirámide tomó varias fotografías que, junto a un detallado informe, entregó a sus superiores nada más llegar a la base aérea de Assam. Este incidente quedó olvidado en los archivos de las fuerzas aéreas americanas. Cuarenta años después volvieron a salir a la luz pública gracias al escritor australiano Brian Crowley, que publicó una de las fotografías de Gaussman en uno de sus libros.

 

Pero no era el primer incidente de esta clase que se producía por parte de pilotos sobre el espacio aéreo de China, ni tampoco el último. En marzo de 1.947, finalizada la contienda mundial, el diario New York Times hacía referencia a un avistamiento efectuado por el Coronel Maurice Sheehan desde su avión, en el cual y siempre según las declaraciones del militar, llegó a sobrevolar una gigantesca pirámide que alcanzaría los 300 metros de altitud, siendo cada uno de sus lados de 450 metros. De ser cierta esta información nos hallaríamos ante la mayor pirámide del mundo, destronando por K.O. a la mismísima Gran Pirámide de Giza en Egipto con sus 147 metros de altura y los 320 metros de cada uno de sus lados, 202.500 metros cuadrados de superficie de la pirámide china contra los 52.900 metros cuadrados de la Gran Pirámide egipcia. Existen numerosas denuncias de la presencia de pirámides sobre territorio chino realizadas por numerosos pilotos, e incluso fotografías realizadas más recientemente por satélites espías americanos. Pero las autoridades chinas siempre han negado incomprensiblemente la existencia de estos monumentos.

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A comienzos del siglo XX, diferentes exploradores y comerciantes como los alemanes Frederick Schroeder y Oscar Maman dieron testimonio de la presencia de no una, sino numerosas pirámides alrededor de la ciudad de Xi’an, haciendo especial hincapié en una de ellas, una construcción colosal que al igual que el testimonio del piloto norteamericano Maurice Sheehan, alcanzaba los 300 metros de altitud y algo más de 400 metros de lado. Según información recogida de algunos de sus acompañantes nativos, esta construcción tenía más de 5.000 años. Poco después Segalen, otro explorador alemán, alcanzó en 1.913 la que al parecer fue la Pirámide del Emperador Shi Huang-ti, el mítico Emperador Amarillo. En su diario anotó que la pirámide alcanzaba los 48 metros de altura y cada uno de sus lados tenía 350 metros. Del mismo modo constató la presencia de otras muchas pirámides más, algunas de enorme tamaño y de una antigüedad imposible de calcular.
A pesar de toda negativa del gobierno chino a que se investigue la presencia de estas pirámides, existe suficiente documentación histórica que conduce a la posibilidad de que algunas de estas construcciones fuesen realizadas durante el siglo III a.C. y más concretamente durante el período de reinado de Shi Huang-Ti de la Dinastía Qin (259-210 a.C.). De este personaje de leyenda, apodado el Emperador Amarillo, se ha escrito todo tipo de historias y fantasías. Pero lo que sí es cierto es que durante su gobierno, iniciado a la temprana edad de 13 años, fueron realizadas las mayores y más importantes construcciones de la historia de China. A él le debemos la edificación de la Gran Muralla China o el Ejército de Terracota desenterrado en su mausoleo, compuesto por 8.000 estatuas humanas, cada una con sus rasgos propios y docenas de caballos y carros descubiertos en 1.974. Pero tal vez una de sus más espectaculares obras fue la que describe el historiador chino Sseuma Ts’ien (135-85 a.C.). En ella empleó a 700.000 trabajadores en la construcción bajo una gran pirámide en el Monte Lishan de su tumba, cerca del mausoleo donde fue descubierto el Ejercito de Terracota. Bajo la pirámide, cientos de metros de galerías y pasillos repletos de los más increíbles tesoros rodeaban la cámara funeraria del emperador. Ordenó posteriormente recubrir toda la construcción de tierra y colocar plantas sobre ella para poder camuflarla como una elevación natural del terreno. Según Sseuma Ts’ien la pirámide alcanzaba los 48 metros (los mismos que Segalen dejó anotados en su diario en 1.913).

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El inicio de la historia imperial china data del año 2197 a.c , con la dinastia “hia”. Se sabe que antes de eso china estaba regido por una especie de sistema feudal, (época de la cual tampoco se tiene mucha información), pero desde ese punto en el tiempo hacia atrás no se sabe prácticamente nada…la única fuente de información que hay al respecto son las leyendas del folklore chino, que nos hablan de soberanos maravillosos y poderosos reinos mucho antes de los emperadores, situados en fechas que la ciencia oficial tacha de fantasiosas…

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A principios de los 80 una expedición inglesa se adentro furtivamente a la zona de Xiang restringida por el gobierno con el fin de realizar análisis a la pirámide…se tomaron muestras del suelo y se descubrió una entrada tapada por una enorme losa cubierta de tierra y pasto…pero el hallazgo mas sorprendente lo hallaron en una excavación realizada en uno de los costados de la pirámide; de la fosa extrajeron una daga cubierta de herrumbre. Días mas tarde en el Museo de Londres la daga fue cuidadosamente analizada…los análisis arrojaron una fecha de ¡8.000 años de antigüedad sobre el objeto!

En 1990 una expedición buscaba fósiles de dinosaurios en una zona cercana a una pirámide. De pronto dieron con un antiguo cofre deteriorado por los siglos…en el interior hallaron una vieja tela, esta envolvía un objeto de metal…era una especie de cetro finamente labrado, y aunque parecía muy antiguo la herrumbre que lo cubría era muy poca, la analizarlo junto con la tela y el cofre y todos dieron una antigüedad entre 10.000 y 8.000 años de antigüedad. Además no se pudo identificar el metal del que estaba forjado el cetro…habían dado con un material desconocido por la ciencia moderna…

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¿LA ESTRUCTURA DEL ADN EN UNA ANTIGUA IMAGEN CHINA?

Abriendo las puertas del cielo

Sabemos por antiquísimos relatos que los “dioses” fueron y vinieron por los cielos de China durante unos cuantos miles de años. De hecho, y no como un dato menor precisamente, los más antiguos registros chinos hacen referencia a innumerables artefactos – dragones, raros pájaros y carros celestiales – que los soberanos divinos conocidos como los “Hijos del Cielo” – que gobernaron durante 18.000 años – utilizaban para volar a su antojo entre las nubes del Imperio.

Al respecto, la revista “China reconstruye”, editada en Pekín, publicó, en agosto de 1961, un interesante artículo intitulado “Abriendo las puertas del cielo”, cuyo autor, Chih Fei, aludía a una remota leyenda acerca de Chang Ngo, “la apasionada de la luna”, quien junto a su esposo Hou-Yih es mencionada  por diversas fuentes literarias como una especie de pareja viajera del espacio, que, al estar de las narraciones, habría recorrido ida y vuelta, varias veces, el trayecto entre la Tierra y la Luna. Se dice ahí que una enorme nave resplandeciente aparecía por la noche en el mar y que su luz se apagaba durante el día. Y también que tal nave tenía  la facultad de volar a la Luna y a las estrellas, de modo que se la conocía como “la nave que cuelga entre las estrellas” o bien “la nave para la Luna”, la cual, según se hubo registrado, fue vista por los habitantes de China ascendiendo y descendiendo por el espacio durante doce años.

Pero antes de eso, otra pareja celestial hizo lo propio aquí en la Tierra…

Fu Hsi y Nüwa: Dioses creadores

Según se menciona en el Ban Gu, Baihu tongyi, “No había al principio ningún orden moral o social. Los hombres sólo conocían a sus madres, no a sus padres. Cuando estaban hambrientos, ellos buscaban comida; cuando estaban satisfechos,  tiraban los restos. Devoraban su comida con el cuero y el pelo, bebían sangre, e iban cubiertos de pieles y harapos. Entonces llegó Fu Hsi y miró hacia arriba y contempló las imágenes en los cielos, y miró hacia abajo y contempló los acontecimientos en la Tierra. Él unió al hombre y la esposa, reguló las cinco etapas del cambio, y estableció las leyes de la humanidad. Él inventó los ocho trigramas para adquirir dominio sobre el mundo.”

Un tanto confusas a veces, las referencias a Fu Hsi y su esposa/hermana Nüwa permiten sin embargo hablar de una pareja de soberanos o de dioses creadores. En rigor, también se ha escrito que cuando la Tierra fue barrida por un gran diluvio, ambos sobrevivieron y fueron a vivir a la montaña de Kunlun donde oraron al Emperador del Cielo, quien aprobó su unión y a partir de entonces los hermanos se pusieron a procrear la raza humana.

Narraciones muy semejantes a éstas condujeron oportunamente hacia la hipótesis de que seres extraterrestres pudieron haber intervenido en la evolución del ser humano, aplicando avanzados conocimientos en ingeniería genética; idea que ha sido sostenida durante décadas, especialmente por Zecharia Sitchin y Erich von Däniken, a partir de una lectura moderna de algunos pasajes de los milenarios textos sumerios de la creación o bien del Antiguo Testamento, y teniendo en cuenta, además, la existencia de ciertas manifestaciones del arte antiguo que representan muy extraños “árboles de la vida” o serpientes curiosamente entrelazadas entre sí – como en el caduceo, por ejemplo -, que recuerdan a primera vista la bien conocida estructura en forma de doble hélice de la molécula del ADN.

 

                                                           Árbol de la vida de los sumerios.

                                                   Grabado sobre un vaso de libaciones de Gudea.

                                                                                Caduceo griego.

Si bien muchos podrían coincidir de buena gana con la opinión de mi amigo, el Dr. Vladimir V. Rubtsov, cuando dice que el concepto de la creación del homo sapiens y/o la civilización humana por astronautas extraterrestres es la versión “extrema”  de la hipótesis de la paleovisita” (ver Paleovisitología: Todavía en la encrucijada…) resulta sumamente interesante tener en mente algunas curiosas coincidencias que, bien miradas, podrían llegar al rango de las muy llamativas…especialmente si nos atrevemos a conjeturar que Fu Hsi y Nüwa tuvieron algo que ver con esa supuesta manipulación de genes

Analogía entre el I Ching y el ADN

Dios o gobernante, o ambas cosas a la vez, lo cierto es que ninguna fuente se contradice al momento de afirmar que Fu Hsi fue un portador de conocimientos y creador del I Ching, lo que, en el marco común que la gente le otorga a los mitos y leyendas, no sería algo relevante, nada digno de ser tenido en cuenta especialmente; pero a la luz de ciertas “comparaciones odiosas” la cuestión puede llegar a convertirse en algo muy diferente.

La primera de tales “odiosas comparaciones” se remonta al año 1703, cuando el célebre matemático alemán G. W. Leibnitz publicó su libro Two Letters on the Binary Number System and Chinese Philosophy, donde se manifestaba muy asombrado por la exacta correlación que había encontrado entre el I Ching y su Sistema Numérico Binario. Pero la sorpresa mayúscula vino mucho después, a partir del conocimiento adquirido sobre la importancia fundamental del ADN en la arquitectura molecular de la vida.

Su historia, esto es su descubrimiento como portador del mensaje genético – que antes se creía compuesto de proteínas – se remonta a 1944, cuando tres bioquímicos del Instituto Rockefeller, Oswald Avery, Maclyn McCarty y Colin MacLeod, trabajando con bacterias, consiguieron transformar las del tipo R en S (bacteria de cápsula dura en otra de cápsula blanda) utilizando una solución de ácido nucleico, sin ninguna proteína. Hecho revolucionario que, en los años siguientes, otros experimentos con cepas bacterianas  confirmaron sin el menor margen de duda, de modo tal que el ácido nucleico  pasó a convertirse en el centro de interés con preguntas del tipo ¿cómo estaba compuesto?; ¿cómo codificaba el mensaje genético?; o bien ¿cómo se duplicaba con tanta exactitud algo tan complejo?…Las respuestas por fin llegaron en 1953, cuando el físico inglés Maurice H.F. Wilkins estudió los ácidos nucleicos mediante la técnica de difracción de rayos X y mostró que su estructura era la de una doble hélice, aportación crucial que fue utilizada por dos científicos de la Universidad de Cambridge, el inglés Francis H.C. Crick y el norteamericano James D. Watson, para proponer un modelo que explicaría definitivamente tanto la codificación como la duplicación (por su labor en este campo, los tres compartieron el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1962).

La molécula de ADN es, en efecto, una delgada hélice doble,  semejante a una escalera de caracol, formada por  dos cadenas – con el aspecto de hilos retorcidos – que son una sucesión de “unidades” denominadas “nucleótidos” Cada nucleótido se caracteriza por un determinado grupo químico que se llama “base”.  Tales bases son en total cuatro, a saber: adenina, guanina, timina y citosina (que comúnmente se representan con las letras A, G, T y C respectivamente), y  su secuencia determina la información genética, la cual está “codificada” y debe “leerse” en grupos de tres. De manera que, en el “lenguaje de la vida”, tres de estas bases – lo que se conoce como triplete o codón – “significan” un aminoácido particular, y ningún otro, que se incorporará a la cadena de proteína. Esa información genética, codificada, se transmite a través de un “intermediario”: el ácido ribonucleico (ARN), que tiene también cuatro bases, tres de la cuales son las mismas que en el ADN (adenina, citosina y guanina)  diferenciándose por lo tanto sólo por la base uracilo que cumple aquí la función de la timina (abreviadas: A, C, G, U). En consecuencia,  el código genético consiste en 64 combinaciones de tripletes (codones) y sus aminoácidos respectivos.

Ahora bien, el I Ching creado por Fu Hsi, también conocido como el Libro de las Mutaciones, es un sistema simbólico, del que, se sostiene, puede deducirse la diversidad del mundo viviente. Tal sistema se basa en una combinación de relaciones entre dos principios opuestos que son: Yang, masculino y Yin, femenino. Estos dos principios se distribuyen en pares hasta formar cuatro tipos de diagrama. Luego, estas cuatro estructuras se combinan por tres para formar 64 hexagramas que representan, finalmente, los aspectos fundamentales de la vida.

¿Simple casualidad?

El asunto no parece ser tan sencillo de etiquetar. Sobre todo si tomamos en consideración que las correlaciones existentes condujeron a numerosas indagaciones “urticantes” – hasta hoy en día – que comenzaron con el biólogo alemán  Gunther S. Stent cuando, en 1969, publicó su libro The Coming of the Golden Age, donde hablaba sin medias tintas sobre las correspondencias entre el I Chingy el ADN. Leemos:

“…la congruencia entre esta obra – el I Ching – y el código genético es nada menos que asombrosa. Pues si Yang (el principio masculino o luminoso) está identificado con las bases purinas, y Yin (el principio femenino u oscuro), con las bases pirimidinas, de modo que el Yang y el Yin antiguos corresponden a los pares complementarios adenina (A) y timina (T), y el Yang y el Yin nuevos corresponden a los pares complementarios guanina (G) y citosina (C), cada uno de los 64 hexagramas viene a representar uno de los codones nucleótidos triples. El orden “natural” del I Ching  puede ser visto ahora de modo que genera una serie de nucleótidos triples, en los cuales se muestran varias de las relaciones genéticas de los codones…”

En idéntico sentido se pronunció François Jacob (Premio Nobel de Medicina en 1965), aludiendo a la sorpresa de los biólogos del siglo XX “…al descubrir una extrema analogía entre el orden «natural» del I Ching y el código genético. Pues si se asimila convenientemente cada uno de los cuatro diagramas chinos a cada uno de los cuatro pares de radicales químicos que componen el ADN., cada hexagrama equivale a uno de los tripletes genéticos…”

Desde luego, bien podríamos poner en lista a continuación un gran número de trabajos que dejan bien en claro las semejanzas entre los modernos descubrimientos en materia genética y el milenario sistema simbólico chino, pero eso sería como caer en una suerte de repetición innecesaria a los fines aquí perseguidos, esto es, plantear como interrogante ¿por qué un soberano celestial como Fu Hsi fue identificado como procreador de la raza humana  -junto a su esposa/hermana Nüwa – y creador a la vez del I Ching, un sistema relacionado por lo visto con “nuestro código genético”?

¿La estructura del ADN en una antigua imagen china?

La frase “una imagen vale por mil palabras” es atribuida, precisamente, a los chinos. Nada mal en ningún caso, y mucho menos en éste; ya que si las correlaciones encontradas entre el ADN y  el I Ching legado al mundo por Fu Hsi son incontestables, la imagen que de él y su esposa Nüwa ha llegado hasta nosotros es lo suficientemente llamativa como para hacernos meditar acerca de  qué cosa puede simbolizar esa especie de doble hélice (muy semejante por cierto a la de la estructura de la molécula de ADN) que uno ve allí mismo donde deberían estar las piernas de la celestial pareja

 

Intentar explicar una imagen como ésta,  que llena nuestros ojos con esa belleza sutil que conduce al llano entendimiento por la vía más directa, sería algo sobreabundante. En todo caso, será usted, amigo lector, el que juzgue apropiadamente si, en definitiva, esas orejas de gato, esos bigotes de gato y esa cola de gato le recuerdan a un gato…Sin embargo, sí, quizá, es oportuno hacer notar que la estructura tridimensional de la doble hélice posee por lo común giro hacia la derecha (ADN dextrógiro), que es la forma más estable que se encuentra en la Naturaleza, ¡lo mismo que en la milenaria imagen china de estos dioses creadores!. Por último, podríamos agregar, sólo a título informativo, que las pequeñísimas esferas unidas entre sí por esos “enlaces” (pequeñas líneas) que se ven al fondo del dibujo, representan, para algunos, “constelaciones”,… lo que viene a resultar, también, de lo más interesante si Fu Hsi y Nüwa fueron acaso antiguos astronautas que vinieron de las estrellas

EL PAPIRO DE TURIN LA LISTA DE DIOSES QUE HACE CHIRRIAR A LOS EGIPTOLOGOS

En mayo del 2010, durante la visita para contemplar la Síndone de la ciudad de Turín, tuve la ocasión de acercarme hasta el Museo Egipcio, donde se esconde uno de los mayores objetos que no deberían estar ahí de la arqueología, el Canon Real o Papiro de Turín.

Este papiro de escritura hierática se encuentra cerca de la entrada al museo, nada más entrar a mano izquierda, escondido detrás de una vitrina y que pasa desapercibido a los visitantes, más interesados en la búsqueda de momias o esculturas que les asombren.

Datado en la época de Ramsés II, ¿qué tiene de especial que lo convierte en un objeto imposible? Pues bien, el texto menciona los nombres de los faraones que reinaron Egipto, pero también los dioses que les precedieron, los semidioses, y los seguidores de Horus. Esta lista no es conmemorativa de ningún faraón, con lo que contiene los nombres reales de todos sus gobernantes, incluyendo los faraones menores y los usurpadores. Y ahí es donde radica la cuestión, pues tomándola como válida, ¿quiénes eran estos dioses que gobernaron Egipto y que son anteriores a la dinastía I?

El papiro es de 170 centímetros de largo y 40 de ancho, y está roto en 160 fragmentos que, afortunadamente, se han podido recomponer conformando la lista mencionada.

Descubierto en 1822, por Bernardino Drovetti, el que fuera cónsul de Egipto, cerca de la ciudad de Luxor, fue donado al Museo Egipcio de Turín en pésimas condiciones; aunque se sabe que en su descubrimiento estaba prácticamente intacto.

Giulio Farina reconstruyó el documento y lo selló entre dos hojas de vidrio en 1938, que es como puede verse hoy en día. No sería hasta 1959 que Gardiner, que se hizo famoso por recopilar todos los jeroglíficos egipcios y publicar su gramática, cuando éste transcribiría lo que decía y hacía públicas estas revelaciones.
Parece que el Papiro contiene los nombres de unos 300 monarcas en orden cronológico, incluyendo la duración de sus reinados en años, meses y días, lo cual convierte al Canon Real de Turín en un documento de gran importancia a la hora de establecer una cronología para el Antiguo Egipto.

La lista de reyes del Canon Real de Turín comienza con los dioses que según las creencias de los antiguos egipcios gobernaron Egipto al principio. Y aquí es donde radica el problema para los egiptólogos, pues aseguran que esto es mitología y sólo dan por cierta la cronología a partir de la Dinastía I. ¿Por qué los dioses nunca gobernaron Egipto según los arqueólogos? No se sabe, o tal vez sí, ya que ello repercutiría en que se debiera admitir la presencia de unos dioses en la antigüedad, o tomados como tales, y ello implicaría dar por cierta la teoría de que esos seres divinos no eran precisamente de este mundo.

Al comienzo de la lista se encuentra el dios Ptah que, según la cosmogonía de Menfis, creó el mundo con el corazón y la palabra. Le sucede Ra, el dios sol creador de la vida, y después su hijo Shu, el aire, que separó el cielo (Nut) de la tierra (Geb) interponiéndose entre ambos. A Shu le sucede Geb, y después el hijo de éste, Osiris, que es asesinado por su hermano Seth.

Luego aparece Horus, el hijo póstumo de Osiris, que luchó contra Seth por el trono de Egipto. Después, el Canon Real de Turín da los nombres de otros tres dioses: Thot, Maat y un Horus cuyo nombre se ha perdido. Aquí hay que tener en cuenta el papel de Maat, que es la diosa del orden, la justicia, y la verdad, y al mismo tiempo un concepto abstracto de difícil definición en la actualidad.

Después aparecen otros nueve dioses, que son los que se encargan de la transición entre un gobierno de dioses a otro de humanos. Estos dioses son los bau de Buto (Pe) e Hierakómpolis (Nekhen), los cuales representan a los gobernantes del norte y del sur durante el Periodo Predinástico (anterior al 3000 a.C.). Estos dioses en conjunto forman los bau de Heliópolis y se relacionan con Horus, el dios de la realeza. Es importante señalar que Buto e Hierakómpolis eran las capitales predinásticas del Bajo y Alto Egipto respectivamente. Después vienen los Shemsu Hor (Seguidores de Horus), los cuales podrían ser los reyes predinásticos, pero aún no está claro. Los Seguidores de Horus se representan con cuerpos celestes, con forma de discos alados, y con armaduras impropias de su época.

Después de esta lista de dioses, el Canon Real de Turín comienza con los reyes humanos, siendo el primero de ellos Menes, primer rey de la I Dinastía, el primer Rey del Alto y Bajo Egipto, esto es, del Egipto unificado. Su nombre aparece dos veces, uno con un determinativo para “humano” y el otro para “divino”.

Los reyes y sus reinados se suceden hasta llegar a la Dinastía XVII, donde se corta la cronología. El papiro también incluye a reyes del Primer Periodo Intermedio (Dinastías VII a XI, 2181-2055 a.C.), sobre todo de la segunda mitad del mismo, cuando se produjeron los enfrentamientos entre los reyes heracleopolitanos y tebanos por el poder; con el cual se hizo finalmente el tebano Mentuhotep II, iniciando el Imperio Medio (2055-1773 a.C.). Aún así, se ha perdido valiosa información referente a la Dinastía XI; aunque recientemente han aparecido los trozos extraviados en el Museo Egipcio y se espera recomponer el papiro en breve, con una nueva traducción de textos y reyes que hasta ahora se consideraban perdidos.

Al contrario de lo que ocurría con las listas reales vistas, el Canon Real de Turín sí que incluye a los odiados gobernantes hiksos del Segundo Periodo Intermedio (1773-1550 a.C., dinastías XIII a XVII, siendo las dinastías hiksas la XV y la XVI), aunque añadiendo a sus nombres el determinativo de “extranjero”. El término de “hiksos” viene de la expresión egipcia “heqau khasut”, es decir, “gobernantes de los países extranjeros”, el cual se aplicaba a los gobernantes asiáticos. Evidentemente, el motivo de la inclusión de los hiksos en el Canon Real de Turín es que no era una lista real destinada al culto a los reyes predecesores de un faraón como las de Abidos o Karnak, como ya hemos citado con anterioridad, lo cual le da más veracidad a la lista de dioses gobernantes como tal, y no producto de una fantasía mitológica.

El Papiro de Turín, curiosamente, coincide con otras fuentes apócrifas que paso a enunciar.

La Piedra de Palermo se trata de la mitad de una enorme losa de diorita negra, que originalmente debía medir aproximadamente unos 2 metros de longitud y 60 centimetros de altura, y que actualmente se puede contemplar en el Museo de Palermo, aunque en realidad existen 7 fragmentos en total distribuidos por diferentes museos del mundo. El documento, en escritura jeroglífica, da cuenta de 120 reyes predinásticos que reinaron antes de que existiera oficialmente la civilización egipcia. De nuevo aparecen los nombres de los misteriosos dioses y semidioses engrosando las genealogías reales egipcias.

Otro apócrifo para la egiptología sería algunas de las incorrecciones que dicen ellos que cometió Manetón en sus crónicas de Egipto.

Manetón fue un sacerdote egipcio de Heliópolis que vivió en el siglo III a. C., durante los reinados de Ptolomeo I y II, poco tiempo después del historiador babilónico Beroso, siendo ambos casi contemporáneos. Las cronologías que detalló Manetón encajan perfectamente con el Papiro de Turín y la Piedra de Palermo.

Manetón escribió “La Historia de Egipto” en 3 volúmenes o tomos, que en realidad ya no existen y no podemos leer en su fuente original. Pero nos han llegado fragmentos recogidos por distintos autores. Por un lado, las citas de Flabio Josefo (siglo I d. C.); y por otro, los escritos de los llamados “padres” (autores relacionados con la Iglesia), como Julio Africano (siglo III d. C.), Eusebio de Cesarea (siglo IV d. C.), y Sincelo, conocido como Jorge el Monje (siglo IX d. C.).

Pues bien, según recoge Eusebio, una dinastía de dioses reinó en Egipto durante 13.900 años: el primer dios fue Vulcano, el dios descubridor del fuego, después el Sol, Sosis, Saturno, Isis y Osiris, Tifón hermano de Osiris, y Horus hijo de Isis y Osiris. A estos, siguieron dinastías de semidioses que reinaron durante 11.025 años, lo que hace un total de 24.925 años. A partir de ese tiempo, aproximadamente sobre el 3.000 a. C. reinaría el primer faraón, Menes o Narmer.

Según transmite Sincelo (Jorge el Monje), desde las Crónicas de Manetón, seis dinastías de dioses reinaron durante 11.985 años. De nuevo aparecen: Hefesto dios del fuego, Helios o Sol, Agatodemon, Cronos o Saturno, Isis y Osiris y Tifón hermano de Osiris. Los primeros 9 semidioses que cita Sincelo son Horus (hijo de Isis y Osiris), Ares, Anubis, Heracles, Apolo, Amón, Titoes, Sosus, y Zeus, abarcando entre estos 9 semidioses un periodo de unos 2.645 años aproximadamente en el reinado en Egipto. A continuación, siguen sucediéndose dinastías de semidioses, y seguidores de Horus, abarcando entre todos ellos miles de años de reinados en Egipto, en unas cifras similares a las que establece Eusebio. Y todo esto, antes de que empezara a reinar en Egipto el primer faraón según la Historia oficial.

Hay pequeñas diferencias entre las cronologías de Eusebio y Sincelo, pero ambas básicamente son muy similares. Por ejemplo, Sincelo cataloga a Horus como el primero de los semidioses, mientras que Eusebio lo nombra como el último de los dioses.

Si todos estos reyes hubieran sido figuras inventadas o mitológicas, probablemente no se hubieran hecho constar la duración de sus reinados en cifras tan exactas, sino que simplemente se habrían presentado esos períodos como espacios de tiempo indefinidos. ¿Por qué si no, se data con tanta precisión en los cómputos la duración de los reinados de estos dioses y semidioses? ¿Existieron realmente? ¿Y por qué los historiadores y la arqueología se niegan a aceptarlos como reales y sí lo hacen con los faraones a partir de la Dinastía I? ¿Acaso no tienen el mismo derecho?

Julio Africano volvió a referirse a los dioses, los semidioses, héroes y “espíritus”. Detalla que después del Diluvio, la primera casa real egipcia tuvo 8 reyes, el primero de los cuales fue Menes de Tis, que reinó durante 62 años. Fue arrollado por un hipopótamo (Eusebio precisa que era un dios en forma de hipopótamo) y pereció.

No podemos olvidar el importante testimonio de Diodoro de Sicilia, un famoso historiador griego del siglo I a. C., que empleó 30 años en escribir una Historia Universal, para lo cual visitó todos los lugares y monumentos que mencionó. En Egipto fue ilustrado por los sacerdotes y eruditos egipcios de aquella época, y no dudó en escribir que los primeros monarcas del país del Nilo reinaban desde hacía 23.000 años. Otra vez asomaban dioses y semidioses en la cronología de Egipto, en un tiempo en el que todavía no reinaban los seres humanos.

Concluyendo con la posibilidad de que estos dioses y semidioses hubieran gobernando Egipto mucho antes de las dinastías conocidas, ¿quiénes eran estos dioses? ¿De dónde llegaron? ¿Fueron ellos los constructores de los más grandes monumentos de la antigüedad? Esa es la pregunta que deberíamos hacernos ante las evidencias de las transcripciones de los textos del Canon Real de Turín, la Piedra de Palermo, o las Crónicas de Manetón, en lugar de intentar negar su existencia, achacándolas de fantasías de sus autores o mitologías heredadas, sólo porque no encajan en las cronologías del tiempo.

Los Dioses llegados de las estrellas

En la documentación que hemos leído y consultado en el blog, no siempre nos ha dado una pista única del devenir de los hechos.

Una de las encrucijadas en las que a menudo, nos hemos visto obligados a tomar partido, corresponde a la época de Los Atlantes y Los annunakis.

La conquista y desarrollo posterior de los focos de civilización a ambas orillas del atlántico han sido atribuidas a las dos civilizaciones.

Recientemente y gracias a los trabajos del doctor Zecharia Sitchin, la pruebas aportadas a favor de los annunakis resultan abrumadoras, ante la poca documentación existente sobre La Atlántida.

Hoy  D. Manuel José Delgado en su blog http://manueljosedelgado.wordpress.com/ nos aporta una teoría diferente que acepta las dos culturas. La Atlante como moldeadora de la civilización Egipcia y a partir del 12.000  la llegada annunaki.

 

Los Dioses llegados de las estrellas

Egipto fue, es y será siempre fuente inagotable de sorpresas. Pero lo más asombroso es que sus conquistas intelectuales y sus logros tecnológicos no aparecieron por una evolución social, sino que de la noche a la mañana surgió de la nada una cultura sorprendente, en donde se desarrollaron técnicas tan asombrosas que posteriormente no pudieron igualarse. El conocimiento preciso de la astronomía, las obras de ingeniería para mover y colocar millones de grandes monolitos de piedra, los instrumentos de óptica y mensuración necesarias para ello y que nunca han aparecido, la forma de entender la farmacopea, la medicina y la biología, las herramientas para taladrar y cortar piedras de dureza extraordinaria… Todo ello se realizó en el Egipto temprano, por aquellos primeros colonos de las riberas del Nilo, con una precisión que luego fue olvidada. Parece que sus mayores logros tecnológicos provienen del periodo predinástico, como si la civilización faraónica fuese la heredera o bien de otra anterior cultura o bien de los argumentos recibidos por contacto directo con los mismos dioses. Y no unos dioses abstractos, sino de presencia tan evidente que no pueden obviarse a la hora de valorar los misterios de Egipto.

Los eslabones perdidos del Antiguo Egipto

A Herodoto le comentaron los sacerdotes que el tiempo transcurrido desde el comienzo de la civilización faraónica hasta aquellos días (490/431 a.C) era de, exactamente, 11.340 años. Estos once milenios son un periodo excesivamente largo como para ser admitido por los historiadores oficiales y nos sumerge en un momento oscuro de una Historia aún no reconocida ni escrita, en donde Egipto fue el escenario en donde, según afirma, habitaron los dioses. En su Historias, libro II, escribe: “…Aún no habían aparecido los dioses en el pasado de Egipto, pero el Sol se había levantado cuatro veces en el cielo desde puntos distintos del actual, y dos veces había salido por donde ahora se pone, y se había puesto por donde ahora sale…”

Techo de la tumba de Senenmut, donde aparece nuestro sistema solar, están cambiados el este con el oeste debido a un cambio de eje, un vuelco del planeta 

Este texto de Herodoto nos indica varias cosas. En primer lugar el desconcertante conocimiento de los sacerdotes egipcios sobre la existencia de los cuatro grandes cataclismos que ha sufrido nuestro planeta en los últimos 600.000 años y que han sido refrendados por los estudios del investigador Juan Bonet, recogidos en su libro “El Vuelco de la Tierra”. El último de ellos, acontecido alrededor de hace 13000 años, produjo el fin de la Cuarta Glaciación y es el argumento que utilizan algunos autores para justificar el hundimiento de la Atlántida, la huída de sus últimos moradores y su nuevo establecimiento en el valle del Nilo en fechas aproximadas con el inicio de la cultura egipcia mencionada por los sacerdotes. Pero en segundo lugar Herodoto escribe que posteriormente a esos cataclismos, o sea, después de hace 12000 años, aparecen los dioses. Este relato ha despertado la curiosidad de muchos estudiosos que, simplificando, han tomado dos líneas de investigación para justificar de quién heredaron los egipcios su saber y parte de sus monumentos. Por un lado los seguidores de la teoría atlante y, por otro, los que promulgan la hipótesis de la llegada a nuestro planeta de seres provenientes del espacio. Estos últimos manifiestan que si la Atlántida hubiera tenido la tecnología suficiente, no tendrían que haber esperado 7000 años para que Egipto se desarrollara como conocemos. Por ello aseguran que la prácticamente instantánea aparición en Egipto de una cultura tecnológicamente anacrónica sólo pudo ser consecuencia de un contacto puntual con seres extraterrestres. Aunque, quizás, sólo considerando ambas hipótesis a la vez, podrían tener respuestas todas las preguntasplanteadas.

Adoración estelar, tempo de Abydos 

El mestizaje cósmico-terrenal, recurrente en todos los textos sagrados de las principales religiones, tiene en Egipto toda suerte de connotaciones. Aparte de las leyendas y tradiciones, los monumentos que han quedado apuntan a una dirección del firmamento muy definida que señala el hipotético camino que recorrieron los viajeros extraterrestres en su venida.

Papiro con posiciones de estrellas y planetas. Museo de El Cairo 

Como es arriba es abajo

El hecho diferenciador de la religión egipcia con otras religiones es que podemos definirla como la única que conoce el lugar de dónde provienen sus dioses, así como el destino interestelar al que irán sus almas después de la muerte. Este dato resulta altamente importante porque cuando Jesucristo asciende a los cielos no señala a qué planeta, sistema solar o constelación se dirige. Cuando se reza el padrenuestro se dice que el Padre está en el cielo, pero sin precisar en cual de las millones de galaxias que existen. En cambio los egipcios lo tenían muy claro: su más allá estaba en la Duat, la porción de firmamento donde se encuentran las constelaciones de El Cazador (Orión) y El Perro (Can Mayor).

Órbita de Sirio 

Toda la cultura egipcia se basó en el principio de “como es arriba es abajo”, reflejado en el libro del dios Toth, foto Toht del que sólo quedan referencias, y que posiblemente, según algunos especialistas, fue la fuente de inspiración de La Tabla Esmeralda del mismo dios helenizado como Hermes Trimegistro. Pero este concepto no fue sólo virtual, sino que existen pistas suficientes como para considerar si todo lo desarrollado en el país del Nilo, incluso su propia orografía, serían la concreción en nuestro planeta de un diseño elaborado por aquellos dioses viajeros. Tanto las fotografías del África oriental, que pueden observarse en la página web de la NASA, así como los estudios de Andrew Tomas, permiten barajar la hipótesis de que el Nilo no es un río natural, sino que es un canal joven, realizado artificialmente para que el agua siguiera el curso actual. Dicha perturbación orográfica explicaría la desertización del Sahara, y las cuencas de los ríos que antaño recorrieron el centro del continente y que aparecen hoy completamente secos. Con esta obra de ingeniería habrían conseguido que el río reflejara en la tierra la vía láctea que recorre el cielo. Con este planteamiento, al quedar todas las estrellas que componen la Duat a un lado de la Vía Láctea, construyeron en la orilla occidental del Nilo las monumentales pirámides, que servirían para señalar en nuestro suelo la posición de las estrellas. Con ello las estrellas que componen la constelación de El Cazador quedaron representadas en Egipto, correspondiendo las tres estrellas del cinturón de Orión: Al Nitak, Al Nitam y Mintaka, con las tres grandes pirámides de la meseta de Giza, como desarrolló Robert Bauval en su conocida obra El Misterio de Orión.

Correlación de las pirámides de Giza con la constelación de Orión (Robert Bauval) 

Las pirámides de los dioses

El reflejo no quedó únicamente valorado en la representación monumental de los astros, sino que desde entonces se consideró a la orilla occidental del Nilo como el lugar de los antepasados, de la vida del más allá; mientras que la orilla oriental quedó reservada a las ceremonias relacionadas con esta existencia.

La tecnología aplicada en la desviación de las aguas para crear el cauce del actual Nilo no resulta de mayor envergadura que otros restos arqueológicos distribuidos a lo largo de Egipto cuyo origen está en entredicho. De ser los visitantes del espacio los autores de obras como las pirámides de Giza, la Esfinge y su templo, el Osirión

Imposibles bloques de granito del Osirión de Abydos 

o el Serapeum, los egipcios tan sólo serían los propietarios en usufructo de un legado remoto. Sólo así se entiende que la meseta de Giza, el balcón natural y majestuoso del delta, fuese respetada durante las tres primeras dinastías. Ninguna tumba, templo o pirámide fue elevada en el lugar más prominente del bajo Nilo, para que los faraones Keops, Kefrén y Micerinos se encontraran con esa milla de oro completamente virgen para edificar sus monumentos. ¿No será más cierto que las pirámides de Giza ya estaban edificadas muchos miles de años antes y que estos faraones sólo fueran usurpadores? No hay que olvidar que en la estela del inventario, del Museo de El Cairo, Keops afirma que la gran pirámide, el templo de Isis, era un monumento de sus antepasados.

Cortes con radial en la meseta de Giza 

De ser esta hipótesis cierta en Egipto existirían dos tipos de pirámides, las anteriores a los faraones (usurpadas por la IV Dinastía) y las que construyeron los egipcios para intentar emular las construidas por los dioses. Imhotep, arquitecto del rey Zoser, construyó en Saqqara la primera pirámide “humana” siendo, como las otras 100 que se distribuyen a lo largo del bajo Egipto, una chapucera imitación de las primeras. Resulta que la evolución arquitectónica para construir pirámides no explica que 50 años antes de construir las pirámides de Giza los egipcios no sabían construir pirámides perfectas, y que 20 años después de la IV Dinastía se les olvidó, quedando los monumentos de Giza como una isla de anacrónica tecnología dentro de la cultura faraónica. A tal respecto conviene comparar las pirámides de la III Dinastía con las pirámides de V Dinastía, para comprobar que ambas tienen el mismo patrón de pirámides escalonadas, no ofreciendo problema de ingeniería alguno y correspondiéndose con las herramientas que encontramos del Imperio Antiguo en el Museo de El Cairo. Pero, ¿y las pirámides de Giza?. No existen en los museos máquinas que pudieran con la envergadura de su construcción. ¿Quién las construyó?

Pirámide escalonada en Abusyr, de la V Dinastía, similar a las construidas durante la III Dinastía, ¿dónde está la evolución? 

La tecnología se enfrenta a la Historia

Aseguran los estudiosos del mapa de Piri Reis foto piri reis que el dibujo de las tierras que representa se corresponden con la observación de nuestro planeta desde una altura de 10.000 metros en la vertical de El Cairo. Tan raro sería admitir esta aseveración como plantearse que las pirámides de Giza, Dashur y Abu Roash configuran en el desierto un mapa galáctico donde cada pirámide señala la posición de una estrella. Y sin embargo es verdad. Catorce millones de metros cúbicos de piedra, colocados para desarrollar ese increíble mapa, son una buena

Seres observando un disco solar, tumba de Ramsés VI 

pista a tener en cuenta para plantearse si unos seres provenientes del espacio tuvieran algo que ver con ello, porque, indudablemente, son muchos millones de bloques para una cultura de la Edad de Piedra que desconocían el hierro o la rueda. Esa visita y el contacto que tuvieron con los oriundos moradores de las riberas del Nilo, sirvió de trampolín para que una cultura de la Edad de Piedra se convirtiera de la noche a la mañana en la civilización más importante de la Antigüedad, cuyo conocimiento, heredado de esos dioses, todavía nos cuesta imaginar.

La Gran Esfinge de Giza 

Un monumento controvertido que podría demostrar tanto la antigüedad de aquel período de contacto, como los artífices celestiales que la construyeron es la gran esfinge de Giza. Robert Cuando todos hemos contemplado este monumento hemos podido apreciar lo que tantas veces vimos en documentales o libros: un enorme cuerpo de león tumbado conuna cabeza humana. Indudablemente la cabeza, de proporciones más pequeñas que el cuerpo, corresponde al tallado posterior de la cabeza original. Pero lo más interesante es la pista seguida por Robert Temple para valorar si, efectivamente, el cuerpo es el de un león, como todos suponemos por la gran cantidad de veces que lo hemos oído. Temple se pregunta dónde está el prominente pecho que los egipcios esculpían en todas las estatuas de leones. Tampoco aparecen las elevaciones del animal en los cuartos traseros, cuyas piernas dobladas debían sobresalir del cuerpo. También echa de menos el penacho de pelo del final de la cola. Es decir, para Temple el animal representado en la esfinge no es un león sino un perro, y que se corresponde con la representación egipcia del dios Anubis, el dios apropiado para vigilar y proteger la meseta. Este asunto no es baladí, ya que este simple cambio de conceptos nos invita de lleno a conocer a los verdaderos artífices originales de la obra.

Tribu de los dogones, en Mali 

La esfinge no es un monumento construido sino excavado. El terreno pétreo fue desalojado convenientemente para que al final emergiera el cuerpo del animal dentro del foso de la roca madre. En las paredes de este foso se aprecia la erosión acuática producida por la lluvia en un periodo húmedo anterior a que Egipto se desertizara, fecha que debe ser más antigua de los 10000 años. Y si la IV Dinastía no llega a los 5000 años de antigüedad, ¿quién la construyó?.

La tribu de los dogones de Mali y los antiguos egipcios hablaban de unos dioses procedentes del sistema de Sirio, y los asirios y babilonios afirmaban que provenía de los cielos. Tanto los dogones como los babilonios

Gran Esfinge de Giza 

abundaban sus informaciones con la afirmación de que la naturaleza de los viajeros era anfibia. Con este dato Robert Temple formuló una teoría interesante sobre la relación entre la Esfinge de Giza y el medio acuático de dichos seres.

En el interior de la meseta de Giza existen grandes cantidades de agua. Algunas tumbas profundas, como la llamada tumba de Osiris, cerca de la calzada de Kefrén, están anegadas. Ya Herodoto mencionó, hablando sobre la tumba de Keops, que “…las cámaras subterráneas en la colina sobre la que se encuentran las pirámides, pretendía el faraón que fuesen sepulcros para él mismo, y las cincundó de agua, practicando un canal desde el Nilo”.

Temple baraja la posibilidad de que el promontorio formado por la

Ser con escafandra y tubo, tumba de Ramsés IX en el Valle de los Reyes 

excavación de la Esfinge pudiera ser la colina de la que habla Herodoto, y que los huecos que se han descubierto bajo ella fuesen las cámaras subterráneas utilizadas por Keops para su descanso eterno. Actualmente, en obras para descubrir el malecón donde las barcas se estacionaban frente a la puerta del templo de la Esfinge, ha surgido agua, quedando dicho terreno inundado.  Con todo ello Temple afirma que el foso que rodea al monumento estuvo antiguamente

relleno de agua (lo que habría producido la erosión de la roca) así como las cámaras de su subsuelo, lo que configuraba un excelente habitáculo para seres anfibios y un terreno prohibido para los saqueadores de tumbas desprovistos de escafandras…

Los inmigrantes de Sirio

El astroarqueólogo ruso Vladimir Rubtsov afirmaba que la palabra con la

Foto ser gravitando en el espacio alrededor de un astro rojo: Sirio, tumba de Ramsés III 

que los antiguos iraníes se referían a Sirio era Tistrya, palabra que proviene del sánscrito Tri-Stri, y que significa tres estrellas. Es decir, que el conocimiento de que Sirio es un sistema estelar triple fue ampliamente conocido por todas las culturas de nuestro más remoto pasado. Al no ser apreciable desde nuestro planeta, ¿quién difundió semejante información?  El Sol y Sirio salen por el mismo punto del horizonte, por lo que muchos templos están orientados a dicha dirección.  Como el orto  solar de Sirio se retrasaba cuatro días cada año, ambos astros

volvían a coincidir en el mismo punto 365 x 4 = 1460 años. Esto ocasionó la confección de un calendario paralelo, conocido como calendario sóthico que se remonta enel Antiguo Egipto para marcar acontecimientos que sucedieron 43 siglos s.C. ¿Cuándo, pues, hicieron ‚ éstos sus observaciones de Sirio para establecer su calendario? ¿Acaso fue este un conocimiento llegado por los mismos dioses de los Dogones y una nueva pista sobre su origen?

Salida del sol en el solsticio invierno por la avenida principal de Karnak 

Las tradiciones culturales de las tribus que pueblan el valle del Niger, especialmente la tribu de los dogones de Mali, nos cuentan leyendas sobre astronautas que en el pasado remoto llegaron de Sirio. Su dato diferenciador es que incluidos en esos mitos se esconden asombrosos datos astronómicos de sorprendente veracidad. Los dogones, así como los egipcios, conocían que el Sirio era un sistema triple formado por tres estrellas, y que Sirio B orbita alrededor de Sirio A en un movimiento que dura 50 años. La precisión de esta afirmación, corroborada por la ciencia astronómica, no tiene explicación racional. Y sorprende más aún cuando los dogones afirman que ese conocimiento fue transmitido hacía miles de años por los dioses instructores que llegaron a nuestro planeta.

Fue en 1931 cuando el antropólogo francés Marcel Griaule visitó por primera vez a esta tribu, recogiendo y publicando todas las informaciones

Los dioses de los dogones de Mali 

que le suministraron. Porque no sólo conocían, desde hace milenios, perfectamente el sistema de Sirio, sino que tenían constancia asimismo los anillos de Saturno o las cuatro lunas galileas de Júpiter, y todos ellos astros no visibles al ojo humano sin la utilización de telescopios. Por aquella época nuestra astronomía desconocía que Sirio fuese un sistema triple, ya que fue tan sólo en 1995 cuando los astrónomos franceses Daniel Benest y J.L. Duvent publicaron en la revista Astronomy and Astrophysics el descubrimiento de Sirio C por una perturbación observada en las órbitas de Sirio A y B.

Robert Temple un lingüista norteamericano miembro de la Royal Astronomical Society británica y afincado en Londres, publicó un osado libro que tituló El Misterio de Sirio, en el que aventuró que Nommo fue un extraterrestre que dejó en la Tierra, hace entre siete y diez mil años, toda clase de pistas sobre su origen estelar. “Cualquier otra interpretación de las citadas pruebas no tendría sentido, concluyó Temple.

Robert Temple 

Este conocimiento se ampliaba a otras tribus vecinas como los Bambara, los Bozo de Segu y los Miniaka de Kutiala, que compartían iguales informaciones sobre  Sirio, que además conformaban la esencia de su cultura y que incorporaban a sus rituales religiosos más solemnes. En el año 1970 Cenevieve Calame-Griaule publicó en un libro titulado Génesis Negro, en donde ampliaba los datos que los dogones suministraron a su padre. Explicaba que los dogones creían en un dios creador del Universo al que llaman Amma, que envió a la Tierra a un dios menor conocido por el nombre de Nommo, provisto de semillas y todo el arsenal necesario para general vida. De sus acciones provienen los animales y las plantas, así como la primera pareja de humanos, que tuvieron 8 hijos que llegaron a tener edades increíbles.

Y los astronautas se convirtieron en dioses

El jeroglífico con que los egipcios representaban al dios Osiris era un ojo, lo que guarda una sorprendente similitud con el concepto que tenía los bozos de Mali con sirio B, a la que denominaban “la estrella del ojo”. Asimismo la misma tribu describen a Sirio A como “la estrella sentada”, cuando en Egipto el asiento o trono es el símbolo de la diosa Isis.

Foto representación de Orion (El Cazador) que lleva a Sirio en la mano (Museo de El Cairo. 

Los antiguos egipcios tenían como columna vertebral de su cosmogonía el matrimonio sagrado en Isis y Osiris, quienes representaban las constelaciones de Sirio y de Orión, que se mueven conjuntas en el firmamento y conforman la Duat. De igual forma hacen corresponder a Isis con la estrella más brillante del firmamento, Sirio A. Y a la diosa Neftis con sirio B, “la oscura compañera que describía un círculo (órbita) alrededor de Isis.

Según Plutarco el dios Anubis nació de Neftis, aunque fue Isis la gran madre, diciendo: “Por Anubis entienden el círculo horizontal que separa la parte invisible del mundo, a la que llaman Neftis, de la visible, a la que denominan Isis, y como este círculo toca tanto los confines de la luz como los de la oscuridad, se puede considerar común a ambas; a partir de esta circunstancia surgió el parecido que imaginan entre Anubis y el Perro, habiendo observado de este animal que está vigilante tanto de día como de noche”. Es por ello por lo que Robert Temple, en su obra “El Misterio de Sirio”, afirma que Anubis pudiera detentar el concepto orbital de ambas estrellas, Sirio A y Sirio B. A Isis le correspondería la descripción de “los confines de la luz” y “lo visible”, mientras que su hermana Neftis sería “los confines de la oscuridad” y “lo invisible”, ya que Sirio B es oscura e invisible. Por ello Anubis es considerado por el autor como el círculo horizontal que las divide, la órbita de la estrella oscura alrededor de la estrella brillante. De esta relación surge el simbolismo con el perro, con el sistema de órbitas que conforman las estrellas de Sirio. Como el nombre de la constelación es Can Mayor, se conoció al dios con el nombre de “Canícula”.

El dios Anubis 

Otra diosa del panteón Sothico (Sirio-Isis) es Anukis, quien navega en la misma nave celestial junto a Isis, Neftis y Satis (Sirio A, B y C) en los relieves y pinturas egipcios. una diosa compañera que, junto con la diosa Satis, navega en la misma nave celestial que Isis en las pinturas egipcias. Anukis es representada portando en sus brazos dos jarrones con los cuales vierte agua. Los antiguos egipcios situaban su “domicilio” en Aswán, en donde para ellos surgían las aguas del Nilo y se desbordaban hacia Nubia por un lado y hacia el Mediterráneo por otro. Efectivamente, los remolinos en las aguas producidos por los rápidos y las cataratas, parecían indicar el brote continuo de agua que asociaban a los cántaros de Anukis. Para Temple la diosa estaba relacionada con dos planetas que poseían agua y orbitaban alrededor de Sirio.

Seres estelares, Valle de los Reyes 

La correlación fonético de los dioses también nos da una pista de su común origen. Anu es el dios del cielo en Sumeria. En idioma sánscrito anupa significa “un país acuoso”. Alexander Heidel escribe en The Babylonian Genesis que los dioses Enlil y Anu eran representados como chacales, cuando el símbolo egipcio de Anpu (Anubis) era el chacal y que Anu está relacionado con el sistema de Sirio. Anu, asimismo, es el dios mayor de las deidades guardianas conocidas como los Anunnakis. Resulta muy evidente la raíz sumeria Anu en las egipcias Anubis y Anukis, implicadas con los estrellas de Sirio.

En Sumeria el vocablo “an” se correspondía con el cielo, y Anu es el dios del cielo, que en Egipto tuvo su correlación con Nut. Wallis Budge declara: “Es sorprendente, por tanto, encontrar tanta similitud entre los dioses primigenios de Sumerio y los de Egipto. Es imposible suponer que los escribas de Asurbanipal copiaron el sistema de Egipto, o que los literatos de la época de Seti I tomaron las ideas de los hombres ilustrados de Babilonia o Asiria. Por tanto, eso nos conduce a la conclusión de que tanto los sumerios como los primeros egipcios adoptaron a sus dioses primigenios a partir de alguna fuente común pero sumamente antigua. Hay demasiada similitud entre ambos grupos de dioses para ser accidental”.

¿Extraterrestres en Egipto?

Admitir la teoría extraterrestre para explicar los anacrónicos logros de arquitectura e ingeniería que encontramos en Egipto obliga a pensar en los viajes interestelares. Para ello aquellos seres deberían dominar la tecnología criogénica, o alguna técnica similar para quedar en animación suspendida durante los largos periodos de viaje. Resulta muy sugerente comparar la operativa actual para efectuar una crionización a los rituales ejercitados por los antiguos egipcios en sus ceremonias de momificación. La extracción de órganos para dejarse depositados en recipientes externos (a diferencia de otro tipo de momificaciones realizadas por otras culturas), el dejar el cuerpo sin los fluidos fundamentales, la conservación de las partes blandas mediante las sales… Indudablemente el cuerpo de Ramsés II, acartonado en el Museo de El Cairo, nunca volverá a la vida, pero ¿su momificación no era la imitación de otras técnicas más efectivas y de las que tenían referencia por parte de los dioses?.

Momia de Ramsés II, Museo de El Cairo 

Narran todas las culturas que los dioses llegados de las estrellas ascendieron a los cielos. Pero, en el caso de haber existido aquellos exploradores que llegaron a Egipto,  nadie puede afirmar que regresaran de nuevo a Sirio. Algunos investigadores, entre los que se encuentra Robert Temple, baraja la posibilidad, al dominar las técnicas de animación suspendida, foto cuerpos suspendidos pudieran haber quedado o bien en algún lugar de nuestro planeta (¿alguna cámara secreta aún no descubierta en la Gran Pirámide, según narran las leyendas árabes?) o bien en algún tipo de nave nodriza en nuestro propio sistema solar, dormidos o despertándose paulatinamente.

En las tradiciones de los dogones, recogemos el dato de que la nave que aterrizó en la Tierra y portaba a los nomos era ardiente y rugiente, pero que una nueva estrella pudo divisarse en el cielo mientras ellos estaban aquí, lo que nos lleva a pensar en esa nave nodriza. Los dogones la tienen representada en tres dibujos donde se aprecia de diferente tamaño, como si tuviera la facultad de contraerse o expandirse a voluntad. La llamaban “la estrella de la décima luna”. Robert Temple se fijó en un hecho singular: la décima luna principal de Saturno, llamada Febe, es anómala en el sistema solar y mantiene una órbita retrógrada alrededor del planeta, radicalmente opuesta a la de t

Febe, la décima luna 

odas las demás lunas de Saturno.

Los dogones afirmaban que los nomos regresarían a nuestro planeta y que, cuando lo hagan, conmemorarán ese día como “el día del pez”. Aseguran asimismo que la primera pista que anuncia su regreso será la aparición en el firmamento de una nueva estrella, a la que llaman “estrella de la décima luna”.

¿Representan las 3 pirámides de Giza las 3 estrellas de Sirio?


Resulta sugerente la idea de que las tres pirámides de la meseta de Giza, aparte de representar las tres estrellas del cinturón de Orion (Osiris) representen asimismo las tres estrellas del sistema de Sirio (Isis). La pirámide atribuida al faraón Keops, la más grande, estaba relacionada con Isis, Sirio A, según podemos constatar en la llamada Estela del Inventario. La estrella Sirio A es blanca brillante, con una temperatura superficial de alrededor de 10.000 grados centígrados. Curiosamente la Gran Pirámide poseía un revestimiento muy pulido de fina caliza de la cantera de Tura. Se tiene constancia, por análisis efectuados por André Pochan y W.M. Flinders Petrie, que dicho revestimiento estuve pintado con una leve solución a base de óxido de hierro para potenciar su luminosidad ligeramente dorada. Por ello, al igual que la estrella Sirio A, la pirámide podía verse, cuando los rayos de sol incidían sobre ella, desde una distancia de 80 kilómetros, sirviendo de faro a las caravanas de peregrinos que se acercaban a ella para su adoración como templo solar.

Meseta de Giza 

Sirio B es actualmente una enana blanca, aunque anteriormente debía de haber sido una gigante roja. En la meseta de Giza estaría representada en la pirámide atribuída a Kefrén, cuyo revestimiento superior era de color blanco, similar a la Gran Pirámide, pero que en la parte inferior está compuesto por bloques de granito rojo, por lo que la pirámide tenía dos colores, rojo y blanco, posiblemente para significar que la estrella cambió del rojo al blanco.

Los astrónomos Daniel Benest y J.L. Duvent, descubridores en 1995 de Sirio C, la definieron como enana roja o, incluso, una enana marrón. Sorprendentemente la pirámide de Micerinos, que podría representar a Sirio C, estuvo completamente revestida de granito rojo de Aswán.

De ser cierta esta hipótesis, si las tres pirámides de la meseta de Giza representan a las tres estrellas del sistema de Sirio, tendríamos que evaluar si las llamadas pirámides “satélites” se debieran corresponder con posibles planetas que giran alrededor de ellas. Sirio A tendría 3, Sirio B tendría 1 y Sirio C tendría 3. Obviamente nuestra tecnología astronómica no llega a evaluar los posibles planetas orbitales de las estrellas de Sirio, aunque tampoco, hasta hace muy pocos años, se conocían las propias estrellas de la constelación.

Hallan dientes humanos de hace 400.000 años en Israel

Hoy  30/12/2010 aparece en el periódico El Mundo,  la noticia Hallan dientes humanos de hace 400.000 años en Israel. En esta noticia se hace referencia a que los humanos abandonamos África mucho antes de lo que la teoría oficial indica (40.000) o lo que la herencia por ADN Mitocondrial, indica que fueron nuestros antepasados más antiguos con descendientes actuales (200.000).


La existencia de estos humanos, que no tuvieron continuidad en el ADN mitocondrial, corrobora la tesis de Sitchin.

El ser humano actual ya existía y pudo ser manipulado genéticamente por los annunakis. Las primeras pruebas de manipulación genética, tal y como se dice en las tablillas de barro, no dieron resultados adecuados. Por eso no se produjo la descendencia por ADN Mitocondrial. La región donde se encontraron estos restos es la que describe Sitchin.

Pero una cosa queda clara Los annunakis no nos crearon, nosotros estábamos ya aquí.

Mayas y egipcios: ¿descendientes de los atlantes?

La Atlántida, gran Continente y Civilización, según Platón «la isla tenía una dimensión superior a Libia (África en la actualidad) y Asia juntas» pero:

¿Realmente existió?

Platón en él (350 a. de c.) en sus Obras «Timeo y Cristias» Hacia alusión a esta gran Nación, una civilización muy rica y poderosa, acaecida hace unos 12.000 años.
La situación donde estuvo ubicada, sigue siendo una incógnita, se habla del Mediterráneo, según este sabio Griego: «Estaba mas allá de las columnas de Hércules» eso quiere decir que hablaba, del otro lado del estrecho de Gibraltar, es decir, en el Océano Atlántico. Pero como dicen muchos estudiosos, si estos manuscritos, como dice el filósofo Griego, pertenecen a un sacerdote Egipcio, este continente perdido estaría en su día ubicado en el Mediterráneo, pues para los Egipcios, el mundo conocido terminaba en el mismo, no conocían más (al menos eso se dice).
«Tras años de guerra con diferentes pueblos vecinos, desapareció mediante un gran cataclismo…»
Siempre se creyó que lo que Platón describió en sus obras era simplemente una fábula, incluso Aristóteles, discípulo suyo, lo consideró un cuento del maestro.
Platón nunca se cansó de repetir que él solamente transcribió, los manuscritos de Solón, los cuales recibió de un sacerdote Egipcio, en el 600, AC.
La opinión de Aristóteles, en la actualidad sigue siendo compartida por muchos (no todos) Arqueólogos, Geólogos, Historiadores y todo tipo de Investigadores.

Bueno de todos es sabido que en numerosas ocasiones, «esas» supuestas fábulas, con los años, se demuestran que algunas pueden ser reales, tomemos como ejemplo, la Troya de Homero, cuando en 1903 Heinrich Schliemann, la redescubrió en las costas de la actual Turquía, tapó muchas bocas. Recordemos que actualmente, tenemos conocimiento de nuevos descubrimientos, tanto en la desembocadura del Nilo, como en las costas de Cuba, pronto tendremos mas datos sobre esas ciudades que, ¿por qué no, pueden ser otras de las consideradas históricamente como la Fábula de algún loco visionario?….O nuevas acrópolis hasta ahora desconocidas… Esperemos acontecimientos…

 

¿Es posible que Egipcios y Mayas sean descendientes de los Atlantes ?

Esa es una pregunta que muchos nos hacemos y cuantos más conocimientos vamos adquiriendo de sus costumbres y culturas más «seguros» estamos que esa posibilidad gane enteros de poder ser cierta…

«Murieron antaño, una estrella cayó de los cielos y las llamas lo consumieron todo. Todos abrasados y solo yo salvé la vida, pero cuando vi la montaña de cuerpos apilados, creí morir también de tristeza»
Este es el misterioso mensaje jeroglífico que contiene un «papiro» de la Dinastía XII Egipcia. ¿Cuenta a su manera la desaparición de la Atlántida?…
Dicho «papiro» se encuentra, como muchos otros en el Museo del Ermitage en Leningrado.

Al otro lado del Océano Atlántico, a miles de kilómetros de la Orilla del Nilo, curiosamente las leyendas Incas y Mayas relatan en términos casi idénticos y «utilizando» las mismas imágenes «El gran naufragio» la «caída de las estrellas» con la consiguiente desaparición en las aguas de una gran «Nación otrora poderosa y soberana»

Existe una tribu de Hindúes (los Parias) que viven todavía hoy en una aldea curiosamente llamada Atlan, que mantiene una tradición Oral probablemente Milenaria, en la que se cuenta que una «Gran Isla» se hundió en el Océano, tras un atróz y gigantesco cataclismo, producido por la «caída de las estrellas»… Curiosa sincronicidad, ¿verdad?

La tesis defendida por «muchos especialistas» es la siguiente: Los Egipcios, a un lado del Océano y los Mayas e Incas al otro, son los últimos supervivientes de la raza Atlante, que antaño poblaban un inmenso y poderoso continente en medio del Océano Atlántico.

Dicha tesis la están apoyando, en pruebas bastante claras, concisas y contundentes como son, los vestigios encontrados tanto arqueológicos, artísticos, rituales e incluso iniciáticos.
(«Decir que en las últimas décadas, algunas investigaciones realizadas, en los fondos marinos de la zona dorsal Mesoatlantica, revelaron que ahí, nunca pudo haber desaparecido ninguna isla, ni siquiera hace millones de años…») Opinión, por otra parte muy discutida y no compartida por todos.

»Indios» de América y Egipto… ¿El mismo origen?

Es sólo una teoría, pero muy factible, pues… «Si no se acepta la teoría de la Atlántida, el origen de la civilización del Nuevo Mundo expresado en los vestigios Mayas e Incas, así como el de la civilización Egipcia, serian absolutamente incomprensibles».

Las leyendas lamentablemente, solo han registrado débilmente las voces de la Raza Atlante desaparecida…

Entre las pruebas que establecieron el origen común de los «indios» de América y los egipcios está, en primer lugar las sorprendentes semejanzas de sus escrituras. Desde hace más de 80 años, los Arqueólogos han estudiado comparativamente, los jeroglíficos de la América- prehistórica y los del antiguo Egipto.

El investigador Francés, Auguste Le Plageou, ya en el siglo XIX cita trece signos Mayas que son idénticos a los empleados en Egipto, además según los datos actuales de la Egiptología, estos 13 signos Mayas una vez descifrados, tienen exactamente el mismo sentido (significan lo mismo) que los signos Egipcios.

(La semejanza de lenguas, según, la parte más escéptica de los estudiosos: «no es tal y todo se debe a una mala interpretación de los signos, de la escritura Azteca»). Por otra parte Los Guaraníes, que viven en Paraguay, tienen el MISMO sistema de escritura que los Egipcios «dato curioso y a tener en cuenta»


Los Franceses, Brasseur y el mencionado Le Plogeon, estaban convencidos de que algunos habitantes de la Atlántida, tras el cataclismo hubieran conseguido llegar hasta Centroamérica.

Para muchos especialistas no cabe duda; Los antepasados de los Egipcios y Mayas, no son otros que los «Atlantes» fuertemente impregnados por las costumbres y culturas salidas de la Atlántida, que después del cataclismo emigraron unos hacia África y otros hacia América, siempre dependiendo del continente que tenían más cercano.
Como explicar de otro modo las similitudes, que la mayoría de veces son sorprendentes, entre las concepciones Religiosas, Astronómicas y Arquitectónicas en general de las civilizaciones, Egipcias, Sumerias, Olmecas, Toltecas, Incas y Mayas.

Conocido es, que los descendientes de los Mayas, conservan una tradición acerca de una isla llamada AZTLAN, según ellos la patria madre de todas las tribus, indígenas Centroamericanas.
Si se comprueban, todos estos datos, no es de extrañar que la Hipótesis del Origen Americano-Atlante de la civilización Egipcia sea «infinitamente Verosímil».

Imaginemos por un momento: Estas civilizaciones tan distantes, en la distancia y tiempo, hipotéticamente, podrían comunicarse, incluso por carta, «entendiéndose». Claro que en esas épocas no existía correo, ni otra posibilidad de comunicación que conozcamos. Pero de haberla, el entendimiento no hubiese sido un problema insalvable, pues la mayoría de sus signos son iguales y significan lo mismo…

Una pequeña reflexión: un italiano y un español, también se entienden ¿verdad? No son lenguas que se hablen ni escriban igual; pero nos entendemos…. Claro tenemos la misma lengua madre.

En los últimos años Arqueólogos de todo el Mundo han confirmado más cosas: En las Riberas del Nilo y en las atormentadas llanuras del Yucatán, cuna del antiguo Imperio Maya, se exhuman los mismos signos misteriosos, Arabescos, diseños complicados, cuadros rectangulares. Se vuelven a encontrar los mismos motivos en las pinturas murales, los mismos adornos, el mismo animal sagrado, el escarabajo, se encuentra con idéntica naturalidad y frecuencia tanto en el frontón de un templo Maya, como en un templo Egipcio.

(Los más escépticos, a colación de estas similitudes en los adornos, pinturas, construcciones, etc., responden solo mirando a las pirámides, argumentando: «una forma Geométrica tan elemental, pueden darse espontáneamente, en la mente de cualquier constructor o arquitecto»)
Con perdón, sin ser un erudito en la materia, «Estas turbadoras similitudes no pueden ser de ningún modo producto del azar» no conoceremos el proceso, ni como dos civilizaciones tan alejadas, tienen esas sincronicidades.
Podremos especular con mil hipótesis, es legitimo, pero no decir que todo se resume en una simple casualidad (no existen las casualidades, sino más bien las causalidades).
Eso con perdón, no lo veo muy científico, bajo mi punto de vista personal claro…

Ignatius Donnelly, gran investigador y autor de una de las obras mas vendidas relacionadas con la Atlántida, llamada ATLANTIS, con mas de medio centenar de ediciones vendidas en todo el mundo, realizó varios comentarios al respecto, llegando a «insinuar» lo siguiente: «La Atlántida fue un continente situado entre Europa y América, llegando a construir un puente terrestre entre ambos».
«Los habitantes de la Atlántida, fueron los padres de todas nuestras concepciones básicas de la vida, la muerte y el mundo, su sangre corre por nuestras venas, cualquier peculiaridad de las razas, de la sangre, cualquier iluminación del pensamiento, conduce en ultimo termino, de regreso a la ATLÁNTIDA».
A colación de todo lo expuesto hasta ahora, me gustaría, que observáramos algunos secretos Metafísicos egipcios, utilizaré para ello, un papiro que personalmente me encanta, por su simplicidad de exposición, entendimiento y que como veremos esta escrito para «las personas del futuro»: El «Papiro de Anana»

Anana, fue jefe de los Escribas del Faraón SETI II (siglo XIV a de c) en ellos nos muestra a su manera, los secretos de la Metafísica Egipcia. Curiosamente, son exactos en todos los puntos, a las profundas creencias de los «Indios» de América…

¿Que dice este papiro?

«Ved ¿no esta escrito en este rollo? Leed, vosotros que les descubriréis en el futuro, si vuestros Dioses os han concedido el poder de leer. Leed, oh, niños del porvenir, y aprender los secretos del pasado que, aunque para vosotros esta lejos, en verdad esta muy cerca»
«Los hombres no viven solo una vez para desaparecer para siempre; Viven varias vidas en lugares distintos, pero no siempre en este Mundo. Y entre cada vida hay un velo de tinieblas»
«Al fin las puertas se abrirán, y contemplaremos todas las salas por las que han pasado nuestros pies desde el comienzo de los tiempos»
«Nuestra Religión nos enseña que viviremos Eternamente, ya que la Eternidad no tiene fin, tampoco puede tener un principio, es un circulo; En consecuencia, si es cierto que vivimos Eternamente, también debe serlo que siempre hemos vivido»
«A los ojos de los hombres, Dios tiene muchos rostros y cada uno jura que el que él ve, es el del verdadero y único Dios y, sin embargo, se engaña, pues todos esos rostros son el rostro de Dios»
«Nuestro Kas, que es nuestro Rey espiritual, nos los muestra de diferentes modos, excavando en el pozo sin fondo de la sabiduría, que se esconde en la esencia de cada hombre, distinguiremos unas migajas de verdad que nos dan, a nosotros que somos instruidos, el poder de realizar maravillas»
«El espíritu nunca debe juzgarse por el cuerpo, ni Dios por su casa»

 

Curiosas semejanzas entre mayas y egipcios

Tanto los faraones, como los reyes mayas, eran considerados seres semi-divinos: capaces de comunicarse con los dioses y, tras su muerte, podían trascender para servir como intermediarios entre su pueblo y las deidades.

Además, en estas dos civilizaciones hallamos la constante práctica de ritos, ceremonias y un sinnúmero de rituales con el propósito de influir en el viaje de los muertos hacia el más allá. Esto sin contar que en ambas regiones existía la creencia en fenómenos extrasensoriales como la telepatía.

Bien sabido es que en el Egipto antiguo existió una escuela espiritual dedicada exclusivamente al desarrollo de ciertas habilidades psíquicas, esta escuela de misterios se dio a conocer como El Ojo de Horus.

En Centroamérica tenemos que el chamán maya recibía los mensajes de los dioses telepáticamente, luego los escribía y descifraba para su pueblo.

A todo lo anterior debemos agregar la utilización de enteógenos con fines terapéuticos y espirituales, en el caso de los faraones tenemos el Loto Azul y la Mandrágora, ambas consideradas plantas sagradas por los egipcios. Los mayas usaron el peyote y los hongos psilocibios con el mismo propósito que sus lejanos vecinos.

No obstante, la mayoría de los científicos de nuestro tiempo no aceptan la tesis del origen común, pero según ciertas investigaciones de los años noventa sí es posible hablar de contacto e influencia cultural.

La historia de la coca y el tabaco en Egipto

Cuenta la historia que hace 3.000 años existió una reina egipcia llamada Henut Taui, conocida en su tiempo como “la señora de las dos tierras”. Perteneció a la dinastía 21 de los faraones, al momento de su muerte fue momificada, con el propósito de que alcanzara la inmortalidad, según las creencias de la época.

Miles de años más tarde, en el siglo XIX, unos arqueólogos encontraron su tumba y con ella el sarcófago que había preservado su cuerpo momificado por 30 siglos. Las osamentas fueron adquiridas por el rey de Bavaria –Alemania- y entregadas al museo de Munich, donde permaneció casi una centuria desaparecida.

En 1992 los científicos del museo decidieron realizar una serie de estudios a los restos de la soberana egipcia, para ello contrataron a la Dra. Svelta Balabanova, quien en aquella época ya era reconocida como una experta toxicóloga forense que, además, había ayudado a la policía a resolver muchos crímenes.

Las investigaciones de Balabanova dejaron atónitos a los científicos de la época: en los restos de Henut Taui se había detectado rastros de coca y tabaco, lo cual es sorprendente, pues se tiene la certeza de que esas plantas son originarias de América. Y solo se extendieron por el mundo después de la conquista española, a partir del siglo XV.

En consecuencia, el único modo en que pudieron haber llegado hasta Egipto es en barco, a través del océano Atlántico. Se sabe que los egipcios fueron grandes navegantes, en vista de su legado arquitectónico no es osado afirmar que hayan logrado construir embarcaciones lo suficientemente sofisticadas y resistentes para llegar hasta Mesoamérica en busca de Plantas Sagradas.

Además, también se tiene conocimiento de que la Dinastía 21 se desarrolló entre los años 1070 y 945 A.C, lo cual ubica este hipotético viaje justo al final de la época dorada de los egipcios, mucho antes del período de esplendor maya.

Si la Dra. Balabanova está en lo cierto, entonces, tendremos que sostener que la civilización maya fue influenciada por la cultura egipcia. Eso explicaría las semejanzas entre ambos pueblos y el tránsito de los mayas desde el “período formativo o preclásico” (en el que habría ocurrido el hipotético encuentro) hacia el “clásico” (zénit de su proyecto cultural), unos pocos siglos más tarde.

 

SUS DISTINTOS PASADOS SE REVELAN ANTE ÉL

«Entre los Egipcios, el Escarabajo no es un Dios, sino el símbolo del Creador, pues lleva rodando entre las patas una bola de tierra donde deposita sus huevos, del mismo modo que el Creador hace que el Mundo gire y les hace producir vida» «Todos los Dioses envían a esta tierra sus regalos de amor, sin los cuales dejaríamos de ser.

Quizá mi fe me enseña muchas más cosas que la vuestra, me indica que la vida no termina con la muerte, y que el amor, que es el Alma de la vida, debe existir Eternamente» «Las fuerzas del vinculo invisible atara dos almas entre sí, aún mucho después de la muerte del Mundo…» «Los espíritus, o almas, de una Encarnación, talvez se encuentren en otra Encarnación y será como si fueran atraídos por un amante, sin que pueda comprender él por que?» «El hombre revive varias veces, pero sin saber nada de sus vidas pasadas, salvo, talvez, en un sueño, cuando el pensamiento le transporta hasta una circunstancia o un acontecimiento de una Encarnación precedente, pero lo ignora, no sabe dónde ni como se produjo ese acontecimiento.

Experimenta sencillamente una sensación familiar, sin embargo, al final, todos sus distintos pasados se revelaran ante él…» Si es «imposible» que existiera ningún continente entre América y África, mucho menos que estuvieran unidos por unos puentes entre continentes, como aseguraba Donnelly y es del todo improbable por no decir imposible que las similitudes entre estas culturas sean fruto del caprichoso y no menos misterioso azar, que nos queda….. Pues sinceramente mucho, mucho que investigar, mucho que entender y comprender de esas maravillosas culturas y de los mensajes, que afortunadamente nos legaron. También «caben» otras teorías tan buenas, por lo menos como las expuestas hasta ahora?

Por ejemplo, podemos «sopesar» la posibilidad de una especie de cultura madre venida de las estrellas y que impregnaron prácticamente todo el planeta, eso explicaría por que construcciones como las pirámides se dan en cualquier continente. Que hasta en él ultimo rincón del planeta tengamos vestigios y sobretodo mensajes en cuevas, piedras, paredes, etc., y porque no las leyendas que pasaron de unas generaciones a otras, de «civilizaciones venidas de las estrellas» Como punto de inflexión les diré que en una entrevista entre el jefe de los indios Hopi de Arizona y el director de estudios y proyectos de la N.A.S.A.

El jefe Hopi, le comentó quien era y de donde procedían sus antepasados: «Nosotros procedemos de un continente ya desaparecido, que sacudido por las guerras y tras un gran cataclismo se hundió, los que consiguieron salvarse, lo hicieron gracias a los Katchinas, que los sacaron y los transportaron en sus escudos voladores» Interrogado por esos Katchinas, este también le comentó que eran: «seres algo extraños y con más peculiaridades, podían incluso engendrar hijos a las mujeres, sin tener contacto sexual con ellas…» ¿curioso verdad? Estos «pueblos» conservan sus historias y tradiciones, gracias a que «estas» pasan oralmente de padres a hijos.

Pondré «solo» un par de ejemplos más, utilizando estas dos culturas que nos ocupan en este momento: Según reza en la creencia Egipcia: «Nuestros padres eran seres extranjeros venidos de muy lejos, ellos nos trajeron un gran tesoro, el legado de la sabiduría, con la escritura, el cultivo y la construcción»… Entre otras muchas cosas… Sí cambiamos de continente, nos encontramos lo siguiente: «Oh, grandes padres, que después de haber sembrado frutos escogidos sobre un planeta árido e inculto, nos habéis abandonado, como flores sin rocío…» «Guardianes de una tierra en crecimiento, llegue hasta vosotros este canto de espera y dolor…» «Las mieses ya están maduras, los árboles han crecido y han producido en abundancia… » «Nuestro deber ha terminado.» «Los hijos de nuestros hijos, nacidos en el surco de una tierra extranjera, olvidarán (pudiera ser) vuestra promesa…» «Pero nosotros, fruto de la sabiduría llegada del cielo, no hemos borrado de la mente el rostro de los padres.» «Y cada día y cada noche que este planeta concede, escrutamos atentos las nubes…» «Esperando veros volver sobre los carros de fuego, a recoger lo que habéis dejado.» (Ancestral canción Quechua). Bonita ¿verdad?…

El contenido de estos mensajes, a mí personalmente me abre la puerta de la posibilidad a la que antes hacia alusión, y reitero, creo que es tan legitima como cualquiera de las demás. Por lo menos hasta que algún día sepamos a ciencia cierta, como y porque estas culturas tienen tantas semejanzas. Por cierto sigo sin creer que todo sea fruto de la casualidad, pues a mi modesto entender la casualidad no existe, en todo caso sería fruto de la causalidad. La famosa, causa-efecto

A todo lo expuesto en este articulo, no le doy ni más ni menos importancia, solo la que creo que se merece. Simplemente lo expongo y que cada uno, saque sus propias conclusiones.

CRONOLOGIA DE TODOS LOS TIEMPOS 3º PARTE

LA SENTENCIA DE LOS MAYORES

El aplastamiento de la Rebelión provocó jolgorio en la mayor parte del Cosmos, no obstante faltaba lo más importante: decidir qué se hacía con los insurrectos. Voces iban y venían, cada cual proponiendo hacer justicia a su manera, e incluso se inventaban los castigos más crueles. Pero los únicos que podían establecer una decisión correcta eran los Mayores.

Otro de los Mayores, de nombre Archer, expresó que la mejor forma de que los disidentes aprendieran era enviarlos a uno de los Planetas que estuvieran dentro de los proyectos que ellos mismos negaron, y así aportaran a su desarrollo.

Entonces, los Rebeldes fueron apresados astralmente en Ergomenones especialmente programados para «atar» sus Esencias a la Tierra: unos con forma de Pirámide de base cuadrada (colectivos), y otros con forma de Octaedro (individuales); éstos últimos de menor número en nuestro Planeta, debido al fuerte poder que emanan.

Esos Cristales de Retención fueron instalados por los Vigilantes en cavernas. De esta forma, se evitaba que Satanel y sus seguidores encarnasen en los cuerpos adultos que tenían ocultos en Orión —y que la Confederación Galáctica buscaba infructuosamente para «confiscarlos»—. La medida era lógica. De lo contrario, desde allí se habría iniciado una nueva Guerra Cósmica…

Para todos los presentes fue una buena idea, sabia y conciliadora, pero para los que no pertenecían a las Altas Jerarquías de la Evolución, la decisión era absurda y contraria a los ideales de preservación de mundos como el nuestro.

Aunque la Guerra, en verdad, no terminó.

La raza de pequeños hombres grises, creada durante la Guerra Antigua, fue controlada por Satanel. Estos seres se convertirían más tarde en la posibilidad de escape para los Orionitas atrapados en la Tierra.

EL «BRAZO DERECHO» DE SATANEL

Además, hubo una mujer, Vigilante de Orión y «brazo derecho» de Satanel en la Rebelión, que logró escapar de la Guerra al mando de un importante colectivo de seres de aspecto reptiloide.

La Confederación, les había perdido el rastro.

Ellos viajaron a Antares para pedir una suerte de asilo. Fueron recibidos, y hasta intentaron convencer a los poderosos Jerarcas Antarianos de plegarse a una nueva Guerra. Y aunque sus antiguos enemigos no aceptaron participar directamente, sí convinieron en otorgar tecnología bélica que pudiese convertir a esta Vigilante y su pequeño Ejército de Reptilianos en una avanzada invencible.

Con esto, los Antarianos estaban violando el Tratado de Paz Galáctica que, a consecuencia de la Guerra Antigua, señalaba que no debían producirse máquinas destinadas a planes bélicos o de agresión.

Pero la suerte de aquel grupo orionita en Antares no fue tan abundante. Sus cuerpos adicionales —o réplicas físicas— fueron finalmente hallados por la Confederación en Orión, y por tanto controlados.

Así, este pequeño ejército fiel a Satanel tenía tan sólo un cuerpo físico —el que llevan «puesto»— para llevar a cabo sus planes, y congelaron sus únicos cuerpos disponibles en Antares, para ser despertados en el momento indicado en que se llevaría a cabo la «Guerra de las Guerras».

Este punto en contra frente a las Fuerzas de la Confederación, había sido superado por la posesión de poderosísimas armas. Entre ellas, una terrible y prohibida. Se trataban de Cañones de Antimateria, que habían sido adaptados por los Antarianos para no sólo destruir el cuerpo físico, sino también la «Memoria Virtual», que involucra todo lo aprendido a lo largo de vidas sucesivas.

Las criaturas alcanzadas por estas terribles armas, a consecuencia, «olvidarían» todo y empezarían de cero. Un arma, desde luego, muy conveniente para ser utilizada no sólo contra los Vigilantes de la Confederación, sino contra la misma Humanidad de la Tierra…

ÉXODO A LAS LUNAS DE JÚPITER

La Rebelión de Satanel, afectó muchísimo la vida y organización espacial en Orión, que sumada a la fuerte crisis que significó la destrucción física del Consejo de los 14, creó un ambiente de incertidumbre e inseguridad, a pesar que la Confederación Galáctica tenía ya el control.

Finalmente, un importante sector de los Orionitas —que no participaron de la Guerra Cósmica que desencadenaría Satanel— sumados al Consejo Galáctico, abandonaron Ahelón y otros mundos de Orión en un viaje espacial que los llevaría a las Lunas Mayores de Júpiter, en nuestro Sistema Solar, a las que ellos denominaron:

ANETA (Ío): Base Militar de la Confederación.
ANATIA (Europa): «Mundo de Cultivos y Creaciones Bellas».
MORLEN (Ganímedes): «Mundo de Perfección».
CALONIA (Calixto): «Mundo de Capacitación».

En Morlen, se establecería la nueva Sede del Consejo. Renunciaron a su pasado guerrero, y dejaron atrás los abusos tecnológicos de la Clonación. Volvieron a los orígenes, hasta el punto de procrear nuevamente niños.

DEPORTACIÓN DE LOS REBELDES

Los Rebeldes fueron deportados a nuestro Planeta en cerca de 30 Naves oscuras, con forma circular, pero con la parte superior puntiaguda. El primer grupo aterrizó junto a lo que hoy es el Volcán Rano Raraku, de Rapa Nui. Y ahí mismo, dentro del volcán, fue instalado el primer Cristal de Retención.

(Ronald Hubbard, fundador de la Cienciología, hablaba de una deportación masiva de seres extraterrestres realizada por la Confederación Galáctica a fines de la Era Secundaria, hace 70 millones de años. Según su versión, millones de seres fueron arrojados a los volcanes de Hawai, y otras partes del mundo, quedando desde entonces sus Esencias atrapadas en la Tierra).

Pero un fenómeno que se registró en este primer grupo, alertó a la Confederación. Se trataba de un envejecimiento prematuro, fruto de poseer cuerpos clonados y estar bajo una influencia energética extraña para ellos: nuestro Planeta.

Finalmente, Satanel y Luzbel fueron dejados en el Asia Central. Lo que no sabían aún es que ese era un punto en donde había enterrados dos Cristales de Retención, por lo que era más fácil aún el control de estos legionarios interestelares.

Cuando empezaron a envejecer rápidamente los primeros en venir, muchos de estos Orionitas intentaron hallar en los Laboratorios que pudieron construir, una alternativa o «antídoto» para prolongarse. Mas la mayoría de estas iniciativas fueron suprimidas por los Vigilantes de las Pléyades, que seguían pacientemente las indicaciones de la Confederación Galáctica.

Sin embargo, una vez más no fue suficiente. Los Orionitas Deportados, totalmente ajenos a la Misión de Ayuda para la cual fueron enviados en primera instancia a la Tierra, seguían generando peligrosas tensiones en los diferentes puntos donde se establecieron.

REPTILIANOS TERRESTRES

Según Talmir, cuando los Rebeldes vieron que nuestro Planeta estaba habitado también por dinosaurios —que de alguna manera eran como sus parientes primitivos—, hallaron en ellos una forma ideal para acabar con la floreciente Civilización Humana.

Para esto debieron intervenir genéticamente a los reptiles gigantes —del tipo de los carnívoros—, reduciendo considerablemente su tamaño y dotándolos de un alto nivel intelectual, convirtiéndolos rápidamente en sus «discípulos», los cuales eran aleccionados con el fin de aniquilar a los humanos y ser ellos los nuevos Modelos de Evolución Alternativa del Cosmos.

Fue de esta forma como surgió un verdadero ejército de Reptiles Inteligentes… hasta que se desató una grotesca guerra, la cual no resultó en lo que los Reptilianos de Orión habían esperado. Por el contrario, la batalla fue una carnicería de reptiles, debido a la superioridad tecnológica desarrollada por los humanos.

EXTERMINIO DE LOS DEPORTADOS

Los Vigilantes recibieron tarde la orden de destruir las pocas Colonias que habían logrado establecerse y operar en el Planeta. No intervinieron en un principio, porque dentro de los propios Orionitas que participaron en la Rebelión, y que ahora se hallaban deportados con Satanel en la Tierra, había un grupo que no deseaba participar de la nueva revuelta; al contrario, deseaba ayudar sinceramente a la Humanidad, con la cual se sentía identificado por proceder todos de la misma Fuente de Vida.

Esta tensión fue tan intensa que se estaba convirtiendo en una disputa interna entre los Deportados.

Entonces, los Vigilantes de las Pléyades recibieron la orden de destruirlos a todos. El foco de tensión era tal, que no se podía esperar más… Los lugares donde se intervino bélicamente las pequeñas instalaciones y Laboratorios Subterráneos, incluían enclaves como Paititi, Monte Shasta, Sakkara, el Monte Sinaí, y Talampaya.

A los Rebeldes Deportados a la Tierra, y que deseaban ayudar a la Humanidad —pero que fueron alcanzados por esta intervención bélica de los Vigilantes Pleyadianos— se les dio la oportunidad de encarnar en el futuro como seres humanos, y así participar en las diferentes Misiones de Ayuda que procurarían la concreción del Plan Cósmico. Pero siempre, luego de cumplir con cada existencia en la Tierra, sus Esencias volverían a Orión.

Este misterio, desde luego, no tiene explicación alguna en nuestro Plano Físico, sino en una determinación de los Guardianes del Destino, Seres Ultraterrestres que desde el Universo Mental, siguen los pormenores del Plan Cósmico.

No obstante a ello, y viéndose atrapados en el Plano Astral o Cuarta Dimensión de la Tierra, los disidentes declararon una Guerra Psíquica a la Humanidad. Y se constituyeron en un Gobierno Interno Negativo Planetario, que procura manipular a aquellas personas débiles de voluntad y de carácter, encendiendo sus carismas, para ejercer a través de ellas, una fascinación sobre el resto de la Humanidad que conduzca a la colectividad hacia la Autodestrucción.

RUMBO AL DESASTRE

Mientras tanto, en un gesto de nobleza, los humanos habían perdonado a los Reptilianos Terrestres sobrevivientes, permitiéndoles vivir entre ellos, siempre y cuando cooperaran con el progreso de la Civilización, que para ese entonces estaba conformada por grandes Ciudades-Estado, las que eran gobernadas por un Consejo Regente.

Empero, los sobrevivientes no sólo no cooperaron, sino que empezaron a librar otra batalla, pero esta vez utilizando un arma distinta: su alto Poder Psíquico, en combinación con el de los Deportados en el Astral. Fue una guerra lenta pero segura, sembrando discordia al interior de la sociedad, creando un clima de gran negatividad y tensión, que buscaba desintegrar desde dentro la Civilización que ingenuamente los cobijaba.

El clima de negatividad llegó a tal, que incluso las buenas relaciones que mantenían los humanos con los Sunkies se tornaron hostiles. Éstos últimos fueron dominados y utilizados por los de superficie, cuyos afanes y ansias de poder provocaban serios estragos, desestabilizando las Energías Planetarias.

Todo esto, finalmente desembocó en la Gran Catástrofe: hace 65 millones de años, la Luna que se encontraba más próxima a la Tierra, se precipitó violentamente sobre ésta, destruyendo por completo no sólo las ciudades, sino prácticamente toda la vida de superficie. La modificación de la órbita y el eje del Planeta, y el serio daño a la Atmósfera, acarreó el congelamiento casi total del mismo.

No obstante, según Talmir, muchos humanos que no se habían corrompido, lograron escapar de la hecatombe refugiándose en las entrañas de la Tierra, mediante la apertura de aquel gran Portal Dimensional, en lo que actualmente es el Polo Norte.

Pero éstos no cerraron completamente el umbral, sino que quedó abierto en parte para regresar cuando las condiciones fueran apropiadas. Sin embargo, más tarde éste sería utilizado por todo tipo de seres provenientes de las más diversas Civilizaciones y con los más variados fines.

RESURGIMIENTO DE LA VIDA

Continuando con el relato de Talmir, luego del desastre y después de mucho tiempo —en que se sucedieron repetidos congelamientos y des-congelamientos del Planeta, Lluvias Meteóricas y Cataclismos varios—, reapareció nuevamente la vida en la superficie.

(Por lo que sabemos por fuentes científicas, la última Lluvia Meteórica que azotó la Tierra, ocurrió hace 27 millones de años).

Pero los habitantes retornados tenían ahora un aspecto renovado: su piel era oscura (como cobriza) y su aspecto como una mezcla entre la raza negra y la roja, de elevada estatura, espigados, con miembros largos y delgados. Incluso su cráneo tenía una forma alargada y pronunciada hacia atrás.

Con el tiempo, la zona donde se había asentado la Cultura Lemuriana (sur oriente de África y Madagascar, Océano Indico) se tornó inestable por una cadena de movimientos sísmicos. Ello les empujó a explorar el mundo.

ANATEYLÁN

El panorama que ofrecía entonces la Antártica era distinto. Un clima templado, con un paisaje de ensueño esgrimiendo importantes cadenas montañosas; numerosos ríos serpenteando en su extensa geografía, regando inmensos valles y planicies hasta llegar al Océano circundante.

Allí se fundó una ciudad que reuniría a todas las Colonias Lemures. Le llamaron Anateylán, un nombre propio de su cultura y que significa: «Todos somos uno».

Los Lemurianos la fundaron originalmente allí, en las cercanías de un gran lago, donde acorde a sus leyendas, se había originado la vida. Y no se equivocaban. Era el lugar donde se había sembrado la Molécula de Vida Auto-Replicante, y donde se había instalado la Máquina de Kayona, millones de años atrás.

(Nordac afirma que los Lemurianos llamaron Kayona a su ciudad, lo que probablemente es una confusión. Talmir en cambio, indica que el nombre de la ciudad era Anateylán, lo que parece más acertado).

Anateylán era una ciudad majestuosa, una mezcla de tecnología avanzada con construcciones de orden piramidal que parecían haber sido levantadas en un material similar al mármol. Se apreciaban varios jardines y caídas de agua, en medio de una gran paz.

Una vía muy ancha, conducía a una Pirámide mayor, rodeada de varias cúpulas en el centro de la ciudad. Era el «Templo del Principio», un Monumento erigido al Origen de la Vida en la Tierra.

Esta ciudad, con el tiempo, sería frecuentada por visitantes estelares que servían a la Confederación de Mundos de la Galaxia. Pronto, Anateylán se convertiría en un enclave que agrupaba a diferentes culturas de la Tierra y a colonos de otros mundos, en una época en que la Tierra recibía frecuentes visitas extraterrestres. Llegó a convertirse en una zona protegida por la propia Confederación.

LA CIVILIZACIÓN ANTÁRTICA

Así, la Civilización Antártica se estableció rápidamente, formando ciudades muy avanzadas y sofisticadas: sus construcciones eran redondeadas, algunas muy altas, y todas ellas dentro de una gigantesca cúpula a modo de escudo protector.

Sus habitantes eran también muy avanzados: podían moverse a voluntad entre las Dimensiones, pues eran conscientes de sus vehículos sutiles.

En ese momento, en que habían alcanzado un alto desarrollo evolutivo y científico, desde Anateylán, se enviaron avanzadas que empezaron a establecerse en otros puntos del Planeta. Algunos de estos bien conocidos hoy en día, como Rapa Nui, que por aquellos tiempos no era una isla, sino una gigantesca montaña cónica, en cuya cima a modo de sombrero —utilizada a modo de altar ceremonial— ya habían Moais…

Otros de los lugares de «avanzada» de esta Civilización, y que actualmente guardan vestigios arqueológicos, eran el Desierto de Atacama y El Enladrillado, en el Norte y Sur de Chile, respectivamente. Otros puntos estaban en la actual Polinesia y Australia, como también Asia y sur de África. Incluso, algunos habían emigrado fuera del Planeta, pero dentro del Sistema Solar.

Todavía no nos imaginamos los alcances de esta Civilización, anterior a la Atlántida y superior a ésta en muchos aspectos, como uno en particular y muy especial: ni más ni menos que la encarnación del Espíritu Crístico. Éste se manifestó por primera vez en el Planeta, en medio de una fulgurante luz que descendió del cielo, llenándolo todo…

(Según Javier Cabrera, las Piedras de Ica hablan de un Cristo que existió en una época en que los caballos tenían 3 dedos en cada pata. Según fuentes científicas, el Mesohippus —antecesor del caballo, y con tres dedos en cada pata—, vivió durante el Oligoceno, época que se extiende entre los 33 y 23 millones de años, aproximadamente).

No obstante, la Civilización Antártica perecería en un Cataclismo posterior, que para Nordac es el mismo que destruyó la Atlántida. A pesar de que la Confederación sugería una evacuación, los colonos humanos de Anateylán, se mantuvieron firmes en permanecer en la ciudad hasta el final de la misma, tanto por los secretos que protegía y que no debían ser trasladados a otro lugar, como por su simbolismo de esperanza y unidad.

Muchos se reunieron en los subterráneos que se hallan bajo el Templo del Principio, momentos previos a la catástrofe. Eligieron estar allí, bajo uno de los Templos más antiguos de la Tierra: un templo que era respetado por todos, incluyendo a los Visitantes Extraterrestres.

Con la Catástrofe, nuestro mundo experimentó un violento e inesperado cambio de eje, que sepultó tierras otrora templadas bajo el manto de un hielo polar. Anateylán quedó ubicada más al sur, a cientos de metros bajo el paisaje blanco de la actual Antártica.

EL ARRIBO DE LOS 32 MENSAJEROS

Para contrarrestar el Gobierno Interno Negativo de Satanel, los 32 Mensajeros de la Paz restantes, llegaron a la Tierra para establecer un Gobierno Interno Positivo. Es decir, plasmar en nuestro Planeta un orden que ya existía en el Universo, y que se veía reflejado en la Confederación de Mundos de la Galaxia. Era el inicio de la Hermandad Blanca de la Tierra.

La Gran Nave Campana, de aspecto triangular y de un color blanco tan puro como la nieve, se instaló en lo que hoy es el Desierto de Gobi, en Mongolia. La ubicación había sido estudiada previamente, pues en esa área del mundo, en el pasado, diversas expediciones extraterrestres se habían asentado construyendo inmensos túneles para la explotación mineral.

Los 32 Enviados aprovecharon la existencia de esas galerías abandonadas para adaptarlas a su misión de preservar y proteger la Verdadera Historia de la Tierra, que fueron «leyendo» del Registro Akáshico o Memoria Matriz del Planeta, y archivándola en una impresionante colección de planchas metálicas de ingeniosas aleaciones, semejantes al legendario «Oricalco» Atlante.

Este procedimiento era más que importante, ya que cada cierto tiempo, poderosas energías provenientes del Espacio afectan el Campo Magnético de la Tierra alterando la información contenida en su «Registro». En términos sencillos, los 32 Enviados procuraron una «copia de respaldo» de toda esa información para que ningún fenómeno externo la perdiese para siempre.

También fue allí, en los «Salones de Amenti», donde se construyó el Gran Disco Solar Ilumana, un Plan Maestro que procuraba «unir» los otros 12 Discos creados para conectarse con el Universo y comprender su naturaleza. El Disco representa al Sol Central de la Galaxia.

LA RED DEL TIEMPO

Los 13 Discos de la llamada «Red del Tiempo», se encuentran actualmente distribuidos en Templos Subterráneos a lo largo de América y la Antártida. Sus nombres y ubicaciones son las siguientes:


01) Emanashi (Monte Shasta, USA).
02) Sipenbó (Valle de las 7 Luminarias, México).
03) Aromane (Ciudad Blanca, Honduras).
04) Xemancó (Laguna de Guatavita, Colombia).
05) Urinam (Monte Roraima, Venezuela).
06) Jasintah (Cueva de Los Tayos, Ecuador).
07) Ilumana (Ciudad de Paititi, Perú).
08) Demayón (Lago Titicaca, Bolivia).
09) Ramayah (Volcán Licancabur, Chile).
10) Mitakunah (Cañón de Talampaya, Argentina).
11) Omsarah (Sierra del Roncador, Brasil).
12) Ulimen (Estancia de Aurora, Uruguay).
13) Íon (Lago Vostok, Antártida).

«ALUMBRAMIENTO» DEL GRIAL

Pero la misión de los 32 poseía un ingrediente secreto: habían traído con ellos el Gran Cristal que fue hallado en la Nebulosa de Orión. Lo depositaron en una galería subterránea especialmente acondicionada para su protección, bajo el suelo del silencioso Gobi.

Y cuando el Gran Cristal fue colocado, se «activó», iluminándose con un brillo esmeralda que parecía provenir de otro plano más allá de la materia. Entonces se produjo el «alumbramiento» del Gran Cristal: un pequeño objeto, de similar naturaleza, se desprendió de su madre.

Aquella nueva piedra cósmica, con forma de copa, lucía de primera impresión como un cuenco por su boca ancha. Sin embargo, al observarla de cerca, se apreciaba el aspecto pentagonal de su circunferencia.

Era el nacimiento del Grial.

Ese objeto, al igual que el Gran Cristal que lo engendró, era indestructible. Pero ambos eran intensamente custodiados para que no cayeran en manos equivocadas.

LA FUNDACIÓN DE SHAMBHALA

Los 32 Enviados sabían que sólo la Humanidad de este Planeta podría revelar el Misterio y Mensaje del Gran Cristal, por tanto cierta tranquilidad reposaba en sus mentes cuando se produjo el despertar y alumbramiento de su tesoro secreto. Fue así que decidieron mover la Gran Nave hacia el extremo oeste del desierto, donde dominan las altas y sagradas montañas del Altai. Desde allí vigilarían cada rincón del antiguo Gobi.

Hallaron en el macizo del Belukha el lugar perfecto para ocultar su Nave bajo su corpulenta estructura. Luego aprovecharon la Tecnología de Navegación de su ingenio espacial para congelar sus cuerpos —como si fueran a emprender un largo viaje— quedando en estado de Animación Suspendida. Lo hacían así, pues al morir en la Tierra —donde seres de otros mundos experimentan un envejecimiento prematuro— sus almas deberían volver a sus Planetas de origen, y ellos aún no habían terminado su misión.

De esta forma quedaron físicamente «dormidos» en sus Cápsulas de Hibernación, pero espiritualmente activos y vigilantes desde otro plano. Mientras la luz del Gran Cristal permaneciese encendida, cual rayo dador de vida desde su escondite secreto en el Gobi, ellos permanecerían aquí.

Este proceso supuso un traspaso de postas: desde que llegó el Gran Cristal a la Tierra los hombres más elevados del mundo, muchos de ellos supervivientes de la catástrofe de la Atlántida, emprendieron viaje hacia el Gobi y el Altai, sintiendo fuertemente el llamado de los 32 y la energía de aquel objeto cósmico que ahora latía, cual Luz Maxin o antorcha eterna de cada Retiro Interior.

Así, el remanente de antiguas culturas antediluvianas, todos ellos seres sabios que habían comprendido el error de sus semejantes cuando se generó el divorcio entre la Ciencia y la Espiritualidad —como ocurrió con la Atlántida— se constituyeron en los nuevos Guardianes Materiales del Gobi y las altas cadenas montañosas adyacentes.

Era el inicio de Shambhala. La Ciudad Luz, la Semilla de la Paz.

(Los Misioneros Rahma suelen situar la fundación de Shambhala tras el hundimiento de la Atlántida, ocurrido hace unos 12.500 años. Sin embargo, textos tibetanos afirman que Shambhala fue fundada hace más de 18 millones de años por un grupo de 7 seres venidos desde Venus. Tal vez la llegada de los 32 Mensajeros, corresponda en realidad a un capítulo posterior en la historia de Shambhala).

EL CUMPLIMIENTO DEL PLAN

El Gran Cristal se había enlazado mágicamente con la Red Nodal del Planeta, conectando incluso túneles y espacios subterráneos, inundando todo con su brillo verde brillante de creación.

Durante varios miles de años, los habitantes de esta Humanidad Subterránea, vigilante y protectora de los Secretos del Gobi y las montañas, permaneció activa físicamente. Hoy en día, la mayoría de aquellos Maestros ha emigrado a otros planos, en donde continúan su magna labor.

Esto está sucediendo porque se aguarda otro cambio de postas, tal como ocurriera con el deseo de los 32 Enviados de perpetuar la cadena, quedando por voluntad propia a vanguardia de que todo lo anunciado se cumpla.

Los Mensajeros Extraterrestres conocían bien su Misión, pues en anteriores oportunidades, su Consejo había enviado diferentes Misiones a lejanos mundos para sembrar la Semilla de la Paz. La visita de estos seres a la Tierra suponía la Décima Cruzada. Y quizá la última y definitiva.

De allí en adelante, el Grial estaría al cuidado de los Guardianes del Mundo Subterráneo, quienes en determinadas épocas, permitían que la piedra salga a la superficie a través de sus Emisarios y sea infiltrada en gravitantes momentos de nuestra historia. Aquella suerte de Esmeralda Espacial, en su estado natural, lucía similar a un cuenco, por ello no resultó difícil moldearla para darle una apariencia de copa humana y hacerla pasar desapercibida. Luego sería cubierta de metal, oro o piedra para ocultar su procedencia, poderes y misión.

No hay que olvidar que la piedra era algo más que un elemento de poder. Se trataba de un poderoso Oráculo que sintetizaba el Misterio de la Creación, y que seguía almacenando gran cantidad de información donde estuviese. Por esta razón los Maestros la exponían en ciertos momentos claves a la superficie, sin perder de vista su cuidado y protección.

De hecho aquel pequeño cristal ha vuelto una y otra vez a los diferentes Retiros Interiores de Asia y de todo el mundo, pero sin integrarse nuevamente al gran objeto viviente que lo desprendió. Ello ocurrirá cuando la magna obra de la Hermandad Blanca termine.

Los 32 «Hijos de la Luz», como los describe Toth el Atlante en «Las Tablas Esmeralda», están aguardando ese momento, cuando llegue el Anrrom, el «Día de la Gran Luz», y el Universo sea redimido.

FUENTES PRINCIPALES:

  • «El Libro de los Guardianes y Vigilantes de Mundos» (Sixto Paz).
  • «La Humanidad y los Interventores después del Edén» (artículo de Sixto Paz).
  • «El Plan Cósmico» (Grupo Onanel, Misión Rahma).
  • «Informe Talampaya» (Cristian Sánchez).
  • «Viajando por los Albores del Tiempo» (Mauricio García).
  • «La Revelación Atlante» (Camilo Valdivieso).
  • «Informe Mintaka» (Ricardo González).
  • «Informe Kayona» (Ricardo González).
  • «Los Ojos de Shambhala» (Ricardo González).
  • Cronología Anunnaki

    A medida que se realizan descubrimientos es preciso actualizar las hipótesis.

    Con frecuencia nos encontramos con posturas encontradas, diferencias de pareceres o alteraciones de fechas y sucesos.

    En este blog hemos querido dar a conocer las diferentes tendencias y teorías que componen nuestra historia verdadera. Incluso cuando no estaban totalmente en consonancia con las ideas propias personales.

    Siempre que se habla de Nefilim, parece que tiene que ser blanco o negro.

    Continúo manifestando mis reservas. Creo que en nuestra historia hay muchas más civilizaciones y razas extraterrestres, como ejemplo el post CRONOLOGIA HISTÓRICA DE EXOPOLÍTICA

    Cuando se habla de Nefilim parece que no existe nadie más en el universo, sólo ellos.

    Este post pretende ser un homenaje póstumo al gran historiador Zecharia Sitchin, muerto el 10 de Octubre de este año.


    A continuación Una cronología actualizada a 2010 de los  ANNUNAKIS

    (Basado en los trabajos de Zecharia Sitchin).
    Última Actualización: 2010.


    SHAR: Año o Período Orbital Nibiruano (tradicionalmente 3.600 años terrestres). Para esta Cronología, la cuenta de los Shars se inicia desde la llegada de Alalu a la Tierra (Shar Cero). A partir del Shar 120, la duración del Año Nibiruano se ha ido acortando a unos 3.200 años.

    NIGIDA: Período de 60 años. En la Biblia, y sobre todo en el Génesis, se han interpretado erradamente los Nigidas, como años corrientes. Un Shar está compuesto por 60 Nigidas.

    AP : «Antes del Presente».


    Hace 4.700 millones de años : Se forma el Sol.

    Hace 4.650 millones de años: Se forman los Planetas Mercurio y Tiamat.

    Hace 4.527 millones de años: Se forma Kingu, el mayor de los 11 satélites de Tiamat.

    Hace 4.000 millones de años: El Sistema Solar consta de 8 Planetas: Mercurio, Venus, Marte, Tiamat, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

    Hace 3.900 millones de años: Nibiru, un Planeta Errante formado en otro Sistema Solar, es captado por el Sol. Al adentrarse en nuestro Sistema, arranca uno de los satélites de Saturno (que se convierte en Plutón, el Noveno Planeta), y toma posición como Décimo Planeta, en una alargada órbita de 3.600 años cuyo Perihelio (punto más cercano al Sol) coincide con la órbita de Tiamat.

    En su primer Perihelio, Nibiru agrieta a Tiamat, y en el segundo, lo parte en dos. El Hemisferio Sur de Tiamat se destroza formando el Cinturón de Asteroides, mientras el Hemisferio Norte es expulsado, junto a Kingu, a una órbita más cercana al Sol, pasando a convertirse en las actuales Tierra y Luna.

    Hace 3.800 millones de años: Las Moléculas de la Vida dejadas por Nibiru en la Tierra, se activan, dando origen a los primeros microorganismos. Mientras tanto, en Nibiru, la Evolución hace mucho que ya ha comenzado.

    * * * *

    Hace 500.000 años: En Nibiru existe ya una civilización avanzada, a manos de seres humanos de aspecto nórdico, y extraordinariamente longevos. Sin embargo, para estas fechas, esta Humanidad se enfrenta a una lenta extinción al desgastarse la Atmósfera de su Planeta.

    Shar -13 (490.000 AP): Los Consejeros Científicos de Nibiru sugieren dos alternativas:

    a) Enviar naves al Cinturón de Asteroides para extraer Oro, molerlo hasta el polvo más fino, y suspenderlo en la Atmósfera.

    b) Atacar los volcanes con proyectiles, para estimular sus erupciones, y de esta forma, sanar la brecha.

    Shar -9 (476.000 AP): Transcurridos 4 Shars (unos 14.400 años terrestres), Lahma, el Octavo Rey Nibiruano, aún no ha tomado una decisión. El Príncipe Alalu lidera una revolución para derrocarlo y, una vez en el trono, ordena la inmediata puesta en marcha del Plan A, pero los Asteroides destruyen todas las naves. El Plan B también resulta un fracaso, al no producirse las erupciones volcánicas requeridas.

    En la Tierra, sobreviene una Era Glacial.

    Shar 0 (444.000 AP): Alalu, desafiado y derrotado en un torneo de lucha libre por el Príncipe Anu, pierde la Realeza a favor de éste, y huye a la Tierra. Descubre que ésta posee Oro que puede ser usado para proteger la Atmósfera de Nibiru.

    Shar 1 (440.000 AP): Conducidos por Enki, el Hijo Primogénito de Anu, 50 «Héroes» Nibiruanos llegan a la Tierra, y fundan la Estación Eridu en el sur de Mesopotamia para extraer Oro de las aguas del Golfo Pérsico. Alalu es nombrado Comandante de la Estación.

    Shar 3 (433.000 AP): Abgal lleva el Oro recolectado a Nibiru.

    Shar 4 (429.000 AP): En Nibiru se elabora el Polvo de Oro, para diseminarlo a la Atmósfera.

    Shar 6 (422.000 AP): El Polvo de Oro es dispersado en la Atmósfera Nibiruana con Rayos de Cristales. La Brecha Atmosférica sana.

    Shar 7 (419.000 AP): Al siguiente Perihelio Nibiruano, los Rayos Solares perturban el Escudo Dorado, y la Brecha se reabre.

    Shar 8 (415.000 AP): En el sureste de África, en lo que hoy es Zimbabwe, Enki detecta el Abzu («Lugar de Nacimiento del Oro»). Su hermanastro Enlil (Heredero Legal al Trono), se hace presente en la Tierra para verificar el hallazgo y asegurar el éxito de la Misión. Mientras tanto, las grandes placas de hielo comienzan a retroceder y el clima en la Tierra se suaviza.

    Fines del Shar 8 (412.000 AP): Anu visita la Tierra y da el visto bueno para la construcción de una mina en el Abzu. Al echarlo a suerte, Enlil logra el mando de la Misión Terrestre, y Enki es relegado al Abzu.

    Alalu se molesta por no ser considerado en la repartición y desafía a Anu. El asunto se resuelve con otra Lucha Libre, en la que Anu vuelve a ganar. No obstante, terminada la pelea, Alalu arranca los genitales de Anu con los dientes. En consecuencia, es exiliado a Marte.

    Shar 9 (411.800 AP): A principios del Shar, Alalu fallece en la región de Sidonia, en Marte. En su honor, se esculpe en láser la montaña que le sirve de sepultura, dándole la forma de su rostro.

    En la Tierra, se construye la Plataforma de Despegue de Baalbek, en el Líbano, para las nuevas Naves «Shem» interplanetarias.

    Shar 10 (408.000 AP): Ninmah (Oficial Médico en Jefe, hija de Anu, hermanastra de Enki y Enlil), parte desde Nibiru a Marte y la Tierra, al mando de un equipo de enfermeras. En Marte, salva la vida a Anzu, nieto de Alalu, que se encontraba agonizando.

    Shar 11 (404.000 AP): Entra en funcionamiento la Estación de Paso de Sidonia, en Marte, a cargo del Comandante Anzu. En la Tierra, el gran periodo interglacial se expande por todo el globo.

    Enki establece rutas marítimas y organiza operaciones mineras de extracción de Oro. El metal en transportado en barco desde África a Mesopotamia; de ahí en Aeronaves «Mu» hasta Baalbek, donde es transferido a Astronaves «Shem» que lo llevan a Marte. Y, finalmente, desde ahí a Astronaves «Shem» que llegan periódicamente desde Nibiru.

    Las Tablillas Sumerias llaman Anunnaki («Descendidos del Cielo a la Tierra») al personal de la Tierra, e Igigi («Observadores y Vigilantes») al de Marte.

    Shars 12 al 24 (400.000 – 355.000 AP): Enlil viola y embaraza a Sud, una de las enfermeras de Ninmah, pero ambos terminan casándose: Nannar, el hijo de ambos, resulta ser el primer Anunnaki nacido en la Tierra.

    Enki trata de engendrar un Heredero Real con Ninmah, pero sólo consigue dos hijas. Damkina, Esposa Oficial de Enki, llega a la Tierra con Marduk, el hijo de ambos. Ella le da a Enki otros 5 hijos varones: Nergal, Gibil, Ninagal, Ningishzidda-Toth, y Dumuzi.

    Ninurta, el Primogénito de Enlil, llega a la Tierra. Luego, Enlil engendra a su tercer hijo: Ishkur.

    Fines del Shar 24 (355.000 AP): Con el apoyo de los Vigilantes de Marte, Anzu intenta tomarse el poder robando los Paneles de Control en la Tierra. Se inicia la «Guerra de los Dioses Antiguos», en donde Anzu es finalmente derrotado por Ninurta. Pero Anzu ha engendrado un Heredero Real con Ninmah (Ullikummi), al que oculta entre los Vigilantes.

    Principios del Shar 25 (354.000 AP): Anzu es ejecutado y sepultado junto a Alalu. Marduk, Primogénito de Enki, toma su lugar como Comandante de Marte.

    Shar 28 (343.000 AP): Entra en funcionamiento el Centro Metalúrgico de Bad-Tibira, en Mesopotamia, para refinar el Oro.

    Shars 29 a 39 (340.000 – 300.000 AP): Posiblemente durante el Shar 29 (340.000 AP), la mayoría de los antiguos «Vigilantes» de Marte retornan a Nibiru, y son reemplazados por un nuevo contingente, más joven y entusiasta.

    Shar 40 (300.000 AP): Los Mineros del Abzu se amotinan. Enki, Ninmah y Toth, crean «Lulus» («Trabajadores Híbridos») mediante la manipulación genética del homínido hembra. Éstos sustituyen a los Anunnaki en los trabajos pesados y tareas manuales. Dado su habilidad para procrear, los Lulus comienzan a multiplicarse.

    Shars 40 a 64 (300.000 – 210.000 AP): Los miembros de la Segunda Generación Anunnaki contraen matrimonios, y dan origen a la Tercera Generación. Nannar se casa con Ningal y engendra con ella a los gemelos Utu-Shamash e Inanna-Ishtar. Nergal se casa con Ereshkigal. Ishkur se casa con Shala Ninkashi, una de las hijas de Enki.

    Shar 53 (250.000 AP): Los Lulus se propagan por los otros continentes.

    Shar 65 (210.000 AP): Ullikummi desafía la autoridad, atacando la ciudad de Kummiya dentro de un Robot Gigante. Finalmente, es derribado y muerto por Ishkur.

    Shar 68 (200.000 AP): La vida en la Tierra se retrae durante una nueva Era Glacial.

    Shar 80 (156.200 AP): Nibiru arrastra consigo rocas del Cinturón de Asteroides, precipitando una Lluvia de Meteoritos sobre Marte, la Tierra y la Luna. El Cometa «Dragón de Fuego» impacta contra la Luna. Enki y Marduk permanecen durante 12 años terrestres en la Luna para hacer estudios científicos y astronómicos.

    Shar 82 (149.000 AP): Entra en funcionamiento el Puerto Espacial de Sippar, en Mesopotamia. Anu hace su segunda vista a la Tierra para verlo.

    Shar 83 (145.000 AP): Ninurta va de cacería al Abzu, para llevarse por la fuerza a algunos Lulus al Edin («Casa de los Justos») en Mesopotamia. Durante 7 Shars (unos 25.000 años), hay prosperidad en la Tierra.

    Shar 90 (120.000 AP): Debido a la proliferación de Lulus en el Edin, la prosperidad disminuye.

    Shar 93 (109.000 AP): El clima vuelve a templarse, pero se agrava la escasez de pesca y caza en la Tierra. Ni Lulus ni Anunnaki quedan satisfechos.

    Mediados del Shar 93 (107.600 AP): Pensando en una nueva raza humana, más inteligente, Enki engendra a los primeros híbridos: Adapa y Titi. Adapa es llevado a Nibiru y presentado ante Anu.

    Mediados del Shar 94 (104.000 AP): Dumuzi trae a la Tierra cereales, así como ovejas, cabras y otros cuadrúpedos, además de muestras genéticas de estas especies. Se instruye a los Adapitas en la Agricultura y Ganadería. Kaín, hijo de Adapa y Titi, asesina a su hermano Abael. Como castigo, es exiliado a Norteamérica.

    Shar 95 (102.000 AP): Adapa y Titi tienen a Sati (llamado Set en el Génesis).

    Shar 97 (95.000 AP): Sati engendra a Enshi (Enós en el Génesis).

    Shar 98 (91.000 AP): Enshi engendra a Kunín (Cainán), «El de los Hornos», quien trabaja en Bad-Tibira.

    Shar 99 (87.000 AP): Kunín engendra a Malalu (Mahalaleel), «El Intérprete»: el primer músico de la Tierra.

    Shar 100 (84.000 AP): Malalu engendra a Irid (Jared), «El de las Aguas Dulces».

    Finales del Shar 102 (73.400 AP): Irid engendra a Enkime (Enoc o Enoch), «Aquel que tiene el entendimiento de Enki»: el primer superdotado de la Tierra.

    69.500 AP: Durante el Shar 103, a la edad de 65 Nigidas (unos 3.900 años terrestres), Enkime engendra a Matushal (Matusalén). Tras esto, «camina con Dios», siendo llevado por Marduk a la Luna, Marte y Nibiru.

    58.300 AP: Durante el Shar 106, a sus 187 Nigidas (11.220 años) de edad, Matushal engendra a Lu-Mach (Lamec), «Hombre Poderoso».

    Finales del Shar 108 (51.800 AP): Adapa muere a los 930 Nigidas (unos 55.800 años) de edad.

    Shar 109 (51.800 AP): Se observa un aumento en las Erupciones Solares, y alteraciones gravitacionales en la Tierra y Marte. En el extremo sur de Sudáfrica se instala un puesto de observación, a cargo de Nergal (hijo de Enki), y de su esposa Ereshkigal.

    Ninurta es asignado al Perú para establecer un Centro de Control de Misión a los pies de los Andes.

    Ante el enojo de Enlil, Marduk y 200 Vigilantes de Marte toman esposas entre las hijas de los hombres. Marduk escoge a Sarpanit, hija de Enkime. Como obsequio de bodas, reciben las tierras del Norte de África (¿Con el Archipiélago de las Poseidonis?).

    Bajo la dirección de Ninurta, Kaín construye en México la Ciudad de Enoch (llamada milenios más tarde Tenochtitlán: la actual Ciudad de México). Mientras construye la ciudad, una piedra le cae en la cabeza, matándolo.

    51.500 AP: A sus 365 Nigidas (unos 21.900 años) Enkime es traído de Nibiru a Marte para culpabilizar a los Vigilantes en nombre de Enlil. Luego de esto, se despide de sus familiares en la Tierra, para ser llevado de forma definitiva a Nibiru.

    Shar 110 (48.200 AP): Enki engendra a Ziusudra (Noé), en una aventura con la esposa de Lu-Mach. Comienza la «Maldición de la Tierra»: durante 3 Shars (unos 10.800 años), el hambre y las enfermedades azotan la Tierra.

    Finales del Shar 112 (37.500 AP): La Raza de Adamu (Hombre de Neandertal), termina desapareciendo durante las migraciones hacia el Norte. Sólo sobrevive la Raza de Adapa (Homo Sapiens) establecida cerca de las costas del Oriente Próximo.

    Shar 115 (30.000 AP): Surgen extraños estruendos bajo los hielos de la Antártida, los cuales son estudiados durante 4 Shars (unos 14.200 años), en el Puesto de Observación de Sudáfrica.

    Postrados por el hambre, los terrestres caen en un canibalismo desenfrenado.

    Shar 116 (26.000 AP): Molesto por los decretos de Enlil, que impiden ayudar a los terrestres, Enki llama a éstos a la desobediencia total hacia los Dioses, y establece un plan de contrabando clandestino de provisiones.

    19.400 AP: Durante el Shar 118, Poseidón (¿Enki?), funda la Civilización Atlante en el Archipiélago de las Poseidonis, y gobierna sobre ella, y sobre la tierra de Egipto. En Egipto, Enki será conocido como Ptah.

    18.200 AP: A la edad de 500 Nigidas (30.000 años), Noé engendra a Shem, Kam y Yafet.

    Shar 119 (15.800 AP): Los científicos nibiruanos dan la voz de alarma: el siguiente paso de Nibiru por la Tierra provocará un inmenso maremoto.

    Fines del Shar 119 (13.000 AP): Enlil obliga a los Anunnaki a jurar mantener en secreto el inminente desastre y dejar perecer a la Humanidad. Pese a ello, Enki, siguiendo el mandato de Galzu (un Ultraterrestre que se le aparece en sueños), ordena a Ziusudra-Noé que construya un navío sumergible.

    SHAR 120 (10.178 – 6970 AEC)
    AEC: «Antes del Presente»

    10.178 AEC: El Diluvio arrasa la Tierra, dando súbitamente fin a la Glaciación. Comienza con un gigantesco tsunami que cubre casi toda la tierra, seguido de 40 días de lluvia ininterrumpida. Los Nibiruanos presencian la destrucción total desde una Nave Orbital.

    Tras la catástrofe, Enlil acepta conceder a los supervivientes de la Humanidad herramientas y semillas. Nace la agricultura en las tierras altas. Enki domestica animales.

    c. 10.100 AEC: Los hijos de Ziusudra (Shem, Kam y Yafet) reciben 3 regiones para sus descendientes. Ninurta construye represas en las montañas y drena los ríos para hacer habitable la Mesopotamia. Enki reclama el Valle del Nilo. La Península del Sinaí es retenida por los Anunnaki para un Puerto Espacial, cuyo Centro de Control, a cargo de Ninmah, es establecido sobre el Monte Horeb.

    c. 10.000 AEC: Se construyen las Pirámides de Gizeh, con una Esfinge, para indicar a las futuras generaciones el quién, cuando y por qué. Un satélite es situado a 4.300 Kms sobre la Gran Pirámide para cartografiar la Tierra (de las copias del mapa resultante, saldrá el futuro y famoso «Mapa de Piri Reis»).

    c. 9070 AEC: El gobierno de Egipto y África es entregado a Marduk-Ra.

    c. 8200 AEC: Se construyen Instalaciones Espaciales en los Montes Horeb y Moriah (futura Jerusalén). Jericó y otras ciudades son establecidas como puestos fronterizos a la entrada de ellas.

    c. 8070 AEC: El gobierno de Egipto y África es entregado a Osiris.

    c. 7640 AEC: Seth asesina a Osiris, y asume el gobierno único sobre el Valle del Nilo. Isis, esposa de Osiris extrae semen de su difunto esposo, para inseminarse artificialmente y engendrar un vengador, al que llama Horus.

    c. 7280 AEC: Horus venga a su padre Osiris, iniciando la Primera Guerra de las Pirámides. Seth escapa al Asia, y toma la Península del Sinaí y Canaán.

    c. 7000 AEC: Ishtar y Dumuzi, el hijo menor de Enki, planean casarse. Ishtar ambiciona para él, el reinado sobre Egipto, e inquieto por esto, Marduk conspira contra Dumuzi. En su huída, Dumuzi muere accidentalmente, resbalando sobre unas rocas y cayendo a un río, donde se ahoga.

    c. 7000-6970 AEC: Por instigación de Ishtar, el Clan de Enlil inicia la Segunda Guerra de las Pirámides. El victorioso Ninurta, vacía la Gran Pirámide y se lleva sus Cristales de Poder, mientras Marduk-Ra es encerrado vivo dentro. Liberado luego mediante un túnel de emergencia, marcha al exilio a Norteamérica.

    SHAR 121 (c. 6970 – 3761 AEC)

    c. 7000 – 6970 AEC: El gobierno de Egipto se transfiere a la Dinastía de Toth y se construye Heliópolis para sustituir a la Gran Pirámide.

    6200 AEC: Comienza la Civilización Urbana en Sumeria, cuando los Anunnaki restablecen allí las Ciudades Antiguas, comenzando por Eridu y Nippur.

    c. 4000 AEC: Establecimiento de Tiahuanaco como centro para la producción de Bronce. Los primeros usos de Chavín de Huantar y Teotihuacán para el procesamiento de minerales también podrían remontarse a esta Era.

    SHAR 122 (3761 – 556 AEC)
    Primera Mitad del Shar

    3760 AEC: Anu hace su tercera visita a la Tierra para asistir a una serie de demostraciones. Se construye una nueva ciudad, Uruk (Erech), en su honor. Él hace de su Templo, la morada de su querida nieta Ishtar. Anu también perdona a Marduk, y lo absuelve de su pena de exilio.

    Se inicia un nuevo Linaje de Reyes-Sacerdotes de Raza Híbrida. Kish es la primera capital, bajo la protección de Ninurta. Enlil entrega el calendario en Nippur.

    3450 AEC: La supremacía de Sumeria es transferida a Nannar-Sin. Inanna le roba a Enki los 94 MEs para levantar una Civilización.

    Marduk encarga a Nimrod la construcción de una Nave Espacial con su Plataforma de Despegue (la Torre de Babel). La estructura es destruida por Enlil, y se decide crear culturas e idiomas diferentes entre sí, que impidan a la Humanidad entenderse entre sí y unirse.

    Al frustrarse sus intenciones golpistas, Ra-Marduk regresa a Egipto y lucha contra Thoth, iniciando un período de 350 años de caos en Egipto, durante el cual se suceden los 10 Reyes de This, que intentan mantener la gobernabilidad.

    3114 AEC: Depuesto en Egipto, Thoth se dirige a México a iniciar una Civilización. Como hijo de Enki, lleva la Serpiente como símbolo (Enlil y sus descendientes llevan la Cruz, emblema de Nibiru y la Casa de Anu), y es conocido allá como la «Serpiente Alada» (Kukulcán, Quetzalcóatl…).

    Se inicia en México la cuenta del Calendario Tzolkin, mucho más exacto que el Calendario Sumerio de Enlil.

    3100 AEC: Egipto y Creta (la Segunda Región) reciben la Civilización. De esta forma, se inicia la Dinastía de Menes, el primer Faraón de la Historia Oficial de Egipto.

    2900 AEC: El Valle del Indo (la Tercera Región) recibe la Civilización, bajo el dominio de Ishtar. Enki crea el lenguaje Indoeuropeo. Ishkur-Viracocha, el hijo menor de Enlil, construye un Reloj Estelar en Machu Picchu: inicio del Calendario Andino.

    2760 AEC: La realeza en Sumeria es transferida a Ur, la ciudad de Nannar y Ningal. Inanna establece un Gigunu («Casa de Placer Nocturno»).

    2730 AEC: En Egipto, el arquitecto Imhotep diseña Zoser, la primera Pirámide terrestre, en un vano intento por emular las Pirámides de los Dioses en Gizeh.

    2650 AEC: La capital de Sumeria se mueve de un lado a otro. La autoridad real se deteriora. Enlil pierde la paciencia con las indisciplinadas multitudes humanas.

    2500 AEC: Toth construye la Avenida y el Círculo de Sarsen en Stonehenge (y otras estructuras de piedra alrededor del mundo) para Marduk, a fin de que sea utilizado como Reloj Estelar. El Observatorio mide el ritmo de las Eras Zodiacales utilizando un Calendario Lunar.

    2371 AEC: Ishtar se enamora de Sargón el Grande, y ambos fundan el Imperio Akadio con capital en Ágade (Akkad).

    2316 AEC: Marduk vuelve a Babilonia, y su conflicto con Ishtar vuelve a aflorar. Nergal, hermano de Marduk, viaja desde Sudáfrica, y persuade a éste a marcharse.

    2291 AEC: Naram-Sin asciende al Trono de Akkad. Dirigido por la belicosa Ishtar, penetra la Península del Sinaí e invade Egipto.

    2260-55 AEC: Ishtar usurpa el poder en Mesopotamia. Naram-Sin profana Nippur. Los Grandes Anunnaki destruyen Ágade. Ishtar escapa. Tropas extranjeras leales a Enlil y Ninurta ocupan Sumeria y Akkad.

    2240 AEC: Al iniciarse la Era de Aries, Galzu se aparece en sueños a Enlil para advertirle de la Gran Calamidad que está por ocurrir. Insta a Enlil a elegir a un terrestre para la salvación de la Humanidad.

    2220 AEC: La Civilización Sumeria alcanza un nivel más alto bajo los Soberanos Ilustres de Lagash. Thoth ayuda al Rey Gudea a construir un Templo-Ziggurat para Ninurta.

    c. 2200 AEC: Tiahuanaco es clausurado. Se produce el incidente de Nazca.

    2181 AEC: Marduk-Ra sale de Egipto para convertirse en Amón, «El Oculto». Egipto se divide: partidarios de Marduk-Ra se quedan en el sur. Los Faraones opositores obtienen el trono del Bajo Egipto.

    2114 AEC: Enlil confía las Tierras de Sem a Nannar. Ur es declarada capital del Nuevo Imperio. Un Sacerdote de Nippur (Terah, el padre de Abraham) llega a Ur para vincularse con su Corte Real.

    2097 AEC: Terah se traslada a Harán.

    2081 AEC: Príncipes Thebanos leales a Marduk-Ra avanzan hacia el norte, bajo Mentuhotep I. Nabu, hijo de Marduk, gana adherentes para su padre en Asia Occidental.

    2073 AEC: Marduk llama a los Anunnaki a someterse ante su poder.

    2056 AEC: Por orden de Nannar, Shulgi, Rey de Ur, envía tropas Elamitas para reprimir la agitación en las ciudades cananeas. Los Elamitas llegan hasta la entrada de la Península del Sinaí y su Puerto Espacial.

    2049 AEC: Shulgi muere. Marduk se dirige a la Tierra de los Hititas. Ibruum o Ab-Ram (Abraham) recibe la orden de ir hasta Canaán meridional con un cuerpo de caballería de élite.

    2048 AEC: Amar-Sin (el Amrafel bíblico) se convierte en Rey de Ur. Abraham va a Egipto, permanece 5 años, y luego regresa con más tropas.

    2042 AEC: Guiado por Ishtar, Amar-Sin forma una coalición de Reyes del Oriente, y envía una campaña militar a Canaán y el Sinaí. Su líder es el Elamita Khedor-Laomer. Abraham bloquea el avance a la entrada del Puerto Espacial.

    2025 AEC: Marduk marcha hacia Sumeria, y se proclama Rey en Babilonia. La lucha se extiende hasta la Mesopotamia central. El «Santo de los Santos» de Nippur es profanado.

    Cuando Nabu arenga a sus seguidores cananeos a capturar el Puerto Espacial del Sinaí, los Grandes Anunnaki aprueban el uso de Armas Nucleares.

    Ninurta y Nergal se encargan de la tarea, desde sus Aeronaves: Ninurta arroja dos Bombas Nucleares sobre las Instalaciones Espaciales, y Nergal arroja las otras 5 sobre Sodoma, Gomorra, Adama, Zeboim y Zoar, las ciudades descarriadas.

    Los vientos arrastran la nube radiactiva hasta Sumeria. Los Anunnaki huyen de las ciudades, pero Nannar y Bau (esposa de Ninurta), deciden quedarse, siendo alcanzados por la Radiación. Ambos enferman, y Bau no sobrevive por mucho tiempo.

    Mientras tanto, la gente sufre una muerte terrible: los animales perecen, el agua se envenena, la tierra se vuelve estéril. Sumeria y su gran civilización quedan postradas. En cambio, Babilonia queda a salvo de la ruta del «Viento Maligno».

    2024 AEC: Las migraciones humanas esparcen la tecnología por todo el Planeta. El legado sumerio pasa a la semilla de Abraham cuando éste concibe (a los 100 años) un heredero legítimo: Isaac.

    2018 AEC: Endubsar, Escriba Maestro de Eridú es llevado al Retiro de Enki en la Isla Elefantina (Egipto), donde permanece por 40 días, mientras recibe por dictado el Libro de Enki.

    SHAR 122 (3761 – 556 AEC)
    Segunda Mitad del Shar

    c. 1960: Marduk ordena construir en Babilonia el Esagil, una nueva Torre de Babel, un nuevo Ziggurat cuya cabeza apunta directamente hacia Hamal, la estrella más brillante de la Constelación de Aries.

    1955 AEC: Pasados 70 años del Holocausto Nuclear, las cosechas vuelven a crecer, y se reconstruyen las ciudades en Mesopotamia.

    1953 AEC: Es reconstruido el Templo de Nippur, exactamente 72 años después del Holocausto Nuclear.

    c. 1900 AEC: Por orden del Dios Ashur (Enlil), Ilushuma, el Primer Rey de Asiria conduce una expedición militar para «liberar a Ur y Nippur», y logra arrebatarlas por un tiempo del puño de Marduk.

    En el centro norte de Anatolia (hoy Turquía), los hititas, bajo el patrocinio del Dios Teshub (Ishkur), se convierten en un poder militar de importancia, y se unen a la cadena de Estados-Naciones opuestas a Marduk.

    c. 1792 AEC: Marduk instala al semidiós Hammurabi como primer Rey de una nueva Dinastía en Babilonia. Los Anunnaki dispersos comienzan a establecer sus nuevos dominios alrededor de Mesopotamia.

    c. 1780 AEC: En lo alto de una montaña, Hammurabi recibe de Marduk las leyes del famoso Código de Hammurabi.

    c. 1760 AEC: «Mediante el imponente poder de Marduk», Hammurabi ataca, saquea y destruye la Ciudad-Estado de Mari, al Noroeste de Babilonia.

    c. 1750 AEC: Bajo los auspicios de Teshub (Ishkur), florece el Reino Hitita.

    c. 1660 AEC: El misterioso Pueblo Kassita aparece en Babilonia, y reemplaza la Dinastía de Hammurabi, por una Dinastía Kassita.

    1595 AEC: El Ejército Hitita rompe inesperadamente las defensas de Babilonia, penetra en el Esagil y se lleva cautivo a Marduk hasta la ciudad de Hana (aún no excavada arqueológicamente). Esto marca el fin de la Primera Dinastía de Babilonia, y tanto ahí como en Egipto se inicia un período caótico. Tal como ocurrió en Harán, el humillante exilio de Marduk dura 24 años.

    1571 AEC: Los Reyes Kassitas toman el control de Babilonia, restauran el Esagil, y llevan a Marduk de vuelta a su ciudad.

    1570 AEC: Tras un período caótico en Egipto, el Faraón Amosis I, unifica el territorio y funda la Dinastía XVIII, dando inicio al Nuevo Imperio. Es la Dinastía de Faraones que «no conoció a José» (Éxodo 1:8).

    c. 1550 AEC: Según el Mahabharata, libro sagrado de la India, por estas fechas, algunos de los Dioses comienzan a encarnar como humanos terrestres, para pagar el Karma por sus malas acciones pasadas.

    1525 AEC: Los nombres de los Faraones eliminan el sufijo Ra o Amón, a favor de Toth. El cambio, que comienza con Thotmes I (o Tutmosis I), marca también el inicio de la opresión de los israelitas. Temiendo su deslealtad y su gran número, Tutmosis I ordena la matanza de los varones israelitas recién nacidos (Éxodo 1:9-16).

    1514 AEC: Nace Moisés en Gossén (Egipto). Hijo de esclavos israelitas, su madre lo deposita en una cesta de papiro sobre el Nilo, para salvarlo de la matanza ordenada por Tutmosis I. Es rescatado de las aguas por la Princesa Real Hatshepsut, la hija del Faraón.

    1512 AEC: Al segundo año del nacimiento de Moisés, muere Tutmosis I. Le sucede Tutmosis II, esposo y hermanastro de Hatsepsut, a quien no puede darle un hijo. Razón por la cual Moisés sigue recibiendo el trato de un hijo adoptado.

    1504 AEC: Tras un corto reinado, muere Tutmosis II. Le sucede su hijo Tutmosis III, hijo de una de las chicas del harem, y yerno de Hatshepsut.

    1503 AEC: Hatshepsut arrebata el poder a Tutmosis III, convirtiéndose en gobernante por derecho propio, y dejando al joven Faraón sólo un papel nominal. Moisés tiene 11 años.

    1492 AEC: En los Himalaya, Arjuna, hijo mestizo de Indra (Ishkur) se encuentra con su padre. Éste le facilita Armas de Destrucción Masiva para vencer en su pleito con los Kurus, que, con engaños, habían quitado todo el Reino a su Tribu, los Pandavas. Tras recibir las Armas, se hace discípulo de Krishna.

    1486 AEC: En el norte de la India, se desata la Guerra del Mahabharata. Arjuna trae la victoria a los Pandavas, gracias a las Armas de Indra y la instrucción espiritual de Krishna. La Tribu de los Kurus es exterminada.

    1483 AEC: Hatshepsut muere, y Tutmosis III ordena desfigurar sus monumentos. Luego, con la aprobación de Marduk-Ra, se embarca en una serie de conquistas sin par en la historia egipcia. Sus ejércitos invaden Siria y aniquilan las fuerzas sirias en la llanura de Jezreel. Los sirios se refugian en la ciudad de Meggido.

    1483 a 1474 AEC: Ya adulto, y enterado de sus orígenes hebreos, Moisés mata a un egipcio en defensa de un esclavo hebreo. Huyendo de la sentencia de muerte de Tutmosis III, se dirige al desierto del Sinaí. En el exilio, se casa y vive del pastoreo.

    1470 AEC: Con la aprobación de Marduk-Ra, Tutmosis III derrota a una coalición de Reyes cananeos en el Valle de Meggido.

    1450 AEC: En el Valle del Indo, los Vrishnis (la Tribu de Krishna) estallan en guerra civil y hacen uso de las Armas Nucleares de Indra: Harappa, Mohenjo-Daro y otras ciudades son destruidas. Toda la raza de los Vrishnis y los Andhakas, resulta aniquilada por el fuego nuclear.

    Ishtar destruye los Palacios Minoicos de Ninmah en la isla de Creta. Las migraciones humanas causan grandes trastornos a escala mundial. Los isleños de Rapa Nui son rescatados. En Egipto, muere Tutmosis III, sucediéndole Amenofis II.

    1434 AEC: Un astro desconocido se acerca a la Tierra. Nannar-Yahwoh ordena a Moisés volver a Egipto. Egipto es azotado sucesivamente por 10 Plagas. Los israelitas son conducidos al Monte Horeb por Nannar, que aterriza en su Kabod para establecer un Pacto con ellos, como Pueblo Elegido.

    1394 AEC: Tras 40 años de travesía por el desierto bajo la dirección de Moisés, sufriendo terremotos, plagas, incendios, sequías y guerras con los pueblos nativos de Palestina, los hebreos llegan al fin a Canaán. Moisés divisa la Tierra Prometida, desde la cima del Monte Nebo (en la actual Jordania), y muere.

    1391 AEC: En una nueva aproximación a la Tierra, el astro hace que ésta detenga su movimiento de rotación por 20 horas. En Canaán, los israelitas derrotan a una coalición de Reyes Amorreos en el Valle de Ayalón, en un momento en que Nannar-Yahwoh «arrojó grandes piedras desde el cielo sobre ellos. […] Y el Sol se detuvo, y la Luna se paró, hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos». Mientras que, en América, «no hubo amanecer durante 20 horas» (Tradición Inca).

    1350 AEC: Las hazañas de los israelitas en Canaán llegan a oírse hasta en Egipto, donde un nuevo Faraón, Amenofis IV, se cambia el nombre por el de Akhenatón, siendo Atón la representación del Dios Uno.

    1334 AEC: Tutankhamón, hijo de Akhenatón, sucede a éste en el poder, y restablece el antiguo panteón de Dioses egipcios.

    1296 AEC: El ejército egipcio, siempre arremetiendo contra la región de Harán, sufre una derrota decisiva frente a los hititas en la Batalla de Kadesh (Líbano), y emprende la retirada. Respondiendo a los ruegos de Ramsés II, Marduk-Ra desciende al campo de batalla y salva al Faraón, que se había quedado sólo frente a 2.500 carros hititas. Bajo la influencia del dios, los hititas se debilitan y bajan los brazos, mientras Ramsés II rompe entre las tropas enemigas, matando a diestra y siniestra, para escapar.

    1194 AEC: Los Dioses instigan la Guerra de Troya, entre los Aqueos griegos y los Troyanos. La declaran los griegos, para obligar a los troyanos a devolver a la hermosa Helena a su esposo legítimo. Mil barcos son lanzados contra Troya, en una contienda en la que hombres, dioses y semidioses luchan hombro con hombro.

    1184 AEC: Cuando Aqueos y Troyanos acuerdan posponer las hostilidades con el fin de que sus líderes puedan decidir la cuestión en un combate singular mano a mano, los dioses, disgustados, envían a Minerva con la misión de prolongar el conflicto. Para que la terrible guerra no se detenga por la noche, Minerva convierte la noche en día, iluminando el campo de batalla.

    Siglo 12 AEC: Mientras Babilonia se mete con los países del sur y del este, los asirios extienden sus dominios hacia el norte y el oeste, por mandato de los dioses Ninurta y Adad (Nannar). Por orden de Nannar, el Rey Tiglat-Pilasar II, va hasta el Líbano y corta vigas de cedro para sus Templos. Tiglat-Pilasar asume el título de «Rey del Mundo, Rey de las 4 Regiones de la Tierra», desafiando directamente a Babilonia.

    954 AEC: Se comienza a construir el Templo de Nannar-Yahwoh en Jerusalén, mismo que será terminado 7 años más tarde (946 AEC).

    854 AEC: Con las armas de Ashur (Enlil) y Nergal, el Rey asirio Salmanazar III, marcha contra Acad, entrando en Kutha, Babilonia y Borsippa, continuando río abajo hasta Caldea. En una guerra con Adini, el enemigo huye al ver «el aterrador Fulgor de Ashur». Salmanazar III llega a representar al rey israelita Jehú postrado ante él, en una escena dominada por el Disco Alado, símbolo de Nibiru.

    840 AEC: El Profeta hebreo Elías es arrebatado por un «Carro de Fuego» delante de un testigo presencial: su discípulo Eliseo.

    722 AEC: El Rey asirio Salmanasar V marcha contra el Reino del Norte (Israel), captura su capital, Samaria («Pequeño Sumer»), y exilia a su rey y a sus nobles.

    720 AEC: El siguiente Rey asirio, Sargón II, exilia al resto del pueblo, dando nacimiento al misterio de las 10 Tribus Perdidas de Israel y terminando con la existencia independiente de aquel estado.

    704 AEC: El trabajo de extender los territorios y la «orden» del dios Ashur de tomar la Casa de Yahwoh recae sobre Senaquerib, el hijo de Sargón II y su sucesor.

    701 AEC: Con proyectiles y «El Fulgor de Ashur», Senaquerib arrasa 7 ciudades de Fenicia y Filistea. En Judea, destruye 46 fortalezas y ciudades amuralladas, toma como esclavos más de 200.000 personas, y obliga a Ezequías a pagar un fuerte tributo.

    690 AEC: Senaquerib lanza otra expedición contra Judá, pero, antes de que pueda atacar, Mikael, el «Ángel de Yahwoh» (Primogénito de Nannar), mata a 185.000 asirios en su campamento.

    689 AEC: Cuando Marduk se enfurece con su Rey y con su pueblo, decretando que «70 años será la medida de su desolación», Babilonia es finalmente saqueada por Senaquerib, quien asume el ansiado título de «Rey de Sumer y Acad».

    681 AEC: Senaquerib es asesinado por dos de sus hijos, cumpliendo la profecía de Ezequías. El «Oráculo» (un Radiotransmisor) que los dioses Utu-Shamash y Adad dieran a Senaquerib, designa a otro de los hijos de éste (el más joven), como heredero del trono: Asaradón, quien presta solemne juramento en presencia de los Dioses Ashur, Nannar-Sin, Utu-Shamash, Nebo y Marduk.

    678 AEC: Por mandato de los Dioses, Asaradón va a la guerra. Cuando las fuerzas de sus hermanos salen de Nínive para repeler su ataque a la capital, «Ishtar, la Dama de la Batalla […] rompió los arcos de ellos, y dispersó su orden de batalla». Entonces, Ishtar se dirige a las tropas dispersas en nombre de Asaradón, y éstas lo reconocen como Rey.

    675 AEC: Tras tres años de guerra, Asaradón ocupa Egipto, cumpliendo la profecía de Isaías.

    c. 618 AEC: En la antigua Persia el Profeta Zoroastro recibe en el Monte Sabalan las leyes del dios Ahura-Mazda (Ashur).

    614 AEC: Nannar-Yahwoh, disgustado con la soberbia del Rey de Asiria, permite que los babilonios rebeldes del sur se reúnan a los invasores del norte y del este para hacer caer a Ashur, la capital religiosa, cumpliendo la profecía bíblica.

    612 AEC: Nínive, la capital política de Asiria, es tomada por Nabopolasar, que rompe las represas del río para inundar la ciudad, exactamente como había predicho el profeta Nahum.

    610 AEC: Nannar-Sin «se enfureció con la ciudad y con su pueblo», en Harán, y se eleva a los cielos. Los Umman-Manda (hordas escitas, proto-medas, o una combinación de ambas) toman Harán, donde se refugian los restos del ejército asirio, y consiguen el control de la vital encrucijada.

    605 AEC: Aprovechando la desintegración del Imperio Asirio, el Faraón Nekao, marcha (como Tutmosis III había intentado antes del Éxodo) para alcanzar y capturar Naharin, en el Alto Éufrates. Pero una fuerza combinada de babilonios y de Umman-Manda lo derrotan en la Batalla de Karkemish, cerca de Harán. Sucede tal como lo profetizara Jeremías.

    598-97 AEC: Nannar-Yahwoh se enfurece con Jerusalén y su pueblo, y los abandona. Por orden de Nabu y Marduk, Nabucodonosor II marcha a Jerusalén y depone al Rey Joaquín (proegipcio), sustituyéndolo por su tío Sedequías. Miles de nobles, sacerdotes y otros líderes de Judea, entre ellos el Profeta Daniel, son capturados y llevados al exilio.

    592 AEC: Ezequiel presencia el Kabod de Nannar-Yahwoh (un módulo espacial de despegue vertical) a orillas del río Jabur, en Harán. Nannar comunica a Ezequiel que Jerusalén será atacada de nuevo, y esta vez será totalmente destruida, con Templo y todo.

    587 AEC: Nabucodonosor II, desconfiando de Sedequías (el Rey que él mismo había puesto en el trono de Judea), asedia de nuevo Jerusalén.

    586 AEC: Tras un asedio de 16 meses, Jerusalén cae, siendo incendiada y dejada en ruinas por Nabuzaradán, capitán de la guardia de Nabucodonosor II. El Templo de Yahwoh es saqueado, y los judíos son deportados a Babilonia, dando cumplimiento a la profecía de Ezequiel. Nannar-Yahwoh promete a su pueblo que esta desolación durará sólo 70 años.

    572 AEC: Ezequiel es llevado por Nannar-Yahwoh a su Templo de Marand (Cachemira).

    566 AEC: En las estribaciones inferiores del Himalaya, Maya, una mujer con votos de castidad, es preparada por los Dioses para concebir de modo artificial un precioso embrión que vendrá a ser el Buda.

    562 AEC: Con la muerte de Nabucodonosor II, estallan rivalidades internas en el Imperio Babilónico.

    c. 560 AEC: El Templo de Chavín de Huantar (Perú) es destruido, lo cual produce hostilidades entre terrestres y Anunnaki. Se inicia el Culto del Jaguar en las Américas.

    SHAR 123 (556 AEC – c. 2650 EC)

    556 AEC: Tras ser invocado y aplacado en su ira por la Sacerdotisa Adda-Gupi, Nannar-Sin regresa a Harán.

    555 AEC: Nabunaid, hijo de Adda-Gupi, se convierte en Rey de un nuevo Sumer y Acad en circunstancias poco normales: no por la habitual elección del dios Marduk, sino como resultado del pacto entre su madre y Nannar-Sin.

    552 AEC: Thoth-Quetzalcóatl abandona México y llega a Nepal.

    549 AEC: Ciro II asciende al trono de Anshan (Persia). Marduk, que quería recuperar su posición como dios nacional de Babilonia, encuentra en él al soberano justo y dispuesto a ser dirigido, que buscaba.

    539 AEC: Marduk ordena a Ciro II a marchar contra su propia ciudad, Babilonia, yendo él a su lado. Acompañado por el dios, Ciro II desvía el caudal del río Éufrates, y conquista la ciudad, donde termina siendo recibido como un libertador, sin derramamientos de sangre.

    538 AEC: El 20 de Marzo, Ciro «sostuvo las manos de Bel Marduk» en el Esagil, recinto sagrado de Babilonia. El día de Año Nuevo (21 de Marzo), su hijo, Cambises, oficia la restaurada festividad en honor a Marduk.

    Ese mismo año, Ciro II, «encargado para ello por Yahwoh, el Dios del Cielo», dicta un edicto que permite el regreso a Judea de los deportados judíos y la reconstrucción del Templo de Yahwoh.

    529 AEC: Ciro II fallece y deja a sus sucesores un imperio que abarca en uno a prácticamente todos los primitivos imperios y reinos de la región. Todos bajo la soberanía de un Rey y un Dios Supremo, Ahura-Mazda (Ashur). La única tierra que continúa siendo independiente con sus dioses independientes es Egipto.

    525 AEC: Cambises II, hijo y sucesor de Ciro II, lleva a sus tropas a lo largo de la costa mediterránea de la Península del Sinaí y derrota a los egipcios en Pelusium. Pocos meses después entra en Menfis, la Capital Real de Egipto, y se proclamaba Faraón.

    Aceptando el dominio de los Dioses de Egipto, Cambises se postra ante sus estatuas. A cambio, los Sacerdotes Egipcios legitiman su poder con el título de «Descendiente de Ra».

    El mundo antiguo se halla ahora unido bajo un único rey, elegido por el «Gran Dios de la Verdad y la Luz» y aceptado por los Dioses de Egipto. Al fin, ¡Paz en la Tierra!

    516 AEC: Termina la reconstrucción del Templo de Yahwoh, bajo el liderazgo de Esdras y Nehemías: 70 años después de su destrucción, tal como lo había profetizado Jeremías. Sin embargo, no se puede incluir el Arca de la Alianza, ya que los Sacerdotes que la habían escondido han muerto, llevándose con ellos el secreto de su paradero.

    c. 500 AEC: Los griegos van creciendo en riquezas, poder y ambición, y los conflictos no tardan en reiniciarse.

    c. 357 AEC: Un Faraón egipcio al que los griegos llaman Nectanebo, seduce en secreto a Olimpia, Reina de Macedonia. El Faraón es en realidad Marduk-Ra, que va hasta ella, haciéndose pasar por Nectanebo. De esta unión nace Alejandro Magno (356 AEC).

    336 AEC: A la muerte de Filipo II, esposo de Olimpia, y con 20 años de edad, Alejandro Magno es coronado como Rey de Macedonia.

    332 AEC: Durante el asedio de la ciudad fenicia de Tiro por parte de los ejércitos de Alejandro, irrumpen 5 Naves Anunnaki con forma de «Escudos Volantes», en formación triangular. La Nave principal dispara un Rayo de Luz que abre un gran agujero por donde logran entrar las tropas de Alejandro.

    331 AEC: Tras unas exitosas campañas militares contra los persas, Alejandro se encamina a Egipto, donde es recibido como un libertador. Luego se dirige al Gran Oasis de Siwa, sede del Gran Templo y Oráculo de Amón-Ra (Marduk), en el noreste de Egipto. Allí, el mismo dios, a través del «Oráculo», lo reconoce como su hijo y, así reafirmado, los Sacerdotes Egipcios lo deifican como Faraón.

    329 AEC: Cuando Alejandro se encuentra cruzando el Río Jaxartes en la India, aparecen en el cielo dos «Escudos Brillantes Plateados», que se introducen repetidas veces entre las columnas de soldados, provocando el pánico y desbande general de soldados, caballería y elefantes.

    323 AEC: Pese a todos sus esfuerzos por alcanzar la inmortalidad, Alejandro muere en Babilonia, a los 33 años. Sus generales se reparten el imperio, dando origen a dos Dinastías, que se enfrentarán por el control de Palestina, convertida en tierra de paso y lugar de confrontación de sus ejércitos.

    200 AEC: Los Anunnaki abandonan el Viejo Mundo, trasladándose a América.

    LAS CRÓNICAS DE AKAKOR EL LIBRO DEL JAGUAR


    Insólitas interpretaciones y fascinantes enigmas que se convirtieron en un sorprendente testimonio sobre la historia de la humanidad.

    La Crónica de Akakor forma parte de los mitos y leyendas de una de las civilizaciones más primitivas de la Tierra. Si hasta la fecha ha permanecido totalmente desconocida, se debe a las características especiales del relato y al completo aislamiento de los pueblos cuya historia refiere. Los últimos descubrimientos originados por la sistemática invasión de la Amazonía corroboran el relato del cacique Tatunca Nara sobre su pueblo, dando así crédito a algo que ya no puede seguir siendo ignorado.

    La Crónica de Akakor está dividida en cuatro partes y abarca un período de algo más de diez mil años de la vida del pueblo de Mongulala. Contiene importantes sucesos económicos y culturales de una evolución que alcanzó su punto culminante en 1944 con la llegada de dos mil soldados alemanes. El original fue escrito con antiguos jeroglíficos en vasijas y pieles de animales, y luego también en pergaminos.

     

    Como documento histórico y cultural, La Crónica de Akakor da una idea cabal del quehacer intelectual de uno de los pueblos más antiguos de la Tierra. Nuestros conocimientos sobre Sudamérica cobran nuevas perspectivas a través de este libro y aparecen interrogantes que señalan nuevos caminos para la investigación.

     

     

    El Libro del Jaguar

    Este es el jaguar. Potente es su salto y poderosa su zarpa. Es el señor de los bosques. Todos los animales son sus súbditos. No tolera la resistencia. Terribles son sus castigos. Destruye al desobediente y devora sus carnes.

    1 El territorio de los Dioses
    600.000 – 10.481 a. de C.

    Es una cuestión muy debatida la del comienzo de la historia de la Humanidad. Según la Biblia, Dios creó el mundo en siete días para su propio honor y para el bien de la Humanidad. Hizo luego al hombre del barro y le insufló el aliento vital. Pero según el Popol Vuh, el libro de los mayas, el hombre sólo emergería por vez primera con la cuarta creación divina, después de que los tres mundos anteriores hubieran sido destruidos por terribles catástrofes. La historiografía tradicional sitúa el comienzo real de la Humanidad hacia el año 600.000 a. de C., con los primeros humanos primitivos que no conocían ni las herramientas ni el uso del fuego. (No habla de los fósiles de homínidos Australopithecus, con una antiguedad de 6 millones de años. El  homo habilis con una antiguedad de 2.5 millones de años. La segunda glaciación de la era cuaternaria se extendió desde hace 600.000 años hasta hace algo más de 300.000 años. Durante esta época el homo erectus aprendió a organizarse para cazar grandes mamíferos. Su modo de vida era ya muy similar al de otros mamíferos cazadores, pues su inteligencia había compensado ya con creces su inferioridad física.)

    Hacia el año 80.000 a. de C. aparecería el hombre de Neanderthal, (Existió como así lo demuestran los fósiles antes, sin embargo es correcta la fecha en la que se considera la cultura neanderthal plenamente definida) que ya había avanzado tremendamente: conocía el uso del fuego y había desarrollado ritos funerarios. La prehistoria, la historia inicial del hombre, comienza en el año 50.000 a.de C., y, según los hallazgos arqueológicos, ha sido dividida en las Edades de la Piedra, del Bronce y del Hierro. Durante la Edad de Piedra, el hombre era cazador y recolector; cazaba mamuts, caballos salvajes y renos. Con la lenta regresión del casquete de hielos, el hombre seguiría gradualmente a los animales que estaban migrando hacia el Norte.

     

    La agricultura y los animales domesticados les eran todavía desconocidos. Sin embargo, sus pinturas sobre las paredes de las cuevas de cobijo evidenciaban un arte sorprendentemente sofisticado y basado en ritos de caza mágico-religiosos. Se cree que hacia el año 25.000 a. de C. las primeras tribus del Asia Central cruzaron los estrechos de Bering hacia América.

    Los maestros extranjeros que llegaron de Schwerta

    La Crónica de Akakor, la historia escrita de mi pueblo, comienza en la hora cero, cuando los Dioses nos dejaron. En aquel momento, Ina, el primer príncipe de los Ugha Mongulala, decidió que todo lo que fuera a suceder quedase escrito con buenas palabras y con lenguaje claro. Y así, la Crónica de Akakor da testimonio de la historia del pueblo más antiguo del mundo, desde sus comienzos, en la hora cero, cuando los Maestros Antiguos nos dejaron, hasta los tiempos presentes, cuando los Blancos Bárbaros están tratando de destruir nuestro pueblo.

     

    Explica el testamento de los Padres Antiguos, sus conocimientos y su sabiduría. Y describe el origen del tiempo, cuando mi pueblo era el único que poblaba el continente y el Gran Río fluía en otra dirección, cuando el país todavía era llano y liso como la espalda de un cordero. Todo esto está escrito en la crónica, la historia de mi pueblo desde que los Dioses partieron, en la hora cero, y que corresponde al año 10.481 a. de C. según el calendario de los Blancos Bárbaros:

    Esta es la historia de los Senadores Escogidos. En el comienzo todo era caos. El hombre vivía como los animales, sin razón y sin conocimiento, sin leyes y sin cultivar la tierra, sin vestirse y sin ni siquiera cubrir su desnudez. No conocía los secretos de la naturaleza. Vivía en grupos de dos o tres, cuando un accidente los había juntado, en cuevas o en hendiduras de las rocas. Los hombres caminaron en todas las direcciones hasta que los Dioses llegaron. Ellos trajeron la luz. (El hombre existia, antes de la llegada de los dioses).

    No sabemos cuándo sucedió; de dónde procedían, tan sólo oscuramente. Un denso misterio cubre los orígenes de nuestros Maestros Antiguos, que ni siquiera el conocimiento de los sacerdotes puede desentrañar. Según la tradición, debió ocurrir 3.000 años antes de la hora cero: 13.000 a. de C. según el calendario de los Blancos Bárbaros. Súbitamente, unas brillantes naves doradas aparecieron en el cielo. Enormes chorros de fuego iluminaron la llanura. La Tierra se estremeció y el trueno retumbó sobre las colinas. El hombre se inclinó lleno de veneración ante los poderosos extranjeros que llegaban para tomar posesión de la Tierra.

    Los extraños dijeron que procedían de un lugar llamado Schwerta, un remoto mundo situado en las profundidades del Universo, en el que vivían sus antepasados y del que habían partido para llevar el conocimiento a otros mundos. Dicen nuestros sacerdotes que era aquél un poderoso imperio formado por muchos planetas, tan numerosos que ambos mundos, el de los Maestros Antiguos y el de la misma Tierra, se encuentran el uno al otro cada 6.000 años. Es entonces cuando regresan los Dioses. (A los lectores del Blog les empezará a sonar la Historia. Un planeta que se encuentra con la Tierra cada 6.000 años. Otra pregunta es la fecha de 600.000 años. Según el relato su llegada fue hace 13.000 años)

    Con la llegada a nuestro mundo de los extraños visitantes, se inició la Edad de Oro. Ciento treinta familias de los Padres Antiguos vinieron a la Tierra para liberar al hombre de la oscuridad. Y los Dioses los reconocieron como sus propios hermanos. Ellos asentaron a las tribus que vagaban errantes; les dieron partes justas de todas las cosas comestibles. Trabajaron diligentemente para enseñar sus leyes a los hombres, aun cuando su enseñanza encontró oposición. Por esta labor, por todo lo que sufrieron por la Humanidad, y por lo que nos trajeron y nos mostraron, los veneramos como los creadores de nuestra luz. Y nuestros artistas más sublimes han realizado imágenes de los Dioses para que den testimonio durante toda la eternidad de su auténtica grandeza y de su maravilloso poder. Así, la imagen de los Maestros Antiguos ha permanecido presente en nuestro recuerdo hasta nuestros idas.

    En su aspecto físico, los extraños de Schwerta apenas se diferenciaban del hombre. Tenían cuerpos agraciados y la piel blanca. Sus notables rostros, enmarcados por un fino pelo negro-azulado. Una poblada barba cubría el labio superior y el mentón. Al igual que los hombres, eran criaturas vulnerables de carne y hueso. Pero el signo decisivo que distinguía a los Padres Antiguos de los hombres eran los seis dedos en cada una de sus manos y los seis dedos en cada uno de sus pies. Constituía la característica de su origen divino.

    ¿Quién puede llegar a desentrañar los actos de los Dioses? ¿Quién puede llegar a comprender sus acciones? Porque seguramente eran poderosas e incomprensibles para los ordinarios mortales. Conocían el curso de las estrellas v las leves de la naturaleza. Verdaderamente, estaban familiarizados con las leyes más profundas del Universo. Ciento treinta familias de los Padres Antiguos vinieron a la Tierra y trajeron la luz.

    Las Tribus Escogidas

    El recuerdo de nuestros más antiguos antepasados me estremece y entristece. Mi corazón está pesaroso porque ahora estamos solos, abandonados por nuestros Maestros Antiguos. Todo nuestro conocimiento, y todo nuestro poder, a ellos se lo debemos. Ellos llevaron al hombre desde la oscuridad hasta la luz. Antes de que los extraños de Schwerta llegaran, los hombres vagaban como niños que no pueden encontrar sus hogares y cuyos corazones no conocen el amor.

     

    Recogían raíces, bulbos y frutas que crecían salvajes; vivían en cuevas y en agujeros en el suelo; disputaban con sus vecinos por el botín cazado. Pero entonces llegaron los Dioses e instituyeron un nuevo orden en el mundo. Enseñaron a los hombres a cultivar la tierra y a criar animales. Les enseñaron a tejer la tela y asignaron hogares permanentes a las familias y a los clanes. Así nacieron las tribus.

    Este fue el comienzo de la luz, de la vida y de la tribu. Los Dioses llamaron a los hombres para que se juntaran. Deliberaron, reflexionaron y celebraron consejos. Y luego adoptaron decisiones. Y de entre todas las personas escogieron a sus servidores para que vivieran con ellos, y a los que les transmitieron sus conocimientos.

    Con las familias escogidas, los Dioses fundaron una nueva tribu y le dieron el nombre de Ugha Mongulala, que en el lenguaje de los Blancos Bárbaros significa las Tribus Escogidas Aliadas. Y como una muestra de su alianza eterna, se emparejaron con sus servidores. Por tanto, y hasta hoy en día, los Ugha Mongulala se parecen físicamente a sus divinos antepasados. Son altos; sus rostros se caracterizan por unos pómulos salientes, una nariz nítidamente delineada, y unos ojos almendrados. Tanto los hombres como las mujeres tienen el mismo pelo espeso negro-azulado. La única diferencia con los Dioses la constituyen los cinco dedos de los mortales en las manos y en los pies. Los Ugha Mongulala son el único pueblo de piel blanca sobre el continente.

    Aunque los Maestros Antiguos retuvieron consigo muchos secretos, la historia de mi pueblo explica también la historia de los Dioses. Los extraños de Schwerta fundaron un poderoso imperio. Con sus conocimientos, su superior sabiduría y sus misteriosas herramientas les fue fácil modificar la Tierra según sus propias ideas. Dividieron el país y construyeron caminos y canales. Sembraron nuevas plantas que el hombre desconocía. Enseñaron a nuestros antepasados que un animal no sólo es una presa sino que asimismo puede ser una valiosa posesión e indispensable contra el hambre. Con mucha paciencia impartieron los conocimientos necesarios para que el hombre pudiera arrancar los secretos de la naturaleza.

    Basados en esta sabiduría, los Ugha Mongulala han sobrevivido durante miles de años a pesar de catástrofes y de guerras terribles. Como los Servidores Escogidos de los Maestros Antiguos, han determinado la historia de la Humanidad durante 12.453 años, tal y como está escrito en la Crónica de Akakor:


    La línea de los Servidores Escogidos no se extinguió.

    Aquellos que son llamados los Ugha Mongulala sobrevivieron. Muchos de sus hijos murieron en guerras devastadoras; catástrofes terribles visitaron su territorio. Pero la fuerza de los Servidores Escogidos permaneció intacta. Ellos son los maestros. Ellos son los descendientes de los Dioses.

    El imperio de Piedra

    La Crónica de Akakor, la historia escrita del pueblo de los Ugha Mongulala, comienza con la partida de los Maestros Antiguos en el año cero. En ese momento, Ina. el primer príncipe de los Ugha Mongulala, dispuso que todos los acontecimientos quedasen escritos con buenas palabras y con lenguaje claro,(Según el indigena se utilizaron pieles de animales), y con la debida veneración para con los Maestros Antiguos. Pero la historia de los Servidores Escogidos se remonta más atrás, a la Edad de Oro.

     

    A cuando los Padres Antiguos todavía gobernaban la Tierra. Muy pocos testimonios se han conservado de este periodo. Los Dioses debieron haber establecido un poderoso imperio en el que todas las tribus cumplían unas tareas determinadas y en el que los Ugha Mongulala ocupaban el primer lugar. A ellos les fue concedida una sabiduría mayor que los hizo superiores a todos los demás pueblos. En el año cero, los Dioses legaron sus ciudades y sus templos a las Tribus Escogidas. Han durado 12.000 años.

    Tan sólo unos pocos de los Blancos Bárbaros han visto estos monumentos o la ciudad de Akakor, la capital de mi Pueblo. Algunos soldados españoles que habían sido capturados por los Ugha Mongulala lograron escapar a través de pasadizos subterráneos. Los aventureros y los colonos blancos que descubrieron nuestra capital fueron tomados prisioneros por mi pueblo.

    Akakor, la capital del territorio, fue construida hace 14.000 años por nuestros antepasados con la guía de los Maestros Antiguos. También el nombre procede de ellos: Aka significa «fortaleza» y Kor significa «dos». Akakor es la segunda fortaleza. Nuestros sacerdotes hablan asimismo de la primera fortaleza, Akanis. Estaba situada sobre un estrecho istmo en el país que llaman México, en el lugar donde los dos océanos se tocan. Akahim, la tercera fortaleza, no es mencionada por la crónica hasta el año 7315. Su historia está muy unida a la de Akakor.

    Nuestra capital está situada sobre un valle elevado en las montañas en la zona fronteriza entre los países llamados Perú y Brasil. Está protegida en tres de sus lados por escarpadas rocas. Al Este, una llanura gradualmente descendente llega hasta la inmensidad de las lianas de la región de los grandes bosques. Toda la ciudad está rodeada por una gran muralla de piedra con trece puertas. Éstas son tan estrechas que únicamente permiten el acceso de las personas de una en una. La llanura del Este, a su vez, está protegida por atalayas de piedra en las que escogidos guerreros se hallan continuamente en vigilancia de los enemigos.

    Akakor está dispuesta en rectángulos. Dos calles principales que se cruzan dividen la ciudad en cuatro partes, que corresponden a los cuatro puntos universales de nuestros Dioses. El Gran Templo del Sol y una puerta de piedra tallada de un único bloque están situados sobre una gran plaza en el centro. El templo mira hacia el Este, hacia el Sol naciente, y está decorado con imágenes simbólicas de nuestros Maestros Antiguos. En cada mano, una criatura divina sostiene un cetro en cuyo extremo superior hay una cabeza de jaguar. La figura está coronada con un tocado de ornamentos animales. Una extraña escritura, y que sólo puede ser interpretada por nuestros sacerdotes, reseña la fundación de la ciudad. Todas las ciudades de piedra construidas por nuestros Maestros Antiguos tienen una puerta semejante.

    El edificio más impresionante de Akakor es el Gran Templo del Sol. Sus paredes exteriores están desnudas y fueron construidas con piedras artísticamente labradas. El techo está abierto de modo que los rayos del Sol naciente puedan llegar hasta un espejo de oro, que se remonta a los tiempos de los Maestros Antiguos, y que está montado en la parte delantera. Figuras de piedra de tamaño natural flanquean la entrada del templo por ambos lados. Las paredes interiores están tapizadas con relieves. En una gran arca de piedra hundida en la pared delantera del templo se encuentran las primeras leyes escritas de nuestros Maestros Antiguos.

    Cerca del Gran Templo del Sol se hallan los edificios para los sacerdotes y sus servidores, el palacio del príncipe y los alojamientos de los guerreros. Estos edificios son de forma rectangular y están construidos con bloques de piedra labrada. Los techos se componen de una espesa capa de hierba sostenida por pértigas de bambú.

    Durante el reinado de nuestros Maestros Antiguos, otras veintiséis ciudades de piedra rodeaban Akakor. Todas ellas son mencionadas en la crónica. Las mayores eran Humbaya y Patite, en el país llamado Solivia; Emin, en las zonas bajas del Gran Río; y Cadira, en las montañas del país llamado Venezuela. Pero todas ellas quedaron completamente destruidas por la primera Gran Catástrofe que ocurrió trece años después de la partida de los Dioses.

    Además de estas poderosas ciudades, los Padres Antiguos erigieron tres recintos religiosos sagrados: Salazere, en las zonas altas del Gran Río; Tiahuanaco, sobre el Gran Lago: y Manoa, en la llanura elevada del Sur. Eran las residencias terrestres de los Maestros Antiguos y un lugar prohibido para los Ugha Mongulala. En el centro se levantaba una gigantesca pirámide, y una espaciosa escalera conducía hasta la plataforma en la que los Dioses celebraban ceremonias desconocidas por nosotros.

     

    El edificio principal estaba rodeado de pirámides más pequeñas e interconectadas por columnas, y más allá, sobre unas colinas creadas artificialmente, se situaban otros edificios decorados con láminas que resplandecían. Cuentan los sacerdotes que con la luz del Sol naciente las ciudades de los Dioses parecían estar en llamas. Éstas radiaban una misteriosa luz, que se reflejaba en las montañas nevadas.

    De los tres recintos religiosos sagrados, yo tan sólo he contemplado con mis propios ojos el de Salazere. Se encuentra situado sobre un afluente del Gran Río. a una distancia de unos ocho días de viaje desde la ciudad que los Blancos Bárbaros llaman Manaus. Sus palacios y sus templos han sido completamente cubiertos por la jungla de lianas. Únicamente la cumbre de la gran pirámide se destaca todavía por encima del bosque, cubierta por una densa maleza de matorrales y de árboles. Incluso los iniciados tienen dificultades para encontrar el lugar de residencia de los Dioses.

     

    Está rodeado por profundas marismas, en el territorio de la Tribu que Vive en los Árboles. Esta tribu, tras su primer contacto con los Blancos Bárbaros, se retiró a los bosques inaccesibles que rodean Salazere. Allí el pueblo vive en los árboles como si fueran monos, matando a todo aquel que se atreve a invadir su comunidad. Yo logré dar con el recinto religioso porque hace miles de años esta tribu estuvo aliada con los Ugha Mongulala y respeta todavía los signos secretos del reconocimiento. Estos signos se encuentran grabados sobre una piedra en el borde superior de la plataforma de la pirámide. Aunque nosotros podemos copiarlos, hemos perdido por completo la comprensión de su significado.

    También los recintos religiosos son un misterio para mi pueblo. Sus construcciones son testimonio de un conocimiento superior, incomprensible para los humanos. Para los Dioses, las pirámides no sólo eran lugares de residencia sino también símbolos de la vida y de la muerte. Eran un signo del sol, de la luz, de la vida. Los Maestros Antiguos nos enseñaron que hay un lugar entre la vida y la muerte, entre la vida y la nada, que está sujeto a un tiempo diferente.

     

    Para ellos, las pirámides suponían una conexión con la segunda vida. (Un claro paralelismo con Egipto)

    Las residencias subterráneas

    Grande era el conocimiento de los Maestros Antiguos; grande su sabiduría. Su visión alcanzaba a las colinas, a las llanuras, a los bosques, a los mares y a los valles. Eran seres milagrosos. Conocían el futuro. Les había sido revelada la verdad. Eran perspicaces y de gran resolución. Erigieron Akanis, y Akakor, y Akahim. Verdaderamente, sus trabajos eran poderosos, como lo eran los métodos que utilizaron para crearlos: la forma cómo determinaron las cuatro esquinas del Universo y los cuatro lados. Los señores del cosmos, las criaturas de los cielos y de la Tierra, crearon las cuatro esquinas y los cuatro lados del Universo.

    Akakor yace ahora en ruinas. La gran puerta de piedra está derruida. Las lianas crecen en el Gran Templo del Sol. Bajo mis órdenes, y con el acuerdo del consejo supremo y de los sacerdotes, los guerreros de los Ugha Mongulala destruyeron nuestra capital hace tres años. La ciudad habría revelado nuestra presencia a los Blancos Bárbaros, de modo que decidimos abandonar Akakor.

     

    Mi pueblo ha huido al interior de las residencias subterráneas, el último regalo de los Dioses. Tenemos trece ciudades, profundamente ocultas en el interior de las montañas llamadas los Andes. Su plan corresponde al de la constelación de Schwerta, el hogar de los Padres Antiguos. En el centro se sitúa Akakor inferior. La ciudad está edificada sobre una cueva gigantesca hecha por el hombre. Las casas, dispuestas en círculo y rodeadas por una muralla meramente decorativa, flanquean el Gran Templo del Sol, que se destaca en el centro. Al igual que Akakor superior, la ciudad queda dividida por dos calles que se cruzan, correspondiendo a las cuatro esquinas de la Tierra y a los cuatro lados del Universo.

     

    Todos los caminos corren paralelos a aquellas. El edificio más importante es el Gran Templo del Sol, cuyas torres sobresalen por encima de las residencias de los sacerdotes y sus servidores, del palacio del príncipe, de los alojamientos de los guerreros y de las modestas casas del pueblo. En el interior del templo hay doce entradas a los túneles que unen Akakor inferior con otras ciudades subterráneas. Éstos tienen las paredes inclinadas y un techo plano. Los túneles son lo suficientemente grandes como para que cinco hombres puedan caminar erectos. Son necesarios varios días para llegar a cualquiera de estas ciudades desde Akakor.

    Esquema de las 13 residencias subterráneas (su plan corresponde al de la constelación de Schwerta, el hogar de los Dioses)
    1) Akakor 2) Sikon 3) Tat 4) Aman 5) Kos 6) Songa 7) Mu 8) Tanum
    9) Gudi 10) Boda 11) Riño 12) Kish 13) Budu

    Doce de las ciudades —Akakor, Budu, Kish, Boda, Gudi, Tanum, Sanga, Riño, Kos, Aman, Tal y Sikon— están iluminadas artificialmente. La luz cambia según la posición del sol. Solamente Mu, la decimotercera y la más pequeña de las ciudades, tiene unas chimeneas que llegan hasta la superficie. Un enorme espejo de plata dispersa la luz del sol sobre el conjunto de la ciudad. Todas las ciudades subterráneas están recorridas por canales que traen el agua desde las montañas. Pequeños tributarios abastecen a las construcciones y casas individuales. Las entradas desde la superficie están cuidadosamente camufladas. En casos de emergencia, las residencias subterráneas pueden aislarse del exterior mediante grandes puertas de roca móviles.

    Nada sabemos sobre la construcción de Akakor inferior. Su historia se pierde en la oscuridad del más remoto pasado. Ni siquiera los soldados alemanes que se establecieron con mi pueblo pudieron desvelar este misterio. Durante varios años, midieron las instalaciones subterráneas de los Dioses, exploraron el sistema de túneles y buscaron el origen del aire de respiración, pero sin resultado alguno. Nuestros Maestros Antiguos construyeron las residencias subterráneas de acuerdo con sus propios planes y leyes, que no nos fueron revelados. Desde aquí gobernaron sobre su vasto imperio, un imperio de 362 millones de personas, tal y como está escrito en la Crónica de Akakor:

    (Estas ciudades interconectadas con capacidad para millones de personas, recordaran a los lectores del blog el post El misterio de las ciudades subterráneas de Capadocia en Turquía

    Y los Dioses gobernaron desde Akakor. Gobernaron sobre los hombres y sobre la Tierra. Tenían naves más rápidas que el vuelo de los pájaros; naves que llegaban a su punto de destino sin velas y sin remos, tanto por la noche como por el día. Tenían piedras mágicas para observar los lugares más alejados, de modo que podían ver ciudades, ríos, colinas y lagos. Cualquier hecho que ocurriera sobre la Tierra o en el cielo quedaba reflejado en las piedras. Pero lo más maravilloso de todo lo eran las residencias subterráneas. Y los Dioses se las entregaron a sus Servidores Escogidos como su último regalo. Porque los Maestros Antiguos son de la misma sangre y tienen el mismo padre. (El reinado de los semidioses)

    Durante miles de años, las residencias subterráneas han protegido a los Ugha Mongulala de sus enemigos y soportaron dos catástrofes. Los ataques de las tribus salvajes se dispersaron ante sus puertas. En el interior, lo que queda de mi pueblo espera el avance de los Blancos Bárbaros que suben por el Gran Río en un número incontable como las hormigas. Nuestros sacerdotes han profetizado que finalmente descubrirán Akakor y que encontrarán en ella su propia imagen.

     

    Entonces el circulo se habrá cerrado.

    Plano de Akakor superior
    1) Templo 2) Palacio del príncipe 3) Guardia personal v servidumbre de Palacio

    4) Soldados 5) Escuela 6) Sacerdote 7) Servidumbre de los sacerdotes 8) Pueblo 9) Zona agrícola

    Arriba: Túnel subterráneo (corte vertical)
    Abajo: Corte vertical de Akakor inferior


    1) Recinto secreto del templo 2) Salida 3) Túnel subterráneo

     

     

    Plano de Akakor inferior
    1) Templo 2) Palacio 3) Sacerdote 4) A arsenal 5) Pueblo

    6) Guardia de palacio 7) Sala del trono 8) Túnel de comunicación 9) Portal de los Dioses

    2 La hora cero
    10.481 – 10.468 a. de C.

    La milenaria obra épica india Mahabharata cuenta cómo los dioses y los titanes pelearon entre sí por el gobierno de la Tierra. Según Platón, el legendario imperio de la Atlántida alcanzó su apogeo en este período. El científico germano-boliviano Posnansky cree en la existencia de un enorme imperio en la región de la ciudad boliviana en ruinas Tiahuanaco.

     

    Según los historiadores y los etnólogos, las principales divisiones raciales del Homo sapiens de la última glaciación tuvieron lugar hacia el año 13.000 a. de C.: mongoloides en Asia, negroides en África, caucasoides en Europa. En el continente europeo, los principales asentamientos se encuentran en las regiones costeras. Los hallazgos arqueológicos en la región de Altamira y en la Amazonia confirman por vez primera la existencia de seres humanos en el continente sudamericano.

    La partida de los Maestros Antiguos

    La historia de mi pueblo, escrita en la Crónica de Akakor, se acerca a su final. Dicen los sacerdotes que el tiempo pronto concluirá, que solamente nos restan unos pocos meses. Entonces se habrá cumplido el destino de los Ugha Mongulala. Y cuando contemplo la desesperación y la miseria de mi pueblo, no puedo por menos que creer en estas profecías. Los Blancos Bárbaros están penetrando cada vez más profundamente en nuestro territorio. Vienen desde el Este y desde el Oeste, como el fuego movido por un viento violento, y extienden sobre el país un manto de oscuridad para tomar posesión de él.

     

    Pero si los Blancos Bárbaros reflexionaran, llegarían a comprender que no podemos tomar nada que no nos pertenezca. Entonces comprenderían que los Dioses nos dieron a todos una gran mansión para compartirla y disfrutarla. Pero los Blancos Bárbaros lo desean todo para sí, para sí solos. Sus corazones no se conmueven ni siquiera cuando realizan los actos más terribles. Así que nosotros como indios no podemos hacer otra cosa sino retirarnos y esperar el regreso de nuestros Maestros Antiguos, tal y como está escrito en la crónica, con buenas palabras, con lenguaje claro:

    El día que los Dioses abandonaron la Tierra llamaron a Ina. Dejaron su legado con el más fiel de sus servidores:

     

    «Ina, nos marchamos a casa. Te hemos enseñado la sabiduría y te hemos dado buen consejo. Retornamos a casa. Nuestro trabajo está cumplido. Nuestros días están completos. Consérvanos en tu memoria y no nos olvides. Porque somos hermanos de la misma sangre y tenemos el mismo padre. Regresaremos cuando estés amenazado. Mas ahora toma a las Tribus Escogidas y condúcelas al interior de las residencias subterráneas para protegerlas de la catástrofe que se avecina».

    (Las ciudades subterraneas, ¿podían proteger del diluvio?, ¿a qué catástrofe se refieren?)

    Estas fueron sus palabras. Así es cómo hablaron cuando dijeron adiós. E Ina contempló cómo sus naves los llevaron al cielo con fuego y con estrépito. Desaparecieron sobre las montañas de Akakor. Solamente Ina contempló su partida. Pero los Dioses nos dejaron su conocimiento y su sabiduría. Fueron venerados como sagrados. Fueron un signo para los Padres Antiguos. E Ina convocó a consejo a los Ancianos del Pueblo y les habló sobre la última instrucción de los Dioses. Y ordenó un nuevo reconocimiento del tiempo para conmemorar la partida de los Maestros Antiguos. Ésta es la historia escrita de los Servidores Escogidos, la Crónica de Akakor.

    En la hora cero (10.481 a. de C. según el calendario de los Blancos Bárbaros) los Dioses dejaron la Tierra. Su partida señala un nuevo capítulo en la historia de mi pueblo. Pero en ese momento ni siquiera Ina, su más fiel servidor y el primer príncipe de los Ugha Mongulala, conocía los terribles acontecimientos que iban a suceder. El Pueblo Escogido estaba afligido por la partida de los Maestros Antiguos y abrumado por el desaliento.

    Únicamente la imagen de los Dioses permaneció en los corazones de los Servidores Escogidos. Con ojos ardientes miraron hacia el cielo, pero las naves doradas no regresaron. Los cielos estaban vacíos, sin brisa, sin sonido alguno. El cielo siguió vacío.

    El lenguaje de los Dioses

    En el lenguaje de los Blancos Bárbaros, Ugha significa «aliado», «juntado»; Mongu significa «escogido», «elegido»; y Lala significa «tribus». Los Ugha Mongulala son las Tribus Escogidas Aliadas. Una nueva era comenzada para ellos tras la partida de los Maestros Antiguos. Nunca más los Dioses superiores gobernarían su imperio, cuyas fronteras se hallaban entre si a muchas lunas de distancia. Ahora los Ugha Mongulala gobernaban entre los dos océanos: a lo largo del Gran Río. en las colinas bajas del Norte y en las lejanas llanuras del Sur.

     

    Los dos millones que constituían las Tribus Escogidas (Curiosamente la capacidad estimada de las ciudades de la capadocia en Turquia) gobernaban sobre un imperio de 362 millones de personas, ya que a lo largo de los siglos los Maestros Antiguos habían sometido a otras tribus. Los Ugha Mongulala gobernaban sobre veintiséis ciudades, sobre poderosas fortificaciones fronterizas y sobre las residencias subterráneas de los Dioses. Únicamente tres complejos religiosos — Salazere, Manoa y Tiahuanaco— quedaron fuera de su jurisdicción por instrucciones explícitas de los Padres Antiguos. Ina, el primer príncipe de los Ugha Mongulala. se veía frente a enormes tareas.

    Sé solamente unos pocos detalles sobre el período que siguió a la partida de los Maestros Antiguos. La primera Gran Catástrofe cae como una losa sobre los acontecimientos de los trece primeros años de la historia de mi pueblo. Según los sacerdotes, Ina gobernó sobre el más grandioso imperio que jamás haya existido sobre la Tierra. Estaba dirigido por los Ugha Mongulala. quienes hacían que las leyes se cumplieran. Sus guerreros protegían las fronteras de las incursiones de las tribus salvajes. 360 millones de aliados les debían fidelidad, pero tras la primera Gran Catástrofe se rebelaron contra el gobierno de los Ugha Mongulala, rechazaron el legado de los Dioses y olvidaron rápidamente su idioma y su escritura. Se convirtieron en degenerados.

    El quechua, que es como los Blancos Bárbaros denominan nuestro idioma, se compone de buenas y sencillas palabras que son suficientes para describir todos los misterios de la Naturaleza. Ni siquiera los incas conocen la escritura de los Dioses. Existen 1.400 símbolos, que producen significados diferentes según su secuencia. Los signos más importantes son el de la vida y el de la muerte, representados por el pan y por el agua.

     

    Todas las anotaciones de la crónica comienzan y terminan con estos símbolos. Tras la llegada de los soldados alemanes en el año 1942, según el calendario de los Blancos Bárbaros, los sacerdotes comenzaron a registrar los acontecimientos también en el idioma de las Tribus Aliadas. El idioma, el servicio a la comunidad, la veneración de lo antiguo y el respeto al príncipe son las cosas más importantes documentadas desde los años anteriores a la primera Gran Catástrofe.

     

    Suponen la evidencia de que en los 10.000 años de su historia mi pueblo se ha guiado por un único objetivo: preservar el legado de los Maestros Antiguos.

    Signos ominosos en el cielo

    Había signos extraños en el cielo. El crepúsculo cubría la superficie de la Tierra. El sol brillaba todavía, mas una bruma grisácea, grande y poderosa, comenzaba a oscurecer la luz del día. Signos extraños se mostraban en el cielo. Las estrellas parecían piedras perezosas. Sobre las colinas se cernía una niebla venenosa. Los árboles desprendían un fuego maloliente. Un sol rojo y un sendero negro se cruzaban entre sí. Negro, rojo, las cuatro esquinas de la Tierra estaban rojas.

    La primera Gran Catástrofe cambió la vida de mi pueblo y el aspecto del mundo. Nadie puede imaginarse qué es lo que entonces, trece años después de la partida de los Maestros Antiguos, ocurrió. La catástrofe fue enorme, y nuestra crónica la describe con terror.

    Los Senadores Escogidos estaban llenos de espanto y de terror. Ya no veían ni el Sol, ni la Luna, ni las estrellas. La confusión y la oscuridad estallaban por doquier. Imágenes extrañas pasaban por sobre sus cabezas. La resina goteaba desde el cielo y, en el crepúsculo, los hombres caminaban desesperados en busca de comida. Mataron a sus propios hermanos. Olvidaron el testamento de los Dioses. La era de la sangre había comenzado.

    ¿Qué ocurrió en aquel momento cuando los Dioses nos abandonaron? ¿Quién fue el responsable de la catástrofe que arrojó a mi pueblo a las tinieblas durante 6.000 años? Una vez más, nuestros sacerdotes pueden interpretar los devastadores acontecimientos. Ellos dicen que en el período anterior a la hora cero existía otra nación de dioses que era hostil a nuestros Maestros Antiguos. Según las imágenes del Gran Templo del Sol en Akakor. las extrañas criaturas parecían hombres. Tenían mucho pelo y eran de piel rojiza.

    (Parece que la primera gran catástrofe pudo ser un enfrentamiento entre la cultura de Los antiguos maestros y otros seres que destruyen esta civilización)

     

    Como los hombres, tenían cinco dedos en las manos y cinco en los pies; mas de sus espaldas crecían cabezas de serpientes, de tigres, de halcones y de otros animales. Dicen nuestros sacerdotes que estos dioses también gobernaban sobre un enorme imperio y que poseían asimismo conocimientos que los convertían en superiores a los hombres e iguales a nuestros Maestros Antiguos.

     

    Las dos razas de dioses, que están representadas en las imágenes del Gran Templo del Sol en Akakor, comenzaron a disputar. Quemaron el mundo con calor solar y trataron de arrebatarse el poder la una a la otra. Sin embargo, y por primera vez, la providencia de los Dioses salvó a los Ugha Mongulala. Recordando las últimas palabras de nuestros Maestros Antiguos anunciando la catástrofe, Ina ordenó la retirada hacia las residencias subterráneas.

    Los ancianos del pueblo se reunieron. Obedecieron la orden de Ina.

    «¿Cómo podremos protegernos? Los signos están llenos de amenaza», dijeron. «Sigamos la orden de los Dioses y trasladémonos a los refugios subterráneos. ¿Es que no son suficientes nuestras ideas para toda una nación? Nadie debe faltar, ni una sola persona.»

    Así fue cómo hablaron y así decidieron. Y la multitud se reunió. Cruzaron las aguas, descendieron por las cañadas y las atravesaron. Llegaron hasta la meta final, allí donde se cruzan los cuatro caminos en las residencias de los Maestros Antiguos, protegidas en el interior de las montañas.

    Esto es lo que cuenta la Crónica de Akakor. Y así fue cómo se cumplieron las órdenes de Ina. Con confianza en la promesa de los Maestros Antiguos, el pueblo de los Ugha Mongulala se trasladó a Akakor inferior para protegerse contra la inminente catástrofe. Aquí permanecieron hasta que la Tierra se hubo acallado, al igual que hace un pájaro cuando se oculta detrás de una roca para protegerse de la tormenta que se acerca. Los Ugha Mongulala se salvaron de la catástrofe porque confiaron en los Padres Antiguos.

    La primera Gran Catástrofe

    El año 13 (10.468 a. de C., según el calendario de los Blancos Bárbaros) es un año trágico en la historia de mi pueblo. Una vez que se hubo retirado a las residencias subterráneas, la Tierra fue visitada por la mayor catástrofe de la que la memoria guarda recuerdo. Superó incluso a la segunda Gran Catástrofe, 6.000 años después, cuando las aguas del Gran Río afluyeron corriente arriba. La primera Gran Catástrofe destruyó el imperio de nuestros Maestros Antiguos y trajo la muerte a millones de personas.

    Este es el relato de cómo perecieron los hombres.

     

    ¿ Qué es lo que le ocurrió a la Tierra? ¿ Quién la hizo temblar? ¿Quién hizo bailar a las estrellas? ¿Quién hizo salir a ¡as aguas de las rocas?

     

    Numerosas fueron las calamidades que visitaron al hombre; varias las pruebas a las que estuvo sujeto. Hacía un frío terrible, y un viento helado soplaba sobre la Tierra; hacía un calor terrible, y las personas se quemaban con su propio aliento. Los hombres y los animales huían sobrecogidos por el pánico. Corrían desesperados de un lado a otro. Intentaban subir a los árboles, pero los árboles los rechazaban; intentaban llegar a las cavernas, pero ¡as cavernas se desplomaban y los sepultaban.

     

    Lo que estaba abajo se puso arriba, y lo que estaba arriba se hundió en las profundidades. El sonido y la furia de los Dioses parecían no tener fin. Incluso los refugios subterráneos comenzaron a temblar.

    La primera mención sobre la forma del continente antes de la primera Gran Catástrofe fue hecha después de la partida de los Maestros Antiguos. En aquel tiempo difería considerablemente de su forma actual. Era mucho más frío y la lluvia caía regularmente. Podían distinguirse con claridad los periodos de sequía y los de lluvia. Todavía no existían los grandes bosques. El Gran Río era más pequeño y afluía hacia los dos océanos. Los afluentes lo’ unían con el lago gigante en el que los Dioses habían erigido el complejo religioso de Tiahuanaco sobre la costa del Sur.

    La primera Gran Catástrofe dio a la superficie de la Tierra un aspecto diferente. El curso de los ríos quedó alterado, y la altura de las montañas y la fuerza del sol cambiaron. Hubo continentes que quedaron inundados. Las aguas del Gran Lago retrocedieron hacia los océanos. El Gran Río fue desplazado por una nueva alineación montañosa y afluía ahora rápidamente hacia el Este. En sus orillas nacieron y crecieron enormes bosques. Un calor húmedo se extendió sobre las regiones orientales del imperio. En el Oeste, donde habían surgido unas gigantescas montañas, las personas se congelaron con el frío cerrado de las elevadas altitudes. La Gran Catástrofe provocó unas devastaciones terribles, tal y como había sido anunciado por nuestros Maestros Antiguos.

    Y lo mismo ocurrirá en la futura catástrofe que nuestros sacerdotes han calculado por el curso de las estrellas. Porque la historia de los hombres sigue unos caminos predeterminados: todo se repite, todo regresa en torno a un circulo que dura 6.000 años. Nuestros Maestros Antiguos nos enseñaron esta ley. Nuevamente, 6.000 años han transcurrido desde la última Gran Catástrofe, y 6.000 años desde que nuestros Maestros Antiguos nos abandonaron por segunda vez. Una vez más, signos ominosos aparecen en el cielo. Los animales huyen perseguidos por el pánico. Han estallado las guerras.

     

    Las leyes se desprecian o se cumplen con desgana. Mientras los Blancos Bárbaros, llenos de pura arrogancia, destruyen las relaciones entre la Naturaleza y el hombre, el destino se acerca a su conclusión. Los Ugha Mongulala saben que el final está próximo. Lo saben y lo esperan con resignación. Porque ellos creen en el legado de sus Maestros Antiguos. Con la imagen de los Dioses en sus corazones, siguen sus pasos.

     

    Siguen a aquellos que son de la misma carne y tienen el mismo padre.


     

     


    3 La era de la oscuridad
    10.468 – 3166 a. de C.

    El científico germano-boliviano Posnansky estima que Tiahuanaco fue destruida hacia 10.000 a. de C. Los geólogos hablan de tremendos cambios climáticos que podrían haber sido causados por una desviación del eje de la Tierra. La Era Neolítica, que se inicia hacia 5000 a. de C., contempló importantes innovaciones culturales y añadió una transformación económica que iba a tener grandes repercusiones: la transición a la agricultura y a los sistemas económicos productivos. El hombre neolítico cultivaba cereales salvajes y criaba ovejas, cabras y cerdos. Grandes familias se establecieron en aldeas y posteriormente en pueblos fortificados.

     

    Entre el octavo y el sexto milenio a. de C., Jericó es considerado como el estadio preliminar de las altas civilizaciones urbanas, aunque los egiptólogos sospechan de la existencia de una cultura aún más antigua en el valle del Nilo. Los hallazgos arqueológicos en Eridu y en Uruk apuntan hacia las primeras construcciones sagradas. Es aquí donde se han hallado las primeras tablillas de arcilla con inscripciones. La palabra y los signos fonéticos reemplazaron a la primitiva escritura pictográfica. En todas estas civilizaciones puede observarse una atención especial a los muertos. Varias inundaciones y erupciones volcánicas catastróficas, probablemente hacia 3000 a. de C., son descritas en la Biblia como El Gran Diluvio.

     

    América del Sur continúa siendo colonizada por oleadas de inmigrantes procedentes de Asia.

    El hundimiento del imperio

    Verdaderamente, los Blancos Bárbaros son un pueblo poderoso. Gobiernan sobre el cielo y sobre la Tierra, y son al mismo tiempo pájaro, gusano y caballo. Piensan que están viendo la luz, mas sin embargo viven en la oscuridad y son malvados. Y lo peor de todo es que niegan a su propio Dios y se esfuerzan por llegar a ser Dioses y por hacernos creer que ellos son los que gobiernan el mundo. Pero los Dioses son más grandes y más poderosos que todos los Blancos Bárbaros juntos. Los Dioses todavía deciden quién de nosotros debe morir y cuándo.

     

    Todavía el Sol, la Tierra y el fuego les sirven a ellos antes que a nadie. Porque los Dioses no permiten que sus secretos les sean arrebatados. Dicen nuestros sacerdotes que un día enviarán un juicio que liberará a los Blancos Bárbaros del peso de sus errores. Vendrá una lluvia continua que eliminará la oscuridad de sus corazones. Las aguas se elevarán cada vez más y se llevarán su maldad y su codicia de poder y de dinero.

     

    Así sucedió ya en una ocasión hace miles de años. tal y como queda escrito en la crónica, con buenas palabras, con lenguaje claro:

    Pasaron tres lunas, tres veces tres lunas. Entonces las aguas se dividieron. La Tierra se tranquilizó nuevamente. Las corrientes de agua encontraron cursos diferentes y se perdieron entre las colinas. Surgieron grandes montarías desafiaron al sol. Cuando los Servidores Escogidos salieron de las residencias subterráneas, la Tierra había cambiado. Grande era su tristeza.

     

    Elevaron sus rostros hacia el cielo. Sus ojos buscaron las llanuras y las colinas, los ríos y los lagos. Terrible era la verdad, horrible la destrucción. E Ina congregó al consejo de ancianos. Las Tribus Escogidas reunieron ofrendas: joyas, y miel de abejas, e incienso. Y las sacrificaron para hacer que los Dioses regresaran a la Tierra. Pero el cielo se mantuvo vacío. Había comenzado la era del Jaguar: el tiempo de la sangre en el que todo quedaría destruido. Así, pues, el contacto entre los Maestros A antiguos y sus servidores había quedado cortado. Y una nueva vida se iniciaba.

    Los años de sangre, el periodo entre el año 13 y el año 7315, son la época más terrible de la historia de mi pueblo. La Crónica de Akakor no recoge sus acontecimientos. Durante miles de años, no hay anotación alguna. Los recuerdos orales son también pobres y están recorridos por extrañas profecías.

    Fue una época terrible. El jaguar salvaje se acercó y devoró la carne de los hombres. Quebrantó los huesos de los Servidores Escogidos. Rasgó las cabezas de sus servidores. La oscuridad se extendió por la Tierra.

    Tras la primera Gran Catástrofe, el imperio se encontraba en una situación desesperada. Las residencias subterráneas de los Maestros Antiguos habían soportado los tremendos corrimientos de tierras y ninguna de las trece ciudades quedó destruida, pero muchos de los pasadizos que unían las fronteras del imperio habían quedado bloqueados. Su luz misteriosa se había extinguido al igual que la de una vela apagada por el viento. Las veintiséis ciudades fueron destruidas por una tremenda inundación.

     

    Los recintos religiosos sagrados de Salazere, Tiahuanaco y Manoa yacían en ruinas, destruidos por la furia terrible de los Dioses. Los exploradores que habían sido enviados al exterior informaron a su vuelta de que tan sólo unas pocas de las Tribus Escogidas habían sobrevivido a la catástrofe. Éstas, empujadas por el hambre, abandonaron sus antiguos asentamientos y penetraron en el territorio de los Ugha Mongulala, sembrando a su paso la destrucción y la muerte. La desesperación, la angustia y la miseria se extendieron por todo el imperio. Estallaron violentas luchas sobre las últimas regiones fértiles. El dominio de las Tribus Escogidas estaba a punto de concluir.

    Este fue el comienzo del ignominioso final del imperio. Los hombres habían perdido la razón. Se arrastraban por el país en todas las direcciones. Temblaban de miedo y de terror. Estaban abatidos. Su espíritu, confundido. Como animales, se atacaron los unos a los otros. Mataron a sus vecinos v comieron sus carnes. Ciertamente, los tiempos eran horribles.

    El terrible período entre la primera y la segunda Gran Catástrofe, desde 10.468 a. de C. hasta 3166 a. de C. según el calendario de los Blancos Bárbaros, puso a mi pueblo al borde de la extinción. Las Tribus Degeneradas, que con anterioridad a la primera Gran Catástrofe habían sido aliadas de los Ugha Mongulala, fundaron sus propios imperios. Derrotaron a los ejércitos de los Ugha Mongulala y en nuestro año 4130 los empujaron hasta las puertas de Akakor.

    Las tribus de los Degenerados formaron una alianza. Decían:

    «¿Cómo podemos proceder con nuestros antiguos gobernantes? Verdaderamente, todavía son pode-rosos». De modo que se reunieron en consejo. «Tendámosles una emboscada. Los mataremos. ¿No somos grandes en número? ¿No somos más que suficientes para vencerlos?»

    Y todas las tribus se armaron. Reunieron un numeroso ejército.

     

    La vista no podía alcanzar a ver toda la enorme masa de sus guerreros. Deseaban conquistar Akakor. Marcharon en formación para matar a Urna, el príncipe. Mas los Servidores Escogidos se habían preparado. Esperaron en la cumbre de la montaña. El nombre de la montaña en la que esperaron era Akai. Todas las Tribus Escogidas se habían agrupado en torno a Urna cuando los Degenerados se acercaron. Llegaron dando alaridos, con arcos y con flechas. Cantaban canciones de guerra. Aullaban y, con sus dedos, silbaban. Y así fue cómo asaltaron Akakor.

    En este punto, la Crónica de Akakor se interrumpe. Cuentan nuestros sacerdotes que los Ugha Mongulala perdieron la batalla y que Urna fue asesinado. Los supervivientes se retiraron al interior de las residencias subterráneas. La derrota en Akai, la montaña del destino, representa el punto más bajo de la desgracia de mi pueblo. Al igual que los Blancos Bárbaros, que niegan a los Dioses y se consideran a sí mismos por encima de toda ley, los Ugha Mongulala fueron cayendo progresivamente en la humillación. Confundidos por estos acontecimientos incomprensibles, comenzaron a adorar los árboles y las rocas, e incluso a sacrificar animales y seres humanos. Y fue entonces cuando cometieron el más vergonzoso crimen en los 10.000 años de historia de mi pueblo.

    Así es cómo sucedió:

    Cuando Urna murió en la batalla contra las Tribus Degeneradas, el Sumo Sacerdote negó a su hijo Hanán la entrada en los recintos secretos de los Dioses, lo desterró y usurpó su poder. Contra las leyes de los Dioses y sin el debido respeto hacia los Padres Antiguos, comenzó a gobernar al pueblo de la forma que a él le pareció bien. Éste fue el punto culminante de la era de la sangre, el período durante el cual el jaguar salvaje señoreaba por doquier.

    ¿Por qué sufrió mi pueblo estos crímenes? ¿Por qué toleraron los ancianos las fechorías del Sumo Sacerdote?

     

    Tan sólo existe una única explicación. Tras la partida de los Dioses, sólo algunas personas conocían la sabiduría de los Maestros Antiguos. Los sacerdotes ya no transmitían su conocimiento. Enseñaban las verdades de los Padres Antiguos únicamente a sus confidentes más próximos. Su poder se hizo cada vez mayor a medida que el legado sagrado desaparecía.

     

    Pronto se sintieron responsables por sí solos de todo lo que ocurriera en la Tierra y en el cielo. Durante miles de años, los sacerdotes gobernaron omnipotentemente sobre los Ugha Mongulala. Eso es lo que dicen nuestros antepasados. Y debe ser verdad, porque sólo la verdad se conserva en la memoria de los hombres a través de los tiempos.

    La segunda Gran Catástrofe

    Terrible es la historia. Terrible la verdad. Los Servidores Escogidos todavía estaban viviendo en las residencias subterráneas de los Dioses. Cientos de años, miles de años. El legado sagrado había sido olvidado. Su escritura se había vuelto ilegible. Los servidores habían traicionado la alianza con sus Dioses. Vivían por encima de toda norma, como los animales en el bosque. Caminaban en todas direcciones. Los crímenes eran cometidos a la luz del día. Y los Dioses se sentían agraviados. Sus corazones se veían llenos de tristeza por la maldad de los hombres.

     

    Y los Dioses dijeron:

    «Castigaremos al pueblo. Lo erradicaremos de la faz de la Tierra —al hombre y al ganado, a los gusanos y a los pájaros del cielo— porque ha rechazado nuestro legado».

    Y los Dioses comenzaron a destruir al pueblo. Enviaron una potente estrella cuya roja estela ocultó el cielo. Y enviaron un fuego más brillante que mil soles juntos. Había comenzado la gran sentencia. Durante trece lunas cayeron las lluvias. Crecieron las aguas de los océanos. Los ríos afluyeron hacia atrás. El Gran Río se convirtió en un enorme lago. Y los pueblos fueron destruidos. Se ahogaron en la terrible inundación.

    Los Ugha Mongulala sobrevivieron a la segunda Gran Catástrofe en la historia de la Humanidad. Refugiados en las residencias subterráneas de sus Maestros Antiguos, observaron con terror la destrucción de la Tierra. Mientras que los Servidores Escogidos se sabían inocentes durante la primera Gran Catástrofe, ahora se acusaban los unos a los otros del segundo acontecimiento terrible. Estallaron las disputas y las luchas. En Akakor inferior se inició una guerra civil que habría llevado a mi pueblo a la extinción a no ser porque entonces ocurrió un hecho que desde hacía tiempo había sido profetizado por los sacerdotes. Cuando mayor era la necesidad, los Maestros Antiguos regresaron.

    Y con su regreso se inicia un nuevo capítulo en la historia de los Ugha Mongulala, el segundo libro de la Crónica de Akakor. El primer libro concluye con las hazañas de Madus, un valeroso guerrero de los Ugha Mongulala quien, aun en los momentos más difíciles, no había perdido su fe en el legado de los Dioses, tal y como está escrito en la crónica:

    Madus se atrevió a tomar el camino que conducía a la superficie de la Tierra. Sin temer ni a la tormenta ni al agua, salió. Contempló con desolación el devastado país. No vio ni personas ni plantas, sólo algunos animales y pájaros asustados que volaban sobre la infinita extensión de agua hasta que se cansaban y caían para ahogarse. Esto fue lo que Madus vio. Y al mismo tiempo se entristeció y se enojó.

     

    Arrancó unos troncos de árboles del suelo inundado, recogió unas maderas a la deriva y construyó una balsa para ayudar a los animales. Tomó un par de cada: dos jaguares, dos serpientes, dos tapires, dos halcones. Y las aguas ascendientes empujaron su balsa cada vez más alto, montañas arriba, hasta la cima del Monte Akai, la montaña del destino de las Tribus Escogidas. Aquí Madus permitió que los animales se trasladaran a la Tierra y que los pájaros se elevaran en el aire.

    Y cuando, después de trece lunas, las aguas retrocedieron de nuevo y el sol dispersó las nubes, regresó a Akakor e informó del final de la terrible era de la sangre.

    En este primer libro de las crónicas de Akakor, El Libro del Jaguar nos encontramos de nuevo con una fecha 600.000-10481. El último año corresponde con el año cero. Con la salida de la Tierra de los seres de Schwerta.

    Así pues queda un extenso periodo de tiempo sin explicar. Ya que según el libro del Jaguar la llegada de estos seres se produjo hace 13.000 años.

    Luego se habla de dos catástrofes la 1º hace 10468 años y supuso un cambio drástico en el aspecto de La Tierra Continentes y mares cambiaron. La causa fue de una guerra entre dioses. No se tiene constancia de cambios en las placas litosféricas en esta época sin embargo, nadie actualmente puede decir con certeza la velocidad del desplazamiento, Albert Salvadó, la historia de Phaeton, es un ejemplo de ello, donde se habla de un cambio en los polos magnéticos que origina una catástrofe similar.

    La 2º catástrofe se atribuye a un Diluvio que tiene lugar hace 3.166 años.

    ¿Qué hicieron los Schwertianos desde el 600.000 hasta 13.000?¿De nuevo un planeta con un periodo orbital de 6.000 años el doble que el de los Nefilim, pero con un aspecto diferente a los Nefilim?

    ¿Un diluvio universal hace 3000 años?

    Como casi siempre cada uno ve la realidad desde su perspectiva. La perspectiva real podría variar. Las dataciones de fechas, siempre han tenido alteraciones. La conversión de los calendarios, la trasmisión oral. La información errónea de los dioses por interés.

    Pero no seamos estrictos en las fechas. Lo verdaderamente importante es el contenido la esencia que coincide con otras fuentes. Son las coincidencias y no las discrepancias las que nos hacen ir viendo la perspectiva global.

    Estos seres no crean al hombre le dan la luz, luego abandonaron todo por una amenaza. Se habla de una guerra entre dioses. Una guerra que pierden los Schwertianos

    De esta gran catástrofe se salvan los hombres al refugiarse en ciudades subterráneas, con unas similitudes muy parecidas a las ciudades de La capadocia, no olvidemos que Javier Sierra nos hablaba de 9.000 años en las ciudades de Turquia.

    Luego 3.000 años de oscuridad y finalmente el diluvio que amenaza a la humanidad. Así púes un conocimiento antiguo procedente de una cultura antediluviana que posteriormente desaparece con un diluvio. Todo esto concuerda con lo visto hasta ahora en el blog.

    Por lo demás ustedes pueden opinar diferente. Seguiremos en el siguiente post con el libro del Águila.

    AKAKOR LA LEYENDA DE LOS UGHA MONGULALA 2º PARTE

    No resulta fácil encuadrar esta historia en una época determinada. Por una parte se habla de una raza extraterrestre que llegó a la tierra hace 600.000 años. Pero rápidamente tenemos un asesinato y conspiraciones en la década de los setenta. Luego la historia de un pueblo descendiente de los extraterrestres con una historia de 15.000 años. Finalmente Los nazis con sus bases secretas y sus planes de continuar la guerra.

    Pero aparte de encuadrarla, esta historia viene a repetir lo ya relatado en este blog. Se habla de una cultura anterior a Los Nefilim. Una cultura que trató con humanos, que ya existían en la Tierra. Además una cultura que levanta pirámides y ciudades subterráneas. Este podría ser el conocimiento antiguo que después generó los focos de desarrollo cultural tras el Diluvio. Además explica una de las lagunas de la teoría de Los Nefilim, Las culturas Preincaicas en Sudamérica. Por si fuera poco habla de enfrentamientos entre razas extraterrestres (algo que ya habíamos apuntado en el blog). La Victoria final de Los Nefilim sobre el continente Americano.

    La historia aporta nueva documentación sobre la alianza entre los nazis y los Nefilim, ya explicada en el blog. Finalmente también se hace eco de la conspiración, para mantener en secreto los descubrimientos que sacarían a la luz nuestro origen y la participación de culturas extraterrestres.

    La descripción de los seres barbudos con seis dedos y tez blanca se había asociado a los Atlantes, en anteriores post.

    Después de esta segunda parte, seguiremos publicando en el blog Las crónicas de Akakor, donde se detallan estos 15.000 años de historia.

     

     

    “Dichas pirámides y la ciudad de Akahim se situaban en la cordillera de Parima, en el sistema montañoso del Gurupira, en las fuentes donde nace el río Padauiri (que es afluente del Rio Negro). Su localización está cercana a la frontera con Venezuela y el territorio es considerado por el gobierno brasileño de “seguridad nacional”. Las pirámides son de base cuadrangular y la más elevada debe tener entre 100 y 150 metros de altura. Las otras son de menores dimensiones. El arqueólogo Roldao Pires Brandao observó que “las pirámides por su forma son idénticas a las descubiertas en México”. Las fotos publicadas por la revista Veja muestran otras construcciones cubiertas por vegetación baja.”

    “La expedición brasileña pudo fotografiar las pirámides desde unos cuatro kilómetros de distancia pero, les fue imposible aproximarse a ellas ni a las ruinas de la ciudad abandonada de Akahim ya que no podían abrirse camino a través de la tupida jungla por falta de braceros.

     

    Pirámide de Akahim.

    Revista Veja 01-08-79

    “La expedición brasileña asegura haber tenido como guía al indio Tatunca Nara que, no solo les llevó hasta el lugar donde se ubicaban las pirámides sino que prosiguieron hasta el noroeste, siguiendo las crestas de la Sierra de Gurupira, hasta llegar a las inmediaciones de las ruinas de una ciudad perdida y abandonada medio escondida entre la espesura de la selva. En ella pudieron observar incontables bocas de cavernas por entre las rocas del lugar adyacente.

    Al parecer, según testimonios posteriores, la ciudad ya había sido vista por pilotos civiles y militares de las Fuerzas Aéreas Brasileñas que sobrevolaron la región. Un etnólogo que les acompañó, Ryoku Yuhan (1), llegó a la conclusión, después de haber examinado “desde lejos” la ciudad, de que las ruinas tenían gran semejanza con construcciones de estilo incaico y deben tener una antigüedad de “cientos de siglos” (?). Incluso apuntó la posibilidad de que tales ruinas correspondiesen a las de Eldorado, tan buscadas por los españoles. Esta ciudad fue localizada a unos 180 kms. del lugar donde se ubicaban las pirámides.”

    El descubrimiento de las pirámides del Amazonas, le brindó a la historia de Akakor una publicidad extra. Tatunca Nara, aumentó su credibilidad entre los investigadores, que intuyeron tras su relato una fuente de verdad.

    “Además de estas poderosas ciudades, los Padres Antiguos erigieron tres recintos religiosos sagrados: Salazere, en las zonas altas del Gran Río; Tiahuanaco, sobre el Gran Lago: y Manoa, en la llanura elevada del Sur. Eran las residencias terrestres de los Maestros Antiguos y un lugar prohibido para los Ugha Mongulala. En el centro se levantaba una gigantesca pirámide, y una espaciosa escalera conducía hasta la plataforma en la que los Dioses celebraban ceremonias desconocidas por nosotros. El edificio principal estaba rodeado de pirámides más pequeñas e interconectadas por columnas, y más allá, sobre unas colinas creadas artificialmente, se situaban otros edificios decorados con láminas que resplandecían.

    Cuentan los sacerdotes que con la luz del Sol naciente las ciudades de los Dioses parecían estar en llamas. Éstas radiaban una misteriosa luz, que se reflejaba en las montañas nevadas.”

     

    » También los recintos religiosos son un misterio para mi pueblo. Sus construcciones son testimonio de un conocimiento superior, incomprensible para los humanos. Para los Dioses, las pirámides no sólo eran lugares de residencia sino también símbolos de la vida y de la muerte. Eran un signo del sol, de la luz, de la vida. Los Maestros Antiguos nos enseñaron que hay un lugar entre la vida y la muerte, entre la vida y la nada, que está sujeto a un tiempo diferente. Para ellos, las pirámides suponían una conexión con la segunda vida”.

    Con la noticia en primera plana, Däniken optó por una nueva expedición, la cual tampoco prosperó. Solo alcanzó para un relato oral de Ferdinand Schhmidt (2).

    Llegados al punto más abajo de la catarata mayor, en el que estaba enclavado nuestro antiguo campamento, nos plantamos en veinte minutos de marcha a través de la selva ante la pared rocosa que había que escalar. Alcanzamos el punto más alto, que estaba poblado de muchas variedades de cactus, y que ofrecía una grandiosa panorámica hacía el oeste. Desde aquí pude fotografiar las tres pirámides y la inmediata cadena montañosa con las antiguas ruinas de Akahim. A partir de ahora nos encaminamos juntos en dirección hacia la catarata, a través de la selva, y a poca distancia de la orilla.

     

    De repente había ante nosotros, apoyado en un árbol, un indio.

    Pirámide oculta en la maleza de la selva amazonía.

    Entre él y nosotros mediaba una hondonada pequeña. Tatunka se detuvo y exclamó “Ramos”.El indio se encaminó hacía Tatunka y ambos se abrazaron. Ramos tenía cabellos negros que le caían sobre los hombros, lucía una cinta trenzada en la frente, era de piel bastante oscura, pero tenía ojos claros, verdes. De la oreja derecha le pendía una cadenita en forma de gota, con alguna figura y un reborde exterior decorado.

    Ramos era el jefe de la tropa de los Mongulala y estaba allí con sus guerreros, quienes esperaban más arriba. Ramos advirtió a Tatunka que los sacerdotes de su tribu habían decidido su casamiento con la princesa que le había sido asignada hace ya muchos años(3). Después Ramos le preguntó por el escritor (Däniken), ya que los Mongulala esperaban encontrarse con él, en lugar de con Ferdinand Schmid.

     

    Como Tatunka debía volver para casarse con la princesa, Schmid tuvo que elegir entre proseguir él solo con Ramos y sus guerreros o echar para atrás y regresar: El suizo sabía que apenas quedaban unos kilómetros para alcanzar Akahim, la ciudad donde se ocultaban las reliquias tecnológicas de los dioses. Schmid estaba en un dilema. Ramos y sus guerreros no le daban garantías por su vida tanto en su viaje a Akahim como en el retorno a Manaos.

     

    Pese ello, con cierta osadía, se empeñó en ir a Akahim. Pensó que, después de tan largo y penoso camino por una jungla donde llovía copiosamente la mayor parte del tiempo, estando a un par de pasos del objetivo tanto tiempo esperado no podía desaprovechar aquella oportunidad que, tal vez, fuese la última.

    Pero Tatunka le dijo que tenía miedo de volver solo a la civilización. Argumentó que, si regresaba sin Schmid, los blancos – y en especial el propio Däniken -, querrían saber de su paradero y Tatunka se preguntaba si creerían la palabra de un indio. Schmid pensó que si le daba una carta para Erich von Däniken el problema quedaba resuelto. Pero el indio no lo veía claro. Si les daba la carta a los blancos estos podrían pensar que él la escribió presionado por amenazas. De esta forma, Schmid no tuvo más remedio que volver con Tatunka a Manaos.

    Resignado, el suizo captó la señal de alerta, marchándose de regreso a su país. Otros investigadores desoyeron “las señales”, y continuaron buscando las ciudades subterráneas. La mayoría desapareció en la selva amazónica.

    Lista macabra:

    • 1977: Un joven norteamericano obsesionado con Akakor arriba al Cuzco, para tratar de organizar una expedición que lo conduzca hacia las zonas desconocidas de del sureste del Perú. Contrató a una guía para que lo acompañara hasta las fuentes del Río Yaco, donde esperaba entrevistarse con un “indígena” que lo llevaría a la ciudad oculta. Nunca más se lo vio con vida.
    • 1980: John Reeds, otro norteamericano desaparecido. Una carta fue encontrada dentro de sus pertenencias donde declara estar a dos días de Akahim. En la misma hay elogios hacia Tatunca Nara. Sin embargo contra los deseos de este se interno solo en la selva.
    • 1983: Herbert Wanner. Ciudadano suizo. Desaparecido y encontrado muerto. Tuvo contacto con Tatunca Nara. Interrogado negó cualquier implicancia.
    • 1986: Christine Heuser. Investigadora alemana de la AAS (4). Paso cuatro semanas con Tatunca Nara. Se cree que tuvo un romance con el líder de los Ugha Mongulala. Hasta hoy figura como desaparecida.

    En la distancia, Karl Brugger observaba los acontecimientos que se sucedían y planificaba su regreso en silencio, el cual se concretó en 1981. Acompañado de Tatunca Nara, intentó convencer a un cineasta, Orlando Senna para que produjera un video documental sobre Akakor.

    Senna se negó a participar, argumentando:

    “que no estaban dadas las condiciones de seguridad para una incursión a zonas tan inhóspitas” (5).

    Cuando en 1984 sobreviene la muerte del periodista, un nuevo capítulo comienza a escribirse en la intrincada y enigmática historia de Akakor. Hasta ese entonces no existían objeciones demasiado graves en contra de la figura de Tatunca Nara, pero todo eso cambió, cuando desde Alemania se difundió que el indígena en realidad era un ciudadano de ese país con un pasado como convicto.

    Günter Hauck, tal su verdadero nombre, figuraba en los archivos policiales alemanes como desaparecido desde el 15 de Febrero de 1968, fecha, en la cual abordó un barco para dirigirse a Río de Janeiro. A partir de allí, su rastro se perdía. El expediente también mencionaba, que durante su estadía en prisión fue conocido con el apodo de Tatunca Nara.

    Solo el dato de la fecha, bastaba para demoler una de las primeras incongruencias detectadas del relato que Tatunca contara a Karl Brugger. Era imposible que su proclama de príncipe de Akakor fuera viable en 1968, teniendo en cuenta que su ingreso a Sudamérica se produjo en esa misma época.

    En medio de la polémica, otro tema salió a luz. Se denunció que en los días posteriores a la muerte de Brugger, el consulado alemán entró a su departamento y se llevó toda la documentación privada del periodista.

    ¿Qué estaba pasando?.

    Surgieron versiones acerca de un nuevo libro que Brugger pensaba publicar a la brevedad. Según sus allegados, el periodista confió, que estaba trabajando en una hipótesis más controversial acerca del tema de las ciudades subterráneas, y que de conocerse, causaría sensación. También habló, sobre incursionar en el tema nazi y sus exploraciones en la jungla sudamericana, pues dijo contar con documentos inéditos que avalarían su investigación (6).

    De estas afirmaciones se desprende, que Brugger nunca perdió las esperanzas de encontrar las ciudades perdidas. Podemos suponer, que era consciente de la verdadera identidad de Tatunca Nara, pero aún así, el indígena continuó jugando un papel fundamental en el trazado de su historia. Tal vez Brugger, no creyó necesario hacer público un detalle que ponía en riesgo la credibilidad de su libro, y por otra parte, hasta sus últimos días tuvo la certeza que Tatunca no mentía.

    Pero si no mentía, no se explica el fracaso de todas las expediciones emprendidas, incluyendo la del propio Brugger. Ahora bien, en el tren de conjeturas, ¿qué es lo que se esconde tras Akakor?. Y, ¿por qué ese repentino interés en el factor nazi?.

    Veamos.

    Durante la redacción de Crónicas de Akakor, Tatunca Nara contó a Brugger una intrigante historia. Refirió, que en 1936 Sinakaia, príncipe de su pueblo por esos años, tomó parte en el asalto de Santa María, poblado brasileño situado en las zonas altas del Río Negro. Los Ugha Mongulala, asesinaron a gran parte de los ocupantes, exceptuando, a cuatro mujeres que fueron hechas prisioneras. Sólo sobrevivió una monja de nacionalidad alemana, Reinha, que más tarde renunció a sus hábitos y se casó con Sinkaia. De esta unión habría nacido Tatunca Nara.

    Cuatro años después, en 1941, la nueva princesa partió como embajadora en un viaje secreto hacia Alemania. Un año después, Reinha regresó con algunos dirigentes alemanes. Se estableció una alianza entre los dos pueblos. El acuerdo contemplaba que Akakor, recibiría dos mil soldados alemanes para enseñar a los Ugha Mongulala el manejo de armas poderosas, y que a cambio, estos últimos, se comprometían a construir grandes fortificaciones y a ganar nueva tierra cultivable.

    “Pero la parte más importante del acuerdo, estableció que los alemanes desembarcarían en la costa brasileña y ocuparían las ciudades más importantes. Los guerreros de los Ugha Mongulala apoyarían la campaña mediante rápidas incursiones sobre los poblados de los Blancos Bárbaros situados en el interior del país.

    Tras la esperada victoria, Brasil sería dividido en dos territorios: los soldados alemanes reclamarían las provincias de la costa; los Ugha Mongulala serían satisfechos con la región sobre el Gran Río que les había dado por los Dioses 12.000 años antes.”

    Según Tatunca los soldados alemanes tenían una ruta de viaje que les permitía ingresar al Continente Sudamericano sin problemas.

    “El punto de partida lo constituía una ciudad alemana llamada Marsella. Se les decía que su destino era Inglaterra. Una vez a bordo de la nave, que podía moverse bajo el agua como un pez, les era revelado su auténtico destino. Después de viajar durante tres semanas por el océano oriental, llegaban a la desembocadura del Gran Río. Aquí les recogía un barco más pequeño, que los transportaba hasta las zonas altas del Río Negro.

     

    En la última parte de su viaje eran acompañados por exploradores de Ugha Mongulala. El trayecto hasta la gran Catarata situada en la frontera entre Brasilo y Perú lo realizaban en canoas, y desde aquí solamente eran necesarios veinte horas de camino hasta llegar a Akakor. En conjunto el viaje de los soldados alemanes duraba unas cinco lunas.”

    Para 1945 dos mil soldados alemanes se encontraban viviendo en Akakor. La finalización de la Segunda Guerra interrumpió el plan original. Ante la imposibilidad de volver a Alemania, los soldados optaron por establecerse con los Ugha Mongulala.

    En este punto de su libro, Brugger, prestó mucha atención y decidió buscar registros históricos que dieran asidero a la versión brindada por Tatunca.

    Escribió:

    “Las operaciones en América del Sur de las asociaciones secretas alemanas no fueron menos numerosas y bien fundadas. Ya en 1938, un submarino alemán reconoció la zona inferior del Amazonas. Su tripulación hizo una investigación geográfica y estableció contactos con la colonia alemana en Manaus. Realizó asimismo el primer film histórico sobre la Amazonia, que todavía se conserva en los archivos de Berlín Oriental. El material fotográfico hecho público demuestra que el interés de los investigadores fue mucho más allá de la mera recogida de datos personales. Otras operación, que se halla documentada en los archivos de la fuerza aérea brasileña, fue el viaje del barco de la S.S. Carolina en junio de 1943 desde Maceió hasta Belem. Sólo puede imaginarse cuáles eran las órdenes del audaz carguero alemán.

     

    La fuerza área brasileña pensó que transportaba un cargamento de armas para agente secretos alemanes y atacó el barco sin éxito. Más esta explicación, vista retrospectivamente, parece poco probable. Nunca hubo colonia alemana alguna en el área de Maceió ni tampoco instalaciones de las fuerzas brasileñas. Hay numerosas referencias sobre operaciones secretas del Tercer Reich en Brasil. Testigos oculares afirman haber observado el desembarco de submarinos alemanes en la costa de Río de Janeiro. Un periodista de la revista brasileña Realidad e incluso descubrió en el Mato Grosso una colonia alemana, compuesta al parecer exclusivamente de antiguos miembros de las S.S.

    “Según la Crónica de Akakor, 2.000 soldados alemanes llegaron a la capital de los ugha mongulala entre 1940 y 1945. El punto de partida de esta operación secreta lo constituyó Marsella. Entre sus miembros se encontraban A. Jung de Rastatt, H. Haag de Mannheim, A. Schwager de Stuttgart, y K. Liebermann de Roth. Mujeres y niños acompañaron al último grupo. El contacto había sido facilitado por una hermana misionera alemana de la estación de Santa Bárbara. Una investigación de los datos contenidos en la Crónica de Akakor suministró la evidencia de que los cuatro soldados mencionados fueron dados por muertos en 1945. Según información recibida de la diócesis amazónica, la estación misionera de Santa Bárbara fue atacada y destruida por tribus salvajes indias en el año 1 936. Entre los numerosos muertos se encontraban varias monjas alemanas.

    “Teniendo en cuenta los preparativos técnicos que el desembarco de 2.000 soldados alemanes habría requerido, los datos son insuficientes. Pero las operaciones de los comandos secretos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial podrían ser comprobadas en los casos en los que hubieran sido organizadas por la Abwehr. Los documentos sobre las actividades de la división extranjera del Partido Nacional Socialista o de asociaciones secretas del tipo de la Ahnenerbe o bien nunca fueron registrados o bien fueron quemados. Técnicamente, el desembarco de 2.000 soldados alemanes podría haber sido posible. La predilección de Hitler por las ciencias ocultas debió haberle urgido a establecer contactos con un «Pueblo Escogido».

     

    El biógrafo de Hitler, Rauschning, caracteriza al «Führer del Gran Imperio Alemán» de la siguiente manera:

    «Los planes y las acciones políticas de Hitler únicamente pueden comprenderse si uno conoce sus más profundos pensamientos y ha experimentado su convicción de la relación mágica entre el hombre y el Universo».”

    Coincidimos con Brugger, que tanto la Abwehr, como la Ahnenerbe, contaban con los medios necesarios para implicarse en una operación de esta envergadura.

    La Abwehr, fue el servicio de inteligencia alemán que comenzó a funcionar en 1866. Durante la Segunda Guerra Mundial fue dirigido por el Contralmirante Wilhelm Canaris (1887-1945?) (7). Además de estar encargado de la inteligencia, la Abwer, desarrolló tareas de espionaje, contrainteligencia, seguridad, actividades de sabotaje y subversión. En Sudamérica se concentraron en tareas de inteligencia naval y marítima. Muchos países del continente que simpatizaban con los alemanes, prestaron una valiosa colaboración a la causa nazi.

    Algunos biógrafos sostienen que Canaris fue,

    “el artífice de un plan denominado Z-Plan, un plan, para continuar la guerra, en caso de que Alemania perdiera militarmente. También creó una organización denominada “Die Kette” (8) , para continuar la guerra desde fuera de Alemania si el territorio era invadido y cuyo símbolo era un águila alemana sobre un Sol negro. Tanto el Z-Plan como la organización Die Kette no fueron concebidos con fines a corto o mediano plazo, sino para perdurar por varias generaciones”.

    Una hipótesis no confirmada sugiere que Canarias, quién era amigo del general Franco,

    “obtuvo la península de Jandia (Fuenteventura) en las Islas Canarias por su contribución en la guerra civil, supuestamente era una base secreta de submarinos que sería descubierta después de la guerra, donde los alemanes la utilizarían como vía de escape, aprovisionamiento y escala rumbo a otras bases secretas en América del Sur y la Antártica. Esta residencia llamada Villa Winter sería del General Gustav del servicio de inteligencia alemán al que los nativos de la isla llamarían “Don Gustavo”. Esta base estaría construida bajo alto secreto sobre cuevas y caverna naturales que comunicarían a su vez con la residencia camuflada que serviría de bunker y punto de observación de la costa.”

    Resulta sugestiva la mención de bases sudamericanas. ¿Pudo haberse establecido alguna en territorio brasileño?. No, si pensamos que este país le declaró la guerra al Eje en 1942, factor que complica cualquier acción de esa índole. Pero las posibilidades están abiertas y no se pueden descartar.

    Como segunda opción tenemos a la Ahnenerbe.

     

    Notas

    1.    Ryoku Yuhan, es el seudónimo adoptado por José Alair da Costa Pires, quién cambió su nombre al convertirse al budismo.

    2.    El bote del capitán Schmidt naufragó, perdiéndose importante material fílmico que revelaba indicios de Akahim. Rumores que circularon por Manaus, señalaron a Tatunca Nara como el responsable del fracaso, atribuido a su errático comportamiento que durante todo el trayecto buscó boicotear la misión.

    3.    Según relató Däniken más tarde, “Tatunca explicó a Schmidt que no podía volver a Akahim puesto que no quería concretar aquel casamiento, pues estaba ya matrimonialmente unido en Manaus con una mujer blanca; no obstante, le dice que puede seguir a Ramos hasta la ciudad, pero no le garantiza pueda regresar algún día a la “civilización””.

    4.    Ancient Astronaut Society. Fundada por Erich Von Däniken en 1973.

    5.    “Entrevistado Senna por la revista “Trance”, en el número de junio de 1982, manifestó que no realizó la expedición porque el propio Tatunca no le garantizó ninguna seguridad, puesto que había que cruzar regiones muy inhóspitas, con miles de nativos en pie de guerra contra cualquier invasor que se acercara. El proyecto entonces queda en la nada.

    6.    “Se comentó que Karl iba a hacer públicas en los días próximos a su asesinato, fotos y filmaciones que probaban que hubo un asentamiento del Tercer Reich en la parte alta de Río Negro”.

    7.    En 1940 fue ascendido a Almirante. Desde la Abwerh organizó la ayuda alemana al General Francisco Franco durante la Guerra Civil Española. Más tarde sería acusado de integrar una red de conspiradores para matar a Hitler. En 1945 fue internado en el campo de concentración de Flossenburg,, donde se lo ejecutó un poco antes de terminar la Guerra. Investigaciones recientes, sugieren que su detención y posterior muerte, fue en realidad una pantalla de camuflaje para desviar la atención de los aliados. Canaris habría continuado con sus operaciones desde la clandestinidad.

     

    8.    “La cadena”.

     

    AKAKOR LA LEYENDA DE LOS UGHA MONGULALA 1º PARTE

    Tal y como se comenta en el prólogo resumen, la primera etapa de nuestra Historia Verdadera, es enorme en el tiempo. Las pocas referencias encontradas tienen grandes dificultades de datación.

    Hoy nos encontramos con una historia fascinante. Nos habla de una civilización extraterrestre o intraterrestre, que habitó este planeta antes de que nuestra luna nos orbitara.

    De objetos de otros mundos y de cuerpos extraterrestres, todo en una fortaleza escondida en lo más recóndito de la selva, en una ciudad inexpugnable AKAKOR.

    “Y los Dioses gobernaron desde Akakor. Gobernaron sobre los hombres y sobre la Tierra. Tenían naves más rápidas que el vuelo de los pájaros; naves que llegaban a su punto de destino sin velas y sin remos, tanto por la noche como por el día. Tenían piedras mágicas para observar los lugares más alejados, de modo que podían ver ciudades, ríos, colinas y lagos. Cualquier hecho que ocurriera sobre la Tierra o en el cielo quedaba reflejado en las piedras. Pero lo más maravilloso de todo eran las residencias subterráneas. Y los Dioses se las entregaron a sus Servidores Escogidos como su último regalo. Porque los Maestros Antiguos son de la misma sangre y tienen el mismo padre”
    La Crónica de Akakor

    Karl Brugger

    El 3 de enero de 1984, Karl Brugger (imagen inferior-izquierda), corresponsal de origen alemán que por ese entonces residía en el estado de Río de Janeiro –Brasil -, fue asesinado en pleno día por un tirador anónimo que le disparó a quemarropa mientras se encontraba paseando con un colega amigo, Ulrich Eucke, por la famosa playa de Ipanema. (1)

    En una ciudad donde la criminalidad, marginalidad y pobreza registran una de las tasas más elevadas del mundo, nadie prestó demasiada atención a la desaparición del periodista. La policía abrió un expediente para investigar el hecho, aunque las pruebas recopiladas no fueron muy efectivas. Solamente se pudo reconocer el arma, identificada como una ametralladora portátil 9 mm similar a una mini UZI, y que suele utilizar el personal militar. El agresor nunca fue detenido y el caso entró en zona muerta.

    Ocho años antes de su deceso, Brugger, había alcanzado cierto éxito con un libro de su autoría, “La Crónica de Akakor. Mito y leyenda de un pueblo antiguo de Amazonia (1976)” (2), best-sellers en Europa y EE.UU. La obra fue la culminación de un largo reportaje que dejó un saldo de doce tapes de grabación, con un único interlocutor, Tatunca Nara, mestizo indígena y líder de los Ugha Mongulala quién en forma oral contó un extraño y fantástico relato sobre los orígenes milenarios de su pueblo.

    Nacía la leyenda de Akakor.

    Remontémonos a 1971. Cuenta la historia, que los integrantes de una línea área comercial alemana Swissair, se encontraban paseando por Manaus estado de Amazonia, cuando fueron abordados por un mendigo vestido en forma harapienta, que les solicitó el pago de una comida.

     

    La sorpresa surgió al comprobarse que el desconocido, podía expresarse en perfecto alemán, causando el asombro de los tripulantes y en especial de su comandante, Ferdinand Schmidt, experimentado aviador.

    “ En 1977, un medio europeo, Spekula, publicó un artículo crítico sobre la historia de Akakor. Las comparaciones entre las declaraciones del libro, y las grabaciones mostraron serias desviaciones. Se advirtieron conceptos más refinados e intelectuales que de ningún modo se esperaban de un indígena de la selva. Se determinó, que Brugger habría manipulado Crónica de Akakor, intercalando pasajes completos de viejas leyendas mitológicas.”

    El misterioso personaje dijo llamarse Tatunca Nara, príncipe de una tribu perdida de la selva, los Ugha Mongulala. Reveló además, que un contingente de 2.000 alemanes arribaron a su país en los últimos tramos de la Segunda Guerra Mundial -1939-1941-, refugiándose en Akakor, antigua ciudad subterránea legada por maestros venidos de las estrellas.

    De vuelta en Alemania y aún impresionado por el relato de Tatunca Nara, Schmid, decide informar acerca del extraordinario encuentro a un periodista, Kart Brugger quién prestaba colaboración para una televisora pública nacional, la ARD, una de las cadenas de comunicación más importante de Europa.

    Nacido en Munich -1941-, Brugger, además de su título como Periodista, contaba con estudios en Sociología e Historia. Con el tiempo se transformó en un reputado especialista de culturas nativas americanas.

    Intrigado por la confidencia, el corresponsal alemán decide aceptar el reto y partir a Brasil en busca del “príncipe del mundo subterráneo”.

     

    A su llegada, inicia una serie de investigaciones que después de un año de pesquisas e indagaciones, se verían coronadas por el éxito.

    Tatunca Nara

    “El 3 de marzo de 1972. M., al mando en Manaus del contingente brasileño en la jungla, facilitó el encuentro. Fue en el bar Gracas á Deus («Gracias a Dios») donde por primera vez me enfrenté con el blanco caudillo indio. Era alto, tenía el pelo largo y oscuro y un rostro finamente moldeado. Sus ojos castaños, ceñudos y suspicaces, eran los característicos del mestizo. Tatunca Nara vestía un descolorido traje tropical, regalo de los oficiales, como posteriormente me explicaría.

     

    El cinturón de cuero, ancho y con una hebilla de plata, era realmente sorprendente. Los primeros minutos de nuestra conversación fueron difíciles. Con cierta indiferencia, Tatunca Nara (imagen derecha) expuso en un deficiente alemán sus impresiones de la ciudad blanca, con sus miles de personas, la prisa y la precipitación en las calles, los altos edificios y el ruido insoportable. Sólo cuando hubo vencido sus reservas y su suspicacia inicial, me contó la más extraordinaria historia que jamás había escuchado. Tatunca Nara me habló de la tribu de los ugha mongulala, un pueblo que había sido «escogido por los dioses» hacía 15.000 años.

     

    Describió dos grandes catástrofes que habían asolado la Tierra, y habló de Lhasa, el legislador, un hijo de los dioses que gobernó el continente sudamericano, y de sus relaciones con los egipcios, el origen de los incas, la llegada de los godos y una alianza de los indios con 2.000 soldados alemanes. Me habló de gigantescas ciudades de piedra y de los poblados subterráneos de los antepasados divinos. Y afirmó que todos estos hechos habían sido registrados en un documento denominado la Crónica de Akakor.

    Pero Brugger, dudó.

    “ La historia parecía demasiado extraordinaria: otra leyenda más de los bosques, el producto del calor tropical y del efecto místico de la jungla impenetrable. Cuando Tatunca Nara concluyó su relato, yo tenía doce cintas con un fantástico cuento de hadas”

    A pesar de sus vacilaciones en el terreno, el periodista decidió sondear entre sus contactos regionales para ver si se obtenían datos extras que validaran la historia. Cuando le fueron presentados los resultados, quedó sorprendido.

    Supo, que la irrupción de Tatunca Nara en escena se produjo en 1968.

    “Cuando un periódico menciona a un caudillo indio que salvó las vidas de doce oficiales, le fueron concedidos un permiso de trabajo brasileño y un documento de identidad. Según diversos testimonios, el misterioso caudillo habla un deficiente alemán y sólo comprende algunas palabras de portugués, pero está familiarizado con varias lenguas indias habladas en las zonas altas del Amazonas. Unas pocas semanas después de su llegada a Manaus, Tatunca Nara desapareció súbitamente sin dejar huella ”.

    En 1969 estalló un violento enfrentamiento que involucró a las tribus salvajes y los colonos blancos en la provincia fronteriza peruana Madre de Dios.

    “El líder de los indios, quien, según los informes de prensa peruanos, era conocido como Tatunca («gran serpiente de agua»), huyó tras la derrota a territorio brasileño. Con objeto de impedir una repetición de los ataques, el gobierno peruano solicitó del brasileño la extradición, pero las autoridades brasileñas se negaron a cooperar. Las hostilidades en la provincia fronteriza de Madre de Dios se prolongaron durante 1970 y 1971.

     

    Las tribus indias salvajes huyeron hacia los bosques casi inaccesibles cercanos al nacimiento del río Yaco. A Tatunca Nara parecía habérselo tragado la tierra. Perú cerró la frontera con Brasil e inició la invasión sistemática de los bosques vírgenes. Según los testigos oculares, los indios peruanos compartieron el destino de sus hermanos brasileños: fueron asesinados y murieron víctimas de las enfermedades de la civilización blanca”.

    Por ese mismo año, una terrible sequía golpeó a la región de los Ugha Mongulala. Con el hambre en puerta, Tatunca Nara decidió arriesgarse a salir a la superficie, para pedir ayuda a los “Blancos Bárbaros”, y así aliviar los pesares que amenazaban a su gente.

    Su confianza se depositó en un sacerdote (3).

    “Vestido con las ropas de los soldados alemanes, abandoné Akakor y después de un laborioso viaje, llegué a Río Branco. una de sus grandes ciudades, situada en la frontera entre Brasil y Solivia. Aquí me dirigí al sumo sacerdote de los Blancos Bárbaros, a quien había conocido por intermedio de los doce oficiales blancos. Le revelé el secreto de Akakor y le hablé sobre la miserable situación de mi pueblo. Como prueba de mi historia, le entregue dos documentos de los Dioses, y éstos convencieron definitivamente al sumo sacerdote blanco. Accedió a mi petición y regresó conmigo a Akakor. La llegada a Akakor del sumo sacerdote blanco provocó violentas discusiones con el consejo supremo. Los ancianos y los señores de la guerra rechazaron todo contacto con él.

     

    Para evitar cualquier posible traición, exigieron incluso su cautividad. Solamente los sacerdotes estaban preparados para discutir una paz justa. Después de argumentaciones infinitas, el consejo supremo concedió al sumo sacerdote blanco un período de seis meses, durante el cual expondría a su propio pueblo la terrible situación de los Ugha Mongulala. Para que pudiera reforzar su historia, le fueron entregados varios escritos de los Padres Antiguos. Si no lograba convencer a los Blancos Bárbaros, tenía la obligación de devolver los documentos a Akakor.

     

    Durante seis meses, nuestros exploradores esperaron en el lugar acordado para el encuentro en la zona alta del Río Rojo. El sumo sacerdote blanco no regresó. (Algún tiempo después me enteraría de que había muerto en un accidente de aviación. De todos modos, había enviado los documentos a una lejana ciudad llamada Roma. Esto es lo que, en cualquier caso, dijeron sus servidores.)”

    En las postrimerías de 1972, Tatunca Nara llevó su historia a las autoridades brasileñas, para convencerlas de tomar cartas en el asunto.

    “Con la ayuda de los doce oficiales cuya vida había salvado, entró en contacto con el servicio secreto brasileño. Apeló asimismo al Servicio de Protección India (FUNAI) y le habló a N., secretario de la embajada de la República Federal de Alemania en Brasilia, sobre los 2.000 soldados alemanes que, según sostenía, habían desembarcado en Brasil durante la Segunda Guerra Mundial y están todavía vivos en Akakor, la capital de su pueblo. N. no creyó la historia y negó a Tatunca Nara todo acceso posterior a la embajada.

     

    FUNAI sólo accedió a cooperar una vez que muchos de los detalles de la historia de Tatunca Nara sobre tribus indias desconocidas de la Amazonia fueron comprobados durante el verano de 1972. El servicio formó una expedición para establecer contacto con los misteriosos ugha mongulala y dio instrucciones a Tatunca Nara para que hiciera todos los preparativos necesarios. Sin embargo, estos planes se vieron interrumpidos por la resistencia de las autoridades locales de la provincia de Acre. Siguiendo instrucciones personales del entonces gobernador Wanderlei Dantas, Tatunca Nara fue arrestado. Poco antes de su extradición a la frontera peruana, sus amigos oficiales lo liberaron de la prisión de Río Branco y lo devolvieron a Manaus”

    Con los datos recogidos, Brugger decidió emprender una expedición hacia Akakor, que contaría con la guía de Tatunca Nara y la participación de un fotógrafo. Pero la aventura casi termina en tragedia.

    Fotografías tomadas del archivo de Karl Brugger,

    donde se retratan extrañas formaciones en forma de Domo y pilares desconocidos.

     


    “Abandonamos Manaus el 25 de septiembre de 1972. Remontaríamos el río Purus hasta donde pudiéramos en un barco alquilado, tomaríamos después una canoa con motor fuera borda y la utilizaríamos para alcanzar la región del nacimiento del río Yaco en la frontera entre Brasil y Perú, luego continuaríamos a pie por las colinas bajas al pie de los Andes hasta llegar a Akakor. Tiempo necesario para la expedición: seis semanas; probable regreso: a comienzos de noviembre. Nuestro equipo se componía de hamacas, redes para mosquitos, utensilios de cocina, alimentos, las ropas habituales para la jungla y vendajes médicos. Como armas, un Winchester 44, dos revólveres, un rifle de caza y un machete. Además, llevábamos nuestro equipo de filmación, dos registradoras magnetofónicas y cámaras.

     

    Los primeros días fueron muy diferentes de lo que esperábamos: nada de mosquitos, ni de serpientes de agua ni de pirañas. El río Purus era como un lago sin orillas. Contemplábamos la jungla sobre el horizonte, con sus misterios ocultos tras una muralla verde. El primer pueblo que alcanzamos fue Sena Madureira, último asentamiento antes de penetrar en las todavía inexploradas regiones fronterizas entre Brasil y Perú. Era un lugar Típico de la Amazonia: polvorientas carreteras de arcilla, ruinosas barracas y un desagradable olor a agua estancada. Ocho de cada diez habitantes sufren de beriberi, lepra o malaria. La malnutrición crónica ha dejado a estos seres en un estado de triste resignación. Rodeados por la brutalidad de la inmensidad y aislados de la civilización, dependen principalmente del licor de caña de azúcar, único medio de escapar a una realidad sin esperanza.

     

    En un bar, nos despedimos de la civilización y nos topamos con un hombre que dice conocer las zonas altas del río Purus. En su búsqueda de oro, fue hecho prisionero por los indios haisha, una tribu semi-civilizada que se asienta en la región del nacimiento del río Yaco. Su relato es desalentador: nos habla y no para sobre rituales caníbales y flechas envenenadas. El 5 de octubre, en Cachoeira Inglesa, cambiamos el bote por la canoa. A partir de aquí dependemos de Tatunca Nara. Los mapas de ordenanza describen el curso del río Yaco, pero sólo de una manera imprecisa. Las tribus indias que viven en esta región no tienen aún contactos con la civilización blanca. A J. y a mí nos domina un sentimiento de incomodidad. ¿Existe, después de todo, un lugar como Akakor? ¿Podemos confiar en Tatunca Nara? Pero la aventura se muestra más apremiante que nuestra propia ansiedad.

    Doce días después de haber dejado Manaus, el paisaje comienza a cambiar. Hasta aquí el río semejaba un mar terroso sin orillas. Ahora nos deslizamos a través de las lianas por debajo de árboles voladizos. Tras una curva del río, hallamos a un grupo de buscadores que han construido una primitiva factoría sobre la orilla del río y criban la arena de grano grueso con cedazos. Aceptamos su invitación de pasar la noche y escuchar sus extraños relatos sobre indios con el pelo pintado de rojo y azul con flechas envenenadas. El viaje se convierte en una expedición contra nuestras propias dudas. Nos hallamos a apenas diez días de nuestro presunto objetivo.

     

    La monótona dieta, el esfuerzo físico y el temor a lo desconocido han contribuido cada uno lo suyo. Lo que en Manaus parecía una fantástica aventura se ha convertido ahora en una pesadilla. Principalmente, comprendemos que nos gustaría dar la vuelta y olvidarlo todo sobre Akakor antes de que sea demasiado tarde .Todavía no hemos visto a ningún indio. En el horizonte aparecen las primeras cumbres nevadas de los Andes; a nuestras espaldas se extiende el verde mar de las tierras bajas amazónicas. Tatunca Nara se prepara para el regreso con su pueblo. En una extraña ceremonia, se pinta su cuerpo: rayas rojas en su rostro, amarillo oscuro en el pecho y en las piernas. Ata su pelo por detrás con una cinta de cuero decorada con los extraños símbolos de los ugha mongulala.

     

    El 13 de octubre nos vemos obligados a regresar. Después de un peligroso pasaje sobre rápidos, la canoa es atrapada por un remolino y zozobra. Nuestro equipo de cámaras, empaquetado en cajas, desaparece bajo los densos arbustos de la orilla; la mitad de nuestros alimentos y de las provisiones médicas se han perdido también. En esta situación desesperada, decidimos abandonar la expedición y regresar a Manaus. Tatunca Nara reacciona con irritación: se muestra violento y contrariado. A la mañana siguiente, J. y yo levantamos nuestro último campamento. Tatunca Nara, con la pintura de guerra de su pueblo, cubriéndole únicamente un taparrabos, toma la ruta terrestre para regresar con su pueblo. Este fue mi último contacto con el caudillo de los ugha mongulala. ”

    Pasaría mucho tiempo hasta que Karl Brugger y Tatunca Nara volvieran a reunirse. Con la edición del libro, la fama de Akakor se extendió por todos los rincones, y su historia, trascendió fronteras.

    En su crónica oral, el líder de los Ugha Mongulala relató al periodista germano, que visitantes estelares aterrizaron en Sudamérica hace cerca de 15.500 años, procedentes de Schwerta, lugar remoto y “centro de un imperio conformado por numerosos mundos situado en los confines de nuestro universo ”.

    Fueron 130 familias que se establecieron en este continente.

    “Ellos civilizaron a los hombres y fundaron la Tribu de los Ugha Mongulala, que significa “Tribus Escogidas Aliadas”. Y para sellar su alianza eterna, se unieron a ellos. De aquí que los miembros de esta Tribu se parezcan a los Shuerta, hasta en el color de la piel”.

    Tatunca los describió como similares a nosotros en lo físico, salvo por un detalle: los desconocidos contaban con seis dedos.

     

    Los extranjeros erigieron 26 ciudades, casi todas subterráneas, tres de las cuales fueron elegidas como principales.

    “ La ciudad de Akakor se extendía más allá del río Purus, en un alto valle, situado en la frontera que divide a Brasil de Perú. La región de Madre de Dios (Perú) y Acre (Brasil), señalarían los límites de su territorio”

    Impresionante Dólmen situado en la Región Sur de Brasil.
    En la lengua de Schwerta, Akakor significa Fortaleza 2. (Aka: 2 Kor: Fortaleza).

    Toda la ciudad está rodeada por una gran muralla de piedra con trece puertas. Éstas son tan estrechas que únicamente permiten el acceso de las personas de una en una.

    La llanura del Este, a su vez, está protegida por atalayas de piedra en las que escogidos guerreros se hallan continuamente en vigilancia de los enemigos. Akakor está dispuesta en rectángulos. Dos calles principales que se cruzan dividen la ciudad en cuatro partes, que corresponden a los cuatro puntos universales de nuestros Dioses.

    El Gran Templo del Sol y una puerta de piedra tallada de un único bloque están situados sobre una gran plaza en el centro.

    El templo mira hacia el Este, hacia el Sol naciente, y está decorado con imágenes simbólicas de nuestros Maestros Antiguos. En cada mano, una criatura divina sostiene un cetro en cuyo extremo superior hay una cabeza de jaguar. La figura está coronada con un tocado de ornamentos animales. Una extraña escritura, y que sólo puede ser interpretada por nuestros sacerdotes, reseña la fundación de la ciudad. Todas las ciudades de piedra construidas por nuestros Maestros Antiguos tienen una puerta semejante.

     

    El edificio más impresionante de Akakor es el Gran Templo del Sol. Sus paredes exteriores están desnudas y fueron construidas con piedras artísticamente labradas. El techo está abierto de modo que los rayos del Sol naciente puedan llegar hasta un espejo de oro, que se remonta a los tiempos de los Maestros Antiguos, y que está montado en la parte delantera. Figuras de piedra de tamaño natural flanquean la entrada del templo por ambos lados. Las paredes interiores están tapizadas con relieves. En una gran arca de piedra hundida en la pared delantera del templo se encuentran las primeras leyes escritas de nuestros Maestros Antiguos”

    Luego le sigue Akanis (Fortaleza 1), edificada “sobre una estrecha lengua de tierra, cercana a México, dónde se enfrentan los dos océanos (4).

     

    La última, Akahim (Fortaleza 3) quizás la más misteriosa, se encuentra al norte de Brasil lindante con Venezuela.

    “ Se parece a Akakor, con su puerta de piedra, el Templo del Sol y los edificios para el príncipe y los sacerdotes. Una piedra labrada en forma de dedo extendido señala el camino hacia la ciudad. La entrada real está oculta detrás de una inmensa cascada de agua. Sus aguas caen hasta una profundidad de 300 metros”. . Yo puedo revelar estos secretos porque desde hace 400 años Akahim está en ruinas.

     

    Después de guerras terribles contra los Blancos Bárbaros, el pueblo de los Akahim destruyó las casas y los templos de la superficie y se retiró al interior de las residencias subterráneas. Estas residencias están dispuestas como la constelación estelar de los Dioses y se hallan conectadas mediante unos largos túneles de forma trapezoidal. Hoy en día, sólo cuatro de las residencias están todavía habitadas; las nueve restantes están completamente vacías. Los en un tiempo poderosos Akahim apenas ascienden actualmente a 5.000 almas.

    “Akahim y Akakor se comunican entre sí mediante un pasadizo subterráneo y un enorme sistema de espejos. El túnel comienza en el Gran Templo del Sol de Akakor, continúa por debajo del cauce del Gran Río y termina en el centro de Akahim. El sistema de espejos se extiende desde el Akai por encima de la alineación de los Andes, hasta las Montañas Roraina, que es como las llaman los Blancos Bárbaros.

     

    Consiste en una serie de espejos de plata de altura equivalente a la de un hombre y montados sobre unos grandes andamios de bronce. Cada mes, los sacerdotes se comunican por este sistema los acontecimientos más importantes en un idioma de signos secretos. Fue de esta forma cómo la nación hermana de los Akahim tuvo noticias por primera vez sobre la llegada de los Blancos Bárbaros al país llamado Perú.”

    Además de la descripción de las ciudades subterráneas, se incluyeron otras revelaciones importantes, que acrecentaron aún más el enigma

    Tatunca habló de tecnología extraterrestre y documentos antiguos que se ocultarían en los recintos.

    “Mi pueblo únicamente ha conservado la memoria del Imperio de Samón y sus regalos a Lhasa, los pergaminos escritos y las piedras verdes. Nuestros sacerdotes los han guardado en el recinto religioso subterráneo de Akakor, en donde también se conservan el disco volante de Lhasa y la extraña vasija que puede atravesar las montañas y las aguas. El disco volante es del color del oro resplandeciente y esta hecho de un metal desconocido. Su forma es como la de un cilindro de arcilla, es tan alto como dos hombres colocados uno encima del otro, y lo mismo de ancho. En su interior hay espacio para dos personas. No tiene velas ni remos.

     

    Pero dicen nuestros sacerdotes que con él Lhasa podía volar más rápido que el águila más veloz y moverse entre las nubes tan ligero como una hoja en el viento. La extraña vasija es igualmente misteriosa. Seis largos pies sostienen una bandeja plateada. Tres de los pies apuntan hacia delante, otros hacia atrás. Estos e parecen a cañas dobladas de bambú y son móviles; terminan en unos rodillos de la largura parecida a los lirios del valle. Fieles a los deseos de nuestros Maestros Antiguos, los sacerdotes recogieron todos los conocimientos y todas las experiencias y lo conservaron en las residencias subterráneas.

    Los objetos que dan testimonio de 12.000 años de la historia de mi pueblo se guardan en una habitación labrada en la roca. Aquí se hallan también los misteriosos dibujos de nuestros Padres Antiguos. Están grabados en verde y en azul sobre un material desconocido para nosotros. Ni el agua ni el fuego pueden destruirlo.”

     

    “Uno de los mapas muestra que nuestra Luna no es la primera y que tampoco es la única de la historia de la Tierra. La Luna que nosotros conocemos comenzó a acercarse a la Tierra y a girar en derredor de ella hace miles de años. En aquel entonces el mundo tenía otro aspecto.

    “En el Oeste, allí donde los mapas de los Blancos Bárbaros solamente registran agua, existía una gran isla. Asimismo en la parte septentrional del océano se encontraba una gigantesca masa de tierra. Según nuestros sacerdotes, ambos quedaron sumergidas bajo una inmensa ola durante la primera Gran Catástrofe, la de la guerra entre las dos razas divinas. Y añaden que esta guerra trajo la desolación a la Tierra y también a los mundos de Marte y de Venus, que es como los Blancos Bárbaros los llaman.”

    Y también de cuerpos alienígenas en estado de suspensión.

    “Entré en el recinto religioso al despuntar la mañana, poco después de la salida del sol. Envuelto en el traje dorado de Lhasa, descendí por una espaciosa escalera. Me condujo al interior de una habitación, y ni aún ahora puedo decir si ésta era grande o pequeña. El techo y las paredes eran de un color infinitamente azulado. No tenían ni comienzo ni final. Sobre una losa de piedra labrada había pan y una fuente de agua, los signos de la vida y la muerte. Un profundo silencio reinaba en la habitación. Repentinamente, una voz que parecía proceder de todas partes me ordenó que me levantara y que entrara en la siguiente habitación, que se parecía al Gran templo del Sol. Sus paredes estaban recubiertas de muchos y muy diversos instrumentos. Brillaban y resplandecía en todos los colores.

     

    Tres grandes losas hundidas en el suelo fosforecían como el hierro. Contemplé maravillado los extraños instrumentos durante algún tiempo. Tan deslumbrados estaban, mis ojos por la brillante luz que tarde bastante tiempo en reconocer algo que ya nunca olvidaré. En el centro de la habitación cuyas paredes irradiaban una misteriosa luz se encontraban cuatro bloques de piedras transparentes. Cuando, lleno de temor, pude acercarme, descubrí en ellos a cuatro misteriosas criaturas: cuatro muertos vivientes, cuatro humanos durmientes, tres hombres y una mujer. Yacían en un líquido que los cubría hasta el pecho. Eran como los humanos en todos los aspectos, sólo tenían seis dedos en las manos y seis dedos en los pies.”

    Cuando esta información llegó a oídos de los investigadores, Erich Von Däniken, de origen suizo, fue uno de los primeros en retomar la posta abandonada por el periodista alemán. En el libro de Brugger, Däniken , figuraba en los créditos como redactor del prólogo de Akakor, y por ende, contaba con antecedentes en el tema. Teniendo en cuenta el espíritu aventurero que el escritor tan bien supo imprimir en sus libros, no resultó sorpresa su intención de lanzar una expedición en busca de la ciudad perdida, a pesar de la experiencia fallida de Brugger. Pero desde el comienzo, arreciaron las dificultades.

    En Testigo de los Dioses, el suizo relató los pormenores que hicieron fracasar la operación.

    “Hace dos años entré en contacto, sin que ello guardase ninguna relación con el libro de Brugger, con un señor de Manaus llamado Ferdinand Schmidt. Dicho señor Schmidt había sido toda su vida piloto de la Swissair. Después de jubilarse aceptó la misión de trabajar para la Cruz Roja en Brasil. Esa misión le llevó a Manaus, y en el marco de sus actividades tuvo ocasión de tratar muchas veces a Tatunca Nara. Este le contó al señor Schmidt la historia de su tribu, exactamente en los mismos términos que más tarde publicaría Brugger.

     

    Schmidt y yo intercambiamos algunas cartas, y luego tuvimos una entrevista en Zurich. Yo propuse organizar una expedición al territorio de la tribu de Tatunca, como única manera de verificar hasta que punto era verídica tan extraordinaria historia. Schmidt regresó a Manaus y, en su calidad de experto piloto, empezó a programar la expedición, manteniéndose al mismo tiempo en contacto con Tatunca, quién dijo hallarse dispuesto a guiar un pequeño grupo hasta los lugares donde moraba su tribu.

     

    La expedición estaba prevista para la primera quincena de julio (1977), y deberíamos acercarnos cuanto fuese posible al territorio de la tribu empleando dos helicópteros. Contábamos para ello con la autorización de la Comisaría brasileña de asuntos indígenas, la FUNAI. El jefe de la expedición iba a ser Tatunca Nara, pues sólo él sabía el emplazamiento de la misteriosa ciudad. Pese a mi gran curiosidad, yo no deseaba lanzarme a ciegas a una aventura que iba implicar para mí un esfuerzo financiero bastante considerable. Después de las conversaciones preliminares, Ferdinand Schmidt convenció al caudillo indígena para que regresara solo, de momento, a reunirse con los de su tribu y recoger allí una prueba convincente de la existencia de artefactos técnicos como los descritos por él.

     

    Por ejemplo, Tatunca podría tomar fotografías de los mismos. La presentación de esos documentos sería la señal de salida para la expedición, ya preparada en todos sus detalles. Tatunca recibió una cámara de manejo sencillo y, además, un motor fuera de borda nuevo para su barca. A finales de marzo salió de Manaus con instrucciones de regresar dos meses más tarde. Tatunca nunca apareció.

    “Ahora bien, como los indios no tienen la noción de la puntualidad tan definida como nosotros, los retrasos no son cosa rara tratándose de ellos. Por otra parte, era posible que la demora viniese impuesta por condiciones climáticas adversas. A veces, los afluentes del río Negro, llevan tan poco caudal, que dejan pasar una lancha motora y se hace preciso aguardar a las próximas lluvias. El 10 de julio aterricé en Manuas. Tatunca aún no había aparecido. El retraso era de un mes y medio.

     

    Sin su presencia, hubiese sido absurdo iniciar la expedición con los helicópteros. Pero la empresa que alquilaba los helicópteros no estaba dispuesta a tener inmovilizados por mucho tiempo sus costosos aparatos. Insistió en que avisáramos con cuatro semanas de anticipación, cuando estuviéramos dispuestos a utilizarlos. Por tanto, si yo hubiera dado luz verde a la expedición el 10 de julio, habríamos tenido que partir cuatro semanas más tarde, con Tatunca o sin él. Como a mediados de julio Tatunca seguía si aparecer, anulé la expedición.

    Saqué pasaje para regresar a Europa, y precisamente el último día de mi estancia allí se presentó Tatunca con su barca por el río Negro. Su primera pregunta fue si habíamos recibido las fotos, entregadas diez días antes a un carguero comercial con instrucciones que nos fuesen transmitidas a nosotros. Desde luego, no habíamos recibido nada. Tatunca dijo que había estado con los de su tribu en la ciudad de Akahim, y nos reiteró de nuevo sus manifestaciones acerca de los depósitos de material técnico de los dioses en la mencionada ciudad. El caso es que no lleva consigo ninguna prueba.

     

    Cuando se lo reprochamos, él nos contestó que su obligación era mirar por su pueblo y no por nosotros, y que no podía traicionar a los suyos llevándose ningún objeto de los que ellos consideraban sagrados; que ello sería lo mismo que para nosotros robar una Iglesia. Nuestra conversación duró doce horas, y todavía no sé que pensar de toda esa historia. Lo que nos contó no era ilógico ni imposible …¡pero sí extraordinariamente improbable!. Tatunca notó mi desconfianza, y prometió hablar con sus sacerdotes aquella misma noche …”

     

    “Tatunca dijo que los indios sabían comunicarse por vía extrasensorial o, como diríamos nosotros, telepática.(5) Si bien, según Tatunca, esa clase de comunicación no emplea palabras ni frases, sino una concentración intensa de sentimientos, de sensaciones como el hambre, el amor, la amistad, el odio, la felicidad, la guerra, la enemistad, y así sucesivamente. Con ello sería posible crear símbolos y entenderse a distancia. Dijo que todos los indios practicaban esta clase de comunicación telepática desde su primera infancia.”

     

    “Aplacé mi regreso veinticuatro horas. Al día siguiente, Tatunca se presentó con mucho aplomo y dijo que había conseguido explicar a sus sacerdotes que no podía presentarse ante mí con las manos vacías, pues el hombre blanco no le haría caso. Ahora tenía permiso de los sacerdotes para aportar una prueba capaz de convencerme. Por consiguiente, partiría de nuevo a reunirse con los suyos, recogería la prueba y volvería a Manaus. El señor Schmidt quedó encargado de avisarme por teléfono cuando todo ello se hubiese cumplido. Hasta la fecha Tatunca no se ha presentado con las pruebas prometidas. Sigo esperando.”

    Cuando Tatunca se relacionó con Däniken , le contó detalles inéditos de las ciudadelas y que diferían un tanto del relato confiado a Brugger. Uno de esos ejemplos se presentó con Akahim.

    El indígena señaló que en esa fortaleza se,

    “adoraba un objeto misterioso que hace mucho tiempo atrás había sido entregado a los sacerdotes por los Dioses venidos del cielo en una nave brillante. Un objeto milenario que según las tradiciones comenzaría a cantar en el momento que esos Dioses retornaran a la Tierra. Y que recientemente había comenzado a emitir extraños zumbidos semejantes al de las abejas, causando un intenso fervor y reverencia entre su pueblo”.

    Esto motivó las ansias del escritor por encontrar el objeto extraterrestre.

    A pesar de sus reservas iniciales, Däniken dio luz verde para que la expedición se concretase. Nuevamente Tatunca y Schmidt fueron convocados. El gobierno brasileño la autorizó, pero con la condición que se contará con la participación de Roldão Pires Brandão, un renombrado arqueólogo y expedicionario. Faltando dos días para arribar a Akahim, se produjo un confuso episodio que involucró a Pires Brandão (6), el cual resultó herido de bala en un brazo, hecho calificado como “accidente”.

    Durante la travesía truncada, Pires Brandão observó extrañas formaciones en la selva. A su regreso partió en un vuelo por la zona, dándose cuenta que esos montículos no eran normales, sino que se asemejaban a pirámides. Por esa época un grupo de exploradores ingleses intentaban llegar a Akahim a través de Venezuela. Temiendo perder la primicia, el arqueólogo informó de su descubrimiento a la revista “Veja”, una de las más importantes de Brasil. El 1 de Agosto de 1979, un reportaje de cinco páginas mostró el increíble hallazgo. La noticia recorrió el mundo (7).

     

    Cuatro años antes, en 1975, el satélite Landsat de la NASA había captado diez formaciones piramidales en el sudeste del Perú, en la zona de Alta Madre de Dios.

     

    NOTAS

    1.    “Karl Brugger tenía tatuada en su pecho una tortuga, igual a la que también posee Tatunca Nara, en idéntico lugar de su cuerpo. Es el emblema de la tribu Ugha Mongalula: la bala asesina perforó justamente ahí”.

    2.    “En 1977, un medio europeo, Spekula, publicó un artículo crítico sobre la historia de Akakor. Las comparaciones entre las declaraciones del libro, y las grabaciones mostraron serias desviaciones. Se advirtieron conceptos más refinados e intelectuales que de ningún modo se esperaban de un indígena de la selva. Se determinó, que Brugger habría manipulado Crónica de Akakor, intercalando pasajes completos de viejas leyendas mitológicas.”

    3.    Obispo Grotti.

    4.    ¿Istmo de Panamá?

    5.    Tatunca contó a Karl Brugger que sus sacerdotes: “saben como transmitir el pensamiento si utilizar palabras. Esto le permite comunicarse con otras personas a través de las más largas distancias, no en detalle, sino que pueden trasmitirse si su corazón están alegres o tristes. Pero para esta comunicación son precisos el conocimiento del legado de los Dioses y un poder absoluto sobre las fuerzas mentales”.

    6.    “Durante la 5ta. reunión mundial de la “Ancient Astronaut Society” realizada en julio de 1978 en Chicago (EE.U), Daniken hizo un relato pormenorizado y ampliado de los hechos … manifestando su esperanza de que la expedición pudiera obtener el ansiado contacto con la civilización subterránea de Akakor. Pero tres meses después, en la revista “Ancient Skies”, órgano de la asociación mencionada … en su volumen 5, nº 4, el propio renombrado escritor aparecía suscribiendo un comunicado – o al menos, a él se le atribuía – donde narraba los enormes problemas que había causado Roldão, que entre otras menudencias se hirió con sus propia arma, por negligencia en el manejo de la misma, y por eso se debió forzar el regreso de los expedicionarios cuando sólo faltaban dos días para llegar a Akahim.

     

    El itinerario que había seguido era el curso del Río Negro, y luego penetraron en un sub-afluente del Amazonas donde, como la región era muy montañosa debieron continuar su camino a pie. Fue justamente al llegar a la base de un cerro donde Brandão se accidentó y, por fortuna, pudo socorrérsele a tiempo, pero tenía fiebre muy alta y habría fallecido, de continuar . Así accedieron a un puesto policial, donde un hidroavión recogió al grupo, trasladándolo sin perdida de tiempo a Manaus”.

     

    “Según parece, Brandão se autolesionó con el fin de detener la expedición organizada por Dãniken una vez que él tuviese localizada la ubicación exacta de las pirámides”. Así aseguró para Brasil la primicia del descubrimiento, adelantándose a otras expediciones extranjeras que ya merodeaban por la zona.

    7.    “Casi enseguida surge una cohorte de negadores, juzgando que esas elevaciones no tienen nada de pirámides; manifestando “son sólo pequeños morros”. A eso Daniken se siente obligado a responder y en forma enfática publica en la primera página del nº 14 (volumen 6) de Ancient Skies (septiembre-octubre de 1979) un caluroso artículo, con el título de “Akahim existe”, ilustrándolo con la fotografía de una forma piramidal”.

    TUNELES PREINCAICOS

    Con mucha frecuencia, las leyendas nos hablan de bestias y  seres extraños, que habitan en subterráneos, en túneles, o en el interior de la Tierra.

    En el post LOS NEFILIM Y LOS OVNIS DE LOS NAZIS SEGUNDA PARTE.Vimos como la elite del ejército nazi, se aventura en la región antártica donde desaparece en las profundidades.

    En el post El misterio de las ciudades subterráneas de Capadocia en Turquía Encontrábamos grandes ciudades capaces de albergar a millones de personas, con unas extrañas características.

    En el post Cueva de los Tayos, ¿el enigma de una civilización intraterrestre?Veíamos los restos de una biblioteca extraterrestre en las profundidades de una cueva en Ecuador.

    Hoy nos encontramos con un enigma, también en América. En una fecha no definida. De nuevo los túneles. Construcciones que miran a las Pléyades, cerca de Orión. De nuevo las mismas estrellas.

    Por: Carlos E. Casero
    A primeros del mes de marzo del año 2.003 la prensa de medio mundo se hizo eco del descubrimiento de un gran túnel o galería subterránea de unos dos kilómetros de longitud en el subsuelo de la ciudad peruana de Cusco (en quechua Qosqo) o Cuzco, la antigua capital inca. El hallazgo llevado a cabo por el arqueólogo español Anselm Pi Rambla, unía la conocida y céntrica edificación denominada Koricancha, antiguo templo inca (Templo del Sol) y en la actualidad el Convento de Santo Domingo, con un área exterior al norte de la ciudad, exactamente con la fortaleza de Sacsayhuamán.

    Según Anselm Pi Rambla y el resto de sus colaboradores, el túnel descubierto no era más que una pequeña parte de un gran entramado de galerías, cámaras y mausoleos que con toda seguridad se extendían bajo el suelo de la ciudad, como así parecían indicar todos los resultados realizados con modernos y sofisticados equipos de radar, que señalaban entre otros puntos que, diferentes túneles, comunicaban el actual Convento de Santo Domingo con el Convento de Santa Catalina o Marcahuasi, con la Catedral o Templo del Inca Wiracocha, con el Palacio de Huáscar, con el Templo de Manco Cápac o Colcampata y con el Huamanmarca. Todo ello en un estrato de unos 100 metros de profundidad bajo la que es hoy la moderna superficie de la ciudad de Cuzco.

    Mapa del Perú. En el pequeño recuadro amarillo se puede localizar la ciudad de Cusco o Cuzco.
    A ojos del arqueólogo español, las investigaciones sugerían una perfecta alineación astronómica de todas estas edificaciones, que descartaría la antigua presunción de que los incas sólo tenían al planeta Venus como referencia astral, sino que a partir del descubrimiento se podía establecer que también se guiaron por el Sol, la Luna, la Cruz del Sur y las Pléyades (estrellas de la constelación de Tauro), y al menos en sus orígenes, no se trataría de una obra que pudiera ser achacada a los incas, ni tan siquiera a culturas preincaicas más o menos catalogadas, sino a una cultura aún no conocida. El investigador planteaba entonces textualmente en voz alta un reto a toda la comunidad científica; «…la gran pregunta consiste en saber a qué época pertenecerían las construcciones…» 

    Como muchos lectores ya habrán adivinado, dichas aseveraciones sobre la existencia de una antigua civilización preincaica totalmente desconocida, no terminaron de “encajar” muy bien entre la comunidad científica. Ya en julio del año 2.000, tres años antes del descubrimiento del túnel, cuando se firmó el acuerdo entre el Instituto Nacional de Cultura del Perú y la Orden de los Dominicos de Cuzco por un lado y la sociedad de investigación de Anselm Pi Rambla (Sociedad Bohic Ruz Explorer) por otro , consistente en intentar descubrir la existencia de un complejo sistema de túneles incaicos y preincaicos mencionados a lo largo de la historia por muchos investigadores y cronistas, fueron multitud los detractores que se opusieron a dicho proyecto, principalmente por tres motivos. El primero de ellos era meramente científico, pues no parecía muy serio entre los sectores más ortodoxos o conservadores perder el tiempo en buscar túneles y pasadizos que consideraban como simples leyendas, y más aún cuando se planteaban “estrafalarias hipótesis” sobre sus orígenes y constructores. El segundo de los motivos era de índole religiosa. Las excavaciones afectarían a un área con un importante significado para muchos creyentes, tanto católicos como seguidores de las antiguas tradiciones incas, perturbando la paz y la armonía que se supone debe morar en un emplazamiento de semejantes características. La tercera y última de las razones podríamos denominarla algo así como “político-sentimental”. ¿Qué hacía un grupo de extranjeros, y más aún españoles, buscando tesoros en uno de los lugares más sagrados del antiguo Perú? En pocas palabras, el rencor histórico y la vena patriótica salieron a relucir entre los descendientes de Atahualpa, el último Inca.


    A la izquierda podemos observar el actual Convento de Santo Domingo. Su construcción fue efectuada sobre el antiguo Templo del Sol de los incas (koricancha), apreciandose aún los muros en la parte inferior que sirven de base a la construcción realizada por los conquistadores españoles. A la derecha se pueden apreciar los increibles sillares, de los que el escritor e investigador español Javier Sierra en su libro -En busca de la Edad de Oro- escribió lo siguiente: «…Cuando llegué al pie del templo, asentado sobre sillalres incas pulcramente tallados, vi lo poco que quedaba del antiguo esplendor del lugar. Sobre esos bloques encajados milimétricamente entre sí, formando una serie de puzzle indestructible, se levantan los toscos muros españoles, de paja y barro, quebrados mil veces por la intensa actividad sísmica de la región. Pero eso no sucede con las paredes incas. Los muros que podía admirar se asientan sobre gruesos y macizos bloques de andesita que descansan, a su vez, sobre una fina película de arena de playa que los desliza al compás de cualquier terremoto, impidiendo su caída o rotura…» 

    Pues bien, a pesar de la magnitud del descubrimiento de Anselm Pi Rambla en aquel mes de marzo del año 2.003 y como colofón a las ya primeras críticas iniciadas desde el mismo momento de la firma del proyecto arqueológico, al final y tan solo cinco meses después, en Agosto del año 2.003, el Instituto Nacional de Cultura del Perú rescindió los acuerdos que autorizaban los trabajos de excavación e investigación existentes bajo una grave acusación. Todo el proyecto había sido un gran engaño.

    Victor Salazar Soto

    Pero…, ¿cómo se podía hablar de engaño si cinco meses antes Anselm Pi Rambla había sacado a la luz uno de los míticos túneles de los que ya el primer literato mestizo, el inca Garcilaso de la Vega, hacía referencia en el año 1.609 en su obra “Comentarios Reales de los Incas?
    Si existe una antigua leyenda mil veces repetida entre las culturas andinas, es aquella que se refiere a la existencia de una extensa red de túneles, construidos en tiempos anteriores a los incas, que recorren buena parte del actual territorio peruano y partes de otras áreas próximas de la cordillera de los Andes (Bolivia, Ecuador, Colombia, etc.). Y son estas mismas leyendas también, las que aseguran que diferentes galerías subterráneas parten desde la ciudad de Cuzco, que en la lengua de los incas significaba “el ombligo de la tierra o el mundo”, extendiéndose hacia las cuatro direcciones del imperio andino: Al Noroeste en dirección de las ciudades de Cajamarca y Quito. Al Noreste camino de la gran selva del Amazonas. Al Suroeste rumbo al desierto de Atacama. Y por último al Sudeste, donde se encuentra la mítica ciudad de Tiahuanaco a orillas del lago Titicaca. 

    Las mismas autoridades que impidieron continuar la labor de búsqueda de nuevos túneles que confirmaran la realidad de todas estas leyendas, conminaron a Anselm Pi Rambla para que clausurara las excavaciones subterráneas efectuadas en el templo, las cuales quedaron inconclusas, e instaron a la realización por parte del grupo de investigación encabezado por el arqueólogo español a la ejecución de los trabajos de cierre totalmente a su cargo. Los trabajos incluyeron el pago de la mano de obra, los honorarios profesionales y el costo de los materiales para cumplir con el relleno de las excavaciones, así como con el colocado de las losetas y otros materiales retirados inicialmente. Del mismo modo, tuvieron que hacer frente al pago de una fianza de 6.000 dólares como garantía del cumplimiento de la realización del cierre de las obras, cuyo beneficiario fue el convento de Santo Domingo, punto del que partía el túnel descubierto.
    Una vez concluido el cierre al acceso de dicho túnel, se difundió un comunicado en el que se aseguraba que Bohic Ruz Explorer S.A.C., la empresa de investigación de Anselm Pi Rambla, quería demostrar que entre el complejo arqueológico de Sacsayhuamán y el Koricancha (hoy convento de Santo Domingo) existía un túnel que los incas empleaban furtivamente, pero este proyecto resultó ser un engaño y pretendió sorprender al pueblo de Cuzco, pues lo que buscaba esta empresa realmente eran supuestos tesoros y expoliar las riquezas del Perú, como ya hicieron los españoles siglos atrás.




    De izquierda a derecha. Atahualpa, Francisco Pizarro y Huáscar. 

    ¿A qué tesoros se referían las autoridades peruanas? Y sobre todo… ¿Por qué cambió radicalmente la postura de las autoridades peruanas en tan breve periodo de tiempo, máxime cuando los resultados del acuerdo estaban siendo tan satisfactorios? 
    Tras la captura en la localidad de Cajamarca por parte de los hombres de Pizarro del que fuera el último emperador inca, Atahualpa, éste ofreció por su liberación llenar dos habitaciones de plata y una de oro «hasta donde alcanzara su mano», y para ello mandó la orden a todo el imperio inca de que enviasen la mayor cantidad posible de oro y plata hacia Cajamarca. Pizarro, desconfiado, ordenó también a tres de sus hombres que se desplazaran a la capital del reino, Cuzco, a la que por el momento aún no se había atrevido a ingresar, para supervisar el cumplimiento de la promesa del emperador. Fue concretamente en el Templo del Sol o Koricancha, o en lo que es ahora el Convento de Santo Domingo, donde los tres españoles quedaron boquiabiertos al contemplar las inmensas riquezas que allí se atesoraban. Planchas de oro de 2 kilos cada una revestían los bloques de piedra del interior y el exterior del templo, en el que había sitio hasta para un jardín con reproducciones de animales, plantas y árboles en oro, varias estatuas también en oro macizo y todo ello presidido por un enorme disco solar aurífero en el altar mayor de la Koricancha, en quechua “Quri Kancha” o templo dorado.

    Eran tantas las riquezas que se guardaban en el recinto de la Koricancha, que los tres españoles enviados por Pizarro sólo pudieron regresar a Cajamarca con una mínima parte de lo que sus ojos pudieron contemplar. A pesar de ello, el gran conquistador Francisco Pizarro quedó enormemente sorprendido con las noticias de cuanto pudieron ver sus hombres, así como con el material que habían logrado traer a su presencia, lo que le decidió por fin a avanzar con su ejercito sobre la capital del imperio.

    Mientras unos piensan que Pizarro ordenó posteriormente ejecutar a Atahualpa para poder quedarse con todo el tesoro inca y no sólo con el rescate prometido, no faltan quienes creen que, tras la ascensión al poder de Atahualpa tras una cruenta guerra civil contra su hermano Huáscar poco antes de la llegada de los españoles, los partidarios de éste último presionaron al conquistador español para eliminarlo y poder así retomar el poder. Tras la ejecución el 26 de Julio de 1.533 del inca número XIII, Atahualpa, se produjeron muchas revueltas y sublevaciones en todo el imperio, siendo sofocadas por los españoles gracias en parte a los seguidores del depuesto y malogrado Huáscar (Atahualpa ordenó su ejecución y que sus restos fueran arrojados al Río Yanamayo).

    El polifacético investigador españolv Anselm Pi Rambla, director del grupo de investigaqción Bohic Ruz Explorer. 

    Y fue precisamente tras nombrar el propio Pizarro como nuevo Inca a uno de los partidarios de Huáscar, Túpac Hualpa, hermano tanto de Atahualpa como de Huáscar, que marchó por fin rumbo a Cuzco en el mes de noviembre de 1.533. Y así, en la mañana del día 15 de ese mismo mes, las tropas españolas y sus aliados entraron en la capital del imperio, prestando especial interés en el principal de todos sus templos, el Koricancha de los incas, un fastuoso templo levantado en honor al Inti o dios Sol (su máxima deidad), en donde según la tradición sólo podían ingresar los que ayunaban y traían una pesada carga sobre sus hombros, como signo de humildad. Pero ante la sorpresa de los recién llegados, apenas nada quedaba de todos aquellos fabulosos tesoros que unos meses antes Martín Bueno, Pedro Martín y Juan Zárate, los tres enviados a Cuzco por Pizarro, pudieron dar fe

    ¿Qué había ocurrido para que la mayor parte de los tesoros hubieran desaparecido? Todo parecía indicar que los súbditos de Atahualpa habían ocultado todo el oro y demás riquezas, pero ¿dónde?

    La existencia de estos bienes perdidos, dió origen a una serie de sorprendente historias, como la que señalaba que detrás del Koricancha se encontraría la entrada a una gruta llamada la gran Chingana o Chinkana (laberinto), que conduciría a la fortaleza de Sacsayhuamán, al norte de Cuzco, y de ahí al gran Paitití, la ciudad de las riquezas, un enclave secreto hasta el día de hoy oculto en la espesura de la selva. Según el mito, por este camino huyó el príncipe Choque Auqui o «Príncipe Dorado», otro de los hermanos de Huáscar, Atahualpa y Túpac Hualpa, quien antes del inicio de la guerra por la sucesión de su padre Huayna Capac, partió del palacio de Amarucancha llevándose la momia de su progenitor, la estatua de oro de éste y la sagrada imagen del Sol. Su séquito estaba formado por los amautas (maestros), los quipucamayocs (contables del imperio), las ajllas (vírgenes del Sol), los sacerdotes y parte de la nobleza quechua. Todos se dirigían al misterioso Paitití. Realidad o ficción, hasta ahora nadie lo sabe.

    Murallas de la fortaleza de Sacsayhuamán, la fortaleza situada al norte de la ciudad de Cuzco, y a la que según la tradición se la relaciona con una de las más importantes entradas al enigmático laberito inca, la denominada como «la Chinkana Grande». 

    Durante muchos años, los españoles intentaron localizar el acceso de entrada a este mítico mundo subterráneo para encontrar el tesoro que tanto habían codiciado, pero no sólo no lo encontraron sino que, como cuentan muchas crónicas de la época, fueron pocos los que consiguieron salir del laberinto. Un caso perfectamente documentado es el que ocurrió en 1.624, donde tres hombres, Francisco Rueda, Juan Hinojosa y Antonio Orué, entraron en una galería situada por la parte de Sacsayhuamán. Esta iniciativa había despertado una enorme expectación en Cuzco, habiendo sido una gran cantidad de curiosos los que les acompañaron hasta la entrada a la gruta. Se ataron al extremo de una larga cuerda, dejando el otro al cuidado de los testigos, desaparecieron posteriormente en el interior y no volviéndose a saberse de ellos nunca jamás. La única prueba fehaciente de la existencia de tesoros ocultos sucedió en el año 1.700. Según estos mismos cronistas, unos estudiantes se adentraron en un túnel localizado en Sacsayhuamán, con el firme propósito de localizar el tesoro oculto que se le negó a Pizarro. Sólo uno de sus componentes salió con vida del laberinto cuando habían pasado diez días de su incursión, pero trajo consigo un valioso hallazgo: una mazorca de maíz de oro macizo procedente del jardín de oro del Templo del Sol. La cual posteriormente se refundió en dos coronas para la virgen del convento cuzqueño de Santo Domingo, emplazado sobre el antiguo templo inca, y que hoy conservan los monjes. 

    Ya en 1.590 el padre mercedario Fray Martín de Murúa advertía en el capítulo IX de su “Historia de los Incas, Reyes del Perú” de la existencia de estos túneles y del serio peligro de adentrarse en su interior: “…Este valeroso capitán Ausi Topa fue el que por mandato de su padre, hizo un camino debajo de la tierra en la fortaleza de esta ciudad del Cuzco hasta Koricancha que era donde ellos tenían el templo y oratorio del sol y de la luna y de todas las demás huacas que ellos adoraban, hasta la entrada de este socavón en la dicha fortaleza en donde llamaban la chingana aunque ya es perdido y acabado todo, porque no hay quien atine por donde va, sino es solamente la entrada, porque en entrando algún trecho se pierden y no pueden dar con el camino. Porque ni en el dicho paraje del Koricancha no hay memoria de ello y dicen que el inga lo mandó cerrar porque no entrase nadie dentro…”. De la misma manera el inca Garcilaso de la Vega apuntaba en su obra “Comentarios Reales de los Incas” en el año 1.609: “…Una red de pasajes subterráneos, tan largo como las propias torres estaban todos conectados. El sistema era compuesto de calles y alamedas partiendo en todas las direcciones, todas con puertas idénticas. Era tan complicado que ni siquiera los más valerosos se aventuraban a entrar en el laberinto sin una guía de orientación que consistía en un rollo de cuerda o brabante grueso atado a la puerta de entrada para ser desenrollado a medida que se fuese avanzando por los túneles. Cuando niño acostumbraba a ir hasta el fuerte con los chicos de mi edad, pero no nos atrevíamos a ir muy lejos, permaneciendo siempre en lugares donde hubiese la luz del sol, pues teníamos mucho miedo de perdernos, después de oír todas las historias que los indios nos contaban sobre el lugar…”.

    Fueron tantos y tan sonados los casos de desapariciones en el interior de estos túneles, que en el año 1.927 las autoridades ordenaron a la policía y a los militares peruanos sellar a base de explosiones de dinamita todos aquellos accesos en Cuzco y alrededores que fuesen sospechosos de ser punto de acceso al laberinto o chinkana. 

    Ya han pasado varios años desde que el Instituto Nacional de Cultura de Cuzco obligase a Bohic Ruz Explorer a pagar el cierre de las obras y a marcharse definitivamente del Koricancha por entre otros cargos, haber puesto en peligro la estructura del convento y la seguridad de sus visitantes, más la grave acusación de haber engañado a las autoridades y haber actuado como vulgares cazatesoros. Desde entonces Anselm Pi Rambla y su equipo de colaboradores se ha tenido que conformar con la investigación de los datos obtenidos durante las excavaciones y los proporcionados por los equipos GPR (Ground Penetration Radar) o “geo-radares”, una herramienta excelente de prospección no destructiva del subsuelo, en un rango de profundidades que oscila entre los poco centímetros y los treinta metros. Básicamente esta técnica consiste en el análisis de las reflexiones de las ondas electromagnéticas que se producen cuando hay variaciones en la constante dieléctrica del terreno (La constante dieléctrica o permitividad relativa de un medio continuo es una propiedad macroscópica de un medio dieléctrico relacionado con la permitividad eléctrica del medio). Todos estos estudios y trabajos parecen arrojar una serie de conclusiones inequívocas, y es que, bajo el suelo de Cuzco se extiende un basto y complejo entramado de galerías de increíble magnitud, cuyo epicentro estaría claramente localizado bajo el Convento de Santo Domingo en un área que fue alterada (rellenada con tierra y escombros) y cerrada definitivamente por algunos dominicos entre los años 1.985 y 1.988 y que la misma comunidad de padres que viven actualmente en el Convento son desconocedores de estos hechos del pasado y quienes fueron sus autores.



    En el mes de marzo de 1.994 los investigadores españoles Vicente París y Javier Sierra iniciaron un viaje por tierra andinas, para entre otras labores de investigación, profundizar en los mitos y leyendas que hacían referencia a la red de túneles que con epicentro en la ciudad de Cuzco se extendían por todo el Perú adentrándose incluso en otros países vecinos. La suerte o el destino quisieron que Javier Sierra (arriba a la izquierda) obtuviese nuevos datos de la existencia del túnel a través del Prior del Convento de Santo Domingo,el Padre Benigno Gamarra. Ante la sorpresa del investigador español, el prior del convento le mostró y autorizó a fotografiar dos elaboradas coronas de oro con incrustaciones (arriba en la imagen del centro) que fueron realizadas tras fundir la mazorca o choclo de oro que un estudiante en 1.700 logró sacar de los tuneles tras permanecer extraviado varios días. El religioso contó al investigador español que el terremoto que asoló Cuzco en 1.950 les obligó a cerrar la entrada del túnel para consolidar aún más los cimientos de la iglesia. Todas estas investigaciones fueron publicadas en el capítulo 15, Perú: Los túneles de los dioses, en su libro En busca de la Edad de Oro (arriba a la derecha). 

    Mientras, muchos han sido los rumores que han achacado a una lucha de intereses entre distintas instituciones, concretamente entre el gobierno de Perú y la Iglesia, la razón principal para el total abandono de las investigaciones sobre la posible existencia de este conjunto de túneles preincaicos, avalados desde siglos atrás, por multitud de leyendas y tradiciones. Por ley, la Iglesia no está autorizada a hacer ningún tipo de trabajo arqueológico sin el permiso de las autoridades civiles, aunque sea sobre terrenos de su propiedad, tal como sería el caso del Convento de Santo Domingo. La magnitud de los trabajos requeridos para desentrañar los secretos del subsuelo cuzqueño no pasaría inadvertidos para nadie, y menos aún para el gobierno peruano, quien de descubrir cualquier tesoro o resto arqueológico de importancia sería su único dueño.
    Por otro lado, los sectores arqueológicos ortodoxos del país (como suele suceder en todas las latitudes) han restado importancia al descubrimiento de Anselm Pi Rambla y a la existencia del laberinto o chinkana en el subsuelo de la antigua capital de los incas. Más bien señalan la existencia de gran cantidad de grutas de origen totalmente natural, como la causa de la multitud de leyendas que desde tiempos inmemoriales atribuyen a un pueblo o cultura de orígenes desconocidos, tal vez emparentados con los incas, la autoría de tan titánica obra.

    ¿Cuánto tiempo se mantendrá esta situación? ¿Cuándo se volverán a iniciar los trabajos de investigación? ¿Es realmente posible que bajo el asfalto de la ciudad de Cuzco se encuentre oculto uno de los mayores tesoros que podamos imaginar? ¿Son de origen natural las galerías, y si no fuera así quienes fueron sus constructores y que medios emplearon para su realización? ¿Se limitan estas galerías a las inmediaciones de Cuzco o tal y como dicen las mismas leyendas, se extienden a los rincones más insospechados de Suramérica, recorriendo cientos de kilómetros en todas las direcciones?

    Una vez más nos tememos que tendremos que esperar si queremos tener respuestas

    Rodolfo Faustor y Krishna Salazar

    LA CUNA DE LA ASTRONOMIA HACE 50.000 AÑOS.

    Fue la cultura aborigen australiana la cuna de la astronomía

     

    El astrofísico australiano Ray Norris lleva dedicados los últimos cinco años a estudiar la cosmogonía de los distintos grupos aborígenes, su mitología y sus construcciones megalíticas.

    «Estamos poniendo a prueba varias hipótesis y buscando formas de medir, de cuantificar, lo que conocemos», declaró a Efe hoy Norris, que efectúa la investigación en la Universidad Macquarie, aunque trabaja para la Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (CSIRO).

    «Los aborígenes han vivido en estas tierras desde hace unos 50.000 años, tienen una cultura continuada y la han mantenido intacta. Su cultura y sus artes provienen de hace miles de años, es posible que su astronomía también», apuntó el científico.

    Antes de la llegada de los primeros colonizadores británicos, en 1788, había en Australia más de 300 naciones y lenguas diferentes.

    Varios de estos grupos aborígenes observaron el cielo, los astros y sus movimientos, los eclipses e intentaron ofrecer una explicación a sus observaciones.

    Norris indicó que una de esas explicaciones dice que «cuando ocurre un eclipse es porque el Sol y la Luna hacen el amor, el Sol, que es la hembra, abraza a la Luna, el macho, y así se produce la sombra del eclipse».

    Las historias de la tierra de Arnhem Land, en el extremo septentrional del Territorio del Norte (norte), explican por qué las mareas están asociadas a las distintas fases de la Luna, cómo el agua sube y llena la Luna cuando la marea está alta, y cómo la Luna se queda vacía durante tres días cuando la marea baja.

    «No hemos podido determinar aún cuándo se empezaron a contar estas historias, lo que sí sabemos es que el propio Galileo (Galilei 1564-1642) negaba aún en el siglo XVII que hubiera conexión alguna entre la luna y las mareas», apuntó Norris.

    En el estado de Victoria (sureste de Australia), se ubica Wurdi Youang, considerado por los científicos «el Stonehenge australiano».

    Fue construido por los Wathaurung y es un óvalo de unos 50 metros de diámetro formado por piedras y con un eje de este a oeste.

    El historiador de la Universidad de Melbourne John Morieson lo descubrió en 2003 y determinó que en el extremo más occidental del óvalo hay tres piedras que podrían indicar las posiciones del sol en los solsticios de verano e invierno y en el equinoccio.

    Norris ha confirmado la teoría de Morieson, pero necesita para que tenga valor científico encontrar otras construcciones megalíticas para contrastar y confirmar que los aborígenes colocaron las piedras en esas posiciones por los motivos astronómicos sospechados.

    Los arqueólogos han datado en el 3.100 a.C. la construcción de Stonehenge, el círculo de grandes bloques de piedra más famoso del Neolítico; y los conocimientos de astronomía del antiguo Egipto también datan de 3.000 a.C.

    «Hace mucho que lo estamos estudiando y cada científico descubre pequeñas cosas, pero pocas veces podemos hablar todos los que estudiamos las distintas culturas», manifestó Norris.

    Una oportunidad para que astrónomos, antropólogos, arqueólogos, historiadores, topógrafos y otros especialistas puedan reunirse y compartir sus conocimientos se dará en Perú, en enero de 2011, en el Noveno Simposio Internacional «Oxford» sobre Arqueoastronomía.

    Cada vez que se realizan nuevas investigaciones, parece que es necesario retocar la historia oficial.

    Hace 50.000 años la Tierra vivía en La Edad de Hielo. Sin embargo el clima durante un lapso de tiempo cambió. Esto permitió a un grupo de hombres, dejar África y entrar en Sudan y Egipto, más tarde otro grupo entraría en Sur asía

    Según la historia oficial, refrendada por la historia genética humana, los primeros grupos que llegaron a Australia lo hicieron hace 40.000 años. Entonces el continente africano era de nuevo verde, y el lapso de buen tiempo permitió aventurarse y salir de África.

    Ahora las investigaciones de Ray Norris ponen en evidencia estas historias. Los aborígenes llegaron a Australia hace 50.000 años, (Los neandertales desaparecieron hace 30.000) y además sus conocimientos sobre la naturaleza y la astronomía eran superiores a los conocimientos de los europeos en el siglo XVII.

    HISTORIA Y CRONOLOGIA DE LOS NEFILIM

    He querido poner en este post un resumen de la leyenda y una cronología de los hechos más relevantes, algunos no nos ha dado aún tiempo de abordar. Existen diferentes versiones de la misma historia y también diferentes cronologías según a la fuente que se consulte.

    Sin embargo nadie puede ignorar una historia como esta, escrita hace más de 6.000 años en unas tablillas de barro encontradas en lo que fue, según la historia tradicional, la primera de las civilizaciones, La sumeria.

    Una historia que ya nos habían contado, en La Biblia. La diferencia es que cuando se escribió la Biblia, estas tablillas llevaban ya 4.000 años enterradas.

     

     

    Los Annunaki (tambien llamados Annuna – Hijos de An) fueron los dioses confinados en el mundo subterráneo, también se dice que vivían en Dulkug o Dulku, el “montículo santo”. En el texto sumerio sobre “El descenso de Innana al Mundo Bajo” se identifica a los Annunaki como los siete jueces del Mundo Bajo.

    Para otros son una familia de dioses inmaduros, separados de sus padres y abandonados en un mundo que se estaba recuperando de una batalla con una estrella de la muerte.

    La leyenda sumeria dice que existe un planeta más en nuestro sistema solar, llamado Niburu por los sumerios, que tiene una órbita elíptica similar a la de un cometa y que tarda 3600 años en dar una vuelta completa alrededor del sol.

    Sitchin, así como otros investigadores sostienen la teoría de que los antiguos sumerios conocían la existencia de todos los planetas del Sistema Solar, desde Mercurio a Plutón, éste último descubierto a principios del siglo XX. Y la presencia de un planeta más, con una órbita alrededor del Sol gigantesca (cada 3.600 años), del cual procedían los “Annunaki”, los dioses de su panteón y que en sus principios fueron el génesis de la vida sobre la Tierra y la causa de la rápida evolución del hombre en nuestro mundo mediante intervención genética.

    Los habitantes de este planeta, eran los Annunaki (Sitchin les denomina Nefilim). La razón real por la que los Annunaki bajaron a la tierra está confusa:

    Martin opina que hubo un choque entre Niburu o una de sus lunas con Tiamet (el planeta que estaba entre Marte y Júpiter)

    Opina que hubo una gran nave espacial (Niburu 2) que fue a colonizar la tierra (iban 12 parejas).

    Sitchin opina que vinieron en busca de metales que se estaban agotando en su planeta.

    Ambos opinan, y la tradición sumeria así lo menciona, crearon a los hombres para que les sirvieran. De alguna forma utilizaron a los hombres como esclavos. La creación del hombre según los mitos sumerios es muy parecida a la Biblia, Enki tomo arcilla y le dio forma, por invitación de Nammu, aunque las primeras formas no fueron satisfactorias.

    Los humanos veían a estos seres como dioses, ya que eran inteligentes, poseían muchas tecnologías y conocimientos y tenían una gran longevidad, aunque eran mortales. Estos seres fueron llamados por los sumerios Annunaki. El término que menciona la Biblia es Nephilim (recordemos que la Biblia es una copia de las tradiciones sumerias), aunque algunas traducciones erróneas del termino los denomina “gigantes”.

    Según los sumerios, sus dioses (estos seres) bajaron a la tierra desde el cielo, mucho antes de la llegada de la humanidad. Para los sumerios, al igual que para otros muchos pueblos de la antigüedad, sus dioses fueron seres de carne y hueso que un día habitaron entre ellos y de los que aprendieron numerosas actividades y normas de convivencia.

    Ellos vinieron como colonos y explotadores, hicieron de la Tierra su hogar y empezaron a construir ciudades, ciudades que asociaron a funciones determinadas y que estaban gobernadas por Annunakis. Es sabido que cada ciudad sumeria disponía de un dios y una diosa protectora, esto puede interpretarse como que el gobierno de estas ciudades estaba encargado a parejas de dioses.

    Otra evidencia de estos llamados dioses, o seres reales, está en la lista de reyes sumeria, en las dinastías antidiluvianas, cuyos reyes reinaban edades asombrosas, que se medían en sars (equivalentes a 3600 años). Es curiosa la coincidencia de 3600 años, es un sar, que es el equivalente a un año de Niburu (el planeta de los Annunaki).

    También es curioso la coincidencia con la matemática sumeria, basada en un sistema sexagesimal (múltiplos de 60; 60×60=3600), que ha sido el origen de la forma en que tenemos de medir el tiempo (hh mm ss) y en la trigonometría (360 grados).

    Si se tiene en cuenta la lista real sumeria, y se consideran los sar de 3600 años, sucede que el periodo antidiluviano, que empezó con la llegada de los Annunaki fue hace 450.000 años, esto hace suponer que los Annunaki vivieron en la tierra muchos años, sin la actual civilización humana, ya que esta apareció al finalizar el reinado de los Annunaki.

    El hecho de la creación del hombre es sorprendente en la versión de Frisell, ya que supone que fuimos creados como unión de dos razas, una de Nibiru y otra de Sirio.

    Por otra parte Sitchin, cree que el paraíso era un jardín de los Nibiru, y que el Árbol de la Ciencia era el árbol que nos permitió procrear, ya que al ser híbridos de Annunakis y Hommo Erectus, éramos incapaces de hacerlo. Según esto los Annunaki no querían que los hombres se reprodujeran y cuando lo consiguieron los echaron del Paraíso.

    Debemos recordar que los mitos sumerios hablan de un Paraíso llamado Dilmun descrito en el mito de “Enki y Ninhursag”. Dilmun es una tierra pura, brillante y santa, regada por 4 ríos de agua dulce, llena de lagos y palmeras y árboles. En Dilmun los dioses parían sin dolor.

    Para aquellos que tengan interés en profundizar en este, desde el punto de vista cosmológico, recomiendo la Web (en inglés) de Andy Lloyd.

    Para justificar el origen extraterrestre de los conocimiento Sitchin se apoya en dos interpretaciones de arte sumerio.

    Primera: La estela de Naramsin, esta estela celebra la victoria de Naramsin sobre sus enemigos en el campo de batalla. El propio rey ocupa la figura central pisoteando a sus contrincantes con una lanza en su mano derecha, mientras observa desafiante a lo que parece ser una montaña con un extraño diseño cónico y sobre la cual a su vez se pueden apreciar claramente al menos, dos cuerpos celestes, aunque se adivina un tercero un tanto deteriorado arriba del todo.

    Sitchin cuestiona que la figura central de toda esta escena sea la del Rey Naramsin, pues a los dioses sumerios al igual que otros muchos de la zona, siempre eran representados con un casco con cuernos y que supuestamente representa al soberano de Akkad.

    También llama la atención la presencia de “dos soles” (o más) en el firmamento, precisamente sobre la cumbre de una no menos sorprendente montaña, y que Zecharia Sitchin asocia más a la figura de un cohete por muy fantástico que pueda parecer.

    Segunda: Hay un sello del tercer milenio a. C., conocido con el nombre de VA/243. A la izquierda entre dos figuras se aprecia lo que Sitchin ha identificado como el Sistema Solar, en una muestra clara de los elevadísimos conocimientos astronómicos de los sumerios. En la imagen de abajo vemos un esquema más claro de dicha representación y que Sirchin define de la siguiente manera:

    “……Al observar detenidamente una ampliación del Sistema Solar representado sobre el cilindro VA/243, se puede observar que los “puntos” que rodean la estrella son de hecho esferas. Al pequeño Mercurio le sigue un Venus más grande. A la Tierra, del mismo tamaño de Venus, le acompaña una Luna pequeña.

    A continuación, en dirección contraria a las agujas del reloj, se ve a Marte, más pequeño que la Tierra aunque más grande que la Luna o Mercurio. Luego la antigua representación muestra un planeta desconocido para nosotros, bastante más grande que la Tierra aunque más pequeño que Júpiter y Saturno, que se observan claramente a continuación. Más adelante, otra pareja concuerda perfectamente con nuestros Urano y Neptuno. Por último, también se encuentra allí el pequeño Plutón, aunque no donde lo ubicamos en la actualidad (después de Neptuno), sino entre Saturno y Urano……”

    Las anomalías detectadas con el nuevo planeta entre la Tierra y Júpiter, y la extraña ubicación de Plutón, corresponderían a la irrupción cada 3.600 años de un planeta extrasolar que en sus orígenes desvió la órbita de Plutón a su actual posición y que chocó seguidamente con un planeta situado donde se encuentra el cinturón de asteroides, que serían los restos de esa colisión.

    Posteriormente, lo que quedó del planeta acercó su órbita al Sol, y es nuestro actual mundo, la Tierra.

    Los antiguos sumerios llamaban al planeta del que se desgajó la Tierra, Tiamet, y al planeta intruso que originó el choque, Nibiru, de donde procedían sus dioses. Según la mitología sumeria de este choque surgió la vida en la Tierra. Hoy en día, son muchos los científicos que opinan que la vida en la Tierra tal vez tuvo su inicio por la presencia de organismos extraterrestres procedentes de meteoritos u otros cuerpos del espacio exterior que impactaron hace millones de años sobre la Tierra.

    Otro Profesor Marco A Reinoso, sobre las ideas de Sitchin avanza esta cronología de Annunaki, dioses o reyes Antidiluvianos:

    Hace 450,000-445,000 años: Los Nefilim arribaron a la tierra “Ki” procedentes del planeta Marduk, se establecieron en la antigua Mesopotamia, cuando arribaron algunas áreas del planeta estaban cubiertas por el hielo y glaciares, 432.000 (120 Shar), años han pasado entre el primer descenso de los Nefilims en la tierra y el diluvio.

    Hace 415.000 años: “Enki” un Nefilim estableció la ciudad de Larsa.

    Hace 400.000 años: Sobreviene un gran período interglaciar, Enlil otro Nefilim arriba a la tierra “Ki”,y establece rutas marítimas hacia el sudeste de África y organiza extracción del oro en las minas.

    Hace 360.000 años: Los Nefilim establecen el gran centro metalúrgico Bad-Tibira para trabar y moldear el oro para los componentes espaciales y sus ciudades de oro que son construidas.

    Hace 300.000 años: Anunaki, Enki y Ninhursag, otros Nefilim, intervienen en la genética de algún mono para crear a los trabajadores primitivos que utilizarían en la extracción del oro en las minas.

    Hace 25.000 años: El homo-sapiens se multiplica y esparce por otros continentes.

    Hace 13.000 años: Los Nefilim regresan definitivamente a su planeta dejando al reino humano morir, sobreviene el gran diluvio universal abruptamente sobre el planeta y dando por terminada la era glacial.

    Hoy sigue siendo un misterio para la ciencia el establecer el origen de la civilización sumeria, aparecida de la noche a la mañana, con una estructura social extremadamente compleja. La agricultura, la metalurgia, la alfarería, la música, la medicina, las leyes, etc… Alcanzaron una dimensión totalmente desconocida en un periodo brevísimo de tiempo, después de más de dos millones de años de una evolución aparentemente lenta y sin grandes sobresaltos, en la que el hombre había estado más cerca de un estilo de vida animal.

     

    TABLA CRONOLÓGICA ANNUNAKI :

    Cantidad de años I. Acontecimientos Anteriores al Diluvio

    450.000 En Nibiru, un distante miembro de nuestro sistema solar, la vida se enfrenta a la extinción por causa del debilitamiento de la atmósfera del planeta. Su soberano, Alalu, depuesto por Anu, escapa en una nave espacial y encuentra refugio en la Tierra. Descubre que la Tierra posee oro, metal que se puede utilizar para proteger la atmósfera de Nibiru.

    445000 Dirigidos por Enki, uno de los hijos de Anu, los anunna-ki llegan a la Tierra, y fundan Eridú -Estación Tierra I-para extraer oro de las aguas del Golfo Pérsico.

    430.000 El clima de la Tierra se suaviza. Llegan más anunnaki, entre ellos la hermanastra de Enki, Ninharsag, Oficial Médico Jefe.

    416.000 Ante la escasez en la producción de oro, Anu llega a la Tierra con Enlil, su heredero. Se decide obtener el preciado metal a través de la minería, en el sur de África. Sacando suertes, Enlil consigue el mando de la Misión Tierra; Enki queda relegado a África. Cuando se va de la Tierra, un nieto de Alalu desafía a Anu.

    400.000 Ya hay siete asentamientos en funcionamiento en el sur de Mesopotamia. Entre ellos, el Espaciopuerto (Sippar), el Centro de Control de Misiones (Nippur), un centro metalúrgico (Badtibira) y un centro médico (Shuruppak). El mineral llega en barcos desde África; el metal refinado se envía a las naves orbitales tripuladas por los igigi, y después se transfiere a las naves espaciales que llegan periódicamente desde Nibiru.

    380.000 Ganándose el apoyo de los igigi, el nieto de Alalu intenta hacerse con el dominio de la Tierra. Los enlilitas vencen en la Guerra de los Dioses de Antaño.

    300.000 Los anunnaki que trabajan en las minas de oro se amotinan. Enki y Ninharsag crean a los Trabajadores Primitivos a través de la manipulación genética de una primate; éstos se encargan de los trabajos físicos de los anunnaki. Enlil ataca por sorpresa las minas y se trae a los Traj adores Primitivos al Edin en Mesopotamia. Dándosele la capacidad para procrear, el Homo sapiens empieza a multiplicarse.

    200.000 La vida en la Tierra se retrae durante un nuevo período glacial.

    100.000 El clima se calienta de nuevo. Los anunnaki (los bíblicos Nefilim), ante el creciente malestar de Enlil, se casan con las hijas del Hombre.

    75.000 Comienza la «maldición de la Tierra» -una nueva glaciación. Tipos regresivos de Hombre vagan por la Tierra. El hombre de Cro-Magnon sobrevive.

    49.000 Enki y Ninharsag elevan a los humanos de parentesco anunnaki al gobierno de Shuruppak. Enlil, enfurecido, planea la destrucción de la Humanidad.

    13.000 Al descubrir que el paso de Nibiru por las cercanías de la Tierra va a desencadenar una inmensa marea, Enlil hace que los anunnaki juren mantener en secreto la inminente calamidad, con el fin de mantener en la ignorancia a la Humanidad.

    A.C. II. Acontecimientos Posteriores al Diluvio

    11.000 Enki rompe el juramento, y da instrucciones a Ziusudra/ Noé para que construya un barco sumergible. El Diluvio barre la Tierra; los anunnaki presencian la destrucción total desde su nave orbital. Enlil acepta conceder herramientas y semillas a los supervivientes de la Humanidad; comienza la agricultura en las tierras altas. Enki domestica a los animales.

    10.500 Los descendientes de Noé se reparten en tres regiones. Ninurta, el principal hijo de Enlil, hace represas en las montañas y drena los ríos para hacer habitable Mesopotamia; Enki reclama el valle del Nilo. Los anunnaki conservan la península del Sinaí para hacer el nuevo espacio-puerto;se establece un centro de control en el Monte Moria (la futura Jerusalén).

    9.780 Ra/Marduk, el primogénito de Enki, divide sus dominios sobre Egipto entre Osiris y Set.

    9.330 Set captura y desmembra a Osiris, y asume el dominio en solitario del Valle del Nilo.

    8.970 Horus venga a su padre Osiris lanzando la Primera Guerra de la Pirámide. Set escapa a Asia, se apodera de la península del Sinaí y de Canaán.

    8.670 Opuestos al control resultante de todas las instalaciones espaciales por parte de los descendientes de Enki, los enlilitas lanzan la Segunda Guerra de la Pirámide. El victorioso Ninurta saca los equipos de la Gran Pirámide.

    Ninharsag, hermanastra de Enki y Enlil, convoca una conferencia de paz. Se reafirma la división de la Tierra. Se transfiere el gobierno de Egipto de la dinatía de Ra/ Marduk a la Toth. Se construye Heliópolis como Ciudad Baliza sustituía.

    8.500 Los anunnaki establecen puestos avanzados en las vías de entrada de las instalaciones espaciales; Jericó es uno de ellos.

    7.400 Siguiendo con la era de paz, los anunnaki conceden a la humanidad nuevos avances; comienza el período neolítico. Los semidioses gobiernan Egipto.

    3.000 Comienza la civilización urbana en Sumer, cuando los anunnaki vuelven a establecer las Ciudades de Antaño, comenzando por Eridú y Nippur.

    Anu llega a la Tierra de visita protocolaria. Se construye en su honor una nueva ciudad, Uruk (Erek); convierte su templo en la morada de su amada nieta Inanna/Ishtar.

    A.C. III. La Realeza en la Tierra

    3.760 Se le concede la realeza a la humanidad. Kis es la primera capital, bajo la égida de Ninurta. El calendario comienza en Nippur. La civilización florece en Sumer (la Primera Región).

    3.450 La primacía en Sumer se le transfiere a Nannar/Sin. Marduk proclama a Babilonia como «Puerta de los Dioses». El incidente de la «Torre de Babel». Los anunnaki confunden las lenguas de la humanidad. Frustrado el golpe, Marduk/Ra vuelve a Egipto, depone a Toth y captura a su hermano pequeño Dumuzi, que se ha prometido con Inanna. Dumuzi es asesinado por accidente; Marduk aprisionado vivo en la Gran Pirámide. Es liberado a través de un conducto de emergencia y va al exilio.

    3.100 350 años de caos finalizan con la entronización del primer faraón egipcio en Menfis. La civilización llega a la Segunda Región.

    2.900 Se transfiere la realeza en Sumer a Erek. A Inanna se le dan los dominios de la Tercera Región; comienza la civilización en el Valle del Indo.

    2.650 La capital real de Sumer va cambiando. La realeza se deteriora. Enlil pierde la paciencia con las ingobernables multitudes humanas.

    2.371 Inanna se enamora de Sharru-Kin (Sargón). Éste funda una nueva ciudad capital, Agadé (Acad). Se inicia el imperio acadio.

    2.316 Con el objetivo de reinar sobre las Cuatro Regiones, Sargón se lleva parte del suelo sagrado de Babilonia. El conflicto entre Marduk e Inanna vuelve a aparecer. Finaliza cuando Nergal, hermano de Marduk, acude desde el sur de África a Babilonia y persuade a Marduk para que abandone Mesopotamia.

    2.291 Naram-Sin asciende al trono de Acad. Dirigido por la belicosa Inanna, penetra en la península del Sinaí e invade Egipto.

    2.255 Inanna usurpa el poder en Mesopotamia; Naram-Sin profana Nippur. Los Grandes Anunnaki arrasan Agadé. Inanna escapa. Sumer y Acad ocupados por tropas extranjeras leales a Enlil y Ninurta.

    2.220 La civilización sumeria alcanza nuevas cotas bajo los soberanos iluminados de Lagash. Toth ayuda a su rey, Gudea, a construir un zigurat-templo para Ninurta.

    2.191 Téraj, padre de Abraham, nace en Nippur, en una familia real-sacerdotal.

    2.180 Egipto dividido; los seguidores de Ra/Marduk conservan el sur; los faraones que se oponen a él consiguen el trono del bajo Egipto.

    2.130 Enlil y Ninurta se alejan cada vez más de los asuntos humanos, con lo que la autoridad central se deteriora en Mesopotamia. El intento de Inanna por reconquistar la realeza para Erek no dura demasiado.

    a.C. IV. El Siglo Fatídico

    2.123 Abraham nace en Nippur. ,

    2.113 Enlil confía las Tierras de Sem a Nannar; se declara a Ur capital del nuevo imperio. Ur-Nammu asciende al trono y se le nombra Protector de Nippur. Un sacerdote nipuria-no -Téraj, el padre de Abraham- llega a Ur para establecer relaciones con la corte real.

    2.096 Ur-Nammu muere en la batalla. El pueblo considera su prematura muerte como una traición de Anu y Enlil. Téraj parte con su familia hacia Jarán.

    2.095 Shulgi asciende al trono de Ur y fortalece los vínculos imperiales. Mientras el imperio crece, Shulgi sucumbe a los encantos de Inanna y se convierte en su amante. Concede Larsa a los elamitas, a cambio de servirle como Legión Extranjera.

    2.080 Los príncipes tebanos leales a Ra/Marduk empujan hacia el norte bajo Mentuhotep I. Nabu, hijo de Marduk, gana adeptos para su padre en Asia Occidental.

    2.055 Siguiendo órdenes de Nannar, Shulgi envía tropas elamitas a sofocar los disturbios de las ciudades cananeas. Los elamitas llegan a las puertas de la península del Sinaí y de su Espaciopuerto.

    2.048 Shulgi muere. Marduk se traslada al País de los Hititas. Abraham recibe la orden de ir al sur de Canaán con un cuerpo de caballería de élite.

    2.047 Amar-Sin (el bíblico Amrafel) se convierte en rey de Ur. Abraham va a Egipto, permanece allí cinco años y vuelve después con más tropas.

    2.041 Dirigido por Inanna, Amar-Sin forma una coalición de Reyes del Este, y lanza una expedición militar contra Canaán y el Sinaí. Su líder es el elamita Codorlaomor. Abraham detiene el avance en las puertas del Espaciopuerto.

    2.038 Shu-Sin sustituye a Amar-Sin en el trono de Ur mientras el imperio se desintegra.

    2.029 Ibbi-Sin sustituye a Shu-Sin. Las provincias occidentales se inclinan cada vez más por Marduk.

    2.024 Encabezando a sus seguidores, Marduk marcha sobre Sumer, se entroniza en Babilonia. Los combates se extienden al centro de Mesopotamia. Se profana el Santo de los Santos de Nippur. Enlil exige un castigo para Marduk y Nabu; Enki se opone, pero su hijo Nergal se pone del lado de Enlil. Mientras Nabu encabeza a sus seguidores cananeos para ir a capturar el Espaciopuerto, los Grandes Anunnaki aprueban el uso de armas nucleares. Nergal y Ninurta destruyen el Espaciopuerto y las pecadoras ciudades cananeas.

    2.023 Los vientos llevan la nube radiactiva a Sumer. La gente muere de una muerte terrible, los animales perecen, el agua está envenenada, la tierra se hace estéril. Sumer y su gran civilización yacen postrados. Su legado pasa a la semilla de Abraham cuando engendra -a la edad de 100 años- a un heredero legítimo: Isaac.