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Las viejas culturas y el espacio

Hoy en día nos sentimos orgullosos de nuestra civilización. Una de las características que la definen es la luz. Desde cualquier avión se pueden ver las líneas de luz que definen perfectamente las ciudades por la noche.

Sin embargo, esa portentosa luz, visible desde el espacio, es la que nos impide ver el resto del universo.

Vivimos mirando hacia abajo, a dos metros de distancia. Si alguien, despistado se le ocurre seguir un rascacielos, quizás se tope con el cielo, donde como mucho podrá ver la luna y si acaso, en una zona muy despejada, alguno de los planetas que seguramente será confundido con una estrella.

El desconocimiento del espacio y del universo es muy grande en la población global.

Pero esto no fue siempre así. Las viejas culturas contaban con cielos despejados y el fascinante espectáculo del cosmos. Entonces se era, quizás más consciente de donde estamos.

Los grandes monumentos de las diferentes culturas, se encontraban frecuentemente orientados al universo, para unirse a él o recordar enclaves y estrellas.


Koricancha, Cuzco Perú

El templo de oro, el más sagrado lugar de culto de los Incas; en le corazón del Cusco; la capital del Tawantinsuyo. Probablemente fue construido 580 A.C. Koricancha consiste en cuatro pequeños santuarios y el más grande santuarios del templo localizado en el centro del patio.

El templo esta dedicado a la adoraci&oacuten del dios Sol; el templo entero con sus paredes fue completamente cubierto por oro, probablemente esto explica el significado de su nombre � Casa de oro cubierta� . Las paredes fueron finamente pulidas en oro. Algunas parede fueron completamente cubiertas de oro en una forma perfectamente terminadas, sus formas son trapezoidal incluso en las curvas y en las esquinas fueron cubieras de oro, el templo principal fue el templo dedicado al dios Sol.

El templo de Koricancha fue iniciado en su construcc&oacutein del Inca Wiracocha aproximadamente en 1200 D.C y finalmente fue terminado y mejorado con el Inca Pachacutec.

Las paredes del Templo son de forma trapezoidal con una inclinación vertical típica arquitectura Inca, las piedras son perfectamente unidas. El piso también contraído a base de piedras perfectamente unidas; algunos de los curators tienen el piso cubierto por tierra compacta en arcilla. El dios (Wiracocha), el sol (Inti), la luna (Killa), las estrellas (Chaska) y la madre tierra (Pachamama), tienen sus propios cuartos individuals en el templo Koricancha . También el jardín fue cubierto en oro, como los árboles, maÍz mariposas y llamas .

Actualmente el templo Koricancha en un templo Católico, el templo católico fue construido por los españoles conquistadores. El templo fue destruido y el oro fue tomado por los españoles. En 1950 el templo de Santo Domingo fue destrozado por el terremoto de , pero las paredes de la construcción Inca quedaron intactas la construcción. Hoy en día el templo Koricancha es un museo localizado en el centro de la cuidad del Cuso.

La ciudad está diseñada en función de ciertas líneas sagradas llamadas ceques. Estas líneas hasta un total de 42 confluían en un punto central, lugar para levantar el templo del sol.

Estos ceques están orientados a la salida del sol en verano e invierno.

Los edificios de la ciudad están situados a imitación de las estrellas de la constelación del puma visible en una parte de la vía láctea. Esta constelación tenía una especial importancia para los incas.

Las urbes incas reflejaban las formas del firmamento. Tanto la orientación como el número y la disposición de sus barrios plasmaban un orden cósmico que vinculaba los ciclos celestes con los estacionales. El principio rector de la construcción era este diseño sagrado del espacio terrestre bajo la guía de los astros, con la finalidad de que la vida humana expresara la armonía con el ámbito de lo divino.

Los pueblos prehispánicos de la América andina diseñaron sus ciudades en función del Cielo. Cuzco, Tumipampa (actual Cuenca) o Quito, reflejan sobre la Tierra sus antiguas constelaciones. El arquitecto ecuatoriano Alfredo Lozano Castro –director y profesor de la universidad Indígena de las Américas, en Quito (Ecuador)–, descifró las claves que determinaron la ubicación de estas urbes a partir de vestigios arqueológicos, crónicas y ritos ancestrales que todavía perviven en la memoria de los descendientes de aquellas civilizaciones.

El estudioso destaca que la observación de los fenómenos estelares tuvo especial consideración entre los pueblos de muy diferentes culturas. El Cosmos representaba la estabilidad a través del tiempo y, en esa medida, al recrear sus estructuras se intentaba asegurar la permanencia del mundo humano, generando un antídoto contra el Caos. Basándose en esta evidencia, Lozano reconstruye la apariencia arquitectónica original que presentaban las ciudades andinas, basándose en la proyección de determinadas constelaciones indígenas sobre las ruinas de sus antiguos asentamientos.
–En el caso de la civilización andina , los sabios o amautas indígenas creían que era necesario aprender a caminar en las estrellas para saber orientarse después sobre la Tierra. Por esta razón, desarrollaron una ciencia astronómica centrada en las constelaciones y en su movimiento cíclico en el firmamento. Al proyectar dichas estructuras estelares sobre el territorio que ellos ocupaban, decidían el lugar y la orientación de sus poblados y cultivos.

Este vínculo tendía un puente entre el Cosmos y el mundo humano. Y era un principio que se extendía a todas sus actividades. Por ejemplo, una constelación importante era la del Puma. Cuando el Sol salía por el punto de la banda zodiacal que correspondía a este felino, daba comienzo una estación favorable. Sobre la base de la observación de su ciclo astronómico, los amautas desarrollaron un calendario solar y otro lunar, que tenían carácter sagrado y también regían las labores agrícolas.

Hasta hoy, para los indios el trabajo campesino constituye un acto religioso. Antes de labrar la tierra se realizan rituales. Lo mismo sucede con la siembra: se ora, se bendice la semilla y se besa el suelo en el cual se va a plantar. Cuando llega la cosecha se celebra una festividad en agradecimiento a la Pachamama, la «Madre Tierra». Esta liturgia todavía puede observarse actualmente, e incluye ofrendas de alimentos y bebidas dispuestos sobre unos pequeños montículos de piedras, llamados apachetas.
–La Pachamama representa la síntesis de la paz y el movimiento invisible del crecimiento vital –nos explica Lozano.

Los planetas y el zodíaco

Los incas poseían avanzados conocimientos sobre el movimiento de los astros. En el sistema solar identificaban siete cuerpos: Sol (Inti), Luna (Quilla), Mercurio (Catuilla), Venus (Chasca), Marte (Aucayoc), Júpiter (Pirua) y Saturno (Haucha). En su modelo, Júpiter ocupaba el centro del sistema, según dedujo Lozano de un mapa cosmográfico que recogió Juan Santacruz Pachacuti en su libro Relación de Antigüedades de este Reyno del Perú, escrito en 1613.

Una constelación especialmente relevante era Orión, conocida entre los aymaras como Uara Uara Khawa (cerro de las estrellas), que es visible tanto desde el hemisferio norte como desde el sur.
–Los amautas andinos se dieron cuenta de esta característica –comenta Lozano– y por eso concibieron a las tres estrellas del cinturón de Orión como un puente que unía los dos hemisferios astrales. Esta constelación formaba parte de la principal figura celeste del zodíaco indígena, la de Chuquichinchay, «el Felino de oro», asociada a Júpiter y al Creador del Universo, Illa T’iqusi o Viracocha. Los mayas la consideraban el núcleo original del Universo. La aparición de dicha constelación y la cercana Cruz del Sur en el cenit del hemisferio austral, en determinadas épocas del año, anunciaba el inicio del nuevo ciclo agrícola y el período de lluvias.

Debajo de Orión se encontraba la Chakana (Cruz del Sur), que pudo haber inspirado la orientación de los ejes celestes y terrestres (los puntos cardinales). Mayu era la Vía Láctea, el «río sagrado de estrellas que fluye en el firmamento». Y los puntos cardinales andinos eran los suyus: Anti Suyu (sureste/noroeste), Chinchay Suyu (noreste/noroeste), Colla Suyu (sureste/suroeste) y Cunti Suyu (noroeste/suroeste).
–La intersección de estos dos ejes o planos con el centro de la Tierra definía el punto de la creación del Cosmos visto desde la Tierra, que dio lugar a la noción del espacio sagrado y, por ende, al simbolismo del centro –nos explica el académico.

Según los estudiosos, las constelaciones zodiacales andinas eran trece. Como hemos mencionado, la más importante fue El Puma o «Felino de oro», considerado el «Padre de la Humanidad». En diversos registros mitológicos aparece como devorador de la Luna y causa de los eclipses. Esta constelación estaba formado por Orión. La estrella Rigel era el ojo, Tahalí la nariz y boca, el Toro formaba el dorso y el aglomerado estelar de las Pléyades la cola, mientras que los pies correspondían a Géminis. Este animal aparece frecuentemente en la iconografía andina, desde Chavin de Huantar (en Perú) hasta en Tiahuanaco en Bolivia. El arquitecto ecuatoriano recurrió a las crónicas y a antiguos relatos míticos para encontrar los orígenes de estos conocimientos cósmicos, una investigación que dio a conocer en su libro Ciudad Andina, concepción cultural: implicaciones simbólicas y técnicas (1996).

Todas estas tradiciones suelen girar en torno a la figura de Viracocha. Éste salió del lago Titicaca (situado entre Perú y Bolivia), para crear el Cielo, la Tierra y la primera Humanidad. Luego desapareció, dejando al mundo sumido en la oscuridad. Más tarde, volvió a manifestarse y convirtió en piedras a la Humanidad precedente. A continuación creó el Sol, la Luna, las estrellas y los humanos actuales.

Ayudado por sus súbditos, viajó por todo el planeta, poblando diferentes regiones. Su periplo terminó cuando se marchó a través el mar con sus acompañantes.

Hace algunos años, Alfredo Lozano descubrió que la planificación de algunas ciudades prehispánicas andinas obedecía a determinadas condiciones «geoastronómicas». El centro de los poblamientos era el cruce de tres ejes orientados astronómicamente, que simbolizaba el punto donde giran el espacio y el tiempo.

La estructura urbana

Según este arquitecto, «la parte central de tales ciudades estaba orientada de forma que registrara los acontecimientos estelares y era el punto en el cual se concentraba la energía celeste. Su configuración característica se basaba en los ejes de orientación, teniendo como punto de referencia el levante o salida del Sol. Luego se procedía a determinar los ejes diagonales, que señalaban los puntos extremos del recorrido del Sol en su movimiento anual aparente, desde el Trópico de Capricornio –en el solsticio de diciembre–, hasta el Trópico de Cáncer, durante el solsticio de junio. También se dibujaban sobre el terreno los ejes de Mayu, ‘el río de estrellas’ o Vía Láctea que en el ecuador celeste tiene una posición bien definida durante los período solsticiales».

Resumidamente, eso quiere decir que los astrónomos indígenas, mediante la observación de la posición del Sol respecto de la Vía Láctea, tenían a su disposición métodos muy exactos para predecir las efemérides astronómicas. Por ello, los ejes terrestres de los relojes solares –gnomones que proyectan su sombra sobre una superficie– estaban orientados en función de esas efemérides. La planificación de las ciudades obedecía, por lo tanto, a un sistema calendárico lunar-solar que tenía como base material el sistema de ceques. Estos señalaban los puntos de los solsticios, los meses, el tiempo de sembrar y el de cosechar. La palabra ceque significa raya, línea, término o rumbo, y su ubicación determinaba la de las wacas o adoratorios situados alrededor de la ciudad de Cuzco.

Según Lozano, los ceques podían funcionar como un computador, que traducía los ritmos astronómicos a los ciclos estacionales mediante una «simulación» en el calendario ceremonial que regía las relaciones sociales y la producción agrícola. Una prueba de ello es la orientación de los ceques, definida por cerros donde se erigían observatorios y relojes astronómicos que permitían conocer la sucesión de las estaciones, especialmente el inicio del año agrícola y los períodos de sequía y de lluvias, cuando se celebraban las grandes festividades rituales.

Uno de los descubrimientos de Lozano es que se pueden identificar los trece meses del año andino con los ceques. Tres de estos se corresponden con un mes. El total de trece meses determinaba el número de barrios de la ciudad.

Tiahuanaco y Cuzco

Es posible que la primera gran ciudad andina planificada según la cosmología haya sido Tiahuanaco, en Bolivia. Más tarde, este «corpus» de conocimientos pudo haberse transmitido a través sociedades secretas de amautas. Pero el hecho es que su aplicación se refleja en el trazado geométrico-ritual de todas las urbes como un principio fundamental. Cuzco es un buen ejemplo. Está ubicada justo en el centro de la confederación del Tawantinsuyu (Imperio incaico) y significa «ombligo». A su vez, cada uno de sus trece barrios se identifica con una constelación zodiacal concreta.

Cuzco fue construida teniendo como modelo la antigua ciudad de Tiahuanaco. Seguramente allí se conmemoraba ritualmente la aparición de cada una de las constelaciones zodiacales en el firmamento. Coincidentemente, esos trece meses zodiacales también se interrelacionaban con los trece meses del calendario lunar.

El mes de marzo era el primero del año. La luna del mes de junio, llamada Atún Cusoul, señalaba el momento de arar la tierra. En julio empezaban a regar. Durante la luna de septiembre, o Citua Quilla, se juntaban en la plaza principal de Cuzco (Haocaypata) los indígenas de todas las comarcas para hacer sus sacrificios al Sol. Durante la luna de noviembre (Raymi Quilla) algunos se horadaban las orejas y se rebautizaban con los nombres de sus antepasados.

La ciudad andina también se dividía en tres partes desde un punto de vista social y funcional. En el centro estaban los templos dedicados al culto estelar y allí residían los gobernantes, los sacerdotes y sus asistentes. Alrededor de este núcleo se extendía la zona administrativa, sede de los curacas o representantes de las naciones confederadas, que abarcaba los barrios correspondientes a los meses del calendario agrícola. Por último, en el anillo exterior de la urbe se hallaba el sector de las viviendas del resto de la población.

La ciudad de Quito y la de Cuenca (la antigua Tumipampa), ambas en territorio del actual Ecuador, también confirman la implicación que tiene este trazado de las ciudades indígenas con los conceptos astronómicos mencionados. En ambas, la planificación urbanística se basó en una proyección de la constelación del Puma o «Felino resplandeciente».

Lozano investigó la pervivencia de estas antiguas creencias cosmo-religiosas en la actualidad. Muchos centros sagrados indígenas fueron sustituidos por iglesias, capillas o ermitas, con sus imágenes del santoral cristiano, especialmente vírgenes y cristos. Generalmente, la Virgen se sincretiza con la Pachamama, lo que explica la enorme devoción que existe hacia esta figura en toda la región andina.

Las festividades del Inti Raymi –ligadas al solsticio de junio, que es el de invierno en el hemisferio sur– coinciden con las celebraciones cristianas del Corpus Cristi, San Juan, San Pedro y San Pablo. Los indígenas las asimilan al comienzo de su año agrícola, ya que señalan el final de las cosechas y el momento de prepararse para las siembras del nuevo ciclo estacional.

También perviven aún algunas fiestas que se relacionan con el solsticio, como la de Licán, dedicadas al Inka Palla, en el día de San Pedro (30 de junio). Los indígenas de Macají se congregan al pie del cerro Itsibug, al sudoeste de Licán, con una niña y un niño de entre 8 y 9 años, quienes se visten de reyes. Luego de dar tres vueltas al cerro, se desplazan hasta la plaza, donde visitan al cura y a los políticos locales. Según los nativos, el origen de esta celebración se remonta a la época en que el rey Puruguay Cacha llegó a Licán perseguido por los conquistadores.

El monarca apareció sentado en un trono de oro en el cerro Itsibug. Al ser desalojado de aquel sitio, su trono se hundió en la montaña y el rey volvió a reaparecer sobre un cerro llamado Atarasana, sujetando un cetro de oro. Finalmente, clavó el bastón en esa colina y volvió a reaparecer en otra, distante media legua. Este mito fue formalizado en una liturgia de peregrinación que todavía se celebra en nuestros días.
–En este ritual –nos explica Lozano– parece clara la relación de la mitología precolombina con hitos astronómicos ligados al solsticio de junio, pero también con el amanecer y el atardecer.

 

Una de las razones que se esgrimen para unificar las diferentes culturas de la historia, en lugares tan dispares como América y Egipto. Es precisamente la Orientación de los edificios hacía las mismas estrellas. si recordamos el post DÉCIMO PRIMERA CONCLUSIÓN 1ª parte . Aquí veíamos como una de las teorías que explicaría las pirámides, era precisamente su orientación a Orión. Esa orientación y esas estrellas nos están dando un mensaje, único.

Nos está hablando de quienes fueron los artífices de estos monumentos.

 

UN REACTOR NUCLEAR ATÍPICO, OKLO

Fue en la ciudad francesa de Pierrelatte, ubicada en el departamento de Drôme, en la región francesa de Ródano-Alpes, donde en el año 1.972 se dió a conocer una de las mayores sorpresas a la que la comunidad científica se había enfrentado hasta ese momento. Más concretamente todo comenzó en una de las plantas de procesamiento de la Central Nuclear de Tricastin, donde en esos momentos se procesaba uranio de distintos orígenes y se procedía a su enriquecimiento para la obtención de barras de combustible con las que dotar a las centrales nucleares. Durante todo este proceso se controlaba minuciosamente, tal y como exigen las normas de seguridad internacionales, las cantidades de uranio-235 empleado, para asegurar en todo momento que no se desviaba ni un gramo a manos no deseadas, como terceros países codiciosos de obtener armas nucleares, o grupos terroristas con fines sombríos. En una de las mediciones rutinarias de control, el físico francés Francis Perrin localizó una muestra que contenía menos uranio-235 del esperado. La discrepancia era muy pequeña, dado que el uranio-235 es normalmente el 0,7202% de todo el uranio procedente de cualquier mina del planeta, pero en esa muestra era sólo el 0,7171%. Si bien a primera vista esta diferencia podía parecer incluso ridícula, no dejó de sorprender al físico francés, que sabía muy bien que  los isótopos aparecen siempre muy bien mezclados en la naturaleza, de forma que algo raro tenía que haber pasado con esa muestra.

Puesto rápidamente en conocimiento de las autoridades competentes, una comisión de investigación barajó distintas hipótesis, entre las que se incluía la posibilidad de que esa muestra de uranio habría podido ser contaminada con uranio empobrecido de la misma planta de procesamiento, lo que vendría a significar una circunstancia muy grave, al ser una clara señal de que existían fugas en la central que entrañaban un serio peligro en el exterior.

La búsqueda de respuestas condujo a los investigadores al sistema de archivado de muestras, donde rápidamente hallaron minerales de uranio procedentes de la República de Gabón, que contenían incluso menos de la mitad del uranio-235 de lo que era habitual, una diferencia enormemente sustancial a la localizada inicialmente por Francis Perrin, que a pesar de todo se había incluso enriquecido al mezclarse el uranio procedente de otras fuentes. Un análisis de esos minerales pobres en uranio-235 que procedían de Gabón reveló que contenían isótopos muy parecidos a los que hay en los desechos de los reactores nucleares, con restos como el samario y el neodimio. Las muestras procedían de un envío de uranio de la Compañía Minera de Franceville, con cantera en Oklo, un yacimiento de uranio de 35.000 kilómetros cuadrados de extensión.

Un trabajador se encuentra junto a un depósito de, entre otras cosas, el uranio empobrecido, naturalmente.

Imágenes de Oklo, donde la casualidad ha intervenido para que las condiciones especiales que en su momento formuló Kuroda,  se produjeran en 16 áreas separadas de Oklo y en otra zona situada a 35 km, el denominado reactor de Bangombé, 1.800 millones de años antes que Enrico Fermi diseñara el primer  reactor nuclear  de los tiempos modernos en 1.942.

La duda ahora entre los sorprendidos investigadores franceses de la Central Nuclear de Tricastin, era la de esclarecer si habían sido estafados por la compañía minera que les había vendido y proporcionado uranio con una concentración demasiada baja de uranio-235, es decir, como si el mineral hubiese sido utilizado previamente como combustible en otra Central Nuclear. Descartada rápidamente dicha posibilidad, nadie podía entender por qué la cantidad de uranio-235 era tan poca. Todo esto llevó en 1.975 a cerrar la mina de Oklo, y a que un equipo internacional de Geólogos, Geofísicos y Geoquímicos realizasen diversos estudios en la mina de Gabón. Todos los estudios geológicos y geoquímicos realizados en la zona indicaron claramente que la cantidad debía ser mucho mayor. La única respuesta posible residía en que alguien o algo lo había consumido empobreciéndolo.

Manipulación del uranio-235, para la elaboración del combustible nuclear. El combustible nuclear tiene una enorme capacidad energética por unidad de masa. El consumo anual de combustible de una central estándar es de unas 25 toneladas de uranio. En comparación, para producir la misma cantidad de electricidad, una central térmica de carbón consume 2,5 millones de toneladas de carbón y una central de gas de ciclo combinado consume 1700 millones de metros cúbicos de gas natural. El uranio-235 (235U) es un isótopo del uranio que se diferencia del uranio-238, el más común isótopo del elemento, en su capacidad para provocar una reacción en cadena de fisión que se expande rápidamente, es decir, que es fisible. De hecho, el uranio-235 es el único isótopo fisible que se encuentra en la naturaleza. El uranio-235 tiene una vida plena de 700 millones de años.

 

Tras un rastreo minucioso sobre el terreno, el equipo de investigación llegó a una hipótesis asombrosa. En el área denominada Oklo, de 35 mil Km2, un fenómeno único e irrepetible en todo nuestro planeta había ocurrido: un primitivo reactor nuclear completamente natural o, mejor dicho, varios reactores habían actuado sobre aquella área. Todo parecía indicar que el múltiple reactor nuclear natural se formó cuando un depósito rico en mineral de uranio se inundó de agua subterránea, la cual actuó como un moderador de neutrones, a lo que siguió una fuerte reacción en cadena. El moderador de agua herviría a medida que se incrementara la reacción, retardándola nuevamente y así evitando una fusión. La reacción de fisión se mantuvo durante cientos de miles de años. Clave para la creación de los reactores naturales fue que, en esa época, la abundancia de uranio-235 fisible según sus cálculos era de aproximadamente el 3%. Gracias a que la vida media del uranio-235 es más corta comparada con la del uranio-238, la presencia actual hoy en pleno siglo XXI de uranio-235 en el uranio natural es de aproximadamente el 0.7%. De todo ello los científicos deducían por tanto que un reactor nuclear natural ya no era posible en la actualidad, pero hace 1.800 millones de años Oklo contaba con las condiciones necesarias, con una composición mineral  del 93% de uranio-238, 3% de uranio-235 y 4% de plutonio-239. Todo parecía indicar que el Reactor Nuclear natural de Oklo estuvo funcionando durante 500 mil años desde el momento de la mineralización del uranio, lo que consumió un total de 500 Kg de uranio con una potencia de salida de 100 KW.

 

Ubicación geográfica de Oklo en la República de Gabón o Gabonesa, antigua colonia francesa en África.

Lo más sorprendente de todo esto fue que para llegar a estas conclusiones el equipo de científicos, tras efectuar mediciones geocronológicas con los métodos de rubidio-estroncio, potasio-argón y uranio-plomo, tuvo que recurrir a las hipótesis de un colega que dos décadas antes, en 1.956, fue completamente ridiculizado y estigmatizado por la comunidad científica. Nos referimos al físico japonés Paul Kazuo Kuroda (1.917 – 2.001) profesor asistente de química de la Universidad de Arkansas quien, ante la burla de sus compañeros, afirmaba plenamente convencido que en la naturaleza podían ocurrir procesos naturales de fisión nuclear siempre que se conjugasen ciertas condiciones especiales:

1. Concentración elevada de uranio. La primera condición es que el tamaño del depósito de uranio sea suficientemente grande para que los neutrones producidos en una primera reacción no salgan de la veta de uranio y puedan ser absorbidos por otros núcleos.

2. Alta abundancia isotópica de uranio-235 (hace 700 millones de años existía el doble de uranio-235 que en el presente) De hecho, a medida que retrocediésemos en el tiempo, podríamos observar un aumento en la concentración de uranio-235. Por lo tanto, la posibilidad de que ocurriera una fisión nuclear espontánea tiene que aumentar con la antigüedad del evento.

3. Presencia de un «moderador de neutrones». Un moderador de neutrones natural (como un acuífero) corresponde a una sustancia capaz de hacerlos más lentos y que puede permitir que una reacción nuclear en cadena se sostenga en el tiempo.

4. Ausencia de «elementos incompatibles como el boro» que dificultasen la fisión.

 

Paul Kazuo Kuroda (1.917 – 2.001). En 1.956, Kuroda predijo que una serie de “reacciones nucleares en cadena autosostenidas” podrían haber ocurrido de forma natural en la historia geológica de la tierra. En 1.972, su predicción se confirmó cuando los científicos descubrieron un reactor nuclear natural en Gabón, África. En 1.960, predijo la existencia de plutonio-244 como un elemento presente en la formación del Sistema Solar. La presencia de exceso de plutonio-244 de fisión-xenón se detectó por primera vez en su laboratorio en la Universidad de Arkansas en 1.965.

Kuroda era un perfecto conocedor de la característica fisible del uranio-235, y por tanto de su mayor abundancia en el pasado, por lo que teorizó que, dadas ciertas condiciones físicas, podía ocurrir la existencia de un reactor de fisión natural, ante la total oposición de la mayoría de sus colegas académicos. Entre las condiciones más importantes se encontraban la ausencia del boro y elementos de su familia, la presencia de un moderador de neutrones que según sus propias palabras: “… puede ser agua con una cantidad anormal de moléculas 2H2O…” y una gran concentración de uranio-235, todo ello “encapsulado” a presión en cavernas subterráneas. Estas condiciones terminarían convirtiendo a la reacción en autosostenible, ya que, a medida que el agua hirviese, moderaría y retardaría la reacción evitando que se convirtiera en una fusión.

Los científicos internacionales investigaron la mina de uranio, y ante la imposibilidad de argumentar otra hipótesis más plausible, adoptaron las de Paul Kazuo Kuroda, y los resultados se hicieron públicos en la conferencia del Organismo Internacional de Energía Atómica. La pregunta que se había formulado el físico francés Francis Perrin en el año 1.972 había sido contestada: el uranio de la Central Nuclear de Tricastin había sido utilizado, he ahí el motivo verdadero de su empobrecimiento. Si bien todo parecía resuelto, algunos siguieron cuestionando y oponiéndose a los enunciados que en 1.956 planteó Kuroda, y por tanto preguntándose, ¿qué había sucedido realmente en Oklo?

Reacción en cadena: Cuando un neutrón choca contra el núcleo de un átomo de uranio-235 lo convierte en un átomo de uranio-236. Este isótopo es extremadamente inestable, tanto es así que inmediatamente se fisiona, es decir, se parte en dos liberando varios neutrones y energía. Lo más normal es que estas dos partes resultantes sean un núcleo de kriptón-91,  otro de bario-142 y que se produzcan tres neutrones, pero hay otras posibilidades. También existen otras reacciones en cadena, como la del plutonio-239, que es la que se usa en la producción de las bombas de plutonio, o la del americio-231 que tiene la particularidad de poder generar explosiones atómicas tan pequeñas que se ha sugerido su empleo para propulsar motores en futuras naves espaciales.

Como bien es sabido en la actualidad, un reactor nuclear es una instalación capaz de iniciar, mantener y controlar las reacciones de fisión en cadena con los medios adecuados para extraer el calor generado. Consta de varios elementos que tienen cada uno un papel de vital importancia en la generación del calor. Estos elementos son los siguientes:

a) El combustible, formado por un material fisionable, generalmente un compuesto de uranio, en el que tienen lugar las reacciones de fisión, y por tanto, es la fuente de generación del calor.
b) El moderador, que hace disminuir la velocidad de los neutrones rápidos, llevándolos a neutrones lentos o térmicos. Este elemento no existe en los reactores denominados rápidos. Se emplean como materiales moderadores el agua, el grafito y el agua pesada.
c) El refrigerante, que extrae el calor generado por el combustible del reactor. Generalmente se usan refrigerantes líquidos, como el agua ligera y el agua pesada, o gases como el anhídrido carbónico y el helio.
d) El reflector, que permite reducir el escape de neutrones de la zona del combustible, y por tanto disponer de más neutrones para la reacción en cadena. Los materiales usados como reflectores son el agua, el grafito y el agua pesada.
e) Los elementos de control, que actúan como absorbentes de neutrones, permiten controlar en todo momento la población de neutrones, y por tanto, la reactividad del reactor, haciendo que sea crítico durante su funcionamiento, y subcrítico durante las paradas. Los elementos de control tienen formas de barras, aunque también pueden encontrarse diluido en el refrigerante.
f) El blindaje, que evita el escape de radiación gamma y de neutrones del reactor. Los materiales usados como blindaje son el hormigón, el agua y el plomo.

Combustible nuclear. El uranio es 500 veces más abundante que el oro y no tiene otro uso. Con la tecnología actual se calcula que, al  ritmo actual de consumo, hay reservas de este mineral para unos 80 años pero, gracias al desarrollo tecnológico, la construcción de reactores más avanzados o el reciclado del combustible gastado para su uso en otras centrales nucleares podrían ser prácticamente ilimitados, del orden de varios milenios. Otra ventaja del uranio como combustible nuclear es que no tiene otro uso y los reactores nucleares necesitan muy poca cantidad del mismo para producir mucha energía. Una pastilla de uranio de tan solo 5 gramos de peso, produce la misma electricidad que 810 kilos de carbón, 565 litros de petróleo o 480 metros cúbicos de gas natural.

Hoy en día, todo lo que queda de aquella presunta central en el medio de África, son cavidades subterráneas, aparentemente naturales, cuyo material radiactivo fue agotado por completo milenios antes. Las teorías adoptadas por la comunidad científica un tanto a regañadientes de Paul Kazuo Kuroda, parecen haber zanjado el enigma abierto décadas atrás por el reactor de Gabón. Según los especialistas que citábamos anteriormente, los depósitos de uranio subterráneo reaccionaban cada vez que el agua se filtraba entre las grietas de la roca, produciendo calor y provocando la ebullición del líquido. Cuando el depósito quedaba seco, nuevamente el reactor procedía a enfriarse comenzando una nueva espera de la próxima inundación de la cavidad.

Sin embargo, la perfecta contención de las radiaciones dentro de los 16 diferentes puntos localizados en las galerías donde se produjeron reacciones atómicas, aún se halla sin una respuesta clara y contundente, de tal modo que, si hoy se tratase de reproducir una instalación artificial a igual escala que la de Oklo con todos los medios a nuestro alcance, sería imposible obtener ni tan siquiera mínimamente sus resultados. La energía radiactiva, perfectamente contenida dentro de cavidades específicas, ¡increíblemente no supera el límite de los cuarenta metros alrededor del núcleo de reacción! El sistema de regulación de agua también sorprende por su eficiencia, otorgando una circulación continua mediante grietas internas en la roca para disipar el calor de fisión, pero… ¿cómo es posible tal efecto del agua como refrigerante, si ésta debe ser extremadamente pura? Incluso está comprobado en cualquier reactor nuclear moderno que unas pocas partes por millón de cualquier contaminante “envenenaría” la reacción, haciendo que ésta se detuviese, porque el verdadero problema no es otro que ¡no existe agua tan pura en la naturaleza en ninguna parte del mundo si ésta no es tratada artificialmente!

 

Existen al menos, 16 puntos de reacción nuclear conocidos en el área de Oklo. En la presente imagen se muestra el conocido cómo Reactor Fósil nº 15.

Sorprendentemente este gran reactor o conjunto de reactores nucleares y mina de uranio de enorme tamaño estaban muy bien “diseñados por la naturaleza”. Sin embargo, para tan inmenso reactor nuclear, el impacto termal a su alrededor estaba limitado a 40 metros. Aún más asombroso es el hecho que los desechos radioactivos aún no han migrado fuera del sitio de la mina, pues son mantenidos en su lugar gracias a la geología que la rodea.

Otra de las posibles objeciones  a la hipótesis de Kuroda y, cómo no, también a la del resto de científicos que se subieron al carro a última hora para poder explicar el fenómeno de Oklo,  involucra al propio uranio en si  mismo. Varios especialistas en ingeniería de reactores recalcaron que en ningún momento en la historia geológica estimada de los depósitos de Oklo el uranio fue suficientemente rico en uranio-235 para que una reacción nuclear haya podido suceder. Estos científicos “rebeldes”, como sería el caso de Glenn T. Seaborg, ex jefe de la Comisión Estadounidense de Energía Atómica y ganador del premio Nobel  en 1.951 por su trabajo sobre la síntesis de elementos pesados, afirman que cuando los depósitos supuestamente se formaron por primera vez, debido a la baja tasa de desintegración nuclear del uranio-235, el material fisionable habría constituido realmente menos del 3% de los depósitos, tal y como defendía Kuroda –cantidad escasa para una posible reacción nuclear–, y sin embargo la reacción ocurrió, lo que sugiere que el uranio original era mucho más rico en uranio-235 que lo que podría haber tenido una formación natural, e inciden plenamente en que para que el uranio desencadenase una reacción y se “quemara” las condiciones debieron ser completamente exactas. ¿Es posible por tanto tal circunstancia a lo largo de 500 mil años? ¿Por qué este fenómeno se ha dado única y  exclusivamente en Oklo y no en otros puntos del planeta? Basta pensar que, las reservas mundiales de uranio están desigualmente distribuidas desde el punto de vista geográfico. El 24,5 % se encuentran en Australia, el 17,3 % en Kazajstán, el 13 % en Canadá (la mina canadiense de Cigar Lake contiene las mayores reservas de uranio de alta calidad del mundo) y el 8,6 % en Sudáfrica. En Europa, solamente están localizadas el 1,2 % de las reservas totales mundiales.

 

Tabla geocronológica de la Tierra. En el asterisco (*) aparece la época en la que se inició la reacción nuclear en Oklo.

Ahora, solo faltaría que alguno de estos científicos disidentes se plantease la posibilidad de que si la naturaleza no fue la responsable, entonces la reacción nuclear pudo tal vez originarse de manera artificial hace la nada despreciable cifra de 1.800 millones de años (la edad de la Tierra está estimada en 4.600 millones de años),  en pleno período Estatérico, el cuarto periodo geológico de la era Paleoproterozoica, casi a finales del Precambrico, cuando la vida más compleja en nuestro planeta consistía en pequeños organismos unicelulares, bacterias y arqueas. Hubo que esperar a la Época del Plioceno para que hicieran acto de presencia los primeros homínidos tempranos (ardipithecus), situación esta que acaeció hace tan solo 4,4 millones de años.

Recordemos que, hace 1,7 millones de años que el Homo Erectus salió por primera vez de África, y solo 160.000 años para que los Homo Sapiens hiciesen aparición en escena, ó 9.000 años para que éstos últimos empezasen a fundir metales. Por tanto… ¿quién es capaz entonces de plantearse tan estrafalaria idea y ponerle el cascabel al gato?

«Extraen de una cueva sumergida un esqueleto prehistórico de más de 10.000 años de antigüedad»

El análisis del árbol genealógico humano, a través de los marcadores genéticos, permite decirnos cuando el ser humano en su camino por el planeta, fue conquistando los territorios nuevos con éxito.

De esta forma sabemos que los actuales pobladores de las islas del Pacífico proceden de una migración desde África hace 60.000 años. Sin embargo se han encontrado en estas zonas restos humanos de más de 70.000 años. Esto se explica porque los restos antiguos sucumbieron en su totalidad, no transmitiendo su herencia genética. Sin embargo el grupo de hace 60.000 años si tuvo éxito y si transmitió sus marcadores hasta nuestros días.

La colonización del continente Americano se llevo a cabo hace 20.000 años, según este análisis. Sin embargo diferentes grupos, continuaron entrando hasta que el hielo tuvo un retroceso importante hace 11.000 años. Fue la época del Diluvio.

A partir de entonces el paso de hielo se deshizo y la población americana quedó aislada del resto del mundo.

 

 

El esqueleto, uno de los más antiguos de América, vivió durante la Era de Hielo y fue hallado en una cueva inundada llamada ‘Chan Hol’ de la Península de Yucatán.

Los restos de uno de los esqueletos humanos más antiguos hallados nunca en el continente americano, perteneciente a un joven que vivió durante la Era de Hielo hace más de 10.000 años, han sido rescatados de una cueva submarina situada en la península de Yucatán, en el este de México, informó este martes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mexicano.

El joven Chan Hol, como ha sido bautizado por el nombre de la cueva submarina en la que se encontraba, fue hallado hace más de tres años por una pareja de buceadores alemanes y es el cuarto ejemplar encontrado en América de uno de los más remotos predecesores del hombre, apuntó el INAH en un comunicado.

Su rescate no ha sido sencillo debido a que fue «rescatado» en el interior de una caverna en la que abundan estalagmitas y a la que sólo se puede llegar por intrincados laberintos inundados y completamente oscuros, a una profundidad de 8,3 metros. No obstante, «el esqueleto de Chan Hol fue colectado en un 60 por ciento de su totalidad, con huesos representativos de las cuatro extremidades, vértebras, costillas y cráneo, así como varios dientes», señaló el INAH.

Normalmente, de los restos arqueológicos de tanta antigüedad sólo se puede recuperar entre un 20 ó 30 por ciento, por lo que los expertos encargados de estudiar el esqueleto de Chan Hol han expresado su satisfacción. Los antropólogos físicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que lo analizaron en superficie piensan que el cuerpo fue colocado en la cueva durante una ceremonia funeraria realizada al final del Pleistoceno, cuando el nivel del mar era 150 metros inferior y la cueva en la que se hallaba formaba parte de la superficie terrestre.

Pobladores procedentes de Asia:
Según Arturo González, especialista en paleobiología del INAH, el descubrimiento fortalece la hipótesis de que el continente americano se pobló a partir de varias migraciones procedentes de Asia al final de la Edad de Hielo. Y es que en la misma zona de cuevas submarinas del estado mexicano de Quintana Roo se habían encontrado desde 2002 otros tres esqueletos del mismo periodo.

Las osamentas colectadas en estas cuevas pertenecen a individuos de grupos preclovis y se enmarcan dentro de los escasos restos humanos del Pleistoceno Terminal americano, cuyas características físicas se asemejan a la gente del centro y sur de Asia, lo que sugiere diversas migraciones hacia el continente», señaló González.
El primer dictamen de antropología física, practicado por los antropólogos físicos Alejandro Terrazas y Martha Benavente, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, indica que se trata de un adulto joven posiblemente de sexo masculino. La posición en la que se encuentra, piernas flexionadas a la izquierda y brazos extendidos a ambos lados del cuerpo, suponen una de las «novedades más interesantes por estudiar», ya que hasta ese momento no se había encontrado un esqueleto en postura similar, señalaron las investigadoras.

Arturo González señaló que en la Edad de Hielo la península del Yucatán debió ser un pastizal desértico que con los cambios climáticos se convirtió en selva. Los humanos que convivían con Chan Hol acudían a las cuevas a refugiarse de la intemperie y a buscar agua, añadió en el comunicado emitido por el INAH.

Isla de Pascua: ¿Miran los moais hacia las estrellas?

Se acuerdan del post Ciudades perdidas de Jarapa y Mohenjo-Daro, un homenaje a Dr. Jiménez del Oso

En él hablábamos de una cultura perdida, encontrada casi por casualidad en Jarapa y Mohenjo-Daro.

Además leíamos como esta cultura llegó hasta la isla de Pascua. Allí le dieron la cultura a los habitantes de la isla, (introdujeron la escritura).

Veiamos como los habitantes de la isla recordaban aquello señalando que se trataban de los últimos supervivientes de una gran isla que se hundió después de un gran cataclismo.

Ahora quiero recordarles también otro post DÉCIMO PRIMERA CONCLUSIÓN 1ª parte

Este de hace un poco más de tiempo ( como pasa el tiempo), en el veíamos tres posibles teorías para las pirámides de Egipto. La teoría Atlante, La teoría Nefilim y La Teoría de Orión.

Bueno después de este ejercicio de Memoria, necesario para comprender el post de hoy, iremos de nuevo a La isla de Pascua.

Esta vez bajo un prisma diferente pero con una curiosa coincidencia.

Isla de Pascua: ¿Miran los moais hacia las estrellas?

Un astrónomo español y un antropólogo chileno elaboran una nueva hipótesis: Algunas de estas gigantes esculturas están orientadas a Orión o las Pléyades

Es sorprendente, esculturas gigantescas (el 80% de 4 metros de altura y 10 toneladas de peso. Las hay de hasta 20 metros y 50 toneladas) así como otros restos arqueológicos de origen desconocido. En estas moles escultóricas hay grabadas unas inscripciones, que combinan quinientos signos, todavía sin interpretar.

Los más de 600 moais conocidos tallados por los antiguos rapa nui están distribuidos por toda la isla. La mayoría de ellos fueron labrados en toba del volcán Rano Raraku, donde quedan 397 moais más en diferentes fases de acabado. Todo indica que la cantera fue abandonada repentinamente, quedando estatuas a medio labrar en la roca. Prácticamente todos los moais terminados fueron posteriormente derribados por los isleños nativos en el período siguiente al cese de la construcción.

En un principio, estas estatuas gigantes llevaban también unos copetes o moños de piedra roja, llamados pukao, que pesan más de 10 toneladas, que se extraían en el cráter de Puna Pau, a veces muy lejos de las estatuas. Además, después debían ser levantados a la altura debida para colocarlos sobre las cabezas.

En 1978, se descubrió que en los huecos de los oculares se colocaban placas de coral a modo de ojos. Estos fueron retirados, destruidos, enterrados o arrojados al mar, en donde también se han localizado. Esto concuerda con la teoría que los mismos pobladores los derribaron, quizás durante guerras tribales.

Los primeros navegantes europeos que a comienzos del siglo XVIII llegaron a la Isla de Pascua no pudieron creer lo que estaban viendo. En esa pequeña área de tierra, descubrieron cientos de estatuas enormes sobre la superficie de toda la isla.

Un estudio reciente ha puesto de manifiesto que las enigmáticas esculturas podrían estar orientados de forma consciente hacia determinadas estrellas, más importantes que el Sol para la civilización ‘Rapa nui’, según la tesis del astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Juan Antonio Belmonte.

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El investigador ha hecho, junto al antropólogo de la Universidad de Chile Edmundo Edwards, «una reinterpretación arqueoastronómica» de los ‘ahus’ –las plataformas ceremoniales sobre las que se erigen los ‘moais’–, para lo que se han estudiado unos 30 de esos emplazamientos.
Ambos han reinterpretado teorías anteriores, especialmente del astrónomo estadounidense William Liller, para quien los ‘ahus’ estaban orientados hacia las puestas y salidas del Sol en los equinoccios y en el solsticio de invierno.

Juan Antonio Belmonte precisa que hay más de un centenar de ‘ahus’ en la isla, por lo que habría que hacer un estudio estadístico «en detalle» para verificar que se orientaban en función de la astronomía y de la topografía, algo similar a lo que, para su sorpresa, encontró este arqueastrónomo en Egipto.
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«Los egiptólogos decían que los templos estaban orientados hacia el Nilo y nosotros hemos hallado que los egipcios elegían lugares con una orientación astronómica sugerente, que a la vez eran perpendiculares al río», explica, podría haber ocurrido algo parecido.

Una peculiaridad de los ‘ahus’ es que la mayoría están colocados de forma que las estatuas dan la espalda al mar, lo que en principio sugiere que la orientación dominante es la topográfica.
Los ‘moais’ miraban al poblado de sus descendientes, pues se supone que son estatuas de grandes jefes muertos.

Sin embargo, los investigadores encontraron «connotaciones arqueoastronómicas interesantes» en estatuas situadas en el interior de la isla, de las que una está «claramente» orientada hacia las Pléyades y otras hacia la constelación de Orión. Último soberano.
Varios investigadores habían descubierto que éstas eran un calco en la tierra de la constelación de Orión. En Pascua, en el Océano Pacífico, a miles de kilómetros de cualquier lugar, puede existir una relación similar.

La idea de que los ‘ahus’ y sus ‘moais’ están orientados hacia las estrellas parte de las investigaciones que sobre el terreno ha hecho el antropólogo Edmundo Edwards, que reside en Pascua, pues está casado con una nieta del último soberano aborigen de la isla.

Edmundo Edwards había oído las «ideas antiguas y la tremenda importancia» que dan los ancianos de Pascua a las estrellas y, sobre todo, a las Pléyades, que ellos llaman ‘matariki’ (pequeños ojitos), y al Cinturón de Orión, ‘tautoru’ (los tres bellos).

Para los habitantes de Rapa Nui, las Pléyades indicaban el principio del año en el mes de ‘Anakena’, cuando salían al amanecer, y marcaban en su última visión de la tarde la estación de ‘Hora nui’, la mejor del año, cuando se abría la temporada de pesca y se realizan rituales en honor de los antepasados frente a los ‘ahus’ con sus ‘moais’, y estaba prohibida la guerra.

¿Cuál es su significado?, ¿como se construyeron puntualmente? o ¿como fueron trasladados hasta la costa?. Son algunas de las preguntas, a pesar de que existen varias teorías, que a fecha de hoy aún permanecen sin respuesta.

Si recordamos las tipologías extraterrestres  del post DÉCIMO PRIMERA CONCLUSIÓN 6ª parte

Vemos como en Orión o en Las Pléyades no están los Nefilim. Parece que nuestros “amigos” los grises y los Pleyadianos llevan con nosotros, más tiempo del que pensábamos. Seguramente ya estaban, cuando Los Nefilim llegaron a La tierra. Tal y como Los Pleyadianos indican. La Isla de Pascua podría ser un indicio de esto.

LAS PIRAMIDES DE VISOKO

El reciente descubrimiento de unas estructuras similares a pirámides en Bosnia ha puesto en una situación extraña a la comunidad científica, por cuanto se afirma que esas pirámides son anteriores a la civilización egipcia o sumeria. Si esto fuera así, ¿habría que dejar de autodenominar a la “egiptología” como la ciencia de las pirámides?

El viaje hacia la colina de Visocica (cuyas coordenadas son 43°59′20.10″N, 18°10′12.97″E), en la población de Visoko en Bosnia-Herzegovina, al noroeste de Sarajevo, se convirtió en foco de atención internacional en octubre de 2005 después de que se afirmase que bajo estas montañas se enterraban unas pirámides.

En realidad, esta colina de una altura de 213 metros tiene una forma bastante simétrica que la asemeja a una pirámide cuando se le mira desde ciertos ángulos. La idea de que constituye una construcción artificial fue publicada inicialmente por el empresario bosnio Semir Osmanagich, cuyas tareas de excavación han puesto al descubierto lo que él afirma es una meseta de entrada pavimentada y varios túneles, así como también algunos enormes bloques de piedra.

Las informaciones que describían las pirámides bosnias comenzaron a extenderse a finales de 2005, y las excavaciones empezaron en abril del 2006, con un equipo internacional de arqueólogos de Australia, Austria, Bosnia, Escocia y Eslovenia.

Dado que parece que son varias las pirámides por destapar, la fundación que está tras Semir Osmaganich ha patentado los nombres de Pirámide Bosnia del Sol, Pirámide Bosnia de la Luna, Pirámide Bosnia del Dragón, y Valle de las Pirámides de Bosnia, para autodenominar a todo el conjunto.

Semir Osmanagich ha sido ampliamente criticado por un sector de la comunidad científica por afirmar que estas supuestas pirámides fueron construidas en el año 12.000 a.C., o afirmar que las pirámides bosnias tenían poderes curativos debido a los efectos “bioenergéticos”. Los científicos afirman que durante esa época transcurrió el paleolítico superior y las únicas construcciones eran chozas; aunque si ese es el fruto de la discusión, los críticos tienen poco que decir al respecto, pues hay una verdad oculta detrás de todo ello. Otra cosa distinta es que Osmanagich hable de todo ello, sin saber a ciencia cierta qué está descubriendo y la datación arqueológica de sus descubrimientos.

“El valle de la pirámide bosnia es el complejo de construcción más monumental jamás construido sobre la faz del planeta“, declaró Osmanagich en un video que se puede ver en YouTube. “Se construyó por una civilización desconocida hace muchos miles de años… quizás hace 12.000 años. Fue una civilización muy desarrollada, incluso más de lo que ahora estamos“.

¿Quién es Sam Osmanagich? ¿Cómo se ha convertido en un personaje nacional en la herencia de Bosnia, y cómo ha logrado que estas supuestas pirámides tengan tanta fama?

Veamos su curriculum. Originalmente de Sarajevo, Osmanagich dejó Bosnia poco antes de la guerra de 1992–1995 en busca de mayores oportunidades económicas. Terminó en Houston, cambió su primer nombre de Semir a Sam, y trabajó para una compañía de fabricación de metal, convirtiéndose finalmente en propietario parcial de la misma.

Una visita de vuelta a Bosnia en 2005 cambió su vida. Mirando a la cima de las colinas que se ciernen sobre la ciudad de Visoko, Osmanagich reconoció la forma que había visto tantas veces cuando visitaba Latinoamérica. Ésta no era una formación natural, pensó, sino una pirámide, exactamente igual que las pirámides mayas que le habían llenado de asombro. Osmanagich, que dice tener varios títulos de economía y ciencias políticas, pero carece de formación como arqueólogo, concluyó que esta pirámide era tan antigua que se había oscurecido por capas de tierra y vegetación acumuladas desde la Edad del Hielo, hace 12 000 años. Si está en lo cierto, sería una de las estructuras de fabricación humana más antiguas del mundo. Sería también la pirámide más grande del mundo, que con 140 metros, es 1,5 veces más alta que la Gran Pirámide de Giza en Egipto.

Tras su revelación, Osmanagich encordó partes de la colina y comenzó a excavar. Reunió un equipo que incluía publicistas y diseñadores de sitios web y se vio con grandes hombres de negocios bosnios y figuras políticas. Entonces presentó a numerosos periodistas internacionales las pirámides, que para entonces no era sólo una pirámide, sino un complejo de dos (ahora cuatro) pirámides conectadas por una red de túneles subterráneos.

Las noticias que describían las pirámides bosnias comenzaron a extenderse a finales de 2005. Un informe de la BBC describía a Osmanagich como un arqueólogo bosnio que había estudiado las pirámides de Latinoamérica; y caracterizó sus afirmaciones como apoyadas por sustanciales evidencias. Unos días más tarde, un artículo de Associated Press titulaba: “Expertos encuentran pruebas de una pirámide bosnia” que fueron repetidos por la CBS, el Boston Globe, el Washington Post, y otros puntos de información.

Para diciembre de 2006 arqueólogos y geólogos de todo el mundo habían empezado a evaluarlo. Un grupo de arqueólogos, liderados por Anthony Harding, presidente de la Asociación Europea de Arqueología y Profesor de la Universidad de Exeter, escribió una carta abierta al gobierno bosnio denunciando las pirámides como un “cruel engaño a un público desprevenido“.

Científicos de todo el mundo tienen preguntas para Osmanagich. Geólogos tanto de Europa como de los Estados Unidos que han visitado el lugar o han estudiado los informes de otros, arrojan dudas sobre la existencia de las pirámides, diciendo que las cuatro colinas fueron creadas por elevaciones tectónicas naturales en lugar de por manos humanas. Las placas de roca plana que Osmanagich y un número de sus expertos —incluyendo un geólogo egipcio — afirman que fueron fabricadas por el hombre hace al menos 12.000 años, en realidad son restos naturales del lecho de un lago de 7 millones de años, dice el geólogo disidente. Y un arqueólogo como Harding señala que Europa estaba bajo la Edad de Hielo hace 12.000 años, con una civilización que no constaba de nada más que de pequeños grupos de cazadores-recolectores, en referencia a la edad atribuida por Osmanagich a sus pirámides.

Las laderas donde se han eliminado grandes cantidades de terreno ahora recuerdan a las terrazas pavimentadas con piedra de las pirámides de Latinoamérica, pero esa visión, dice el arqueólogo Brian Stewart de la Universidad de Cambridge, puede ser el resultado de esta reciente excavación, no del trabajo de una antigua civilización.

Llegados a este punto, permítame el lector contarle una historia.

En el pasado de Bosnia, uno de los personajes históricos más renombrados fue Stjepan Kotromanic, que en 1322 inició una etapa de hegemonía bosnia desde el río Sava hasta el mar y del Cetina al Drina. Su sucesor, Tvrtko I (1353-91), se autoproclamó rey de los serbios y de Bosnia. Pero en 1386 los turcos invadieron Bosnia; tres años después los serbios sufrieron una espantosa derrota en la batalla de Kosovo, los que obligó a Tvrtko a mirar hacia el oeste ampliando sus territorios con Split, Trogir, Sibenik y varias islas, alcanzando su máximo poder como rey de Serbia, Bosnia, Dalmacia, Croacia y Primorje. A su muerte, su reino se desintegró en pequeños dominios, uno de los cuales, Hum, quedó en manos de Stefan Vukcic bajo la protección del Sacro Imperio Romano. Vukcic tomó el título de herceg -duque-, dando así nombre a la actual Herzegovina.

Pues bien, muchos científicos y arqueólogos incrédulos afirman, sin ningún miramiento, que lo que Osmanagich está descubriendo o destapando no son pirámides, sino los restos de alguna fortaleza medieval de Kotromanic.

Ante este cúmulo de evidencias parecería que la polémica se puede zanjar, al haber un alto porcentaje de que nos encontremos ante unas ruinas medievales. Ahora bien para enmarañar más este asunto, en el 2008 se descubrió un curioso artefacto en la excavación que se realiza en Donje Mostre, el valle bosnio donde descansan las pirámides de Osmanagich.

El artefacto ha sido fechado en época neolítica, entre 6.000-3.000 a.C. y se presenta como una pirámide con extraños símbolos en su superficie. El descubrimiento fue realizado por estudiantes de la Universidad alemana de Kiel, el 23 de Septiembre de 2008 y se hizo público por Kujundzic Zilke, quien curiosamente ha sido siempre uno de los principales opositores a la teoría de la pirámide de Bosnia, presentando cientos de documentos para que las excavaciones se detuvieran, alegando que las pirámides eran falsas.

La pirámide de arcilla, de Zilke, que tiene una extraordinaria similitud con las piedras “benben” del antiguo Egipto, es un importante descubrimiento que evidencia una población local hace miles de años en lo que hoy es Bosnia, y que a todas luces serían los creadores de estos objetos con formas piramidales. Ahora toca preguntarse por que se ha localizado en Donje Mostre, un lugar donde también se han encontrado los gigantescos bloques de piedra rectangulares de carácter artificial. Sin embargo Zilke sigue exponiendo que estos descubrimientos nada tienen que ver con la existencia de una pirámide en Bosnia.

En cualquier caso, se hace necesaria una investigación en el lugar de los hechos. Así que, coincidiendo con los campamentos de verano organizados por Semir Osmanagich, donde se solicitan voluntarios de todo el mundo para ayudar en las excavaciones, un servidor tiene intenciones de marchar a Visoko con el fin de aclarar un poco más este extraño asunto de las pirámides. El resultado de estas investigaciones será contrastado con algunos amigos que tengo, profesores de historia en la Universidad de Barcelona, expertos en asiriología, arqueología y el antiguo Egipto, para contrastar opiniones, a mi vuelta. Hasta entonces es demasiado aventurado formular conclusiones.

*Entrevista radiofónica en el programa «La otra mirada» de Onda Digital Andalucía. donde expongo algunas de mis impresiones sobre las pirámides bosnias. Se puede escuchar online o descargar el MP3 con el audio del programa.

LOS REFAITAS

Hemos Visto en los post anteriores DÉCIMO PRIMERA CONCLUSIÓN 5ª parte como nuestro propósito principal era seguir la pista a los dioses y patriarcas del antiguo Testamento en su camino a la Tierra prometida.
Analizamos la naturaleza especial de los LOS PATRIARCAS, SEMI DIOSES DEL PERÍODO ANTEDILUVIANO.
Pero ¿Por qué había que ir a una Tierra prometida?, Hemos visto como Yahvé era un Nefilim (un señor de la guerra), que a imitación de nuestra edad media. Toma Un pueblo El de Israel, y lo saca de la influencia del foco de Egipto.
Seguramente, las leyes para los señores Nefilim, incluían en esta época un respeto a los focos culturales (Mesopotamia, Valle del Indo, China, y Egipto ), ya que eran los seres humanos los que ya gobernaban en los focos.
Los Nefilim se comunicaban a través de los gobernantes y adquirieron el grado de dioses a los que había que adorar.
Sin embargo al comienzo del Éxodo, hay un periodo de caos en Egipto, el cambio de los polos magnéticos, la invasion de los Hiksos, desastres naturales. La capacidad de reación militar del foco estaba mermada en una tierra que no tenía un dueño claro, entre las diferentes influencias de los dioses y semidioses.
Pero ¿Qué había en la Tierra donde se lleva al pueblo de Israel?, ciertamente no era un territorio cualquiera. Era un territorio muy bien guardado por una raza no humana. Los Refaitas.
¿Quiénes eran los Refaitas?.
Para contestar a esta pregunta miraremos el libro “La Historia del pasado reptiliano de la humanidad” de R.A. Boulay.

LOS REFAÍTAS: DIOSES GUERREROS DE LAS TIERRAS OCCIDENTALES «Los descendientes de la alianza entre los ángeles y las mujeres Cananitas fueron los
Gigantes, conocidos por su fuerza y su maldad. Ellos tienen muchos nombres;
algunas veces conocidos como Rephaim.»
El Haggadah

Después del diluvio una raza de guerreros semi-divinos habitó las tierras del Levant. Llamados los Refaítas o Rephaim, se instalaron al parecer como los defensores de las tierras occidentales y las instalaciones espaciales al principio del Tercer Milenio AC. En este tiempo debieron su lealtad a los reyes de Mesopotamia, especialmente a Nannar-Sin que era el legítimo Jefe Supremo de estas tierras.

Cuando sus ciudades en Transjordania y en otras partes fueron destruidas por los reyes del este que invadieron en el siglo 21 AC., los Refaítas perdieron toda lealtad a la legítima autoridad y se convirtieron en una fuerza marcial independiente en las tierras occidentales. Entonces se convirtieron en una fuerza formidable e incontrolable que dominó y plagó a la gente de estas tierras por los siguientes mil años.

Fueron los Refaítas los que construyeron impenetrables fortificaciones cuyas ruinas se encuentran en todas partes sobre el Levant desde Egipto hasta Anatolia. Sus descendientes, llamados los Hiksos, ocuparon Egipto por más de cuatro cientos años y bajo el nombre bíblico de Amalecitas, evitaron a las tribus hebreas bajo las órdenes de Moisés de entrar en las tierras de Canaán.

[Comentario: El revisionismo histórico de la Escuela Velikovskiana también compara los Hiksos con los Amalecitas, pero los historiadores tradicionales ponen estos dos acontecimientos 600 años aparte. Éste es un interesante «Lapsus Lingüístico» por decirlo así, el Sr. Boulay agrega más credibilidad a su teoría entera, porque no hay nada intrínsecamente contradictorio entre esta información y el panorama Velikovskiano. El Dr. Velikovsky indica que los Hiksos eran la misma gente como los últimos caldeos, o asirio-babilonios, todos vinieron de Mesopotamia en primer lugar. RS]

Bajo varios nombres regionales tales como Enacitas y Filisteos, controlaron las tierras establecidas por las tribus hebreas por el período conocido como el de Los Jueces. Como fuerza política y militar, los esfuerzos combinados de los reyes judíos Saúl y David finalmente los destruyeron, conjuntamente con Kamose y Ahmose, los primeros reyes de la 18 Dinastía egipcia. La historia de los Refaítas está, como veremos, entretejida con el destino de los hebreos desde los días de Abraham hasta los de Salomón.

[Comentario: El Dr. Velikovsky también sincroniza el principio de la 18 Dinastía egipcia con el período de Saúl y David. La reina Hatshepsut se convirtió en la reina de Sheba; las tierras de Punt, en las tierras de Israel. También, el gigante Goliat era un filisteo. Goliat era obviamente un híbrido Refaítas. RS]

LOS DIOSES GUERREROS: LOS REFAÍTAS O REPHAIM

En 1,929, arqueólogos que excavaban en Ras Shamra en la costa de Siria a algunas millas al norte de la ciudad moderna de Latakia encontraron una biblioteca de las tablillas de arcilla que databan entre los siglos 15 y 12 AC. Este sitio resultó ser la localización de la antigua ciudad de Ugarit, una principal parada comercial en la ruta comercial de Mesopotamia al norte del mediterráneo.

[Comentario: El Dr. Velikovsky también basó mucho de su revisionismo histórico en las tablillas de Ras Shamra. Para poner esto en una cierta clase de marco del tiempo, el Éxodo Hiksos, el Cataclismo y la Invasión Santorini ocurrió en 1,600 AC. Agregue a eso, 2,700 años por una fecha de 4,300 AC, el principio de nuestra historia registrada cuando el planeta Nibiru salió de la órbita terrestre. Su vuelta en 1,600 AC generó estos acontecimientos cataclísmicos.

Los «Gigantes» que vivían en el Medio Oriente entre el 4,300 y 1,600 AC habrían sido los sobrevivientes del anterior perihelio de Nibiru. El período de los jueces correspondería a los años 1,500 y 1,100 AC, y por el año 1,000 AC; el Rey Salomón estaba en el trono de Israel. Cerca de 300 años más adelante, el planeta Nibiru hizo una vez más su entrada en la órbita terrestre. RS]

Nota del Traductor.– Perihelio. Punto de la órbita de un planeta en el que éste se halla más cerca del sol.

Varias de estas tablillas se refieren a una gente enigmática llamada los «rpum.» Estas tablillas se han llamado los Textos de los Refaítas debido a la analogía cercana con el término hebreo «rpm» o Refaítas.

Las tablillas se refieren a un emplazamiento para atender un gran banquete que es dado en un lugar no especificado para honrar su gran dios principal El. Descrito como los Refaítas preparan sus caballos y carruajes y después de viajar por dos días, llegan el día siguiente al sitio del banquete.

Una gran cantidad de animales son asesinados para el banquete, y vastas cantidades de vino son suministradas. Este banquete dura siete días. En estas tablillas, se refieren a los héroes como los «Refaítas de Baal», pero solamente ellos mismos también son considerados ser deidades puesto que de vez en cuando son llamados «Ilnym» o dioses.

El conocido erudito bíblico Adrian Curtis en su libro Ugarit (Ras Shamra) ha sugerido que estos Refaítas de las tablillas de Ugarit deberían ser distinguidos en tres categorías:

  1. Los Refaítas de la tierra o los «rpians.» Éstos parecen ser los cocheros de élite que vinieron al banquete.
  2. Los Refaítas o viejos o «prim qdmyn» o los antepasados reales. Estos eran probablemente los Nefilim antediluvianos.
  3. Los Refaítas que son dioses o «rpum ilnym» o los Refaítas celestiales. Éstos son probablemente los Anunnakis que permanecieron en la nave espacial, a veces llamados los «Igigi.»

Son los Refaítas de la Tierra los que interesan a nuestras investigaciones. Son los descendientes de los Nefilim, y su mision era proteger las tierras occidentales como raza semi divina de guerreros profesionales.

DOS MIL AÑOS DE DOMINACIÓN

Los Refaítas fueron gente indígena para las tierras de Canaán en el Tercer Milenio AC. Primero aparecen en Génesis 15 cuando, en los días de Abraham, son enumerados como uno de los pueblos indígenas de Canaán. En el año 2,068 AC; cuando Yahvé concluyó un convenio con Abraham en Hebrón, él catalogó a la gente de la tierra como sigue:

«Entonces al Señor firmó alianza con Abram diciendo: A tu prosperidad daré esta tierra desde el río de Egipto o Nilo hasta el gran río Eufrates. Los cineos y los cenezeos, y los cedmoneos y los heteos, y los ferezeos y también los rafaítas (Rephaim), y los amorreos y los cananeos, y los gergeseos y los jebuseos.»

En este tiempo, los Refaítas son enumerados como una de las naciones principales de la tierra. Unos 600 años más adelante, a la hora del Éxodo, cuando los israelitas estaban a punto de cruzar el río Jordán en Canaán, Deuteronomio 7 enumera las siete naciones de Canaán como los heteos, gergezeos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos.

Los Refaítas son visibles por su ausencia. Parecería que en los años de intervención fueron exterminados como una nación o como fuerza política cohesiva. Pues como veremos, muchos de los Refaítas y de sus ciudades en Transjordania fueron destruidas en los días de Abraham.

Los remanentes se establecieron en la parte occidental y meridional de Palestina; pues aun como gente dispersada, ellos seguían siendo una poderosa fuerza para luchar en contra y eran conocidos bajo varios nombres locales tales como Enacitas, Amalecitas, y Filisteos.

LOS GUERREROS: CLASE DE GIGANTES

Las Escrituras dejan claro que los Refaítas eran los descendientes de los Nefilim y que eran gigantes y feroces guerreros que dominaron las tierras occidentales por dos mil años con sus armas superiores de acero y carruajes, sus fortalezas eran virtualmente inexpugnables.

Son descritos como Gigantes en el Libro de Números cuando durante el Éxodo, Moisés decidió enviar a exploradores al norte en la tierra de Canaán para reconocer la tierra antes de que cualquier penetración seria fuera realizada. Los doce exploradores volvieron con un informe muy pesimista:

«Y subiendo hacia Negev vinieron a Hebrón, donde estaban Acimán, Sisai, y Tolmai hijos de Enac . . . Sin embargo, tiene unos habitantes muy valerosos y ciudades grandes y fortificadas, allí hemos visto la raza de Enac . . . La tierra que hemos recorrido se traga a sus habitantes, el pueblo que hemos visto es de una estatura agigantada, (los Enacitas son parte de los Nefilim). Allí vimos unos hombres descomunales (Nefilim), hijos de Enac, de raza gigantesca, en cuya comparación nosotros parecíamos langostas.»

[Comentario: La palabra «Acimán» (Ahiman en inglés) es suspicazmente similar a la palabra «Ahriman» que puede ser la equivalencia lingüística del Hindú para el Príncipe Enki/Agni. RS]

Cuarenta años más tarde, como los israelitas intentaron otra vez entrar en Canaán, esta vez tomando el tortuoso camino a través de Transjordania, encontraron otra vez a los Enacitas.

[Comentario: Según historiadores en las universidades israelíes, el término «cuarenta» era algo coloquial del período cuando las Escrituras fueron escritas. «Cuarenta» simplemente significaba «mucho.» Así, vagaron por cuarenta años actualmente significa que vagaron durante mucho tiempo. Llovió para cuarenta días y cuarenta noches, significa que llovió mucho. Uno puede incluso ampliar este coloquialismo a épocas más recientes. Ali Babá y los cuarenta ladrones puede significar simplemente Ali Babá y muchos ladrones. RS]

Mientras bordearon la tierra de Moab (hijo de Lot), fueron dichos no acosar a los Moabitas o no contratarlos para la guerra. La tierra que les fue dicho:

«Fue antiguamente habitada por los Emin, gente grande y numerosa y tan alta como los Enacitas. Como los Enacitas, se cuentan como Refaítas, pero los Moabitas los llamaban Emin.»

Así, los Enacs, Enacitas o Anacitas se comparan con los Nefilim y los Refaítas, su anterior nombre antes del diluvio y luego el término con el que fueron conocidos después de la catástrofe.

Los Refaítas y sus primos fueron una raza marcial feroz, gigantes en estatura, equipados de armas de acero y carruajes de guerra. Cuando el promedio de habitantes de las tierras occidentales era cerca de 5 a 5.5 pies de alto (Cerca de 1.7 metros), los 9 y 10 pies (3 metros) de los Refaítas deben haber sido una vista imponente. Después de que el equipo de reconocimiento de los israelitas volviera de Canaán, informaron a Moisés que los Enacitas que vieron eran gente gigante; «parecíamos langostas frente a ellos», dijeron.

El Rey Og de Bashon, supuestamente fue el último de los Refaítas en esa área, fue descrito como un hombre enorme cuya cama medía 9 codos de largo y 4 de anchos. Un codo fue medido por la longitud del antebrazo de un hombre y variaba levemente entre la gente antigua. Usando un codo de 18 pulgadas (45.54 centímetros), la cama sería 13.5 pies por 6 pies (4.15 mt. x 1.85 mt.). Un codo de 15 pulgadas (38 centímetros) harían 11 pies por 5 pies (3.38 mt. x 1.54 mt.)

El filisteo Goliat que luchó contra David era de 6 codos y 1 palmo de alto, según las Escrituras. Por los cálculos antes mencionados, cerca de 10 u 8 pies de alto (2.46 a 3.08 metros), dependiendo del tamaño del codo utilizado. Goliat y sus hermanos eran llamados «rph» o Refaítas en hebreo, aunque el término se ha traducido tradicionalmente como gigante.

El famoso Sansón fue probablemente también un Refaítas. Mientras que el Antiguo Testamento menciona sus fabulosas habilidades, su tamaño no se menciona. En el Haggadah, sin embargo, él es llamado un «rph» o gigante.

Nacido cerca de Beth Shemesh en el Líbano, su nombre se relaciona claramente con el hebreo «Shemesh» que significa sol o el Dios Shamash (Shamash = Príncipe Utu/Apolo, el Dios Sol). Su madre fue supuestamente embarazada por un «Enviado de Yahvé» uno de los semi dioses. Sansón rehusó casarse con una hebrea y en cambio eligió a una mujer filistea, probablemente porque ella era una Refaíta.

En el libro de Jueces 14 se describen una de sus hazañas que suena mucho como las fiestas de los Refaítas en Ugarit. Cuando él estaba en Timnah, un pueblo cerca de Beth Shemesh, se dice que «Sansón realizó allí una fiesta de siete días porque eso era lo que la Fuerza Elite estaba acostumbrada a hacer». Él estaba repitiendo indudablemente las hazañas realizadas por sus antepasados en Ugarit. El hogar de Sansón estaba solo a algunas millas de Baalbek o de Beth Shemesh, el lugar sagrado donde los dioses de Mesopotamia se reunían y celebraban en los milenios 4 y 3.

[Comentario: Como sabemos del material de Sitchin, Baalbek era el Cuartel General de la flota aérea Nibiruana, comandadas por la Princesa Real Inanna bajo el mando de su hermano y amante secreto, el comandante espacial Nibiruano el Príncipe Utu. RS]

Como guerreros, los Refaítas eran una fuerza impresionante. Tenían una variedad de armas de acero que eran superiores a las de sus oponentes. De sus grandes arcos se decía que acertaba y excedía el alcance de cualquier otro arco.

En el segundo milenio, sus carruajes de acero aterrorizaban los campos rurales. Protegidos por sus enormes fortificaciones, sus ciudades eran invulnerables; desde estas ciudadelas a menudo estallaban y devastaban los campos circundantes.

En el tiempo de Abraham, las fortificaciones de los Refaítas fueron establecidas estratégicamente a lo largo del Camino del Rey en Transjordania para proteger las tierras del norte, este, y sur. La invasión de los reyes del este en el 2,085 AC. y de la destrucción de estas ciudades fortificadas marcaron el final de su lealtad a la autoridad. Emigraron al oeste y construyeron nuevas ciudades fortificadas diseñadas después como fortificaciones tipo glacis.

Esta clase militar fue conocida en el Antiguo Testamento por una variedad de nombres, dependiendo de donde vivieron y sus asociaciones tribales. No se mezclaron con otra gente indígena y les fueron dados nombres nativos tales como Emin por los Moabitas, Zamzummin por los Amonitas, y Avvim de la gente de Negev.

Originalmente ocupaban el Líbano y el área del Monte Hermon, se separaron al norte de la costa de Siria y Transjordania donde construyeron una cadena de ciudades fortificadas. En la parte occidental de Palestina, se aliaron y entrecruzaron con los Caftorim, que habían venido desde Creta y se establecieron en las áreas costeras, luego se les conoció como los filisteos y fenicios.

[Comentario: Aunque no son físicamente Refaítas hoy en día, los que eran llamados Filisteos son en estos tiempos los palestinos. Quizás, sin embargo, la tendencia guerrera de los palestinos se puede remontar genéticamente a sus antepasados los filisteos. RS]

Los que vivieron entre los indígenas generalmente fueron llamados Enacs o Enacitas nombrados después de su antepasado Enac. Hebrón era su ciudad capital. Un grupo particular de Refaítas se estableció en Negev y en el área de Seir y se les conocía como Amalecitas, o descendientes de Amalec. Éstos se convirtieron en el azote de los hebreos durante el éxodo.

LAS FORTIFICACIONES TIPO GLACIS

Las excavaciones en Jericó han revelado que es una de las ciudades más viejas del mundo. Fue ocupada continuamente, con interrupciones y destrucciones ocasionales desde alrededor del año 8,000 AC., hasta cerca del 1,500 AC. cuando fue destruida para siempre, y nunca se reconstruyó. Para nuestros propósitos aquí nos referimos al período de la Edad de bronce.

Los restos arqueológicos demuestran que Jericó prosperó como una ciudad importante cerca del año 3,200 hasta cerca del 2,200 AC. cuando hubo una precipitada ruptura en la ocupación. En este tiempo, la ciudad fuertemente fortificada fue destruida por un calor tan intenso que los ladrillos de las paredes que cercaban la ciudad fueron quemados a través del centro.

El sitio fue reconstruido y reocupado; pero después del año 2,000 AC un sistema de defensa enteramente nuevo fue introducido aquí: las fortificaciones tipo glacis o tipo escarpada (imagen izquierda). Este sistema de defensa no sólo se encuentra en Jericó sino también en toda Palestina, Siria, e incluso en el delta de Egipto. Su invención se le atribuye generalmente a los Hiksos.

El sistema de la defensa consiste en un escarpado abruptamente inclinado del suelo que emergía con el ladrillo, el azulejo, o yeso, rodeado por una pared de piedra y una fosa. En la cima del escarpado inclinado o glacis otra pared. Así en Jericó, una reconstrucción de las defensas demuestra un revestimiento de piedra de 3.08 mts. de alto (10 pies) y una bajada enyesada en ángulo de 35 grados que funcionan a una altura de 10.77 mts. (35 pies) sobre el revestimiento.

En su cresta había una pared alta de ladrillos; así esta pared de ladrillos estaba colocada detrás de la pared de piedra en el fondo de la cuesta o bajada a una distancia de 20 mts (65 pies). Una sección de la defensa de la fortificación revela su formidable aspecto.

Después del año 2,000 AC; muchas de las ciudades del oeste fueron defendidas de esta manera. Significa que había una cultura o una organización común entre todas estas ciudades juntas. Este enlace común era el genio de la ingeniería militar de los Refaítas.

Este tipo de defensa fue encontrado en Beth-Shean, Siquem Gezer, Megido, Hazor, Saruhen, y muchas otras ciudades en Palestina. También se encuentran en Anatolia y el norte de Siria en Alalakh, Carquemis, y Ugarit. También aparecen en Egipto en la región del Delta.

Las defensas glacis, curiosamente, no aparecen en Transjordania donde se sabe que una civilización importante ha prosperado entre los siglos 23 y 22, cuando una línea larga de ciudades fortificadas existió a lo largo del camino principal camino norte-sur conocido como El camino del Rey.

Estas ciudades fueron destruidas en aquella época y no fueron reconstruidas durante mil años. Se trasladaron al oeste, estos Refaítas aprendieron de esta experiencia y reconstruyeron sus ciudades con el fin de prevenir una destrucción mayor otra vez.

En el mismo tiempo perdieron su lealtad a los reyes sumerios, refutaron la autoridad establecida, y se convirtieron en tropas independientes, vagando en las tierras como bandas de guerreros armados. Eran como los caballeros errantes del siglo 14 en Europa, quienes habían perdido toda fidelidad mientras que el sistema feudal quebró, y aterrorizaron las tierras del norte de Francia.

Seguros detrás de su impenetrable defensa tipo Glacis, los Enacitas del siglo 19 al siglo 11 AC. aterrorizaron las tierras circundantes. Estas incursiones y saqueos se describen en el Libro de los Jueces.

Dejando sus ciudadelas en sus carruajes de guerra, devastaron los campos, depredaron y destrozaron todo a voluntad. Cualquier esfuerzo organizado a la resistencia fue reprimido inmediatamente. Reforzaron su dominación de las tierras manteniendo el control sobre la fabricación y el uso del acero.

El Primer Libro de Samuel revela cómo no había herreros o forjadores del metal en toda la tierra de Israel, y cualquier reparación a las herramientas de metal tales como rejas de arado y hoces tuvo que ser hecho por los filisteos y sus aliados los Kenitas que eran expertos forjadores de metal. De esta manera, los Refaítas se quedaron con el control de las tierras de Egipto y Palestina por siglos.

TRANSJORDANIA, HOGAR DE LOS REFAÍTAS DEL ESTE

Cuando los reyes de Mesopotamia invadieron Palestina en el 2,085 AC., pasaron por Damasco, después siguieron por el Camino del Rey que funcionó al sur de Elath en el Golfo de Aqaba. Esta ruta es llevada contra las ciudadelas de los Refaítas, una clase de Línea Maginot que se extendió a lo largo de Transjordania para proteger la tierra de Palestina contra tal incursión.

Nota del Traductor.– Maginot: Línea fortificada francesa, que se extendió a lo largo de la frontera germana desde Luxemburgo a los Alpes. Su fin era impedir el paso del ejército alemán en caso de guerra.

El poder de los reyes invasores, se contaba tanto como 800,000 según el Haggadah, deben haber abrumado de hecho, porque ellos no solamente aplastaron estas ciudades fortificadas pero nunca las reconstruyeron y la tierra permaneció desocupada por mil años. Los acontecimientos en el Génesis dan la siguiente ruta.

Entrando en Transjordania desde el norte, primero derrotaron e los Refaítas en Astarot- Karnaim. En dirección sur, ellos entonces partieron del oeste para destruir a los Zuzitas en Ham, la ciudadela que protegió la encrucijada sobre Jordania a Megido y al mar.

Volviendo a su ruta original, entonces derrotaron a los Emineos en Save-Quiriataim en Transjordania meridional. Penetrando con éxito el Arabah, ellos entonces destruyeron a los Amalecitas en el área de Cades. Aunque solamente algunas ciudades se mencionan en los acontecimientos en el Génesis, había probablemente muchos otras destruidas.

La identificación de esta gente es proporcionada por los hechos bíblicos que dan la ruta de los israelitas 600 años más tarde. En este tiempo, cercaron Palestina para entrar en el valle de Jordania por la misma ruta según lo tomado por los reyes invasores, a menos que lo hicieran desde el sur.

Deuteronomio 2 indica que la tierra de Amón fue habitada antiguamente por los Refaítas (una raza de gigantes), que los amonitas llamaron Zomzommin, pueblo grande y numero, de altura descomunal tan altos como los Enacitas. Ellos habían sido exterminados como una nación y sus tierras regresaron a las amonitas. Los Zuzitas del Génesis y los Zomzommin de Deuteronomio son la misma gente. En la literatura judía de Midrashic, el nombre Zomzommin significa «Grandes amos o maestros de la guerra», y la gente eran según se informa los descendientes de la alianza entre las mujeres cananitas y los Nefilim antiguos.

Los Emineos también son mencionados en Deuteronomio. En el discurso de Moab, indica que,

«fue habitada antes por los Emineos, gente grande y numerosa y tan alta como los Enacitas. Como los Enacitas, se cuentan como Refaítas, pero los Moabitas los llaman Emineos.»

Después de que los israelitas bordearon las tierras de Moab y de Amón, vinieron al país de Sehón. En aquella época, la parte del este de Palestina o Transjordania fue dividida como sigue: del lecho de un río seco Zered en la parte inferior del mar muerto al río Arnon se extendió a la tierra de Moab. Su capital era Save-Quiriataim, la capital de la fortaleza de los Emineos destruida algunos siglos antes.

Al norte de Arnon y arriba del río seco Jabbok se sitúan las tierras de los Amonitas en donde vivieron los Zomzommin y estaban extendidos hasta el río de Jordán donde su capital Ham fue destruida en la misma invasión.

Cruzando el Jabbok, los israelitas desafiaron a los Amoritas liderados por rey Sehón quien hizo a Hesbón su capital. El norte de estas tierras eran del reino de Og de Bashon cuyas capitales eran Edrei y Astarot. Astarot-Karnaim había sido la primera ciudad principal de los Refaítas para ser tomada y destruida por la invasión.

El Reino de Og abarcaba Bashon, la región del Monte Hermon y se extendía al río Jordán por el oeste. Salca estaba en su extremo oriental y Dan en el noroeste.

En Deuteronomio, Og es llamado el último de los Refaítas, y la mención particular se hace de su enorme estatura según lo demostrado por el tamaño de su cama, la cuál medía 9 codos de largo (3.89 mts.) y 4 codos de ancho (1.73 mts.). Fue capturada por los israelitas y mostrada en la ciudad de Rabbah.

La facilidad con la cual Josué capturó las tierras de Transjordania indica que escasamente fueron poblados por los remanentes de los Refaítas. Sin embargo, no fue siempre así.

En un sitio de la Edad de Bronce cerca de Bab Edh-Dhra justo sobre el llano costero al este del Lisán (la lengua del Mar muerto), los arqueólogos encontraron evidencia de una civilización densa que prosperó a partir del 3,300 AC; hasta cerca del 2,100 AC, en el que fueron destruidos por una conflagración o un gran holocausto que se refleja en las ruinas. El área parece haber sido abandonada. Un cementerio extenso encontrado aquí, atestigua a una población muy grande durante la Edad de Bronce, tiempo en que fue ocupado por los Refaítas.

Esta gente utilizó la Casa Morgue o tipo de de entierro, consistiendo en una estructura circular bien construida de barro y ladrillo, alineada a veces con piedra. La Casa Morgue fue colocada generalmente en una sección inclinada cortada horizontalmente de modo que la parte de ella fuera subterránea y la parte superior resaltaba sobre la superficie. Se estima que hay por lo menos 20,000 de estos compartimientos de entierro en el área.

Entre 12 y 15 entierros fueron hechos en cada tumba. Estos compartimientos de entierro parecen haber sido todos abandonados en el mismo tiempo. Antes de que los habitantes se fueran, se quemaron un número de cuerpos adentro. La mayoría de los edificios mortuorios contuvieron un depósito grande de ceniza cerca de la entrada, indicando que éste era el acontecimiento pasado que ocurrió antes de que las tumbas fueran selladas. Sigue siendo un rompecabezas hasta hoy.

En vista de la facilidad del avance de los reyes invasores en el 2,085 AC, con una serie de defensas formidables de los Refaítas, y la evidencia del área que seguía siendo desocupada por mil años, sugeriría que los invasores utilizaron cierta clase de armas que contaminaron la tierra.

La contaminación de los muertos en Transjordania explicaría la razón de quemar los cuerpos y de sellar las tumbas, y porqué el área seguía siendo relativamente deshabitada por mil años después de eso. Pudo haber durado todo ese tiempo para que la tierra envenenada se recupere y para que la memoria del holocausto se borrará de las mentes de la población indígena. Explica porqué los Refaítas se movieron hacia el oeste y colocaron sus tierras allí.

HEBRÓN, METRÓPOLI DE LOS ENACITAS

Poco después Abraham llegó a la tierra de Canaán en el 2,092 AC., él se fue a Egipto en donde permanecería por un rato para volver solamente a Canaán repentinamente en el 2,086, el año antes de la invasión. En Bethel, él partió sus fuerzas y mientras que Lot formó parte del ejército del valle de Sidón, Abraham se retiró al sur de Mamre en el área de Hebrón. Con la ayuda de los generales Enacitas Eshkol, Aner, y Mamre, Abraham prosiguió la expulsión del ejército invasor. ¿Quiénes, entonces, eran estos aliados de Abraham?

Se identifican en el Libro de Josué como Enacitas. Kiryat-Arba era el nombre antiguo para la ciudad de Hebrón, y fue la «metrópoli de los Enacitas». Kiryat-Arba significa la «Ciudad de Arba» y fue llamada después del padre de los Enacitas.

Cuando los espías israelitas subieron y exploraron Canaán durante el éxodo, vinieron a la región de Hebrón, la cual ellos dijeron fue habitada por Ahiman, Sheshai y Talmai, todos llamados Hijos de Enac o Anak. Estos hijos son descritos como Nefilim y eran de estatura y de energía extraordinarias.

Los nombres de los hijos de Enac no aparecen en otra parte en el Antiguo Testamento, probablemente porque no son de origen semítico. Cabe resaltar, sin embargo, que en la lista de los Reyes de Hiksos que gobernaron Egipto, uno lleva el nombre de Sheshai.

Tal como los Amalecitas, los Enacitas son vilipendiados por las Escrituras Hebreas. Los Amalecitas habían evitado que los israelitas entraran directamente en Canaán después de su fuga de Egipto. Cuando los israelitas finalmente se establecieron en Canaán unos cuarenta años más adelante, les dijeron, según Josué 11, que los Enacitas fueron eliminados de las tierras de Judá y de Israel.

«Por aquel tiempo acometió Josué, y mató a los enaceos (enacitas) o gigantes de las montañas y los desarraigó de Hebrón, y Dabir y Anab y de todos los montes de Judá y de Israel, asolando sus ciudades. Ni uno siquiera dejó de la raza de los enaceos en la tierra de los hijos de Israel; sino los que quedaron en las ciudades de Geza y de Get y de Azoto.»

Los reclamos eran un tanto prematuros, sin embargo, durante los próximos 400 años, el período equivalente al de los Jueces, los Enaceos y sus aliados Amalecitas y Filisteos controlaron y gobernaron las tierras y causaron a las tribus hebreas mucha dificultad.

No se da ninguna razón para una política tan blanda hacia la gente de Enac, y la escoriación es fuertemente similar a la maldición contra el Amalecitas. Los Enaceos parecen haber bloqueado la ocupación de los israelitas principalmente en las regiones montañosas del oeste. Éstas eran las ciudadelas de los filisteos.

LOS REFAÍTAS DE PALESTINA OCCIDENTAL: LOS FILISTEOS

Según la tradición bíblica, la tierra de los filisteos abarcó cinco ciudades fortificadas que dominaron las tierras circundantes hasta Beersheba y Dabir. Sus ciudades principales de Ashdod, de Ekron, de Get, de Gaza, y de Escalón habían soportado todos los esfuerzos de los israelitas por desalojarlos después del éxodo y en el período que sobrevenía sometieron a las tribus al hostigamiento continuo con sus carruajes que estallaban delante de sus ciudadelas.

Estos filisteos son llamados Enaceos o Enacitas en Josué 11; en Jeremías 47 son referidos como los remanentes de los Enacitas. ¿Quiénes, entonces, eran estos filisteos que eran supuestamente parte de los Enaceos?

[Comentario: Como sabemos de la investigación de Zecharia Sitchin, los Enacitas de la Biblia son los mismos seres que los Anunnakis de los expedientes sumerios. RS]

Génesis 10 indica que los filisteos descendieron de los Cretanos quienes se establecieron en las áreas costeras desplazando a los nativos Avvim. De hecho, una referencia curiosa en el Libro de los Amos indica que la deidad trajo a los antepasados de los filisteos de Creta y los colocó en Canaán, justo como él llevó a los israelitas a la tierra de Egipto. En este sentido parecen ser la gente «elegida».

Estos Cadopacios o cretanos se entrecruzaron con los Refaítas, produciendo a una raza de feroces guerreros que vinieron a ser conocidos como Filisteos por los hebreos. Su territorio se superpuso con el de los Amalecitas en el sur y el de los Enacitas en el oeste; en el tiempo, las Escrituras parecen confundir los nombres de estos tres grupos de gente.

Los filisteos estaban relacionados o por lo menos aliados con la gente de las ciudades costeras norteñas más adelante conocidas como Fenicia. Esto se indica en Jeremías 47 cuando él profetizó la caída de los filisteos:

«Porque ha llegado el día en que serán exterminados todos los filisteos y serán arruinados Tiro y Sidón con todos sus auxiliares que le quedaban pues el Señor ha entregado al saqueo a los Filisteos, restos de la isla o provincia marítima de Cadopacia. Gaza lleva rapada su cabeza. Escalón no se atreve a despegar sus labios y lo mismo el resto de sus valles. ¿Hasta cuándo te sajarás o rasgarás tus carnes?»

Los filisteos ocuparon la colina del país occidental desde la época de Abraham. Después de la destrucción de Sodoma y de las otras ciudades del valle de Sidim, Abraham y su familia se colocaron cerca de Beersheba. Para vivir aquí, tuvieron que pagar tributo y hacer un tratado con Abimelec, el rey de los filisteos, que controlaron al parecer el área en ese entonces.

Abraham tuvo que comprar los derechos de la tierra y obtener el permiso de vivir allí. Después de que el pacto fuera sellado, «Abimelec y Ficol, jefe de sus tropas, dejó y regresó al país filisteo». Esta declaración deja claro que los filisteos aun no vivían aquí, ellos controlaban la tierra: es también evidente que el aspecto del jefe de las tropas de Abimelec significaba que tenían una gran fuerza militar para hacer cumplir sus demandas.

LA IGUALDAD AMALECITA – HIKSOS

Se cree que el Éxodo pudo haber ocurrido a mediados del Décimo quinto siglo AC; a la hora de los desastres naturales que llevaron al fin del reinado en Egipto. Era un período de caos, el cual permitió que Moisés conduzca a un ejército de refugiados para intentar alcanzar la tierra de Canaán.

[Comentario: Este período de caos, que incluyó el cataclismo Thera/Santorini y el cambio del eje polar, ocurrió no durante el siglo 15 sino en el 16 AC. RS]

El derrumbe completo del gobierno y del poder militar en Egipto permitió a los Amalecitas penetrar la tierra fácilmente desde sus posición en Negev. En sus intentos de entrar en la tierra de Canaán, los refugiados bajo el mando de Moisés hacían esta irresistible fuerza de guerreros profesionales. Ellos también estaban moviéndose, pero en dirección hacia el oeste.

Una batalla perdida con los Rafidim y numerosas escaramuzas convencieron a Moisés que no podrían penetrar a este ejército formidable. Los Amalecitas se desplazaban hacia el delta de Egipto y lo ocuparon casi sin oposición por un gobierno desintegrado y un ejército desorganizado.

Al dejar Egipto, los israelitas entraron en el desierto de Shur y parecían ser dirigidos hacia la tierra de Canaán por la ruta más directa. «Era el décimo quinto día del segundo mes» después de salir de Egipto que acamparon en Rafidim.

Es aquí que chocaron con el cuerpo principal de las hordas Amalecitas. Aunque Moisés lo demandó como victoria, fue costosa para ellos porque estaban en apuros y muy cerca de la derrota. Esto era solamente uno de una serie de batallas con los Amalecitas.

La fuerza migratoria conducida por Moisés fue acosada continuamente por los descendientes de los Refaítas como se relata en Deuteronomio 25:

«Acuérdate de lo que hizo contigo Amalec en el viaje cuando saliste de Egipto, cómo te asaltó acuchillando a los últimos de tu ejército, que cansados se quedaban atrás, estando tú muerto de hambre y de trabajos y no tuvo temor de Dios. Luego, pues que el Señor Dios tuyo te diere reposo y te sujetare todas las naciones del contorno en la tierra que te ha prometido raerás el nombre de Amalec debajo del cielo. Mira que no lo olvides.»

La ferocidad de los ataques de los Amalecitas cerró el acercamiento directo a Canaán en Rafidim. Fueron bloqueados una vez más antes de que decidieran dar vuelta al sur e intentar una ruta más indirecta a Palestina. Fue entonces que una maldición fue puesta en los Amalecitas, según lo pronunciado en Éxodo 17:

«Ciertamente que la mano del Señor se extenderá desde su solio contra Amalec y guerra le hará el Señor en todas las generaciones.»

La barbarie en los ataques de Amalec se describen en los trabajos del Haggadah. Esta batalla ocurrió al parecer después de que los Amalecitas capturaran las ciudades del Delta de Egipto. Aquí habían obtenido los archivos en donde los hebreos habían vivido y habían obtenido las tablas de la descendencia de los hebreos, los nombres de sus jefes y de las diversas familias.

Los Amalecitas aparecieron antes de que acampen los israelitas y recriminaron a los hebreos por sus nombres para salir a hacer las paces con ellos y para hacer negocios. Mataron a los que se dejaron engañar y sus cuerpos fueron horriblemente mutilados.

Forzados nuevamente dentro del desierto, los israelitas pasaron cuarenta años antes de que pudiesen entrar en Canaán por la ruta indirecta a través de Transjordania.

[Comentario: Como se ha observado, el término «cuarenta» como en 40 años, era simplemente un coloquialismo contemporáneo que significó «muchos años» o «un largo tiempo». RS]

Colocados entre los Refaítas y sus aliados, las tribus hebreas permanecieron a la misericordia de los Amalecitas y de sus aliados por un período de 400 años, conocido como la Época de los Jueces.

[Comentario: Se indica en la Biblia que el período del tiempo entre el Éxodo y la terminación del Templo de Salomón de Jerusalén era de 480 años. Sin embargo, cuando la cronología exacta del año por año de este período se analiza, llega a ser evidente que este período de 480 años era solamente un cálculo aproximado. RS]

Los Amalecitas no eran sólo una confederación liberal o floja de tribus nómadas, como ha sido sugerido por la mayoría de los comentaristas bíblicos. Hay muchas referencias bíblicas que disputan esta visión. Las más significativas son las siguientes.

En una época (Números 24), se predijo de Israel que «Su rey será desechado por causa de Agag» Esta declaración deja claro que Agag, quien fue el último rey de los Amalecitas, era de tal alta estatura que se medirían a los últimos reyes de Israel contra él.

En segundo lugar, cuando este Agag fue capturado por Saúl, fue referido como «Agag, Rey de los Amalecitas» (1 Samuel 15:8). Este Agag no fue sólo una persona de la alta estatura sino también un rey. Si Agag fue un rey de tal poder, entonces él debe haber liderado una gran nación.

Una tercera referencia revela que Saúl sitió y derrotó e los Amalecitas en un lugar llamado «La ciudad de Amalec». (1 Samuel 15:5). Lógicamente un príncipe de tal poder que conduce una gran nación debe haber tenido una gran ciudad como su capital. Esta evidencia no describe un grupo de tribus nómadas desorganizadas. Demuestra que las tribus hebreas estuvieron arriba contra una gran nación.

LAS LEYES DE LOS REYES HIKSOS EN EGIPTO

El país que los Hiksos conquistaron, era una tierra indefensa, devastada por la calamidad natural. Después de la pérdida del faraón y de su ejército, no había resistencia en Egipto y los invasores se trasladaron en el área del delta sin la oposición. De ahí se separaron al sur, conquistando las ciudades y colocando a reyes marionetas para gobernar las provincias.

Aunque el Antiguo Testamento atribuye la destrucción del ejército egipcio a la persecución de los hebreos, es más probable que fue destruido para detener la afluencia de los Hiksos.

Ocupando el valle del Nilo, los Hiksos construyeron la capital ciudad-fortaleza de Avaris, colocada tradicionalmente en el delta, pero localizada más probablemente en El Arish, también llamado El arroyo de Egipto, que era el límite histórico entre Egipto y Palestina.

La capital de los Hiksos fue puesta estratégicamente para defender los acercamientos a Egipto del este, la dirección de las invasiones en el pasado. De hecho, desde que los Hiksos o Amalecitas fueron esparcidos a través de Palestina así como de Egipto, la localización en El Arish era natural y les permitía controlar Palestina y Egipto.

Los Hiksos o «Reyes extranjeros» no son mencionados en el Antiguo Testamento y arqueológicamente, todavía hay evidencia de su ocupación por todas partes en Palestina y Siria, sus ciudades únicamente diseñadas como fortalezas. Esta defensa tipo glacis ocurre en el Delta de Egipto, a través de la tierra de Canaán así como de la lejana Anatolia. Verdaderamente, la gente conoció a los Hiksos en el Antiguo Testamento con otro nombre.

Mucha de la información disponible de los Hiksos viene de Josefo quien en su obra «Contra Apion» cita al historiador egipcio Maneto, hablando sobre el carácter de esa gente y los efectos sobre la cultura egipcia nativa:

«Vinieron después de una manera sorprendente, hombres de nacimiento vil, de las partes del este, tenían suficientes agallas para hacer la expedición en nuestro país, y con facilidad nos sometieron por la fuerza, aun sin arriesgar una batalla con ellos. Así que cuando consiguieron a los que nos gobernaron bajo sus poder, inmediatamente incendiaron nuestras ciudades, y demolieron El Templo de los Dioses, y después utilizaron a todos los habitantes de una manera más bárbara.»

Josefo entonces narra cómo designaron a un rey cuyo nombre era Salatis que hizo su capital en Menfis. Él recogió tributo de las regiones superiores y más bajas de Egipto y dejó guarniciones en lugares estratégicos que le dieron control sobre la tierra entera. Josefo también indica que temía una invasión de los reyes del este, y por eso fundo la ciudad fortaleza de Avaris para protegerse contra esa potencial amenaza. Lógicamente, sería al este del delta donde podría proteger los acercamientos a Egipto.

Los Hiksos se acreditan con introducir a la guerra los carruajes, los nuevos tipos de espadas, y el arco compuesto fuerte. Con sus armas superiores y su naturaleza despiadada podían imponer su voluntad ante los egipcios por 400 años, período que se compara con el de los Jueces de Palestina.

VIDA EN PALESTINA ENTRE LOS AMALECITAS

Con ciertos indígenas como aliados, loa Amalecitas controlaron Canaán con mano de hierro. Las escrituras revelan que las tribus hebreas tuvieron que establecerse y vivir entre los Amalecitas que habitaron y controlaron los llanos de Judea. En otras áreas, a menudo atacaban y acosaban a los hebreos, a veces conjuntamente con otra gente.

Según el Libro de los Jueces, se unieron a Moab contra los israelitas para capturar la ciudad de Jericó; y otra vez lucharon batallas con los hebreos que vivían en el valle de Jezreel.

Puesto que la mayoría de las ciudades de Canaán estaban en manos de los indígenas, forzaron a los hebreos inmigrantes a establecerse en las áreas menos deseables entre las ciudades. Aquí eran vulnerables a los asaltos e incursiones periódicas de todas las direcciones. La mayoría de las tribus expresaron frustración porque las ciudades y tierras que les habían sido asignadas por Josué aun estaban bajo el control de los indígenas.

Así, la tribu de Menassah vivió entre las ciudades fortificadas de Beth-Shean, Dor, Iblean, Megido, y Tanach que permanecía en manos cananitas, las tribus de Efraim, de Zebulón, Asher, y Naftali no podían apoderarse de las ciudades en sus tierras asignadas, las de Gezer, Nahalal, Acco, Sidon, Helbah, Rehob, y Beth-Avath, por ejemplo. Las cinco ciudades de los filisteos permanecían sin conquistar, así como toda la tierra del Líbano desde el Monte Hermon hasta Harmath.

Detrás de sus impenetrables fortificaciones, los Amalecitas aguardarían su tiempo y después periódicamente estallarían sus ciudadelas y atacarían las tierras en sus carruajes de hierro. Una de sus tácticas preferidas era esperar hasta que los cultivos estuviesen maduros para la cosecha, y entonces conducirían sus ganados delante de ellos y,

«Destruir el producto de la tierra . . . No dejarían ningún medio de sustento: ovejas, bueyes, o burros Entrarían en la tierra para devastarla. Israel llegó a estar tan completamente desamparada.»

Por más de cuatrocientos años los Amalecitas y sus aliados gobernaron de esta manera, las tribus hebreas nunca sabían cuándo los feroces hijos de los Refaítas explotarían de sus ciudades y atacarían a los pobladores.

De su ciudad capital en Avaris podrían estallar en Negev y devastar el área a voluntad. Josefo describe la ciudadela de los Hiksos que Salatis construyó al este del Delta. Era una ciudad:

«El hizo muy fuerte las paredes que construyó alrededor de él, y por una guarnición más numerosa de 240,000 hombres armados que él puso dentro para cuidarla. Aquí Salatis vino en el verano para recolectar en parte maíz y pagar a sus soldados sus salarios, y ejercitar en parte a su ejército y de tal modo aterrorizar a los extranjeros.»

Esto ha sido algo desconcertante para los historiadores, cómo los Hiksos/Amalecitas pudieron mantener el control sobre las tierras de Egipto y Palestina por tanto tiempo. Puede ser explicado fácilmente, sin embargo, por su naturaleza despiadada, capacidad militar, y su política de mantener a la gente de las tierras que ocuparon, empobrecidos y sin armas.

En el Primer Libro de Samuel explica cómo los Amalecitas y los filisteos controlaron el suministro y el uso del hierro:

«No había herrero que se encontrará en toda la tierra de Israel, porque los filisteos habían dicho a sí mismos: ‘Los hebreos pudieron hacer espadas o lanzas’. Así todo Israel iría hacia los filisteos a reparar cualquiera de sus rejas de arado, zapapicos, hachas, u hoces. A la hora de la batalla de Michmash ni las espadas, ni las lanzas, estaban disponibles para cualquiera de los soldados que estaban con Saúl y Jonathan.»

Con sus carruajes, armas de hierro, y arcos compuestos, los Amalecitas y los filisteos eran virtualmente invencibles contra un enemigo que lo mejor posible que podía reunir eran las armas de la edad de piedra. En las primeras batallas de Saúl y David contra estos enemigos formidables, las únicas armas que estaban disponibles para los hebreos eran garrotes, hondas de piedra, arcos y flechas simples, y lanzas de piedra. No fue hasta mucho más adelante, cuando podían capturar y recoger las suficientes armas de hierro, que la marea trajo y los israelitas comenzaron a conducir a los Amalecitas de la tierra.

REVUELTA EN EGIPTO Y PALESTINA

El títere Rey egipcio Seqenenre que gobernó desde Tebas comenzó la rebelión contra los reyes Hiksos. En aquella época, gobernaron desde Avaris y dejaron reyes marionetas a través de Egipto para llevar a cabo sus deseos. La rebelión fue continuada por sus hijos Kamose y Ahmose que recuperaron las tierras de Egipto. La guerra de Kamose contra el último rey Hiksos Apopis es conservada en una estela que primero fue erigida en Carnac.

Describe su ataque contra la fortaleza de Avaris y cómo él tomó centenares de barcos, algunos de los cuales tenía el «Producto de Retinue». Kamose se jactó que él «había hecho que Apopis vea un tiempo miserable» y después agrega que «el Príncipe de Retinue, débil de brazos, que planeó muchas cosas en su corazón, pero ellos no habían venido para pasar por él».

Retinue se identifica generalmente como la tierra de Palestina. Así el príncipe de Retinue que parecía estar aliado con Kamose probablemente no era ninguno con excepción de Saúl que en aquella época estaba sitiando a los Amalecitas en El Arish. Kamose fue capaz de reocupar todo Egipto excepto su ciudadela en Avaris. Su sucesor Ahmose terminó la derrota de los Hiksos con la ayuda de los israelitas.

Ahmose no sólo expulsó a los Hiksos sino también los persiguió hasta Saruhen, una ciudad fortaleza en la frontera de la tierra de sus aliados, los filisteos. Después de un sitio de seis años, Ahmose destruyó esta fortaleza y los restos de los Hiksos. Podemos leer una cuenta directa de estos acontecimientos en la biografía de uno de sus oficiales, con quien Ahmose atacó Avaris y la destruyeron, y entonces se trasladaron a Saruhen donde él sitió la ciudad.

Las Escrituras también describen batallas contra los Amalecitas en El Arish y otros lugares en la frontera de Egipto. En el Primer Libro de Samuel, Saúl fue aconsejado por el profeta Samuel para entrar adelante y para destruir a los Amalecitas.

«Saúl convocó a su ejército y lo reunió en Telaim: doscientos mil soldados a pie y diez mil hombres de Judá. Entonces Saúl fue a la ciudad de Amalec y permaneció en el lecho de un río. Saúl derrotó a los Amalecitas desde las torres de Shur en la frontera de Egipto. Él capturó a Agag, rey de Amalec vivo y aniquilo a toda la gente usando la espada.»

La historia cuenta que la ciudad fue sitiada desde el lecho de un río seco. Hay sólo un lecho de río en Palestina meridional o el norte de Egipto, y que es El-Arish que forma el límite tradicional entre Egipto y Palestina, en ciertas épocas del año es un río fuerte; hay fuerte evidencia que tiempos antiguos fue inundado la mayoría del año.

En Las Escrituras, EL-Arish se refiere a menudo como «Wadi». Saúl luchó contra los Amalecitas desde «Wadi hacia Shur en la frontera de Egipto.» El desierto de Shur es el área entre el lecho del un río y Egipto; era el primer desierto en donde los israelitas entraron después del Mar del paso. Así la ciudad de Amalec tuvo que ser EL-Arish justo como la ciudad de los Hiksos era Avaris. Es extraño que los eruditos no hayan observado la cercana asociación filológica de EL-Arish y Av-aris.

El último rey de los Hiksos fue llamado Apop o Apopis (griego). El rey Amalecita capturado por Saúl en El-Arish fue llamado Agag. La similitud de los dos nombres es tan notable que requiere una aclaración adicional. La explicación se puede encontrar en el hebreo antiguo. Muestra una semejanza llamativa entre la letra G o «gimel» y la letra P o «pei.» No hay otras letras hebreas tan semejantes.

Cada letra es una línea oblicua conectada con una línea más corta, más oblicua y es similar al número 7. El tamaño del ángulo entre las dos líneas oblicuas constituye la única diferencia. Puesto que las vocales en hebreo antiguo son intercambiables, Agag puede convertirse en fácilmente Apop. Parece así que el último rey Hiksos y el rey de Amalecita Agag eran uno y la misma persona.

Es un hecho sabido de que la 18 Dinastía, que comenzó la era del nuevo reino en Egipto, comenzó con Ahmose y la expulsión de los Hiksos. Es también verdad que el primer rey hebreo era Saúl quien con David, presidió la extinción de los Amalecitas.

La colocación de estos monarcas en el mismo período, y no centenares de años aparte, soluciona muchos de los rompecabezas cronológicos en historia egipcia y bíblica. Esta alteración es necesaria para entender la historia del Medio Oriente a partir de la época del diluvio hasta los días de los reyes de Judea.

LOS PATRIARCAS, SEMI DIOSES DEL PERÍODO ANTEDILUVIANO

Hemos analizado hasta ahora a los  dioses. Hoy veremos a los patriarcas del Antiguo Testamento.

Para ello tomaremos el libro de “Serpientes y dragones voladores, El pasado reptiliano de la humanidad” por  R.A. BouLAy

«

Y un niño nació cuando Sopanim había muerto. Y él se sentó en la cama por el lado de ella.
Y Noé y Nir miraron y contemplaron la insignia del sacerdocio que estaba en su pecho.
Era gloriosa en apariencia».
El Libro Eslavonico de Enoc

Los días antediluvianos son recordados como el reinado de los Dioses reyes en el la Lista de los Reyes Sumerios y como la Era de los Patriarcas del libro del Génesis. Las fuentes dejan claro que estos líderes que formaron la aristocracia y los que gobernaron en esos días eran de sangre divina, es decir, ellos eran parte sauriana.

Un segundo grupo en la Tierra eran los Nefilim o los Anunnakis que descendieron para vivir aquí y copular con las mujeres humanas.

El tercer grupo para poblar la Tierra era la humanidad, los Homo-Sapiens producidos por los Anunnakis como mano de obra para hacer todas las tareas serviles.

De los tres, nos referimos a los Semi dioses, los sacerdotes reyes del período antediluviano los cuales son recordados en el Antiguo Testamento como los descendientes de Adán y Eva.

DOS LÍNEAS DE DESCENDIENTES: CAIN Y SET

La línea de descendientes a partir de Adán y Eva proporcionados por el Libro del Génesis plantea muchos problemas, porque enumera no sólo la progenie de Caín sino que después agrega una línea paralela de Set. Incluso duplica algunos de los nombres Cainitas y aproxima algunos de los otros.

Por lo tanto parecería que existen dos corrientes separadas de la tradición pero ambas derivadas de la misma fuente distante. El centro original de difusión estaba en Mesopotamia. Mientras que el nombre Matusael es claramente acadio (MUTU-SA-ILI u «Hombre de Dios»), el resto de los nombres no tiene nada en común con sus antecedentes Mesopotámicos; y parecería que antes que alcanzaran a los hebreos, habían pasado a través de un centro secundario de difusión donde fueron transformados con los registros y las tradiciones locales.

Hay una tercera lista mencionada en la literatura pseudoepígrafa que ha sido abandonada, probablemente porque no concuerda con el asunto en el Génesis que Abraham heredó la capa de sacerdote de Noé. Proporcionado por el Segundo Libro de Enoc, esta lista de reyes-sacerdotes termina con el patriarca Melquisedec quien es transportado a los cielos momentos antes del diluvio.

Contiene muchos nombres extraños y desconocidos que no aparecen en ningún lado en las Escrituras. También llamado el Apocalipsis Eslavonico de Enoc data del primer siglo DA. y describe la ascensión de Enoc al cielo, su deificación y su retorno a la Tierra. Es quizás mejor conocido por su línea de sucesión que evita a Noé y en lugar de eso pasa a su hermano Nir y entonces a su hijo Melquisedec.

En el Génesis, la línea de Caín fue discontinuada repentinamente, y probablemente este cambio de actitud fue relacionado con el asesinato de su hermano Abel. Caín fue exiliado a las tierras al este del Edén en donde luego procreó un hijo también llamado Enoc que era supuestamente el constructor de ciudades, siete de hecho, todas nombradas después de sus hijos. Es quizás coincidencia que habían siete ciudades importantes construidas por los Sumerios antes del diluvio y sugiere una fuente común de origen.

El Génesis continúa la línea de Caín, tranquilamente, con Irad, Maviael, Matusael, y después termina con Lamec. No contenta con abortar la línea aquí, las Escrituras dejan detrás un rompecabezas, un verso secreto que ha sido la perdición de eruditos bíblicos.

El verso que termina la línea de Caín es como sigue:

«Lamec dijo a sus esposas, Ada y Sella, escuchen lo que voy a decir, oh, esposas de Lamec, escuchen mi discurso; He matado a un hombre con la herida que le hice, sí he matado a un joven con el golpe que le di. Si Caín es vengado siete veces, entonces Lamec será vengado setenta y siete veces.»

El Génesis entonces deja caer toda la mención de la línea de los Cainitas y comienza precipitadamente la genealogía de Set. El verso contiene obviamente las pistas para este cambio repentino de la política. ¿Si la línea fue condenada, cuáles fueron las razones? La solución a este enigmático verso que termina la línea de Caín probablemente miente en la existencia de las dos, incluso tres líneas paralelas de descendientes.


EL MISTERIO DEL ASESINATO DE CAIN Y ABEL

La explicación bíblica para el primer asesinato registrado en la historia de la humanidad no es de ninguna manera convincente, de acuerdo al Génesis, Caín mató a Abel porque su sacrificio fue desairado por el Señor en favor de Abel. Lógicamente, esto solo no parecería bastante provocación para hacer cometer fratricidio a Caín. Parece más una explicación falsa inventada por los antiguos cronistas. La respuesta está en algún otro lado y los trabajos pseudoepígrafos manifiestan esto. Una versión más completa y más siniestra del crimen es proporcionado en el antiguo documento La vida de Adán y Eva.

Cuando Eva concibió y dio a luz a Caín, ella dijo, según el Génesis,

«He alumbrado a un hombre con la ayuda de Dios».

En el caso de Abel, sin embargo, el texto dice simplemente: «Y ella parió después a su hermano Abel». El Génesis sugiere así, aunque de manera oblicua, que de los dos, el nacimiento de Caín involucró a la deidad. Otras aclaraciones de la paternidad de Caín se encuentran en El Apocalipsis de Adán, un documento gnóstico del primer siglo DA, en donde Adán revela a su hijo Set:

«El Señor, que nos creó, creó un hijo de sí mismo y de Eva, tu madre».

Si la deidad era el padre de Caín, mientras que Adán engendró a Abel, explica muchos de los acontecimientos que sucedieron posteriormente; porque si la deidad era su padre, entonces Caín sería semi-divino, parte reptil y más divino. Explicaría su naturaleza feroz y sedienta de sangre y explicaría el asesinato de su hermano Abel. Sobre el nacimiento de Caín, este documento observa que Eva «alumbró a un hijo y él era brillante». Ésta es una buena descripción de la piel luminosa y brillante de los dioses reptiles.

Una descripción inusual y algo extraña del crimen de Caín también se encuentra en este documento el cual narra algunos episodios en la vida de Adán. Hay dos versiones: la versión Latina o de la Vida, y la Griega o del Apocalipsis. En la versión de la Vida, Eva tiene una visión donde dice,

«Al igual que la sangre de nuestro hijo Abel estaba en las manos de Caín quien estaba tragándolo bajo su boca».

La versión apocalíptica es algo más dramática, pues Eva le dice a Adán:

«Mi Señor, anoche tuve un sueño, vi la sangre de mi hijo Amilabes, llamado Abel, siendo llevada hacia la boca de Caín su hermano, y él la bebía sin piedad… Y no permanecía en su estómago sino salía de su boca. Se levantaron para ver qué sucedía y encontró a Abel asesinado por Caín.»

El crimen de Caín fue, al parecer, no sólo cometer fratricidio sino también comer la carne y beber la sangre de su hermano. Este comportamiento parece más reptil que humano, puesto que la deidad engendró a Caín, diferente de su hermano quien tenía a Adán como su padre. Caín por lo tanto era mitad reptil. Ésta pudo haber sido la razón principal de abortar la línea de Caín, para ser reemplazada por la de Set.

Si fue provocado o no, Caín cometió un serio crimen, mucho más serio que un error del ofrecimiento de un sacrificio. Caín no solo asesinó a Abel sino que comió su carne y bebió su sangre. Por este acto barbárico Caín fue desterrado al este a la tierra de Nod. Entonces como muestra que Caín vino bajo la protección del Señor, él puso una marca sobre Caín, la cual no se describe en el Génesis.

Para proteger a su progenie semi-divina, la deidad advirtió que «Cualquiera que mate a Caín sufrirá la venganza siete veces». Extrañamente, esta misma declaración se repite en el verso en Lamec que termine con la línea de Caín, y obviamente los dos versos están relacionados.

Caín es considerado por la deidad como un mal experimento; pero puesto que él es semi-divino y su descendiente, no puede ser destruido, en cambio es desterrado a una tierra lejana de modo que él ni sus descendientes puedan hacer más daño. Dicen que Caín se casó con su hermana Awán al final del Cuarto Jubileo o alrededor del año 200 de la vida de Adán.

Las fuentes rabínicas indican que él murió a los 930 años, es decir, un año antes de la muerte de Adán. En los pseudoepígrafos, Lamec mató a Caín según se informa accidentalmente, satisfaciendo de este modo, la maldición de la séptima generación.

LA LÍNEA DE SET: ENOS, CAINAN, MALALEEL Y JARED

Después de la muerte de Abel y del destierro de Caín, un tercer hijo llega a la escena. Como Abel, Set nació de Adán y Eva; aparentemente, la deidad había decidido no intervenir en los asuntos del hombre y permitirle producir su propia descendencia. Set se casa con su hermana, y se lleva a Enós.

Así comienza la línea de los patriarcas que continúa intacta hasta la época del diluvio. Los héroes del Antiguo Testamento, muy a menudo y orgullosamente, reclaman su descendencia de esta línea Setita. ¿Quiénes entonces eran estos patriarcas, y puesto que eran indudablemente residentes de Mesopotamia, qué evidencia hay en Las Sagradas Escrituras y otras escrituras antiguas para enlazar a los Anunnakis o astronautas extranjeros?

De los primeros cuatro patriarcas, muy poca información está disponible en el Antiguo Testamento. Enós significa «mortal» o «ser humano» y según las Escrituras, fue considerado el primer mortal o humano. Es durante su era que los «rostros del hombre se trasformaron en mono» según fuentes rabínicas antiguas. Parecería así que la fisonomía humana se convirtió en menos reptil y asumió el rostro mamífero o parecido al mono durante los años de Enós.

 


Es quizá por esta razón que la generación de Enós no es bien tratada en las fuentes antiguas. El Haggadah lo llama la generación del «Consejo de los impíos» puesto que los contemporáneos de Enós fueron acusados de practicar «las artes de la adivinación y el control de fuerzas celestiales». El hombre comenzaba a demostrar un espíritu de independencia y curiosidad intelectual que al parecer no habitó bien con sus amos reptiles.

Los días de Enós también fueron marcados con muchos terremotos que causaron miseria incalculable. La sequía y el hambre siguieron, y entonces había una gran cantidad de la población muriéndose. Según el Tercer Libro de Enoc, el Señor había decidido quitar su «Shekinah» o Nave espacial del área del jardín del Edén en los días de Enós y volver a los cielos.

Las fuentes sumerias revelan que al principio el Dios principal An residía en Uruk, el Erec de la Biblia, pero por razones sin revelar, decidió volver a su domicilio o Morada Divina, nunca regresó excepto en ocasiones especiales. Pudo haberse ido debido a los numerosos terremotos y malas condiciones en el tiempo de Enós.

Se dice que Enós vivió 905 años; a los 90 años engendró a Kenón o Cainán. Significando el «Forjador del metal» o el «artesano», poco se sabe de Cainán de las fuentes antiguas. Puesto que la segunda ciudad construida fue llamada Badtibira o «Ciudad para el procesamiento de los metales», parece haber una asociación cuyo significado se ha perdido.



Cainán vivió 910 años y engendró a Malaleel a la edad de 70 años. Malaleel o el «Adorador del Señor» vivió 895 años; no se sabe nada de él. Cuando tenía 65 años, nació Jared, 460 años después de que Adán había dejado el Edén. De este modo Adán, Enós, Cainán, Malaleel, así como Caín, todos todavía estarían viviendo juntos en a era de Jared.

Jared fue el primer patriarca que no se casó con su hermana. Quizás es el símbolo del final de una era donde las relaciones sexuales entre hermanos no era condenado sino practicado como costumbre general, por ejemplo, entre la familia real egipcia. Los días de Jared estarían, por el cálculo de las figuras dadas en el Génesis, a partir del año 460 DA al 1422 DA (es decir, DA = Después de Adán o los años transcurridos desde el nacimiento de Adán).

William W. Hallo en su artículo sobre las «Ciudades Antediluvianas» (Diario de Estudios Cuneiformes, vol. 23, Nº 3) sugiere que Jared o Yered, como se da a veces, significa «de Eridu». Esto colocaría a Jared en la ciudad de Eridu, justo como Enós estaba en Badtibira, y Enoc en Sippar.

Los días de Jared son de gran importancia para la historia humana porque fue entonces que los primeros Nefilim descendieron. El Jubileo declara que,

«En sus días los ángeles del Señor, fueron llamados Observadores – Watchers (Nefilim), bajaron a la Tierra para enseñar a los hijos del hombre, y realizar juicios y rectitudes sobre la misma».

La llegada de estos astronautas durante los días de Jared también se divulga en el Primer libro de Enoc y es verificada más adelante por los documentos encontrados entre los Pergaminos del Mar Muerto.

ENOC O ENMEDURANNA, EL FAVORITO DE LOS DIOSES


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a información sobre Enoc en el Génesis es escasa y poco se menciona de él. Enoc tenía 165 años cuando su hijo Matusalén nació. Enoc entonces vivió 200 más años, en cuyo caso «Enoc caminó con Dios, después no estaba más, porque Dios lo tomó». La frase «caminó con Dios» se ha interpretado generalmente como que él ascendió al cielo durante el curso de su vida. Esta frase secreta implica, sin embargo, la existencia de una cierta narrativa más completa sobre Enoc, perdida u omitida del Antiguo Testamento.

Enoc se convirtió en héroe en la literatura apocalíptica judía y dos libros fueron atribuidos a él, los libros «Etíopes» y «Eslavonicos». La figura de Enoc era especialmente significativa en el movimiento espiritual del cual los Pergaminos del Mar Muerto se originaron. Su historia y escrituras son tratadas en el Libro del Jubileo, y él desempeña un papel activo en el Apocalipsis Hebreo de Enoc que se le atribuye al erudito palestino Ismael.

La subida de Enoc al cielo es justo el principio de una carrera fabulosa, en donde se convirtió en «Divino» y fue hecho jefe de los cielos, en segundo lugar de la misma deidad. Después de su ascensión, regresó con su familia brevemente para enseñar a su hijo Matusalén la sabiduría que había aprendido y anotado en cielo.

Después de una breve estancia aquí volvió a la Nave espacial por seis años del jubileo. Al parecer durante este período conmutó entre la Nave y la Tierra. La literatura apocalíptica menciona su residencia en Edén y en el Monte Qatar, un lugar no identificado que podría muy bien ser la ciudad de Sippar en Mesopotamia.

ENOC «SE ELEVA» AL PODER

La elevación de Enoc al estado de un dios es descrita en el Libro Eslavonico de Enoc. El mismo revela su experiencia:

«Cuando tenía 165 años estaban completos para mí, engendré a mi hijo Matusalén; y después de eso, viví 200 años… En el día asignado del primer mes, yo estaba en la casa solo… y me puse en la cama a dormir… Entonces dos hombres enormes aparecieron ante mí, nunca los había visto sobre la Tierra… y estaban parados en la cabecera de mi cama y me llamaron por mis nombres.»

Enoc se despertó y estaba aterrorizado.

«Entonces esos hombres me dijeron: Se valiente Enoc, en verdad no temas, el Dios eterno nos ha enviado. Y contempló, tú ascenderás con nosotros al cielo hoy.«

Le dijeron que diga a sus hijos y familia que estaba saliendo. Entonces fue alzado «sobre sus alas» y llevado a los cielos.

A Enoc le fue otorgado un viaje en la nave espacial. En un área vio doscientos «ángeles caídos» y le dijeron que eran los que habían descendido, cometieron muchos crímenes y están siendo castigados como demostración. Las ropas de Enoc fueron quitadas y «consagradas» y recibió las «ropas de la gloria» un simbolismo para demostrar que lo cambiaron físicamente y hecho como uno de los dioses.

Esto es justo lo contrario de lo que le sucedió a Adán en el jardín de Edén; él perdió su «nube de la gloria» y después las ropas le fueron otorgadas. Parece ser que Enoc posteriormente recibió una cierta forma de «divinidad» aquí en este tiempo. Entonces una «pluma para la escritura veloz» le fue dada a Enoc y libros le fueron leídos mientras que copiaba el dictado rápidamente sobre las «maravillas y los secretos del cielo».

El permaneció en la nave por sesenta días, después fue devuelto a la tierra para pasar treinta días e impartir su conocimiento a sus hijos. Luego fue recogido y llevado de regreso al vehículo espacial donde resultó ser el principal investigador de los crímenes de los Nefilim.

El Tercer Libro de Enoc contiene el testimonio del famoso erudito palestino Rabino Ismael, donde sueña que es llevado al cielo y conoce a Metatrón quien parece el más poderoso ser de ahí.

«¿Porqué tu nombre es como el nombre de tu creador con setenta nombres?» le pregunta a Ismael. «Tu eres más grande que todos los príncipes, más exaltado que todos los ángeles, y más amado que todos los ministros.» El responde «Porque soy Enoc, el hijo de Jared».

Entonces describe cómo le hicieron jefe de los cielos sobre las objeciones de los ángeles.

Enoc se hizo jefe activo con todos los títulos y poderes de oficio.

Le dieron los «Nombres divinos,» los setenta nombres que confieren poderes sobre los cielos y la Tierra. Estos nombres parecen ser como las Tablas del destino o los MEs de los dioses sumerios. Son fórmulas de los dispositivos que confieren al poseedor control absoluto sobre ciertos aspectos y categorías de la vida.

Enoc sirvió como Metatrón (del griego «metathronos» o «quién sirve detrás del trono») por seis años de jubileo o 300 años. Según este documento, fue restablecido en el Edén; y mientras poco se sabe de estos 300 años en el que sirvió como Metatrón, conmutó probablemente entre una ciudad en la Tierra y la nave o vehículo espacial.

LOS CRÍMENES Y EL JUICIO DE LOS ASTRONAUTAS CRIMINALES

El Jubileo declara que en los días de Jared «Los ángeles del señor, que fueron llamados Observadores (Watchers), vinieron a la tierra para enseñar a los hijos del hombre». Éstos son los Nefilim que se describen en Génesis 6:

«Ahora que el hombre comenzó a multiplicarse en la tierra y que sus hijas nacieron, los seres divinos (Elohim) vieron cuan hermosas eran las hijas de los hombres y tomaron como esposas a las que más les gustaron. . . Fue entonces que los Nefilim (gigantes) aparecieron en la tierra, porque después que los seres divinos se unieron con las hijas del hombre de ellos nacieron sus hijos.»

[Comentario: Mi versión Estándar revisada de la Biblia la describe de manera diferente. Así es como dice la Biblia sobre este mismo acontecimiento en Génesis 6:1-8.

Habiendo, pues, comenzado los hombres a multiplicarse sobre la tierra y procreado hijas, viendo los hijos de Dios la hermosura de las hijas de los hombres, tomaron de entre todas ellas por mujeres las que más les agradaron. Dijo entonces Dios: No permanecerá mi espíritu en el hombre por siempre, porque es muy carnal; y sus días serán ciento veinte años.«

[«Es de notar que en aquel tiempo había gigantes en la tierra; porque después que los hijos de Dios se juntaron con las hijas del hombre y ellas concibieron, salieron a la luz éstos valientes del tiempo antiguo, héroes famosos.»

[«Viendo pues, Dios ser mucha la malicia de los hombres en la tierra, y que todos los pensamientos de su corazón se dirigían al mal continuamente, le pesó de haber creado al hombre en la tierra. Y penetró en su corazón un íntimo dolor, yo rearé, dijo, de sobre la faz de la tierra al hombre, a quien creé, desde el hombre hasta los animales, desde el reptil hasta las aves del cielo, pues ciento ya el haberlos hecho. Mas Noé halló gracia delante del Señor.»

[En la tradición Judía y Etíope, Nefilim quiere decir «Gente del Cielo». RS]

Habían 200 astronautas que descendieron en los días de Jared sobre el Monte Hermon al noroeste de Palestina cerca del Líbano.

En los registros babilónicos de la creación, el Enuma Elish, un grupo enorme de seres divinos descendieron a la tierra. La tablilla VI del poema revela que los Anunnakis estaban absolutamente agitados e intranquilos en su vehículo espacial.

Habiendo alcanzado la libertad del trabajo con la creación del hombre, se volvieron cada vez más aburridos e intranquilos. Entonces se decidió restablecer parte de ellos en la tierra. Por consiguiente, 300 de ellos descendieron a la tierra mientras que otros 300 permanecían en la nave espacial. Llamados los «Igigi«, ellos eran probablemente los que tenían funciones especializadas, los técnicos de la nave espacial.

Los planes bien intencionados de los Nefilim o Anunnakis parecen haber cambiado para mal, porque pronto comenzaron a desempeñar una variedad de actividades que levantaron la ira de Dios y el hombre. El Libro Etíope de Enoc sugiere que su descendencia fue un secreto y una acción desautorizada de un grupo de «ángeles rebeldes».

«En aquellos días, cuando los hijos del hombre se habían multiplicado, sucedió que nacieron de ellos bellas y hermosas hijas. Y los ángeles, los hijos del cielo, las vieron y las desearon y dijeron: Déjennos escoger las esposas para nosotros mismos entre las hijas del hombre y engendrar hijos. Y Semyaz, su líder, dijo a ellos: Todos hagamos un juramento y un lazo entre nosotros por la maldición de no abandonar esta promesa sino hacer la obra’. Entonces todos juraron juntos y se unieron el uno al otro por la maldición. Y eran en total doscientos.»

Durante este tiempo, Enoc realizaba el trabajo de un escriba en una localización oculta en la tierra; «Ninguno de los hijos de Dios sabía porque estaba escondido y donde estaba», notas de los acontecimientos, dejan claro que él estaba entre los Anunnakis del valle de Mesopotamia. Entonces es rodeado por los «Nefilim del cielo» y le dijeron ir donde los «Nefilim de la tierra» e informarles de sus crímenes.

«Enoc, escriba de la rectitud» le dijeron, «ve y haz saber a los guardianes del cielo que han abandonado los altos cielos y han profanado sobre la tierra».

«Enoc se acercó a los Nefilim y les advirtió: No habrá paz con ustedes, un severo juicio caerá sobre ustedes. Les pondrán un lazo, y ustedes no tendrán una oportunidad para descansar. Ustedes han demostrado a la gente actos vergonzosos, injusticias, y pecados.»

Mientras en un grupo «todos estaban asustados y el miedo y el pánico se apoderó de ellos». Pidieron a Enoc que redactara una carta de absolución y solicitara a la deidad su favor. Enoc hizo lo que solicitaron.

En este tiempo, los registros dicen, Enoc estaba en el área de Dan, cerca del Monte Hermon, donde los Nefilim se dice, aterrizaron originalmente. Enoc voló hasta el cielo en una nave o «carruaje ardiente» y en sus palabras «los vientos me hacían volar y me apuraban hacia el cielo».

El fue recibido por la deidad quien escuchó la petición de Enoc a nombre de los Nefilim de la tierra. La deidad estaba furiosa y no estaba dispuesta a ser piadosa principalmente porque no era apropiado que un mortal interceda por los Nefilim. No estaba hecho en el esquema de las cosas. Mas bien era algo más adecuado y apropiado que ellos intercedan a favor de la humanidad.

Él les llamó la atención severamente «¿Por qué razón tienen abandonado el cielo eterno, alto y santo?» Él afirmó que habían sido seres espirituales «Poseían vida eterna pero se han contaminado con las mujeres y como ellas producirán sangre y carne nueva que morirá y perecerá».

Parece que su descendencia fue más mamífera que reptil, y vemos otra vez esa ecuación, contrastando la vida eterna y la fisiología del Anunnaki con la sangre y la carne de los mortales.

Pero los experimentos de los Nefilim en la tierra fueron mal llevados, y produjeron criaturas bastante diferentes de sus antepasados reptiles. La raza «divina» se diluía, y los genes mamíferos parecían dominar los rasgos reptiles, los cuales llegaron a ser recesivos (que tienden a retroceder). Este factor pudo haber sido la razón principal que condujo a los experimentos en la ingeniería genética, uno de los crímenes principales allanados contra los Nefilim.

Para compensar la imprevista e injustificada disolución de los rasgos saurianos, los Nefilim comenzaron experimentos cambiando los códigos genéticos, esperando de esta manera de restablecer sus rasgos como dominantes. Estos experimentos al parecer salieron fuera de control, porque una de las acusaciones contra los Nefilim fue practicar la «alquimia» «cambiando a un hombre en un caballo o una mula o viceversa, o transfiriendo un embrión de un útero a otro».

Otras referencias secretas indican que estos experimentos también involucraron animales, porque «comenzaron a pecar contra las aves, animales salvajes, reptiles, y peces». Monstruos de todas las clases fueron producidos; éstos a su vez oprimieron a humanidad en los años antes del diluvio.

Los Nefilim entonces volvieron al canibalismo, no era un gran cambio moral para una raza que hacía sacrificios humanos. El aumento de la población humana y las catástrofes del período produjeron escasez extrema de alimento. La literatura religiosa relaciona cómo,

«los gigantes consumían el producto de todos los pueblos hasta que la gente detestó alimentarlos. Así los gigantes se volvieron contra los pueblos para comerlos».

Los dioses en el cielo estaban indignados sobre estas actividades y juraron eliminar a la descendencia de los Nefilim la cual causó estragos en la tierra. La deidad se dirigió a los «Ángeles vengadores»:

«Proceder contra los bastardos y contra los niños nacidos del adulterio; y destruir a los niños del adulterio y expulsarlos de los Vigilantes (Watchers) de entre de la gente. Y enviarlos unos contra otros a fin de que ellos puedan ser destruidos en lucha.»

La versión de la creación del Poema de Atrahasis describe una condición de hambre y desesperación justo antes del diluvio. La tierra había llegado a ser estéril debido a la sequía. La gente vagó de desesperación debido a la enfermedad e infecciones. Los muertos estaban por todas partes y, como las tablillas revelan, cada familia «devoraba» a la otra, y luego finalmente comían sus propios jóvenes.

Nota del Traductor – El Poema de Atrahasis, es un antiguo poema babilonio del diluvio, y data de la primera mitad del Segundo Milenio AC.

El ensayo real de los hijos de Dios no se describe en los Libros de Enoc, aún había una decisión para que Enoc les transmita.

«El testificó contra los Vigilantes (Watchers) quienes habían pecado con las hijas del hombre; él testificó contra todos ellos».

El libro de Enoc relata el veredicto en las palabras de Enoc:

«El juicio ha empezado para ustedes. Desde ahora no podrán ascender al cielo por toda la eternidad, sino permanecerán en la tierra, encarcelados todos los días de la eternidad. Pero antes de eso, ustedes habrán visto la destrucción sus seres queridos.«

Hay dos partes del veredicto: los Nefilim fueron encarcelados en la tierra, y en segundo lugar destruyeron a sus descendientes. Su encarcelamiento en la tierra se refleja en los Poemas de Mesopotamia donde algunos de los Anunnakis sufren un destino similar.

En el poema sumerio El Descenso de Ishtar al Inframundo, algunos de los Anunnakis viven en el mundo inferior y son visitados por la diosa Ishtar. (Inanna, Hathor, Afrodita, Laksmi). Es una «tierra sin retorno», una tierra de oscuridad y miseria, donde los «prisioneros comen barro por pan y beben agua fangosa por cerveza».

ENOC COMO METATRON Y ENMEDURANNA

Enoc fue al cielo en un carruaje ardiente según el Haggadah, y aquí lo cambiaron físicamente y fue hecho Divino como primer paso en la transformación del jefe de los cielos, segundo después de la misma deidad. El Libro Hebreo de Enoc describe su ascensión sobre las objeciones de los ángeles. Al parecer, la deidad no confiaba en los ángeles y trajo a Enoc hasta los cielos para enderezar las cosas. Tres de los ángeles preguntaron al Señor «¿Qué razones tienes para ascender a éste las alturas?» El Señor replicó: «He elegido a Enoc en vez de a ustedes, para ser príncipe y gobernante sobre ustedes en las alturas divinas».

A él le fue dado el nombre de Metatrón y el título de Príncipe de la Presencia Divina. Estos títulos y poderes de Enoc han hecho difícil para que los eruditos bíblicos intenten acomodarlo en la doctrina monoteísta.

Enoc o Metatrón fue puesto a cargo del personal divino y le fue dado acceso a todas las partes de la Morada Divina o Nave espacial. Enoc también asumió el control sobre todos los vehículos, cohetes y otros equipos técnicos. En términos modernos, Metatrón es Jefe Ejecutivo responsable sólo del Presidente o del que preside una reunión.

Las semejanzas entre Enoc y Enmeduranna, el rey sumerio, son tan impresionantes como para indicar que las historias sobre Enoc y las historias del legendario Dios-Rey de Sippar vienen de una fuente común.

Mientras que los registros bíblicos preservan en parte la narrativa expugnada de Enoc, muchos de los motivos mitológicos originales de Enoc continuaron para existir en la tradición oral hasta que alcanzaron su actual forma en pseudoepígrafos judíos, leyendas medievales, y literatura mística.

Enoc y Enmeduranna fueron los séptimos gobernantes antes del diluvio, siendo Enoc el séptimo patriarca en la línea de Set, y Enmeduranna el séptimo rey antediluviano en la Lista de los Reyes Sumerio. A menudo llamado en los libros el Sacerdote Rey que llevaban su nombre, Enoc gobernó en la tierra y en los cielos.

Enmeduranna gobernó en Sippar, el puerto espacial de los dioses antediluvianos. Su nombre EN-ME-DUR-ANNA significa «Señor del MEs que conecta el cielo y la tierra», o en otras palabras el Rey que controla las Tablas del Destino que controlan los vuelos entre el cielo y la tierra. Esto puede ser porqué a Enoc se le da tanta importancia entre los patriarcas porque él estaba a cargo de Sippar, el puerto espacial y de la más importante ciudad Sumeria.

Según el Jubileo, Enoc hizo ofrendas de incienso en el monte Qatar. Mencionado como uno de los cuatro lugares sagrados en la tierra, junto con el jardín de Edén, el monte Sinaí, y el monte Sión, Qatar no es identificado en la literatura religiosa, excepto que es referido como la «Montaña del este».

Puesto que el punto de referencia de esta entrada en el Jubileo es el monte Sinaí, la Montaña del este estaría en la dirección general de Mesopotamia. Sería lógicamente el zigurat en Sippar, la montaña artificial donde Enmeduranna era Sacerdote Rey

EL MISTERIOSO LAMEC, EL HIJO DE MATUSALÉN

A Matusalén, el hijo de Enoc, se da poca cobertura en el Génesis. Su hijo Lamec, sin embargo, es sujeto de un misterio histórico. En la tradición Cainita y Setita, Lamec es el hijo de Matusalén. El Génesis dedica mucho espacio a explicar las actividades de la línea de Caín, y después cae la línea en conjunto. Absolutamente secreto, existe un cierto significado aquí que se ha perdido en la antigüedad.

Según este linaje, Lamec tenía tres hijos: Jabal, Jubel, y Tubal-Cain. Sus esposas eran Ada y Sella. De esta manera, él fue el primer polígamo admitido, y el padre de los fundadores del nomadismo, las artes musicales, y los trabajos de metal. Lamec es la séptima generación según el linaje Cainita, y los números 7 y 77 parecen jugar un rol importante en su poema en el Génesis:

«Lamec dijo a sus esposas, Ada y Sella, escuchen lo que voy a decir, oh, esposas de Lamec, escuchen mi discurso; He matado a un hombre con la herida que le hice, sí he matado a un joven con el golpe que le di. Si Caín es vengado siete veces, entonces Lamec será vengado setenta y siete veces.»

La referencia a matar a un joven y a un hombre, conducen a la maldición de la 77 generación, ha sido un rompecabezas a los eruditos por siglos. ¿Quiénes entonces eran aquellas personas tan importantes como para traer tal drástica retribución a Lamec?

La respuesta se puede encontrar en el Haggadah que proporciona los detalles del asesinato de Caín. En la historia, según se informa, Lamec estaba viejo y ciego; y cuando él fue de cacería, estaba conducido por su hijo Tubal-Caín lo condujo, quien diría a su padre cuándo el venía el juego a la vista, de modo que Lamec pueda disparar su arco y flecha.

Una vez que él tuviera en la mira a alguna criatura cornuda, Tubal-Cain pensó que era una bestia. De hecho, era Caín que llevaba el «Signo de Caín,» un cuerno en la frente, según el Haggadah, pero más probablemente, era un par de cuernos en la cabeza.

Lamec lo mató y en la desesperación golpeó inadvertidamente, matando a su hijo Tubal-Cain. Fantásticamente la historia continúa, cuenta la matanza de un hombre y de un joven, que no eran sólo gente ordinaria. El asesinato de Caín fue serio puesto que él era mitad reptil y protegido por los dioses como uno de ellos.

Por los días de Lamec, los Anunnakis o Nefilim se habían convertido en la maldición de la humanidad. El odio para estos antepasados barbáricos pudo haber sido conducido por Lamec para asesinar a Caín; y mientras que pudo haber sido aplaudido por la humanidad, los dioses no estaban ciertamente complacidos. Hay un eco de esto en el tratamiento de Melquisedec, el nieto de Lamec, que fue arrebatado por los Nefilim para prevenir que sea asesinado por la gente.

Como Sacerdotes Reyes, consideraban a los patriarcas ser aliados y amigos de los dioses, probablemente porque ellos mismos eran parte sauriana. Los vestigios reptiles los deben haber hecho fácilmente reconocible; y estas características posiblemente, un parche de la piel escamosa sobre el pecho o cara, o quizás los restos de rasgos reptiles en la cara, serían consideradas por los humanos como la llamada «Insignia de la vergüenza«. Esto pudo haber sido porqué Noé estaba tan molesto y alterado cuando fue visto desnudo por sus hijos.

EL LAMEC DE LA LÍNEA DE SET

Parecería que habían dos diferentes tradiciones de los patriarcas antediluvianos que se originaron de la misma fuente. Porqué eran dos los Lamec‘s, así que es un interesante rompecabezas que busca una solución. Quizás algo de esta confusión se puede remontar a los acontecimientos del tiempo.

Enoc parece ser el último de los patriarcas queridos y confiados por los dioses. Él ascendió por segunda vez en el año 987 DA (después de Adán) en nuestros cálculos, para convertirse en Metatrón y presidir el juicio a los Nefilim. Los Nefilim descendieron según se informa durante los días de Jared; y puesto que él nació en 460 DA, los problemas causados por ellos fueron entre el 460 y 987 DA.

En el tiempo de Noé el segundo grupo descendió y otra vez causaron muchos problemas a la humanidad. Mientras que no hay evidencia que Matusalén, como Sacerdote rey, no fue confiado por los dioses, porque la cantidad mínima de publicidad que recibe en todos los documentos antiguos indican que no era muy popular. Ninguno de los dos fue Lamec, para en el Libro Eslavonico de Enoc, Matusalén le pasó el manto o la capa del sacerdocio a Nir, de tal modo saltando a la generación de Lamec; y lo que es más significativo, saltando sobre Noé, su hijo más viejo.

De este Lamec, en Génesis 5 dice:

«Lamec a los ciento ochenta y dos (182) años de su vida engendró a un hijo, al cual llamó Noé diciendo: Este ha de ser nuestro consuelo en medio de los trabajos y fatigas de nuestras manos en esta tierra que maldijo el Señor. Y vivió Lamec después del nacimiento de Noé quinientos noventa y cinco (595) años y engendró hijos e hijas. Y toda la vida de Lamec fue de setecientos setenta y siente (777) años y murió.»

Las Escrituras parecen ambivalentes cuando se refieren a Lamec, tornándose entre el perverso ejecutor de la muerte de Caín y el elogiable de Set. Lo que no se percibe a menudo es que mientras que los patriarcas tenían increíbles esperanzas de vida, ellos se enlazaron de tal forma y hasta tal punto que, según la cronología del Génesis, el total tiempo transcurrido agrega no más de 1,656 años.

De hecho, si esta cronología se utiliza, a la hora del nacimiento de Lamec en el año 874 DA, todos los patriarcas seguían estando vivos, Adán y Caín siendo los primeros en morir en el año 930 y 931 DA. respectivamente.

Por lo tanto, los acontecimientos de los días de Jared, cuando los primeros Nefilim descendieron, a través de las generaciones de Enoc, Matusalén, Lamec, y Noé, hasta el diluvio, no eran probablemente más de 700 u 800 años. Las muertes de Lamec y Matusalén coinciden con el inicio del diluvio, conduciendo a uno a creer que ambos murieron en esa catástrofe.

MATUSALEN Y EL SACERDOTE REY, NIR Y MELQUISEDEC

Aunque fue el que más vivó de todos los patriarcas, 969 años, poco se sabe de Matusalén. El es mencionado en Pseudo Eupolemus, una fuente fragmentaria del primer siglo AC; atribuida al escritor griego Eupolemus, que se cree haber dibujado su conocimiento de los trabajos de Berossus y Polyhistor.

Según Eupolemus, Matusalén obtuvo el conocimiento «de los ángulos y él lo pasó a la humanidad». Esto puede referirse al conocimiento que fue pasado por Enoc a su familia en su primer retorno a la tierra. Como Enoc, Matusalén debe haber conmutado libremente entre la tierra y la nave espacial.

En una historia de los Pergaminos del Mar Muerto, Lamec estaba preocupado sobre el aspecto extraño de su nuevo hijo Noé y pidió a su padre Matusalén viera a Enoc para que le de una explicación. Al parecer Matusalén no tenía ningún problema en localizar a Enoc que en aquella época estaba en el vehículo espacial.

Matusalén también fue advertido de la llegada de la catástrofe. El Libro Eslavonico de Enoc revela que 200 años antes del acontecimiento, le dijeron que la «destrucción de la tierra está dibujada cerca». En el mismo tiempo, le dijeron para convocar a Nir, el segundo hijo de Lamec, y también darle instrucciones previas sobre la llegada del desastre, «entonces preservaré al hijo de tu hijo Lamec, su primer hijo Noé».

Mientras que el nieto de Matusalén, Noé es bien conocido en las Escrituras como el héroe del diluvio, hay muy pocas referencias de su segundo nieto Nir, el hijo de Lamec, ni hay mucha información del hijo de Nir, Melquisedec.

Ambos son considerados Sacerdotes Reyes en la tradición de los patriarcas. Cuando Enoc regreso del vehículo espacial después de instruir a su hijo Matusalén, la capa del sacerdocio le fue trasferida. Entonces la tierra se hundió en la oscuridad.

Matusalén y sus hermanos, con los hijos de Enoc construyeron un altar y sacrificaron ovejas y bueyes para ofrecer a los dioses. Parecía trabajar; por lo menos había un plazo de diez años antes de que el mundo sea perturbado otra vez.

Momentos antes de morir, la deidad ordenó a Matusalén transferir el sacerdocio a Nir. Por alguna cierta razón, la generación de Lamec fue pasada por alto. Matusalén debía también dar instrucciones a Nir que venía la destrucción del mundo por terremotos y maremotos: «los grandes almacenes de aguas del cielo vendrán sobre la tierra». Probablemente, esto se refiere al colapso de las nubes cerca de la tierra.

Es en este tiempo que Sopanim, la esposa de Nir, que hasta entonces había sido estéril, concibió repentinamente a un niño. Ella demandó que Nir ni ningún otro hombre había dormido con ella, sugiriendo que el padre era probablemente un Nefilim. Nir no estaba convencido de su inocencia y la expulsó la de su lado. Más adelante, como ella estaba a punto de dar a luz, él la visitó; ella murió repentinamente a sus pies. La envolvieron en ropas de entierro y la colocaron en la cama mientras preparaban su entierro. Regresaron a casa y se encontraron con la sorpresa de sus vidas.

Sopanim había engendrado a un niño, y como el Libro Eslavonico de Enoc indica:

«Y un niño nació cuando Sopanim había muerto. Y él se sentó en la cama por el lado de ella. Y Noé y Nir entraron para enterrar a Sopanim y vieron al niño sentado junto a la fallecida Sopanim y limpiaron y envolvieron sus ropas, y Noé y Nir estaban aterrados por un enorme miedo porque el niño estaba completamente desarrollado como un niño de 3 años de edad y habló y bendijo al Señor. Y Noé y Nir miraron y contemplaron la insignia del sacerdocio que estaba en su pecho. Era gloriosa en apariencia.»

Noé y Nir vistieron al niño con ropas de sacerdocio y le dieron el nombre de Melquisedec. Noé sugirió a Nir que la presencia del niño sea mantenida en secreto de la gente, porque ellos no lo entenderían y le darían muerte. Esta «Insignia del sacerdocio» que nació en su pecho y que lo hizo tan único que inmediatamente lo reconocieron como parte divina no era ninguna otra que la «Marca de los Nefilim«, probablemente un parche de piel brillante y escamosa.

Este signo de divinidad, un parche de piel escamosa, también se menciona en las obras clásicas hindúes. En el Mahabharata, uno de los semi-dioses, Karna nació del dios Sol Surya (su equivalente Nibiruano hasta ahora no identificado) y de la madre Tierra. Como tal, nació «cubierto con un abrigo de armadura, como ser divino». Karna hizo un pacto con los dioses para abandonar su divinidad para obtener sofisticadas armas. Después de aceptar las armas celestiales, Karna comienza el final de su negocio.

Él comienza a cortar la «armadura» de su cuerpo con filosas y agudas herramientas.

«Los dioses, los mortales, viendo a Karna cortarse las partes de su propio cuerpo, rugieron con la aprobación, porque no había señal de dolor visible en su rostro, no dejaron cicatriz alguna en su cuerpo.»

Tal como el Dios hindú del sol era el padre de Karna, igual pudo haber sido verdad con Melquisedec. Melquisedec, también llamado Adonisedec (Josué 10), significa «Mi Señor es Sedec». Sedec era el nombre hebreo para el Dios sol romano Júpiter (Enlil/Zeus/Osiris). Noé probablemente también llevó la «Marca de los Nefilim» como veremos.

Más tarde Nir fue informado que pronto una gran catástrofe envolvería la tierra y destruiría la humanidad, pero su hijo Melquisedec no perecería. Un mensajero apareció más adelante para llevarse a Melquisedec, porque él dijo: «Cuando la gente encuentre al niño, ellos lo agarrarán y matarán». Melquisedec fue llevado a lo alto de su nuevo hogar, la nave espacial en la órbita de la tierra.

EL SACERDOCIO DE MELQUISEDEC

La tradición del sacerdocio de Melquisedec es enteramente traída del Antiguo Testamento, y en cambio es concedido a Aarón, hermano de Moisés, para ser substituido más adelante por la tribu de Levi o Levitas. El sacerdocio de Melquisedec fue mantenido vivo, sin embargo, por los Mormones que dieron a esta tradición la precedencia sobre todos los otros sacerdotes en las Escrituras.

El sacerdocio más alto de la iglesia mormónica, o más correctamente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos del Últimos Días, es llamado el sacerdocio de Melquisedec. Aarón y Levi son de menos importancia, porque sacerdocios menores son llamados los Sacerdocios Aarónicos del cual el sacerdocio de Levítico es solamente una subdivisión.

El Libro de los Mormones remonta los orígenes del sacerdocio de Melquisedec de nuevo a los días de Abraham, a la persona de ese nombre que era un alto sacerdote y rey de Salem (después seria Jerusalén) a quién Abraham pagó homenaje y un diezmo del diez por ciento.

LA EXTRAÑA APARIENCIA DE NOÉ

El Génesis afirma que «Noé encontró favor en el Señor. . . Noé era un hombre justo; él estaba sin culpas en esa era. Noé caminó con Dios». El único otro patriarca que «Caminó con Dios» fue Enoc quien fue deificado el resto de su vida.

Aunque Noé no fue deificado ni se hizo divino en la literatura religiosa, su contraparte sumeria Utnapishtim fue hecho inmortal y enviado a vivir con los dioses. Por alguna razón los sacerdotes hebreos decidieron no inmortalizar a Noé.

Como su sobrino Melquisedec, Noé era físicamente diferente. En el Libro Perdido de Lamec, del cual se han recuperado restos en los Pergaminos del Mar Muerto, Noé era tan físicamente diferente cuando él nació que Lamec apeló a su padre Matusalén, quien pidió a Enoc, si Noé había sido o no concebido por un Nefilim.

A Matusalén le fue dicho que Noé no era de uno de los seres divinos sino era de su propio hijo Lamec. ¿Cuál entonces es esta diferencia física que disturbó tanto a Lamec? ¿Fue ésta la diferencia que causó tal consternación a Noé y a sus hijos después del diluvio?

Génesis 9 cuenta mucho de los incidentes después del diluvio cuando Noé, ebrio por demasiado vino, colapsó en su tienda. Cam entró y vio a su padre desnudo y dijo a sus dos hermanos, que regresen nuevamente a la tienda con un paño y cubrieron al desnudo Noé. Enterándose que su hijo Cam lo había visto desnudo, Noé perdió todo el sentido de la razón y puso una maldición en Cam y su hijo Canaán.

Uno se pregunta sobre esta reacción irracional. ¿Acaso fue porque Noé deseó ocultar los vestigios de su pasado reptil? La sensibilidad de Noé al ser visto desnudo puede solo significar que nació con la «Marca de los Nefilim«.

Justo como su sobrino Melquisedec, pudo haber sido una gran insignia de su piel escamosa en su pecho.

Las relaciones entre los seres humanos y los Nefilim y sus descendientes fueron severamente tensas antes del diluvio, eso abrió la guerra, y cualquier vestigio de ascendencia reptil en el hombre era considerado una «Insignia de la vergüenza». Melquisedec fue mezclado entre la gente por la deidad para prevenir que lo mataran.

LOS PROTOSUMERIOS ANTIGUOS ASTRONAUTAS

Tal y como indicabamos en el último post. Vamos a analizar y ver los orígenes del pueblo de Israel. Nos vamos a remontar desde muy atrás. Para conectar con el Dios del Antiguo Testamento.

LLEGADA DE LOS PROTO SUMERIOS:
LOS ANTIGUOS ASTRONAUTAS
«Los reptiles verdaderamente descendieron. La tierra está resplandeciente como jardín bien regado. En aquella época Enki y Eridu no aparecían. La luz del día no brillaba, la luz de la luna no emergía».
Fragmento extraído de la más vieja tablilla sumeria.

LA Lista de los Reyes SUMERIO

Uno de los más notables y valiosos documentos históricos es el llamado «King List» o «La Lista de los Reyes» que registra los nombres de los reyes de Sumeria y la duración de sus reinados, el cual estaba desde el principio de la historia. En una época, en un pasado distante cuando la «realeza descendió del cielo» fundó cinco ciudades en el llano de Mesopotamia.

Registra una interrupción cuando «la inundación cubrió la tierra,» un acontecimiento que conocemos como el Diluvio o La gran inundación. La Lista de los Reyes resume como la «realeza descendió» una vez más. Describe a los reyes y la caída de sus reinados, la división de la dinastía Isin que comenzó a gobernar aproximadamente en 1,950 AC.

La Lista de los Reyes atribuye reinados de longitudes legendarias e increíbles a muchos de los primeros reyes antediluvianos. En este sentido, afirma la enorme vida los patriarcas del viejo testamento. Mientras vidas y reinados tan largos no pueden ser explicados, existe una consistencia entre las fuentes seculares y religiosas que indican que tenían su propia lógica que aun es apreciada por eruditos actuales. La Lista de los Reyes ha recibido diversas revisiones entre eruditos, desde entonces los registros del Tercer y Cuarto milenios AC. han sido corroborados separadamente por evidencia arqueológica, y ha sido aceptada por muchos como un valioso documento histórico.

En su trabajo «Los Sumerios» el profesor Samuel Noah Kramer, decano de estudios sumerios, endosa su valor como herramienta de investigación. Él ha sugerido que La Lista de los Reyes «utilizada con discriminación y la comprensión, nos provee de una estructura histórica de inestimable valor»


MESOPOTAMIA, LA CUNA DE LA CIVILIZACIÓN

Nuestra historia no comienza con la creación del mundo. Comienza con la llegada de la vida inteligente a la tierra, la gente que históricamente conocemos como Proto Sumerios. No se sabe exactamente cuando vinieron estos antepasados aquí o porqué. Se supone que llegaron aquí antes de la catástrofe mundial llamada el diluvio. Fue mucho antes de la llegada del hombre moderno u homo sapiens.

Está generalmente aceptado que estos Proto Sumerios fueron el origen de nuestra civilización occidental, y en que sus principios estaban en el área llamada Mesopotamia, literalmente «la tierra entre dos ríos». La llegada de estos «dioses» se describe en los registros que sus descendientes dejaron atrás: los sumerios, acadios, y las tablillas babilónicas cuneiformes.

La tierra conocida como Mesopotamia y la cuna de la civilización, se extiende en su mayor parte sobre los ríos Tigris y Eufrates. Originario de las montañas de Armenia en el norte, los dos ríos se mueven gradualmente bajo un llano ancho y herboso en el golfo pérsico. En tiempos remotos ésta área era un pantano y laguna artificial, en gran medida como lo es hoy.

La introducción de un inmenso sistema de canales para irrigar y drenar la planicie dio lugar a una densa población y al establecimiento de una gran cultura. La parte más baja de Mesopotamia se convirtió en un jardín muy fértil que los Sumerianos se referían como E-DIN, o «la morada de los justos» fue el sitio y dio el nombre al jardín bíblico conocido como Edén.


Mientras que la parte meridional de Mesopotamia vino a ser llamada Sumeria, la parte más lejana de la planicie cercana a la convergencia de los dos ríos más adelante fue llamada Akkad. La ciudad Acadia llamada BAB-ILU llegó a ser prominente y dio nombre a la región de Babilonia.

Luego del diluvio, las ciudades sumerias fueron reconstruidas y volvieron a establecerse en el llano aluvial de Mesopotamia. Puesto que la más antigua de éstas ciudades data aproximadamente del 3,500 AC; y fueron construidas en suelo virgen, está claro que no fueron construidas sobre las ruinas de antiguas ciudades. Esto es debido al hecho que las aguas del golfo pérsico crecen unos 150 pies (14 metros aprox.) desde el diluvio, inundando las ciudades antiguas. Esto será discutido más adelante.

Qué razón o propósito trajeron a este planeta a estos seres extraterrestres o Anunnakis, como se llaman ellos mismos, no sabemos. Pero de sus leyendas y mitos podemos deducir que tuvieron probablemente propósitos comerciales. De acuerdo a La Lista de los Reyes vinieron aquí hace 240,000 años. (Esto contradice las teorias de Sitchin que los situa hace más de 400.000)

Este documento describe las actividades de los Anunnakis antediluvianos como la «realeza descendida del cielo» que primero fue establecida en Eridu, el Erech de la Biblia. Aquí dos reyes gobernaron durante 64,800 años.

Eridu fue abandonada mientras que la capital y la realeza se desplazaron hacia Badtibira donde tres reyes reinaron por 108,000 años. Entonces la realeza se desplazó nuevamente a Larak en donde a un rey gobernó por 28,800 años. Una cuarta ciudad de ellos se convirtió en la capital, Sippar donde un rey, Enmeduranna, gobernó por 21,000 años. Este Enmeduranna es importante para nuestra historia, porque, como veremos, él fue el Enoc del Antiguo Testamento.


La realeza fue entonces transferida a Shuruppak donde un rey gobernó por 18,600 años. De este modo como lo resumen las tablillas, ocho reyes gobernaron sobre cinco ciudades por un total de 241,200 años. La Lista de los Reyes indica en pocas palabras, la inundación que barrió sobre la tierra, puso fin a todo comercio y a otras actividades. (Nada se menciona sobre ciudades en Sudamerica)

Estos enormes números han sido todo un rompecabezas para los eruditos. Son constantes a lo largo de La Lista de los Reyes y por lo tanto no son erróneos. Mientras que una explicación racional hasta el momento ha escapado a los historiadores, la mayoría de los investigadores dan la sensación de tener alguna respuesta lógica a estos números fantásticos, puesto que al otro lado se puede encontrar enormes vidas de los patriarcas antediluvianos.

Es enteramente posible que éstos no sean años terrestres como lo sabemos. Un año divino o «año de An» es mencionado a menudo en las tablillas cuneiformes y, aunque no está entendido completamente, probablemente no sean equivalentes a nuestro año normal terrestre. Una reflexión de esto se encuentra en el Antiguo Testamento (salmos 90:4) donde un día divino se dice ser el equivalente a mil años.

[Comentario: Esta misma declaración o algo similar está también en el Corán. RS]

También no era raro que los ancestros calculen el tiempo por otros que no sean años normales de la tierra, como por ejemplo, en el «Libro del Jubileo» donde un año del jubileo equivale a 50 años regulares, es decir, siete semanas anuales (una semana anual equivale a siete años) y un año era agregado para el pago de las culpas, cuando todas las actividades estaban suspendidas.

Además, existen indicios que los años en La Lista de los Reyes tienen una lógica fundamental que se encuentra en su sistema de enumeración. Su sistema numérico era sexagesimal pero no era así estrictamente, porque también hicieron uso del factor 10 al igual que 6. De esta manera la secuencia 1, 10, 60, 360, 3,600 toma un significado especial en su mitología. El número 60 contiene una significación especial para los sumerios, porque en su sistema de la escala numérica el número más alto era asignado a su principal dios An.

Si la duración de los diversos períodos de La realeza es representada gráficamente, llega a ser obvio que este sistema sexagesimal debe ser la base de los números fabulosos de La Lista de los Reyes. Llamado un «shar» por los sumerios, el número 3,600 parece tener un significado especial en esta lista. Pueden ser vistos, con ligeros ajustes, los años del reinado de los reyes sumerios son divisibles por este número que indica que el término para el reinado de un rey sumerio antediluviano fue presuntamente un shar y era renovable cada 3,600 años.

[Comentario: Éste es el período de la órbita del planeta Nibiru. RS]

EL GOBIERNO DE LOS DIOSES DEL PANTEON SUMERIO

Los sumerios y acadios no llamaron a sus visitantes extraterrestres «dioses.» Es en posteriores culturas que la noción de seres divinos se filtró en nuestro lenguaje y pensamiento. Los llamaron «Ilu» o «los elevados», desde que los semitas «Ili» y «El» de los hebreos evolucionaron.

[Comentario: El nombre del príncipe Utu, en el lenguaje de los mayas interesantemente fue o es Xochipili. RS]

La palabra occidental «dios» a través de la idiosincrasia viene a significar «ser espiritual superior», remotamente removida por el hombre incapaz de defectos o de errores. Por otra parte, se considera al hombre un ser manchado e incompleto, agobiado con el «pecado original» y destinado a adorar y pagar tributo a un dios inalcanzable. Los dioses sumerios estaban lejos de lo espiritual. Eran seres físicos verdaderos capaces de cometer serios errores y juicios erróneos. Podrían ser llamados los «superhombres» si este término podría ser aplicado genéticamente a una raza sauriana.

Los dioses sumerios estimaron al hombre como una conveniencia y nada más. Suplió sus deseos, mantuvo sus ciudades, y suministró de forraje para sus diversas aventuras militares. Los dioses fueron crueles y amos poco compasivos. Consideraban a los humanos simplemente como niños revoltosos, sin más importancia que las mascotas, para ser gobernados despiadadamente y sin sentimientos. Estas acusaciones pueden parecer como hipérbole al lector, pero como veremos, en acontecimientos siguientes, efectivamente, éstos fueron los hechos.

[Comentario: Este concepto es bastante similar al argumento de los «Arcontes del Destino» de John Baines en su libro «El Hombre Estelar«. RS]

Aunque el término Anunnaki se utiliza genéricamente para aplicarse a todos los Proto Sumerios que vinieron a este planeta, significa literalmente «Los hijos An» su gran dios. En el período antediluviano, un grupo enorme de estos Anunnakis descendió de la nave madre para colonizar la tierra. Según el «Enuma Elish el mito babilónico de la creación, 300 de estos Anunnakis descendieron a la tierra mientras que otros 300 permanecían a bordo de la nave. Éstos eran llamados «Igigi» y probablemente fueron los técnicos de la nave.

LOS DIOSES MAYORES

AN, EL PADRE DE LOS ANUNNAKI

An o Anu en acadio, significada «El de los cielos» y su nombre siempre era escrito pictográficamente como una estrella. Era el gran progenitor y el dios mayor que estaba por encima de todos los otros dioses. Su morada y asiento de supremacía estaba en los cielos, alrededor de la nave espacial o URU-SAG-AN-NA, literalmente «la ciudad mayor de los cielos».


[Comentario: Anu en Griego/Romano era Cronos/Saturno, el hijo de Alalu o Urano/Caelo. Sitchin escribe acerca de cómo Anu y Antu llevaron a cabo un golpe de estado y destronaron a Alalu y Lilitu. La mitología griega agrega una curiosa anotación a esta misma historia indicando que Urano antes de usurpar el trono de Saturno, primero castró físicamente a su padre. Estos saurianos son de hecho criaturas despiadadas Y debería ser notado que aunque el planeta Nibiru primero llegó en nuestro sistema solar hace aproximadamente 500.000 años terrestres, La Lista de los Reyes sumerio no comienza hace aproximadamente 240,000 años. RS]

Así, los años que intervienen antes de la ascensión de Anu y del comienzo de La Lista de los Reyes se pueden deducir para igualar el reinado de Alalu.

An descendió a la tierra solo en ocasiones especiales, en épocas de crisis, o por razones ceremoniales. Cuando estaba en la tierra permanecía en su templo, el E-ANNA o «La casa de An» encima del zigurat en Uruk, su ciudad sagrada. La palabra zigurat proviene del babilonio «zaquru» y significa «estar alto o elevado.» Significa la cima de la montaña o puesto sobre una torre, y tal; provista de una plataforma artificial en las llanuras Mesopotamia.

Anu tenía tres niños, dos hijos Enlil y Enki y una hija Ninkhursag. La división de la autoridad entre sus dos hijos causó muchas desavenencias, y el dios mayor pasó mucho de su tiempo resolviendo sus problemas entre ellos así como con sus nietos.

[Comentario: Se refiere a «El nacimiento de la Venganza de señor Hellespontiacus» en el cuál se menciona que Anu tuvo que resolver el conflicto entre la princesa Inanna y de la reina Ereshkigal sobre la «propiedad» del niño secuestrado, Dumuzi que en ocasiones se convertía en el amante público de la princesa Inanna. RS]

ENLIL, EL JEFE DE LA EXPEDICIÓN A LA TIERRA

Aunque él era el hijo más joven de An, Enlil se convirtió en el más poderoso dios del Panteón Sumerio, cercano a An. Literalmente «El señor de las órdenes». Enlil fue el gobernador de la expedición de los Anunnakis a la tierra. Tuvo muchos apelativos que describían su autoridad, Señor del cielo y tierra, Señor de todas las tierras, Dador de monarquías, Príncipe del cielo, y Jefe de la tierra.

Enlil era realmente el arquetipo de dios para las tierras occidentales de Palestina y Siria, el «El« de los semitas y particularmente el «Elohim« de la Biblia. Enlil se cercioró de que los decretos del consejo de dioses fueran realizados en contra de la humanidad. Lo representan a menudo con arcos y flechas, símbolos de las poderosas armas que tuvo a su disposición para hacer cumplir su autoridad.

Enlil detestaba a la humanidad y solamente toleraba a los humanos por ser necesarios para el bienestar de los dioses. Fue Enlil, según la historia sumeriana del diluvio, quien trajo a la destrucción de la humanidad porque el ruido de los bulliciosos humanos interfería con su descanso.

El templo dedicado a él en Nippur fue llamado DUR-AN-KI o el «enlace del cielo y la tierra,» desde donde dirigió las actividades de la humanidad. Esta estructura se describe en parte en las tablillas cuneiformes como cierto tipo de centro de control o de comunicación. De su templo encima del Ekur en Nippur, fue dicho que él tenía «ojos que podían explorar la tierra.» El equipo utilizó sonidos parecidos al de alguna clase de radar o dispositivo de exploración, las tablillas declaraban que «él levantó los cimientos que buscaban el corazón de todas las tierras.»

El gobierno de Enlil fue en tiempos turbulentos. Cierto día, vio a una diosa desnuda bañándose en un arroyo, él se enamoró de ella y descendió para seducirla. El Panteón se horrorizó desde el escape de Enlil puesto que al parecer incumplió uno de sus principales pactos. Aunque era el dios mayor, fue exiliado de la nave espacial y despojado de sus poderes. Solo después de haberse casado y haberla convertido en su principal esposa, el panteón se retractó y dejó a Enlil retomar el poder.

Enlil la llamó Ninlil y le dio un estatus equivalente al suyo. El resultado de este episodio, fue un hijo llamado Nannar que se convirtió en su favorito. A Nannar le fue dado un rango en el panteón a él y a Enki, honores y tierras en proporción a su posición.

[Comentario: En la mitología griega, Enlil es el equivalente de Zeus, según Sitchin, que también comparó al príncipe Nannar con el Hermes griego y el Thoth egipcio. Porque los padres de Hermes eran Zeus y Maia, sigue lógicamente que Ninlil es el equivalente de Maia. RS]

ENKI, EL JEFE MILITAR DE OPERACIONES

Aunque fue el primero en nacer, a Enki le fue dado un rango menor que a su hermano Enlil. Nació de An, pero fue de otra esposa que también fue su media hermana. Bajo las leyes de la herencia sumeria, Enlil heredó el trono. El resentimiento persistente sobre su desheredación y la cada vez mayor competencia sobre quien controlaría las actividades en la tierra fue la que hizo que Enki entrara en conflicto directo con su hermano.

EN-KI o «señor de la tierra» llamado también EA o «el que cuya casa está sobre el agua,» una referencia tácita de su lugar de agua o Abzu desde donde realizó operaciones cuando llegó a la tierra. Enki tenía todo para la expedición: ingenieros, científicos, jefe de minas, y el más importantemente, el creador de la humanidad.

Como ingeniero principal, supervisó la transformación de los pantanos de Mesopotamia en verdaderos paraísos Planeó y supervisó la construcción de un sistema del canales, los diques de los ríos, y el drenaje de los pantanos. En un poema auto elogioso se jacta de transformar los pantanos en refugio de aves y peces, dirigió la invención y el uso del arado y del yugo, la utilización de animales en la agricultura y la traída de las artes de la construcción a la tierra con el propósito de elevar las ciudades.

Enki tuvo muchos adjetivos. El era el dios de la sabiduría, de la explotación minera, señor de los afluentes de agua, señor del mar y de la construcción naval. Lo retratan a menudo con una corriente y un pez que fluyen por sus hombros, símbolos de su capacidad para proporcionar aguas navegables y asegurar el agua potable en las ciudades de Mesopotamia.

Su hogar era E-RI-DU, que quiere decir, «hogar construido lejanamente»; una referencia velada al hecho de que esto era una colonia. Eridu fue la primera ciudad en la tierra construida por los extraterrestres y estaba situado al límite de la planicie regada por EDIN.

Enki amaba navegar y cruzar estas aguas en su barco al que llamó «El íbice» o «La cabra de los alpes» después de que las cabras ágiles habitaran las montañas circundantes, de esta manera, el íbice y la cabra con cola de pescado se convirtieron en símbolos del dios Enki y aparecen a menudo en los sellos y los monumentos sumerios.

Como el dios de las minas, Enki se muestra a menudo con un minero humano que sostiene una barra de metal en un extremo. El metal fue moldeado, en forma de cilindro con un agujero en el centro, llevando en un extremo un mango.

También se mostró ocasionalmente con sus dos hijos Gibil y Nergal que estaban a cargo de actividades en las minas. Pero lo más importante de todo es que Enki es recordado como el dios que creo al hombre y que vino en su defensa contra los caprichos de Enlil. Como creador del hombre, a menudo es mostrado con «el árbol o el arbusto de la vida.»

La serpiente también fue símbolo de Enki, probablemente por su habilidad de cambiar su piel y por lo tanto adquiere algún tipo de inmortalidad. El retrato de la serpiente era un método usado por antiguos artesanos para representar a sus antepasados reptiles. Es también la representación de la serpiente envuelta alrededor del árbol de la vida, «el caduceo» (vara con dos serpientes y dos alas: símbolo de la medicina) de los Griegos más adelante los cautivó.

[Comentario: Este mismo símbolo es utilizado por los médicos incluso hasta hoy. RS]

El caprichoso Enlil es recordado como el dios que trajo el diluvio, Enki es reconocido como salvador de la humanidad por su advertencia oportuna a Noé que venía el desastre. Enki desautorizó la creación del hombre moderno u homo sapiens que más adelante lo enemistó con Enlil.

El antagonismo entre los dos entró en erupción otra vez después del diluvio que mantuvo a sus niños en el Medio Oriente, en un estado de confusión por miles de años.

NINKHURSAG, LA JEFA MÉDICO MILITAR


NIN-KHUR-SAG o «Señora de la cima de la montaña» eran cuatro los dioses mayores. Ella era media hermana de Enki y Enlil. En días anteriores Ninkhursag tenía un rango más alto que Enki y precedió su nombre cuando aparecieron juntos. Luego le redujeron su estatus y prácticamente desapareció del Panteón como influencia importante o eficaz.

[Comentario: Del trabajo de Sitchin sabemos que Ninkhursag es el equivalente a la Diosa egipcia Isis, que a su vez sabemos es la diosa Hera de la mitología griega llamada luego Juno por los romanos. RS]

Quizás fue eclipsada por la estrella de Inanna o Ishtar que hizo que se involucrara en todos los asuntos sumerios y occidentales. En las tierras occidentales tales como Palestina, Siria, y Líbano, Ishtar aparece de diversas formas. Como la diosa de la madre que desplazó a Ninkhursag. Su papel fue la de diosa del amor o del sexo. También fue conocida por su papel militar como diosa guerrera.

Ninkhursag también es conocida por muchos otros nombres tales como NIN-TI (señora que da la vida), NIN-MAH (la noble señora), MAM-MU (la diosa creadora), nombre de donde proviene nuestra palabra mama.

[Comentario: En las tierras Mayas, la conocían como «Pachamama«. RS]

A Ninkhursag le fue otorgada la ciudad antediluviana de Shuruppak en donde ella gobernó como jefa médico militar y enfermera principal de los miembros de la expedición. Su símbolo sagrado era el cordón umbilical y el cuchillo usado para cercenarlo

Enki y Ninkhursag dirigieron los experimentos biológicos en los laboratorios en su zigurat en Shuruppak y en los cuarteles flotantes de Enki, quien condujo la creación del primer hombre primitivo llamado «lulu Esto era una forma híbrida entre mamífero y reptil. Esto fue hecho a petición directa de Enlil que deseaba una criatura capaz de asumir el control de la carga del trabajo pesado, que era realizada por los niños de An.

Los procesos y fórmulas siguientes fueron proporcionados por Enki, Ninkhursag produjo un obrero, pero con una falla importante, no podía reproducirse por si mismo. Pero fueron un paso más adelante, y modificaron a este ser primitivo dándole predominantes características mamíferas. Enki y Ninkhursag sobrepasaron su encargo.

En el cruce de «lulu» con el hombre primitivo de la era salvaje, Hombre Neandertal, lograron un nuevo tipo de trabajador, el hombre moderno u Homo sapiens, mejor conocido como Hombre de Cro-Magnon. Es decir, a nosotros.

Fue esta actividad la que trajo abajo la cólera de Enlil. Desaparecieron las tendencias saurianas, y él lo vio como amenaza directa a la supervivencia de la raza del reptil.

El RANGO NUMÉRICO DE LOS DIOSES

Existe una muy explícita «Ley del más fuerte» entre los dioses astronautas del panteón sumerio. Ellos asignaron rangos numéricos basados en un sistema de 60. Este número representó de especial, casi mística, importancia para los Sumerios.

Dieron a cada dios importante un «nombre numérico» que representó a su rango en la jerarquía. De esta manera, los números fueron utilizados como clase de criptografía. Los rangos numéricos de las deidades sumerias fueron asignados en forma descendente en orden de importancia:

  • Anu 60,      Antu 55
  • Enlil 50,     Ninlil 45
  • Enki 40,     Ninki 35
  • Nannar 30, Ningal 25
  • Utu 20,      Inanna 15
  • Ishkur 10   Ninkhursag 5

Los números que terminaban en 5 fueron asignados al lado femenino. Según la tradición sumeria, solamente los varones podrían comandar, una política que causó mucha angustia en los asuntos de el Oriente Medio, porque Inanna había rechazado aceptar su estatus y armó intrigas y confabuló casi continuamente ganar poder político.

El número 50 no solamente representaba el rango de Enlil, sino también su posición como jefe de todas las actividades en la tierra. Después del diluvio, cuando los dioses más jóvenes desafiaron la autoridad de los dioses más viejos por el liderazgo, Ninurta el ayudante militar de Enlil asumió el título de «cincuenta» y por esta razón reclamó el manto de líder con lo cual, aparentemente había anulado a Enlil.

Además de Ninurta, había otro reclamando el liderazgo. Marduk, el hijo más viejo de Enki, estaba sin grado en el panteón; él también asumió el título de «cincuenta» mientras se proclamaba jefe de Babilonia.

Con el ocaso de los dioses mayores después del diluvio, hubo una disputa por el poder entre los dioses más jóvenes: Nannar, Utu, e Ishkur con Inanna (aparentemente siempre involucrada). Trajo mucho desorden a las naciones de Oriente Medio. Esto se manifestó en la guerra constante entre las ciudades de Mesopotamia que se convirtieron en peones de la lucha los dioses competentes.

LA SEGUNDA FILA DEL PANTEON:

EL GOBIERNO DE LOS DIOSES MÁS JÓVENES

Sola a los hijos, hijas, esposas y nietos de Enlil, se les otorgó un rango numérico en el panteón. Los hijos de Enki no participaron, quizás porque ellos estaban asignados a otras áreas y actividades geográficas lejos de Mesopotamia, después del diluvio, seguramente fue una precaución por parte de Enlil para prevenir conflicto entre los primos, pero probablemente también para conservar el control de Mesopotamia para su familia.

Los dioses sumerios siempre estaban representados gráficamente con coronas con cuernos. En días más últimos, los dioses mayores eran representados por una corona con cuernos y sentados en un altar.

Cuando los nombres de los dioses fueron escritos en las tablillas cuneiformes siempre estaban precedidos por el símbolo pictográfico de una estrella o «Dingir.» El término «Dingir» era una combinación de DIN que significa «el justo» y GIR, palabra para pájaro u objeto volador. En otras palabras, el símbolo «Dingir» significó que el nombre que siguió era el de un dios que fue separado de la común humanidad por su habilidad para desplazarse en sus carruajes celestiales o naves espaciales.

Cada dios tenía su animal y símbolo sagrado; esto se pueden ver claramente en las piedras limítrofes usadas por las dinastías babilónicas del segundo milenio A.C.

NANNAR, EL LEGITIMO GOBERNANTE DE MESOPOTAMIA


Nació de la violación de Ninlil, NAN-NAR (El radiante) era el hijo preferido de Enlil. Después del diluvio le fue asignado todas las tierras de Mesopotamia, Siria y Palestina. Su ciudad sagrada fue Ur o la «ciudad capital» y su símbolo sagrado era la medialuna. Este símbolo dominó los tiempos post diluvianos que más adelante fue adoptado por el Islam, así como la cruz de Shamash fue adoptada por los cristianos. (seguimos sin mencionar America del Sur).

Su nombre semita SIN (la región de Sinaí fue llamada así después de él) no es en realidad un nombre Semita sino una palabra prestada del sumerio SU-EN o ZU-EN que significa «el sabio señor.» Puesto que los nombres sumerios se pueden leer de izquierda a derecha, así como al revés, Zuen puede ser EN-ZU o «El señor Zu» quién robó las tablillas del destino de Enlil y fue recuperada por Ninurta con la ayuda de Ishkur y las armas proporcionadas por Enki.

Esto es sugerido fuertemente por la notable ausencia de Nannar/Sin del «mito de Zu» discutido más abajo. También explica la caída del pecado a favor de ciertas épocas en la historia de Mesopotamia y el desafío de Ninurta para llegar al rango de «cincuenta».

UTU, JEFE DEL COMPLEJO ESPACIAL


Utu o «El resplandeciente» era nieto de Enlil y fue gemelo con Inanna nacidos de Nannar. La ciudad de Utu en épocas antediluvianas era una plataforma espacial en Sippar, desde donde los cargueros repletos con metales iban y venían desde la órbita de sus nave espacial.

Después del diluvio, Sippar seguía siendo su ciudad sagrada, aunque movió sus actividades al oeste de las tierras del Líbano, en donde Baalbek se convirtió en la nueva plataforma espacial. En tierras occidentales fue conocido por el nombre Semita de Shamash lo conocía. En el antiguo testamento la ciudad de Baalbek fue llamada Beth-Shamash en, o en otras palabras la «Casa de Shamash».

El símbolo del Shamash era la estrella de cuatro puntas contra un disco con rayos. Más adelante, el disco solar con alas llegó a ser asociado con el de Shamash.

Posteriormente llegó a ser conocido como el dios de la justicia en el panteón babilónico, como lo demuestran las tablillas, alrededor del año 900 AC; encontradas en Sippar. Shamash fue adorado como El Dios del Sol que diariamente atravesaba los cielos y «de quién no hay secretos ocultos», probablemente porque su nave espacial examinaba todo lo que se dirigía abajo. En éstas tablillas, dos dioses cornudos sujetan en el cielo las cuerdas divinas las cuales conectan con el altar de Shamash. Las cuerdas representan su conexión o plataforma de lanzamiento entre el cielo y la tierra. Como el sujetador divino, dijo que atravesó los cielos y «midió los límites de la tierra.»

[Comentario: Utu/Shamash fue conocido en la mitología griega como el Dios Sol Apolo, más tarde llamado Helio por los romanos. En Egipto lo conocían como el dios Harpócrates. RS]

Shamash a menudo fue representado con las, que representaban su rol como principal jefe astronauta de los Anunnakis. Un relieve asirio del palacio de Asshurnazipal II en Nimrod lo muestra en una rueda alada sobrevolando el simbólico árbol de la vida. Es flanqueada por dos nobles y dos astronautas alados, cada uno se relaciona con los símbolos de la inmortalidad, el pino cónico y la «situla» o balde de agua.


[Comentario: Drunvalo Melchizedek habla del hecho que los pinos cónicos forman la secuencia perfecta de Fibonacci. «He visto los pinos cónicos después de leerlos, y es verdad». De este modo, si la secuencia de Fibonacci se incorpora de hecho en la estructura matemática de la gran pirámide de Egipto, como Drunvalo sugiere, entonces este símbolo, del un pino cónico, menciona que Utu pudo haber sabido esto también, porque la gran pirámide y la esfinge fueron construidas, en primer lugar, para ser «faros de aterrizaje» por así decirlo, para el comandante espacial Utu.

También, es interesante que en el libro «El molino de la aldea» de Giorgio de Santillana y Hertha Von Dechend, en la secuencia con el argumento del planeta Nibiru en el apéndice 39, el «árbol simbólico» o «pukku» es detallado en gran medida. RS]

INANNA, DIOSA DEL AMOR Y JEFA PROBLEMATICA


IN-ANNA o «El Amor de Anu» era la gemela de Shamash y nieta de Anu. Puesto que Anu descendía a la Tierra solo de vez en cuando para visitar su ciudad sagrada de Uruk, Inanna lo convenció para dejarla gobernar en su ausencia. Más tarde se convirtió en la deidad patrona de Agade justo antes de su destrucción.

Inanna, mejor conocida por el nombre de semita de Ishtar, ella se representa como una poderosa diosa a través del período post diluviano, en las tierras occidentales así como en Mesopotamia. Su símbolo sagrado, la estrella de ocho puntas, es siempre predominante entre los símbolos de los dioses gobernantes.

En virtud a su género, Inanna o Ishtar no pudo gobernar legalmente, A pesar de todo, se las ingenió para incursionar en política de cualquier forma. Un poema describe que descendió al mundo inferior para intentar arrebatarle el poder a su hermana más vieja Ereshkigal.

[Comentario: Debido a todas las relaciones incestuosas entre los grados de estos diversos dioses y diosas, es a menudo difícil determinar quién era hermana o hermano de quien, o de quienes era exactamente nieto. Es mi opinión, por ejemplo, Inanna era la bisnieta, no simplemente la nieta de Anu. Estos problemas genealógicos serán analizados en detalle mucho mayor en un artículo futuro dedicado específicamente a los linajes reales. RS]

Otro mito relata cómo ella manejó con engaños a Enki para que le diera algunas de las tablillas del destino o MEs las cuales le dieron la autoridad y significó instalarse como gobernante de Uruk. En el famoso «Poema de Gilgamesh» el le ofrece favores al héroe del poema quien gentilmente rechaza su ofrecimiento, por esta razón se enfureció de tal modo hasta el punto que intentó destruir a Gilgamesh.

La imagen presentada por la literatura sumeria y babilónica es una mezcla única. La diosa del amor por un lado, y el guerrero militar por el otro. Ella no sólo interfería en los asuntos de Mesopotamia sino también dominaba al Panteón de las tierras occidentales de Palestina, Líbano, Siria, y Anatolia en donde la conocían bajo varios nombres tales como Ishtar, Ashtoreth, Astarte, Asherah, y Anat entre otros.

Inanna era el prototipo para las guerreras, La diosa del amor, en el área mediterránea, se convirtió más adelante el modelo para las dos diosas griegas, Palas Atenas y Afrodita.

[Comentario: Esto es ligeramente incorrecto. En la mitología Greco Romana Inanna era conocida como Afrodita/Venus; así como Hathor, en Egipto. Atenas era una diosa enteramente diferente, una diosa guerrera que dio su nombre a la ciudad de Atenas y su consorte el dios guerrero Greco Romano Hephaestus/Vulcano/Typhon. Estos dos guerreros eran conocidos en Egipto, respectivamente, como Sekhet y Ptah. Desde un punto de vista de la lingüística Nibiruana, podrían ser referidos como el Barón Ninurta y la Baronesa Bau. RS]

ISHKUR, SEÑOR DE ANATOLIA Y DIOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

El hijo más joven de Enlil, ISH-KUR o «El de la tierra de la montaña» Anatolia fue asignada como su dominio. Ishkur intentó algunas incursiones en la política de Mesopotamia, pero sobre todo limitó sus actividades a intentar extender su esfera de control e influencia sobre Palestina o Canaán.

[Comentario: No olvidar que Anatolia era la «tierra de las Amazonas y de los Lesbos», el legendario «origen de las diosas» quiénes se rebelaron contra el emperador y la emperatriz, provocando que Eva fuese creada por el principal médico militar y la genetista, la reina Ninkhursag/Isis. Para detalles adicionales, vea el material de Sitchin. RS]


Mejor conocido por su nombre semita Adad, era el dios del trueno y del relámpago. Es representado a menudo portando un relámpago bifurcado. Adad era el Yahvé (Jehová) del Antiguo Testamento que intentó utilizar Abraham al principio, y luego a Moisés, para extender su esfera de la influencias sobre las tierras de Canán..

[Comentario: Esto es completamente incorrecto. Enlil era el Yahvé/Jehová de la Biblia. Y este redactor toma el gran ensayo del último libro de Zecharia Sitchin «Encuentros Divinos» capítulo final, para desvincular el Yahvé de la tradición judía del Panteón de Nibiruano. RS]

LAS TABLAS NIBIRUANAS DEL DESTINO

El Control sobre las operaciones de las ciudades y las actividades de la humanidad fueron realizadas a través de un sistema de directivas y fórmulas llamadas MEs en sumerio. El significado exacto de la palabra se ha perdido en antigüedad, pero parecía denotar un conjunto de reglas o regulaciones asignadas a cada entidad y fenómeno para mantenerlo funcionando con éxito.

[Comentario: Estos MEs son discutidos por Sitchin en gran detalle en «La Guerra entre Dioses y Hombres» así como por los autores de El Molino de la Aldea, apéndice 39. RS]

A veces parecen ser objetos físicos que uno podría tomar y llevar. La posesión del ME le da al propietario control absoluto sobre ciertos aspectos de la vida o del comportamiento. Quizás eran algo como nuestro actual chip de computadoras, en la cual los datos y órdenes y fueron inscritos y utilizados para activar alguna pieza del equipo. En la leyenda «Enki y el orden mundial«, el MEs parece controlar una nave bajo las órdenes de Enki. En esta historia, Enki es descrito como el «Señor que conduce el gran MEs».

El MEs estaba en posesión de Enki y fue lanzado gradualmente y con moderación para beneficiar a la humanidad. Nuestra fuente primaria de información sobre ellos es la historia «Inanna y Enki» donde la civilización es dividida en 100 elementos, cada uno de los cuales necesitaba un ME para mantenerlo funcionando.

Unos 60 extraños MEs son legibles en esta leyenda e incluyen por ejemplo, la realeza, oficina sacerdotal, la sabiduría, el consejo, la paz, el juicio, la falsedad, el arte, los instrumentos musicales, las armas, difamación, la prostitución, la ley, y la destrucción de ciudades.

Esta leyenda se refiere al exitoso intento de Inanna de extraer algunos de estos MEs de Enki. Según la historia, Enki había preparado una fastuosa fiesta para entretener a la bella pero ambiciosa nieta de Anu. Viendo que Enki había bebido demasiado y estaba ebrio, la aprovechada Inanna vio su oportunidad y le preguntó a Enki por los siete principales MEs los cuales él tontamente concedió.

Estos MEs abarcaban las funciones necesarias para mantener en funcionamiento una ciudad, por ejemplo, cómo dirigir un templo, el arte de la guerra y las armas, música y los artes, de la escritura y las matemáticas, y muchas de las artes en madera y del metal.

[Comentario: No olvidar que Utu era el amante secreto de Inanna y conocido eventualmente como «el Dios de la música y las canciones» y el inventor de la flauta y la lira. Ella probablemente le dio los secretos de la música, que obtuvo del engaño a Enki. RS]

Luego, cuando Enki se desembriagó, se dio cuenta de lo que había hecho y envió a su chambelán por el más rápido «barco del cielo» para perseguir a la escurridiza Inanna y recuperar los MEs.

Inanna se las ingenió para ser más lista que el mensajero de Enki, sin embargo, cuando llegó a su ciudad adoptiva de Uruk fue muy aclamado por la población. Inanna se jactó de todos los propósitos prácticos, ahora era una gobernante y tenía la envestidura y autoridad oficial de un monarca.

Este MEs conferiría no solamente autoridad al poseedor sino también absoluto poder, haciendo al dueño de cierto MEs impenetrable a las armas. Estos atributos están descritos en la historia sumeria «La leyenda de Zu«. Como criado de Enlil, Zu tramó una revolución en el palacio intentando apoderarse del control de las Tablas del Destino que Enlil irresponsablemente dejó sin vigilancia. Previamente fue sugerido que el culpable de intentar un golpe de estado probablemente no fue ningún otro que Nannar/Sin.

Como Enlil tomaba un baño, Zu concibió la idea de robar el MEs o las Tablas del Destino, afirmando que estos decretos divinos le darían control sobre los Anunnakis y la humanidad y lo colocarían al comando del Panteón.

Zu cumplió su cometido y escapó con las Tablillas. El Panteón estaba en un completo alboroto por este alarmante acontecimiento. Enlil ordenó que alguien debería recuperar el MEs para evitar que Zu usurpara la autoridad de los dioses.

Pero parecía que el MEs también hizo a Zu impenetrable, dándole la capacidad de desviar y de anular todas las armas enviadas contra él. Las flechas estallaban, sonando como misiles, éstas fueron lanzadas contra él pero desviadas por alguna clase de campo de fuerza alrededor de la de la «montaña» reducto que Zu había fortificado.

Finalmente, Enki forjó una nueva arma especial en su laboratorio. Le fue dado a Ninurta, el asistente militar de Enlil, quien finalmente derrotó a Zu y lo trajo de nuevo a la nave para que sea juzgado. Así terminó la peor amenaza jamás experimentada por el gobierno de los Dioses sumerios.

[Comentario: Sitchin hace a «Zu» igual a Marduk. Véase su libro «La guerras entre dioses y hombres«. RS]

La presencia de símbolos similares de autoridad son mencionados en las Sagradas Escrituras donde a menudo se indica que la posesión de ciertos «nombres divinos» concedían poderes extraordinarios. ¿Eran los MEs de los Sumerios iguales a los nombres divinos de las Sagradas Escrituras?

Cuando Enoc, el patriarca antediluviano, fue deificado y ascendido a la «Morada Divina» le dieron «setenta nombres», según el «Apocalipsis hebreo de Enoc», también llamado el Primer Libro de Enoc, este documento se cree, pudo haber sido originado en el Judaísmo babilónico y se le atribuye al Rabino Ishmael, renombrado erudito palestino que murió en el 132 AD (AD = anno domini o de la era cristiana).

Estos setenta nombres conferían poder y autoridad a Enoc. Los «nombres divinos» dieron a Enoc el poder de golpear a los reyes, elevar a los humildes, someter a los gobernantes, conferir sabiduría, hacer juicios y «controlar la procesión del tiempo y las estaciones». Probablemente, lo último significó la autoridad para ajustar el calendario cuando es necesario, por ejemplo cuando la catástrofe mundial hizo los viejos calendarios obsoletos.

METALES Y MINERALES DE OTROS MUNDOS

Es difícil rastrear los restos que existen en la Tierra de metales supuestamente procedentes de otros ámbitos no terrestres o cuya composición química no está determinada por los científicos. Y es difícil porque hay pocos y además están teñidos de leyendas. Pero, por sorprendente que parezca, quedan algunos testimonios materiales que a veces nos dejan perplejos, tanto si nos remitimos a épocas pretéritas como a las actuales. Y no hablamos de la “piedra de Marte” de Alberto Sanmartin que encontró en 1954 en la Ciudad Universitaria de Madrid y que el diario El Alcázar tituló como: “Los marcianos han colocado su primera piedra en Madrid”. Hay materiales, minerales, sustancias y metales de los que se han hecho estudios y cuyos informes determinan que algo raro hay en su estructura interna.

«La piedra de Marte».

El oricalco atlante

El oricalco atlante es uno de esos metales. Lo malo es que no nos quedan muestras. La más completa referencia a la Atlántida que existe en la antigüedad aparece recogida en los Diálogos de Timeo y Critias de Platón, bajo la forma de una serie de acontecimientos comunicados al ateniense Solón por los sacerdotes griegos de Sais. En el segundo Diálogo, llamado Critias o La Atlántida, se hace una alusión a un material que hoy ha desaparecido totalmente, el oricalco, del que podemos sacar dos conclusiones: que no era oro y que tan sólo se extraía de aquella mítica isla. Se lee textualmente en el Critias que: Era extraído de la tierra en diversos lugares de la isla; era, luego del oro, el más precioso de los metales que existían en aquel tiempo.

Todas las obras de la legendaria Atlántida (puentes, palacios, monedas) se construían con materiales exclusivos procedentes de la isla. Se usaba principalmente piedras de color blanco, negro y rojo. Recubrieron de estaño fundido el recinto interior del muro y el que rodeaba a la misma Acrópolis: lo cubrieron de oricalco, que tenía reflejos de fuego. El interior del santuario mismo de Poseidón estaba cubierto de marfil y adornado en todas partes de oro, plata y de ese extraño metal. «Todo lo demás, los muros, las columnas y el pavimento, lo adornaron con oricalco».

Orichalcum: El metal más valioso para los Atlantes

¿Se ha encontrado alguna pieza con este material? Si hemos de creer al increíble Paul Schliemann, nieto del descubridor de Troya, su abuelo encontró auténticas piezas de oricalco a las que sometió a un examen químico y microscópico él mismo. Escribió un artículo titulado «Cómo descubrí la Atlántida, fuente de toda civilización» en el que describe objetos presuntamente heredados del abuelo, como un ánfora con cabeza de búho,  algunos documentos y monedas cuadradas de oricalco. El metal desconocido estaba compuesto de platino, aluminio y cobre, aleación que no se encuentra entre los vestigios del pasado. Ni que decir tiene que el ánfora y las monedas nunca fueron mostradas a los arqueólogos ni al público. Todo un listillo.

Pero hay un caso más actual y con la misma verosimilitud del anterior. Robert Charroux es quien nos cuenta, en El libro de los dueños del mundo (1967), que conoció a un arqueólogo -Christos Mavrothalassitis- el cual le confesó haber encontrado monedas oricálquicas en la isla de Djerba, en Túnez, en 1947. Descubrió unas tumbas con objetos de alfarería y «monedas blancas de metal desconocido» que, según él, pertenecían a una necrópolis atlante en Tripolitania. Estas piezas inoxidables y únicas, constituyen auténticos documentos históricos grabados que, según Mavrothalassitis, representaban escenas de la vida de los atlantes. En ellas aparecen imágenes de caballos, bridas y… ¡artefactos idénticos a nuestros cohetes espaciales! Demasiado bonito para ser real. En la actualidad dice que se encuentran custodiadas en un Banco de Marsella. A saber.

Moneda hecha del presunto metal Oricalco

Piedras que emiten luz

En relación con esta mineralogía desconocida hay que situar también las piedras que, según la tradición y algunos exploradores, dicen haber visto emitiendo una intensa luz perenne. En el viaje que hizo Apolonio de Tiana por la región transhimaláyica en el siglo I d.C., tanto él como su guía Damis pudieron admirar pozos que proyectaban rayos de una brillante luz azulada, así como las piedras fosforescentes que irradiaban tal claridad «que la noche se trocaba día». Piedras similares, consideradas como milagrosas y procedentes de otros mundos, fueron vistas en el Tibet por el padre Huc en el siglo XIX y descritas en sus Recuerdos de un viaje por la China.

El griego Luciano (180-120 d.C.) menciona maravillas admiradas por él en el curso de un viaje a Hierápolis, en la Siria septentrional. Allí le mostraron una alhaja engarzada en una cabeza de oro de la diosa Hera de la cual «emanaba una gran luz» y tan impresionado debió quedar que, no sin cierta exageración, escribió: «el templo resplandecía como si hubiese estado iluminado por una miríada de cirios». Aunque insistió, los sacerdotes se negaron a revelarle el secreto de este prodigio.

Los misterios del templo de Hadad o de Júpiter en Baabelk están ligados a estas misteriosas piedras luminosas. La existencia de tales materiales que proporcionaban, en la antigüedad, la luz en las horas nocturnas no puede ser puesta en duda por haber sido descritas por numerosos autores clásicos. Posiblemente estarían relacionadas con las míticas «lámparas perpetuas» que iluminaban diversos templos egipcios, tibetanos y romanos durante años sin consumirse.

Los habitantes de las islas de Torres Strait (Vanuatu, Nuevas Hébridas), en el Océano Pacífico, se decían poseedores de los buia, o sea, de piedras redondas que proyectaban una luz penetrante de la que brotaba una luminosidad azul verdosa que no dejaba de asombrar a los conquistadores blancos.  Ahora bien, para sorprendente lo relatado por los comerciantes de Nueva Guinea que descubrieron a mediados del siglo XX un valle en la selva, próximo al monte Wilhelmina, poblado por mujeres amazonas. Con gran sorpresa vieron unas grandes piedras redondas, con un diámetro de 3,5 metros, puestas sobre columnas que radiaban una luz semejante a la del neón.

Chintamani

He hecho referencia a Apolonio y su viaje al extremo oriente, aunque no tenemos que remontarnos a tan lejanas fechas para encontrar experiencias similares, incluso en el siglo XX. Cuando Nicolás Roerich viajó hasta el Tibet también él vio resplandores y columnas de luz en plena noche. Al preguntar qué era aquello, algunos lamas le respondieron que se trataba de los «rayos luminosos que emite la Torre de Shambhala» y le dijeron que procedían de una piedra colocada en la torre que brillaba como el diamante. En sánscrito lleva el nombre de Chintamani.

En el Tibet creen que durante el reinado de Tho-tho ri, en el 331 d.C., cayó de los cielos un cofre en el que había cuatro objetos sagrados, entre ellos esta prodigiosa piedra. Le aseguraron a Roerich que la materia de la que está compuesta proviene de otro planeta, uno de los que orbitan en la constelación de Can Mayor, probablemente de la estrella Sirio. La mayor parte de la piedra se conservaría en la Torre de Shambala, mientras que pequeños fragmentos de la misma han sido repartidos a ciertos puntos del planeta. La tradición oculta de Asia nos dice que muchos reyes y jefes poseyeron esta piedra mágica en épocas históricas: Tazlavu, emperador de la Atlántida, Akbar, en la India, y Salomón, en Judea, son citados en la lista de los poseedores temporales de tan excepcional pedrusco.

El cetro que cayó de los cielos

A veces hay que fijarse en determinados símbolos de la tradición religiosa porque su historia encierra un enigma. Los libros budistas del Tibet explican que uno de sus símbolos más queridos y emblemáticos, el Dordie o Dorje (el «bastón o varita del porvenir»), cayó milagrosamente del cielo en Lhassa, cerca del monasterio de Sera. Este cetro, de apariencia metálica, se halla bajo la custodia del Dalai Lama, que tiene el título de «Portador Dorje» y «poseedor del Rayo», ya que se atribuye a este artefacto el poder de dominar el fuego. Aparte el bastón original, existen numerosas réplicas hechas en plata.

Andrew Thomas, en su libro Shambala, refiere que durante un tiempo vivió en una ciudad en la que se decía que otro Dorje había caído también del cielo. Se llama Dordieeling, el «lugar del Dordie». Se han visto brillantes luces parecidas a las de los tubos de neón o pequeños resplandores brotar del Dorje en manos de los grandes lamas en el curso de ceremonias sagradas o de iniciaciones. Aunque las dos bolas o botones de loto que llevan en sus extremidades sugieren los polos positivo y negativo, el Dorje no parece de naturaleza eléctrica. En la mayor parte de las lamaserías tibetanas se encuentran copias del original en plata, bronce y hierro. Thomas se pregunta: ¿no será un instrumento científico dejado por antiguos astronautas?

Un metal de dureza 500

Hasta hoy, la dureza de los minerales se establece según la escala de Mohs, que va de 1 (el talco) al 10 (el diamante). Por encima de la dureza 10 no se conoce ningún material en el planeta Tierra, salvo la vidia o diamante sintético, cuyo nivel de dureza sería 11. Pero, ¿y dentro de nuestro Sistema Solar? O mejor aún, ¿y fuera de nuestra galaxia?… Al parecer, sí.

Según el lingüista norteamericano Robert K. Temple, autor de El misterio de Sirio: «Al cabo de siete años de trabajo, los resultados me han llevado a demostrar que la información que poseen los dogones tiene realmente más de cinco mil años de antigüedad y la poseían ya los egipcios antiguos en los tiempos predinásticos de antes del año 3.200 a.C.» Las leyendas dogón hablan de una extraña «arca de luz” que vino del cielo y de ella salieron unos seres mitad pez, mitad hombre, llamados nommos o «instructores». Decían venir de una estrella llamada Po Tolo, transmitiendo a los humanos una serie de conocimientos astronómicos que no estaban al alcance ni siquiera de los más reputados sabios. Una de estas informaciones sería la existencia del sagala, metal un poco más brillante que el hierro y tan pesado «que todos los seres de la tierra juntos no podrían levantarlo», según afirman las tradiciones del pueblo dogón (que hoy viven en los montes Hombori y en la meseta de Bandiagara, en la actual República de Mali). De sagala estaría compuesto la estrella «Po Tolo» (conocida por la astronomía oficial como Sirio B, una enana blanca extraordinariamente pesada), compañera de Sirio A.

Dogones con sus tipicas máscaras.

El antropólogo francés Marcel Griaule

 

Según la información recogida por el antropólogo francés Marcel Griaule, sus informes verbales contaban que en ese sistema estelar había una estrella de gran magnitud llamada Digitaria (Sirio A) y que Po Tolo rotaba al rededor de Digitaria en un tiempo de 50 años. También decían que una simple cucharada de la estrella Po Tolo pesaba más que todo nuestro planeta. Los dogón conocían exactamente el sistema estelar binario de Sirio, cuando este se descubrió por primera vez en el año 1824 y se pudo observar en 1864 con un telescopio. Por otro lado, en 1972, se comprobó que en efecto, la estrella Sirio B, tiene un periodo de 50 años alrededor de Sirio A. Y para mayor asombro se pudo analizar, mediante un sistema espectral, la densidad que tendría la estrella Sirio B, dando casualmente una «dureza 500».

Por tanto, sería un material de dureza 500 (en una hipotética escala de Mohs que llegara hasta esta magnitud) que pudo servir, según algunos modernos y atrevidos investigadores, para tallar y pulir piedras como el coridón (dureza 9), la diorita o la andesita en el antiguo Egipto. Para el físico argentino José Álvarez López, el análisis del torno con que los antiguos egipcios tallaban la diorita confirma la necesidad de una punta de diamante y de un avance de la herramienta por engranajes. Esto trae como consecuencia, según él, que debieron tener tornos impulsados por motores eléctricos y que los taladros para piedras, para alcanzar su grado de penetración, deberían tener una dureza muy superior a 10.

El Shamir

¿Esta tecnología existió alguna vez, desapareció de repente o pudieron tenerla otras culturas? Ardua cuestión. Al parecer -y sólo al parecer- una máquina similar la poseyeron los judíos de la época de Salomón (siglo X a.C.). Pruebas no hay ninguna, normal, aunque sí leyendas que aseguran que este rey obligó al demonio Asmodeo a trabajar en la edificación del Templo y lo terminó sin usar nunca martillos ni otros instrumentos de hierro, «utilizando tan sólo cierta piedra que cortaba las otras piedras como el diamante el vidrio».

 

Templo de Salomón.

Curioso comentario que nos deja in albis, a no ser que…

Si consultamos en las fuentes talmúdicas-midrásicas se puede leer que Moisés había dicho a los israelitas que no «utilizasen ninguna herramienta de hierro en la construcción de lugares santos» (El Deuteronomio, 27-5 dice: Alzarás allí un altar a Yavé, un altar de piedras que no hayan sido trabajadas por el hierro). Salomón ordenó que no se usaran mazos, hachas o cinceles para cortar o labrar los grandes bloques de piedra con que fueron construidos los muros exteriores y el patio del Templo. En lugar de ello, proporcionó a los albañiles un útil que databa de la época de Moisés. Se conocía a esta herramienta con el nombre de Shamir y podía cortar los materiales más duros sin fricción ni calor.

El Shamir también era llamado «la piedra que parte rocas». Louis Ginzberg, en «The legens of the Jews», (1909) escribe:

No puede ser guardado en una vasija de hierro ni de ningún otro metal: haría pedazos un receptáculo así. Se conserva envuelto en un paño de lana, colocado a su vez en una cesta de plomo llena de salvado de cebada… Con la destrucción del templo, el Shamir desapareció.

El Shamir también tenía la «notable propiedad de cortar los diamantes más duros» y además no hacía el menor ruido mientras era utilizado. No sólo estamos hablando de tecnologías avanzadas, sino de extraños materiales con los que debieron fabricar estos instrumentos, cuya dureza era muy superior al diamante.

Las tradiciones masónicas aseguran que las dos columnas principales del Templo de Salomón, llamadas Jaquin y Boaz, estaban huecas y dentro de ellas se guardaron antiguos documentos referentes al pasado del pueblo judío, así como el secreto del Shamir mágico y la historia de sus fabulosas propiedades. Su búsqueda y captura sería tan importante y trascendental como encontrar el Arca de la Alianza o la Mesa de Salomón, tres artefactos tecnológicos que, por cierto, proceden de la misma época.

Lo que dejan las naves extraterrestres

Cuando se habla de esta clase de extraños materiales, a algunos investigadores les viene a la cabeza la idea de que tal vez no provengan de la Tierra.

Abbiate Guazzone es un arrabal de la pequeña ciudad de Tradate, a unos kilómetros de Varese (Lombardía), que en abril de 1950 fue escenario de uno de los fenómenos ufológicos más célebres ocurridos en Italia. El caso reviste un interés considerable puesto que presenta la rara característica de haber dejado unas pruebas tangibles: los fragmentos de un metal misterioso. En aquella época, el testigo del OVNI y sus tripulantes, el obrero Bruno Facchini, había remitido uno de los fragmentos al comandante Renato Vesco, que había ido a verlo para hacer unas preguntas sobre el fenómeno sin obtener ninguna respuesta. Remitió otros fragmentos a un instituto de investigaciones para el estudio de los metales en Novara (Piamonte) y sólo le dijeron que se trataba de un metal antifricción. El metal en cuestión tiene la apariencia del hierro corriente, pero es inoxidable, no magnetizable y mal conductor del calor.

 

Sello conmemorativo de la explosión de Tunguska de 1.908, donde aparece Leonid Kulik, el primer cinetífico que investigó el extraño suceso.

No fue hasta el año 1.927, que la Academia de Ciencias de Rusia envió una expedición al mando de Leonid Kulik, secretario del Comité Investigador de Meteoritos, a petición del propio Kulik, dado el total y absoluto desinterés que el gobierno de Rusia mostró por el suceso, quien con un rudimentario equipo de investigación partió a la zona del siniestro.

Tanto en el 2008 como en el 2009 aparecen noticias en la prensa relacionadas con el doctor Yuri Labvin, presidente de la fundación estatal siberiana “Fenómeno Espacial Tunguska” que intenta dar una explicación a lo que ocurrió el 30 de junio de 1908. Ha dicho más de una vez que los extraterrestres salvaron en aquella ocasión a los humanos al asegurar que un ovni kamikaze se estrelló deliberadamente contra un meteorito o cometa para evitar que éste impactara contra la Tierra. Aún así, la catástrofe fue considerable (arrasó unos 2.200 kilómetros cuadrados de la taiga siberiana), pero mucho menor de lo que se avecinaba. Labvin ofrece como prueba diez cristales de cuarzo con unas cavidades que encajan y hacen que se puedan conectar unos con otros formando una especie de cadena, con extraños grabados e inscripciones, hallados todos ellos durante una expedición cerca del poblado de Vanavara, a 65 kilómetros de donde se produjo la explosión.

Para Labvin, no existe una tecnología que pueda imprimir o grabar tales dibujos en un cristal así, y dice también haber encontrado silicato de hierro:“que no puede ser producido en ningún lugar, excepto en el espacio”. Para él no hay duda de que serían restos de la nave extraterrestre que se autoinmoló contra el cometa.

10.000 años antes del Diluvio 2ª PARTE

¿Existió un Tampu-Tocco, y sería un lugar identificable a partir de las señales que diera Montesinos? Esta pregunta ha intrigado a muchos. En 1911, Hiram Bingham, de la Universidad de Yale, buscando las ciudades perdidas de los incas, encontró el lugar; en la actualidad, se le llama Machu Picchu. Bingham no estaba buscando Tampu-Tocco cuando puso en marcha ésta su primera expedición; pero después de volver una y otra vez y de las exhaustivas excavaciones que se realizaron durante más de dos décadas, llegó a la conclusión de que Machu Picchu era en realidad la perdida capital provisional del Antiguo Imperio.

Sus descripciones del lugar, que siguen siendo las más completas, se encuentran en sus libros Machu Picchu, a Citadel of the Incas y The Lost City of the Incas. La razón principal para creer que Machu Picchu es la legendaria Tampu-Tocco es la pista de las Tres Ventanas. Montesinos anotó que «en el lugar de su nacimiento, el Inca Rocca ordenó que se hicieran unas obras consistentes en un muro de albañilería con tres ventanas, que eran el emblema de la casa de sus padres, de los cuales descendía». El nombre del lugar al cual la casa real había ido desde la afligida capital, Cuzco, significaba «refugio de las tres ventanas».No debería de sorprender que un lugar se llegara a reconocer por sus ventanas, dado que ninguna casa en Cuzco, desde la más humilde hasta la más grandiosa, tenía ventanas.

Que un lugar se reconociera por un número concreto de ventanas -tres- sólo podía ser como consecuencia de su singularidad, antigüedad o santidad de tal construcción. Esto es lo que sucedía con Tampu-Tocco, en donde, según las leyendas, había una construcción con tres ventanas que jugó un importante papel en la aparición de las tribus y en el inicio del antiguo imperio en Perú, una construcción que debía de ser, por tanto, «el emblema de la casa de sus padres, de los que [el Inca Rocca] descendía».

La leyenda y el legendario lugar aparecen en el relato de los hermanos Ayar. Según lo cuenta Pedro Sarmiento de Gamboa (Historia general llamada Yndica) y otros de los primeros cronistas, los cuatro hermanos Ayar y sus cuatro hermanas, después de que los creara el dios Viracocha en el lago Titicaca, llegaron o fueron llevados por el dios a Tampu-Tocco, en donde «salieron de dicha ventana por orden de Tici-Viracocha, declarando que Viracocha los creó para que fueran señores».

El mayor de los hermanos, Manco Capac, llevaba un emblema sagrado con la imagen de un halcón, y llevaba también una varilla de oro que el dios le había dado para que localizara el lugar exacto de la futura capital, Cuzco. El viaje de las cuatro parejas de hermanos-hermanas comenzó pacíficamente; pero no tardaron en aparecer los celos. Con el pretexto de haber olvidado ciertos tesoros en una cueva en Tampu-Tocco, se envió al segundo hermano, Ayar Cachi, para que los recuperara. Sin embargo, esto no fue mas que un ardid de los otros tres hermanos para encerrarlo en la cueva, en donde se convirtió en piedra. Por tanto, según estos relatos, Tampu-Tocco data de tiempos muy antiguos:

«El mito de los Ayar -escribía H. B. Alexander en Latín American Mythology-, nos remonta a la época megalítica y a las cosmogonías relacionadas con el Titicaca».


Cuando los exiliados abandonaron Cuzco, fueron a un lugar que ya existía, un lugar en donde una construcción con tres ventanas había jugado ya un importante papel en acontecimientos aún más antiguos. Sabiendo esto es como podemos pasar ahora a hablar de Machu Picchu, pues es allí donde se encontró una construcción con tres ventanas en una de sus paredes, detalle que no se ha visto en ninguna otra parte del antiguo Perú.

«Machu Picchu, o Gran Picchu, es el nombre quechua de un agudo pico que se eleva a más de tres mil metros sobre el nivel del mar y a más de mil doscientos metros sobre los rugientes rápidos del río Uru-bamba, cerca de la sierra de San Miguel, a dos días de duro viaje hacia el norte de Cuzco -escribió Bingham-.

Al noroeste del Machu Picchu existe otro hermoso pico, rodeado de magníficos precipicios, llamado Huayna Picchu, o Pequeño Picchu. En la estrecha cresta que se extiende entre los dos picos se encuentran las ruinas de una ciudad inca cuyo nombre se ha perdido entre las sombras del pasado… Es posible que representen a dos antiguos lugares, Tampu-Tocco, el lugar de nacimiento del primer Inca, y Vilcabamba Viejo.»

En la actualidad, el viaje de Cuzco a Machu Picchu, que se encuentra a una distancia de 120 kilómetros en línea recta, no precisa de dos días de duro viaje, como necesitó Bingham para llegar aquí. Un tren que traquetea montañas arriba y abajo, atravesando túneles y cruzando puentes, y ciñéndose a las laderas que flanquean el río Urubamba, llega allí en menos de cuatro horas. En otra media hora, un aterrador autobús lleva desde la estación del tren hasta la ciudad. La sobrecogedora panorámica es tal como la describió Bingham.

En la ensilladura que hay entre los dos picos se levantan casas, palacios y templos -ya todos sin techo-, rodeados de bancales que cuelgan sobre las laderas, dispuestos para el cultivo. El pico del Huayna Picchu se eleva en el noroeste como un centinela; más allá de él y a su alrededor, los picos compiten entre sí hasta donde alcanza la vista. En el fondo, el río Urubamba forma una garganta en forma de herradura que circunda en parte la alta posición de la ciudad, recortando sus abundantes aguas un sendero blanquecino en el verde esmeralda de la selva.

Como le corresponde a una ciudad que, según creemos, sirvió al principio como modelo para Cuzco y después la imitó, Machu Picchu estaba compuesta también por doce distritos o grupos de construcciones. Las agrupaciones reales y sacerdotales están al oeste, y las residenciales y funcionales (ocupadas en su mayor parte por las vírgenes y las jerarquías del clan) al este, separadas por una serie de amplias terrazas.

El pueblo llano, que trabajaba y cultivaba las laderas abancaladas, vivía fuera de la ciudad y en los campos de los alrededores (muchas de estas aldeas se han encontrado desde que Bingham llegara a Machu Picchu).


Los diferentes estilos de construcción, al igual que en Cuzco y en otros emplazamientos arqueológicos, sugieren diferentes fases de ocupación. Las viviendas están construidas en su mayor parte con piedras del campo sujetas con argamasa. Las residencias reales están construidas con sillares colocados en hileras, tan finamente tallados y desbastados como en Cuzco. Después, hay una construcción en donde la obra es tan perfecta que no tiene igual; y también están los bloques megalíticos poligonales. En muchos casos, los restos de la primitiva época megalítica y de los tiempos del Antiguo Imperio han permanecido como estaban; en otros, es obvio que se construyó con posterioridad sobre las primitivas hiladas.

Mientras que los distritos orientales ocupaban cada metro cuadrado disponible de la cima de la montaña y se extendían desde la muralla de la ciudad por el sur hasta el norte, en la medida en que el terreno lo permitía, y hacia el este en bancales agrícolas y de enterramientos, el grupo de distritos occidental, que también comenzaba en la muralla, se extendía hacia el norte sólo hasta los límites de una plaza sagrada, como si una línea invisible demarcara el terreno sagrado que no podía ser invadido. Más allá de esa línea invisible de demarcación, y frente a la gran plaza aterrazada que hay al este, están las ruinas de lo que Bingham identificó como la Plaza Sagrada, principalmente «porque en dos de sus lados están los templos más grandes», uno de los cuales muestra las tres ventanas cruciales.

Es aquí, en la construcción de lo que Bingham llamó el Templo de las Tres Ventanas y, junto a él, en la Plaza Sagrada, el Templo Principal, donde los bloques megalíticos poligonales se utilizaron en Machu Picchu.


La forma en la que se tallaron, se modelaron, se desbastaron y se encajaron, sin argamasa, los sitúa junto con los bloques ciclópeos de piedra y las construcciones megalíticas de Sacsahuamán; y, sobrepasando cualquier poligonalidad vista en Cuzco, uno de los bloques de piedra de Machu Picchu tiene 32 ángulos. El Templo de las Tres Ventanas se levanta en el extremo oriental de la Plaza Sagrada; los ciclópeos bloques de piedra de su muro oriental se elevan muy por encima del nivel de la terraza que hay al oeste, permitiendo una amplia visión en esta dirección a través de las tres ventanas . De forma trapezoidal, sus alféizares se recortan en las piedras ciclópeas que forman la pared misma.

Al igual que en Sacsahuamán y en Cuzco, el tallado, el modelado y la angulación de las duras piedras de granito se hizo como si se tratara de suave masilla; también aquí, los bloques de piedra de granito blanco tuvieron que ser traídos desde grandes distancias, a través de terreno escabroso y ríos, bajando valles y subiendo montañas.

El Templo de las Tres Ventanas sólo tiene tres paredes, estando su lado occidental completamente abierto; hay allí un pilar de piedra de algo más de dos metros de alto. Bingham supuso que podría haber soportado un techo, pero admitió también que habría sido «un dispositivo que no se había encontrado en ningún otro edificio». Según nuestra opinión, aquel pilar, junto con las tres ventanas, cumplía algún fin de orientación astronómica.

Frente a la Plaza Sagrada, por el norte, se encuentra la construcción que Bingham llamó el Templo Principal; tiene también sólo tres paredes, de algo más de 3,5 metros de altura. Descansan sobre bloques de piedra ciclópeos o están construidas con ellos; la pared occidental, por ejemplo, está construida con sólo dos bloques de piedra gigantes, sujetos con una piedra en forma de T. Un enorme monolito, que mide 4,2 por 1,5 por 1 metros, descansa contra la pared central norte, en la cual hay siete hornacinas que imitan ventanas trapezoidales, aunque no lo son (Fig. 75).Una sinuosa escalinata lleva desde el límite septentrional de la Plaza Sagrada hasta una colina cuya cima se allanó para que sirviera como plataforma del Intihuatana, una piedra tallada con gran precisión para observar y medir los movimientos del Sol.

El nombre significa «lo que ata al sol», y se supone que ayudaba a determinar los solsticios, cuando el Sol se mueve muy al norte o al sur, momento en el cual se celebraban ritos para «atar al Sol» y hacerlo volver, no fuera que siguiera yéndose y desapareciera, devolviendo a la Tierra a una oscuridad que ya había sufrido en una ocasión anterior, según las leyendas.

En el extremo opuesto de esta parte -sagrada y real- occidental de Machu Picchu, justo al sur del distrito real, se eleva otro magnífico (e inusual) edificio de la ciudad. Llamado el Torreón por su forma semicircular; está construido con sillares -piedras talladas, modeladas y desbastadas- de una perfección nunca vista, sólo pareja a la de los sillares del muro semicircular que rodeaba el Santo de los Santos de Cuzco.

El muro semicircular, que se alcanza a través de siete escalones, crea su propio recinto sagrado, en cuyo centro hay una roca tallada y modelada con incisiones de ranuras. Bingham encontró evidencias de que esta roca y las paredes cercanas sufrían los efectos de fuegos periódicos, y llegó a la conclusión de que tanto la roca como el recinto se utilizaban para sacrificios y otros rituales relacionados con la veneración de la roca.

(Esta roca sagrada en el interior de una construcción especial nos trae a la cabeza la roca sagrada que forma el corazón del Monte del Templo en Jerusalén, así como la Kaaba, la piedra negra oculta en el interior de la mezquita de La Meca.)La santidad de la roca de Machu Picchu no proviene de su protuberante extremo superior, sino de lo que se encuentra debajo. Es una enorme roca natural en cuyo interior existe una cueva, ampliada y modelada artificialmente con formas geométricas precisas que, aunque no lo son, parecen escaleras, asientos y antepechos

Además, el interior se mejoró con sillares de granito blanco del color y el grano más puros. Bingham supuso que la cueva natural original se amplió y se realzó para conservar momias reales, traídas allí por la sacralidad del lugar. Pero, ¿por qué era sagrado, y tan importante como para albergar a los reyes fallecidos?

Esta pregunta nos lleva de vuelta a la leyenda de los hermanos Ayar, uno de los cuales fue encerrado en una cueva en el Refugio de las Tres Ventanas. Si el Templo de las Tres Ventanas era aquel lugar legendario, y la cueva también lo era, las leyendas confirmarían el lugar como la legendaria Tampu-Tocco. Sarmiento, uno de los cronistas españoles que a su vez fue también un conquistador, daba cuenta en su Historia de los incas de una leyenda local según la cual el noveno Inca (hacia el 1340 d.C.), «teniendo curiosidad por las cosas de la antigüedad y deseando perpetuar su nombre, fue personalmente hasta la montaña de Tampu-Tocco… y entró en la cueva en la que se tiene por cierto que Manco Capac y sus hermanos entraron cuando iban hacia Cuzco por vez primera… Después de hacer una inspección minuciosa, veneró el lugar con rituales y sacrificios, y puso puertas de oro en la ventana de Capac Tocco, y ordenó que, de entonces en adelante, aquel sitio debiera ser venerado por todos, convirtiéndolo en un lugar sagrado de oración para sacrificios y oráculos. Después de esto, volvió a Cuzco.»

El sujeto de esta historia, al noveno Inca, se llamaba Titu Manco Capac; se le dio el título adicional de Pachacutec («reformador») porque, tras su regreso de Tampu-Tocco, reformó el calendario. Así es como las Tres Ventanas y el Intihuatana, la Roca Sagrada y el Torreón confirman la existencia de Tampu-Tocco, el relato de los hermanos Ayar, los reinados preincaicos del antiguo imperio y los conocimientos de astronomía y calendáricos, elementos clave en la historia y cronología que compiló Montesinos.

La veracidad de los datos de Montesinos puede recibir un apoyo adicional si se demuestra que tenía razón en lo referente a la existencia de escritura en los tiempos del imperio antiguo. Y nos encontramos con que Cieza de León sostiene el mismo punto de vista, afirmando que «en la época precedente a los emperadores incas existió escritura en Perú... sobre hojas, pieles, tejidos y piedras».Muchos expertos sudamericanos se unen ahora a los antiguos cronistas en la creencia de que los nativos de aquellas tierras tenían una o más formas de escritura en la antigüedad. En numerosos estudios se habla de petroglifos («escritos en la piedra»), que se han encontrado por todas partes, en donde se observan diversos grados de escritura pictográfica o jeroglífica. Rafael Larco Hoyle, por ejemplo (La escritura peruana preincaica), sugería, con la ayuda de imágenes, que el pueblo de la costa hasta Paracas estaba en posesión de una escritura jeroglífica similar a la de los mayas.

Arthur Posnansky, el destacado explorador de Tiahuanacu, presentó voluminosos estudios en los que demostraba que los grabados que aparecían en los monumentos eran de una escritura pictográfica-ideográfica -un paso anterior a la escritura fonética. Y un famoso descubrimiento, la Piedra de Calango, que se exhibe actualmente en el Museo de Lima (Fig. 79), sugiere una combinación de pictogramas con una escritura fonética, quizás incluso alfabética.

Uno de los mayores exploradores de América del Sur, Alexander von Humboldt, trató de este tema en su principal obra, Vues des cordilléres et monuments des peuples indigenes de l’Amerique (1824).


«Recientemente, se ha puesto en duda -escribió-, que los peruanos tuvieran, además de Quippus, conocimientos de una escritura de signos. Hay un pasaje en El origen de los indios del Nuevo Mundo (Valencia, 1610), página 91, que no deja lugar a dudas a este respecto».

Después de hablar de los jeroglíficos mexicanos, el padre García añade: «Al principio de la Conquista, los indios de Perú se confesaban pintando caracteres que hacían una relación de los Diez Mandamientos y de las transgresiones cometidas contra ellos».

Es posible concluir que los peruanos estaban en posesión de una escritura de imágenes, pero que sus símbolos eran más burdos que los jeroglíficos mexicanos, y que, en términos generales, la gente hacía uso de los quippus. Humboldt también contó que, estando en Lima, oyó hablar de un misionero llamado Narcisse Gilbar que había encontrado, entre los indios panos del río Ucayali, al norte de Lima, un libro de hojas plegadas, similar a los que habían utilizado los aztecas en México; pero nadie en Lima podía leerlo. «Se decía que los indígenas le contaron al misionero que el libro hablaba de antiguas guerras y viajes.»

En 1855, Ribero y Von Tschudi dieron cuenta de otros descubrimientos y concluyeron que en realidad había existido otro método de escritura en Perú además de los quipos. En una obra que Von Tschudi hizo por separado hablando de sus propios viajes (en Reisen durch Südamerika), éste habla de la emoción que sintió cuando le enseñaron una fotografía de un pergamino de piel con marcas jeroglíficas. El pergamino real lo encontró en el museo de La Paz, en Bolivia, e hizo una copia de la escritura que figuraba en él.

«Estos símbolos me provocaron el mayor de los asombros -escribió-y estuve durante horas delante de este pergamino de piel», intentando descifrar «el laberinto» de su escritura.

Determinó que la escritura comenzaba por la izquierda, después continuaba en la segunda línea desde la derecha, en la tercera línea volvía a comenzar desde la izquierda, y así sucesivamente, serpenteando. Concluyó también que estaba escrito en la época en que se adoraba al Sol; pero no pudo ir más lejos. Localizó el lugar de origen de la inscripción en las costas del Lago Titicaca. El padre de la misión eclesiástica del pueblo lacustre de Copacabana confirmó que aquélla era una escritura conocida en la zona, pero la atribuyó al período posterior a la Conquista.

Claro está que la explicación no resultaba satisfactoria, dado que, si los indígenas no hubieran tenido su propia escritura, habrían adoptado la escritura latina de los españoles para expresarse. Aun cuando esta escritura jeroglífica evolucionara después de la Conquista, dice Jorge Cornejo Bouroncle (La idolatría en el antiguo Perú), «su origen debe de haber sido mucho más remoto».Arthur Posnansky (Guía general ilustrada de Tiahuanaco) descubrió más inscripciones sobre las rocas de dos islas sagradas del lago Titicaca, y señaló que eran muy similares a las enigmáticas inscripciones descubiertas en la Isla de Pascua, conclusión con la que, en la actualidad, suelen coincidir los expertos. Pero se sabe que la escritura de la isla de Pascua pertenece a la familia de las escrituras indoeuropeas del Valle del Indo y de los hititas.

Un rasgo común a todas ellas (incluidas las inscripciones del Lago Titicaca) es su sistema «como de arado de buey»: la escritura de la primera línea comienza por la izquierda y termina por la derecha; en la segunda línea es al revés, terminando por la izquierda; en la tercera es igual que en la primera, y así sucesivamente.

Sin querer entrar ahora en la cuestión de cómo llegó al lago Titicaca una escritura que imita a la de los hititas, parece que queda confirmada la existencia de una o más formas de escritura en el antiguo Perú. Así pues, también a este respecto, la información proporcionada por Montesinos demuestra ser correcta. Si, a pesar de todo esto, al lector le resulta todavía difícil de aceptar la inevitable conclusión de que hubo una civilización del tipo del Viejo Mundo en los Andes hacia el 2400 a.C, entonces aportaremos algunas evidencias más. Los expertos han ignorado por completo como pista válida la reiterada afirmación de las leyendas andinas de que hubo una terrorífica oscuridad en tiempos remotos.


Nadie se ha preguntado si no sería ésta la misma oscuridad -la no aparición del sol en el momento en que debería de haberlo hecho- de la cual hablan las leyendas mexicanas en el relato de Teotihuacán y sus pirámides. Pues, si de verdad sucedió este fenómeno, que el sol no salió y la noche se hizo interminable, debió de ser algo que se pudo observar en todo el continente americano. Los recuerdos colectivos mexicanos y los andinos parecen corroborarse entre sí en este punto, apoyando así la veracidad de ambos, como dos testigos ante un mismo acontecimiento. Pero, por si esto no fuera lo suficientemente convincente, podemos recurrir a la Biblia en busca de evidencias, y podemos recurrir nada menos que a Josué como testigo.

Según Montesinos y otros cronistas, un acontecimiento de lo más inusual tuvo lugar durante el reinado de Titu Yupanqui Pachacuti II, decimoquinto monarca del Imperio Antiguo. Fue en el tercer año de su reinado, en que «las buenas costumbres se olvidaron y la gente se entregó a todo tipo de vicios», cuando «no hubo amanecer durante veinte horas». Es decir, la noche no terminó cuando tendría que haberlo hecho, y la salida del Sol se retrasó durante veinte horas. Después de un gran lamento, de confesiones de los pecados, sacrificios y oraciones, el Sol apareció finalmente. Esto no pudo ser un eclipse: no fue que el Sol se viera oscurecido por una sombra. Además, ningún eclipse dura tanto, y los peruanos eran conocedores de estos eventos periódicos.

El relato no dice que el Sol desapareciera; dice que no salió -«no hubo amanecer»-durante veinte horas. Fue como si el Sol, dondequiera que estuviera escondido, se hubiera parado de pronto. Si los recuerdos andinos son ciertos, en algún otro lugar -en la otra parte del mundo-, el DÍA tuvo que ser igual de largo, y no debió terminar cuando debería de haber terminado, por ser un día veinte horas más largo. Increíblemente, este acontecimiento está registrado, y en ningún sitio mejor que en la misma Biblia. Fue cuando los israelitas, bajo el liderazgo de Josué, acababan de cruzar el río Jordán y de entrar en la Tierra Prometida, después de tomar las ciudades fortificadas de Jericó y Ay. Fue cuando todos los reyes amorreos formaron una alianza para crear una fuerza combinada contra los israelitas. Una gran batalla tuvo lugar en el valle de Ayyalón, cerca de la ciudad de Gabaón.

Comenzó con un ataque nocturno de los israelitas, que puso a los cananeos en fuga. Al amanecer, cuando las fuerzas cananeas se reagruparon cerca de Bet Jorón, el Señor Dios, «arrojó grandes piedras desde el cielo sobre ellos… y murieron; hubo más de ellos que murieron por las piedras, que los que murieron por la espada de los israelitas».

Entonces Josué le habló a Yahveh, el día en que Yahveh entregó a los amorreos a los Hijos de Israel, diciendo: «A la vista de los israelitas, que el Sol se detenga en Gabaóny la Luna en el valle de Ayyalón.» Y el Sol se detuvo, y la Luna se paró, hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos. Cierto es, pues todo esto está escrito en el Libro de Jashar: el Sol se detuvo en mitad de los cielos y no se apresuró en bajaren casi un día entero.

Los expertos han estado pugnando durante generaciones con este relato del capítulo 10 del Libro de Josué. Algunos lo han descartado como mera ficción; otros ven en él los ecos de un mito; y otros más intentan explicarlo en términos de un eclipse de Sol inusualmente prolongado. Pero no sólo es que estos eclipses de Sol son desconocidos, sino que, además, el relato no habla de la desaparición del Sol. Al contrario, relata un acontecimiento en el cual el Sol continuó viéndose, colgado en los cielos, durante «casi un día entero» -¿digamos veinte horas?

El incidente, cuya singularidad se reconoce en la Biblia («no hubo un día como aquél, ni antes ni después»), al tener lugar en el lado opuesto de la Tierra con respecto a los Andes, describiría por tanto un fenómeno que sería el inverso al sucedido en América. En Canaán, el Sol no se puso durante unas veinte horas; en los Andes, el Sol no salió durante el mismo lapso de tiempo. ¿Acaso no describen los dos relatos el mismo acontecimiento y, por provenir desde dos lados diferentes de la Tierra, atestiguan su veracidad? Lo que pudo suceder todavía es un enigma.

La única pista bíblica es la mención de las grandes piedras que cayeron del cielo. Dado que sabemos que lo que los relatos describen no es la detención del Sol (y la Luna), sino una alteración en la rotación de la Tierra sobre su eje, una explicación posible sería la de que un cometa hubiera pasado demasiado cerca de la Tierra, desintegrándose en el proceso. Y, dado que algunos cometas orbitan el Sol en dirección opuesta a las manecillas del reloj, que es la inversa a la dirección orbital de la Tierra y el resto de planetas, su fuerza cinética podría haber contrarrestado temporalmente la rotación de la Tierra, provocando una ralentización.

Sea cual sea la causa exacta del fenómeno, lo que nos interesa ahora es su ubicación temporal. La fecha generalmente aceptada para el Éxodo es la del siglo XIII a.C. (hacia el 1230 a.C), y los expertos que propugnan una fecha anterior en unos dos siglos se encuentran en franca minoría. Sin embargo, en nuestras obras anteriores (véase Las Guerras de los Dioses y los Hombres), nosotros hemos llegado a la conclusión de que el año 1433 a.C. encajaría a la perfección este acontecimiento, así como los relatos bíblicos de los patriarcas hebreos, con los acontecimientos contemporáneos conocidos y las cronologías de Mesopotamia y Egipto.

Después de la publicación de nuestras conclusiones (en 1985), dos eminentes arqueólogos y expertos bíblicos, John J. Bimson y David Livingstone, llegaron, tras un exhaustivo estudio (Biblical Archeology Review, Septiembre/Octubre 1987) a la conclusión de que el Éxodo tuvo lugar hacia el 1460 a.C. Además de sus propios descubrimientos arqueológicos y de un análisis de los períodos de la Edad del Bronce en el Oriente Próximo de la antigüedad, los datos bíblicos y el proceso de cálculo que emplearon fue el mismo que utilizamos nosotros dos años antes.

(También explicamos entonces por qué habíamos decidido reconciliar las dos líneas de datos bíblicos fechando el Éxodo en el 1433 a.C. en vez de en el 1460 a.C).Dado que los israelitas erraron por los desiertos del Sinaí durante cuarenta años, la entrada en Canaán tuvo lugar en 1393 a.C; y el acontecimiento observado por Josué tuvo que ocurrir poco después. La pregunta ahora es la siguiente: el fenómeno opuesto, la noche interminable, ¿ocurrió en los Andes al mismo tiempo? Desgraciadamente, la forma en que los escritos de Montesinos han llegado hasta los expertos actuales deja algunas lagunas en los datos relativos a la duración del reinado de cada monarca, y esto nos obligará a obtener la respuesta dando un rodeo.

El acontecimiento, según nos informa Montesinos, tuvo lugar en el tercer año del reinado de Titu Yupanqui Pachacuti II. Para determinar este momento, tendremos que calcular desde ambos extremos. Se nos dice que los primeros 1.000 años desde el Punto Cero se cumplieron durante el reinado del cuarto monarca, es decir, en el 1900 a.C; y que el trigésimo segundo rey reinó 2.070 años después del Punto Cero, es decir, en el 830 a.C. ¿Cuándo reinó el decimoquinto monarca? Los datos de los que disponemos sugieren que los nueve reyes que separan al cuarto del decimoquinto monarca remaron un total de unos 500 años, colocando a Titu Yupanqui Pachacuti II en los alrededores del 1400 a.C. Y calculando hacia atrás desde el trigesimosegundo monarca (830 a.C), llegamos al 564 como número de años transcurridos, dándonos la fecha de 1394 a.C. para Titu Yupanqui Pachacuti II.

De ambos modos llegamos a una fecha para el acontecimiento andino que coincide con la fecha bíblica y la fecha del acontecimiento en Teotihuacán. La impactante conclusión es evidente:

EL DÍA EN QUE EL SOL SE DETUVO EN CANAÁN FUE LA NOCHE SIN AMANECER EN LAS AMÉRICAS.
El acontecimiento, así verificado, se levanta como una prueba irrefutable de la veracidad de los recuerdos andinos de un Imperio Antiguo que comenzó cuando los dioses concedieron a la humanidad la varita de oro en el lago Titicaca.

10.000 años antes del Diluvio 1ª PARTE

Después de que “El libro perdido de Enki”, nos diera una cronología y hechos que diferían de lo marcado hasta el Momento en el apartado de este blog “La Historia Verdadera”.

Resultaba necesario acudir a otras fuentes, y sobre todo tener pruebas arqueológicas y escritas, de que algunos de los testimonios del libro de Enki, suponen un punto de vista partidista y sesgado de la historia, actitud esta muy común entre los vencedores (Nefilim).

Hoy vamos a Tomar El libro Los Reinos Perdidos de Zecharía Sitchin. Y dentro de ese libro, un capítulo basado en otra documentación, “Memorias Antiguas Historiales del Peru” escrita por Fernando Montesinos en 1628.

Dado lo extenso del tema he decidido dividir el capítulo en dos partes.

En la primera se detallan las etapas de las civilizaciones del Perú. Con muchas similitudes, a tener en cuenta (letra morada).

Fue en la década de los 70′ cuando se dio a conocer El Doceavo Planeta. Su autor, Zecharía Sitchin, un respetado lingüista de origen israelí, saltó a la fama por éste trabajo, que provocó una verdadera conmoción entre los estudiosos. Su investigación sobre la supuesta conexión sumeria con antiguos habitantes estelares, hizo correr ríos de tintas, y le granjeó una legión de fanáticos seguidores que hicieron del nombre Annunakis una marca registrada.


El Doceavo Planeta fue continuado por otros escritos del mismo estilo, desarrollando una verdadera saga que prosigue en la actualidad. La tesis de Sitchin es que los sumerios, fueron la cultura madre de la cual todas las demás civilizaciones luego se desarrollaron.


En esta oportunidad vamos a enfocar nuestra atención en uno de sus mejores libros,  hablamos de «Los Reinos Perdidos», donde Sitchin magistralmente da su visión sobre el pasado de las antiguas civilizaciones americanas, poniendo su acento como ya es su costumbre en la influencia sumeria sobre estas culturas. El capítulo elegido para este post, trata sobre un extraño suceso, enigmático e intrigante acaecido en este bendito continente que nunca deja de sorprender.


EL DÍA EN QUE EL SOL SE DETUVO


La avaricia inicial de los españoles por el oro y los tesoros oscureció su asombro por encontrar en Perú, esa tierra desconocida de los confines del mundo, una avanzada civilización con ciudades y caminos, palacios y templos, reyes y sacerdotes -y religiones. La primera oleada de sacerdotes que acompañaron a los conquistadores se inclinaron por destruir todo lo que tuviera que ver con la «idolatría» de los indígenas. Pero los sacerdotes que les siguieron -que, en aquella época, eran los eruditos de su país- se vieron expuestos a las explicaciones de los ritos y creencias nativas a través de los nobles indígenas que se habían convertido al cristianismo.

La curiosidad de los sacerdotes cristianos se agudizó al darse cuenta de que los indígenas andinos creían en un Creador Supremo y que sus leyendas daban cuenta de un Diluvio. Y resultó que muchos detalles de aquellos relatos locales eran extrañamente similares a los relatos bíblicos del Génesis. De ahí que fuera inevitable que, entre las primeras teorías referentes al origen de los «indios» y sus creencias, emergiera como idea principal una relación con las tierras y el pueblo de la Biblia.

Al igual que en México, tras tomar en consideración a diversos pueblos de la antigüedad, la teoría de las Diez Tribus Perdidas de Israel pareció la más plausible, no sólo por la similitud de las leyendas nativas con los relatos bíblicos, sino también por algunas costumbres de los indígenas peruanos, como la de la ofrenda de los primeros frutos, una Fiesta de Expiación a finales de septiembre, que se corresponde por su naturaleza y fechas con el Día de la Expiación judío, y otros mandatos bíblicos, como el del rito de la circuncisión, la abstención de la sangre en la carne de los animales y la prohibición de comer peces sin escamas.


En la Festividad de los Primeros Frutos, los indígenas entonaban las místicas palabras Yo Meshica, He Meshica, Va Meshica; y algunos de los sabios españoles discernieron en el término Meshica la palabra hebrea «Mashi’ach» -el Mesías.(En la actualidad, los expertos creen que el componente Ira en los nombres divinos andinos es comparable al mesopotámico Ira/Illa, del cual proviene el bíblico El; que el nombre Malquis, por el cual los incas veneraban a su ídolo, es el equivalente de la deidad cananea Molekh («Señor»); y que, del mismo modo, el título real inca Manco se deriva de la misma raíz semita que significa «rey».)

A la vista de tales teorías sobre el origen bíblico israelita, la jerarquía católica en Perú, después de aquella primera ola de destrucción, se puso en marcha para registrar y preservar el legado indígena.


A clérigos locales, como el padre Blas Valera (hijo de un español y de una indígena), se les animó a plasmar por escrito lo que sabían y habían escuchado. Antes de que finalizara el siglo XVI, se hizo un esfuerzo concertado y patrocinado por el obispo de Quito para compilar historias locales, evaluar todos los lugares antiguos conocidos y reunir en una biblioteca todos los manuscritos relevantes. Gran parte de lo que se ha sabido desde entonces se basa en lo que se aprendió en aquel momento. Intrigado por estas teorías, y aprovechándose de los manuscritos reunidos, un español llamado Fernando Montesinos llegó a Perú en 1628 y consagró el resto de su vida a la recopilación de una amplia historia cronológica de los peruanos.

Alrededor de veinte años más tarde, finalizó una obra maestra titulada Memorias antiguas historiales del Perú, y la depositó en la biblioteca del convento de San José de Sevilla. Allí estuvo, olvidada y sin publicar durante dos siglos, hasta que se incluyeron fragmentos de ella en una historia francesa de las Américas. El texto español íntegro vio la luz ya en 1882 (P. A. Means lo tradujo al inglés en 1920, y fue publicada por Hakluyt Society en Londres, Inglaterra).

Tomando un punto de partida común tanto de los recuerdos bíblicos como de los andinos -el relato del Diluvio-, Montesinos siguió la repoblación de la Tierra en línea con los registros bíblicos, desde el Monte Ararat en Armenia pasando por la Tabla de los Pueblos del capítulo 10 del Génesis. En el nombre de Perú (o Piru/Pirua en lengua indígena), vio una interpretación fonética del nombre bíblico Ophir, nieto de Héber, antepasado de los hebreos, que a su vez fue biznieto de Sem.


Ofir también era el nombre de la famosa Tierra del Oro de la cual los fenicios trajeron oro para el templo de Jerusalén que el rey Salomón estaba construyendo. El nombre de Ofir en la Tabla de los Pueblos está justo delante del de su hermano Javilá, que le dio nombre a la famosa tierra del oro de la que se habla en el relato bíblico de los cuatro ríos del Paraíso: Y el nombre de uno era Pisón; es el río que rodea toda la tierra de Javilá, donde hay oro.


Montesinos sostenía que fue mucho antes de la época de los reinos de Judá e Israel, mucho antes del exilio de las Diez Tribus a manos de los asirios, que este pueblo bíblico había llegado a los Andes. Y sugería que no era otro que el mismo Ofir el que había liderado a los primeros colonos en el Perú, cuando la humanidad comenzó a extenderse por la Tierra después del Diluvio.


Los relatos incas que reunió Montesinos atestiguaban que, mucho antes que la más antigua dinastía inca, había existido un antiguo imperio. Tras un período de crecimiento y prosperidad, unos fenómenos repentinos asolaron el país: aparecieron cometas en los cielos, la tierra tembló con los terremotos, se iniciaron las guerras. El soberano que reinaba en aquel momento abandonó Cuzco y llevó a sus seguidores a un lugar apartado, a un refugio en unas montañas llamadas Tampu-Tocco; sólo unos cuantos sacerdotes se quedaron en Cuzco para mantener su santuario. Y fue durante esta calamitosa época cuando se perdió el arte de la escritura.

Pasaron los siglos. Los reyes iban periódicamente desde Tampu-Tocco a Cuzco para consultar los oráculos divinos. Pero un día, una mujer de noble linaje anunció que a su hijo, Rocca, se lo había llevado el dios Sol. Días después, el muchacho volvió a aparecer vestido con prendas doradas. Dijo que había llegado el momento del perdón, pero que el pueblo debía observar determinados mandatos: la sucesión real se establecería sobre un hijo del rey nacido de una hermanastra suya, aun cuando no fuera el primogénito; y no se debía retomar la escritura. El pueblo acató las órdenes y volvió a Cuzco, con Rocca como nuevo rey; a él se le dio el título de Inca -soberano. Al darle el nombre de Manco Capac a este primer Inca, los historiadores incas lo asimilaron al legendario fundador de Cuzco, Manco Capac, el de los cuatro hermanos Ayar.


Montesinos separó y distanció correctamente a la dinastía inca contemporánea de los españoles (que comenzó a reinar ya en el siglo XI d.C.) de la de sus predecesores. Su conclusión, de que la dinastía inca estaba compuesta de catorce reyes, incluidos Huayna Capac, que murió cuando llegaron los españoles, y sus dos belicosos hijos, ha sido confirmada por todos los expertos. Concluyó que Cuzco había sido realmente abandonada antes de que la dinastía inca reinstaurara la realeza en la capital.

Montesinos creía que, durante el tiempo de abandono de Cuzco, habían reinado 28 reyes desde un refugio secreto en las montañas llamado Tampu-Tocco. Y, antes de aquello, había existido de hecho un antiguo imperio que tuvo a Cuzco por capital. Allí se sentaron en el trono 62 reyes; de ellos, 46 fueron reyes-sacerdotes y 16 fueron soberanos semidivinos, hijos del dios Sol. Y, antes de todo aquello, los mismos dioses habían gobernado el país.

Se cree que Montesinos había encontrado una copia del manuscrito de Blas Valera en La Paz, y que los sacerdotes jesuitas le permitieron hacer una copia. También se basó en gran medida en los escritos del padre Miguel Cabello de Balboa, cuya versión relataba que el primer soberano, Manco Capac, no había llegado a Cuzco directamente desde el lago Titicaca, sino desde un lugar secreto llamado Tampo-Toco («lugar de descanso de las ventanas»). Fue allí donde Manco Capac «abusó de su hermana Mama Occllo» y tuvo un hijo de ella.

Montesinos, tras confirmar esto en el resto de fuentes de las que disponía, aceptó la información como basada en hechos reales. Así, comenzó las crónicas de la realeza en Perú con el viaje de los cuatro hermanos Ayar y de sus cuatro hermanas, que fueron enviados a encontrar Cuzco con la ayuda de un objeto de oro. Pero él registró una versión en la que el primero en ser elegido jefe fue un hermano que llevaba el nombre de un antepasado que había llevado al pueblo hasta los Andes, Pirua Manco (y de ahí el nombre de Perú).



Él fue quien, al llegar al lugar elegido, anunció su decisión de construir allí una ciudad. Llegó acompañado de esposas y hermanas (o esposas-hermanas), una de las cuales le dio un hijo al que se llamó Manco Capac. Fue éste el que construyó en Cuzco el Templo del Gran Dios, Viracocha; y, por tanto, fue éste el momento que se dio para la fundación del antiguo imperio y el del comienzo de las crónicas de las dinastías. Manco Capac fue aclamado como Hijo del Sol, y fue el primero de 16 reyes así considerados.

En su época, se veneraban otras deidades, una de las cuales fue la Madre Tierra, y otra un dios cuyo nombre significaba Fuego; se le representaba con una piedra que Pronunciaba oráculos. La ciencia principal de aquella época, según Montesinos, era la astrología; y se conocía el arte de escribir, sobre hojas procesadas de llantén o sobre piedras. El quinto Capac «renovó el cálculo del tiempo» y comenzó a registrar el paso del tiempo y los reinados de sus antepasados. Fue él quien introdujo la cuenta de un millar de años como un Gran Período, y de siglos y períodos de cincuenta años, equivalentes al bíblico Jubileo.


El Capac que instauró este calendario y esta cronología, Inti Capac Yupanqui, fue el que terminó el templo e instauró en él el culto del gran dios Illa Tici Vira Cocha, que significa «brillante iniciador, creador de las aguas».En el reinado del duodécimo Capac, llegaron a Cuzco las noticias del desembarco en la costa de «unos hombres de gran estatura… gigantes que poblaron toda la costa», que disponían de herramienta-s de metal y estaban arrasando la tierra.

Después de un tiempo, comenzaron a entrar en las montañas; afortunadamente, provocaron la ira del Gran Dios y éste los destruyó con un fuego celeste.

Liberado de los peligros, el pueblo se olvidó de los mandatos y los ritos del culto. Se abandonaron «buenas leyes y costumbres», pero esto no pasó desapercibido para el Creador. Como castigo, ocultó el sol a aquella tierra; «no hubo amanecer durante veinte horas». Hubo un gran lamento entre el pueblo y se ofrecieron oraciones y sacrificios en el templo, hasta que (después de veinte horas) el sol volvió a aparecer. Inmediatamente después de aquello, el rey reinstauró las leyes de conducta y los ritos del culto. El cuadragésimo Capac en el trono de Cuzco fundó una academia para el estudio de la astronomía y la astrología, y determinó los equinoccios.

El quinto año de su reinado, según calculó Montesinos, fue el que hacía 2.500 desde el Punto Cero que, supuso él, marcaba el Diluvio. También fue el 2.000 desde que comenzara la realeza en Cuzco; para celebrarlo, se le concedió al rey un nuevo título, Pacha-cuti (Reformador). Sus sucesores promoverían también el estudio de la astronomía; uno de ellos introdujo un año con un día de más cada cuatro años, y un año extra cada cuatrocientos años.


Durante el reinado del quincuagésimo octavo monarca, «cuando se completó el Cuarto Sol», se llevaban 2.900 años desde el «Diluvio». Montesinos calculó que fue el año en que nació Jesucristo. Aquel primer imperio de Cuzco, comenzado con los Hijos del Sol y continuado con unos reyes-sacerdotes, tuvo un amargo final durante el reinado del sexagésimo segundo monarca. En su tiempo, ocurrieron «maravillas y portentos».

La tierra tembló con terremotos interminables, los cielos se llenaron de cometas, augurio de una inminente destrucción. Tribus y pueblos comenzaron a correr de un lado a otro, entrando en conflicto con sus vecinos. Llegaron invasores desde la costa, incluso desde más allá de los Andes. Hubo grandes batallas; en una de ellas, el rey cayó bajo una flecha, y su ejército huyó presa del pánico; sólo sobrevivieron a las batallas quinientos guerreros.


«Así se perdió y se destruyó el gobierno de la monarquía de Perú -dice Montesinos-, y se perdió el conocimiento de las letras.»

Los pocos que quedaron abandonaron Cuzco, dejando tras de sí tan sólo a un puñado de sacerdotes para que cuidaran del templo. Se llevaron con ellos al joven hijo del rey muerto, aún un niño, y encontraron refugio en un escondrijo de las montañas llamado Tampu-Tocco; aquél era el lugar donde, desde una cueva, partió la primera pareja semidivina para fundar el imperio andino. Cuando el muchacho alcanzó la edad adecuada, se le proclamó como primer monarca de la dinastía de Tampu-Tocco, dinastía que se prolongaría durante casi mil años, desde el comienzo del siglo n hasta el XI d.C. Durante todos aquellos siglos de exilio, los conocimientos fueron disminuyendo y la escritura se olvidó.

En el reinado del septuagésimo octavo monarca, cuando se alcanzó el hito de los 3.500 años desde el Comienzo, alguien comenzó a revivir el arte de la escritura. Entonces, el rey recibió una advertencia de los sacerdotes referente a la invención de las letras. En su mensaje explicaban que había sido el conocimiento de la escritura el que había causado las pestes y las maldiciones que habían llevado a su fin la monarquía de Cuzco.


El deseo del dios era «que nadie se atreva a utilizar las letras o a resucitarlas, pues de su empleo vendrían grandes males [de nuevo]». Por tanto, el rey ordenó «por ley, bajo pena de muerte, que nadie traficara en quilcas, que eran los pergaminos y las hojas de árboles sobre los que se solía escribir, ni utilizara ningún tipo de letras». En su lugar, introdujo el uso de quipos, los ramales de cuerdas de colores que se utilizaron a partir de entonces con fines cronológicos. En el reinado del nonagésimo monarca se culminó el cuarto milenio desde el Punto Cero.

Para entonces, la monarquía en Tampu-Tocco era débil e ineficaz. Las tribus leales a ella eran objeto de incursiones e invasiones de sus vecinos. Los jefes de las tribus dejaron de pagar tributo a la autoridad central. Las costumbres se corrompieron, proliferaron las abominaciones. En tales circunstancias, apareció una princesa de la sangre original de los Hijos del Sol, una tal Mama Ciboca.

Anunció que su joven hijo, que era tan hermoso que sus admiradores le apodaron Inca, estaba destinado a reconquistar el trono de la antigua capital, Cuzco. De forma milagrosa, desapareció y volvió vestido con ropajes dorados, afirmando que el dios Sol se lo había llevado a lo alto, instruyéndole en los conocimientos secretos y diciéndole que llevara al pueblo de vuelta a Cuzco. Su nombre era Rocca; él fue el primero de la dinastía Inca, dinastía que llegó a tan ignominioso fin a manos de los españoles.

Intentando situar estos acontecimientos en un marco temporal ordenado, Montesinos afirmaba cada cierto intervalo que un período llamado «Sol» había pasado o comenzado. Aunque no se sabe con seguridad cuál consideraba él que era la longitud de un período (en años), parece ser que tenía en mente las leyendas andinas de varios «soles» en el pasado del pueblo. Si bien los expertos sostenían -no tanto en nuestros días- que no había habido contacto de ningún tipo entre las civilizaciones de Centroamérica y de América del Sur, las de estos últimos sonaban bastante diferentes de las nociones azteca y maya de los cinco soles.

De hecho, todas las civilizaciones del Viejo Mundo tenían recuerdos de épocas pasadas, de eras en las que los dioses reinaban solos, seguidos por semidioses y héroes y, más tarde, sólo por mortales. Los textos sumerios llamados las Listas de los Reyes registraban un linaje de señores divinos seguido por semidioses, que sumaron un total de 432.000 años antes del Diluvio; después, hacían una relación de reyes que reinaron a partir de entonces a través de tiempos que consideramos históricos, y cuyos datos se han podido verificar, resultando ser exactos.

En las listas de los reyes egipcios, tal como las plasmó el historiador y sacerdote Manetón, se habla de una dinastía de doce dioses que comenzó unos 10.000 años antes del Diluvio; fue seguida por dioses y semidioses hasta los alrededores del 3100 a.C, en que los faraones ascendieron al trono de Egipto. Una vez más, hasta donde sus datos se pueden contrastar con los registros históricos, todo ha resultado ser exacto. Montesinos se encontró con estas ideas en la tradición popular colectiva de Perú, confirmando los informes de otros cronistas de que los incas creían que la suya era la Quinta Era o Sol.

· La Primera Era fue la de los viracochas, unos dioses que eran blancos y con barba.

· La Segunda Era fue la de los gigantes; algunos de ellos no eran benévolos, y hubo conflictos entre los dioses y los gigantes.

· Después vino la Era del hombre primitivo, de los seres humanos aculturizados.

· La Cuarta Era fue la era de los héroes, hombres que eran semidioses.

· Y después llegó la Quinta Era, la era de los reyes humanos, de los cuales los incas fueron los últimos del linaje.

Montesinos ubicó también la cronología andina en el marco europeo relacionándola con determinado Punto Cero (él pensaba que debía tratarse del Diluvio) y, más concretamente, con el nacimiento de Cristo. Comentó que las dos secuencias temporales coincidían en el reinado del quincuagésimo octavo monarca: 2.900 años después del Punto Cero fue el «primer año de Jesucristo».

Las monarquías peruanas comenzaron, según él, 500 años después del Punto Cero, es decir, en el 2400 a.C. El problema que tienen los expertos con la historia y la cronología de Montesinos no es, por tanto, el de la escasez de claridad, sino su conclusión de que la realeza y la civilización urbana comenzaran -en Cuzco- casi 3.500 años antes de los incas. Aquella civilización, según la información que amasara Montesinos y aquellos sobre los que basó su trabajo, disponía de escritura, incluyó la astronomía entre sus ciencias y tuvo un calendario lo suficientemente largo como para requerir unas reformas periódicas.

De todo esto (y mucho más) disponía también la civilización sumeria, que floreció hacia el 3800 a.C, y la civilización egipcia, que le siguió hacia el 3100 a.C. Otro vástago de la civilización sumeria, la del valle del Indo, llegó hacia el 2900 a.C. ¿Por qué no iba a ser posible que este triple despliegue no tuviera una cuarta ocurrencia en los Andes? Imposible, si no hubiera habido contactos entre el Viejo y el Nuevo Mundo.

Posible, si los que habían concedido todos los conocimientos, los dioses, fueran los mismos y estuvieran presentes por toda la Tierra. Afortunadamente, por increíbles que puedan sonar, nuestras conclusiones se pueden demostrar. La primera prueba de la veracidad de los acontecimientos y las cronologías recopiladas por Montesinos ya se ha dado. Un elemento clave en la presentación de Montesinos es la existencia de un antiguo imperio, de un linaje de reyes en Cuzco que finalmente se vieron obligados a dejar la capital y a buscar refugio en Un apartado lugar de las montañas llamado Tampu-Tocco. Este interregno duró un millar de años; por fin, se eligió a un joven de noble estirpe para que llevara al pueblo de vuelta a Cuzco y fundara la dinastía inca.

Hasta Aquí esta primera parte de la Historia del Perú.

En la segunda parte asistiremos a un hecho singular, La Biblia y las crónicas de La Historia del Perú  corroboraran el mismo hecho, increíble, sorprendente e indescifrable

Los cristales de la Atlántida

Helena Petrovna Blavatsky, una de las psíquicas más importantes de todos los tiempos.

Madame Blavatsky,  fue cofundadora en 1875 junto con el Coronel H S Olcott, de la Sociedad Teosófica, con sede en Adyar, en el estado hindú de Madras. A través de la aplicación de una ley inmutable, el espíritu descendería dentro de la materia, y esta a su vez ascendería a través del espíritu en un proceso evolutivo de retorno. Supuso la introducción y conceptualización occidentalizada de la sabiduría intuitiva de la India, desafiando las convenciones sociales tanto como las ortodoxias intelectuales, llegando a influir en los artistas y científicos de la época. De hecho, se sabe que Einstein tenía una copia de La Doctrina Secreta -su monumental obra- en su escritorio.

Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891) y su obra atrajeron la atención y la controversia porque atribuía la fuente de su información a los Mahatmas o Maestros. Ella decía haber estudiado con Mahatma Morya, a quien denominaba el Hindú, así como también con Mahatma Koot Hoomi, en el Tíbet, y después describió la experiencia de un cambio psicofisiológico de enalmamiento, mediante el cual empezó a recordar la vida, la ciencia y la lengua del Hindú, incluso cuando él ya no estaba presente.

Además, sus propios capacidades mentales llamaban la atención. Sabía cómo manifestar fenómenos a través del poder de su voluntad, lo que le condujo a desacreditar el espiritismo que había cobrado popularidad durante la década de 1870, especialmente en América. Otros a la vez rechazaron sus escritos llamándola plagiadora e impostora y tachándola de charlatana

Cuando paseaba con su padre por Londres en 1851, en su 20 aniversario, vio por primera vez a M, su Maestro Espiritual, un rajput alto y noble al que reconoció como el protector de sus visiones y sueños de infancia. Él le habló de un trabajo futuro que realizaría bajo su dirección después de prepararse en oriente. Hay evidencias más tarde de sus estancias en India, Tíbet y Cachemira hacia 1867, donde estaría con Mahatma Koot Hoomi y Morya -este último, aunque no vivía allí iba continuamente. Estos dos Maestros, como explicó después, raramente aparecían en el mundo abiertamente, pero podían proyectar su forma en cualquier lugar.

Cuenta Mario Rosso de Luna en su libro Helena Petrovna Blavatsky: a propósito de la vivísima curiosidad que le acometió de ver el retrato de un antepasado de la familia, que estaba en el castillo de Saratov, donde vivía su abuelo, tapado con una cortinilla. Pendía de la pared a mucha altura del suelo en un aposento de elevado techo, y la señorita Hahn era entonces un renacuajo, aunque muy resuelta cuando se le asentaba un propósito entre ceja y ceja. Le habían negado permiso para ver el cuadro, por lo que esperó la ocasión de quedarse sola para realizar su deseo. Arrimó una mesa a la pared; puso encima otra mesa más pequeña, y por remate una silla. encaramándose después poco a poco a tan inestable edificio. Desde aquella ventajosa posición pudo alcanzar el cuadro, y apoyándose con una mano contra la polvorienta pared, descorrió con la otra la cortina. Sobresaltándose al ver el cuadro, y con el movimiento que hizo se derrumbó la deleznable tarima. Ni la mismísima señorita Hahn se dio cuenta de lo ocurrido.

Perdió el conocimiento al tambalear y caer, y al recobrarlo se halló tendida en el suelo sin daño alguno, las mesas y la silla en el mismo sitio de donde ella las había sacado, y corrida de nuevo la cortinilla del cuadro. Hubiera creído que todo era un sueño, a no ser porque en la pared, junto al cuadro, quedaba impresa en el polvo la huella de su manita. También parece que en otra ocasión, cuando tenía catorce años salvó la vida en singulares circunstancias. El caballo que montaba la lanzó de la silla y al caer se le enredó el pie en el estribo.Según dijo, debió haber muerto antes de que pudieran detener al caballo, a no ser por una extraña forma que distintamente notó en su rededor y parecía sostenerla en el aire a despecho de la gravedad.

A partir de ese momento se convirtió en fiel discípula de su Maestro. Bajo Su guía aprendió a controlar las fuerzas a las cuales se encontraba sometida en razón de su excepcional naturaleza. Esta conducción la llevó a través de experiencias de extraordinaria variedad dentro de los dominios de la magia y del ocultismo. Aprendió a recibir mensajes de sus Maestros y a transmitirlos a sus destinatarios, eludiendo todo peligro y la incomprensión con que se encontró en su camino.

Seguir el rastro de sus peregrinajes durante el período de su aprendizaje, es verla a trabajando a través de todo el mundo. Parte de este tiempo lo pasó en las regiones del Himalaya, estudiando en monasterios en los cuales se habían preservado las enseñanzas de algunos de los más eruditos y espirituales Maestros de los tiempos pasados. Estudió la Vida y las Leyes de los mundos internos y las reglas que deben cumplirse para ganar el acceso a los mismos. Como testimonio de esta etapa de su entrenamiento esotérico, nos ha dejado una exquisita versión de axiomas espirituales en su libro La Voz del Silencio.

La casa de Koot Hoomi -retomando los primeros pasos de su formación- era un gran edificio de madera al estilo chino, en forma de pagoda, entre un lago y una bella montaña, según describía en una de sus cartas posteriores. Mucho de su tiempo allí lo invirtió aprendiendo inglés y Senzar, una lengua sacerdotal secreta, la lengua misteriosa de los adeptos iniciados de todo el mundo, pues Helena, que hablaba un francés fluido, sólo había aprendido un inglés conversacional muy limitado. Sin embargo, esto sería parte del gran trabajo de su vida, reproducir las sutilezas orientales de la filosofía esotérica y metafísica en inglés.

Sus viajes se sucedieron entre los 20 y los 40 años, incluyendo visitas a América, Canadá, Sudamérica, Ladakh, Tíbet, Birmania y, vía Java, Europa, estando en Francia y Alemania, para luego regresar a Rusia. Mientras tanto entró en contacto con el espiritismo y aprendió a controlar su maravilloso poder para producir fenómenos a voluntad,diversas empresas comerciales -llevando un negocio de maderas finas, e igualmente de directora de una fábrica de flores artificiales…. En el Tíbet aprendió, según nos dicen, a manipular las fuerzas ocultas. En el Cairo, en 1871 hizo un intento frustrado para fundar una sociedad espiritual en base a la fenomenología paranormal. En 1873 vivió con su hermano en París, pintando y escribiendo, dado que además de sus otras habilidades, era una artista consumada y una maravillosa caricaturista.


Helena Petrovna Blavatsky estableció que siete serían las razas que habitarían el planeta Tierra

La Primera raza sólo se movia a nivel astral.

La segunda raza o Hiperbórea.- Habitó en el Norte de Asía y Artíco, estuvo muy vinculada a lo etéreo.

La tercera raza o Lemuria.- La civilización MU se desarrolló en un continente en el Pacífico Sur

La cuarta raza Los Atlantes.- Fueron los primeros que tuvieron división por sexos, se les conocia por los altos.

La quinta raza somos nosotros el hombre.

Las otras dos razas estan por venir.


El psiquico Edgar Cayce, famoso por sus predicciones,  completa la descripción de esta raza:

Se dividian en varias subrazas, la dominante eran Los Toltecas que trás la destrucción del continente en el 10.000 se asentaron en America dando lucar a las culturas Pre colombinas. Tambien en Egipto donde construyeron las pirámides  hace 11.000 años.

Los atlantes tuvieron una tecnología basada en los cristales como elemnto productor de energia y almacenamiento de información. Esto les permitió tener barcos, aviones y submarinos y pistolars laser.


Estos guerreros llamados: Atlantes, pertenecieron a la raza de los Toltecas, ubicados en México, estas esculturas de casi 5 metros, portan una extraña arma, que indica ser una pistola laser, aunque algunos arqueologos han mencionado que es un arma comun, pero las civizaciones anteriores y posteriores utilizaron flechas y macanas como armas de guerra, nada similar a lo que portan los Atlantes de Tula

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La Atlántida es una isla leyendaria engullida en la pre-antigüedad. Estuvo mencionada por primera vez por Platón, en 370 antes de J-C, en el Timeo y el Critias. Hoy en dia, ciertas personas encuentran vínculos entre esta ciudad perdida y las desapariciones en el Triangulo de las Bermudas.

Historia de la Atlántida

Una civilización que dispone de conocimientos muy avanzados vivía en esta isla. Según Platón, la Atlántida tenia muchos recursos naturales, entre cuales se encontraba un metal misterioso, el oricalco. Pero los ocupantes se hicieron cada vez más corruptos. Establecieron por la fuerza colonias en los dos lados de su isla, conquistando una parte de África hasta Egipto, y de Europa hasta Italia. Atenas fue el único estado capaz de oponerse a su expansión. La Atlántida, así como el ejército de Atenas, fueron engullidos en un inmenso maremoto asociado con terremotos, en un día y una noche. Platón no le da explicación geológica a esta catástrofe.

Durante los tiempos modernos, numerosas investigaciones fueron llevadas para intentar localizar esta isla. Pero los científicos e historiadores no lograron ponerse de acuerdo. Varios lugares fueron evocados: por Chipre, en América latina, en el Océano Indio, en Antártica, más allá de Irlanda, en el Mar del Norte, en el Atlántico.

El psiquiatra Edgar Cayce (1877-1945), defensor convencido de esta leyenda, localizaba la Atlántida cerca de la isla de Bikini, en las Bermudas. Pensaba que la civilización que vivía en esta isla disponía de tecnologías muy avanzadas. Hubieran desarrollado potentes “cristales de fuego” a partir de los que obtenían energía. Una perdida de control de estos cristales hubiera generado un desastre entrenando la desaparición de la isla y de su civilización. Cayce profetizaba que elementos de la Atlántida debían aparecer de nuevo entre 1968 y 1969.

La famosa ruta de Bimini fue descubierta por buceadores en 1968. En las aguas poco profundas por Bikini, grandes rocas talladas y posicionadas precisamente para representar formas extrañas. Lo que se parece a una antigua carretera fue puesto al día. Ciertos investigadores asociaron estos elementos con la Atlántida..

 

Carretera de Bimini
La carretera de Bimini, varios metros abajo del agua


Queda la curiosa historia del oricalco, metal desconocido que hizo la riqueza de los leyendarios habitantes de la Atlántida, así como el estaño hizo la de los fenicios. Tal vez se trataba de cobre o de una aleación parecida con la del bronce necesitando estaño. Ciertos hablaron del aluminio que fue descubierto de nuevo en el siglo XIX de la era cristiana. Una curiosa leyenda existe tratando de un metal desconocido cuyo último propietario del secreto de fabricación fue asesinado por orden de Nerón, que temía que el oro y los metales corrientes fueran devaluados y su poder puesto en competitividad..

 

Piedras de Bimini
Buceador delante de las piedras de Bimini


¿La Atlántida, causa de desapariciones de aviones y buques?

Se dice que hay un vínculo entre las desapariciones repetidas de buques y aviones en el área del Triangulo de las Bermudas y la misteriosa ciudad de la Atlántida posiblemente engullida en aquella misma área.

Ya no se cuentan las hipótesis y leyendas. Pero la mas conocida, es la que concierne este famoso “cristal de fuego”, revelado por Edgar Cayce, que estaría siguiendo activo en las profundidades del océano. Un campo de energía todavía estaría irradiando a partir de estos cristales lo que podría entrenar la desaparición de buques y aviones.

PRUEBAS ARQUEOLÓGICAS ANTEDILUVIANAS

En los post anteriores, la documentación presentada era: Las tablillas de Barro en Babilonia. (El libro de Enki) y Las sorprendentes enseñanzas de los Pleyadianos, información transmitida a una persona Barbará Marciniak, por parte de estos seres.

Abundan en internet numerosas personas, que tras diferentes experiencias, comienzan una andadura espiritual o interesada y difunden su mensaje de futuro.

Lo que hoy tenemos son pruebas arqueológicas,  de la ubicación del ser humano en el centro de Grecia, hace 130.000 años.  A través de unas pisadas humanas de esa fecha.

Recordando que EVA tiene 150.000 años, y que según la Historia oficial el ser humano no abandonó África hasta hace 40.000 años. Nos encontramos con otra paradoja de difícil resolución para la Arqueología oficial.

En la «Historia verdadera», habíamos indicado la existencia de homínidos en todos los continentes, puestos allí por los dioses,  y cuyos restos han ido apareciendo en Sudamérica, Australia,…

La existencia de pisadas humanas en Grecia hace 130.000 años supone una revolución. Que apoyaría la tesis Nefilim, ya que esta gruta se encontraba dentro de su zona de influencia.Además la joya de oro metal no trabajado en el paleolítico, sinó muchísimo después sería una referencia muy clara en este sentido, ya que los Nefilim buscaban este metal.

La tesis de los pleyadianos, acepta la teoría de la manipulación genética de los Nefilim, aunque sitúa a la raza humana anterior a la llegada de estos.

La muralla de 23.000 años es antediluviana y ciertamente la teoría que se expone de defensa del clima es inicial. Una muralla supone un asentamiento mucho más definitivo. Algo impensable, según la historia oficial en los hombres del paleolítico Las primeras civilizaciones que construyen murallas son Sumer. Hace 7500 años. Así pues esa muralla podía ser muchas cosas.


Muralla hallada en Grecia fue construida hace 23.000 años, puede ser la más antigua del mundo

Un grupo de arqueólogos presentó a los medios griegos restos del muro de piedra a la entrada de la gruta de Teopetra, en la localidad de Meteora en Kalambaka, a 350 kilómetros al noroeste de Atenas. «Se trata de la muralla más antigua encontrada en Grecia y tal vez del mundo y se utilizó por el ser humano para protegerse del frío», declaró al canal estatal NET la arqueóloga Nina Kiparisi, especialista en paleontología y espeleología, encargada de la obra.

 

La muralla tiene unas dimensiones de 24 por 30 metros, con una entrada en forma oval, su interior tiene unos 500 metros cuadrados y fue formada entre 137 a 65 millones años atrás.

Durante los 25 años de excavaciones e investigaciones en la gruta bajo la dirección de Kiparisi, se han encontrado semillas de maíz y de fríjoles, cultivadas y en forma natural.

Kiparisi comentó al periódico «To Vima» que se ha deducido que los hombres de esa época sabían cultivar la tierra y que sus conocimientos eran locales y no los habían heredado de Oriente Medio, como se creía hasta ahora.

También se encontraron restos de herramientas del Paleolítico, Mesolítico y Neolítico trabajadas con fuego, objetos de cerámica neolítica, restos de fogatas y de joyas hechas con conchas marinas, así como objetos prehistóricos de dientes de ciervo y herramientas óseas.

Durante años de investigación se halló también una joya de oro del Paleolítico, considerada como única de esa época, y restos de huellas humanas petrificadas que datan de hace 130.000 años y que posiblemente pertenecían a niños.

Otros objetos encontrados en el fondo de la gruta incluyen vestimentas y restos de una fogata que, según el método de datación de especímenes orgánicos carbono-14, datan del año 4500 a.C.

Igualmente había esqueletos humanos, por lo que los científicos se han dedicado a buscar restos de presencia humana del Homo Sapiens Neanderthalensis, que data de hace 40.000 años, previo al Homo Sapiens Sapiens.

El alcalde del ayuntamiento de Vasilikis en la zona de Teopetras, Vaios Ziakas, declaró hoy a la televisión local que la gruta está abierta a los visitantes y éste es un gran descubrimiento para la región.

«Es necesario crear un museo para mostrar todos los descubrimientos hechos hasta el momento», dijo.

La gruta, que se encuentra a 4 kilómetros del pueblo de Kalambakas, es la única en Grecia que repetidamente ha dado muestras de intervención humana en la tierra, que data desde la época paleolítica media hasta el fin del Neolítico (3000 a.C). EFE