Archivo por meses: enero 2013

Política monetaria de España

La semana pasada, a juzgar por los resultados de la subasta de su deuda pública España vendió tres tramos de bonos estatales por un importe que supera notablemente el nivel previsto.

Y ganó 5,8 millardos de euros. Recordemos que el nivel previsto era de 5 millardos.

El jefe del Banco de España Luis María Linde declaró que no todos los bancos podrán consumar este año el proceso de reestructuración. Linde puntualizó, empero, los eminentes esfuerzos que hacen las organizaciones financieras y dijo que el país cumpliría con sus promesas, incluidos los relativos a los impuestos. En el encuentro organizado por el club “Siglo XXI”, Luis María Linde, destaca la prensa española, asoció el proceso de recuperación tanto con la normalización del otorgamiento de créditos, como con el papel anticrisis del “banco malo” en cuya gestión habrá 100 mil objetos inmobiliarios, es decir de la esfera que había originado los problemas desmesurados.

En opinión de nuestro experto, profesor de la Escuela Superior de Economía de Moscú Iván Rodiónov, “la política monetaria de Madrid tomó un vector correcto. Y el sistema bancario ramificado del país adquiere gradualmente la configuración necesaria para este período del año, aprobada a nivel de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del FMI”. Y continúa:

–Llamo justamente la atención sobre el hecho de que la colocación de los bonos de la deuda por los bancos importantes se verifique, digamos, no en las condiciones peores. Desde este punto de vista, no merece la pena exagerar las dificultades que existen ahora en toda la UE. Lo fundamental consiste en evitar decisiones populistas de algunos gobiernos. 

Entretanto, el analista Nouriel Roubini insiste en sus trece: 2013 es el año de la “tempestad ideal”, pues coincidirán en un punto la crisis económica y la geopolítica. A todas luces, el destacado economista se refería a que, por ejemplo, en España, los fenómenos de crisis en la esfera financiero-económica se vieran agravados por problemas socio-constitucionales. Se trata de la tensión en el rumbo social, de las cuestiones originadas a nivel de la existencia de autonomías y provincias en el reino, las que, como es natural, ya no pueden contar con la generosidad del centro.

La jefa del FMI Christine Lagarde, en suma, ve positivamente los empeños de los estados europeos enderezados a estabilizar la situación en las finanzas y en la economía. Al final de la semana pasada ella exhortó a los países de la zona euro a que no se relajaran. Por cierto que el FMI advierte de los fuertes riesgos en cuanto a las reformas proclamadas. Por su parte, el profesor Iván Rodiónov considera que justo las acciones mancomunadas de los países de la divisa europea única apuntadas a aliviar el fardo del endeudamiento que pesa sobre los estados más críticos pueden proporcionar el éxito tan anhelado. Él dice:

–Yo no quisiera dramatizar la situación. A mi entender, Europa podrá salir de esta crisis. Ya ahora allí no hay tamaña caída. Y la burocracia europea, a pesar de todos los defectos, es muy eficaz. 

El experto ruso predice a España un período prolongado de crecimiento doloroso. Pero la UE cuenta con una notable reserva de resistencia, resume Iván Rodiónov.

vs/kg

http://spanish.ruvr.ru/2013_01_21/Espana-crisis-medidas-deuda-economia/

Sigue avanzando el Gobierno Mundial

 

El proceso clave que permite comprender cómo funciona realmente el mundo de hoy lo vemos en la creciente privatización del poder a nivel global. Se ha vaciado a las estructuras públicas tradicionales agrupadas en torno al Estado nacional soberano de su poder, para transferirlo y concentrarlo en organizaciones privadas de diverso tipo.

Entes privados numéricamente pequeños pero extremadamente poderosos desde el punto de vista de su influencia en todos los ámbitos y su capacidad para imponer su voluntad sobre el mundo entero.

El ‘cerebro’ de este sistema de poder mundial privatizado lo hallamos en la nutrida red de entes de planificación geopolítico denominados ‘think tanks’ (bancos de cerebro).

Existen cientos de estos ‘think tanks’ que permanente y dinámicamente evalúan, analizan, planifican y preparan planes de acción para lograr el control mundial integral. Dado que el poder es -siempre ha sido y siempre será- vertical y autoritario, vemos que un grupo pequeño de estos entes ubicado en la cima de la pirámide de poder global parece siempre tener la palabra final en todos los temas clave.

Esto nada tiene de ‘conspirativo’, por cuanto todos estos entes tienen nombre, domicilio, sitios en internet y nóminas de miembros: la Comisión Trilateral (fundada por intereses coaligados de Rockefeller, Rothschild, Morgan, Warburg en 1973), el Instituto Real de Relaciones Internacionales (también conocido como Chatham House fundado en Londres en 1919), la ‘Conferencia Bilderberg’ (asociación más informal de individuos con enorme poder que se reúne anualmente desde 1954), y muy especialmente el neoyorquino Council on Foreign Relations (CFR, Consejo de Relaciones Exteriores).

Creado en 1919 luego de la primera guerra mundial por los más poderosos banqueros, industriales y grupos de interés de la época, el CFR se ha consolidado siendo hoy una suerte de ‘cerebro del mundo’ que coordina amplios procesos políticos, económicos, financieros, geopolíticos y sociales en todo el mundo; cada uno según sus características intrínsecas, posibilidades y potencialidades, y velocidades naturales de desarrollo y maduración.

Esta estructura de grupos de poder global –los ‘dueños del poder mundial’– tiene como objetivo ulterior la paulatina creación e imposición de un Gobierno Mundial controlado desde sus propias instancias privadas.

Para ello, han logrado que sus miembros, acólitos, empleados de alta gama, y servidores diversos -sea por ambición personal, alineamiento filosófico o incluso ignorancia programada- hagan su voluntad y cumplan con funciones muy precisas dentro de una complejísima maquinaria que conduce inexorablemente hacia el anhelado Gobierno Mundial.

En verdad, se trata de unas pocas decenas de miles de individuos que deciden por los 7.000 millones de habitantes del planeta.

El ‘Consejo de Consejos’

Un indicio más de que el CFR hoy sigue impulsando planes globales para imponer un Gobierno Mundial lo observamos en la iniciativa denominada el ‘Consejo de Consejos’, mediante la cual el CFR se propone coordinar las actividades de un conjunto de los más relevantes ‘think tanks’ alineados con el proyecto mundialista dentro del ámbito de los países del Grupo de los Veinte, G20.

No habrá de sorprender la innegable preocupación que Rusia y China les genera a los ‘dueños del poder’, lo que motivó que su segunda conferencia tuviera lugar en Moscú el pasado 12 y 13 de diciembre para evaluar la próxima presidencia rusa del G20, la crisis en Siria y el funcionamiento del Consejo de Seguridad de la ONU en el que Rusia es miembro permanente.

Su primera conferencia realizada a finales de octubre de 2012 ya había abordado la necesidad de estabilizar el sistema financiero global, impulsar una creciente liberalización del comercio, conjurar la amenaza de proliferación en Asia (aludiendo a Corea del Norte), y planificar el futuro de la cooperación asiática en materia de seguridad (aludiendo al creciente poder de China).

En la conferencia inaugural del ‘Consejo de Consejos’, llevada a cabo en Washington DC el 12 y 13 de marzo del año pasado, se definieron los cuatro ejes principales que más preocupan a los dueños del poder mundial en la actual etapa del proceso hacia la imposición de un Gobierno Mundial:

• La situación general de gobernabilidad global y cooperación multilateral. O sea, la influencia y poder económico de China, la influencia política y diplomática de Rusia, y el creciente poderío militar de estas dos naciones.

• El estado de la no proliferación nuclear centrado en Irán. Este es uno de los ejes en la “lucha contra el terrorismo y las armas de destrucción masiva” que las potencias occidentales utilizan en Oriente Medio, y que ha derivado en la destrucción de Afganistán e Irak a partir de los ataques e invasiones de EE.UU. y la OTAN en 2001 y 2003 respectivamente; y la creciente agresión contra Irán que abarca desde el asesinato de sus científicos y funcionarios de Gobierno, ciberataques contra sus instalaciones, hasta las arbitrarias y durísimas sanciones económicas. Todo ello viene ocasionando millones de muertes en estos y otros países a manos de Occidente. Por supuesto, en estas conferencias no hay ni una sola palabra sobre el arsenal nuclear ilegal de Israel.

• El futuro del dólar como moneda de reserva mundial. Los dueños del poder mundial pretenden administrar el colapso controlado del sistema financiero mundial y de las monedas de todos los países –especialmente el dólar y el euro– para reemplazarlas (en el momento que a ellos más les convenga) por una moneda mundial controlada desde algún ente supranacional privado bajo su control.

En verdad, la gigantesca crisis financiera y económica desatada desde 2008 ha sido ocasionada directamente por los megabancos globales que a su vez controlan los bancos centrales de casi todos los países. A través de complejísimos mecanismos financieros, esos megabancos imponen catastróficas distorsiones financieras, monetarias y salvajes que solo les benefician a ellos, al tiempo que aniquilan a decenas de millones de trabajadores de todos los países del mundo.

Resultado de ello es la enorme concentración del poder financiero en torno a media docena de megabancos –Goldman Sachs, CitiCorp, HSBC, JPMorganChase, Credit Suisse y DeutscheBank, todos controlados por el grupo Rockefeller/Rothschild/Warburg/Schiff– que se han encumbrado por encima de las leyes de todos los países del mundo.

En verdad, dentro de la estructura de poder global privatizada son los megabancos los que imponen las leyes en EE.UU., el Reino Unido, la Unión Europea y demás países de Occidente. Este proceso permite comprender los ataques coordinados llevados a cabo contra toda nación que pretenda mantener un banco central independiente de los megabancos mundiales: Libia, Irán, Irak, Siria…

• Criterios para intervenciones humanitarias a la luz del cambio de régimen en Libia y la crisis actual en Siria. En otras palabras, se trata de esquemas de guerra psicológica para justificar intervenciones armadas e invasiones de EE.UU., Reino Unido, Francia, la OTAN e Israel contra Irak, Afganistán, Libia, Siria, Palestina, Mali, Somalia, Líbano, Siria y muchas más por venir. No es casualidad que en cada caso, los ‘luchadores por la libertad’ –facinerosos armados, financiados y entrenados por Occidente– terminan luchando codo a codo con operativos de Al Qaeda, otra creación de la CIA, el MI6 y el Mossad.

Reorganización Geopolítica

Cada crisis que el CFR coloca como “necesitados de urgente reforma” ha sido creada directa o indirectamente por ellos mismos, y hoy sirven para justificar diferentes tipos de conferencias, cumbres y reuniones en las que se propone una amplia gama de ‘soluciones’, siempre funcionales a sus propios objetivos. En verdad, lo que se esconde detrás de todo esto es la necesidad de crear una justificación para poder atacar de manera integral y desde todos los ángulos posibles, al gran ‘Enemigo Público Número Uno’ de los ‘dueños del poder mundial’: el Estado nacional soberano en todos los países.

Uno de los miembros e intelectuales más sobresalientes del CFR, Zbigniew Brzezinski – también fundador e ideólogo de la Comisión Trilateral y ex asesor de Seguridad Nacional del presidente Jimmy Carter– lo expuso elocuentemente en un libro publicado en 1970:

“Entre dos edades: el rol de los Estados Unidos en la era tecnotrónica”, al decir que: “la era tecnotrónica implica el surgimiento gradual de una sociedad más controlada. Una sociedad semejante quedará dominada por una élite sin ataduras con los valores tradicionales. Pronto será posible imponer esquemas de vigilancia casi permanentes sobre cada ciudadano y mantener archivos completos y actualizados de los mismos, que estarán disponibles instantáneamente para las autoridades”.

“En la sociedad tecnotrónica, la tendencia pareciera ser hacia lograr el apoyo agregado de millones de ciudadanos descoordinados entre sí y fácilmente controlables por personalidades magnéticas y atractivas, que permitan manipular sus emociones y controlar su razonamiento”.

“Hoy somos testigos del surgimiento de elites transnacionales vinculadas más allá de toda frontera nacional.  Seguramente, pronto las élites sociales de las naciones más avanzadas serán altamente internacionalistas o globalistas en espíritu y en su perfil intelectual. El Estado-nación cederá gradualmente su soberanía… Se tendrán que hacer esfuerzos más intensos para darle forma a una nueva estructura monetaria mundial, lo que llevará riesgos consecuentes a la posición relativamente favorable de los EE.UU.”.

En este libro publicado hace 43 años, Brzezinski incluso prevé que “para el año 2018, la tecnología pondrá a disposición de los líderes de las principales naciones una amplia gama de técnicas para llevar a cabo guerras secretas para las cuales se necesitará de apenas un mínimo de fuerzas de seguridad en el campo.

Una nación podrá atacar a otra nación competidora de manera encubierta utilizando medios bacteriológicos, o debilitar totalmente a la población (aunque con un mínimo de fatalidades) antes de controlar a sus Fuerzas Armadas. Alternativamente, técnicas de modificación climática podrán emplearse para generar periodos extensos de sequía o de tormentas…”.

Este es el mismo Zbigniew Brzezinski que desde los estrados del CFR anunció hace pocos años que el mayor peligro actual para los ‘dueños del poder mundial’ yace en “el creciente despertar político de las masas”.

Como podrá apreciar el lector, estamos todos inmersos en una verdadera guerra global de alcances mundiales, por más que la gran mayoría de la población no haya tomado conciencia cabal de ello…. ¡aún!

http://actualidad.rt.com/expertos/salbuchi/view/84289-sigue-avanzando-gobierno-mundial

 

CONSCIENCIA ANIMAL

Perros fieles protegen a su amo de ser atropellado

 

Video: Unos perros fieles salvan a su amo de ser atropellado

En una ciudad de Brasil unos perros salvaron la vida de su amo, que estaba en estado de embriaguez tirado en mitad de una calle transitada por vehículos, de ser atropellado, según se aprecia en un video de YouTube colgado hace seis días.

Como muestra la grabación, unos testigos trataron de acercarse al hombre aparentemente para sacarlo de la carretera, sin embargo los perros que rodeaban a su amo ladraron amenazantes.

Los transeúntes no podían evitar pararse a observar al hombre custodiado por los perros. Los tres animales finalmente lograron despertar a su amo que, tambaleándose, se acercó a la acera donde se sentó y comió lo que le ofreció uno de los testigos de la escena.

Lo sucedido fue grabado por un transeúnte que después subió el video a YouTube, titulándolo ‘Drunk man’s best friend’ (‘El mejor amigo del hombre borracho’) y comentando: “Quien tiene amigos así, puede beber tranquilo”. Solo en 6 días la grabación tuvo 30.913 reproducciones.

http://actualidad.rt.com/sociedad/view/84297-video-perros-fieles-salvan-amo-atropellado

Cachalotes adoptan a delfín-inválido

дельфин

Foto: EPA

Biólogos alemanes lograron filmar cerca de las islas Azores el comportamiento inusual de un grupo de cachalotes, que aceptaron en su manada a un delfín con la columna vertebral deformada. 

Entre algunos cachalotes adultos y sus cachorros los investigadores vieron un delfín adulto que jugaba con los depredadores peligrosos, quienes no estaban en contra de tal compañía y respondían con reciprocidad. Tal relación entre especies es un fenómeno bastante raro, y entre los cachalotes y delfines se ha visto por primera vez.

Es muy extraño, ya que una bandada de delfines pueden atacar a los cachalotes y perseguir a sus crías. Lo más probable es que el delfín debido a su defecto físico, que le impedía nadar con rapidez, no podía integrarse a los suyos y encontró una “sociedad” alternativa.

og/rl

http://spanish.ruvr.ru/2013_01_21/Cachalotes-adoptan-a-delfin-invalido/

La crisis griega pone de moda los mercados sin intermediarios

Mercados sin intermediarios en Grecia

Cuando llega el fin de semana numerosas plazas en distintas ciudades griegas se transforman en mercados de venta directa donde los agricultores ofrecen sus productos a precio bajo. La crisis lo ha hecho posible.

Lo que hace un año nació como una idea espontánea de protesta contra las consecuencias de una crisis cada vez más acuciante, con el tiempo fue tomando cuerpo hasta convertirse en el llamado “movimiento sin intermediarios“, cuyo objetivo es poner directamente en contacto a los productores con los consumidores, pasando por alto las redes comerciales tradicionales que aumentan excesivamente los precios.

Fue a mediados de diciembre 2011 cuando los agricultores de Drama, una localidad cercana a la frontera con Bulgaria, hartos de vender su producción a bajo precio, decidieron regalar en Salónica paquetes de patatas de dos kilos.

Un mes mas tarde, una asociación local de Katerini (norte de Grecia) invitaba a los agricultores de Drama a venderles directamente sus productos. A las dos semanas, esos mismos agricultores estaban ya vendiendo en Volos, en el centro de Grecia. Siguieron otras ciudades.

El “movimiento de las patatas”

Lo que empezó llamándose el “movimiento de las patatas” se transformó rápidamente en el “movimiento sin intermediarios”. Decenas de municipios en todo el país se pusieron en contacto con los agricultores para posibilitar en sus plazas la venta directa.

“Organizamos este mercado el segundo domingo de cada mes. Hemos estudiado experiencias similares en Francia y en Holanda. A partir de marzo empezaremos a montarlo cada dos semanas“, declaró Nikos Jardaliás alcalde de Výronas, un barrio de Atenas.

En el “pueblo de productores”, como se llama el mercado de Výronas, se venden 60 productos de primera necesidad: aceite, harina, miel, pasta, arroz, naranjas, pero también hierbas aromáticas, almendras, nueces o salchichas.

“Nos interesa ofrecer productos de buena calidad y baratos. Una comisión municipal examina las ofertas de los productores y controla que ellos sean realmente los productores”, destaca Stavrula Panayéa, que junto con María Dimopulu supervisan el mercado sin intermediarios cada dos meses en Elefsina, a 20 kilómetros de Atenas.

“A los consumidores se les informa por la radio, la prensa local, por Internet y por anuncios en las mismas plazas”, añade.

“Cada vez que organizamos el mercado hacen sus compras de 600 a 900 familias y eso es muy importante para una ciudad como la nuestra que sufre de un desempleo muy alto”, agrega el alcalde de Elefsina, Yorgos Tsukalás.

Algunos son para un producto concreto

Hay municipios que organizan el mercado para un solo producto cada vez. “Pedimos ofertas para un solo producto”, explica el vicealcalde de Iliúpolis, en la periferia de Atenas, Jristos Yannakis.

Pero no todos los mercados sin intermediarios dependen de ayuntamientos. En Mastabás, Atsaleño y Zériso, tres barrios de la periferia de Heraklion, en Creta, el mercado lo organiza una iniciativa local de ciudadanos.

“Tomamos la decisión de hacerlo en una asamblea de vecinos”, explica Katerina Savvaki. “Somos todos voluntarios, por eso no es posible organizarlo en plazos precisos”, añade.

“Antes de hacer los encargos a los productores, distribuimos papeletas de comandas en los puntos centrales de los tres barrios”, precisa.

Tanto los agricultores como los consumidores se benefician de los mercados sin intermediarios. “Vendo mi arroz, a 1 euro por kilo, en paquetes de 3 y de 5 kilos”, explica Dimitris Vlajos que a este precio tiene un 15% más de beneficio. A los compradores les sale por lo menos 50 céntimos por kilo más barato.

“Vengo para hacer mis compras cada mes”, dice Margarita Nasia, ama de casa. “Compro especialmente huevos, pasta, patatas y arroz. Tanto la calidad de los productos como sus precios son mejores que los del supermercado”, agrega.

Pero no todos están contentos. “Los comerciantes locales han protestado. Eso nos ha llevado a organizar nuestro mercado una vez al mes en lugar de dos”, reconoce el vicealcalde Jristos Yannakis.

http://www.20minutos.es/noticia/1706106/0/crisis-grecia/mercados/sin-intermediarios/

Cadenas internacionales denuncian bloqueo informativo de Francia en Mali

Cadenas y agencias internacionales denuncian que las Fuerzas Armadas de Francia ha impuesto un bloqueo informativo sobre las acciones militares que ejecutan durante su intervención en Malí, limitando el trabajo de los periodistas y corresponsales que son enviados a dar cobertura a la creciente guerra que se libra en este país africano.

La cadena iraní Press TV denuncia que, desde el pasado 11 de enero cuando Francia inició una guerra con el pretexto de detener el avance de “insurgentes”, París ha intensificado su ofensiva terrestre y aérea, dejando grabar y luego difundir muy pocas imágenes del conflicto.

Por su parte, el canal privado Francés TF1 y otras redes de televisión de Francia han enviado varios equipos periodísticos a Bamako, capital de Mali, pero “un apagón informativo sobre las imágenes de los enfrentamientos ha limitado a todos los periodistas de la ciudad”.

Otras cadenas informativas denuncia que el Gobierno de Francia habla de la recuperación de la ciudad de Konna (centro), sin que hasta el momento se hayan ofrecido imágenes que confirme tal aseveración.

En tanto, el canal “France 5” tilda de sospechoso que, a pesar de los “intensos combates en Diabaly, cuerpo a cuerpo según el ejército invasor, no se haya producido ninguna baja entre las fuerzas francesas, aún cuando hablan de la “capacidad y determinación de los rebeldes islamistas”.

“Podríamos pensar que en el terreno no se han producido tales combates ‘cuerpo a cuerpo’ y que, en realidad, las fuerzas francesas están enfrentándose a los rebeldes a distancia, con misiles y bombardeos aéreos”, destaca la televisora.

El medio de comunicación francés considera que el exceso de bombardeos es la razón de la falta de imágenes. “Debe ser poco edificante para la opinión pública las imágenes de casas de adobe y vehículos con cuerpos carbonizados”, precisó el canal.

http://www.telesurtv.net/articulos/2013/01/21/cadenas-internacionales-denuncian-bloqueo-informativo-de-francia-en-mali-6946.html

 

La última carta de García Lorca

Una colaboración de La lunagatuna

“En tu carta hay cosas que no debes, que no puedes pensar. Tú vales mucho y tienes que tener tu recompensa. Piensa en lo que puedas hacer y comunícamelo enseguida para ayudarte en lo que sea, pero obra con gran cautela. Estoy muy preocupado pero como te conozco sé que vencerás todas las dificultades porque te sobra energía, gracia y alegría, como decimos los flamencos, para parar un tren”. Sobre la cuartilla blanca, fechada el 18 de julio de 1936 en Granada, Federico García Lorca trataba de consolar a su enamoradoJuan Ramírez de Lucas.

La pareja se encontraba llena de ilusiones y de proyectos. Lorca había decidido aceptar la invitación de Margarita Xirgu para viajar a México pero quería marcharse con el estudiante de 19 años, que soñaba con ser actor y que ya había hecho sus primeros pinitos en el Club Teatral Anfistora. La complicidad era mutua pero necesitaban la aprobación del padre del muchacho, un reputado médico albaceteño. El poeta había cumplido 38 años pero a su amante le faltaban dos para alcanzar la mayoría de edad. Podrían haberse fugado. Seguramente Lorca tenía los contactos necesarios para que pudieran salir de España con papeles falsificados pero se negó a hacerlo. Ramírez de Lucas debía convencer a su familia para marcharse juntos pero las cosas no estaban saliendo bien: “Yo pienso mucho en ti y esto lo sabes tú sin necesidad de decírtelo pero con silencio y entre líneas tú debes leer todo el cariño que te tengo y toda la ternura que almacena mi corazón”, prosigue el poeta.

Los tres folios, escritos a mano, con palabras subrayadas y alguna tachadura, llegaron a su destino cuatro días después, antes de que se cortaran las comunicaciones entre la zona republicana y la nacional. Ese mismo día se conocía el alzamiento franquista, la sublevación militar no tardaría en convertirse en guerra civil y empezaba el reinado del horror.

Juan Ramírez de Lucas.

El valor documental de estos folios, junto con el poema, los dibujos y los cuadernos, en los que Ramírez de Lucas cuenta sus recuerdos sobre la relación de ambos, deberá ser determinado por los historiadores pero para eso hace falta que los herederos den el visto bueno a la publicación. Hermanos y sobrinos se debaten sobre qué hacer con los documentos, que ya han merecido el interés de un gran sello editorial. Para los partidarios de sacarlos a la luz se trata de una cuestión de tiempo pero otro sector de la familia se niega a utilizar el histórico material. La trascendencia de los documentos podría ser de enorme importancia, puesto que aportarían nuevos datos sobre los últimos días del poeta.

La resonancia internacional de lo publicado estos días por EL PAÍS, conuna reproducción de un poema de amor inédito de Lorca dedicado a su novio, ha sido enorme, como casi todo lo que se relaciona con el poeta español más traducido de todos los tiempos. Desde Nueva York, Laura García Lorca ultima los detalles técnicos de una exposición sobre el poeta que se realizará en la Biblioteca Municipal, cuanta cómo ha sido requerida por algunos de los periódicos más prestigiosos para hablar del tema. Y lo mismo Ian Gibson. Ayer mismo, desde un tren camino de Córdoba, el biógrafo más conocido de Lorca destacaba la importancia de que afloren nuevos documentos y de que se remuevan las vías de investigación sobre el escritor. En su opinión, los documentos deberían publicarse cuanto antes para ser estudiados.

Dado que se trata de una carta fechada el mismo 18 de julio de 1936, Gibson considera que podría tratarse de la última misiva del poeta de la que se tiene constancia, aunque sea difícil determinarlo al cien por cien. “Según mis datos, el pintor Pepe Caballero le escribe una carta a Lorca en esos días y se la devuelven diciendo que en esa dirección ya no vivía nadie”, añade. A sus 73 años, el escritor considera que su cabeza se encuentra repleta de nombres y de fechas pero le bastó escuchar los apellidos Ramírez de Lucas para situarse en el tiempo: “¿Vive todavía? Hice todo lo posible por entrevistarme con él pero fue imposible. Sabía que era fundamental su relación con Lorca pero no logré hablar con él y eso supuso una gran frustración. Cuando conseguí hablar con él me dijo que no quería verme, que él mismo preparaba su propia versión de los hechos, pero supongo que era una manera de quitarme de en medio”.

Tres cuartos de siglo después, Federico García Lorca sigue siendo noticia. Resulta casi un milagro que el histórico material haya sobrevivido a tantos avatares. Ramírez de Lucas, al que algunos han comparado en las fotos que se conservan de cuando era joven con el galán de cine Alan Ladd, guardó durante años los recuerdos que le unían a Lorca sobreponiéndose a todos los peligros que conllevaba haber tenido relaciones con un poeta tan estigmatizado por el franquismo. En la carta de tres folios quedaban las últimas palabras que le enviaba el poeta. A los pocos días de recibirla, Albacete quedaba bajo el mando republicano y Granada en poder de los nacionales, lo que agravó la situación de Lorca.

Federico García Lorca.

El poeta, tan famoso como carismático, se encontraba en la cumbre de su fama. Bodas de sangrese estaba traduciendo al francés y estaba a punto de publicarse Poeta en Nueva York. Margarita Xirgu lo había invitado a México pero en los planes de Lorca también se encontraba la idea de regresar en otoño a Madrid para estrenar Doña Rosita la soltera. Sin embargo, en el otro bando solo importaba su fama de rojo y de homosexual. La situación en Granada se volvía insostenible. Su cuñado, el alcalde socialista de la ciudad, Fernández Montesinos, fue arrestado el 20 de julio en el Ayuntamiento y fusilado el 16 de agosto, dos días antes del asesinato de su cuñado Lorca.

Durante un registro en la Huerta de San Vicente, en busca de uno de los empleados de la familia, el padre del poeta fue golpeado brutalmente por números de la Guardia Civil. Ante el peligro evidente y la posibilidad de que el poeta fuera el siguiente, Lorca se esconde en casa de la familia Rosales, cuyos hijos, y en especial Luis, eran íntimos del autor deYerma. El poeta no quiso que Luis Rosales y Pepinique Rosales lo pasasen en su propio coche al bando republicano, como habían hecho con otros amenazados. Fue detenido el 16 de agosto, tras ser denunciado por Ramón Luis Alonso, exdiputado de la CEDA, que odiaba tanto a Garcia Lorca como a la familia Rosales por no querer admitirlo en la Falange de Granada.

Queipo de Llano, gobernador militar de Andalucía Occidental, fue informado telefónicamente del arresto que se acababa de llevar a cabo. “¡Que le den café!” fue su respuesta. La madrugada del 18 de agosto era fusilado “por rojo y por maricón”. La noticia, pese a los rumores y las protestas internacionales que ocasionó, no se confirma hasta el 20 de septiembre, un mes y dos días después de su asesinato.

Como algunos españoles que no podían acreditar un pasado glorioso al lado del bando nacional, Ramírez de Lucas se alistó en la División Azul, donde fue herido grave en la batalla del río Lovat y condecorado posteriormente. Todavía se encuentra en Internet una de las cartas que mandó a su casa desde el frente ruso. Con la ayuda de Luis Rosales buscó trabajo en ABC. Se ganó la vida como periodista y crítico de arte y arquitectura, rehizo su vida sentimental con un compañero con el que compartió treinta años. Ni siquiera a él le contó nada sobre ese amor de juventud.

Mucho tiempo después, seguramente cuando la herida dejada por esa relación frustrada de manera tan dramática, Ramírez de Lucas comenzó a verter todos sus recuerdos en unos cuadernos, en los que cuenta la época que le tocó vivir, los momentos junto a Federico y sus ideas políticas. Todo ello podría ser de enorme valor para los historiadores. Hace dos años, poco antes de fallecer en un hospital madrileño, legó los documentos a una de sus hermanas. Su última voluntad fue que los documentos en su poder se conocieran.

https://selenitaconsciente.com

dopaje en la naturaleza: especies que deben sus increíbles habilidades al consumo de drogas (o casi)

El dopaje no es exclusivo del hombre o de conocidos y exitosos deportistas, en la naturaleza también hay otras especies que se consumen sustancias para mejorar sus capacidades corporales.

Por estos días el asunto del dopaje -el consumo de alguna sustancia química con el propósito deliberado de sacar ventaja de sus efectos sobre el cuerpo- ha estado particularmente activo, sin que nadie repare en que aunque se trate de una conducta penada socialmente, en la naturaleza no son pocos los casos en que especies animales acuden con cierto nivel de consciencia a plantas que alteran sus habilidades, mejorándolas en algunos casos.

Aquí un recuento.

 

En Centroamérica y Sudamérica es conocida la afición del jaguar por las hojas de la Banisteriopsis caapi, sí, la famosa ayahuasca considerada una planta sagrada sobre todo en ciertas tribus amazónicas. Como es sabido, la ayahuasca contiene en su composición un potente químico psicoactivo que al parecer los jaguares utilizan conscientemente para incrementar su percepción sensorial y, con esta, sus habilidades de caza.

Miembros de la tribu, que reside en la cuenca media del Orinoco, aseguran que al consumir la vid de la ayahuasca su visión nocturna y su fuerza mejoraron, por lo que es de suponerse que los felinos experimentan una reacción parecida.

 

Los opiáceos no ejercen fascinación únicamente en escritores curiosos que, à la Thomas de Quincey, buscan entre sus ensoñaciones una fuente de creatividad. En Tasmania, el ualabí (un marsupial casi idéntico al canguro, pero de menor tamaño), acostumbra de vez en cuando emprender exploraciones colectivas a los campos de amapola que grandes compañías farmacéuticas tienen en la isla para elaborar algunos de sus medicamentos. Los animales arrasan con las plantas al parecer sin otro fin más que alterar su sentido de la realidad, trazando en el transcurso azarosos crop circles producto de su experiencia.

Según algunos agricultores, algunas ovejas del lugar también han incurrido en esta conducta.

 

Los caballos se cuentan entre los animales más nobles del imaginario natural, acaso porque, junto con el perro, es una de las pocas especies que desde tiempos remotos han formado parte de la cotidianidad del hombre, del domum familiar.

Pero como en todo hogar, pasa que uno de sus miembros tiene una debilidad secreta que, quizá, los demás encontrarían reprobable. Así, es más o menos común que los caballos padezcan una enfermedad conocida como “locoísmo”, derivada de su consumo sostenido de plantas ricas en swainsonina como el astrágalo, las Oxytropis o la propia Swainsona, que se encuentran sobre todo en Norteamérica y específicamente en Estados Unidos. En este país, por cierto, se utiliza la misma palabra para referirise tanto a la enfermedad como a este tipo de plantas: locoweed, “loco por la hierba”.

 

“Si toma, no maneje”, reza la conseja común que, sin embargo, no parece aplicar en el mundo de los murciélagos, que si de vez en cuando encuentran una buena cantidad de azúcares frutales fermentado hasta el grado de convertirse en inesperadas bebidas alcohólicas, no dudan en bebérsela hasta emborracharse, curiosamente, sin mayores consecuencias, pues al parecer la ebriedad no afecta en modo alguno sus habilidades de vuelo, según investigó hace un tiempo un grupo de biólogos canadienses.

 

La musaraña (la famosa shrew de Shakespeare) también posee la que para algunos sería una capacidad envidiable: una amplia tolerancia al consumo de alcohol. La especie Ptilocercus lowii, musaraña arborícola de cola plumosa, natural de Malasia y otras regiones del sudeste asiático, acotumbra beber el néctar fermentado de la palmera de donde se obtiene el vino de palma.

Tomando en cuenta las proporciones de cada uno, un ser humano promedio terminaría notablemente borracho si bebiera lo que esta musaraña, la cual, sin embargo, no se ve afectada por el nivel de alcohol del néctar (casi 4%).

 

Continuando con la adicción de ciertas especies por las bebidas embriagantes, recientemente se descubrió que las moscas dela fruta macho ahogan en alcohol sus penas amorosas, pues acuden a estas sustancias cuando una hembra rechaza sus cortejos.

 

Hay al menos una especie animal en la que las hojas de coca (de donde se extrae la cocaína) no producen los conocidos efectos que se identifican con esta planta. Se trata de la Eloria noyesi, una polilla que en su estado larvario se alimenta de dichas hojas sin que sufra ningún tipo de intoxicación.

Esta sorprendente inmunidad hizo pensar en alguna ocasión al gobierno de Colombia un plan para liberar un enorme ejército de larvas en los campos de cocaína del país.

 

Los loros tienen fama de aprender palabras del lenguaje humano por su habilidad para imitar sonidos. Pero en el caso del lori de cuello rojo (una subespecie del lori arco iris, de la familia de los Psittacidae y natural de Australia), también han aprendido, adoptado o desarrollado el gusto por la bebida, al grado de que sus ejemplares pasan una buena parte del año, más o menos de junio a noviembre,  totalmente ahogados en alcohol y cayéndose de los árboles por lo borrachos que se encuentran.

A diferencia del ser humano, en los lori los efectos del alcohol no se disipan con una buena siesta y, por el contrario, persisten por varios días, con consecuencias en su sistema respiratorio y sus ojos.

Según Stephen Cutter, veterinario local que ha estudiado este singular fenómeno, esta conducta podría estar provocada por un virus.

Con información de Live Science

http://pijamasurf.com/2013/01/dopaje-en-la-naturaleza-especies-que-deben-sus-increibles-habilidades-al-consumo-de-drogas-o-casi/

¿Fin del capitalismo? Nuevas formas de explotación, nuevas ideas para la lucha: Sembrando utopía

Una colaboración de Mr Mario Lopez Mora

 

Próximamente aparecerá el libro que lleva por título

“¿Fin del capitalismo? Nuevas formas de explotación, nuevas ideas para la lucha. Sembrando utopía”.

Se trata de un conjunto de 14 ensayos de 10 autores diversos, de distintos países (Cuba, Venezuela, Argentina, España, Costa Rica, México, Estados Unidos), los cuales tienen un hilo conductor:

 son preguntas sobre la situación actual del capitalismo (¿está en crisis, agoniza, o está más fuerte que nunca?) y reflexiones sobre las nuevas ideas que se plantean para la lucha revolucionaria, haciendo un análisis crítico de lo que ha sido el socialismo hasta la fecha.

A modo de adelanto, presentamos aquí su Introducción y sus Conclusiones.

____________________

Introducción

Algunos años atrás, no muchos, parecía -o, al menos, muchos queríamos creerlo así- que el triunfo de la revolución socialista era inexorable. El mundo vivía un clima de ebullición social, política y cultural que permitía pensar en grandes transformaciones.

Entre las décadas del 60 y del 70 del siglo pasado, más allá de diferencias en sus proyectos a largo plazo, en sus aspiraciones e incluso en sus metodologías de acción, un amplio arco de protestas ante lo conocido y de ideas innovadoras y contestatarias barría en buena medida la sociedad global: radicalización de las luchas sindicales, profundización de las luchas anticoloniales y del movimiento tercermundista, estudiantes radicalizados por distintos lugares con el Mayo Francés de 1968 como bandera, aparición y radicalización de propuestas revolucionarias de vía armada, movimiento hippie anticonsumismo y antibélico, incluso dentro de la iglesia católica una Teología de la Liberación consustanciada con las causas de los oprimidos.

 Es decir, reivindicaciones de distinta índole y calibre (por los derechos de las mujeres, por la liberación sexual, por las minorías históricamente postergadas, por la defensa del medioambiente, etc.) que permitían entrever un panorama de profundas transformaciones a la vista.

 

Para los años 80 del siglo pasado, al menos un 25% de la población mundial vivía en sistemas que, salvando las diferencias históricas y culturales existentes entre sí, podían ser catalogados como socialistas. La esperanza en un nuevo mundo, en un despertar de mayor justicia, no era quimérico: se estaba comenzando a realizar.

Hoy, tres o cuatro décadas después, el mundo presenta un panorama radicalmente distinto:

 la utopía de una sociedad más justa es denigrada por los poderes dominantes y presentada como rémora de un pasado que ya no podrá volver jamás.

“El Socialismo solo funciona en dos lugares: en el Cielo, donde no lo necesitan, y en el Infierno donde ya lo tienen”, es la expresión triunfante de ese capitalismo que, en estos momentos, pareciera sentirse intocable.

Lo que se pensaba como un triunfo inminente algunos años atrás, parece que deberá seguir esperando por ahora. El sistema capitalista no está moribundo. Para decirlo con una frase más que pertinente en este contexto: “los muertos que vos matáis gozan de buena salud”, anónimo equivocadamente atribuido a José Zorrilla.

Las represiones brutales que siguieron a aquellos años de crecimiento de las propuestas contestatarias, los miles y miles de muertos, desaparecidos y torturados que se sucedieron en cataratas durante las últimas décadas del siglo XX en los países del Sur con la declaración de la emblemática Margaret Tatcher “no hay alternativas” como telón de fondo cuando se imponían los planes de capitalismo salvaje eufemísticamente conocido como neoliberalismoel miedo que todo ello dejó impregnado, son los elementos que configuran nuestro actual estado de cosas, que sin ninguna duda es de desmovilización, de parálisis, de desorganización en términos de lucha de clases. Lo cual no quiere decir que la historia está terminada. La historia continúa, y la reacción ante el estado de injusticia de base (que por cierto no ha cambiado) sigue presente.

Ahí están nuevas protestas y movilizaciones sociales recorriendo el mundo, quizá no con idénticos referentes a los que se levantaban décadas atrás,

 pero siempre en pie de lucha reaccionando a las mismas injusticias históricas, con la aparición incluso de nuevos frentes y nuevos sujetos: las reivindicaciones étnicas, de género, de identidad sexual, las luchas por territorios ancestrales de los pueblos originarios, el movimiento ecologista, los empobrecidos del sistema de toda laya (el “pobretariado”, como lo llamara Frei Betto).

Hoy día, según estimaciones fidedignas, aproximadamente el 60% de la población económicamente activa del mundo labora en condiciones de informalidad, en la calle, por su cuenta (que no es lo mismo que “microempresario”, para utilizar ese engañoso eufemismo actualmente a la moda), sin protecciones, sin sindicalización, sin seguro de salud, sin aporte jubilatorio, peor de lo que se estaba décadas atrás, ganando menos y dedicando más tiempo y/o esfuerzo a su jornada laboral.

“El amo tiembla aterrorizado delante del esclavo porque sabe que, inexorablemente, tiene sus días contados”, podría decirse con una frase de cuño hegeliano. Eso es cierto, al menos en términos teóricos: el sistema sabe que conlleva en sus entrañas el germen de su propia destrucción. La lucha de clases está ahí, y la posibilidad que las masas oprimidas alguna vez despierten, abran los ojos y revolucionen todo (¡como ya lo han hecho varias veces en la historia!), está presente día a día, minuto a minuto. Por eso y no por otra cosa los mecanismos de control del sistema están perpetuamente activados, mejorándose de continuo. Pero hay que reconocer que hoy, en este momento, este combate (combate que es sólo un momento de una larga guerra) no lo viene ganando el campo popular. Hoy, caído el muro de Berlín y tras él el sueño de un mundo más justo, el gran capital sale fortalecido. El capitalismo como sistema, aunque le tenga terror a la posibilidad de estas “explosiones” de los desposeídos, sabe cada vez más cómo controlar.

 ¡Y sin lugar a dudas, controla muy bien!

 La esencia misma del capitalismo actual (al menos el por así decir “tradicional”: el estadounidense, el europeo, el japonés, el capitalismo pobre del Tercer Mundo; algo distinto quizá es el caso chino) se inclina cada vez más a controlar lo logrado, a prever y evitar posibles desestabilizaciones. En otros términos: es cada vez más sumamente conservador. De ahí que buena parte de su energía la dedica al mantenimiento del orden establecido, al control social.

El neoliberalismo, que es una estrategia económica sin dudas, puede entenderse en ese sentido como una gran jugada política, que retrotrae las cosas a décadas atrás y sienta bases para varias generaciones: hoy día aterroriza tanto la posibilidad de ser desaparecido y torturadocomo la de perder el trabajo. La cultura light dominante es la expresión de esa re-ideologización: “no piense y sea feliz”.

 

No otra cosa que control social es todo el inmenso aparataje superestructural que cada vez más viene perfilándose en el sistema:

 un sistema-mundo basado en forma creciente en la industria militar, en las tecnologías de avanzada ligadas a las comunicaciones -sutil forma de control; de hecho hoy día transitamos lo que los estrategas de la primera potencia mundial llaman “guerra de cuarta generación” (Lind, 1989)-; control basado en el manejo planetario de las masas, en las industrias de la muerte (los principales rubros del quehacer humano actual están ligados a las mafias del ámbito financiero-especulativo (¿por qué no llamarlo usura?), a la producción y venta de armas así como de los narcóticos, al control social en su más amplio sentido.

El capitalismo actual, si bien en su raíz continúa siendo el mismo que estudiaron los clásicos de la economía política en la Inglaterra del siglo XVIII o XIX (Adam Smith, David Ricardo, Thomas Maltus, John Stuart Mill), así como también Marx, es decir:

 un sistema basado exclusivamente en la obtención de lucro, ha ido sufriendo importantes mutaciones en su dinámica. El actual modelo tampoco es el que pudo estudiar Lenin a principios del siglo XX, cuando ya se perfilaba la importancia creciente del capital financiero, pero aún con potencias imperiales enfrentadas mortalmente entre sí. El capitalismo actual se basa crecientemente en la especulación (mundo de las finanzas como nunca antes en la historia),

 en el primado absoluto de capitales de orden global que ya han dejado atrás el Estado-nación moderno, en la destrucción como negocio (industria de la guerra, consumismo voraz que lleva a la incontenible catástrofe medioambiental, sistema que excluye cada vez más población en vez de integrarla), en la concentración de riquezas en forma inversamente proporcional al volumen de lo producido y del crecimiento poblacional.

Si hoy alguien dijera que los grandes capitales pueden tener hipótesis de mediano plazo en donde se elimina buena parte de las grandes masas planetarias, donde el trabajo va siendo casi totalmente automatizado, y donde el planeta Tierra puede comenzar a ser prescindible (con vida en islas interplanetarias para grupos “escogidos”), ello no parecería de vuelo especulativo, pura ciencia-ficción. Por el contrario, los escenarios que se van dibujando en el sistema-mundo, más que pensar en un acercamiento de los beneficios del desarrollo científico-técnico para el grueso de la población mundial dejan ver un retroceso ético fenomenal: vale más la propiedad privada que la vida humana, ….vale más el lucro que cualquier valor “espiritual”.

¿Cómo, si no, entre los negocios más dinámicos de la actualidad podrían encontrarse las guerras y las drogas ilegales?

El capitalismo chino, segunda economía a escala planetaria y siempre en ascenso, aún en plena crisis financiera de los grandes centros capitalistas históricos, de momento no muestra abiertamente estas características mafiosas. No abiertamente, valga aclarar, pero sí las tiene también. Hay diversos grupos mafiosos que desde las reformas de Deng Xiaoping, con el oxígeno capitalista gozan de buena salud, como: las triadas chinas (de gran importancia en los talleres de textil de las Zonas Económicas Especiales, donde hacen tratos con los capitalistas no chinos y tienden a meter su negocio mediante ellos en Europa, por ejemplo).

Seríamos quizá algo ilusos si pensamos que ello se debe a una ética socialista que aún perduraría en el dominante Partido Comunista que sigue manejando los hilos políticos del país. En todo caso responde a momentos históricos: la revolución industrial inglesa de los siglos XVIII y XIX, China recién ahora la está pasando, al modo chino por supuesto, con sus peculiaridades tan propias (la sabiduría y la prudencia ante todo). Queda entonces el interrogante de hacia dónde se dirigirá ese proyecto. Pero lo que es descarnadamente evidente es que el capitalismo ya envejecido se mueve cada vez más como un capo mafioso, como un “viejo mañoso”, pleno de ardides y tretas sucias. Las guerras y las drogas ilegales son hoy una savia vital, y los dineros que todo eso genera alimentan las respetables bolsas de comercio que marcan el rumbo de la economía mundial al tiempo que se esconden en mafiosos paraísos fiscales intocables. En ese sentido, la enfermedad estructural define al capitalismo actual y no hay diferencias con el de siempre.

Si el negocio de la muerte se ha entronizado de esa manera, si lo que duplica fortunas inconmensurables a velocidad de nanotecnología es la constante en los circuitos financieros internacionales, si en una simple operación bursátil se fabrican cantidades astronómicas de dinero que no tienen luego un sustento material real, si el capitalismo en su fase de hiper-desarrollo del siglo XXI se representa con paraísos fiscales donde lo único que cuenta son números en una cuenta de banco sin correspondencia con una producción tangible, si destruir países para posteriormente reconstruirlos está pasando a ser uno de los grandes negocios, si lo que más se encuentra a la vuelta de cada esquina son drogas ilegales como un nuevo producto de consumo masivo mercadeado con los mismos criterios y tecnologías con que se ofrece cualquier otra mercadería legal, todo esto demuestra que como sistema el capitalismo no tiene salida.

Pero el capitalismo no está en crisis terminal. Convive estructuralmente con crisis de superproducción, desde siempre, y hasta ahora ha podido sortearlas todas; así surgió el keynesianismo (hoy, quizá, con un keynesianismo latinoamericano, como los diversos proyectos de “capitalismo con rostro humano” de la región);

 o incluso ahí están las guerras como válvulas de escape, siempre listas para servir a la estabilidad del sistema. Estos nuevos negocios de la muerte son una buena salida para darle más aire fresco. Lo trágico, lo terriblemente patético es que el sistema cada vez más se independiza de la gente y cobra vida propia, terminando por premiar el que las cuentas cierren,sin importar para ello la vida de millones y millones de “prescindibles”, de “población sobrante”, población “no viable”. Ello es lo que autoriza, una vez más, a ver en el capitalismo el principal problema para la humanidad. Esto es definitorio:

 si un sistema puede llegar a eliminar gente porque “no son negocio”, porque consumen demasiados recursos naturales (comida y agua dulce, por ejemplo) y no así bienes industriales (es lo que sucede con toda la población del Sur)

si es concebible que se haya inventado el virus de inmunodeficiencia humana VIH -tal como se ha denunciado insistentemente- como un modo de “limpiar” el continente africano para dejar el campo expedito a las grandes compañías que necesitan los recursos naturales allí existentes (minerales estratégicos, petróleo, biodiversidad, agua dulce)

 si un sistema puede necesitar siempre una cantidad de guerras y de consumidores cautivos de tóxicos innecesarios, ello no hace sino reforzar la lucha contra ese sistema mismo, por injusto, por atroz y sanguinario.

Porque, lisa y llanamente, ese sistema es el gran problema de la humanidad, pues no permite solucionar cuestiones básicas que hoy día sí son posibles de solucionar con la tecnología que disponemos, tales como el hambre, la salud, la educación básica.

 

Quizá podría pensarse que el sistema actual se volvió “loco”…, pero es ése el sistema con el que tenemos que vérnosla.

Y en realidad, sopesadamente vistas las cosas, no hay ninguna “locura” en juego.

 Hay, eso sí, límites infranqueables. El sistema se retroalimenta a sí mismo de su mismo combustible: lo que lo pone en marcha y alienta es el afán de lucro, y eso puede terminar siendo su tumba; pero no puede cambiar.

Si se modifica, deja de ser capitalista.

Un capitalismo de rostro humano, atemperado en su voracidad y en su frenética busca de ganancia a toda costa, es posible limitadamente, sólo en algunas islas perdidas, suponiendo siempre la explotación inmisericorde de los más. El sistema, en tanto sistema-mundo de alcance planetario y absolutamente interconectado, no admite cambios reales sino sólo parches cosméticos (la socialdemocracia, por ejemplo). Por eso, en tanto sistema -estando más allá de voluntades subjetivas- no puede detenerse, y como máquina desbocada sigue tragando seres humanos y destrozando la naturaleza para optimizar su tasa de ganancia, aunque eso elimine en forma creciente seres humanos y se enfrente en forma autodestructiva a la casa común de todos, el mismo planeta.

 

Por eso mismo, también, se hace imprescindible conocerlo en su más mínimo detalle, analizarlo, desmenuzarlo. Eso es lo que pretenden los materiales que conforman el presente texto: un análisis profundo de las actuales características del sistema como un todo.

Los textos aquí presentados no son -ni lo pretenden, en modo alguno- análisis económicos en sentido estricto; por supuesto, presuponen una lectura del fenómeno económico como trasfondo (léase: lucha de clases como motor de la historia, ley del valor, plusvalía), pero pretenden ser, ante todo, análisis políticos.

 En otros términos:

 ¿cómo se mueve el sistema capitalista actual? ¿Cuáles son sus notas distintivas? ¿Se alteró algo de lo denunciado en El Capital decimonónico? ¿Cómo y en qué sentido cambió? ¿Por qué el actual capitalismo se apoya en el parasitismo de los monumentales capitales financieros globales que se desplazan por toda la faz de la Tierra con velocidad vertiginosa?

¿Por qué la producción y tráfico de drogas ilegales, por ejemplo, ocupa un lugar de tanta preeminencia actualmente?

 El “imperio”, como categoría aislada (Hardt, Negri, 2001), no termina de explicar, y mucho menos de otorgar herramientas válidas, para plantear vías reales de acción en pos de la transformación.

¿Hay imperios o hay capitales globales? ¿Es posible hoy una nueva guerra de proporciones mundiales, quizá con armamento nuclear? ¿Está el mundo globalizado por los capitales supranacionales, o sigue habiendo rivalidades inter-imperialistas?

¿Cómo pararse ante los escenarios de nuevas guerras planetarias desde el campo popular?

Todo esto, retomando las primeras experiencias socialistas del siglo XX, e incluso el llamado “socialismo del Siglo XXI” -concepto muy discutible, por cierto- nos debe llevar a plantear críticamente la posibilidad (o imposibilidad) de socialismo en un solo país.

En definitiva, preguntas todas que nos apuntan a la cuestión de fondo: ante estas nuevas caras de la explotación, ¿cómo proponer alternativas? Ante el dominio fenomenal de los capitales globales, las bombas inteligentes, los mecanismos de detección satelital y las neurociencias al servicio de los poderes, ¿cómo es posible seguir pensando en la utopía de un mundo de mayor justicia? En ese caso, entonces: -pregunta fundamental de lo que pretende ser nuestro aporte-¿qué hacer?

Hace ya más de un siglo, en 1902, Vladimir Lenin se preguntaba cómo enfocar la lucha revolucionaria; de esa manera, parafraseando el título de la novela del ruso Nikolai Chernishevski, de 1862, igualmente se interrogaba ¿qué hacer? La pregunta quedó como título de la que sería una de las más connotadas obras del conductor de la revolución bolchevique.

Hoy, 110 años después, la misma pregunta sigue vigente: ¿qué hacer?

 Es decir: qué hacer para cambiar el actual estado de cosas.

Si vemos el mundo desde el 20% de los que comen todos los días, tienen seguridad social y una cierta perspectiva de futuro, las cosas no van tan mal. Si lo miramos desde el otro lado, no el de los “ganadores”, la situación es patética. Un mundo en el que se produce aproximadamente un 40% de comida más de la necesaria para alimentar a toda la humanidad sigue teniendo al hambre como una de sus principales causas de muerte; mundo en el que el negocio más redituable es la fabricación y venta de armamentos y donde un perrito hogareño de cualquier casa de ese 20% de la humanidad que mencionábamos come más carne roja al año que un habitante de los países del Sur.

Mundo en el que es más importante seguir acumulando ese fetiche llamado dinero, aunque el planeta se torne inhabitable por la contaminación ambiental que esa misma acumulación conlleva. Mundo, entonces, que sin ningún lugar a dudas debe ser cambiado, transformado, porque así, no va más.

 

Entonces, una vez más surge la pregunta:

 ¿qué se hace para cambiarlo?

¿Por dónde comenzar? Las propuestas que empezaron a tomar forma desde mediados del siglo XIX con las primeras reacciones al sistema capitalista dieron como resultado, ya en el siglo XX, algunas interesantes experiencias socialistas.

Si las miramos históricamente, fueron experiencias balbuceantes, primeros pasos. No podemos decir que fracasaron; fueron primeros pasos, no más que eso. Nadie dijo que la historia del socialismo quedó sepultada, más allá del aire triunfalista con que la derecha actual, post Guerra Fría, presenta las cosas. Quizá habría que considerarlas como la Liga Hanseática, allá por los siglos XII y XIII en el norte de Europa, en relación al capitalismo: primeras semillas que germinarían siglos después.

Los procesos históricos son insufriblemente lentos. Alguna vez, en plena revolución china, se le preguntó al líder Lin Piao sobre el significado de la Revolución Francesa, y el dirigente revolucionario contestó que… aún era muy prematuro para opinar.

Fuera de la posible humorada, que seguramente sólo un chino con 5.000 años de historia a sus espaldas puede hacer,                    hay ahí una verdad incontrastable: los procesos sociales van lento, exasperantemente lentos. De la Liga Hanseática al capitalismo globalizado del presente pasaron varias, muchas centurias; hoy, terminada la Guerra Fría, se puede decir que el capitalismo ha ganado en todo el mundo, dando la sensación de no tener rival. Para eso fue necesaria una acumulación de fuerzas fabulosas.

Las primeras experiencias socialistas -la rusa, la china, la cubana- son apenas pequeños movimientos en la historia.

No ha pasado aún un siglo de la Revolución Bolchevique, pero la semilla plantada no ha muerto.

 Y si hoy nos podemos seguir planteando ¿qué hacer? ante el capitalismo, ello significa que la historia continúa aún.

El mundo, como decíamos, para la amplia mayoría no sólo no va bien sino que resulta agobiante.

 Pero el sistema global tiene demasiado poder, demasiada experiencia, demasiada riqueza acumulada, y hacerle mella es muy difícil.

La prueba está con lo que acaba de suceder estas últimas décadas: caída la experiencia de socialismo soviético y revertida la revolución china con su tránsito al capitalismo (o “socialismo de mercado” al menos), los referentes para una transformación de las sociedades faltan, se han esfumado.

 Movimientos armados que levantaban banderas de lucha y cambios drásticos algunos años atrás ahora se han amansadoy la participación en comicios “democráticos” pareciera todo a cuanto se puede aspirar. Lo “políticamente correcto” vino a invadir el espacio cultural y la ideade lucha de clases fue reemplazándose por nuevos idearios “no violentos”: de Marx (el fundador del socialismo científico) ——pasamos a Marc’s (métodos alternativos de resolución de conflictos).

La idea de transformación radical, de revolución político-social, no pareciera estar entre los conceptos actuales. Pero las condiciones reales de vida no mejoran para las grandes mayorías.

 Aunque cada vez hay más ingenios tecnológicos pululando por el mundo que supuestamente deberían hacer la vida más agradable, las relaciones sociales se tornan más dificultosas, más agresivas.

 Las guerras, contrariamente a lo que podía parecer cuando terminó la Guerra Fría -quizá una esperanza ingenua-, siguen siendo el pan nuestro de cada día desde la lógica de los grandes poderes que manejan el mundo.

 La miseria, en vez de disminuir, crece.

Una vez más entonces: ¿qué hacer? Hoy, después de la brutal paliza recibida por el campo popular con la caída del muro de Berlín, símbolo de una caída mucho más grande, y el retroceso sufrido en las condiciones laborales

(pérdidas de conquistas históricas, desaparición de los sindicatos como arma reivindicativa, condiciones cada vez más leoninas, sobre-explotación disfrazada de cuentapropismo)

 las grandes mayorías, en vez de reaccionar, siguen anestesiadas. Una vez más también: el sistema capitalista es sabio, muy poderoso, dispone de infinitos recursos.

siglos de acumulación no se revierten tan fácilmente. Las ideas de transformación que surgen a partir del pensamiento labrado por Marx, puntal infaltable en el pensamiento revolucionario, hoy día parecieran “fuera de moda”. Por supuesto que no lo son, pero la ideología dominante así lo presenta.

 

Hoy, producto de ese sofisticado trabajo superestructural del sistema, es más fácil movilizar a grandes masas por un telepredicador o por un partido de fútbol que por reivindicaciones sociales.

 ¡Pero no todo está perdido!

Los mil y un elementos que el sistema tiene para mantener el statu quo no son infalibles. Continuamente surgen reacciones, protestas, movimientos contestatarios.

 Lo que sí pareciera faltar es una línea conductora, un referente que pueda aglutinar toda esa disconformidad y concentrarla en una fuerza que efectivamente impacte certeramente en el sistema.

¿Por dónde golpear a ese gran monstruo que es el capitalismo?

¿Cómo lograr desbalancearlo, ponerlo en jaque, ya no digamos colapsarlo? Los caminos de la transformación se ven cerrados.

 Quizá el presente es un período de búsqueda, de revisiones, de acumulación de fuerzas. Hoy por hoy no se ve nada que ponga realmente en peligro la globalidad del sistema-mundo capitalista.

 Las luchas siguen, sin dudas, y el planeta está atravesado de cabo a rabo por diversas expresiones de protesta social.

Lo que no se percibe es la posibilidad real de un colapso del capitalismo a partir de fuerzas que lo adversen, que lo acorralen. El proletariado industrial urbano, que se creyó el germen transformador por excelencia -de acuerdo a la apreciación absolutamente lógica de mediados del siglo XIX- hoy está en retirada.

Los nuevos sujetos contestatarios -movimientos sociales varios, campesinos, luchas étnicas, reivindicaciones puntuales por aquí y por allá- no terminan de hacer mella en el sistema.

Y las guerrillas de corte socialista parecen destinadas hoy a ser piezas de museo, salvo excepciones puntuales, como el movimiento naxalita en la India.

 ¿Quién levantaría la lucha armada en la actualidad como vía para el cambio social cuando la tendencia es buscar salidas negociadas y deponer las armas?

Sin embargo, en el medio de esa nebulosa siguen surgiendo protestas, voces críticas.

Es decir: sigue habiendo esperanzas.

 La historia no ha terminado, definitivamente. Si eso quiso anunciar el grito victorioso apenas caído el muro de Berlín con aquellas famosas frases pomposas de “fin de la historia” y “fin de las ideologías”, el estado actual del mundo nos recuerda que no es así. Ahora bien: ¿qué hacer para que colapse este sistema y pueda surgir algo alternativo, más justo, menos pernicioso para nuestra especie?

 

El solo hecho de seguir planteándonos todo esto muestra que la utopía no está muerta. Puede estar golpeada, maltrecha, aturdida.

Pero no muerta.

Los materiales que aquí ofrecemos intentan ser un llamado a mantener viva esa esperanza. Si“sembramos utopía”, tal como quisimos ponerle de sub-título al presente libro, es porque esperamos que la misma madure, florezca, fructifique y dé como resultado algo menos injusto que el actual sistema que, aunque quisiera -y por supuesto no quiere- no puede superar su asimetría estructural.

Es por eso que, aún pasando este mal momento, el socialismo sigue siendo una esperanza abierta. La utopía nos sigue esperando.

____________________

A modo de conclusión

Dicho todo lo anterior (trece exposiciones con lujo de detalles) resultaría ocioso repetir que el sistema capitalista no ofrece solución a los grandes problemas históricos de la humanidad. Esto ya es más que sabido. La cuestión básica estriba en cómo nos planteamos su transformación.

Ya ha habido varios intentos para llevar adelante esa monumental empresa en el transcurso del siglo XX. No se puede decir que los mismos fracasaron estrepitosamente; no, de ningún modo. Con dificultades, con muchos más problemas de los que hubiera sido deseable, se consiguieron resultados encomiables.

Si se miden con el rasero capitalista basado en la acumulación del fetiche mercancía y la teoría del valor, por supuesto que esas sociedades no se “desarrollaron”; pero está claro que los socialismos realmente existentes se encaminaron a otra cosa y no a repetir el modelo del capitalismo.

Si de medirlas se trata, definitivamente hay que apelar a otras categorías.

Lo que se buscó en esas experiencias tiene que ver básicamente con la dignificación del ser humano, con desarrollar sus potencialidades, con la promoción de valores más ricos que la acumulación de objetos apuntando, por el contrario, hacia la solidaridad, al espíritu colectivo, al darle vuelo a la creatividad y la inventiva.

 

Quizá esas primeras experiencias, de las que sin dudas podemos y debemos formular una sana crítica constructiva, son un primer paso: con las dificultades del caso quedó demostrado que sí se puede ir más allá de una sociedad basada en la exclusiva búsqueda de lucro personal/empresarial.

 Los logros en ese sentido están a la vista: en esas sociedades, más allá de la artera publicidad capitalista, no se pasa hambre, la población se educa, no existe la violencia demencial de los modelos de libre mercado, existe una nueva idea de la dignidad.

 Si hoy muchas de esas experiencias se revirtieron o se pervirtieron, eso debe llamar a una serena reflexión sobre qué significa hacer una revolución.

 Pero no hay nada más demostrativo de los logros obtenidos como el hecho que, por inmensa mayoría, en los países donde existieron modelos socialistas, al día de hoy, con la llegada del capitalismo salvaje y luego de pasado el furor de la novedad de las “cuentas de colores” de los fascinantes shopping centers, las poblaciones añoran los tiempos idos. Ahora, al igual que en cualquier país capitalista, allí comer, educarse, tener salud y seguridad social es un lujo; el socialismo, aún con sus errores, enseñó que la dignidad no tiene precio.

 

La titánica tarea de revolucionar el sistema conocido implica un cambio fenomenales la construcción de un parteaguas en la historia, es el inicio de una sociedad que, alcanzado un nivel de productividad mucho más alto que otros estados históricos de desarrollo anteriorespuede empezar a pensar realmente en el bien común, en el colectivo, en la especie humana como un todo.

Eso es el socialismo. Obviamente, un proyecto fenomenal. Haciendo nuestras las palabras de Marx que poníamos en el epígrafe del libro:

 “No se trata de reformar la propiedad privada, sino de abolirla; no se trata de paliar los antagonismos de clase, sino de abolir las clases; no se trata de mejorar la sociedad existente, sino de establecer una nueva.”

 

Establecer una nueva sociedad: ahí está la claveNo es reformar, maquillar, disimular algo viejo dando la sensación de un superficial cambio cosmético.

 Estamos hablando de una transformación profunda, enorme. Por supuesto, eso es algo monumentalmente difícil.

Es refundar la humanidad. Y eso, la experiencia lo mostró, no es algo que se logra por decreto, en poco tiempo, sólo con buena voluntad a partir de ideas renovadoras, con una vanguardia que intenta dinamizar un proceso y empuja.

 Cambiar el curso de la historia implica transformar de raíz el sujeto que somos. Para el caso: transformar a millones y millones de seres humanos.

 Eso no es imposible, pero sí sumamente complejo.

 Unas pocas generaciones, tal como efectivamente sucedió en esas primeras experiencias, sólo pueden servir para comenzar a dimensionar la magnitud de la empresa con la que nos enfrentamos. ¡Es un reto fenomenal!

Ahora bien: estas reflexiones nos llevan hacia consideraciones que van más allá de la intención original de esta obra; nos obligan a repensar el sentido último de lo que significa la revolución socialista.

 ¿Por qué no funcionaron como se esperaba las primeras revoluciones socialistas del silgo XX?

¿Por qué, después de varias décadas, cayeron, o se revirtieron?

 ¿Acaso no es posible entonces tomarse en serio lo de transformar la historia, crear un “hombre nuevo”, dejar atrás la prehistoria apegada a las luchas en torno a la propiedad privada?

Reflexiones, por cierto, que son imprescindibles para acometer la construcción del cambio en ciernes. La idea de base es que sí es posible;

si no, ni siquiera nos lo estaríamos planteando. La pasión que nos alienta es que la utopía es posible.

De lo que se trata ahora es cómo darle forma, cómo sembrarla para que germine.

Pero lo que pretendemos con esta colección de ensayos que aquí presentamos no apunta a reflexionar sobre esto precisamente: busca, en todo caso, plantear cómo está el capitalismo actual, y qué podemos hacer para lograr su transformación. Es decir: cómo colapsar el actual sistema, cómo impactar, cómo vencerle.

Dicho así, pareciera que aquí se dan recetas, guías de acción, un “manual” para hacer la revolución. ¡Ojalá se pudiera disponer de eso! Sin embargo, ello es absolutamente imposible; es más: está reñido con la ética socialista misma, con la idea de una verdadera transformación.

Más allá de poder pensar dificultades comunes e intentar sacar conclusiones de los errores cometidos y de las luchas libradas, si algo define la experiencia humana es su complejidad, su alto grado de imprevisibilidad (pese a que exista una ciencia social -de derecha- que intenta anticiparse y controlarla), su dosis de irracionalidad incluso. Vista en sentido histórico, más allá de saber que las guerras son disputas a muerte por el poder:

¿es racional la guerra en términos de especie humana, o justamente atenta contra ella? Todos sabemos que fumar puede producir cáncer, pero seguimos fumando.

 ¿Cómo entender la racionalidad entonces?

 Se abre ahí una imperiosa necesidad de reformularnos cuestiones básicas, desde el materialismo histórico y desde las ciencias sociales que fueron apareciendo en el transcurso del siglo XX, luego que Marx formulara las líneas fundamentales de este andamiaje conceptual.

Por ejemplo, la cuestión del poder como eje que dinamiza buena parte de las relaciones interhumanas (las conocidas al menos, las que se basan y presuponen la propiedad privada), es un tema que desde la izquierda tradicionalmente no se ha considerado en toda su complejidad, lo cual no deja de ser una agenda pendiente de gran importancia.

¿Por qué vemos que se repiten muchas veces similares errores en la construcción de alternativas anticapitalistas?

 ¿Estamos en la izquierda inmunizados ante los juegos del poder, o ello debería replantearse con mayor altura crítica?

 ¿Por qué un camarada dirigente de ayer puede transformarse tan fácilmente en un magnate?

 

Así sea sólo un ejemplo este tema del poder -no pequeño, por cierto- son muchas las tareas de revisión crítica que nos esperan para potenciar las estrategias revolucionarias, hoy por hoy bastante alicaídas.

 Los materiales aquí ofrecidos no son “manuales”; son preguntas críticas. No más. Pero tampoco: nada menos. ¿Cómo nos planteamos el tema del poder?

¿Qué hay de las actuales mezquindades y flaquezas que nos constituyen? (Dicho en otros términos:

¿por qué es posible revertir revoluciones socialistas victoriosas?)

¿Cómo se construye el “hombre nuevo” del socialismo? Sólo decir esto y ya vemos la necesidad de la autocrítica: ¿“hombre” como sinónimo de humanidad?

 ¿No se nos filtra ahí un arrogante prejuicio machista?

Dicho sea de paso: en el presente libro sólo varones publican;

 ¿arrogante prejuicio machista de quien seleccionó los textos?

 De eso se trata entonces: “no de mejorar la sociedad existente, sino de establecer una nueva.”

La autocrítica permanente debe ser una clave vital. Pero en lo humano no se puede establecer aquello de “borrón y cuenta nueva”: construimos el socialismo con la materia prima que somos.

Ahí estriba una dificultad enorme, y por tanto, el reto es mayúsculo. De todos modos “dificultad”, nunca, en ningún momento histórico y en ninguna lengua significa “imposibilidad”.

Sin dudas es mucho más fácil preguntar críticamente y desarmar lo establecido que proponer cosas nuevas. Esa es una dialéctica humana:

es más fácil destruir que construir. En ese sentido, resulta más simple constituirnos en críticos implacables del capitalismo (pues obviamente hay muchísimo por demoler ahí) que proponerle alternativas válidas, posibles, efectivas, que realmente sirvan para edificar algo nuevo.

Si fuera tan fácil aportar soluciones, el mundo sería distinto. Pero siendo auténticamente socráticos en nuestro proceder, podríamos decir que en el hecho de preguntar/criticar lo conocido anida ya el germen de la respuesta, o sea, la solución al problema planteado. Por tanto, vale (¡y mucho!) preguntarnos acerca de los límites del capitalismo, del actual y de sus raíces históricas, porque a partir de ese interrogante se podrán ir construyendo las respuestas, los caminos alternativos.

Está claro que el libro en su conjunto, que es eminentemente una colección de reflexiones políticas, es un ejercicio académico-intelectual y no una propuesta de acción concreta.

En verdad, nunca pretendimos esto último; y por supuesto no creemos haber contribuido mucho en ese sentido. Pero sí podemos dejar algunas preguntas en el nivel de lo que los autores aquí reunidos pueden aportar: consideraciones críticas sobre aspectos teóricos que ojalá permitan iluminar un poco más la práctica concreta.

 Sin tenerle miedo a la teoría, podemos repetir con Einstein que “no hay nada más práctico que una buena teoría en el momento oportuno”.

¿Cómo hacer la revolución socialista entonces? La publicación, en todo caso, dice más lo que no se debe hacer que los pasos concretos a seguir.

 Quizá es poco, pero no deja de ser importante considerarlo: hablar de los límites y los errores nos da ya un primer marco. Presentémoslo en forma de preguntas:

• ¿Es posible construir el socialismo en un solo país hoy día?

Quizá podría ser factible tomar el poder a nivel nacional, desplazar al gobierno de turno en forma revolucionaria y establecerse como nuevo grupo gobernante con un planteo de izquierda, pero eso no significa necesariamente una transformación en términos de relaciones de fuerza como clase de los trabajadores y oprimidos.

Además, dado el grado de complejidad en el proceso de globalización y la interdependencia de todo el planeta, es imposible construir una isla de socialismo con posibilidades reales de sostenimiento a largo plazo. En ese sentido los planteos revolucionarios deben apuntar apensar en bloques, espacios regionales.

La idea de Estado-nación entró en crisis y hay que revisarla críticamente desde las propuestas de izquierda.

 El ejemplo de los distintos socialismos que se intentaron construir en el transcurso del siglo XX, o el socialismo bolivariano actual, nos da alguna pista al respecto: se pueden comenzar procesos muy interesantes, fecundos, imprescindibles incluso; pero eso es un preámbulo del socialismo.

De todos modos, todo ello no debe inmovilizarnos y hacernos pensar en que hay que abandonar las luchas nacionales. De momento nuestra unidad de acción son espacios nacionales, y ahí debemos trabajar, planteándonos todos estos problemas como los nuevos retos.

• ¿Cómo dar luchas globales desde lo micro? No hay más alternativa que esa: las luchas son siempre en el espacio local, pequeño: en la comunidad, en el sindicato, en las reivindicaciones sectoriales.

Pero toda lucha debe tener como perspectiva final un nivel más amplio, entendiendo que lo locales articula, en definitiva, con lo planetario.

Hoy día hay que buscar sumar descontentos, acumular fuerzas de los numerosísimos golpeados/explotados/excluidos del sistema.

Ese trabajo de hormiga de juntar descontentos se hace en el nivel micro; aprovechando la globalización que impera, el desafío es sumar esos descontentos puntuales y locales en esfuerzos globales, macros.

El Foro Social Mundial fue (es) un intento en ese sentido. quizá no prosperó como herramienta real de lucha, pero a partir de ello hay que estudiar el fenómeno y ver cómo impulsar alternativas realmente viables que consideren el estado actual del mundo como aldea global.

• ¿Es necesaria una vanguardia? Viejo problema en la izquierda, no resuelto, y probablemente que no admite “una” solución única. Vanguardia no debe ser partido único.

 Sin lugar a dudas que el puro espontaneísmo tiene límites muy cercanos: es, en todo caso,pura reacción visceral, más propia de los procesos colectivos de muchedumbres desarticuladas (pensemos en un linchamiento por ejemplo) que de acciones planificadas, con direccionalidad política, que buscan motorizar proyectos claros. Por supuesto que la reacción espontánea existe, y puede jugar un papel muy importante en la historia; pero la historia tiene líneas maestras que alguien traza, que no son casuales. Es más: hoy día existe toda una parafernalia de ciencias

 (¿éticamente las podremos seguir llamando así?) que tienen como objetivo manejar, controlar, trazas escenarios a futuro y lograr que grandes masas de población actúen conforme a lo planificado.

Por supuesto, están siempre al servicio de los poderes de turno.

Desde la izquierda no planteamos “manejar” las masas, pero sí trazar líneas para que se den cambios en el sistema.

Eso, en definitiva, es la política revolucionaria: tener proyectos a futuro en el que las grandes mayorías jueguen el papel protagónico para transformar el actual estado de explotación e injusticia.

Dejando librado todo al puro voluntarismo, al espontaneísmo popular, no se irá muy lejos: es preciso tener claro un proyecto. Esa claridad es la que debe aportar la vanguardia. Ahora bien: es difícil establecer quién juega ese papel.

Los partidos de izquierda tradicionales con su estructura vertical, militar en algunos casos, son cuestionables.

El liderazgo de una sola persona, más allá de su carisma, puede dar como resultado el nada deseable culto a la personalidad que ya hemos conocido en más de una ocasión, quitándole real protagonismo a las clases explotadas.

En todo caso hay que pensar en vanguardias con dirección colegiada, siempre en diálogo permanente con las masas.

• ¿Quién es hoy el sujeto de la revolución? Las nuevas modalidades del capitalismo globalizado presentan nuevos paisajes sociales; el proletariado industrial urbano, considerado como el núcleo revolucionario por excelencia para la revolución socialista, está hoy diezmado.

vendido por sindicatos corruptos cooptados por la clase dominante, o desmovilizado por contrataciones laborales en absoluta precariedad que lo dejan en situación de indefensión, la clase obrera como tal ha retrocedido en su papel histórico, acorralándosela y anestesiándola (para eso, además, están las nuevas tecnologías de control: medios de comunicación masivos, nuevas religiones fundamentalistas, deporte profesional que inunda la vida cotidiana).

Por supuesto sigue siendo la principal creadora de plusvalor a partir de su trabajo, pero hoy día la arquitectura del sistema, sin cambiar en su sustancia, ha tenido modificaciones importantes.

Numéricamente, incluso, no está en crecimiento; la desocupación o subocupación -derivados naturales del capitalismo, más aún en esta fase de hiper robotización y automatización de los procesos productivos, de deslocalización y de primado del capital financiero-especulativo- han hecho del proletariado industrial una minoría entre la masa de explotados. Los explotados/excluidos del sistema, globalmente considerado, crecen: campesinos sin tierra que en muchos casos marchan a las ciudades, subocupados y desocupados, poblaciones originarias cada vez más marginadas o excluidas por un modelo de desarrollo que no las incluye, migrantes del Sur hacia el Norte, empobrecidos por la crisis estructural, jóvenes sin futuro, constituyen los sectores más golpeados por el capitalismo.

Los obreros industriales, tanto en el capitalismo central como en el periférico, en ese mar de desesperación pueden considerarse afortunados, pues tienen salario fijo (eso, hoy día, ya se presenta como un lujo).

 Todo ello, por tanto, cambia el panorama social y político: hoy día el fermento revolucionario se nutre en muy buena medida de todo ese subproletariado de trabajadores precarizados e informales, de población “sobrante” en la lógica del sistema. Y además entran en escena con fuerza creciente otros actores (otros descontentos, diríamos) como las mujeres, históricamente marginadas y que ahora levantan reivindicaciones específicas, los pueblos originarios, las juventudes, que pasan a ser igualmente fermentos de cambio.

Por todo ello, el motor de la revolución socialista hoy ya no es sólo el proletariado industrial: es la masa de trabajadores y golpeados por el sistemaLos grupos más beligerantes de estas últimas décadas han sido, justamente, grupos indígenas, campesinos sin tierra, desocupados urbanos, “marginales” del sistema, en sentido amplio. Es preciso redefinir con precisión el actual sujeto revolucionario, pero sin dudas hay ahí otro desafío que debemos asumir con ética revolucionaria.

• ¿Cuáles deben ser en la actualidad las formas de lucha?

 Las que se pueda, simplemente. Insistamos mucho en esto: ¡no hay manual para hacer la revolución! La Comuna de París, allá por el lejano 1871, fue una fuente inspiradora, y de allí Marx y Engels tomaron importantísimas enseñanzas.

Es a partir de esa experiencia que surge la idea de “dictadura del proletariado”, en tanto gobierno revolucionario de los trabajadores como constructores de un nuevo orden.

Después de los socialismos realmente existentes y de todas las luchas del pasado siglo se abren interrogantes para plantearnos esa noble y titánica tarea de hacer parir una nueva sociedad:

 ¿cómo hacerlo en concreto? Pregunta válida no sólo para ver cómo empezar a construir esa sociedad nueva a partir del día en que se toma la casa de gobierno sino también para ver cómo llegar a esa toma, punto de arranque primario. Ya hemos dicho que la tarea de construir la sociedad nueva es complejísima y necesita de la autocrítica como una herramienta toral. Ahora bien: la pregunta -quizá más pedestre, más limitada y puntual- que se pretende el hilo conductor del presente libro es ¿qué hacer para estar en condiciones de comenzar esa construcción?

Dicho en otros términos: ¿cómo se desaloja a la actual clase dominante y se toma su Estado (el Estado nunca es de todos, es el mecanismo de dominación de la clase dominante) para comenzar a construir algo nuevo?

 ¿Se puede repetir hoy -metafóricamente hablando- la toma del Palacio de Invierno de la Rusia de 1917?

 ¿O hay que pensar en una movilización popular con palos y machetes que, acompañando a su vanguardia armada, pueda desalojar al gobernante de turno como sucedió en la Nicaragua de 1979?

¿Constituyen los procesos democráticos -dentro de los límites infranqueables de las democracias burguesas- de Chile con Allende, o la actual Revolución Bolivariana en Venezuela, con Chávez a la cabeza, modelos de transiciones al socialismo?

 ¿Cuáles son sus límites?

 ¿Se puede apostar hoy por movimientos armados, cuando vemos, por ejemplo, que todas las guerrillas en Latinoamérica o ya han depuesto las armas, o están próximas a hacerlo?

 ¿Se puede revolucionar la sociedad y construir el socialismo con el “mandar desobedeciendo”, como pretende el movimiento zapatista?

¿Hay que participar en los marcos de la democracia representativa para ganar espacios desde allí?

Dado que no hay manual para esto, la respuesta debería ser amplia y ver como válidas todas esas alternativas. “Válidas” no significa ni infalibles ni seguras; son, en todo caso, pasos a seguir.

 ¿Hoy es pertinente levantar la lucha armada? Pertinente, quizá sí, como de hecho puede suceder en algunos puntos del planeta (el movimiento naxalita en la India, por ejemplo), pero no está clara su real posibilidad de triunfo, dadas las tecnologías militares sofisticadas con que el sistema cuenta para defenderse.

En definitiva, golpeado como está hoy el campo popular, desarticulado y sin propuestas claras, muchos pueden ser los caminos para comenzar a construir alternativas.

 Queda claro que no hay “una” vía; distintas formas pueden ser pertinentes. Quizá los movimientos populares amplios, los frentes, la unión de descontentos y la potenciación de rebeldías comunes pueden ser útiles en un momento. La presunta pureza doctrinaria de las vanguardias quizá hoy no nos sirva.

En realidad estas no son conclusiones en sentido estricto. Todo el libro, a través de sus diferentes textos, es una invitación a profundizar estos debates, a enriquecerlos y darles vida.

Si algún valor puede tener todo este esfuerzo es aportar un modesto grano de arena más en una búsqueda interminable.

De lo que sí podemos estar absolutamente seguros es que esa utopía vale la pena.

 El mundo de ninguna manera puede ser una suma de “triunfadores” y “desechables”, por lo que esa búsqueda está abierta, invitándonos a zambullirnos en ella.

Cerremos con una frase del poeta Antonio Machado totalmente oportuna para el caso:

 “Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar”.

(1) Colectivo de autores: 1) Amado, Oscar, 2) Borges, Edgar, 3) Colussi, Marcelo, 4) Corbière, Emilio, 5) Cuevas Molina, Rafael, 6) Fontes, Anthony, 7) Illescas Martínez, Jon E. (Jon Juanma), 8) López y Rivas, Gilberto, 9) Mora Ramírez, Andrés y 10) Perdomo Aguilera, Alejandro L.

http://www.argenpress.info/2013/01/fin-del-capitalismo-nuevas-formas-de.html

Jefe de las telecomunicaciones belga elimina el Wi-Fi y dice que las señales de telefonía móvil son “peligrosas”

Jefe de las telecomunicaciones belga elimina el Wi-Fi y dice que las señales de telefonía móvil son peligrosas

Una gran cantidad de la población continua usando WiFi y otros dispositivos inalámbricos sin pensarlo dos veces, sin embargo un número creciente de personas esta cada vez más preocupado por los problemas en la salud asociados al uso de estas tecnologías.

Didier Bellens resulto ser una de estas personasLo que hace al Sr. Bellens diferente es que también dirigeBelgacom, la mayor compañía de telecomunicaciones en Bélgica.

Su preocupación es tal que no sólo ha elegido retirar el WiFi en el piso 27 de Belgacom donde se encuentra su oficina, también decidió prescindir del teléfono celular; sólo toma llamadas en el teléfono fijo de su oficina.

Si el WiFi y la radiación del teléfono celular son seguros, ¿por qué el jefe de Telecomm de Bélgica lo ha prohibido en sus oficinas?

¿El Sr. Bellem sabe algo que nosotros no?

Se podría pensar que Belles, el presidente de Belgacom, podría haber elegido ser un poco menos expresivo sobre sus preocupaciones en torno al uso de los teléfonos celulares y los Wi-Fi. Sin embargo, él no tiene ningún reparo en educar a otros sobre estos temas, especialmente los de la generación más joven.

Cuando los jóvenes del Centro de la Facultad de Woluwe-Saint-Pierre le hicieron preguntas acerca de los peligros de los móviles el les dijo sin rodeos que es malo y peligroso para la salud. Como explica Bellens, ‘durante el día, es mejor utilizar un auricular porque el celular se calienta’. Y sigue diciendo. ‘Las ondas son peligrosas. Por la noche, es mejor apagarlas. Si usted usa su teléfono como despertador, también debe apagarla.’

Para poner esto en perspectiva, esto es el equivalente a que se prohibiera el OMG (organismo genéticamente modificado) de Monsanto en su propia cafetería (que por cierto lo han hecho) y luego recomendar que la gente coma tan poco OMG como sea posible (ojalá).

Jefe de las telecomunicaciones belga elimina el Wi-Fi y dice que las señales de telefonía móvil son peligrosas

No se ven noticias como esta todos los días, al parecer, hay un jefe de un empresa de telecomunicaiones con un poco de sentido común y una conciencia.

¿Son reales estos peligros de radiación? Si!!!

Las afirmaciones de Bellens puede no ser tan descabellada como puede parecer al escucharlas por primera vez. A principios de 2011, la Organización Mundial de la salud (OMS) clasificó la radiación emitidas por los dispositivos como los teléfonos celulares y los dispositivos WiFi como ‘posible cancerígeno humano’ (clase 2B).

En 2007, el grupo de trabajo BioInitiative emitio su opinión sobre 30 años de estudios científicos que documentan los bio-efectos y los efectos adversos para la salud a estas exposiciones a campos electromagnéticos (EMF). Llegó a la conclusión de que “los límites de seguridad pública existentes son insuficientes”. El recientemente publicado informe Bioinitiative 2012 escrito por 29 científicos independientes de todo el mundo dice que la situación es mucho peor que lo que se pensaba en 2007.

Apagando el teléfono celular

Hay muchas preocupaciones que rodean el uso de los teléfonos celulares. Uno de los más preocupantes es la relación con los tumores cerebrales. Además de un sinfín de otras complicaciones en la salud, el profesor Joel Moskowitz de la Universidad de California, Berkeley encontró, a través de compilar la investigación de conclusiones de cada estudio realizado sobre el vínculo entre los tumores cerebrales y el uso del teléfono celular que, “La evidencia consistente de que el uso intensivo del teléfono celular durante una década o más aumenta el riesgo de tumores cerebrales por lo menos en un 30%.”

¿Y cuán peligrosa es la radiación de las microondas emitida por WiFi?

Los niveles de radiación emitidos por WiFi son ciertamente bajos. Pero el problema es la naturaleza de estoscampos electromagnéticos. Estos pulsos y frecuencias moduladas son en particular biológicamente perjudicial y la acumulación de todas estas fuentes y opciones son una preocupación real.

Las preocupaciones por el uso de WiFi se centran alrededor de los descubrimientos del Dr. Magda Havas, pH.d., profesor asociado del medio ambiente y recursos de estudios en la Universidad de Trento, ha hecho en los últimos años a través de su investigación y las visitas en sitios en donde el uso de WiFi es alta, por ejemplo, en las escuelas.

El Dr. Havas encontro que aquellos expuestos al WiFi experimentan:

• Dolores de cabeza
• Mareos
• Sentirse fuera de lugar
• Pulso rápido
• Arritmia de corazón
• Aglutinadas glóbulos, que entre otras cosas, puede provocar náuseas, cansancio y entumecimiento

La investigación muestra que la exposición al WiFi puede:

• Perpetuar el crecimiento del cáncer
• Causar daño permanente de ADN
• Comprometer el sistema inmune
• Afecta el esperma de los machos

Incluso hay evidencia limitada de autismo.

Si los jefes de las empresas de telecomunicaciones siguieran el camino de Bellens y dijeran la verdad sobre estas radiaciones que emiten estos bienes de consumo menos personas podrían estar utilizando estas tecnologías ya que tendrían pleno conocimiento del potencial riesgo para su salud. Pero lamentablemente no es así, primero esta el dinero antes que la salud publica.

Fuente :  Natural News

Traduccion:   Conspiraciones 1040

http://periodismoalternativoblog.wordpress.com/2013/01/18/jefe-de-las-telecomunicaciones-belga-elimina-el-wi-fi-y-dice-que-las-senales-de-telefonia-movil-son-peligrosas/

MEDITAR

La palabra proviene de una raíz Indoeuropea que significa, “tomar medidas adecuadas”; en Latín es meditare ó meditatio y relaciona esta práctica con un ejercicio que puede ser, intelectual,espiritual, ó religioso.

El fin de la meditación es variado, pero el camino es la contemplación que se hace a través de un viaje interior profundo.

Lo que se está realizando en este blog es “Un estado de concentración profunda y consciente para iluminar con nuestros mejores deseos e intenciones llegar a iluminar el planeta y sus habitantes.

No importan aquí las ideologías ó tendencias, solo la buena intención y el deseo de que todo lo que nos llegue, sea lo mejor, sin distinción de razas, ni de credos.

La meditación es solo una herramienta mas para usar las energías conscientes a través del amor por el planeta.
Para la filosofía Zen, los Maestros dicen que “meditar el bien es llegar a tocar el corazón”.