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PROYECTO A119: EL PLAN DE EE.UU. PARA HACER ESTALLAR LA LUNA

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Proyecto A119: El Plan de EE.UU. para hacer estallar la Luna

Ahora se puede decir: En las profundidades gélidas de la guerra fría entre EE.UU. y la Unión Soviética los militares de Estados Unidos, trabajando con Carl Sagan y dirigido por el eminente físico nuclearLeonard Reiffel, proveyeron la ejecución de un plan increíble — volar parte de la Luna con un cohete portando una bomba termonuclear.

Proyecto A119: “Un estudio sobre la investigación de vuelos lunares”
El famoso novelista Mark Twain una vez observó que “la verdad es más extraña que la ficción”. Una vez más se demuestra que la afirmación de Twain es correcta. hace casi 60 años el gobierno militar y federal de Estados Unidos trabajó con científicos escogidos a dedo y se embarcó en un proyecto diseñado para vaporizar parte de la Luna y aterrorizar a los líderes de la Unión Soviética.
Proyecto A119: El Plan de EE.UU. para hacer estallar la Luna
Un joven llamado Carl Sagan actuó como el ‘cerebro’ del proyecto A119
El plan audaz (y sumamente riesgoso) involucraba lanzar una poderosa bomba nuclear a la Luna. Después de viajar durante días y cruzar casi un cuarto de millón de millas, habría explotado el artefacto atómico tras el impacto, creando un flash intenso y un cráter brillante que habría sido visible por todo el mundo durante días, incluidos por los militares rusos.
Proyecto A119: El Plan de EE.UU. para hacer estallar la Luna
Brillante científico Leonard Reiffel dirigió el proyecto
Los miembros del equipo planificaron el increíble objetivo tomando la decisión de utilizar una bomba atómica especialmente construido para la explosión impulsada por un cohete. Debido a la ingeniería y la capacidad de levantamiento, se dieron cuenta que la más grande y más pesada bomba de hidrógeno no sería práctico.
Leonard Reiffel, el líder de la operación, dijo a la AP en una entrevista que la idea era intimidar a los dirigentes soviéticos y aumentar la confianza de los medios de comunicación y ciudadanos después de la conmoción que el primer satélite artificial del mundo, Sputnik, tenía en la psique estadounidense.
Proyecto A119: El Plan de EE.UU. para hacer estallar la Luna
La locura de la guerra fría: destruyendo la Luna
Plan abandonado a causa de los temores
Hablando sobre el proyecto A119, “Reiffel dijo a los jóvenes del programa espacial de la nación que probablemente podría haber llevado a cabo la misión en 1959, cuando la fuerza aérea desplegó los misiles balísticos intercontinentales,” informa el Daily Mail. “Los militares aparentemente abandonaron la idea debido al peligro de las personas en la Tierra en caso de que la misión fallará.”
Reiffel también mencionó que el equipo científico planteo preocupaciones válidas acerca de los peligros incontrolables que podría crear tal detonación en la superficie Lunar.
Entre los escenarios negativos que causo que los miembros del proyecto les temblara las manos fueron: la posibilidad de una falla del cohete causando la detonación atómica en la Tierra; desechos arrojados de la Luna que podría caer a la Tierra causando daños catastróficos a ciudades o regiones de continentes; la posibilidad de contaminación radiactiva de larga duración de la Luna.
Proyecto A119: El Plan de EE.UU. para hacer estallar la Luna
Carl Sagan murió en 1996, pero Reiffel, ahora de 85 años, está vivo y hablando. El físico dice que el plan fue tramado en la antigua Armour Research Foundation que ahora esta incorporada en el Illinois Institute of Technology. Después de dejar el proyecto él más tarde fue nombrado a agente director en la agencia espacial estadounidense, NASA.
El Daily Mail informa que la Associated Press (AP) buscó un comentario de la Fuerza Aérea Estadounidense sobre el Proyecto A119, pero sólo recibió un lacónico “Sin Comentario”.

La sorprendente historia de cómo Japón aceptó (por fin) la existencia de la depresión

http://www.scoopnest.com/es/user/CaracolRadio/757432729046618112

Hasta hace poco, muchos japoneses no reconocían la existencia de la depresión como una condición física y psicológica. Las ventas de antidepresivos fueron mínimas hasta que una campaña publicitaria logró que se empezara a hablar de la depresión.

«¡Mi mundo se resquebraja y desaparece! ¡Ni siquiera puedo levantarme ya!», diceWatashi, personaje del manga japonés que ilustra esta nota.

Es lo mismo que empezó a sentir el creador de Watashi y artista del cómic Torisugari hace unos diez años.

Entonces, un único pensamiento le daba vueltas en la cabeza: «Tengo que morirme».

Por aquel entonces no sabía lo que le estaba pasando, y su miedo se hacía más y más grande debido a la incomprensión de aquellos que lo rodeaban.

Imagen manga de alguien con depresiónImage copyrightTORISUGARI
Image captionHasta finales de los 90, los médicos recetaban descanso a los pacientes con depresión.

Intentó suicidarse y no se lo dijo a sus padres. En su lugar, fue a un médico a revisar el estado de su corazón. Pero según le dijo éste, no le pasaba nada.

A los 29 años, Torisugari le rogaba a su madre que no saliera de casa sin él.

Pero su padre insistía en que todo lo que hacía era sólo para llamar la atención.

Su mejor amigo le dijo lo mismo y lo animó a hacer ejercicio.

El mundo se estaba convirtiendo para él en un lugar extraño, y sus relaciones le estaban fallando, sentía.

Finalmente, otro médico le dio un diagnóstico: depresión.

Nunca había oído hablar de ella.

Y esto no era nada raro en el Japón de entonces.

Imagen de una persona a punto de caerImage copyrightTORISUGARI
Image captionEl mundo se me resquebraja bajo los pies.
Imagen de manga de una persona suplicando a su madre que no se vayaImage copyrightTORISUGARI
Image captionWatashi dice: «¡No te vayas! ¡No te vayas! ¡No me abandones!» La respuesta: «¡Ya basta con eso!»

Hasta finales de la década de 1990, en Japón la palabra «depresión» casi no se escuchaba fuera de los círculos psiquiátricos.

Algunos decían que esto se debía a que en el país no la sufrían.

Los japoneses encontraban formas de acomodar ese estado mientras seguían con su vida.

Y expresaban estéticamente esos momentos emocionales en el arte, en el cine, en el disfrute del florecer de los cerezos y de su fugaz belleza.

Imagen de una persona haciendo ejercicioImage copyrightTORISUGARI
Image captionUn amigo le dijo que hiciera deporte.
Watashi recibe el diagnóstico de la depresiónImage copyrightTORISUGARI
Image captionWatashi recibe el diagnóstico: «Señor K., esto es depresión. Voy a darle un medicamento, por favor vuelva con su jefe».

Pero una razón más probable para este desconocimiento de la depresión es que en la tradición médica japonesa, la depresión se percibía como algo sobre todo físico, en lugar de una combinación de lo físico y lo psicológico.

A la gente que tenía los síntomas clásicos de la depresión sus médicos les decían muchas veces que lo que necesitaban era descansar.

Todo esto hacía que Japón fuera un mal mercado para los antidepresivos, tanto que los fabricantes del famoso Prozac simplemente renunciaron a promocionarlo allí.

Esta situación se dio vuelta a finales del siglo XX gracias a una extraordinaria campaña de marketing de una farmacéutica japonesa.

La depresión se empezó a denominar kokoro no kaze, un «resfriado del alma«.

Podía pasarle a cualquiera y se podía tratar con medicamentos.

La cantidad de gente diagnosticada con un trastorno del estado de ánimo en Japón se dobló en sólo cuatro años y el mercado de antidepresivos floreció.

En 2006 alcanzó un valor seis veces superior al que tenía ocho años atrás.

En un país abierto como cualquier otro a las confesiones de los famosos, todo el mundo estaba dispuesto a decir públicamente que había experimentado una depresión.

Esta nueva enfermedad ya no era ahora solo algo aceptable, sino que también estaba ligeramente de moda.

Imagen de una persona desintegrándoseImage copyrightTORISUGARI
Image captionLas personas con depresión sienten que su mundo se viene abajo.

La depresión llegó incluso a los tribunales.

La familia de Ichiro Oshima llevó a su empleador Dentsu (la agencia publicitaria más grande de Japón) a los tribunales, después de que Oshima se suicidara trastrabajar excesivamente a diario, durante meses.

Los abogados de la familia demostraron con éxito dos cosas. La primera, que la depresión podía ser causada por las circunstancias personales de alguien, incluido el hecho de trabajar demasiado.

Y la segunda, que no era sólo una cuestión de herencia genética, como intentó argumentar Dentsu.

También se vio que la idea que todavía prevalece en Japón de que el suicidio es algo claramente intencionado, incluso noble, era inadecuada.

Los líderes del país estaban inquietos.

Las enfermedades mentales habían pasado de ser un asunto doméstico y escondidoa estar en el centro de un movimiento por los derechos de los trabajadores.

En 2006 se aprobó una ley de prevención del suicidio para intentar reducir las tasas y declararlo un asunto social, no solo un problema privado.

Imagen de una persona trabajandoImage copyrightTORISUGARI
Image captionEl estrés laboral puede causar depresión.

Y desde 2015 se hacen exámenes de estrés en las empresas.

Un cuestionario completo que cubre sus causas y síntomas es evaluado por médicos y enfermeras, y existe apoyo de médicos para aquellos que lo necesitan, quienes mantienen los resultados confidenciales.

Esto es obligatorio para las compañías con más de 50 trabajadores, y a las más pequeñas se las anima también a que hagan lo mismo.

Entonces, ¿cree ya Japón firmemente en la depresión?

Bueno, quizás sí, o quizás no.

Hay señales de que se está produciendo un movimiento pendular en la dirección opuesta.

El aumento de las bajas y ausencias laborales parece estar generando un clima de frustración, e incluso sospechas sobre cómo la gente obtiene y utiliza el diagnóstico.

Algunos japoneses que sufren de depresión opinan que el aumento de conciencia pública sobre la condición les ha aliviado, permitiéndoles hablar abiertamente de ello.

Pero también creen que la recuperación y la vuelta al trabajo se ven obstaculizados por el cinismo de los que están a su alrededor y las menciones a una depresión «falsa» o «inventada».

Imagen de una persona flotandoImage copyrightTORISUGARI
Image captionEn Japón, se creía que las caídas en el estado de ánimo se podían aliviar mediante la expresión estética.

Por otro lado, las limitaciones de la campaña sobre el «resfriado del alma» son evidentes.

En su momento, recibió críticas por vincular de forma engañosa el resfriado común con una depresión.

Pero, más allá de eso, la experiencia de Japón con la depresión muestra el intenso vínculo que hay entre algunas formas de enfermedad física y mental y lasactitudes culturales; hacia el trabajo, por ejemplo, o hacia los niveles de responsabilidad hacia los demás.

Nadie sabe esto mejor que Torisugari, que todavía tiene que lidiar con su enfermedad y con algunos de los malentendidos a los que se tuvo que enfrentar en aquellas primeras semanas surrealistas.

Por esto ha decidido crear los dibujos que vemos en esta nota, y por eso sus manga tienen una audiencia creciente y agradecida, tanto en internet como en papel.

Para él es algo así como una «terapia del manga», como lo llama su psiquiatra.

Para el resto, es una ayuda para entender esta enfermedad tan mal comprendida hasta hace poco en Japón.

¿Por qué son tan egoístas los gatos?

http://www.diariouno.com.ar/afondo/por-que-son-tan-egoistas-los-gatos-20160724-n1196248

Los gatos han tenido desde siempre una reputación de ser egocéntricos, distantes y egoístas, especialmente cuando se les compara con «el mejor amigo del hombre», el perro.

¿Por qué son tan egoístas los gatos?

Vuelves a casa y saludas efusivamente a tu gato, pero éste no mueve ni una pata y apenas te mira desde la ventana.

 

Pero luego, cuando tienes que mandar un importante email, decide ponerse a saltar sobre el teclado de tu ordenador y echarte todo a perder…

¡Ay, los lindos gatitos, tan adorables y desesperantes a la vez!

Lo cierto es que a pesar de ser unas de las mascotas más populares, los gatos han tenido desde siempre una reputación de ser egocéntricos, distantes y egoístas, especialmente cuando se les compara con «el mejor amigo del hombre», el perro.

¿Pero está justificada su mala reputación?

No del todo, aseguran los expertos, quienes creen que los gatos domésticossimplemente han mantenido muchas características de sus ancestros, los gatos salvajes, que eran criaturas solitarias.

El problema, afirman, es que los gatos nunca fueron completamente domesticados desde que empezaron a convivir con el ser humano hace al menos 9.000 años, según indica el hallazgo de los restos de un humano de ese periodo enterrado junto a su gato, descubierto hace unos años en Chipre.

¿Semi-domesticados?

Para llegar a esa conclusión, Wesley Warren, de la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos, llevó a cabo hace dos años el mayor estudio genético sobre los gastos domésticos, incluido el gato abisinio, y comparó las diferencias entre el ADN de los gatos domésticos y los gatos salvajes.

Y el estudio concluyó que los genes de los gatos salvajes no difieren tanto de los de los gatos domésticos como los genes del perro con el lobo (el antepasado del perro).

Se estima que los perros empezaron a convivir con los hombres hace unos 17.000 años y se les enseñó a cazar, cuidar rebaños, y proteger sus casas.

Pero, en el caso de los gatos, las primeras sociedades agrícolas simplemente toleraron su presencia porque eran buenos cazadores de ratones, sin exigirles nada más.

En el proceso de domesticación de los perros, se les enseñó a ser sociables, leales y obedientes, algo que nunca se enseñó realmente a los gatos.

El profesor Dennis C. Turner, director del Instituto de Etología Aplicada y Psicología Animal de Suiza y autor de «El Gato Doméstico, Biología de su comportamiento», asegura que los gatos fueron útiles para cazar ratas y ratonesque abundaban en granjas y graneros en los primeros asentamientos agrícolas de hace miles de años.

Turner explica que, dado que los humanos vieron que esto era útil para ellos, «empezaron a darles comida extra, por ejemplo, leche en platos pequeños». Pero poco más.

Y hay expertos que discrepan con el término «semi-domesticado».

Melinda Zender, investigadora del Departamento de Antropología del Museo Nacional de Historia Natural de la Institución Smithsonian, en EE.UU., asegura que los gatos «están completamente domesticados».

Según Zender, los felinos han sufrido modificaciones genéticas en su cerebro, en relación, por ejemplo, a la agresividad y la interactividad.

«Lo que causa confusión es que se trata más bien de una asociación doméstica, donde ambas partes obtienen beneficios. Pero los gatos salvajes siempre fueron más solitarios, incluso esquivos. Tienen un bajo nivel de sociabilidad que ha perdurado en los gatos de hoy», le dijo a BBC Mundo.

Selección reciente

Otra razón fundamental que explica el aparente «egoísmo» de los gatos, según Turner, es que en el caso de los perros o los caballos, los humanos facilitaron lareproducción de determinadas razas que tenían rasgos que los hacían más afines al hombre.

Sin embargo, la selección de las razas de gatos es mucho más reciente: mientras muchas razas de perro, caballo o ganado tienen más de 500 años, las razas más modernas de gatos han aparecido apenas entre los últimos 50 y 200 años.

El profesor Turner asegura que los gatos «definitivamente no son ‘egoístas’, sino que retuvieron su independencia en cierta forma, principalmente por la falta de selección (de razas) por los humanos.

«Ellos han ‘elegido’ vivir con nosotros», es su explicación.

Como los gatos salvajes

La escasa evolución genética respecto a los gatos salvajes puede explicar por qué los gatos retuvieron ciertas características que les permiten sobrevivir más fácilmente que otras mascotas sin ayuda humana.

Por ejemplo, tienen el rango de audición más amplio de todos los carnívoros y pueden ver por la noche, lo que les permite detectar fácilmente a sus presas.

Y no depender de la comida que les dan los humanos les hace más fácil sobrevivir sin ellos.

Y si alguna vez un gato te trajo un ratón muerto, y te sentiste emocionado porque sintió que pensó que era un regalo, no te emociones.

«Esto está probablemente relacionado con que las gatas traen comida a sus gatitos. Y, en el caso de los gatos machos, porque tienen el estómago lleno», le dijo Turner a BBC Mundo.

Pero el experto dice que hay una forma de hacer que los gatos se interesen más en ti.

«El mejor consejo es esperar hasta que el gato te busque y, cuando lo haga, disfrutar de su compañía. Se quedará más tiempo contigo si es él quien toma la iniciativa».