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La teoría de la tierra hueca

http://www.bibliotecapleyades.net/tierra_hueca/esp_tierra_hueca_0.htm

A principios de 1970, la Administración del Servicio de Ciencia del Medio Ambiente (ESSA), perteneciente al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, proporcionó a la prensa unas fotografías del PoloNorte tomadas por el satélite ESSA-7 el 23 de noviembre de 1968. Una de las fotografías mostraba el Polo Norte cubierto por la acostumbrada capa de nubes; la otra, que mostraba la misma zona sin nubes, revelaba un inmenso agujero donde hubiera debido estar el Polo. El ESSA estaba lejos de sospechar que sus fotos rutinarias de reconocimiento atmosférico iban a contribuir a despertar una de las controversias más sensacionales y célebres de la historia de los OVNIS.

En el número de junio de 1970 de la revista Flying Saucers, el editor y ufólogo Ray Palmer reprodujo las fotos del satélite ESSA-7 junto con un artículo en el que manifestaba que el agujero de la foto era real.

Durante mucho tiempo, Ray Palmer y otros ufólogos habían creído que la Tierra es hueca, y que los OVNIS provienen y retornan a una civilización de seres superiores que está oculta en su interior inexplorado. En 1970, gracias al apoyo de una fotografía en que aparecía el enorme agujero del Polo Norte, Palmer pudo por fin asegurar que la super-raza subterránea existía y probablemente se podía llegar hasta ella a través de los agujeros de los polos Norte y Sur.

En los números siguientes de Flying Saucers apoyó su teoría resucitando otra antigua controversia sobre la «Tierra hueca«: la de las famosas expediciones del vicealmirante Richard E. Byrd a los polos Norte y Sur. El vicealmirante Richard E. Byrd, cuyas expediciones polares desataron la polémica sobre la teoría de la tierra hueca.

El primer testigo
El vicealmirante Richard E. Byrd de la US Navy fue un distinguido aviador pionero y explorador polar que sobrevoló el Polo Norte el 9 de mayo de 1926 y dirigió numerosas expediciones a la Antártida, incluyendo un vuelo sobre el Polo Sur el 29 de noviembre de 1929. Entre 1946 y 1947, llevó a cabo la operación a gran escala llamada «High Jump» (Salto Alto), durante la cual descubrió y cartografió 1.390.000 km2 de territorio antártico.

Las famosas expediciones de Byrd entraron por vez primera en la controversia de la Tierra hueca cuando varios artículos y libros -especialmente Worlds beyond the Poles (Mundos más allá de los Polos), de Amadeo Giannini– pretendieron que Byrdhabía en realidad volado no por encima del Polo, sino hacia dentro de los grandes agujeros que llevan al interior de la Tierra. Ray Palmer, basándose principalmente en el libro de Giannini, introdujo esta teoría en el número de diciembre de 1959 de su revista y, a raíz de ello, mantuvo una voluminosa correspondencia al respecto.

Según Giannini y Palmer, el vicealmirante Byrd anunció en febrero de 1947, antes de un supuesto viaje de 2.750 km. a través del Polo Norte:

«Me gustaría ver la tierra más allá del Polo. Esa área más allá del Polo es el centro del Gran Enigma.»

Giannini y Palmer decían también que, durante su supuesto vuelo sobre el Polo Norte en 1947, el vicealmirante Byrd comunicó por radio que veía debajo de él, no nieve, sino áreas de tierra con montañas, bosques, vegetación, lagos y ríos y, entre la maleza, un extraño animal que parecía un mamut. También, siempre según Giannini y Palmer, en enero de 1956, después de dirigir otra expedición a la Antártica, elvicealmirante Byrd había manifestado que su expedición había explorado 3.700 km. más allá del Polo Sur y, además, justo antes de su muerte, Byrd había dicho de la tierra más allá del Polo que era «un continente encantado en el cielo, tierra de misterio permanente». Esa tierra, según otras teorías, era la legendaria Ciudad del Arco Iris, cuna de una fabulosa civilización perdida.

Para Giannini y Palmer, los comentarios atribuidos al vicealmirante Byrd no hacían más que confirmar lo que ellos habían sospechado siempre: que la Tierra tiene una forma «extraña» en los Polos, algo parecido a un «donut«, con una depresión que, o bien se hunde muchos kilómetros en las entrañas de la Tierra, o forma un agujero gigante que pasa a través del eje de la Tierra, de un polo a otro.

Dado que, por razones geográficas, es imposible volar 2.750 km. más allá del Polo Norte o 3.700 km. más allá del Polo Sur sin ver agua, es lógico pensar que el vicealmirante Byrd debe haber volado hacia dentro de las enormes cavidades convexas de los polos, dentro del Gran Enigma del interior de la Tierra y que, si hubiera seguido adelante, habría llegado a la base secreta de los OVNIS que pertenecen a la super-raza oculta, quizás la legendaria Ciudad del Arco Iris que Byrd habría visto reflejada en el cielo.

La posibilidad de que la Tierra sea hueca, de que se pueda entrar en ella a través de los polos Norte y Sur, y de que civilizaciones secretas florezcan en su interior, ha espoleado las imaginaciones desde tiempo inmemorial. Así, el héroe babilonio Gilgamesh visitó a su antepasado Utnapishtim en las entrañas de la Tierra; en la mitología griega, Orfeo trata de rescatar a Eurídice del infierno subterráneo; se decía que los faraones de Egipto se comunicaban con el mundo inferior, al cual accedían a través de túneles secretos ocultos en las pirámides; y los budistas creían (y creen todavía) que millones de personas viven en Agharta, un paraíso subterráneo gobernado por el rey del mundo.

El mundo científico no fue inmune a esta teoría

Leonard Euler, un genio matemático del siglo XVIII dedujo que la Tierra era hueca, que contenía un sol central y que estaba habitada; y el doctor Edmund Halley, descubridor del cometa Halley y astrónomo real de Inglaterra en el siglo XVIII también creía que la Tierra era hueca y albergaba en su interior tres plantas. Ninguna de estas teorías estaba sustentada científicamente, pero alternaban con varias obras de ficción sobre el mismo tema, las más importantes de las cuales eran Las Aventuras de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe (1833), en la cual el héroe y su compañero tienen un terrorífico encuentro con seres del interior de la Tierra; y el Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne (1864), en la cual un profesor aventurero, su sobrino y un guía penetran en el interior de la Tierra a través de un volcán extinguido en Islandia, y encuentran nuevos cielos, mares y reptiles gigantescos y prehistóricos que pululan en los bosques.

La creencia en una Tierra hueca estaba tan extendida que incluso Edgar Rice Burroughs, el célebre autor de Tarzán, se sintió obligado a escribir Tarzán en las entrañas de la Tierra (1929), en el que el famoso hijo de la selva va a Pellucidar, un mundo que se encuentra en la superficie interior de la Tierra y que está alumbrado por un sol central. La sombra más allá del tiempo (1936) de H.P. Lovecraft transportó el tema a la época actual describiendo una raza antigua y subterránea que dominó la Tierra hace 150 millones de años y que, desde entonces, en el refugio de la Tierra interior, ha inventado aviones y vehículos atómicos, y domina el viaje en el tiempo y la percepción extrasensorial.

 

Estas y otras obras de ficción mantuvieron vivo el interés por la posibilidad de que la Tierra fuera hueca y de que escondiera otras civilizaciones. Así, cuando se avistaron los primeros 0VNIS en Estados Unidos en 1947 y la «ufomanía» azotó el país primero y el mundo después, surgieron dos teorías para explicarlos. Los OVNIS debían ser o bien naves extraterrestres de alguna galaxia lejana, o pertenecían a seres avanzadísimos que habitaban en el interior de la Tierra. Estas teorías llevaron a recuperar las leyendas de las civilizaciones «perdidas» de la Atlántida y de Thule, en la creencia de que esta última se hallaba en el Ártico (no se debe confundir con Dundas, antes Thule, el enclave esquimal en Groenlandia, que es hoy una base aérea de los Estados Unidos y centro de comunicaciones). No obstante, se creía también que otra posible fuente de procedencia de los 0VNIS se hablaba en la Antártica.

Betty y Barney Hill, que durante su abducción fueron informados sobre la existencia de bases Ovni dentro de la tierra, los polos y en los fondos oceánicos.

Esta teoría surgió a raíz de la publicación del convincente libro de John G. Fuller, El viaje interrumpido (1966), en el que el autor relata la historia de Betty y Barney Hill, un matrimonio americano que, durante un tratamiento psiquiátrico debido a un inexplicable periodo de amnesia, recordó bajo hipnosis que habían sido raptados por extraterrestres, examinados en el interior de un platillo volador e informados de que los extraterrestres tenían bases en toda la Tierra, algunas en el fondo del mar y al menos una en la Antártica.

 

De este modo, cuando Ray Palmer publicó su controvertida teoría en 1970, los ufólogos y creyentes en la Tierra hueca quedaron a la expectativa. ¿Se trataba de las pruebas concluyentes?

Pero los argumentos que Palmer aducía se revelaron extremadamente endebles. Todas las investigaciones llevadas a cabo desde entonces no han logrado confirmar ninguna de las afirmaciones atribuidas porGiannini y Palmer al vicealmirante Byrd; ni siquiera se ha confirmado su vuelo sobre el Polo Norte en febrero de 1947 (lo cierto es que Byrd sobrevoló el Polo Sur en esa fecha, en el transcurso de la operación High Jump). Incluso suponiendo que Byrd hiciera dichos comentarios, es más lógico creer que «la tierra más allá del Polo» y el «Gran Enigma» son formas de aludir a las regiones aún inexploradas, más que a continentes escondidos en el interior de la Tierra, y que el «continente encantado en el cielo» era únicamente una descripción de un fenómeno corriente en las latitudes antárticas: una especie de espejismo que trae el reflejo de tierras lejanas.

A pesar de que se ha demostrado la inexactitud del pretendido viaje de Byrd al Polo Norte, hay algunas personas que afirman haber visto un noticiario sobre dicha expedición al Polo Norte, en el que se veían «sus montañas, árboles, ríos y un gran animal identificado como un mamut». Una mujer escribió a Ray Palmer acerca de este noticiario, asegurando que lo había visto en White Plains, New York, en 1929. Sin embargo, este documental no está registrado en ningún archivo. ¿Se trata quizá de una artimaña del Gobierno de los Estados Unidos? ¿O quizá esa película no existió nunca? Es curioso cómo algunas personas creen «recordar» de buena fe una película que con casi total certeza nunca ha existido -al parecer, muchos de nuestros primeros recuerdos son «inventados», y proceden de cosas que nos han contado luego o que hemos imaginado.

Según Byrd, y de acuerdo con su diario:

«Hemos sobrevolado en total unos 25.900 km2 de la Tierra más allá del Polo. Como era de esperar, aunque resulta decepcionante decirlo, no se observaba ninguna característica importante más allá del Polo. Sólo el inmenso desierto blanco que cubría el horizonte.»

Asimismo, la leyenda sobre la Ciudad del Arco Iris puede derivar de una mala interpretación de las palabras de Byrd: podía haberse llamado la Avenida de los Arco Iris Helados. Al este y al Oeste se alzaban grandes montañas. Algunas no estaban cubiertas por el hielo; eran negras como el carbón o de un rojo ladrillo. Otras estaban cubiertas de hielo por completo. Estas parecían cataratas gigantescas. Allí donde el sol tocaba sus picos y laderas, la luz se reflejaba en toda una gama de colores. Había una mezcla de azules, púrpuras y verdes tal como pocas veces ha visto el hombre.

Ateniéndonos a las palabras de Byrd, podemos observar que no vio tierras verdes y frondosas ni mamuts más allá del Polo Sur; la cifra de 2.750 km. es errónea o exagerada; la Ciudad del Arco Iris no tiene otra realidad que lo que Byrd describió como Arco Iris Helados, un simple fenómeno atmosférico.

No obstante, ¿podría ser hueca la Tierra? De nuevo, la respuesta ha de ser negativa. Al contrario de lo que sucedía con los primeros teóricos de la Tierra hueca, las propiedades físicas y la estructura del interior de la Tierra pueden medirse hoy exactamente con sismógrafos y computadoras electrónicas. Lejos de ser hueca, la Tierra está compuesta de cuatro capas principales: la corteza, el manto, el núcleo y el nucléolo. La corteza de granito y roca basáltica tiene un grosor de 30 a 40 km. (mucho más delgada en las fosas oceánicas). Debajo de la corteza está el manto, que se extiende hacia abajo durante 2 900 km., y es sólida y compuesta de silicatos de magnesio, hierro, calcio y aluminio. Y debajo de esto está el núcleo, que se cree debe estar compuesto principalmente de hierro en estado de fusión.

Finalmente, a una profundidad de unos 5.090 km. está el nucléolo, que es posible que sea sólido como resultado de la congelación del hierro bajo la extraordinaria presión de unas 3.200.000 atmósferas. Aunque muchos detalles no son más que hipótesis en espera de que los avances de la ciencia nos permitan confirmarlas.

El enigma de la foto satelital resuelto
¿Y qué hay del enorme agujero que se podía observar en la fotografía de las regiones árticas? La explicación es ridículamente simple y se le podría haber ocurrido a cualquier niño inteligente que supiera algo sobre la rotación diaria de la Tierra. Por desgracia, los entusiastas de la teoría de la Tierra hueca tomaron dicha fotografía como «prueba» sin antes consultar con nadie mínimamente experto en el asunto.

La fotografía es un mosaico de imágenes de televisión tomadas por el satélite durante 24 horas, que muestran la Tierra desde diversos ángulos. Las imágenes fueron procesadas por una computadora y unidas de modo que formasen una vista total de la Tierra como si el observador se hallase en un punto directamente encima del Polo. Durante esas 24 horas, todos los puntos en las latitudes ecuatoriales y medias recibieron luz solar durante algún periodo de tiempo, y aparecen iluminados en la fotografía compuesta. Pero las regiones cercanas al Polo estaban en ese momento sumidas en la oscuridad permanente del invierno ártico. Por ello hay una área no iluminada en el centro de la foto.

Aún así. Según rumores, lo que sí han fotografiado los satélites han sido Ovnis entrando y saliendo de los polos. Como si en ellos existieran puertas. ¿A donde?  Debajo de nuestros pies, se ocultan muchos misterios…

Monos de Brasil utilizan herramientas de piedra desde hace 700 años

http://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/monos-de-brasil-utilizan-herramientas-de-piedra-desde-hace-700-anos/

En el Parque Nacional Serra da Capivara en Brasil una población de monos capuchinos usa desde hace 100 generaciones herramientas de piedra para alimentarse.

Un mono capuchino abriendo nueces. Crédito: Dorit Bar-Zakay/Getty Images

Los seres humanos no somos los únicos que utilizamos herramientas para realizar las tareas diarias. Un equipo de investigadores ha hallado nuevas evidencias arqueológicas que sugieren que los monos capuchinos brasileños (Sapajus libidinosus) han estado utilizando herramientas de piedra desde hace 700 años para abrir alimentos duros como anacardos, según señala un estudio publicado en la revista Current Biology.

Se trata de la muestra más antigua de una herramienta usada por monos fuera de África. “Hasta ahora, el único registro arqueológico premoderno proviene de un estudio sobre chimpancés en Costa de Marfil (África), donde las herramientas fueron fechadas con una edad de hace entre 4.300 y 1.300”, explica el autor principal Michael Haslam, investigador en la Escuela de Arqueología de la Universidad de Oxford (Reino Unido).

Junto a científicos de la Universidad de Sao Paulo (Brasil), el equipo se centró el estudio en la observación de un grupo de capuchinos en el Parque Nacional Serra da Capivara, en el noreste de Brasil. Los resultados muestran que los capuchinos salvajes, tanto mayores como jóvenes, utilizan piedras como martillos y yunques para abrir alimentos duros, entre los que se encuentran semillas o nueces de anacardo.

Según los investigadores, las piedras utilizadas como yunques son alrededor de cuatro veces más pesadas que las piedras usadas como martillo, y estas cuatro veces más pesadas que una piedra natural de media. Además, para los capuchinos los materiales también importan: utilizan cuarcitas duras y lisas como martillos, y areniscas planas como yunques.

SIN PERDER LA TRADICIÓN

Los capuchinos crean lo que los investigadores describen como ‘puntos de procesamiento de anacardos’ y, tras el trabajo, apilan las herramientas en lugares específicos como en la base o las ramas de los árboles de anacardos.

Gracias a excavaciones de hasta 70 cm de profundidad cerca de estos emplazamientos, los investigadores consiguieron determinar la edad, forma y composición de las herramientas utilizadas.

Las piedras encontradas en las excavaciones fueron fechadas mediante datación por carbono con una antigüedad de entre 700 a 600 años, lo que evidencia que las herramientas son anteriores a la llegada de los europeos al Nuevo Mundo.

Esta especie utiliza desde entonces estas herramientas como cascadores de alimentos duros. Los expertos determinaron gracias a técnicas de espectrometría de masas que los residuos de color oscuro dispuestos en la superficie de las herramientas correspondían a restos de anacardos.

Tras comparar las piedras utilizadas a lo largo de los años, los expertos concluyeron que eran prácticamente idénticas en cuanto a peso y composición. Alrededor de 100 generaciones de capuchinos han utilizado esta tradicional herramienta de piedra, lo que demuestra que esta especie de monos es ‘conservadora’ con respecto al uso de herramientas.

DE MONOS A HUMANOS

La investigación plantea preguntas acerca de los orígenes y la expansión del uso de herramientas en monos contemporáneos. Además, el comportamiento humano en sus orígenes podría haber estado influenciado al observar a los monos utilizando piedras como herramientas.

“Es una zona inexplorada que ofrece pistas acerca de la posible influencia de la utilización de las herramientas por los monos en el comportamiento humano”, afirma Haslam. “Es posible que los primeros seres humanos que llegaron a esta zona aprendieran acerca de este alimento desconocido, los anacardos, gracias a los monos que los comían”, añade el investigador.

No es el primer hallazgo de herramientas utilizadas por primates, aunque sí son las pruebas con más años encontradas fuera del continente africano.

Investigaciones anteriores dirigidas por Michael Haslam datan evidencias arqueológicas de entre 50 y 10 años de edad de herramientas utilizadas por macacos salvajes de la costa de Tailandia para romper caracoles marinos, cangrejos y frutos secos, y así poder extraer el alimento.

El mismo estudio señala que estos primates usan la misma herramienta hasta que se encuentran satisfechos de comida y la transportan durante todo el trayecto en busca de alimento. Los expertos observaron que, de media, los macacos abrieron nueve ostras con una misma herramienta, aunque uno de ellos llegó a romper 63 ostras, una tras otra, usando la misma piedra.

Para Londres, la propaganda de guerra es un arte

http://www.voltairenet.org/article193043.html

Thierry Meyssan

Nadie dotado de sentimientos humanos puede aceptar ver niños que sufren, y eso hace de los niños un tema perfecto para la propaganda de guerra. Thierry Meyssan aborda el uso de niños por parte de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos en el marco de la guerra contra Siria.
La prensa occidental es plural pero no pluralista. El 20 de agosto de 2016, todos los grandes diarios publicaron en primera plana la misma imagen.
Como todas las guerras, la guerra desatada contra Siria da lugar a una avalancha de propaganda. Y los niños siempre constituyen un tema que se vende como pan caliente.
Por ejemplo, al principio de los incidentes, Qatar quería demostrar que la República Árabe Siria, lejos de servir el interés general de los sirios, despreciaba al Pueblo. La petrodictadura qatarí echó entonces a rodar, a través de su canal de televisión Al-Jazeera, la leyenda de los niños torturados por la policía en Deraa.
Como muestra de la crueldad extrema de su adversario, Qatar precisó que los policías les habían arrancado las uñas a los niños.
 Por supuesto, ningún periodista logró encontrar a aquellos niños. La BBC finalmente transmitió una entrevista con dos de ellos… en la que podía verse que seguían teniendo uñas.
Como el mito resultaba imposible de verificar, Qatar echó a rodar una nueva historia en la que un niño de 13 años, Hamza Ali Al-Khateeb, había sido torturado y castrado por la policía del «régimen». Esta vez la historia estaba ilustrada con una imagen en la que podía verse un cuerpo sin sexo.
Pero la autopsia demostró que el cadáver había sido mal conservado y que se había hinchado tanto que el vientre ocultaba el sexo del niño… que no estaba castrado.
En esta revista, Sir Arthur Conan Doyle imagina a Sherlock Holmes arrestando a un espía alemán. El escritor trabajaba en aquella época para el Buró de Propaganda de Guerra.
A finales de 2013, los británicos pasaron a ocuparse de la propaganda de guerra contra Siria. Hay que decir que ya contaban con una larguísima experiencia en ese campo y que son considerados como los inventores de la propaganda moderna, desde los tiempos de la Primera Guerra Mundial, con la creación del Buró de Propaganda de Guerra.
Uno de los rasgos que caracterizan la propaganda de guerra de los británicos es que acostumbran a utilizar artistas, porque la estética neutraliza el espíritu crítico del receptor.
 En 1914, los británicos reclutaron a los grandes escritores del momento –como Arthur Conan Doyle, H.G. Wells y Rudyard Kipling– para garantizar la publicación de textos que atribuían crímenes imaginarios al enemigo alemán. Posteriormente reclutaron también a los dueños de los grandes diarios para que reprodujeran las “noticias” que inventaban sus escritores.
Cuando los estadounidenses decidieron imitar el método británico, en 1917, con el Comité de Información Pública, estudiaron con particular interés los mecanismos de persuasión, con ayuda del periodista estrella Walter Lippmann y del inventor de la publicidad moderna, Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud. Sin embargo, inclinándose fundamentalmente por el poder de la ciencia, olvidaron la estética.
A inicios de 2014, el MI6 británico creó la firma Innovative Communications & Strategies (InCoStrat), o sea “Comunicaciones y Estrategias Innovadoras”, que concibió por ejemplo los logotipos de los diferentes grupos armadosnempeñados en destruir el Estado sirio, desde el más «moderado» hasta el más «extremista». Esta firma, que cuenta con oficinas en Washington y Estambul, organizó la campaña tendiente a convencer a los europeos para que acogieran en sus países a 1 millón de refugiados. También obtuvo la fotografía del pequeño Aylan Kurdi, ahogado en una playa turca, y logró –en dos días– ponerla en la primera plana de todos los diarios atlantistas más importantes, en todos los países de la OTAN y del Consejo de Cooperación del Golfo.
Antes de la guerra contra Siria, cada año al menos un centenar de migrantes ahogados eran hallados en las playas turcas… sin que nadie se dignara a mencionarlos. Y sólo los diarios dedicados a la publicación de escándalos mostraban fotos de los cadáveres.
Pero esta imagen en particular estaba especialmente bien concebida…
Como ya señalé en un artículo anterior, un cuerpo depositado en la playa por el mar no puede quedar en posición perpendicular a las olas… el autor de la foto reconoció posteriormente que había desplazado el cadáver del pequeño Aylan para mejorar la composición de la imagen.
La foto del pequeño Omran Daqneesh (sólo tiene 5 años) sentado en una ambulancia en el este de Alepo viene acompañada de un video, lo cual permite su “explotación” tanto en la prensa escrita como en televisión.
La escena es tan dramática que una locutora de CNN rompió a llorar al verla. Por supuesto, cuando nos detenemos a pensar en lo que estamos viendo nos damos cuenta de que los socorristas no se ocupan del niño tratando de administrarle los primeros auxilios. Lo que vemos es que alguien –al parecer un miembro de los «White Helmets»– se limita a sentar al niño delante de la cámara.
A los cineastas británicos no les interesa el niño, lo que quieren es lograr una imagen.
Según la agencia Associated Press, la foto fue tomada por Mahmud Raslan, quien aparece brevemente en el video. Según su cuenta de Facebook, Mahmud Raslan es miembro del grupo Harakat Nur al-Din al-Zenki, un grupo armado que cuenta con el respaldo de la CIA, que lo ha equipado con misiles antitanque BGM-71 TOW. También según su cuenta de Facebook, y esta información aparece confirmada por otro video, el 19 de julio de 2016, fue Mahmud Raslan quien degolló con sus propias manos al niño palestino Abdullah Tayseer al Issa, de 12 años.
Las leyes europeas son particularmente estrictas en lo tocante al uso de niños con fines publicitarios. Parece que eso no incluye la propaganda de guerra.

Los caballeros andantes de la Edad Media

http://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/los-caballeros-andantes-de-la-edad-media_9673

Un caballero en busca de aventuras

En el siglo XV había caballeros que recorrían los caminos en busca de aventuras gloriosas para honrar a su dama

Al final de la primera parte del Quijote, cuando el canónigo trata de convencerlo de que abandone su vida errante y vuelva a casa, don Quijote responde de forma airada: «Paréceme que la plática de vuestra merced se ha encaminado a querer darme a entender que no ha habido caballeros andantes en el mundo y que todos los libros de caballerías son falsos, mentirosos, dañadores e inútiles para la república, y que yo he hecho mal en leerlos, y peor en creerlos, y más mal en imitarlos, habiéndome puesto a seguir la durísima profesión de la caballería andante que ellos enseñan». A don Quijote le indigna que se dude de que los caballeros andantes hayan existido: «Digan que fueron burla las justas de Suero de Quiñones, el del Paso; las empresas de mosén Luis de Falces contra Gonzalo de Guzmán, con otras muchas hazañas hechas por caballeros cristianos…».No le faltaba razón al ingenioso hidalgo. Los caballeros errantes o andantes no fueron meros personajes de novela, sino que existieron en la realidad histórica bastante antes de que Cervantes escribiera su obra maestra. Los guerreros que acudían a combatir contra los infieles en el sur de Italia, en Sicilia, en Tierra Santa durante las cruzadas, o también en la España de la Reconquista, fueron en cierto modo caballeros andantes; incluido el Cid Campeador, obligado a abandonar sus tierras para embarcarse en aventuras que le llevaron a servir a emires musulmanes y a conquistar Valencia. Muchos hijos segundones, sin herencia y reacios a seguir una carrera eclesiástica, peregrinaban por cortes, reinos y castillos para ofrecer sus servicios militares, con la esperanza de casarse algún día con una noble dama que les proporcionara un patrimonio del que carecían. Y donde no había guerra en la que emplearse, trataban de lucirse en los torneos, combates en los que se buscaba apresar a los oponentes para luego exigir cuantiosos rescates a cambio de su libertad, todo ello en presencia de un público noble en el que no faltaban las damas casaderas.

Héroes de novela

En este ambiente se desarrolló el género de las novelas de caballerías, que alcanzaría su máxima popularidad en los siglos XIV, XV y XVI. Repletas de elementos mitológicos, fabulosos, mágicos y maravillosos, sus protagonistas eran jóvenes caballeros que encontraban acogida en el palacio de algún rey o gran señor y en un momento dado se marchaban para cumplir alguna gran hazaña. Bajo un apodo evocador –caballero de la Fortuna, del Cisne, de la Cruz…– emprendían largos peregrinajes en busca de su enemigo, que podía ser, como ocurre en Palmerín de Inglaterra, un gigante apostado en un castillo, al que el héroe vence para a continuación liberar a sus prisioneros y retornar triunfante al palacio del señor.

Pese a su fantasía desbocada, este tipo de ficciones tenía una influencia directa en la conducta de los caballeros de la época, quienes no sólo las leían o escuchaban con placer, sino que se lanzaban a los caminos para imitar aquellas aventuras. Fue así como en el siglo XV menudearon los caballeros andantes que iban de un país a otro para protagonizar hazañas caballerescas. Los soberanos los acogían con agrado, y se han conservado cartas de reyes que recomendaban apreciar a tal o cual caballero procedente de sus territorios. Algunos monarcas los retenían en sus cortes y los utilizaron en sus guerras.
Lo que movía a estos caballeros a emprender una vida errante era la promesa que habían hecho a una dama de cumplir hechos gloriosos para ganarse su favor. Por ello lucían sobre su cuerpo una «señal» o «empresa» –como un puñal en la pierna o una argolla en el cuello–, símbolo de una servidumbre amorosa de la que sólo quedarían «liberados» mediante la lucha con otro caballero. Esta lucha podía tener lugar en un torneo celebrado en la corte de un señor, o bien en campo abierto,
en los denominados «pasos de armas».

Los pasos de armas

En estos encuentros, el caballero se situaba en un lugar de paso concreto –la puerta de una ciudad, un puente, un cruce de caminos…– con el objetivo de batirse en duelo con todos aquellos que pretendieran pasar por el sitio defendido. Antes, mediante un cartel de desafío el caballero anunciaba públicamente el tiempo que duraría el paso de armas y el número de lanzas que debía romper para vencer.
El caballero, solo o secundado por amigos suyos, era el «mantenedor» del paso, mientras que los contrincantes que aceptaban las condiciones e intentaban superar el paso se denominaban «aventureros». Un jurado, formado normalmente por caballeros veteranos y neutrales y otros oficiales –reyes de armas, heraldos, persevantes…–, vigilaba el desarrollo del combate y un notario levantaba acta escrita de lo sucedido.
Los pasos de armas solían tomar un nombre poético, inspirado en las novelas de caballerías. En Francia, por ejemplo, se celebraron los pasos de la Fuente de las Lágrimas, de la Bella Peregrina, de la Pastora, del Caballero del Cisne, de la Dama Desconocida… En el primero de éstos, durante un año entero, cada primer día del mes un caballero anónimo debía colocar ante una fuente, bajo una tienda, a una dama en efigie con un unicornio que llevaba tres escudos sembrados de lágrimas blancas.

El «aventurero» que, apiadado de la dama, tocaba los escudos se comprometía a un combate según las condiciones establecidas.
En España, el paso de armas más célebre tuvo lugar en 1434. El caballero Suero de Quiñones, con el permiso de Juan II de Castilla, se apostó junto con nueve «compañeros» en un puente sobre el río Órbigo (León) para desafiar a todo aquel caballero que quisiera cruzar el puente. Su objetivo era romper trescientas lanzas para librarse de una argolla de hierro que llevaba en el cuello como símbolo del amor que sentía por doña Leonor de Tovar. El rey no sólo autorizó a Suero, sino que difundió por su reino el desafío, para que concurriera a aquel paso todo caballero dispuesto a mostrar allí su destreza con las armas. Muchos fueron los participantes durante el mes que duró el espectáculo, entre julio y agosto de aquel año, hasta que una herida sufrida por Suero puso fin al «paso honroso». Los jueces consideraron a Suero libre de su voto, a pesar de que no se habían roto las trescientas lanzas acordadas, sino únicamente 177.

Pasatiempo de riesgo

En 1428, el infante Enrique de Aragón organizó otro paso de armas en Valladolid, para el que se construyó una fortaleza de madera y un graderío para alojar al público, y que atrajo a multitud de caballeros dispuestos a mostrar su valía. En aquella ocasión luchó incluso el rey Juan II de Castilla: él y 24 caballeros consiguieron romper dos lanzas cada uno. Los pasos de armas no eran simple teatro, sino que los combatientes corrían un riesgo físico real, como muestra el que en el paso de 1428 muriera Álvaro de Sandoval a manos de Ruy Díaz de Mendoza, mayordomo del rey castellano. En el paso de Suero de Quiñones perdió la vida el aragonés Asbert de Claramunt, y el obispo de Astorga no permitió que aquel caballero fuera enterrado en suelo sagrado. Las normas de la Iglesia seguían condenando estas prácticas, sin que por ello se lograra acabar con ellas, aunque para cuando Cervantes escribió su sátira estaban ya sobradamente desacreditadas.