por Dr. Mercola
Por el Dr. Mercola
Hoy en día, mucha gente está consiente de la importancia de la microbiota intestinal. Algunos incluso toman medidas proactivas para protegerla, como minimizar el uso de antibióticos y comer alimentos fermentados para un balance saludable.
Lo que es menos conocido es que éstos microorganismos no sólo viven en el estómago; sino que se encuentran en todo el cuerpo, incluyendo la piel. Así como su estómago depende de un estado microbiano balanceado para funcionar óptimamente, el balance de bacterias y otros microbios en su piel también es importante.
Las personas en Estados Unidos se bañan en promedio una vez al día,1 un hábito de higiene que podría estar haciéndole más mal que bien al cuerpo.
El Experimento de No Bañarse
Si cada día se toma 20 minutos en bañarse ,esto equivale a cerca de dos años de su vida en la regadera o bañera además de la considerable cantidad de dinero que gasta en todo lo “necesario” para bañarse como champú, acondicionador, jabón y cremas humectante.2
Qué pasaría si lo disminuyera a cada dos días, cada tres días, o simplemente, apenas hacerlo? El Dr. James Hamblin, editor en jefe en The Atlantic, probó la última y nos cuenta su experiencia, explicando:3
“… Comencé utilizando menos jabón, y menos champú, menos desodorante, y bañándome menos. De bañarme todos los días, seguí con cada dos días y luego cada tres.
Y ahora prácticamente me detuve. Aún lavo mis manos todo el tiempo, lo cual sigue siendo una forma muy importante para prevenir las infecciones.
Aún me lavo cuando estoy visiblemente sucio, como después de correr cuando tengo que lavar los mosquitos en mi cara, porque aún existe el asunto de la sociedad. Si tengo el cabello enredado después de levantarme, meto mi cabeza a la regadera para lavármela. Pero no uso champú ni jabón, y casi nunca me meto a la regadera.”
Al principio, puede tener algún olor y el cabello o la piel grasosos. Sin embargo, esto puede ser el resultado de su agresiva rutina de baño anterior. El olor corporal es el resultado de las bacterias alimentándose de las secreciones de sudor y glándulas sebáceas.
Lavarse con jabones detergentes elimina las bacterias de la piel temporalmente, pero pronto se restablecen, usualmente con un desbalance que favorece a los microbios que generan olor.
Sin embargo, cuando se le da al cuerpo un descanso del jabón y el champú, el ecosistema tiene la oportunidad de restablecerse, y los olores malos del cuerpo, en su mayoría, desaparecen.
“… Nuestro ecosistema alcanza un estado estable, y dejamos de oler mal, ” explica Hamblin. “Quiero decir, no olerá como agua de rosas… pero tampoco mal. Simplemente olerá como una persona.»4
Cómo los Astutos Mercados le Vendieron a las Personas en Estados Unidos la Idea de la ‘limpieza’
No fue sino hasta principios del siglo veinte, y no fue una coincidencia que al mismo tiempo que la publicidad proliferó, las personas en Estados unidos comenzaron a preocuparse mucho sobre la higiene personal. La industria de la publicidad creó una “necesidad” que no existía, de nuevos productos como el “jabón para el baño” y “enjuague bucal”.5
Hoy en día la mayoría de la gente tiene el hábito de lavar su cabello y piel con jabón y champú, lo que remueve los aceites naturales, y luego los añaden de regreso con cremas y acondicionadores sintéticos.
La ironía es que la mayoría de las lociones son bastante inferiores al sebo natural y muchos, si no es que casi todos, se encuentran repletos de ingredientes tóxicos que finalmente empeorarán su salud.
El hecho de que bañarse diariamente puede quitarle a su piel un aceite benéfico, que resulta en piel seca y agrietada (sobre todo si el agua está caliente y se usan jabones fuertes), es una clave de que tal vez su piel esté mejor con una rutina de higiene menos agresiva.
Aunque la idea de bañarse menos sea impactante, recuerde que bañarse diariamente es un fenómeno relativamente nuevo.
¿Existen Riesgos por Bañarse Excesivamente?
Existen riesgos en múltiples niveles, comenzando con la alteración del balance microbiano de su piel. Aún se investigan las repercusiones a largo plazo, pero al remover la bacteria benéfica de la piel, podría dejar la piel muy sensible.6
Muchos miembros del movimiento “no champú” (un grupo de personas que se abstienen de usar champú en su cabello) dicen que usar menos champú deja su cabello más saludable, más brillante y menos esponjado.
También existe el problema del gel para la ducha y el champú llenos de químicos. Cuando nos bañamos menos, no necesitamos éstos productos ni sus ingredientes mayoritariamente tóxicos. Existen problemas también a nivel ambiental, sobre todo en cuanto al uso del agua.
Usar la regadera por siete minutos gasta más agua que una bañera, y se considera que el uso del agua en las regaderas va a crecer cinco veces para el 2021.7
Y además, si usa el agua de la ciudad y no tiene un filtro en su regadera, bañarse es una gran fuente de exposición a subproductos carcinógenos de la cloración como trihalometanos (THMs). Los THMs están asociados con el cáncer de vejiga, problemas gestacionales y de desarrollo.
Tan sólo el simple hecho de bañarse con agua tratada, durante el cual absorbe agua tanto por la piel como por los pulmones, podría implicar un riesgo a su salud, y para su hijo nonato, si está embarazada.
Numerosos estudios han demostrado que bañarse es una forma importante de exposición al agua y que podría representar una exposición total más elevada que el agua que toma, reducir su tiempo en la regadera ayudaría a limitar esa exposición.
Sin embargo, el mayor problema es que la mayoría de la gente no necesita tallar su cuerpo de los pies a la cabeza cada mañana o noche. Es innecesario y disruptivo para las delicadas y benéficas comunidades microbianas que viven en su piel.
Intente Esto para un Estado Satisfactorio
Puede que no esté listo para renunciar a bañarse pero debería dejar de hacerlo diariamente. Una forma de hacerlo es lavar sólo las áreas que realmente necesitan lavarse.
En la mayoría de los casos, esto se refiere a las axilas, ingle, y posiblemente, los pies. Como lo comenta el Dr. Casey Carlos, profesor asistente de medicina en el Departamento de Dermatología de la Universidad de California, Escuela de Medicina de San Diego:8
“Lo más difícil es lograr que la gente use jabón sólo en las áreas donde lo necesitan… la gente no se da cuenta de que la piel hace un trabajo bastante bueno limpiándose a si mismo.”
La única ocasión en la que uso jabón en mi cuerpo además de mis axilas e ingle es cuando trabajo en el jardín y termino cubierto de aserrín. La mayoría lo retiro con una manguera. Normalmente, con el simple hecho de lavar las axilas con jabón y agua es suficiente para mantenerse oliendo bien.
Ya son cuarenta años desde que dejé de usar antitranspirante o desodorante, incluso los naturales.
Me he percatado que lavar regularmente mis axilas con jabón y asegurarme de tener un buen régimen alimenticio con el mínimo de azúcar y muchos vegetales fermentados es todo lo que necesito para impedir que mis axilas huelan mal.
Si aún necesita más ayuda, intente disolver una pizca de bicarbonato de sodio en agua como un desodorante efectivo para todo el día.
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