Personal de la Administración Pública en su puesto de trabajo. / Universidad de Alicante
La exposición a pantallas de visualización de datos como ordenadores, smartphones o tablets durante largos periodos de tiempo conlleva esfuerzos visuales y cambios en la superficie ocular y en el estado de la película lagrimal. Como consecuencia, se presentan un conjunto de síntomas, como visión doble, borrosa o dificultad para enfocar, denominado síndrome visual informático.
Se trata de un nuevo cuadro clínico que afecta al 71% del personal de la Administración Pública y que también produce otros problemas como sequedad ocular, picor, fotosensibilidad e, incluso, dolor de cabeza. Para poder detectarlo con eficacia y paliar sus efectos, investigadores del departamento de Óptica, Farmacología y Anatomía y del Grupo de Investigación en Salud Pública de la Universidad de Alicante (UA) han elaborado el primer instrumento mundial que mide este trastorno en trabajadores y trabajadoras.
Se trata de un cuestionario, validado científicamente mediante técnicas avanzadas y autoadministrado, que consta de 16 ítems para medir la frecuencia de aparición e intensidad de los síntomas. Mediante su uso, se pueden obtener datos reales de prevalencia del síndrome y establecer revisiones de salud visual y medidas para su prevención y mejora. En breve, estará a disposición de servicios de prevención, mutuas, consultas clínicas y otras universidades, en varios idiomas, a través del repositorio BiblioPRO, la biblioteca virtual de referencia científica internacional de los cuestionarios en español de resultados percibidos por los pacientes.
Los autores recomiendan, para prevenir el síndrome visual informático, hacer descansos cada 20 minutos de exposición a pantallas y mirar durante 20 segundos a un punto alejado. Además, es importante realizar parpadeos completos de forma pautada varias veces por minuto para evitar el picor y la irritación, así como ajustar el monitor a un ángulo de visión de 15 grados por debajo del nivel horizontal y estar a una distancia mínima de 50 centímetros.
Para prevenir el síndrome visual informático se recomienda descansar cada 20 minutos de exposición a pantallas y mirar durante 20 segundos a un punto alejado
Más pantallas en el trabajo
La expansión de las tecnologías de la información en las últimas décadas ha dado lugar a un mayor uso de pantallas de visualización en el lugar de trabajo. La Encuesta Europea de Condiciones de Trabajo (EWCS 2010) señala que más del 30% de los trabajadores usan ordenadores todo el tiempo durante su jornada laboral.
En España, según la VII Encuesta Nacional de Condiciones de trabajo (ENCT 2011), casi la mitad de los trabajadores, un 45%, utiliza siempre pantallas de visualización de datos.
En la caso de la Administración Pública la cifra asciende al 94%, por lo que es importante abordar las cuestiones relativas a la seguridad y salud de los trabajadores.
“A partir de ahora en los reconocimientos laborales se podrá usar el cuestionario para detectar el síndrome visual informático y mejorar su tratamiento”, explican las investigadoras de la UA, María del Mar Seguí y Elena Ronda, que llevan desde 2008 inmersas en esta línea de investigación.
Según los estudios realizados por las expertas, que ya han sido publicados en revistas científicas de alto impacto como Journal of Clinical Epidemiology, Ophthalmic and Physiological Optics o Journal of occupational Health, el síndrome es más frecuente en mujeres, especialmente tras la menopausia, y entre personas que utilizan lentes de contacto blandas. Entre los profesionales de la Administración Pública la prevalencia del síndrome alcanza el 71%, mientras que para el profesorado universitario la cifra baja al 57,5% y, en el sector sanitario a un 56,7%.
Relación con el aumento de miopía
A partir de una completa revisión bibliográfica, el grupo de investigadores de la UA realizó un completo listado de síntomas que se han reagrupando en los 16 ítems del cuestionario, y se analizó el método más adecuado para evaluarlos a partir de una escala. Además, un comité de expertos en vigilancia de la salud de los trabajadores y optometría validó el diseño de este instrumento con técnicas avanzadas de análisis Rasch antes de llevar a cabo su aplicación en pacientes reales.
Uno de los retos a abordar en el marco del síndrome visual informático es estudiar su incidencia en edades infantiles y adolescentes para comprobar si tiene relación con el aumento progresivo de la miopía. “Todos nos hemos adaptado a la revolución de las TICs pero debemos analizar si no hemos sustituido con demasiada rapidez los libros por las tablets en las aulas sin tener datos clínicos sobre su impacto en la salud ocular de los más pequeños”, advierten.