Recientemente, una profesora y amiga hizo un simple comentario de que el alma es la suma total de todas nuestras experiencias. Me chocó, ya que esto significa que cada experiencia suma a nuestra alma, y no hay experiencia que le pueda restar. Al compartir experiencias con tantas otras almas, eso significaría que nuestras almas se entrelazan. Y como coincidimos con tantas almas, en definitiva todos estamos conectados.
Cada vivencia es en realidad una experiencia de auto-realización. En cada experiencia, desarrollamos una capacidad o aspecto de nuestra alma, y por extensión, un aspecto de nuestra verdadera naturaleza como Ser. Como todo lo que hay es Ser, todo es una experiencia de Ser. Cada vivencia suma a la totalidad de nuestro entendimiento y a la realización de nuestra verdadera naturaleza. No existe otra posibilidad.