LAS 36 LEYES ESPIRITUALES – 4ª parte

20.- La ley de la Responsabilidad: es la capacidad de responder adecuadamente a una persona o situación.  El Universo nos manda retos para comprobar cómo respondemos. Cuando las fuerzas superiores creen que puedes realizar una tarea, dejarán la responsabilidad en tus manos.Tenemos momentos en los que asumimos responsabilidades espirituales: al traer un hijo tu Yo superior y el del niño, se ponen de acuerdo. Tu evolución espiritual depende de cómo respondes a ello. Cuando tienes un niño con discapacidad, te ofrece más retos y oportunidades de crecimiento. Si eres responsable del bienestar de muchos, tu progreso espiritual puede se beneficiado. Los retos y las responsabilidades son un honor, indican que estás preparado espiritualmente para cosas más importantes.  Las cosas y las personas que están a tu cuidado son una responsabilidad y si no respondes al desafío, te las quitarán. Todo es un préstamo que se te ha dado. Tu responsabilidad es cuidar de ellos. No puedes asumir grandes responsabilidades si no te ocupas de tus necesidades. Tus emociones y tu espíritu necesitan cuidados. Tu cuerpo es un templo que tiene que ser atendido. Cuídate tu primero y entonces podrás cuidar a los demás. Solo eres responsable de tus hijos pequeños, de tus sentimientos y de tu destino y no el llevar la carga de otros porque obstaculizas su crecimiento. Tu responsabilidad es apoyar, respaldar y animar a los demás para que asuman sus propias responsabilidades. Si tienes problemas con tu hijo, cambia tu conducta y el hará lo mismo. Tú no tienes que cargar con la responsabilidad de los deberes de tus hijos, si no los hace, deja que se enfrente a las consecuencias. Invoca a los ángeles y maestros ascendidos para que transmuten la energía. Cuando llevas las cargas de otra persona, pones obstáculos a su crecimiento y a que pueda aprender sus lecciones de vida. Retrasamos su evolución y la del planeta. La mayoría de nosotros proyectamos nuestros sentimientos sobre los demás. Soy responsable de mí y de mi camino, y deja que los demás lo sean de los suyos. Tenemos que asumir toda la responsabilidad de todo lo que sucede en la vida, por cada sentimiento que tenemos, cada emoción y cada pensamiento. Cuando asumes la responsabilidad de tu propia vida, te conviertes en maestro.
 

21.- La ley del Discernimiento: Cuanto más evolucionados somos, más debemos de discriminar. Las almas jóvenes exploran todos los caminos. Las almas viejas, saben escoger la ruta apropiada. En un nivel profundo, lo sabemos todo. No se puede discriminar por motivos de sexo, color o religión, no es espiritual. Tienes derecho a decidir quién quieres que esté en tu vida. Decir que no, no es prejuzgar, es saber discernir. Haz caso a tu intuición y confía en ella para que te guíe.
 

22.- La ley de la Afirmación: Las afirmaciones son pensamientos o palabras que se repiten hasta que penetran en la mente consciente y se convierten en parte de tu programa. Reafirman tus pensamientos y palabras y tienen un efecto muy potente en ti. Realizamos afirmaciones inconscientemente todo el tiempo, hacemos una vez tras otra los mismos comentarios, hasta que se convierten en nuestra realidad. Nuestras afirmaciones constantemente repetidas pueden ser positivas o negativas. Tu mente inconsciente, acepta todo lo que le digas sin discriminar y afectan a tu manera de sentir y actuar. Cuanta más energía y énfasis ponemos en nuestras afirmaciones, más profundamente penetran en nuestro sistema de creencias. Si por ejemplo piensas que tus vacaciones van a ser malas, así va a ser por 3 motivos: recuerdas los malos momentos, tienes comportamientos que te hacen sentir desgraciado y el Universo te entrega aquello en lo que crees. La Ley de la Afirmación dice que vas a manifestar lo que afirmas. Afirma que eres aquello que quieres ser. Te convertirás en ello antes de lo que imaginas. Afirma que tienes aquello que quieres tener y lo magnetizarás hacia ti. Para hacer afirmaciones, pronuncia las palabras con energía e intencionalidad. Asegúrate de que tus afirmaciones sólo tienen palabras positivas. La mente inconsciente no computa las expresiones negativas, si dices “no quiero vivir en esta casa”, penetra en la mente inconsciente como quiero vivir en esta casa. Habría que decir, “estoy preparado para cambiar de casa” y describe la casa que deseas y dí “me siento feliz y realizado en mi nueva casa”. Igual que si dices “no olvides la cena de esta noche”, di recuerda la cena de esta noche. Las afirmaciones deben de hacerse en presente. Pues el ordenador no tiene concepto de pasado o futuro. Te conviertes en aquello que afirmas. Las afirmaciones más eficaces son las más sencillas. Por ejemplo, “ahora tengo una relación feliz”, visualiza que tienes una relación feliz y actúa como si estuvieras satisfecho. Las afirmaciones que riman se acomodan fácilmente a la mente inconsciente. “Estoy sano y feliz todo el día”. Las afirmaciones tienen efecto de onda expansiva que mejora otras facetas de tu vida. Si tienes un día difícil, di “me siento feliz y despierto y todo va bien” y verás cómo cambia el día. Si estás relajado o dando una cabezada, las afirmaciones penetran más fácilmente. Otra forma es escuchar cintas con afirmaciones o grabar la que necesitas. Generamos nuestros problemas sin darnos cuenta de que lo hacemos. Las afirmaciones tienen que ser repetidas constantemente. Repítela cuando tengas un momento libre. Llena tu mente de frases positivas y cambiará tu vida. Dile a tus hijos, que son inteligentes, y que les quieres mucho, y recuerda sus puntos fuertes, así elevas sus vibraciones y la confianza de los que te rodean. Ejemplos de afirmaciones: estoy sano y feliz, todo el mundo me quiere, tengo un empleo satisfactorio y bien pagado, soy un maestro ascendido con mucha luz y amor, soy un ser ascendido con mucha paciencia y sabiduría, mi vida está llena de gozo y alegría. Recuerda afirmar lo que quieres ser como si ya lo hubieras conseguido. Actúa como si eso ya se hubiera convertido en tu realidad. Afirma lo que quieres ser y pronto te convertirás en ello.
 

23.- La ley de la Plegaria: Rezar es comunicarse con Dios, cada palabra y pensamiento que emitimos es una plegaria. La preocupación es una plegaria negativa, es decir lo asustado que estás. Refuerza las cosas que no quieres que pasen, para qué preocuparte si puedes rezar. Dirige los pensamientos hacia la Fuente de una forma positiva y centrada. Dios responde a todas las plegarias y a veces, afortunadamente para nosotros nos dice “no”. Por suerte no conseguimos todo aquello que pedimos. Pon atención a las cosas más evidentes y prácticas de tu vida, que serán las respuestas a tus plegarias. Pide con fe y se te concederá. Cuando haces la plegaria, empieza a darle gracias a Dios por ello, y prepárate para recibir lo que has pedido. Tu fe hará que todo se ponga en movimiento. Muchas personas rezan sin esperar que su plegaria sea atendida e incluso no están preparadas para recibir lo que piden, así que no emprenden ninguna acción. Si la plegaria se hace con más personas y lo visualizan, la plegaria adquiere más fuerza.  El amor quiere que consigas lo que tu corazón anhela. El amor no quiere que los que aman sufran. Dios es amor. El bloqueo para la recepción está en ti. Di tu plegaria durante un mes o hasta que te sientas cómodo y párate un tiempo. Puede que después cambies los términos de tu plegaria y eso es un indicativo de que las cosas han avanzado para ti. La energía negativa tiene un efecto bumerán a la larga y regresa al que la ha emitido. Cuando ofreces una plegaria, mantén la visión de perfección. Si pides la paz, visualiza y siente que la paz se manifiesta. Si ruegas por la sanación de alguien, imagínate a esa persona más fuerte y feliz. Reza siempre para que ocurra lo mejor, lo más elevado. La perspectiva divina es más amplia que la tuya. La plegaria es sencilla, sincera, auténtica y expresada desde el corazón, y no largas o que se repiten como un loro. Reza desde un espacio central y de serenidad. A los ángeles les resulta difícil atravesar un aura perturbada para aportar su ayuda. Relájate e intenta que tu aura sea dorada. Si pides con serenidad, los milagros tienen tendencia a ocurrir. La forma en que se activa esta Ley: primero pide, después desapégate del resultado, dale las gracias a Dios por la respuesta, mantén tu fe y prepárate para que se te conceda lo solicitado. Pide con fe y ya está concedido. Me detuve antes de entrar en el día, tenía tantas cosas que hacer, que me tomé mi tiempo para rezar. Cuando rezas estás avanzando hacia Dios y Dios está avanzando el doble de rápido hacia ti.
 

24.- La ley de la Meditación: Meditar es escuchar la voz de Dios, para ello es necesario que te alejes del bullicio de la vida, para poder oír la voz callada y serena de lo divino. Como es arriba, así es abajo. El Universo metafóricamente cuelga el aparato si no escuchas sus respuestas. Si rezas sin detenerte para escuchar la respuesta, no la obtendrás, pues tu parloteo mental no dejará que Dios pueda hablar. Tenemos mente de mono, una verborrea constante. Con la meditación se aquieta el charloteo para que la Fuente deje sus semillas de orientación y sabiduría. En esos momentos silenciosos, estamos abiertos a la inspiración y para recibir respuesta a nuestras preguntas. A veces la respuesta divina es inmediata, con una sensación de calma y tranquilidad, mientras que las semillas se plantan. Con el tiempo germinan y crecen, y más adelante se vuelven claramente visibles. Busca en tu interior y el reino de los cielos será tuyo. Con la meditación vemos nuestros recursos disponibles y encontramos nuestro verdadero yo. Vivimos en el cielo o en el infierno, según nuestro mundo interior. La meditación permite que nuestra semilla divina crezca, para que podamos liberarnos del infierno y crear el paraíso. Los momentos creativos pueden llegar cuidando el jardín, caminando por la naturaleza, pintando, tocando música, trabajando, así acallan la verborrea mental y abren el hemisferio derecho del cerebro para recibir la inspiración divina. Cualquier cosa que te deje la mente en blanco unos momentos te dejará deslizarte hacia la energía divina. Ese es el propósito de la meditación. Hay muchas formas de meditar: encuentra un momento tranquilo y sin interrupciones, ponte ropa cómoda, piernas cruzadas o en silla, espalda recta, relájate, puedes observar una vela y al cerrar los ojos, sigue visualizando la llama en la mente, concéntrate en ella y cuando la mente se aquiete, suelta la imagen. O puedes concentrarte en la respiración, inspira contando 1-5 y expira contando 1-5. Cuando la mente se haya aquietado, deja de contar. También puedes repetir un mantra o nombres divinos, son palabras sagradas y cuando la mente se aquiete, detente. Algunos son: “Om nama shivaya”, “Om mani padme hum”, “Jesucristo”, “Om Sai Ram”, “Kodoish, kodoish, kodoish, Adonai T’sbayoth”. Es de gran ayuda coger el hábito de meditar a una hora y lugar todos los días, con un altar y una vela, cristales, fotos de santos y maestros, con incienso y música espiritual y ofreciendo una plegaria. Incrementa las vibraciones. Invoca a los seres de luz para que estén contigo. Un swami es el que ha hecho votos de pobreza, castidad y obediencia y está al servicio de su maestro. La meditación, no tiene nada que ver con ponerse serio y solemne. Trata sobre la dicha y los niños aportan la dicha pura de su inocencia. La meditación es la puerta a la dicha. En el silencio recibirás perlas de sabiduría divina.
 

25.- La ley del Desafío: Si desafías a una entidad incorpórea 3 veces en el nombre de Dios, ésta debe revelar su verdadera identidad o desaparecerá. Estás en la Tierra con una misión espiritual, no serás feliz si te pierdes esta oportunidad por estar durmiendo. Las llamadas al despertar a veces son dolorosas, nos alertan del mundo que hay más allá de la dimensión física. Los cursos de desarrollo personal despiertan suavemente. Cuando el yo espiritual se ilumina, hay un despertar de las facultades psíquicas. En muchas personas el 6º chakra está muy desplegado con clarividencia o intuición muy profunda. En este plano de dualidad existe luz y oscuridad. Cuando una persona enciende su yo espiritual, su luz se vuelve más intensa y puede ser vista. Los seres oscuros se ven atraídos hacia el alma que irradia luz. Tu tarea consiste en discernir entre el bien y el mal y hacer que tu luz sea más fuerte para que la oscuridad no te afecte. Si tienes dudas de si una entidad es buena o mala y si tienes dudas desafíala. Como es arriba, así es abajo. Los ojos son la ventana del alma. Sólo al fraudulento le molesta que le desafíes. Los seres elevados que se acercan a ti para trabajar contigo, están contentos si le desafías. Les demuestras que eres responsable. Pídeles que te digan el propósito para acercarse a ti, y si su mensaje te confunde, ve con cuidado. “En nombre de Dios y de lo que es luz, ¿quién eres y cuál es tu intención para acercarte a mí, eres un ser de luz puro y elevado? Repítelo 3 veces y recibirás una respuesta, tal vez en un intenso pensamiento o una sensación. Hay muchos niveles de luz, desde los espíritus burlones hasta los grandes maestros. Esta ley te protege. Desafía a aquellos que desean entrar en tu espacio.

http://www.buscandome.es/articulos-e-informacion-interesante/las-36-leyes-espirituales-4a-parte-7863/msg9749/#msg9749

2 comentarios en “LAS 36 LEYES ESPIRITUALES – 4ª parte

  1. Buena noche. He estado muy pendiente de este artículo (excelente en verdad), pero noto que su publicación diaria no se efectuó en su tercera parte del
    Domingo 24 de agosto, haciendo falta las leyes desde la 16 a la 19. Hoy lunes 25 de agosto si se publico como la cuarta parte y desde la ley #20. Gracias por su atención maestro.

    1. Hola Javier:

      Muchas gracias por el aviso.
      Le entrada estaba programada pero por alguna razón no se publicó.
      Saldrá mañana a la 18.00

      Un saludo

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.