El ejército de EEUU, a través de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), ha construído un barco autónomo de 39 metros de eslora, destinado a rastrear submarinos silenciosos con motor diesel. El programa se denomina Barco Autónomo de Guerra Antisubmarina Continua, o ACTUV.
Es el primer paso de una tecnología que puede cambiar la forma de hacer la guerra en el mar.
Los primeros tests críticos se han realizado a lo largo de un tramo de 35 millas náuticas en Mississipi.
El barco, equipado solo con componentes de radar, algunos puntos de navegación pre-programados y software, fue capaz de seguir a un barco objetivo a una distancia de 1 kilómetro, navegando autónomamente sin chocar con rocas, bancos de arena ni barcos erráticos navegando por sus alrededores.
Las pruebas mostraron que el barco robot podría ejecutar una misión militar difícil sin violar las leyes marítimas. Las primeras pruebas han demostrado que grandes robot podrán navegar en mar abierto, junto con cruceros y barcos de carga o de pesca.
El siguiente gran reto para el ACTUV será la segunda fase de pruebas, en las que “barcos enemigos” tratarán de bloquearlo o interferir con él.
Se estima que este es el primer paso para que en un futuro no muy lejano, naves robot surquen los océanos de forma autónoma sin prácticamente nunca tocar tierra.
Según el gerente del programa de DARPA, Urban Ellison:
“En vez de perseguir a los submarinos diesel y tratar de seguirlos con caros submarinos de propulsión nuclear, que es como lo hacemos ahora, los barcos robot permitirán reducir el coste significativamente. Serán capaces de transitar por sí mismos a través de miles de kilómetros de océano y encontrar los submarinos diesel o eléctricos enemigos de forma automática”