Hablar de ser amable contigo mismo puede sonar ingenuo. Pero incluso los cínicos deberían preocuparse por la autocompasión, especialmente quienes quieren ser resilientes.
Piensa en la última vez que fallaste o cometiste un error importante. ¿Todavía te sonrojas y te regañas por haber sido tan tonto o egoísta?
¿Tiendes a sentirte solo en ese fracaso, como si fueras la única persona que se ha equivocado? ¿O aceptas que el error es parte del ser humano y tratas de hablarte a tí mismo con cuidado y ternura?
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