Actualmente hay dos vacunas contra el VPH en el mercado, pero si nos basáramos en la evidencia científica, ninguna de estas vacunas debería ser tan promocionada.
La primera, Gardasil, fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos en el 2006.
Hoy en día se recomienda como una vacuna de rutina para niñas y mujeres de entre 9 y 26 años de edad en los Estados Unidos.
El 25 de octubre del 2011, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización del CDC también votó para recomendar la administración de la vacuna contra el VPH en hombres de entre 11 y 21 años de edad. La segunda vacuna contra el VPH, Cervarix, fue aprobada en el 2009.
Recientemente, una nutrióloga oncológica señaló que existen fuertes discrepancias1 en nuevo estudio sobre la eficacia de la vacuna contra el VPH publicado en Journal of Infectious Diseases,2 que evaluó los datos de las Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) del 2003-2006 y 2007-2010.
El estudio señaló que la aceptación de la vacuna contra el VPH entre mujeres jóvenes en los Estados Unidos ha sido baja pero concluyó que:
«A los cuatro años de la introducción de la vacuna, la prevalencia del VPH se redujo entre mujeres de 14-19 años de edad, a pesar de la baja aceptación de la vacuna. La eficacia estimada de la vacuna fue alta».
Evaluación del impacto general de la vacuna contra el VPH
En su artículo,3 Sharlene Bidini, RD, CSO, señala que la conclusión del estudio se basó en 740 niñas, de las cuales solo 358 eran sexualmente activas y de esas 358 niñas, tan sólo 111 habían recibido al menos una dosis de la vacuna contra el VPH. En esencia, la gran mayoría no estaba vacunada y casi la mitad no estaba en riesgo de VPH dado a que no eran sexualmente activas.
«Si los autores del estudio estaban tratando de determinar la eficacia de la vacuna, ¿por qué incluyeron a niñas que no habían recibido una sola vacuna contra el VPH o que reportaron no ser sexualmente activas?, escribió ella.
«La Tabla 1 del artículo de la revista compara a 1 363 niñas de entre 14 y 19 años de edad, en la época previa a la vacunación (2003-2006) con las 740 niñas en la época posterior a la vacunación (2007-2010) independientemente de su historial sexual o estado de inmunización».
En la época previa a la vacunación, se estima que el 53% de las niñas sexualmente activas de entre 14 y 19 años de edad tenía el VPH. Entre el 2007 y el 2010, la prevalencia general del VPH en la misma población se redujo poco más de 19% a una prevalencia general de casi 43%.
Como lo señala Bidini, no se puede afirmar que esta reducción en la prevalencia del VPH se deba a la eficacia de las vacunas contra el VPH. Al contrario, los datos demuestran claramente que las niñas que no estaban vacunadas fueron las que tuvieron los mejores resultados.
«En el 2007-2010, la prevalencia general del VPH fue de 50% entre las niñas vacunadas (14-19 años de edad), pero de tan sólo 38.6% en las niñas de la misma edad, que no estaban vacunadas.
Por lo tanto, la prevalencia del VPH se redujo 27.3% en las niñas que no estaban vacunadas, pero tan sólo 5.8% en el grupo de niñas vacunadas. En cuatro de cinco medidas diferentes, las niñas que no estaban vacunadas tuvieron una incidencia menor de VPH», escribe Bidini.
Además, en un solo caso en donde las niñas que no estaban vacunadas tuvieron una prevalencia de VPH 9.5% mayor, una nota señalaba que el error estándar relativo fue mayor a 30%, lo que llevó a Bidini a sospechar que «los valores de intervalo de confianza deben haber sido extremadamente amplios. Por lo tanto, este valor en particular está sujeto a muchas variaciones y no tiene mucho valor».
Otro dato oculto fue que entre las 740 niñas incluidas en la época posterior a la vacunación (2007-2010), la prevalencia de los tipos de VPH de alto riesgo también se redujo significativamente, de 21% a poco más de 16%.
Así que, generalemente, se redujeron los casos de VPH de todo tipo, ya sea que esté incluido en la vacuna o no. Esto muestra una reducción en la prevalencia del VPH que no tienen nada que ver con la vacuna. Además, para empezar, la aceptación de la vacuna fue muy BAJA.
En general, se puede concluir que hubo grandes fallas en el diseño del estudio – intencionales o no- lo que llevó a los investigadores a concluir de forma errónea que la eficacia de la vacuna fue «alta». Claramente, la eficacia de la vacuna no tiene nada de «alta», dado a que el grupo no vacunado obtuvo mucho mejores resultados en general.
Informe de caso de una muerte causada por Gardasil confirma la presencia de fragmentos de ADN de VPH
A principios de este año, un científico de laboratorio, que descubrió fragmentos de ADN del VPH en la sangre de una adolescente que murió después de recibir la vacuna Gardasil, publicó un informe de caso en la revista Advances in Bioscience adn Biotechnology.4
La niña que estaba sana murió mientras dormía a los seis meses de haber recibido su tercera y última dosis de la vacuna contra el VPH. Una autopsia completa no reveló la causa de la muerte.
Sin Hang Lee con Milford Molecular Laboratory en Connecticut confirmaron la presencia del gen L1 del VPH-16 en la sangre y tejido del bazo post mortem de la niña. Estos fragmentos de ADN también se encontraron en la vacuna. Los fragmentos se protegieron de la degradación debido a su unión a un adyuvante de aluminio en partículas utilizado en la vacuna.
«La importancia de estos fragmentos de ADN del VPH de la vacuna encontrados en los materiales post mortem no es clara y requiere de más investigaciones» escribió.
Lee sugiere que la presencia de los fragmentos de ADN del VPH de la vacuna podría ofrecer una explicación plausible para la alta inmunogenicidad de Gardasil, lo que significa que la vacuna tiene la capacidad de provocar una respuesta inmune exagerada.
Él señala que esa tasa de anafilaxia en las niñas que recibieron Gardasil es mucho más alta de lo normal – según los informes, ¡de cinco a 20 veces mayor que cualquier otro programa de vacunación escolar!
La vacuna contra el VPH está relacionada con riesgos graves para la salud incluyendo la muerte súbita
Muchas mujeres no saben que la vacuna contra el VPH, Gardasil, en realidad podría aumentar su riesgo de cáncer cervical. En un principio, esa información salió directamente de Merck y se presentó ante la FDA antes de su aprobación.5 De acuerdo con la investigación de Merck, si ha estado expuesto a las cepas 16 y 18 del VPH antes de recibir la vacuna Gardasil, podría aumentar su riesgo de lesiones precancerosas en un 44.6%.
Otros problemas de salud relacionados con la vacuna Gardasil incluyen los trastornos neurodegenerativos inflamatorios arraigados en el sistema inmunológico, lo que sugiere que algo está haciendo que el sistema inmunológico reaccione excesivamente en una forma perjudicial – algunas veces fatalmente.
- Entre el 1 de junio del 2006 y el 31 de diciembre del 2008, se reportaron 12.424 eventos adversos después de la administración de la vacuna Gardasil, incluyendo 32 muertes. Las niñas, que en promedio tenían 18 años de edad, murieron dentro de un plazo de dos a 405 días después de su última inyección de Gardasil.
- Entre mayo del 2009 y septiembre del 2010, se reportaron 16 muertes adicionales después de la administración de la vacuna Gardasil. Durante ese periodo de tiempo, hubo 789 reportes de reacciones adversas «graves» por Gardasil, incluyendo 213 casos de discapacidad permanente y 25 casos diagnosticados de síndrome de Guillain-Barré.
- Entre el 1 de septiembre del 2010 y el 15 de septiembre del 2011, se reportaron otras 26 muertes después de la vacunación contra el VPH.
- Hasta el 13 de mayo del 2013, VAERS ha recibido 29 686 reportes de eventos adversos después de la administración de las vacunas contra el VPH, incluyendo 136 reportes de muerte,6 así como 922 reportes de discapacidad y 550 eventos adversos potencialmente mortales.
Demanda revela pagos de casi $6 millones de dólares para las victimas dañadas por la vacuna contra el VPH
El 28 de febrero del 2013, el grupo de vigilancia gubernamental, Judicial Watch, anunció que había presentado una demanda de Ley de Libertad de Información (FOIA) en contra del Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS) para obtener los registros del Programa de Compensación de Daños por Vacunas (VICP) relacionados con la vacuna contra el VPH.7
La demanda se presentó con el fin de forzar al DHHS a cumplir con la solicitud FOIA presentada el 2 de noviembre del 2012 y que había sido ignorada. Como lo informóWND.com:8
«Judicial Watch quiere todos los registros relacionados con VICP, cualquier lesión o muerte documentada que esté relacionada con la vacuna contra el VPH y todos los registros de compensación pagados a los demandantes después de una lesión o muerte supuestamente relacionada con las vacunas contra el VPH…
El número de reclamos hechos bajo la VICP a las víctimas del VPH proporcionará mayor información sobre cualquier peligro relacionado con la vacuna, incluyendo el número de casos bien fundamentados de reacciones adversas».
El 20 de marzo, Judicial Watch anunció que había recibido los documentos FOIA de DDHS, que revelaban que el Programa Nacional de Compensación de Daños por Vacunas ha otorgado $5.877.710 a 49 víctimas por daños causados por la vacuna contra el VPH.
De acuerdo con un comunicado de prensa:9 «El 12 de marzo del 2013, la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA), una agencia de HHS, proporcionó a Judicial Watch los documentos que revelan la siguiente información:
- Sólo 49 de los 200 reclamos presentados han sido compensados por lesiones o muerte causada por la vacuna (VPH). De los 49 reclamos compensados, 47 fueron para lesiones causadas por la vacuna (VPH). Los 2 reclamos adicionales fueron por muerte causada por la vacuna.
- 92 (casi la mitad) de un total de 200 reclamos presentados aún están pendientes. De esos reclamos pendientes, se presentaron 87 en contra de la vacuna (VPH) por lesión. Los 5 reclamos restantes fueron presentados a causa de muerte.
- 59 reclamos han sido descartados por VICP. Las presuntas víctimas no fueron compensadas por su reclamo contra la vacuna contra el VPH. De los reclamos descartados, 57 fueron por lesiones y 2 por muertes presuntamente causadas por la vacuna contra el VPH.
Esta nueva información por parte del gobierno muestra que las preocupaciones de seguridad sobre el uso de Gardasil están bien fundamentadas», dice el presidente de Judicial Watch, Tom Fitton. «Las autoridades de salud pública deberían dejar de recomendar el uso de Gardasil en niños».
Una revisión de los ensayos de la vacuna contra el VPH concluye que la eficacia aún no ha sido probada
El año pasado, una revisión10 sistemática de ensayos realizados antes y después de la aprobación de la vacuna contra el VPH por investigadores en la Universidad de British Columbia demostró que la eficacia de la vacuna no sólo ha sido exagerada (a través del uso de reporte selectivo o selección de datos específicos [«cherry picking]) sino que tampoco ha sido probada. En el resumen de la revisión de los ensayos clínicos, los autores afirman con bastante claridad:
«Hicimos una revisión sistemática de los ensayos realizados antes y después de la aprobación de la vacuna para evaluar la evidencia de su eficacia y seguridad. Encontramos que el diseño e interpretación de datos de los resultados de eficacia y seguridad de los ensayos clínicos de la vacuna, eran sumamente inadecuados.
Además, notamos evidencia de un reporte selectivo de los resultados de los ensayos clínicos (es decir, exclusión de las cifras de eficacia de la vacuna relacionadas con los subgrupos de estudio en los que la eficacia podría ser menor o incluso negativa de las publicaciones revisadas por pares).
Tomando esto en cuenta, el optimismo generalizado con respecto a los beneficios a largo plazo de las vacunas contra el VPH parece basarse en una serie de suposiciones no probadas (o las cuales no concuerdan con la evidencia factual) y la interpretación errónea de los datos disponibles.
Por ejemplo, se sigue haciendo la afirmación de que la vacunación contra el VPH provocará una reducción aproximada del 70% de los casos de cáncer cervical a pesar de que los datos de los ensayos clínicos hasta la fecha, no han demostrado que las vacunas hayan prevenido un solo caso de cáncer cervical (hablamos únicamente de muerte por cáncer cervical), ni tampoco se han podido justificar las suplementes extremadamente optimistas de las extrapolaciones actuales basadas en los marcadores.
Del mismo modo, la noción de que las vacunas contra el VPH tienen un impresionante perfil de seguridad sólo está respaldada por un diseño sumamente deficiente de los ensayos de seguridad y es contraria a la evidencia acumulada en las bases de datos de vigilancia de la seguridad de las vacunas e informes de caso que siguen relacionando la vacunación contra el VPH con resultados adversos graves (incluyendo muerte y discapacidad permanente).
Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que una mayor reducción de los casos de cáncer cervical puede ejecutarse a través de la detección cervical (que no tiene riesgos) y al tratar otros factores de la enfermedad en lugar de recurrir a las vacunas con una eficacia y perfil de seguridad cuestionables». [El énfasis es mío]
Hable con sus hijos sobre el VPH y Gardasil
Hay mejores formas de protegerse usted y a sus hijas jóvenes contra el cáncer, que administrarse la vacuna Gardasil o Cervarix y es importante que le haga saber esto a sus hijos. En más del 90% de los casos de infecciones por VPH, la infección se quita por sí sola en un plazo de dos años, así que mantener un sistema inmunológico fuerte es mucho más importante que administrarse una vacuna.
Además, la infección por VPH se contrae a través del contacto sexual y las investigaciones11 demuestran que el uso de condón puede reducir su riesgo de infección por VPH en un 70%, que es una estrategia mucho más efectiva que la vacuna.
Debido a que esta infección se transmite sexualmente, el riesgo de infección se puede reducir en gran medida por medio de sus elecciones de estilo de vida, incluyendo la abstinencia. Además, hay otros factores de alto riesgo para la infección crónica por VPH incluyendo el tabaquismo y la co-infección con herpes, clamidia, o VIH, así como el uso de anticonceptivos a largo plazo.
Las mujeres infectadas crónicamente con el VPH durante muchos años, que no han identificado y tratado las lesiones cervicales precancerosas, pueden desarrollar cáncer cervical y morir.
Así que es muy importante recordar que, incluso si ya recibieron la vacuna, las niñas y mujeres deben realizarse la prueba de Papanicolaou cada ciertos años para identificar los cambios cervicales que podrían indicar lesiones precancerosas porque la vacuna Gardasil o Cervarix tiene muy poca garantía de prevenir el cáncer cervical.
Después de que el Papanicolaou se convirtió en parte rutinaria del cuidado de salud para las mujeres que viven en los Estados Unidos en la década de 1960, los casos de cáncer cervical en el país se redujeron en un 74%, y hacerse el Papanicolaou es algo que se recomienda a las mujeres que han recibido la vacuna contra el VPH.
Fuentes y referencias