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Adriana – Los astrónomos resuelven el enigma de qué sucede cuando algo cae en un agujero negro

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Los astrónomos han observado por primera el viento producido por el V404 Cygni, un agujero negro muy brillante que llevaba 25 años en calma total.

Los científicos del Instituto Astrofísico de Canarias, España, han encontrado la respuesta a la pregunta de qué sucede cuando algo cae en un agujero negro, escribe el diario ‘El País’. En torno a los agujeros negros existe un disco de acreción que es una mezcla de material y partículas, según describe el estudio publicado en la revista ‘Nature’. Cuando una parte de esta materia cae en el agujero, otra parte desaparece y el resto resulta en explosiones de radiación y luz.

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Los astrónomos comenzaron su estudio tras observar por primera vez el viento producido por el V404 Cygni, un agujero negro muy brillante, que entró en erupción el verano pasado después de 25 años de calma total. Erupciones similares se habían registrado en los años 1956 y 1938.

A través del instrumento Osiris del Gran Telescopio de Canarias (GTC) los astrónomos observaron el viento producido por el agujero negro en las capas externas del disco. El viento es un remolino de átomos de helio e hidrógeno que se mueve a una velocidad de 3.000 kilómetros por segundo, lo que hace que la materia y las partículas se escapen del agujero y salgan al espacio. Es la primera vez que ha sido captado este proceso y su análisis puede revelar más detalles sobre los agujeros cósmicos.

El sistema binario V404 Cygni está a unos 8.000 años luz, lo que lo convierte en uno de los agujeros negros más cercanos a nuestro planeta. Consiste en una estrella un poco menor que el Sol y un agujero negro «con 12 veces más masa que, literalmente, la está devorando». Su explosión se convirtió en una fuente de rayos X, cuya luz se hubiera podido ver en la Tierra si no hubiese polvo estelar.

Con referencia a la erupción que tuvo lugar el pasado junio, Teo Muñoz Darias, astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias y autor principal del artículo, ha compartido con la revista ‘Materia’ que lo que vieron por el telescopio fue parecido a estar observando en la oscuridad y «de repente se encienden unas luces de discoteca».

Adriana – Captan la caída de un meteorito en Pinamar

http://www.lacapital.com.ar/sorpresa-vecinos-pinamar-la-caida-un-meteorito-n792156

(Susto: el ruido y el temblor ocasionaron que se dispararan las alarmas de autos y casas.)

pinamar

Sorpresa entre vecinos de Pinamar por la caída de un «meteorito»

Un objeto extraño cayó del cielo cerca de las 21.25 y se sintió un temblor en todo el pueblo. El intendente de la localidad informó sobre el tema en la red social Twitter.

Un objeto extraño cayó del cielo en Pinamar cerca de las 21.25 y generó sorpresa entre los vecinos, que denunciaron que se trató de un «meteorito». El objeto habría aparecido entre Cariló y Villa Gesell. (Costa argentina)

El objeto incandescente se precipitó sobre el mar, en la zona ubicada entre Villa Gesell y Cariló a las 21.25. Si bien no se registraron daños, hubo momentos de extrema preocupación luego del impacto, ya que colapsaron los sistemas de alarmas en varios puntos de la población.

Sobre el hecho, el intendente de Pinamar, Martín Yesa, confirmó que el hecho se registró en un sector de la costa ubicado entre Cariló y Villa Gesell.

Desde su cuenta de Twitter, el funcionario municipal reconoció «cayó un objeto del cielo en Pinamar cerca de las 21.25. Se sintió el temblor en todo el pueblo». «Estamos averiguando y desde el centro de monitoreo revisamos las cámaras para ver si se pudieron detectar imágenes», expresó.

Adriana – ¿Qué es un mantra?

Dr. Deepak Chopra
https://choprameditacion.com
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¿Qué es un mantra?
Deepak Chopra explica el significado de los mantras sánscritos

mantra

La palabra “mantra” está compuesta por 2 partes: man, que es la raíz de la palabra “mente” en sánscrito; y tra, que es la raíz de la palabra “instrumento” en sánscrito. Un mantra es por lo tanto un instrumento de la mente, un poderoso sonido o vibración que puedes usar para entrar a un estado profundo de meditación.

Según la tradición védica, los antiguos sabios podían escuchar las vibraciones sutiles producidas por todo lo que se encontraba en la naturaleza —los sonidos del viento, truenos, mariposas, ríos caudalosos y todas las demás creaciones. Ellos reconocieron que estos sonidos son la manifestación del espíritu en la materia. Identificaron “Om” (o aum) como el sonido más elemental, representando la conciencia universal infinita. Por miles de años, la gente ha utilizado este mantra para expandir su conciencia de lo divino.

Los antiguos profetas también identificaron todas las vibraciones primordiales o mantras que constituyen el universo y con el tiempo estas fueron documentadas en la literatura védica—los cuatro textos que forman la base de la religión hindú. De hecho, tú mismo puedes escuchar todos los mantras si te sientas en silencio. Escucharás de fondo un zumbido en el aire, y al practicar enfocarte en ese zumbido, finalmente lograrás escuchar cada mantra que los sabios registraron mucho tiempo atrás.

¿Por qué utilizamos diferentes mantras cada día?

Repetir un mantra en silencio mientras meditas es una manera poderosa de entrar en el silencio de la mente. Mientras repites el mantra, este crea una vibración mental que permite a la mente experimentar niveles más profundos de conciencia. Mientras meditas, el mantra se vuelve cada vez más abstracto e indistinto, hasta que finalmente eres dirigido hacia el campo de la conciencia pura de donde surgió la vibración.

La repetición del mantra ayuda a que te desconectes de los pensamientos que llenan tu mente para que así quizás puedas entrar en el espacio que existe entre los pensamientos. El mantra es una herramienta para apoyar tu práctica de meditación. Los mantras se pueden considerar antiguas palabras de poder con intenciones sutiles que nos ayudan a conectar con el espíritu, la fuente de todo en el universo. Mientras vayas experimentando estados meditativos más profundos, todos los pensamientos y las preocupaciones desaparecerán y experimentarás el silencio que siempre ha existido debajo del ruidoso diálogo interno de la mente. En esta quietud podrás sentir la unidad con todas las formas de vida y la paz profunda.

¿Por qué utilizamos diferentes mantras cada día?

Cada mantra induce vibraciones específicas en la mente, razón por lo cual la gente usa diferentes mantras dependiendo de sus intenciones. Sin embargo, los mantras no tienen un significado en particular —son simplemente vibraciones de la conciencia. Cuando son repetidos en silencio, nos ayudan a desconectarnos de los pensamientos que llenan nuestras mentes y a deslizarnos hacia el intervalo que existe entre los pensamientos. Como cada mantra induce vibraciones específicas en la mente, Deepak utiliza una variedad de estos durante el Reto de meditación para alinearlos con el mensaje y la meditación de cada día.

¿Qué pasa si no pronuncio el mantra correctamente?

Algunas tradiciones espirituales ponen mucho énfasis en la correcta pronunciación de los mantras. Después de décadas de experiencia, la perspectiva de Deepak y el Centro Chopra es que la pronunciación exacta de los mantras no importa a un nivel no local de inteligencia. Si alguien intenta mantener una marcada pronunciación mientras la mente está en el proceso de trascender, el esfuerzo consciente por pronunciar correctamente el mantra va a debilitar el proceso natural de meditación.

Adriana – HAY QUE CAMBIAR LA MENTE

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Hay que cambiar la mente, más exactamente, cambiar los pensamientos, la forma en que usamos el poder de la mente y empezar urgentemente a preguntarnos para qué fin usamos los pensamientos de cada día. Preguntarnos ¿Qué ha fallado en la humanidad? ¿Por qué han cambiado a pasos agigantados tantas cosas y el ser humano, apenas si lo ha hecho? Es posible encontrar al menos una respuesta.

Todo se ha dicho, pero nada se ha hecho. Ha habido grandes maestros e iniciados como Lao-Tsé, Buda, Jesús, Pitágoras, Mahavira y muchos más, pero el ser humano sigue creando toda clase de horrores y errores, guerras, conflictos de todo tipo, desigualdades, atrocidades sin límite, holocaustos (de hombres y animales) y espantos indescriptibles. Ha habido religiones para crear la paz y a menudo han generado la división y la guerra. Han surgido grandes seres como Gandhi o Mandela, pero el planeta sigue estando sembrado de conflictos y miserias.

Se han escrito preciosos e inspiradores textos como el Dhammapada, el Tao-teh-king, los Evangelios y tantos otros, pero por donde quiera que uno mire hay desolación, altercados, venganza, destrucción.¿Qué ha fallado? ¿Por qué los mejores propósitos han naufragado y los intentos más nobles fracasado? ¿Por qué las voces más compasivas han sido sofocadas y se ha olvidado la enseñanza de los maestros de mente realizada? ¿Dónde han quedado las tentativas reformistas y revolucionarias?

CAMBIAR NUESTRA MENTE
Lo que ha fallado es que no ha cambiado la forma de pensar del ser humano, no ha mutado su psicología. Ha habido un gran avance tecnológico y científico, pero en la cabeza del ser humano, en mayor o menor grado, persisten tendencias tan insanas como la ofuscación, la avaricia y el odio. Si no cambia la mente del reformador, ¿qué tipo de reforma o revolución van a efectuar? Y si somos guiados por gobernantes ávidos, corruptos, ciegos y sin compasión, ¿a dónde iremos todos a parar si no es al precipicio? El gran avance exterior no se ha visto en absoluto correspondido por un progreso interno. Continuamos siendo homo-animales, muy lejos de lo que debe ser el verdadero ser humano.

Lo que sucede en el escenario del mundo procede de los pensamientos. Urge cambiar los pensamientos y conseguir humanizarnos, y esa es en realidad la única esperanza de que puedan producirse cambios positivos y alentadores en la sociedad. Si la mente no cambia, nada cambiará. Pensamientos que cosechan codicia, crean una sociedad codiciosa; una mente que acarrea odio, origina una sociedad que odia; una mente oscurecida, es causa de confusión, desorden y violencia.

Si todo surge de la mente, a la mente misma hay que apuntar y transformarla, embelleciendo los sentimientos y permitiendo que eclosione la energía sanadora de la compasión. Cuando abandonen la mente la ofuscación, avidez y odio, para dejar paso a la lucidez, la generosidad y el amor, este planeta dejará de ser un manicomio y una continua fábrica de sufrimiento.

Ramiro Calle
http://semillassolares.com/
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Adriana – Conocerse para transformarse

La meditación es importante, pero hay que llevar la meditación a la vida diaria o, dicho de otro modo, convertir la vida cotidiana en meditación, porque la verdad está también en la vida de cada día. Y en esa vida podemos ejercer la autovigilancia y la autoobservación, a fin de regular mejor nuestras conductas y de ir realmente conociéndonos.

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Esta autoobservación tiene que evitar caer en la autocomplacencia o autoindulgencia, en el autoengaño y asimismo en la autorrecriminación. Sólo observando, observando cómo nos comportamos, cómo somos, cómo reaccionamos, cuáles son nuestros rasgos negativos principales. ¿Pereza? ¿Odio? ¿Celos? ¿Avaricia? Vemos cuáles son nuestros tóxicos inconscientes que irrumpen a la consciencia, nuestros autoengaños y falaces pretextos, nuestras contradicciones y mentiras. Ponemos así en marcha la vía de la autoobservación, que conduce a la vía del autoconocimiento y del descubrimiento de sí. Y mediante el autoconocimiento uno va sabiendo qué hay que cambiar y comienza a transformarse. Como reza el adagio, “si no conoces dónde está la espina, ¿cómo puedes arrancarla?”. Mediante la transformación uno se va paulatinamente realizando y los potenciales internos de sabiduría comienzan a aflorar.

La autoobservación es como un rayo láser que le permite a uno conocer sus agujeros psíquicos, sus complejos, sus miedos y ambivalencias. También es posible así conocer las reacciones egocéntricas y no dejarse atrapar por las redes de la autoimagen. Va uno aprendiendo a vivir desde uno mismo y no solo en base a viejos patrones, pautas, esquemas o descripciones ajenas. Todos estamos engañados por lo que no somos e implicados en lo que nos es ajeno, y tenemos que trabajar sobre nosotros mismos para recuperar nuestra real forma de ser.

Si nos vamos conociendo, muchas emociones tóxicas que nos dominan, las iremos enfriando y superando, e incluso lograremos transmutar emociones nocivas en aliadas, pues reorientaremos adecuadamente esa energía. Los enemigos se vuelven aliados. Observando inafectadamente lo que va surgiendo en nosotros, estaremos más preparados para no dejarnos tanto arrastrar por lo observado. Este ejercitamiento es el que consiste en establecerse en la consciencia-testigo, que observa sin aprobar ni desaprobar, para ver las cosas como son y proceder en consecuencia. Así es posible transmutar el veneno en néctar.

Es importante comenzar por no expresar emociones nocivas, que no consiste en reprimirlas sino en conscientemente contenerlas. Siguiendo con el trabajo sobre uno mismo, no solo se podrá no consentir a las emociones tóxicas, sino llegar a mitigarlas. Al armonizarnos a nosotros mismos, cooperamos en la armonía de los demás.

Ramiro Calle
http://www.yogaenred.com/
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Adriana – Avaaz.org – Terminar con el ‘festival’ de Yulin

Queridos amigos y amigas:

Para el Festival de Carne de Perro de Yulin, roban a muchos canes que tienen dueño y los golpean o los desangran hasta la muerte. Después, los cuelgan boca abajo con ganchos, les hacen una incisión desde el ano y les arrancan la piel para venderlos como alimento.

El sufrimiento debe de ser insoportable — nuevos estudios indican que, en lo que se refiere a las emociones, los cerebros de los canes son muy similares a los nuestros, algo que los dueños y amantes de los perros entienden muy bien. Cuando somos capaces de ver a los perros por lo que son — seres vivos con pensamientos y sentimientos, la tortura a la que se les somete en este ‘festival’ se convierte en algo inimaginable.

Miles de ciudadanos chinos ya han manifestado su oposición al festival, pero las autoridades no tomarán medidas hasta que vean lo mucho que afecta a la imagen de China en el mundo, la cual están tratando de mejorar con mucho trabajo. Ahí es donde entramos nosotros. ¡Vamos a demostrarle al gobierno de China que al mundo le importa esta carnicería de perros y que queremos que la detengan inmediatamente!

Cuando tengamos suficientes firmas, Avaaz publicará anuncios, trabajará con famosos influyentes, realizará la primera encuesta independiente sobre el consumo de carne de perro a nivel nacional en China y llevará este asunto a las portadas de medios de todo el mundo hasta que las autoridades chinas se decidan a actuar. Suma tu nombre a la petición con un clic y díselo a todo el mundo:

https://secure.avaaz.org/es/stop_the_puppy_slaughter_loc/?tRmLQab&signup=1&CLICKTRACK

Al presidente chino, el Sr. Xi Jinping; al gobernador de la provincia de Guangxi, el Sr. Chen Wu; y a los miembros del gobierno central chino:
Como ciudadanos de todo el mundo profundamente preocupados por los abusos y el consumo de perros en el Festival de Yulin, les instamos encarecidamente a que prohíban inmediatamente dicho festival. Millones de ciudadanos chinos apoyan la legislación para frenar la industria de carne de perro, y nos sumamos a ese llamamiento para ponerle fin a este cruel negocio.

https://secure.avaaz.org/es/stop_the_puppy_slaughter_loc/?tRmLQab

Gracias a la valentía de los activistas chinos, el festival se hace más pequeño cada año y las autoridades de Yulin finalmente le han retirado su patrocinio e incluso prohibido acudir a sus empleados. Esto demuestra que hay voluntad. Si millones de personas alzamos ya nuestras voces, podremos salvar a miles de perros de esta horrible tortura.

El Festival de Yulin no es una tradición milenaria — ¡empezó en 2010! Y mucha gente asegura que se creó con el objetivo de impulsar las ventas de la industria cárnica.

El tiempo se agota — el festival es en unas semanas. Firma la petición con un clic en el enlace, y después reenvíaselo a amigos y familiares — ¡vamos a hacer de esto algo enorme!

https://secure.avaaz.org/es/stop_the_puppy_slaughter_loc/?tRmLQab

Nuestra comunidad ha hecho campaña contra uno de los festivales taurinos más crueles de España, contra el descarte y matanza de pollitos macho en Alemania y contra las terribles condiciones de las granjas de España y Francia. Es hora de salir en defensa del mejor amigo del hombre y conseguir que detengan esta carnicería de perros para siempre.

Con esperanza,

Rewan, Danny, Luis, Patricia, Jooyea, Mike, Ricken y todo el equipo de Avaaz

Más información:

Vídeo: “Festival de la carne de perro”: 11 semanas para lograr #StopYulin (ABC)
https://selenitaconsciente.com

China se revoluciona contra el consumo de carne de perro: “No te lo comas. Él nunca lo haría” (ABC)
https://selenitaconsciente.com

Campaña mundial contra el ‘festival’ de carne de perro de Yulin (La Vanguardia)
https://selenitaconsciente.com

Activistas luchan por prohibir carne de perro en China (Excelsior)
http://www.excelsior.com.mx/global/2016/04/04/1084463

¿Sabes por qué tu perro te echa de menos cuando no estás? Acá te lo contamos (El Ciudadano)
http://www.elciudadano.cl/2016/05/15/286538/sabes-por-que-tu-perro-te-echa-de-menos-cuando-no-estas-aca-te-lo-contamos/

Adriana – POR UNA ECONOMÍA QUE RECUPERE EL SENTIDO DE LO SAGRADO

¿Qué poder, qué transformación monstruosa ha convertido al dinero en un agente de escasez, y qué hay detrás del oscuro poder financiero? En 2011 un joven escritor, humanista y ecléctico, escribió Sacred Economics o Sacroeconomía; en su libro, el estadounidense Charles Einseinstein asegura que la sangría de la crisis económica actual es una vieja herida que proviene precisamente de Norteamérica, y del llamado ‘New Deal’ de los años 30: “Yo no defiendo la abolición del dinero, porque ese no es el problema, sino las cualidades que hoy le atribuimos. ¿Cómo sería el mundo si el dinero estuviera respaldado por riquezas como el agua limpia, el aire sin contaminar, los ecosistemas saludables y el acervo cultural? […] el sistema económico está muriendo y matándonos porque hemos convertido al dinero en un dios, y hemos desacralizado la vida de este planeta […] pero hemos llegado a un punto en que es urgente y necesario hacer nuevos acuerdos sociales y resignificar el poder del dinero”

El sistema financiero actual es un universo secreto. Un orden en sí mismo. Una comunidad cerrada, que es casi como una secta. Existe esta “divinidad” y tu trabajo se convierte en un sacrificio personal a este Dios […] y ¿qué obtienes a cambio? Sí, dinero, pero el dinero en sí no es lo importante, sino lo que el dinero representa: reconocimiento, afecto. Incluso amor. Y este es el gran secreto del dinero de hoy: los valores que a él asociamos. Ya no se trata de la cantidad, porque hoy en día, el dinero es como el amor: nunca tienes suficiente. Quienes trabajan ahí dentro, sean jóvenes o viejos, suelen ser personalidades muy débiles, muy necesitadas de afecto, con serias carencias de autoestima. Pero no es como lo cuentan los medios, no es que haya un grupo oscuro dando órdenes y queriendo conquistar el mundo, más bien es como un espíritu que lo impregna todo. El sistema es recreado por las personas que, movidas por ese Dios del que hablo, buscan lo mismo: más y más beneficios sin importar el costo: tú entregas veintiocho millones, y obligas al Estado a devolver cien millones. Así funciona. Y tienes el poder de llamar a Grecia y decirles: o nos entregan el dinero, o irán a la bancarrota.

Rainer Voss mira directamente a la cámara que lo sigue mientras hace estas afirmaciones, que en realidad son más bien confesiones: una forma de liberarse del peso que carga por haber trabajado en las entrañas mismas del monstruo que describe. Durante veinte años, Rainer Voss ganó millones e hizo ganar millones, y probablemente también hizo que, durante el tiempo que se desempeñó como alto ejecutivo financiero, otros lo perdieran todo. Pero un buen día, Voss renunció a su cargo por voluntad propia; fue en 2008, justo en los albores de la actual crisis económica; pasó luego varios años recuperándose social y psicológicamente hasta que contó todo lo que sabía al también alemán Marc Bauder, quien dirigió el documental Der Banquer: Master of the Universe, Traducido como Confesiones de un banquero, estrenado mundialmente en 2013.

Hace apenas unos ciento cincuenta años, la política y la misma economía estaban condicionadas por la religión. Pero entre el siglo XX y el siglo XXI la sociedad cambió: el ser humano empezó a ser menos importante, y todo se volvió más apresurado, más agresivo, más competitivo. Hoy la nueva religión es el dinero […] pero no solo en el mundo financiero, tanto dentro como fuera todo se ha vuelto tan complejo que es difícil reconocer la relación entre nuestras acciones y sus efectos. La separación se ha acrecentado, y esta es la trampa, porque cuando alguien no es consciente de la relación “causa–efecto” de sus propias acciones la responsabilidad se vuelve una palabra vacía. Hoy los políticos han perdido poder e intentan hacer que la democracia actual encaje con los caprichos del mercado, y no al revés […] No hay tal cosa como una conflagración para dominar al mundo y esclavizarlo, pero es más fácil pensar eso, más fácil achacarle a alguien el problema del mundo, porque esas teorías nos quitan responsabilidad […] No, el problema del mundo recae sobre nosotros: somos nosotros los que hacemos y alimentamos el sistema monetario que tenemos hoy […] pero si no hacemos algo, si no implementamos un cambio, las consecuencias sociopolíticas de la crisis financiera pueden ser terribles: los ultra derechistas, los ultraconservadores crecerán, pero también crecerán las posiciones “ultra–anti–todo”. Esto es lo que me preocupa. No las pérdidas monetarias. Sino la pregunta que todos deberíamos hacernos: ¿Qué pasa hoy con la humanidad?

El ex banquero Rainer Voss es el único y solitario protagonista de este filme documental que registra las confesiones del personaje mientras la cámara lo sigue por el interior de un enorme edificio vacío situado en la zona financiera de Frankfurt. Un edificio que es en sí mismo una interesante metáfora: es enorme, pero está vacío, tal como nuestra economía actual. Desde su interior puede observarse a lo lejos a la ciudadanía, pero sin mezclarse con ella, tal como actúa hoy nuestro sistema financiero. El edificio está recubierto de ventanas con cristales de espejo, metáfora de una transparencia unilateral, porque los de adentro observan y los de afuera ignoran. Pero, a fin de cuentas, la gente que no pertenece a ese recinto sí puede ver su imagen en esos gigantescos espejos, que son, después de todo, el reflejo de la sociedad que está afuera.

Ese dios caprichoso que nos aleja del mundo
¿Qué poder, qué transformación monstruosa ha convertido al dinero en un agente de escasez, y qué es exactamente el poder financiero? En 2011, dos años antes de que fueran exhibidas las «confesiones del banquero Voss», un joven escritor, humanista y ecléctico que estudió filosofía y matemáticas en la Universidad de Yale, respondía estas mismas preguntas, y llegaba prácticamente a las mismas conclusiones que el banquero arrepentido; en su libro Sacred Economics (economía sagrada) o Sacroeconomía (Evolver, 2011), Charles Einseinstein bosqueja no solamente los orígenes de la crisis financiera mundial, sino también un mapa social, una hoja de ruta para que la humanidad salga fortalecida de esta «venganza divina» que parece estar cobrándonos a todos el dios–dinero:

Escribí Sacroeconomía porque estaba cansado de leer y escuchar cosas que solo criticaban a la sociedad de hoy sin proponer alternativas; también me cansé de los que proponían soluciones inalcanzables y finalmente, de las teorías que son realizables pero que no explican con qué podemos contribuir, de manera individual, para lograr un cambio social global. Para mí, la crisis de hoy no es exclusivamente económica, ni el problema proviene necesariamente del dinero como tal. El dinero tiene un potencial positivo, no es casualidad que la mayoría tengamos sentimientos de amor–odio con respecto a él, pero eso sucede porque estamos permitiendo que sea el dinero quien nos domine, y no al revés. […] No se trata de una cábala de banqueros malvados, ni de los legendarios Illuminati, o el misterioso Club Bilderberg.1 Yo no creo en conspiraciones, creo en las aspiraciones que todos hemos fabricado alrededor del dinero. A fin de cuentas, es un acuerdo social que cada uno de nosotros refrenda en su propia vida. El sistema actual es una co–creación, y nosotros participamos de su existencia, por eso afirmo que es posible hacer cambios.

libro

Einseinstein nació en 1967, y vive en Estados Unidos, donde también reside el centro neurálgico del sistema económico y monetario que actualmente nos rige a nivel global, y que hoy nos tiene al borde del colapso, no solo en términos financieros, sino en muchos otros niveles. Y desde ahí, este reconocido intelectual norteamericano propone que la crisis actual no es otra cosa que un punto de inflexión necesario, y prácticamente irremediable, que deberíamos aprovechar para empezar a hacernos un nuevo relato del mundo y edificar nuevos acuerdos sociales alrededor del enorme edificio vacío del dinero que hoy tenemos.

Para Charles Einseinstein, todo lo que hoy identificamos como las causas de la crisis económica no son sino síntomas recientes de una herida antigua que se originó precisamente en Norteamérica bajo el nombre, nada más y nada menos, que de Nuevo Acuerdo (New Deal), un contrato social para la distribución de la riqueza implementado en los años treinta por el presidente Franklin D. Roosevelt que se propuso afrontar los efectos de la Gran Depresión, y que acabó implementándose en la mayoría de las naciones del mundo durante la época convulsa que siguió a la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, es muy probable que la contusión económica que vivimos hoy tenga raíces mucho más profundas, después de todo, la humanidad ha aceptado el acuerdo social del dinero, convertido en símbolo de valor desde unos setecientos años antes de Cristo, mientras que la primera institución bancaria —que funcionaba bajo prácticamente los mismos principios de los bancos que conocemos hoy— ya operaba en la Inglaterra del siglo xvii, aunque a lo largo de la historia siempre han existido ya sea emblemas o mercancías utilizadas como divisas de intercambio. El intercambio, entendido como la interconexión y la sana interdependencia, es la esencia de la transformación social que propone el autor de Sacroeconomía, para quien el problema no es el dinero en sí, sino la «cosificación» que hacemos del mundo, de las personas y de la naturaleza en aras de obtenerlo.

No defiendo la abolición del dinero, lo que defiendo es restablecer su función original. En su forma «sagrada», el dinero representa un instrumento que concentra nuestras intenciones sociales. Es, por así decirlo, el hilo conductor de un «relato social» que nos conecta, el elemento común de una historia, pero no el protagonista en el que nosotros mismos lo hemos convertido. Vivimos atormentados entre el deseo y la escasez porque ese es el tipo de dinero que tenemos. Pero el colapso económico actual puede hacer que empecemos a crear por fin el tipo de dinero que queremos. A partir de ahora, podemos plasmar en nuestro dinero acuerdos que reflejen una nueva correspondencia con el planeta, con las especies que lo habitan, con nuestras relaciones sociales y en general, con todo aquello que consideramos sagrado, es decir, con todo aquello que, precisamente, el dinero no puede comprar; lo que no tiene (o no debería tener) un precio monetario.

Un nuevo sistema requiere de nuevos paradigmas
La palabra «economía» proviene del griego oikonomía, que significa «las reglas necesarias para llevar o administrar una casa, o una familia». En la acepción actual, economía es una ciencia que engloba las nociones sobre cómo las sociedades utilizan recursos escasos para producir bienes, y cómo han de ser distribuidos; algunos libros de texto de nuestros días la definen incluso como el estudio del comportamiento humano en tiempos de escasez; es decir, que el concepto vigente de la economía incorpora la escasez como punto de partida, y la escasez se define básicamente como un escenario de insuficiencia de recursos fundamentales para satisfacer las necesidades de un individuo o de una sociedad. Pero, ¿realmente vivimos en un mundo con escasez de recursos? ¿Realmente enfrentamos —como dice la definición etimológica de economía— una insuficiencia de medios y bienes para esta casa, esta familia, que somos todos los habitantes del planeta?

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En el informe Desperdicio de alimentos en época de crisis, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (fao por sus siglas en inglés) y liberado en el año 2009, se determinó que anualmente se desechan en el mundo 1.3 millones de toneladas de comida; la mitad de esos alimentos van a dar a la basura aun antes de llegar a los consumidores. Por otro lado, la organización internacional Save the Children dio a conocer en 2011 que si los países más desarrollados hubieran cedido apenas seis días de su partida diaria destinada al gasto militar podrían haberse cubierto los dieciséis mil millones de dólares necesarios para que los niños de todo el mundo recibieran educación básica antes de finalizar el año 2015. Entonces ¿está el mundo realmente en crisis y en condiciones de escasez de recursos, sean estos naturales o monetarios? ¿O será más bien que la crisis que enfrentamos es de otra índole, tal como afirma el autor de Sacroeconomía?

Lo que genera escasez no son nuestros medios, sino nuestras percepciones —afirma en entrevista para Corresponsal de Paz Charles Einseinstein—. El sistema monetario actual es la manifestación de una mentalidad que ha dominado a la sociedad durante siglos enteros […] la filántropa Lynn Twist, por ejemplo, equipara al actual sistema con el juego infantil de las sillas: si hay más jugadores que sillas, todos competiremos e incluso pelearemos con otros con tal de encontrar un sitio, pero irremediablemente alguien quedará fuera […] así es el juego, y nosotros, al participar, co–creamos y recreamos a un sistema que acaba volviéndose contra nosotros. Y luego aparecen trampas como la avaricia o la usura, que no son, como solemos pensar, las causas de la crisis, sino meros síntomas del fallo sistémico. Pero las reglas del juego pueden cambiarse, y por eso, esta crisis es una gran oportunidad para hacernos otro tipo de preguntas. Tal vez tardaremos algún tiempo en encontrar respuestas, pero al menos emprenderemos caminos diferentes que nos lleven a nuevas conexiones, tanto con nosotros mismos como con el planeta que habitamos, puesto que estos son los verdaderos recursos con los que contamos.

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Para este autor y filósofo estadounidense, la clave se encuentra en la interconexión; y esa reconexión debería ser el «nuevo valor del nuevo dinero», porque, como dijo en su momento el también filósofo y fundador del idealismo alemán Immanuel Kant, «en un mundo redondo, todos nos acabamos encontrando»; al parecer, ya él había comprendido esta misma clave desde el siglo xvii. La afirmación, nunca como hoy, cobra tanto sentido, pues, poco a poco pero a pasos agigantados, los problemas del mundo nos están acercando y cercando más: destrucción del medio ambiente, desastres naturales por el cambio climático, riesgos alimentarios, pobreza extrema, migraciones masivas, derrumbes financieros, precariedad laboral, inseguridad y violencia […] estas situaciones son comunes para todos hoy, y de alguna manera nos igualan, sin importar en qué latitud del planeta nos encontremos o a qué supuesta clase social pertenezcamos. A pesar de que la realidad nos une, aparentemente es nuestra idea de economía y dinero lo que nos separa.

En diversas partes de Sacroeconomía, Charles Einseistein afirma y se pregunta:

El extremo de la separación, que es lo que estamos viviendo, ya contiene necesariamente la semilla de lo que viene a continuación: el reencuentro […] la comunidad del futuro surgirá de las necesidades que el dinero, por su propia naturaleza no puede cubrir […] ¿Te imaginas una sociedad en la que el mayor prestigio y poder recayera en quienes mostraran una mayor propensión a dar? ¿Cómo sería el mundo si el nuevo dinero estuviera respaldado por riquezas como el agua limpia, el aire sin contaminar, los ecosistemas saludables y el acervo cultural? […] Dejemos de temer y de resistirnos al colapso […] Ahora es momento de preguntarnos qué relato colectivo deseamos, y elijamos por fin un sistema monetario que sea coherente a ese relato […] Preguntémonos: ¿En qué podemos contribuir cada uno de nosotros para construir un mundo distinto, un mundo más bello?

La muerte económica que anuncia un renacimiento humano
El informe Desperdicio de alimentos en época de crisis daba a conocer que las personas suelen tirar a la basura un tercio de la comida que se sirven. Lo cierto es que esta tendencia se repite no solo en el consumo de alimentos, y no solo en los países más ricos; en general, la nuestra es mayoritariamente una sociedad donde impera el hiperconsumo, donde querer tener enmascara el verdadero deseo interno de querer ser. Comprar es, pues, nuestro personal tributo al dios–dinero, y es la forma en que nosotros incentivamos el sistema financiero, el mismo que está, con participación nuestra, acabando con los recursos humanos y naturales del planeta. Sin embargo, y motivados por esta nueva conciencia que nos heredan las varias crisis que estamos enfrentando, hay una tendencia creciente de diversos movimientos que están, cada uno a su manera, poniendo en práctica nuevas formas de economía y subsistencia, nuevas maneras de «administrar» la casa, buscando restablecer la conexión perdida con la naturaleza y con el propio ser humano.

Freegans reclaiming food at night from bins outside a supermarket in Scotland

En Estados Unidos, por ejemplo, desde principios de los noventa nacieron las primeras comunidades de quienes se hacen llamar freegan (frigano, en español), y que se dedican a extraer de la basura tanto comida como utensilios en buen estado. Se trata de una corriente pacífica que ha sido replicada en muchas ciudades del mundo, y que con sus acciones, intentan oponerse al hiperconsumismo y a su consecuencia más directa: el hiperdesperdicio. Es la denuncia social de quienes nuestra sociedad denomina despectivamente «indigentes», pero convertida en un movimiento organizado que ya funciona en Estados Unidos, Brasil, Argentina, España, Corea, Estonia, Suiza y Gran Bretaña. En la actualidad, y aunque es difícil registrar a todos, se tiene conocimiento de unas cuatro mil comunidades de freegans que engloban a más de tres millones de personas repartidas por todo el mundo.

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La crisis inmobiliaria, con su burbuja reventada entre 2007 y 2008, y de la que nos han dicho que fue la principal culpable del último crack económico, también ha generado su propio contra–movimiento social, pues, frente a los desahucios masivos organizados por la banca y el capital privado, cada vez son más las personas que, obligadas por las circunstancias o no, de manera organizada o no, han decidido irse a vivir en las denominadas tiny houses (casas pequeñas) como una forma de oponerse a la desmesurada usura del sistema inmobiliario. El Tiny Houses Mouvement, igual que el movimiento freegan, también existe desde mitad de la década de los noventa, pero ante los acontecimientos recientes ha ido ganando popularidad y seguidores en diversas partes del mundo, principalmente en los países desarrollados, y a las afueras de las grandes ciudades, donde comprar una propiedad es casi prohibitivo, y pagar un alquiler (incluso de lugares minúsculos) se ha convertido en una pesada carga económica para los ciudadanos, con sus consecuencias psicológicas tanto a nivel individual como social.

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¿Movimientos utópicos? Podría ser. En todo caso, ese relato de «la isla donde existe el paraíso en la tierra», hecho por Thomas More en 1516, sigue inspirando y motivando la búsqueda de una sociedad más ética; y algunos la van encontrando, aunque solo sea por periodos específicos de tiempo y con grupos que piensan y sienten de manera similar. En pos de la utopía se camina —dicen— y a veces, hasta es posible «alquilarla», tal como hicieron en 2006 dos jóvenes ingleses que literalmente rentaron la isla Voroboro, situada en Oceanía, para realizar en ella un «experimento utópico»; así, por noventa y cinco mil dólares al año de renta simbólica por la isla, convocaron a ciudadanos de todo el mundo para que fueran a disfrutar de ese paradisíaco enclave, pero no como simples turistas, sino contribuyendo a crear con sus propias manos un desarrollo sostenible, supervisados por los habitantes nativos del sitio. Aquel experimento llamado Tribe Wanted (se busca tribu) estaba pensado para terminar a los tres años; sin embargo, la experiencia, a la que asistieron miles de personas de todos los rincones del planeta, no solo no ha finalizado, sino que, de las islas Fiji (donde está Voroboro) ahora se ha extendido a enclaves de Sierra Leona, en África; a Umbria, en Italia; a la isla de Bali o a Papúa, en Nueva Guinea; allí se instalan por un tiempo quienes quieren, aunque sea por un periodo de su vida, contribuir al sueño —supuestamente utópico— de la sociedad perfecta.

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Estos no son, ni de lejos, los únicos casos de búsquedas y hallazgos de nuevas formas de economía y subsistencia; existen ahora grupos organizados del llamado «humaniturismo» que se organizan para visitar sitios del mundo golpeados por los desastres o las guerras con el fin de conocer los lugares y echar una mano con causas o necesidades específicas. Existen grupos en localidades de las grandes ciudades que están iniciando movimientos de agricultura sustentable en lotes abandonados o jardines públicos para alimentar a las comunidades aledañas. Existen también, conectadas por Internet, infinidad de comunidades digitales que se hacen globales y comparten información sobre modos de vida con el menor dinero posible, o de intercambio de objetos y servicios de manera gratuita. Aunque todos son diferentes, se trata (a pesar de que no seamos capaces de verlo) de un solo movimiento de mil caras: es la humanidad que no solo intuye, sino que sabe que otro mundo mejor y más bello es posible, a pesar de que el edificio financiero y monetario actual se esté cayendo a pedazos, o tal vez, es precisamente esa caída la que propicia esos nuevos experimentos sociales, económicos y humanos.

Dejar de ganarse la vida para empezar a compartirla
Por encima del paradigma económico que se basa en acumular, comienza a abrirse paso, poco a poco pero contundentemente, el nuevo paradigma basado en compartir. Los ejemplos son, si no infinitos, por lo menos incontables, y tanto la realidad real como la realidad virtual atestiguan que hoy estos movimientos a contracorriente son tantos y con tantas formas y modalidades que ya no pueden considerarse simples excepciones a la regla, sino que empiezan a ser la regla, a pesar de moverse todavía en la periferia del sistema.

En 2005, el estadounidense Thomas Schelling recibió el Premio Nobel de Economía por demostrar que la gente tiende a cooperar mucho más de lo que quieren aceptar los modelos económicos vigentes. Y él no es el único economista notable que ha comprobado que el sistema actual debe reencaminarse hacia nuevos y mejores rumbos: el economista bengalí Amartya Sen, también galardonado con el Nobel en la materia, afirma que «La economía es una cuestión de fines con repercusión ética, y por eso, también debería ofrecer respuesta a la pregunta ¿cómo hay que vivir?» Esto mismo es planteado por el escritor y también granjero estadounidense Wendell Berry de la siguiente manera:

Hemos vivido bajo el supuesto de que lo que es bueno para nosotros es bueno para el mundo; pero nos hemos equivocado, en realidad es al contrario: lo que es bueno para el mundo es bueno para nosotros. Debemos pues, esforzarnos más por conocer el mundo, y saber qué es bueno para él.

En Sacroeconomía, Einseinstein intenta justamente dar una hoja de ruta para eso a lo que él llama «el dharma2 del dinero»:

Cualquier iniciativa que reduzca la esfera del dinero está usando la economía del obsequio. Por eso, para mí, la subsistencia correcta para este tiempo es volver a vivir de los regalos que podemos ofrecernos los unos a los otros […] Yo no abogo por un altruismo en el que prescindamos del beneficio personal a favor del bien común, yo más bien, lo que preveo, es una fusión del bien común con el beneficio personal. Es innegable que hemos entrado en un momento colectivo de crisis, y que no basta con cambiar nuestra actitud sobre el dinero: debemos transformar el dinero mismo con nuestra actitud hacia él […] Todos somos capaces de sentir la caída del sistema actual, todos sentimos que lo viejo se vuelve insoportable, pero estamos asustados porque lo nuevo no acaba de manifestarse, al menos no de una forma masiva que pueda darnos más confianza; pero el cambio ya está aquí, y la mayoría de nosotros (lo sepamos o no, lo aceptemos o no) estamos irremediablemente viviendo entre dos paradigmas. Lo que necesitamos ahora, lo que nos hace falta, es simplemente confiar […] No pongas tu confianza en la conversión del mundo, eso es muy grande: confía solamente en que deseas hacer cosas hermosas con tu vida. Esa confianza multiplicada es lo que acabará por cambiar el mundo […] El propósito es poner tus energías en aquello que más te apasione. Actualmente, hay muchísimos individuos que lo están haciendo, y si para ellos funciona, ¿por qué no habría de funcionar para todos nosotros?

El propio Einseinstein intenta vivir su vida inmerso en la lógica de una sacroeconomía: como escritor ha renunciado a los derechos de autor de sus libros y los ha colgado en Internet para que puedan bajarse de manera gratuita, aun así, se han vendido alrededor de unas treinta mil copias de sus varios títulos. Cuando ofrece o le piden conferencias, tampoco cobra por ellas, sino que él mismo hace girar la rueda de «la economía del obsequio» invitando a los asistentes a cooperar con lo que ellos consideran que pueden o les parece justo dar; de hecho, confiesa que hace años estuvo en total bancarrota, y que fue justamente la ayuda desinteresada que recibió en su propio momento de crisis lo que le animó a pensar que una forma de subsistencia basada en la ayuda mutua no solo era posible, sino que en realidad «el obsequio» es una forma de economía que no ha desaparecido del todo en ningún lugar ni en ninguna época.

La cuestión ahora consistiría en hacernos conscientes y simplemente fortalecer la actitud de dar, compaginada con la actitud de saber recibir; ese círculo virtuoso hará comunidad e irá haciendo decaer el círculo vicioso actual, donde —aparentemente— todo está monetizado. Para este autor, la transición a una sacroeconomía va irremediablemente acompañada de una transición psicológica, puesto que, a diferencia del dinero que es impersonal, el obsequio crea lazos con otros seres humanos, con el propio trabajo o la propia creación y, por eso, acaba finalmente restituyendo la relación con el ser. Es así como, desde su visión, podremos comenzar a dar un nuevo relato social a la economía, y haremos nuevos acuerdos tanto con nosotros mismos como con el resto del planeta.

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Artistas, músicos, sanadores y en general muchos de nuestros jóvenes están ya, y desde hace algún tiempo, incluso antes de la llegada «oficial» de la crisis, resistiéndose a un sistema que promete liberar, pero que en realidad esclaviza; que promete unir y globalizar, pero que en realidad está separándonos cada vez más. Dejamos de vivir para dedicar toda nuestra energía a «ganarnos la vida», y para adquirir cosas que no nos son necesarias, pero que nos hacen sentir vivos con la promesa de llenar un vacío que nunca desaparece, esta es la trampa que Charles Einseinstein (y otros autores) proponen saltar si queremos hacer un cambio.

Durante muchísimo tiempo, siglos enteros, nos hemos acostumbrado a este mundo de desigualdad, de violencia, de fealdad, de lucha constante… todo esto parece ir siempre en aumento, y nosotros lo hemos normalizado […] y nos hemos olvidado que algo diferente, y mejor de lo que tenemos hoy, sí que ha existido antes, y que puede existir de nuevo. En este momento hay muchísimos ciudadanos que están soportando el peso de sostener el nuevo paradigma económico, son ellos los que saben que lo que hacen es valioso, y por eso prefieren no participar, no malbaratar su trabajo y no venderse con él, porque saben que es su don personal, su esencia, su regalo al mundo. Casi siempre son los artistas los que quieren ser apreciados, no comprados […] pero no solo los artistas, ya hay muchísimas profesiones y negocios que saben que lo que hacen tiene un valor, y no un precio… pero toda persona y toda profesión tiene ese potencial, el potencial de lo sagrado… ¿Quién no querría sentir que lo que hace es especial y único? Tal vez no es fácil, pero es posible empezar a cambiar la pregunta, y pasar de: ¿cómo me gano la vida? a ¿cómo y a quién puedo ofrecer los dones que tengo?

Así, para Einseinstein, el cambio individual, que eventualmente debería crecer y convertirse en masa crítica, reside en recuperar la confianza y descubrir cuáles son los dones que cada uno posee: dos pasos sencillos y a la vez complejos, pero no imposibles. La propuesta es recuperar el sentido sagrado en lo personal que nos conducirá a reconocer lo sagrado en lo general, así entre las personas como en la naturaleza, puesto que ambos recursos son la clave de cualquier economía, y expoliarlos, tal como sucede ahora, solo nos está llevando a una quiebra que va mucho más allá de lo estrictamente monetario.

La idea de una sacroeconomía supone vivir y disfrutar la vida de manera respetuosa, y abandonar este mundo sabiendo que lo dejamos con un aspecto más hermoso del que tenía cuando llegamos. Para eso son nuestros dones, por eso debemos aprender a obsequiarlos.

El catastrofismo imperante en nuestros días puede que nos impida ver salidas a la encrucijada económica actual; sin embargo, no es difícil aceptar que en realidad la situación financiera nos está demostrando todos los días que la verdadera crisis que nos aqueja es moral y no monetaria: es la crisis de una sociedad que le ha entregado todo su poder al dinero, a un símbolo que por sí mismo no tiene poder, pero al que le hemos dado la potestad de moldear no solo el destino presente, sino incluso el de las generaciones futuras. Tal vez, pues, esta crisis y esta encrucijada de hoy nos están obsequiando una oportunidad.

Dice Sam Keen en El dios de la danza: «Cuando los dioses hablan con voces contradictorias, o se quedan en silencio, entonces los hombres deben decidir. Si la autoridad ha caído, ¿dónde está el individuo para descubrir los principios de un estilo de vida auténtico?»

Ejemplos de que otra economía es posible
La economía del bien común es un movimiento empresarial nacido en 2010, y que lleva sumados a miembros de doce Estados; está basado en los preceptos sentados por Christian Felber en su libro Nuevos valores para la economía (Deuticke, 2008). En su página web (economia-del-bien-comun.org) se explica brevemente lo siguiente:

La economía del bien común es una forma de sistema de mercado, en la cual, los motivos y objetivos de las empresas puedan ser cambiados de un afán meramente lucrativo hacia la cooperación y la contribución.

La economía del bien común cubre los elementos básicos de un sistema de orden económico alternativo, y está abierto a la sinergia con sistemas similares. El objetivo de esta tendencia es generar un marco legal vinculante para la creación de valores de orientación empresarial y particular hacia el bien común, que dé incentivos a sus participantes. En la economía del bien común, el fin monetario o el fin del dinero no estará nunca por encima del balance del Bien Común. El precepto principal es entender que a las empresas les irá bien siempre y cuando les vaya bien también al conjunto de los seres humanos y a otros seres vivos del planeta.

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Economía Crítica y Crítica de la Economía
En Francia, durante 2004, estudiantes de economía y administración reclamaron mayor pluralidad en los planes de estudio de sus materias; en un manifiesto, pedían una comprensión más cercana de la realidad, y una pedagogía más participativa. El movimiento inicial se unió con estudiantes de varias universidades españolas, y posteriormente con otras instituciones educativas del mundo. Finalmente, se conformó el movimiento estudiantil denominado Economía Crítica y Crítica de la Economía (ecce), a la que se han ido sumando tanto profesores como intelectuales, y que apuesta por:

La demanda de una enseñanza plural y el estudio no especializado en ciencia social.
Mayor conocimiento históricamente contextualizado, que impida que la teoría económica ortodoxa sea la única enseñada.
El uso de Internet como mecanismo de coordinación y la realización de encuentros para conferencias críticas y reuniones organizativas.
Una mayor conexión entre profesores, estudiantes y movimientos sociales actuales.
Impulsar la creación de una Red de Economía Crítica Mundial.
La creación de una revista digital con la doble función de expandir propuestas de reflexión alternativa, y de seguir permitiendo la relación de diversas personas e iniciativas que aspiran a un afianzamiento de relaciones humanas y redes sociales de acción transformadora.

Para saber más:
Charles Einseinstein
Sacred Economics

Artículo escrito por Cristina Ávila-Zesatti
http://www.unitedexplanations.org/

Adriana – Porque te lo debes

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Decidir que ya no quieres, que ya no te callas, que ya no te conformas… Y ¿Por qué no? Decir basta…
Saltarte la próxima queja y soltar uno de tus complejos absurdos mientras das un paseo improvisado ante el mar, a media tarde… Cuando crees que deberías estar haciendo algo que durante mucho tiempo has pensado que importa mucho y ahora ves que era superfluo…

Detenerte para imaginar cómo será el resto de tu vida. Mimar cada detalle con todo lujo de sensaciones y entusiasmo infantil…Recordar aquellos momentos en que creías que todo era posible y no entender que pudo pasar para dejar de creerlo.

Recuperar tu vieja caja de tesoros y descubrir que ahora son incluso más valiosos que antes.
Ir caminando despacio al lugar donde se supone que tienes más prisa por llegar y detenerte a dar los buenos días por el camino a cualquiera que tenga cara de necesitarlos…

Que no te importe que los ignorantes te ignoren.

Que no te asuste que los que se asustan por todo no te entiendan.

Que no te moleste que los que nunca bailan se rían al verte bailar mientras ellos apuran sus copas amargas de rutina.

Alegrarte por los triunfos ajenos como si fueran propios.

Celebrar las victorias de tus adversarios.

Saber que no te hace falta llegar primero para ganar.

Notar que ya no te importan los resultados porque lo que te interesa es la efervescencia previa al imaginarlos y la satisfacción de haber sido capaz de lucharlos.

Darte cuenta que desde que no te preocupa lo que piensen, ya no piensan.

Dejar plantadas a tus culpas de siempre justo cuando toca sesión de reproches.

Soltar la carga pesada de no ser, de no llegar, de no reconocer…

Vacilarle a tus miedos y ver que se encogen.

Pasear con la mirada desafiante por ese lado de la calle de tu vida donde hasta hace poco no te atrevías a poner un pie.

Olvidar recordar tus tragedias.

Olvidar tus lamentos diarios porque estás ocupado saltándote una norma que no recuerdas quién impuso pero ahora ves claro que no tiene sentido.

Descubrir que ninguna de las normas que sigues te hace feliz y lanzarlas al mar.

Recordar que un día hace mucho, cuando eras niño, tenías un sueño y aún lo tienes pendiente.

Alimentar a tu yo imprudente y alocado que siempre te pide que no dejes pasar las oportunidades.

Perdonar sin saber aún cómo ni por qué a los verdugos de tus alegrías. A los que te arrancaron la ilusión o jugaron con tu corazón… Perdonarles porque ya no te importa qué pasó, porque ya no te duelen sus palabras y sus actos… Perdonarles porque, en el fondo, te dan pena sus vidas limitadas.

Perdonarte por no ser, por no tener, por no llegar… Y perdonarte por haberte culpado por todo esto durante años y no haber sido capaz de ver todo lo bueno que había en ti.

Notar que estás contigo. Que estás de tu parte. Que no necesitas un decorado perfecto para vivir. Notar que cuando respiras hondo ya no sientes ese punzada que te recortaba la libertad.

Equivocarte. Decidir que es mejor fallar que pasarse la vida lamentándote por lo que podría haber sido…

Hacer lo que quieras ahora mismo, no porque debes sino porque te lo debes…

Merce Roura
https://mercerou.wordpress.com
http://mauandayoyi.blogspot.com.ar

Adriana – TERAPIA EN LOS BOSQUES

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Terapia en los bosques o un baño de naturaleza. Los japoneses lo han acuñado como Shinrin-Yoku que significa caminar por la naturaleza con los cinco sentidos, algo que nos vuelve más saludables, felices y creativos. Japón acuñó otro término: Karoshi para designar las muertes por exceso de trabajo en un país donde la competitividad y los suicidios, tienen índices muy elevados. Quizá por eso han comenzado a mirar con otros ojos a sus bosques que ocupan más de la mitad del territorio, deseando recuperar la paz y el equilibrio que tiempo atrás han tenido.

El nuevo vocablo Shinrin-Yoku aceptado por el gobierno japonés, tiene su origen en las enseñanzas de un anciano budista que promulgaba dejar que la naturaleza penetrara en nosotros a través de la consciencia y por los cinco sentidos. Se trata de dar paseos por un entorno natural y poniendo la atención en los aromas de las plantas, el sonido del viento y el canto de los pájaros, observar la gama de colores y texturas que nos ofrece ese entorno. Él practicaba este arte cada día mientras bebía una taza de té verde para que de esta forma, el sentido del gusto también estuviera presente. Aconsejan hacerlo en silencio.

Estar presente, tú y la naturaleza, nada más, estar centrados y presentes en el intercambio tan agradable que existe entre nuestro ser y la naturaleza al completo. Japón ha estimado que en menos de 10 años, podrá contar con más de 100 bosques dedicados especialmente a esta terapia natural para que todos aquellos que quieran, comiencen a practicar Shinrin-Yoku, la terapia de la naturaleza. Muchas empresas ya dan un tiempo libre a sus empleados para que practiquen esta terapia preventiva. Más de 5 millones acuden a sesiones de “terapia en el bosque” entre algunos de los 48 centros oficiales que ya existen, designados por la Agencia Forestal.

La sesión de terapia dura dos horas, un paseo relajante por el bosque con ejercicios de respiración dirigidos por monitores. Antes de comenzar y al terminar, se les mide la presión arterial y otras variables para poder comprobar la eficacia de la terapia. Otros países como Finlandia también están llevando a cabo estudios sobre el impacto benéfico que tiene un paseo por la naturaleza para nuestra salud física y mental. Tan solo media hora en un bosque, nos relaja, baja las pulsaciones, normaliza la tensión arterial, oxigena el organismo, despeja la mente, mejora la calidad de las horas de sueño, libera toxinas y refuerza el sistema inmunológico.

El ser humano ha estado la mayor parte de su evolución en contacto con la naturaleza, ese es el entorno original por excelencia y que se ha ido perdiendo. En un ambiente natural es donde más a gusto nos sentimos, es donde experimentamos un mayor bienestar. Hay estudios científicos que demuestran que, las personas que viven en entornos naturales o que pasean por bosques de forma frecuente, presentan un descenso de cortisol superior al 12%, su presión sanguínea baja entre un 2% y el riesgo de infartos es un 8% menor que en el resto de personas. Se vuelven más creativas, optimistas, felices y sin ansiedad.
Interactuar con la naturaleza disminuye la actividad del cortex prefrontal que es donde residen las funciones cognitivas y la actividad cerebral se desplaza a otras zonas del cerebro relacionadas con lo emocional, la empatía, el placer y la creatividad. Una terapia natural altamente gratificante donde se puede aumentar significativamente el bienestar general y también la concentración ya que, unas células presentes en los glóbulos blancos se regeneran para hacer frente a posibles infecciones o ataques al sistema inmune.

Se ha demostrado que parte de la efectividad de esta terapia en los bosques, se debe a un compuesto volátil que emiten los árboles y que es beneficioso para el sistema inmunitario. Se trata de compuestos como el pineno, cidrol o isoprenos, algunos de ellos usados en medicina holística. Pero si vives en la ciudad y no hay bosques cerca, siempre puedes hacer un paseo consciente con los cinco sentidos o la terapia de los bosques por algún parque. Contemplar la belleza de un árbol, escuchar el canto de los pájaros, oler el perfume de una flor, descubrir el color cambiante de las hojas y flores y saborear un poco de té verde, es una de las mejores terapias que nos ofrece la naturaleza. Una terapia natural, completa y que nos devuelve a nuestro estado de bienestar.

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Semillas Solares.
http://mauandayoyi.blogspot.com.ar

Adriana – Cuando hago mucho ruido, estoy vacío

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¿Recuerdas aquella persona que destacaba entre las demás? ¿Esa que siempre parecía querer llamar la atención? No dudes en que era especial, hacía mucho ruido, es verdad. Lo que no sabías es que por dentro estaba vacía. Porque cuando nosotros mismos hacemos mucho ruido, en realidad hay un vacío, un gran agujero en nuestro interior.

Las personas vacías son aquellas que no escuchan a los demás, como si todos los mensaje exteriores fueran por sistema meras interferencia carentes de información. Pero, además, se rodean de mucha gente, algo que puede mostrar un gusto muy arraigado por el intercambio social, cuando lo único que buscan es escapar de la soledad.

“Como los cántaros, cuanto más vacíos están más ruido hacen… así son ciertas personas vacías.”
-Alexandre Dumas-

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Entre tanto ruido se delata nuestra inseguridad

Cuando hacemos mucho ruido creemos que nadie podrá notar la inseguridad que llevamos por dentro. Una inseguridad que quizás tú te niegues porque no la quieres ver, pero que aún así existe dentro de ti.

¿Has sufrido problemas de autoestima? ¿Cómo los has sobrellevado? Las personas con baja autoestima y mucha inseguridad a veces hacen mucho ruido para intentar camuflar el vacío que llevan por dentro, para que su atención no se desvíe ni por equivocación hacia su interior.

Es cierto que tomar la decisión de la relativizar la realidad no siempre es mala idea, pero una vez que hemos sido conscientes de ella, de manera que estemos preparados para actuar frente a los cambios que se produzcan. Este alivio pasajero y engañoso puede echarnos una mano de manera puntual, pero será un potencial cuchillo si lo aplicamos de manera sistemática y continua en el tiempo.

¿Te has sorprendido hablando demasiado, interrumpiendo y queriendo ser el centro de atención? Si es así, ¿por qué no has mirado en tu interior? Da miedo descubrir que no eres tan fuerte como quieres aparentar ser, da miedo descubrir que eres frágil, pero debes hacerlo. La imagen que muestras nunca será real hasta que te cures por dentro.

“La búsqueda de la perfección es un disfraz para la inseguridad.”
-Paulo Coelho-

Piensa que todos nos hemos sentido vacíos en algún momento, todos hemos sido frágiles en alguna ocasión. Lo importante no es intentar llenar ese vacío con cosas que realmente no nos llenan, sino aceptarlo para empezar a solucionarlo desde el momento en el que empezamos a ahogarnos en él.

La ruta de la humildad

Aunque no lo creas, ser humilde es mucho mejor que querer ser alguien al que admiran con un poso de falsedad, de amargura. La humildad nunca tendrá una respuesta negativa, sino todo lo contrario, ya que parte desde abajo mirando de frente y sin descuidos a los posible peligros que aparezcan.

Hay personas que tienen miedo a ser humildes porque piensan que de esa forma pasarían desapercibidas. Si tu miedo es este, algo está fallando. Probablemente estés inseguro de ser quien eres, tengas algún problema de autoestima o hayas pasado por alguna experiencia dolorosa y esta es tu forma de afrontar el dolor que has sufrido.

“Si te crees demasiado grande para las cosas pequeñas, quizás seas demasiado pequeño para las cosas grandes. Sé humilde.”
-Anónimo-

Confundimos la humildad con la simpleza, cuando realmente es la sencillez dentro de la grandeza. Además, dentro de la humildad está la capacidad de saber escuchar, ser maduros y empatizar con los demás. Todo esto significa humildad y, aunque no destaques como cuando hacías ruido, al menos no estarás vacío.

Empieza a introducir poco a poco la humildad en tu vida. Descubrirás que empezarás a saber escuchar a los demás, ya no solo tu palabra importa. También, lograrás aprender de tus errores, dejarás de querer ser el mejor y empezarás a crecer.

Encuentra tu verdadera esencia

Si has descubierto que eres inseguro, que tu autoestima no está tan alta como debiera, que tienes miedo y que intentas suplir todas estas carencias haciendo mucho ruido, es el momento de que empieces a buscar en tu interior tu verdadera esencia.

Cada uno de nosotros es único y debemos dejar de refugiarnos en las apariencias que no sanarán nuestro interior. Te darás cuenta de que hacer mucho ruido no te ayuda a suplir ese vacío que sientes, asimismo tampoco te ayuda el hecho de estar rodeado de mucha gente.

Y fue entonces cuando me di cuenta de que a pesar de estar rodeada de mucha gente me sentía terriblemente vacía por dentro

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Hurgar en tu vacío puede ser doloroso, pero necesario. No podremos ser completamente felices si no solucionamos los problemas que tenemos en nuestro interior. Solo nosotros podemos mirarles a los ojos, es el momento de destapar ese lugar en el que hemos ido guardando todo aquello que nos asustaba, todo eso que no se ha marchado con el tiempo ni se marchará, aunque nosotros le demos falsamente esa naturaleza por miedo a la angustia que puede provocar el hecho de considerarlo.

Cuando seas consciente de todo esto y estés dispuesto a crecer, comprenderás que ya no necesitas hacer ruido porque eso no soluciona tu problema, sino que tan solo lo enmascara. ¿Estás preparado para reparar ese vacío que sientes en tu interior?

Raquel Lemos Rodríguez
https://lamenteesmaravillosa.com/

Adriana – La economía global: dos visiones opuestas

Nunca tan acertado aquel viejo adagio -«cada uno habla de la feria según cómo le va en ella»- para explicar la diversidad de opiniones ¿controvertidas? sobre la marcha de la economía mundial, y una visión amenazante u optimista del futuro global.

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Por ejemplo, en una reciente encuesta mundial de PwC, 70% de los CEO sostiene que la nube amenazante sobre la economía no se disuelve ni se aleja. Con suerte, dicen, durante estos doce meses estaremos igual que el año pasado. El FMI, a comienzos del año, recortó su pronóstico de crecimiento global en 0,2% para este año y el que viene (3,4 y 3,6%, respectivamente). Ni siquiera se percibió el inveterado optimismo del Foro de Davos, dedicado más a debatir sobre los alcances de la futura «cuarta revolución industrial». Esta visión oscura está respaldada en la caída de los mercados de productos básicos -el petróleo en especial-, los colapsos bursátiles registrados durante 2015, las dudas sobre la capacidad de la economía china para cambiar de una economía centrada en las exportaciones a otra basada en el consumo interno. Además, EE.UU. crece con timidez, Europa sigue en recesión y enfrentando el complejo problema de los refugiados a la vez, mientras que el BRICS (el pelotón exitoso de los emergentes) ha diluído su protagonismo entre crisis, devaluaciones y recesión.

En cuanto al cambio de paradigma industrial que suponen las vertiginosas modificaciones impuestas por la tecnología, según el Banco Mundial y la OCDE afectarán más a las economías emergentes que a las desarrolladas. La introducción masiva de robots amenaza 57% de los empleos en las grandes economías, pero 69% en India, y 77% en China.

Distinto destino

Esta es una manera de ver las cosas. Pero hay otros enfoques. Warren Buffett, el millonario inversor que acierta la más de las veces, pronostica que el estado de la economía estadounidense es bueno, y que sería ridículo apostar en su contra. Lo que sí reconoce, es que la percepción de la gente es que hay un destino divergente para las empresas y para los individuos. A las primeras les va muy bien, a los segundos, muy mal.

Dicho de otro modo, las ganancias de las empresas, como porcentaje del PBI, están en su punto más alto. Pero los salarios siguen estancados y si bien se ha detenido el alza del desempleo, la gente tiene miedo por su futuro en los próximos años y por el destino que aguarda a sus hijos.

Tal vez esta es la explicación del respaldo que parece indetenible a la candidatura de un personaje grotesco como Donald Trump, para sorpresa y pavor de su propio partido Republicano. Ello también puede explicar por qué latinos y negros vapuleados por el millonario, lo votarían o acompañan al «socialista» (una palabra impronunciable en Estados Unidos hasta hace poco) que enfrenta a Hillary Clinton por el partido Demócrata. Igual que las clases blancas medias y bajas. La culpa es de la globalización que hace ganar millones a las empresas en todo el mundo -dinero que queda afuera, dicen- y perder empleos dentro de Estados Unidos.

Dicho de otro modo, mercados cambiantes, disrupción tecnológica y globalización es muy bueno para las empresas, pero no para la gente. Un fenómeno político que explica el creciente autoritarismo que acepta Estados Unidos y también Europa.

No es para tomarlo a la ligera. Dos tercios de los estadounidenses comparten esta visión de lo que ocurre en su país. Y la indignación crece. A nadie le importa demasiado el Tratado Transpacífico firmado con los países ribereños del Océano Pacífico. Pasará tiempo antes que lo apruebe el propio Congreso estadounidense. Son noticia las escandalosas ganancias que se obtienen en Wall Street. Curiosamente, los expertos sostienen que la vida de las empresas es más fácil dentro de la Unión -debido a la falta real de competencia- que en el exterior.

http://www.mercado.com.ar/

Adriana – El resto de tu vida

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Se acabó esconderse. La vida no es un armario. Tú no eres un muñeco que pueda meterse en la caja y salir cuando no hace frío o el viento es propicio. Si no sales cuando las cosas pintan mal, no saldrás nunca. Porque te harás pequeño y diminuto. Porque siempre pensarás que no es el momento y te acurrucarás plácidamente a esperar. Y un día te darás cuenta de que eres viejo… Y aunque nunca es tarde, ¿por qué no gozar antes? ¿por qué no intentar antes ser como sueñas? ¿por qué esperar a mañana para vivir?

Tu forma de ver la vida no es negociable. No puede haber regateos ni rebajas. Si aceptas menos de lo que mereces, vas a tener que sobrellevarlo siempre o hasta que no puedas más y vuelvas a reclamar lo que es tuyo, las riendas de tu vida. Si te tragas lo que no soportas, si te callas lo que suplicas decir… Un día estallará dentro de ti.

Lo cual no significa que no aceptes algunas situaciones adversas, al contrario. Las aceptas, buscas la forma de aprender de ellas y empiezas a cambiarlas con tu actitud. Imaginando cómo darles la vuelta. Sólo con que en tu mente ya exista esa posibilidad de cambio, ya existe ese cambio en la vida real. Ya estás incubando una oportunidad. Ya cambia todo porque tú cambias por dentro.

¿No te has dado cuenta de cómo has cambiado ya sólo por planteártelo? ¿No te has fijado en las palabras que usas ahora y que no usabas antes?
Has pasado del no puedo al me gustaría…
Del no va conmigo al “tal vez”. Eres otra persona, el de siempre, con esperanza… La esperanza lo mueve todo si eres capaz de conseguir que se instale en tu vida y se convierta en en confianza.

Del Imposible al posible hay dos letras. Y las escribes tú.

Tus pensamientos crean tu camino. Lo que imaginas empieza a existir en el preciso momento en que lo dibujas en tu cabeza. Tus palabras esculpen cada uno de tus pasos. Tus ideas cobran vida. Tus sueños construyen tu presente y tu futuro.

Y no tiene que ver con la situación, ni con tus habilidades. Tiene que ver con tu forma de mirar. Para saber si eres de los que pasan por delante de ese lugar donde reparten alegría y nunca entras o si estás construyendo un puente imaginario para llegar al otro lado donde sabes que pasan cosas.

A veces, hay que gastar el último euro que nos queda en una libreta donde hacer una lista de lo que será nuestra vida en el futuro. En un libro que nos ayude a encontrar respuestas, en un café en buena compañía que nos dará fuerzas para seguir, en subir a la noria para ver que cuando el mundo no gira, giras tú… Aunque el miedo nos diga que será mejor ahorrarlo y guardar. Y seremos un euro más ricos, económicamente ricos… Y más pobres en emociones, en respuestas, en sensaciones… No habremos conseguido activar en nosotros esa palanca que un día se pone en marcha y notas cómo lo cambia todo…

Ese momento en que te cruzas con alguien en la vida y te dice una frase, sólo una palabra tal vez, y esa palabra lo es todo. Es la palabra que estabas necesitando oír y notar. Te zarandea tanto por dentro… Te remueve los cimientos y te conmueve las entrañas. Te trae recuerdos, te inspira, tanto que insufla unas ganas tremendas de devorar una vida que hasta hoy simplemente mordisqueabas… Te saca de dentro esa persona capaz que estaba dormida y sumisa a un destino que no le pertenece.

A veces, hay que apostar todo lo que tienes por todo lo que sueñas, aunque te quede muy poco y la altura de tu sueño sea vertiginosa. Nunca tenemos tan poco como creemos… Nunca son demasiado grandes nuestros retos porque siempre podemos crecer hasta llegar al tamaño necesario para que sean asequibles.

Eso es lo que importa. Ese es el gran logro. No conseguir el sueño sino convertirse en la persona que es capaz de tocarlo. Alcanzar el tamaño que requiere nuestro sueño, lo obtengas o no, y notar que a partir de entonces lo puedes todo… Prepararse para llegar a la cima y tal vez no llegar pero saber que ya nunca dudarás de tu capacidad porque ya eres ese tipo de persona que sube cimas y logra sus retos.

Porque has alcanzado la medida necesaria para asumirlos.
Porque tal vez tu sueño estaba ahí para ser un primer paso, una excusa, un cebo gracias al cual poder transformarte.
Aunque para eso hace falta salir de debajo de la cama, del armario, del servicio, de la rutina, del traje gris y detrás de la pantalla del ordenador.
Se acabó esconderse aunque haga frío. Aunque esté oscuro. Aunque los pies pisen suelo desconocido y las piernas flaqueen.

Se acabó esperar a saber que todo está bien para explorar la vida. Se acabó buscar seguros y escondites.

La vida se nos escapa mientras esperamos el momento adecuado.

Se acabó esa sensación de que hay cosas que no van contigo, que están fuera de tu alcance, que nunca te pasan a ti.

Se acabó esperar a que todo sea perfecto para empezar a vivir…

El mundo gira mientras te detienes a ponerte el impermeable.

El tiempo se acaba mientras tú buscas la mejor forma de hacer algo que sabes que no harás nunca…

El reloj se rompe mientras encuentras la palabra que buscas. Mientras te entretienes en un recuerdo que ya no da más de sí y que cuando saboreas te trae a la mente los mismas emociones de siempre que no llevan a nada que te ayude a decidir…

Mientras te decides, el árbitro pita el final del partido.

¿Te has dado cuenta de que te duermes y no haces nada? ¿No ves que necesitas un zarandeo?

A veces, sólo tienes lo que dura un suspiro para decidir si el resto de tu vida va a ser como sueñas o como detestas.

¿Y si fuera ahora?

Merce Roura
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