Archivo de la categoría: LA ATLANTIDA

El Secreto ¿La Tabla Esmeralda?

La documentación que hoy presentamos es espectacular ya que data de 36.000 A.C. y se refiere a un Atlante reptiliano que construyó la gran piramide y forma parte de la lista de los dioses que gobernaron Egipto antes que los humanos.

La Tabla de Esmeralda es un texto breve, de carácter críptico, atribuido al mítico Hermes Trismegisto, cuyo propósito es revelar el secreto de la sustancia primordial y sus transmutaciones.

En la Tabla de Esmeralda está condensado o resumido todo el arte de la Gran Obra, objetivo principal de la alquimia.

Las Tablas Esmeralda de Thoth El Atlante – Prefacio

La historia de las tablas traducidas en las siguientes páginas es extraña y más allá de la creencia de los científicos modernos. Su antigüedad es estupenda, datando de unos 36,000 años AC. El escritor es Thoth, un Rey-Sacerdote Atlante, quien fundó una colonia en el antiguo Egipto después del hundimiento de la madre patria.

Él fue el constructor de la Gran Pirámide de Giza, erróneamente atribuida a Keops. En ella, él incorporó su conocimiento de su antigua sabiduría y también seguramente resguardó registros e instrumentos de la antigua Atlántida.

Por unos 16,000 años, él gobernó la antigua raza de Egipto, desde el 52,000 AC aproximadamente al 36,000 AC. En ese tiempo, la antigua raza bárbara, de entre la cual él y sus seguidores se habían establecido, había sido elevada a un alto grado de civilización.

Thoth era un inmortal, es decir, él había conquistado la muerte, pasando solamente cuando quisiera e incluso entonces no era a través de la muerte. Su vasta sabiduría lo hizo gobernar sobre las varias colonias atlantes, incluyendo las del Sur y Centro América.

Cuando llegó el tiempo de que dejara Egipto, creó la Gran Pirámide en la entrada de los Grandes Salones de Amenti, colocó en ella sus registros, y señaló guardias para sus secretos de entre lo más elevado de su gente.

En tiempos posteriores, los descendientes de estos guardias se volvieron los sacerdotes de las pirámides, por lo cual Thoth se volvió deidad como el Dios de la Sabiduría, El que llevaba los Registros, por aquellos en la era de la oscuridad que siguió su muerte. En la leyenda, los Salones de Amenti se volvieron del inframundo, los Salones de los dioses, en donde las almas pasaban a su juicio después de la muerte.

Durante eras posteriores, el ego de Thoth pasó a los cuerpos de los hombres en la forma descrita en las tablas. Como tal, él encarnó tres veces, en la última fue conocido como Hermes, el tres veces nacido.

En esta encarnación, dejó escritos conocidos para los ocultistas modernos como las Tablas Esmeralda, una exposición posterior y mucho menor de los antiguos misterios.

Las tablas traducidas en este trabajo son diez, las cuales fueron dejadas en la Gran Pirámide en la custodia de los sacerdotes de las pirámides. Las diez están divididas en trece partes a nombre de la conveniencia.

Las últimas dos son tan grandes y de largo alcance en su importancia que en la actualidad está prohibido liberarlas al mundo. Sin embargo, en esos contenidos están secretos los cuales probarán ser de inestimables valor al estudiante serio.

Deberían ser leídas, no una vez, sino cientos de veces solamente puesto que solamente así el verdadero significado puede ser revelado. Una lectura casual dará unos vislumbres de belleza, pero un estudio más intenso abrirá avenidas de sabiduría al buscador.

Pero ahora una palabra de cómo estos poderosos secretos se revelaron al hombre moderno después de estar escondidos por tanto tiempo.

Unos ciento treinta años AC, Egipto, la antigua Khem, estaba en confusión y muchas delegaciones de sacerdotes fueron enviados a otras partes del mundo.

Entre estos había algunos de los sacerdotes de la pirámide quienes cargaban con ellos las Tablas Esmeralda como un talismán con el cual podían ejercer autoridad sobre los menos avanzados sacerdotes de razas descendidas de otras colonias atlantes.

Se entendía de la leyenda que las tablas daban al portador la autoridad de Thoth.

El grupo particular de sacerdotes que portaban las tablas emigraron al Sur de América en donde encontraron una raza floreciente, los Mayas, quienes les recordaban mucho de la sabiduría antigua.

Entre estos, los sacerdotes se establecieron y se quedaron. En el siglo décimo, los Mayas se habían establecido a lo largo de Yucatán, y las tablas fueron colocadas debajo del altar de uno de los grandes templos del Dios Sol.

Después de la conquista de los Mayas por los españoles, las ciudades fueron abandonadas y los tesoros de los templos olvidados.

Debería ser entendido que la Gran Pirámide de Egipto ha sido y es todavía un templo de iniciación en los misterios. Jesús, Salomón, Apolunio y otros fueron iniciados ahí.

El escritor (quien tiene una conexión con la Gran Logia Blanca que también trabaja a través del sacerdocio de la pirámide) fue instruido para recuperar y regresar las antiguas tablas a la Gran Pirámide.

Esto, después de las aventuras que no necesitan detallarse aquí, fue logrado. Antes de regresarlas, se le dio permiso de traducir y mantener una copia de la sabiduría grabada en las tablas.

Esto se hizo en 1925 y solamente ahora se tiene el permiso para que parte de eso sea publicado. Se espera que muchos se burlen. No obstante, el verdadero estudiante leerá entre líneas y ganará sabiduría.

Si la luz está en ustedes, la luz que está grabada en estas tablas responderá.

Ahora, una palabra de cómo es el aspecto material de las tablas.

Consisten de doce tablas verde esmeralda, formadas de una sustancia creada a través de transmutación química.

Son imperecederas, resistentes a todos los elementos y sustancias. En efecto, la estructura celular y atómica está arreglada, ningún cambio ha tenido lugar nunca.

En este respecto, violan la ley material de la ionización.

Sobre ellas están grabadas caracteres en el antiguo idioma atlante: caracteres los cuales responden a afinadas olas de pensamiento, liberando la vibración mental asociada en la mente del lector.

Las tablas están unidas con aros de aleación color dorada suspendidos de una barra del mismo material. Demasiado para la apariencia del material.

La sabiduría contenida ahí es la base de los antiguos misterios. Y para el que lee con ojos y mente abiertos, su sabiduría deberá incrementar cien veces.

Lean. Lo crean o no, pero lean. Y la vibración encontrada ahí despertará una respuesta en su alma.

En las siguientes páginas, revelaré algunos de los misterios que no obstante solamente han sido tocados ligeramente ya sea por mí u otros maestros o estudiantes de la verdad.

La búsqueda del hombre por el entendimiento de las leyes que regulan su vida ha sido interminable, no obstante siempre justo detrás del velo que escuda los planos más elevados de la visión material del hombre la verdad ha existido, lista para ser asimilada por aquellos que agrandan su visión mirando al interior, no al exterior, en su búsqueda.

En el silencio de los sentidos materiales yace la clave para revelar la sabiduría. El que habla no sabe; el que sabe no habla.

El conocimiento más elevado es impronunciable, puesto que existe como una entidad en rutas que trascienden todas las palabras o símbolos materiales.

Todos los símbolos no son más que llaves para las puertas que guían a las verdades, y muchas veces la puerta no se abre porque la llave parece tan grande que las cosas que están más allá de ella no son visibles.

Si podemos entender todas las claves, todos los símbolos materiales son manifestaciones, no son más que extensiones de una gran ley y verdad, comenzaremos a desarrollar la visión que nos permitirá penetrar más allá del velo.

Todas las cosas en todos los universos se mueven de acuerdo a la ley, y la ley que regula el movimiento de los planetas no es más inmutable que la ley que regula las expresiones materiales del hombre.

Una de las más grandes de todas las Leyes Cósmicas es esa que es responsable por la formación del hombre como un ser material.
El gran objetivo de las escuelas de misterio de todas las eras ha sido revelar los trabajos de la Ley que conecta al hombre material y al hombre espiritual.

El enlace de conexión entre el hombre material y el hombre espiritual es el hombre intelectual, puesto que la mente toma parte tanto las cualidades materiales como no materiales.

El aspirante al conocimiento más elevado debe desarrollar el lado intelectual de su naturaleza y así reforzar su voluntad que es capaz de concentrarse en todos los poderes de su ser y en el plano que desee.

La gran búsqueda de luz, vida y amor solamente comienza en el plano material. Llevado a lo último, su objetivo final es la completa unidad con la conciencia universal. La base en lo material es el primer paso; después viene el objetivo más elevado del logro espiritual.

En las siguientes páginas, les daré una interpretación de las Tablas Esmeralda y sus significados secretos, escondidos y esotéricos.

Ocultos en las palabras de Thoth están muchos significados que no aparecen en la superficie.

La luz del conocimiento traída sobre las Tablas abrirá muchos campos nuevos para el pensamiento.

“Lean y sean sabios” pero solamente si la luz de su propia conciencia despierta el profundo entendimiento asentado que es una cualidad inherente del alma.

Las Tablas Esmeralda de Thoth

Tabla 1
Seguir leyendo El Secreto ¿La Tabla Esmeralda?

El hombre lleva surcando las aguas desde hace 130.000 años

Otro descubrimiento que deja en ridículo las teorías de la historia oficial que decía que el hombre no dejó África hasta hace 40.000 años.

Arqueólogos griegos y estadounidenses han descubierto en la isla griega de Creta indicios de que el hombre cruzaba los mares ya hace 130.000 años, mucho antes de lo estimado hasta ahora, informó hoy el Ministerio de Cultura helénico.

Los científicos encontraron en torno a las localidades de Plakia y Préveli, al sureste de la isla, herramientas de la Edad de Piedra que avalarían estas conclusiones.
Se trata de hachas con rasgos de estilo «Achelean», relacionada con el «homo heidelbergensis» y el «homo erectus», dos «antepasados» del actual ser humano. Estas herramientas tienen al menos una antigüedad de 130.000 años, pero también podrían llegar hasta los 700.000 años, asegura el ministerio griego en un comunicado.

Pese a la continua investigación de la prehistoria de Creta, cuna de la civilización minoica, hasta hace poco no había ni siquiera pruebas de que fue habitada antes del período neolítico (7.000-3.000 antes de la era cristiana).

Según el ministerio, los nuevos hallazgos son «el indicio más antiguo para la navegación marítima». «Los resultados no solo demuestran la existencia de viajes por mar en el Mediterráneo decenas de miles de años antes de lo que sabíamos hasta hoy, sino que también alteran la evaluación de las habilidades del hombre», agrega el ministerio.

NOTICIAS RELACIONADAS

Unos ejemplos de hachas paleolíticas de Préveli, descubiertas por arqueólogos griegos y estadounidenses en la isla griega de Creta.

EFE ATENAS

Arqueólogos griegos y estadounidenses han hallado hachas que podrían suponer el indicio más antiguo para la navegación

Arqueólogos griegos y estadounidenses han descubierto en la isla griega de Creta indicios de que el hombre cruzaba los mares ya hace 130.000 años, mucho antes de lo estimado hasta ahora, informó hoy el Ministerio de Cultura helénico.

Al respecto, los científicos encontraron en torno a las localidades de Plakia y Préveli, al sureste de la isla, herramientas de la Edad de Piedra.

Se trata de hachas con rasgos de estilo «Achelean», relacionada con el «homo heidelbergensis» y el «homo erectus», dos «antepasados» del actual ser humano.

Estas herramientas tienen al menos una antigüedad de 130.000 años pero también podrían llegar hasta los 700.000 años, asegura el ministerio griego en un comunicado.

Pese a la continua investigación de la prehistoria de Creta, cuna de la civilización minoica, hasta hace poco no había ni siquiera pruebas de que fue habitada antes del período neolítico (7.000-3.000 antes de la era cristiana).

Según el ministerio, los nuevos hallazgos son «el indicio más antiguo para la navegación marítima».

«Los resultados no solo demuestran la existencia de viajes por mar en el Mediterráneo decenas de miles de años antes de lo que sabíamos hasta hoy, sino que también alteran la evaluación de las habilidades del hombre», agrega el ministerio.

El hombre ya navegaba hace 130.000 años

  • Encuentran restos de hachas en Creta que demuestran esta teoría
  • Nuestros antepasados surcaban los mares mucho antes de lo pensado

Arqueólogos griegos y estadounidenses han descubierto en la isla griega de Creta indicios de que el hombre cruzaba los mares ya hace 130.000 años, mucho antes de lo estimado hasta ahora, según ha informado el Ministerio de Cultura helénico.

Los científicos encontraron en torno a las localidades de Plakia y Préveli, al sureste de la isla, herramientas de la Edad de Piedra.

Se trata de hachas relacionadas con el Homo heidelbergensis y el Homo erectus, dos «antepasados» del actual ser humano.

Estas herramientas tienen al menos una antigüedad de 130.000 años pero también podrían llegar hasta los 700.000 años, asegura el ministerio griego en un comunicado.

Pese a la continua investigación de la prehistoria de Creta, cuna de la civilización minoica, hasta hace poco no había ni siquiera pruebas de que fue habitada antes del período neolítico (7.000-3.000 antes de la era cristiana).

Según el ministerio, los nuevos hallazgos son «el indicio más antiguo para la navegación marítima».

Los resultados no solo demuestran la existencia de viajes por mar en el Mediterráneo decenas de miles de años antes de lo que sabíamos hasta hoy, sino que también alteran la evaluación de las habilidades del hombre», agrega el ministerio

 

La Resonancia de la Pirámide Infrasónica de Orión

Los bloques de piedra caliza de las pirámides de Orión están constituidos principalmente de mineral calizo, cuya estructura puede ser triangular u octaédrica en diversas formas. Cada una de las pirámides de Gizeh parece estar diseñada como la mitad superior de una formación monumental octaédrica de calcita. En breve nos referiremos a las matemáticas angulares del diseño piramidal de Orión, sin embargo, sus bloques de piedra caliza contienen información concerniente a los métodos de construcción de quienes construyeron la pirámide.

La investigación de J. Davidovits sobre geopolímeros antiguos ha demostrado, a través de análisis químicos de rayos X, que las piedras de recubrimiento de las pirámides de Gizeh son sintéticas, siendo de una densidad menor que cualquier piedra extraída de una cantera debido a las burbujas de aire atrapadas, consistiendo de un 85-90% de calcita más otros componentes minerales exóticos como el ópalo CT, hidróxido de apatita y silicoaluminatos. Estudios con tomografía axial computarizada (TAC) de las piedras centrales han registrado pelos incrustados profundamente en el molde de la piedra, otra pista de que los bloques de las pirámides fueron vaciados utilizando piedra líquida, sin embargo, no se han fechado muestras de pelo mediante el carbono-14. Este tipo de prueba podría proporcionar fechas precisas para la construcción de las piedras, aunque es muy probable que la fachada haya sido reconstruida en fechas posteriores. La evidencia proveniente de Mesopotamia corrobora el uso en la antigüedad de polímeros avanzados, en donde la manufactura de basalto ha sido ampliamente documentada. Es de anotar que las piedras sintéticas tiene un alto contenido de cristal piezoeléctrico.

Diversas tecnologías nuevas han incorporado el modelado fractal para mejorar la calidad de señal, la compresión de datos y la encriptación. Experimentos recientes de resonancia acústica han revelado una conexión entre la proporción de phi y una estructura de onda acústica estacionaria no lineal. Cervenka, Bednarik y Konicek en la Universidad Técnica Checa de Praga han modelado la estructura de una onda estacionaria no lineal, excitada en un resonador cilíndrico. Una cavidad resonante, impulsada por oscilaciones periódicas, puede ser estimulada hasta su frecuencia resonante fundamental, produciendo tanto harmónicos como sub-harmónicos. Cuando la onda estacionaria es llevada a amplitud alta los efectos no lineales acoplan energía de los modos de baja frecuencia con los de alta frecuencia. Este incremento de los harmónicos puede crear una onda de choque, disminuyendo drásticamente la calidad del resonador. La estimulación simultánea con diferentes frecuencias de la cavidad resonante ha sido utilizad para aumentar el almacenamiento de energía. Si la energía es acoplada a frecuencias más bajas, o sub-harmónicas, se observa una menor disipación acústica permitiendo un sistema más eficiente. Bednarik describe así la Síntesis Macrosónica Resonante:

«Las interacciones de ondas acústicas en ciertas frecuencias fijas sin las pérdidas de energía de las harmónicas más altas es de un considerable interés en acústica. Tales interacciones crean la posibilidad de una transformación directa de sonido coherente al nivel de la frecuencia dada por un sonido de otra frecuencia sin una fuente de energía electro-magnética. Para una región de tres modos con frecuencias angulares dadas, si la suma de dos de ellas es igual a la restante, las interacciones de estos modos pueden ser obtenidas de la ecuación no homogénea de Burger para ondas estacionarias no lineales.»

La proporción de phi describe las proporciones relativas de las tres frecuencias que estimulan la onda estacionaria no lineal y es también evidente en la distribución modelada de la presión acústica a lo largo de la cavidad resonante resultante. La estructura coherente no lineal fue lograda a través de la estimulación periódica de un medio de límites geométricos precisos, diseñado para inducir la interacción de tres modos de resonancia diferentes dentro de la proporción de phi. Esta estructura de onda estacionaria replica la geometría de las pirámides de Orión, elucidada por la superposición del patrón sobre el corte trasversal de la Gran Pirámide, tomando el eje norte-sur. La transducción de amplitud alta de la piedra caliza piezoeléctrica de las pirámides, crea un campo electromagnético alrededor de sus estructuras, haciendo que el movimiento de los electrones adquiera una forma toroidal o de donut.

La longitud de la base de la Gran Pirámide replica el tono resonante fundamental creado por las estructuras. Cada lado de la base de las pirámides ha sido calculado en aproximadamente 228m, lo cual crea una frecuencia fundamental de alrededor de 1.5 Hz, cuando las pirámides son estimuladas a alta amplitud. La pulsación periódica de las pirámides, funcionando a nivel de resonancia, crea un conjunto Fibonacci de ondas estacionarias centrado en la longitud de onda de 228m, delimitado por la base de la pirámide. Los ángulos de las ondas estacionarias se corresponden exactamente con la inclinación de las caras de la pirámide: en el ángulo phi de 51.85 grados. Esta frecuencia base de 1.5 Hz ha sido descrita como «la frecuencia de entrañamiento1 tritalámica» Se ha mostrado que esta frecuencia sincroniza la pulsación del hipotálamo y las glándulas pineal y pituitaria consiguiendo un funcionamiento unificado. Esta frecuencia es a su vez la frecuencia más baja de la Resonancia de Schumann, por tanto la función de las pirámides puede ser, de hecho, la de cambiar la frecuencia terrestre, fluctuante en torno a los 7.3 Hz, a la frecuencia tritalámica de 1.45 Hz.

Esta estructura de resonancia es reconocida como un oscilador global de estado sólido que funciona en longitudes de onda de conciencia pura, sincronizando la mente humana mediante la redistribución y el enfoque de la mente global. Las culturas indígenas alrededor del mundo reconocen a la tierra misma como un ser consciente. Y como conciencia tiene una frecuencia que puede ser medida como el encefalograma, por tanto, la Resonancia de Schumann puede verse como el pulso vital de la tierra. La antigua sabiduría transmitida por medio de las tradiciones de las culturas yaqui y toltecas del actual México, describe explícitamente las emanaciones de la tierra y el alineamiento correspondiente de las emanaciones humanas, un concepto descrito por la ciencia moderna como «Respuesta a la frecuencia» [Frequency Following Response2]. La glándula pineal contiene bio-mineralizaciones de calcita microcristalina (Bacconier, Lang y otros) que inducen el efecto de entrañamiento de la conciencia.

Otra antigua tradición de sabiduría, la de los aborígenes australianos, probablemente la cultura viva más antigua de la humanidad cuyos orígenes se remontan por lo menos 70.000 años, describe la naturaleza de la conciencia unificada como ‘La serpiente del arco iris’: «La unicidad es esencia, pureza, creatividad, amor, energía libre, ilimitada. Muchas de los relatos tribales se refieren a ‘La serpiente del arco iris’, cuya línea sinuosa representa la energía o la conciencia que empieza como paz absoluta, cambia la vibración y se convierte en color, sonido y forma» (Morgan, «Mutant Message Down Under» p 149). La biología cuántica y la acústica no lineal poseen actualmente las herramientas para comprender los conceptos aparentemente abstractos de la cosmovisión indígena en términos cuantitativos. La estructura octagonal de la conciencia terrestre es cuantificada en este trabajo. La forma misma del inconsciente colectivo con el cual se armonizan los seres sensibles. El efecto de las pirámides de Orión probablemente induce un cambio en la frecuencia fundamental de la tierra hasta la frecuencia más baja de la Resonancia de Schumann: 1.5 Hz. Esto permite un cambio paralelo en la conciencia humana sincronizada. Los guardianes del conocimiento yaqui describen precisamente este cambio en la alineación de la percepción humana como el volverse conciente de frecuencias infrasónicas previamente inaudibles:

«La parte de las emanaciones dentro del capullo del hombre esta allí únicamente para la conciencia y esa conciencia está emparejando esa parte de las emanaciones con la misma parte de las emanaciones en grande. Son llamadas emanaciones en grande porque son inmensas… dentro del capullo del hombre lo desconocido corresponde a las emanaciones no alcanzadas por la conciencia. Cuando el resplandor de la conciencia las toca, se iluminan y pueden ser alineadas con las correspondientes emanaciones en grande.» (Castenada, «The Fire Within» p 207)

Este proceso de alineamiento que permite una percepción acrecentada de infrasonido de otro modo inaudible, aparece claramente en las enseñanzas indígenas como la clave para comprender lo desconocido; fenómeno que, para la moderna humanidad desalineada, permanecen como «paranormales.»

Las cámaras internas de la Gran Pirámide están hechas de enormes bloques de granito rosa, cortados en precisos ángulos rectos y caras perfectamente planas, traídos de la cantera de granito más cercana en Aswam justo al sur. La superficie de la piedra está recubierta de una delgada capa de cuarzo, el componente principal del granito, la cual es típica de una técnica de corte de rocas conocida actualmente como ‘desagregación térmica.’ El profesor de ciencias geológicas, I. Watkins de la St. Cloud State University de Minnesota, ha diseñado un «aparato solar de dirección y enfoque para cortar, moldear y pulir» – patente de los EE.UU No. 4,611,857 (1986) – para la desagregación térmica de la piedra. La unidad de peso ligero es un reflector parabólico que enfoca solamente unos cientos de vatios de luz en un punto de 2mm, capaz de derretir el granito a una profundidad de 2mm en cada paso repetido lentamente. Las notas de Garcilaso de la Vega describen los descubrimientos de los conquistadores a su llegada a Los Andes, detallando los enormes cuencos parabólicos de piedra incas, recubiertos de oro, de más de 10ft [3m] de diámetro, que fueron destruidos y convertidos en lingotes. Existen grandes similitudes entre el corte poligonal de las piedras de Los Andes y de la región pre-egipcia de Gizeh, específicamente la típica superficie glaseada de cuarzo y las complejas geometrías perfectamente logradas, sugerente de que una idéntica tecnología solar avanzada fue utilizada en los complejos trabajos de talla de la piedra.

El granito rosa fue utilizado para la construcción de las cámaras interiores debido a sus propiedades resonantes. La matriz de cuarzo de las piedras de granito es similar a un salón de espejos con miles de millones de caras paralelas que reflejan energía. El efecto de este recubrimiento de granito es que a los espacios aéreos se les puede dar dimensiones harmónicas para especificar las longitudes de onda, que resonaran a través de la formación de ondas estacionarias. Las dimensiones de la cámara superior reflejan una proporción de 1:2, lo que permite a las ondas estacionarias de múltiplos íntegros almacenar energía acústica. El ingeniero acústico J. Reid llevó a cabo experimentos acústicos que revelaron que la frecuencia de resonancia de la cámara superior es de 121 Hz. Se encontró que la resonancia en la caja de granito de la cámara superior (erróneamente llamada «el sarcófago») es de 117 Hz. La interacción de estas frecuencias resonantes ligeramente desfasadas era percibida con mayor claridad mientras se estaba en la caja de granito, creando una frecuencia de pulsación resonante muy similar a la del corazón humano. La investigación posterior de Reid sobre los ritmos cardíacos humanos mostró que las pulsaciones registradas en la caja de granito coincidían exactamente con aquellas de un recién nacido. Ya que los ritmos cardíacos de un individuo cambian a lo largo de su desarrollo, el latido de un adulto puede ser sincronizado [entrained] por medio de la pulsación acústica de la caja de granito para imitar el ritmo cardíaco de un bebé. Los aspectos más sorprendentes del trabajo de Reid en la Gran Pirámide están relacionados con experimentos cimáticos3, mejor descritos con sus propias palabras, que revelan el origen tonal de los símbolos jeroglíficos.

El HeartMath Institute ha mostrado que un ritmo cardíaco regulado es crucial para la formación del campo electromagnético coherente del corazón y para permitir la relajación intencionada de la hélice del ADN, asociada a las emociones positivas. La correlación directa entre las frecuencias de pulsación inducidas de la caja de granito y el latido de un bebé saludable señala el propósito del diseño de la cámara. Ya que el efecto es causado por las interacciones de las frecuencias resonantes ligeramente desfasadas de la cámara superior (121 Hz) y la caja de granito (117 Hz), las dimensiones de ambas deben haber sido calibradas de acuerdo al latido de un recién nacido saludable. Una voz humana baja crea una resonancia en la cámara superior que genera un biorritmo saludable en un recién nacido. La caja de granito pudo haber sido un baño natal: la superficie del agua ondulando en hermosos diseños cimáticos, rotos por el primer aliento del recién nacido. La esquina estropeada de la caja de granito anula su capacidad para almacenar líquidos, lo que sugiere que fue dañada intencionalmente, como es el caso de otras cajas de granitos que han sido descubiertas.

Más que una tumba para los muertos, parece que la cámara superior y la caja de granito fueron diseñadas y utilizadas como un lugar de nacimiento para estabilizar los biorritmos de la madre y su hijo durante la separación del nacimiento. La proporción de las dimensiones de la cámara superior, 1:2, pueden ser también consideradas un simbolismo acústico o matemático que apoya esta hipótesis. Se descubrió evidencia material de que las cámaras fueron diseñadas con este propósito durante las investigaciones de los fustes ascendentes a comienzos del siglo XX. Una herramienta tallada en piedra fue encontrada sellada en uno de los fustes ascendentes de la cámara intermedia. Se piensa que el artefacto es un «peshesh khaf», utilizado en la antigüedad para cortar el cordón umbilical del recién nacido, en el acto ritual de separación de madre e hijo.

Los fustes ascendentes están directamente alineados con los polos geográficos norte-sur, diseñados específicamente como receptores de las frecuencias de infrasonido más bajas en los 0.5 Hz, que se alinean precisamente con las aberturas de los fustes. Los cambios de ángulo de los fustes oblongo-rectangulares son sutiles e intrigantes, afectando la propagación del sonido en formas aún incomprendidas. La ubicación de la herramienta natal en los fustes ascendentes sugiere una función resonante también relacionada con el entrañamiento biorrítmico del recién nacido. Las dimensiones de la parte horizontal de 2m de largo de los fustes, son del tamaño justo para acomodar un recién nacido. Parece entonces probable que los fustes fueron diseñados para enfocar ondas infrasónicas de 0.5 Hz sobre el recién nacido colocado en los fustes en donde se abren hacia la cámara superior. Al haber dos fustes ascendiendo tanto de la cámara superior como de la inferior, se podrían acomodar incluso mellizos para un ritual de sincronización natal involucrando resonancia psicoacústica. El incremento craneal observado en la antigua realeza egipcia puede ser un resultado directo de la gestación fetal y de la sincronización de biorritmos natales en la Gran Pirámide. El conjunto completo de ángulos de las cámaras interiores de la entrada a la pirámide están claramente alineados como receptores de acuerdo al entramado de ondas estacionarias Fibonacci (imagen anterior).

Se ha mostrado que un entorno equilibrado de espectro infrasónico completo, estimula tanto una relajación emocional como una relajación de la estructura helicoidal del ADN o «denaturación.» La investigación rusa en el campo vibratorio ha demostrado la existencia de un modo no local de comunicación del ADN por medio de un campo omnipresente. Esta interacción ha sido frecuentemente descrita como holográfica y basada en el emparejamiento no lineal del ADN con campos electromagnéticos, un tema a ser ampliado al final de este capítulo. Teniendo en cuenta que los primeros meses después del nacimiento son fundamentales para el desarrollo, tal vez la exposición, antes y durante el nacimiento, a campo infrasónico completo incremente el desarrollo del ADN y un biorritmo de conciencia equilibrada. Los volúmenes craneales de las familias faraónicas eran extraordinarios, especialmente aquellos de Akhenaton, Nefertiti y sus hijos. Debido a que los cráneos inusualmente alargados se han observado en representaciones estatuarias tanto de adultos como de niños, se ha asumido como algo relacionado genéticamente. Tal vez, a la luz de los nuevos conocimientos de la acústica de las cámaras de la Gran Pirámide, esta suposición pueda ser confirmada y comprendida como el resultado de la estimulación infrasónica, el arte avanzado del mejoramiento genético. Los cráneos alargados de las familias gobernantes de las antiguas civilizaciones pudieron haber sido desarrollados mediante técnicas de entrañamiento gestacional bajo el paraguas magnético de la Gran Pirámide.

Conocidas técnicas ayurvédicas de incremento de los niveles energéticos del agua han sido asociadas con las vibraciones de ciertos aceites, sin embargo, es muy probable que la caja de granito en la cámara superior de la Gran Pirámide haya sido utilizada para energizar no sólo el agua dentro del cuerpo del bañista (durante la gestación por ejemplo), sino que tal vez fue empleado como un sistema para energizar el agua que podía ser transportada y consumida en otros lugares. Se hablará ampliamente acerca de las tecnologías de energetización de agua más avanzadas, ya que se han realizado descubrimientos únicos en relación con antiguos artefactos que incluyen simbolismo sánscrito sagrado, escrituras y representaciones de la Gran Pirámide de Gizeh a miles de kilómetros. La antigua noción de hacer un templo del cuerpo puede de hecho referirse a la cristalización del cuerpo líquido para beneficio del ADN humano.

 

 

OBJETOS ATLANTES, Mandalas Resonantes de La Maná

En 1984 fue descubierto un enorme escondite que contenía más de 300 artefactos, por un pequeño grupo de buscadores de oro, liderados por el ingeniero Dr. Elías Sotomayor. El hallazgo fue hecho en un túnel 100mts bajo las montañas selváticas de La Maná en Ecuador. Un fechado preciso de los artefactos es aún imposible con los métodos más recientes, ya que la técnica de la termoluminiscencia sería poco fiable debido a los años de exposición a la luz solar desde su descubrimiento.

La tecnología lítica y la geometría presentes en los artefactos imposibilitan su ubicación dentro de los contextos culturales de la región, lo cual sugiere que podrían predatar las culturas conocidas de tal región. El simbolismo presente en las formas y en los diseños y escritura incrustados en los artefactos de La Maná se relaciona más estrechamente con aquellos de la cultura sánscrita más conocida en los contextos del sureste asiático. Este sorprendente hallazgo ha viajado internacionalmente con la Exposición de Misterios sin resolver. La escritura es congruente con la forma logográfica del sáncrito, la lengua madre de la cual los glifos mayas y egipcios han descendido.

El análisis geométrico aquí presentado sugiere que los artefactos de La Maná contienen información fractal referente a las propiedades resonantes de la calcita, replicando la función del diseño de las pirámides de Orión en Gizeh, Egipto.

La Maná (0.95°S 79.18°W) se ubica a 7,470 millas de Gizeh, una distancia que es exactamente el 30.0% de la circunferencia de la Tierra. Los hallazgos han cuestionado su categorización dentro de cualquier cultura conocida en Suramérica, mostrando una iconografía congruente con las tradiciones sánscritas, foráneas a la región. El nombre mismo del lugar es de por sí antiguo, probablemente un remanente de los antiguos habitantes sánscritos para quienes la palabra «maná» significaba «mente» o «cuerpo mental».

El significado de este nombre puede aclararse al tiempo que los artefactos revelan su cifrada geometría psicoacústica. Lo más sorprendente son las representaciones de la Gran Pirámide de Gizeh, una cobra rey (una serpiente que se sabe que sólo existe en el sureste de Asia) y un mapa tallado del globo con los continentes actuales y otras zonas ahora sumergidas. Aspectos tecnológicos avanzados están presentes en la talla, incluyendo efectos magnéticos de punto cero y líneas incrustadas que fluorescen bajo luz ultravioleta. Los artefactos desafían cualquier explicación simple, mostrando que las capacidades tecnológicas del hombre antiguo estaban miles de años por delante de aquellas del hombre industrial.

https://www.youtube.com/watch?v=Ioun7SWU5Kw

El grupo de más de 300 artefactos ha permanecido en Ecuador en la colección privada de Germán Villamar durante más de una década después de haber sido descubiertos por Sotomayor, un regalo de conocimiento cifrado de maestro a discípulo. Este análisis de los enigmáticos artefactos se centrará principalmente en las implicaciones de la geometría representada por sus formas y diseños incrustados, intentando así resolver el misterio velado por la diáspora cultural que precedió a la genialidad de la cultura madre sánscrita que floreció bajo la superficie terrestre.

La fluorescencia ultravioleta es una conocida propiedad de la calcita y otros minerales encontrados abundantemente en estado natural. La calcita ha sido mezclada como mortero e incrustada en las líneas grabadas en las facetas de la talla. La luz visible es emitida bajo la exposición a luz ultravioleta de onda larga (longitudes de onda de 365nm) cuando los electrones regresan a sus estados iniciales o de base, provocando que parte de la energía liberada se pierda en forma de calor. Lo cual resulta en un cambio en la longitud de onda de la energía hacia luz visible de energía menor (longitudes de onda mayores). Muchos minerales poseen esta cualidad, también observada bajo la exposición a luz ultravioleta de onda corta (255nm). Al parecer diversas mezclas han sido utilizadas para especificar el espectro lumínico emitido por los morteros de diferentes colores usados para lograr las incrustaciones. Probablemente el magnesio está entre estos aditivos minerales de la mezcla de calcita, sin embargo, no se han determinado las combinaciones específicas generadoras del color.

La calcita puede emitir una amplia gama de colores bajo luz ultravioleta, incluido el blanco, azul, rojo, naranja, amarillo y verde y los antiguos artistas de La Maná usaron la paleta entera en sus diseños geométricos. Este efecto fluorescente ha sido descrito como una dispersión cuántica y ha sido también empleado en la creación de brillantes pigmentos por los ceramistas mayas de la península de Yucatán. El barro usado por los mayas contenía nanopartículas de hierro y magnesio que al ser hervidas con índigo producen el azul maya. Las nanopartículas de metal dispersan la luz de una forma no-lineal y cuántica ya que la vibración de los átomos en los metales es cercana a la luz azul re-emitida (José-Yacamán et al, Hubbard et al). Esta resonancia amplifica la luz reflejada tal como en los artefactos fluorescentes de La Maná, probablemente los mayas heredaron numerosas técnicas no-lineales de la precedente cultura madre sánscrita.

También se recuperó un conjunto de discos de piedra incisos finamente labrados, de los túneles cerca de La Maná. Su complejo diseño, estrictamente geométrico, está basado en el círculo, o mandala en sánscrito, un símbolo sagrado utilizado durante la meditación. El disco de piedra con el mandala en espiral tiene incrustado un diseño en espiral que al parecer describe un sendero orbital hacia el centro gravitacional, el sendero hacia adentro del punto de la quietud. El camino espiral que se expande es una incrustación en azul fluorescente, mientras que el círculo exterior es de un rojo-naranja a la luz del día y de un blanco brillante bajo la luz ultravioleta. El diseño en espiral es, aún hoy en día, culturalmente simbólico del viaje interior mediante la meditación y es usado con efectos hipnóticos en rotación perpetua para inducir estados hipnagógicos. Este disco muestra una región de cero magnético en su centro que ha sido comprobada consistentemente, haciendo que cualquier imán colocado sobre el centro del disco como un péndulo, gire en el mismo sentido de las líneas incisas. La magnetización del disco se debe muy probablemente a su exposición a fuertes campos magnéticos, como aquellos observados en la arquitectura psicoacústica resonante descritos previamente. El disco circular de piedra revela sorprendentemente la antigua sabiduría concerniente a la relación entre magnetismo y gravedad, fuerzas planetarias que pueden ser enfocadas.

Un par de discos octagonales de piedra, del tamaño de una mano, encontrados juntos, pudieron haber sido colocados sobre cada mano durante la meditación. Una de estas piedras octagonales tiene incrustados siete círculos concéntricos y la otra tiene tanto círculos concéntricos como excéntricos. Este patrón de círculos concéntricos es una expresión matemática de la estructura de los números primos, descrita más adelante como un diseño unificador del cosmos. Los anillos concéntricos son también idénticos a aquellos generados por la refracción de la luz a través de cristales de calcita. Se encuentra este mismo patrón de anillos concéntricos en el centro de las imágenes cristalográficas de la calcita. Sorprendentemente, los antiguos artistas de La Maná representaron con exactitud la simetría refractiva del cristal de calcita, la misma propiedad que produce el efecto observado en la luz ultravioleta fluorescente. De hecho, el diseño mismo es una explicación visual completa del fenómeno fluorescente del mineral de calcita incrustado, el cual es también el principal constituyente de la piedra caliza con la que fue construido el complejo piramidal de Orión.

No sólo los efectos fluorescentes de los materiales de mortero usados, sino, de hecho, las formas enteras de las tallas en piedra, fueron diseñados para transmitir la estructura de onda estacionaria de la resonancia magnética. Las longitudes de onda corta de la luz producidas por los círculos incisos de calcita se ordenan a sí mismas en el mismo tipo de patrón en el que lo hacen las longitudes de onda larga de sonido resonante a través de las pirámides de Orión. Estos mandalas representan la resonancia de la Tierra, un patrón de refracción observado en todas las longitudes de onda de energía.

Un principio fundamental subyacente a la hipótesis de la resonancia magnética es que el polo Norte magnético es el centro del cual emanan las frecuencias del murmullo de la Tierra, lo que presenta una interesante posibilidad. Tal vez la variación entre los diseños de los dos discos octagonales puedan ser vistos como una descripción de la estructura resonante de la Tierra en dos estados cuánticos diferentes, asociados a diferentes ubicaciones del polo Norte magnético.

La ubicación actual del polo Norte magnético fluctúa más de 11º fuera del polo geográfico, lo cual ha sido la norma durante los últimos 12.000 años de tendencias de calentamiento global. La anterior era glacial del pleistoceno terminó abruptamente debido a un evento catastrófico que probablemente involucró el desfase de los polos a su ubicación actual. El disco octagonal con los círculos multicolores descentrados puede ser simbólico de la actual desalineación del polo Norte magnético y la resultante asimetría en los patrones de onda estacionaria de la resonancia terrestre. La anterior alineación de alta resonancia es representada por los artistas de La Maná como círculos perfectamente concéntricos en la simetría octagonal de la calcita, los siete círculos son primos. Esta cruz octagonal fue una vez llamada la «cruz rosa» por los coptos, y a la cual se refieren las culturas indígenas americanas como el aro de cuatro cuartos de la nación y es una compleja estructura subyacente al significado detrás de las referencias de los números primos codificados en cientos de artefactos de La Maná. En su presentación colectiva del orden sagrado de los números primos, se revela el significado holístico más profundo de estos artefactos.

La antigua escritura sánscrita ha sido documentada en algunos de los artefactos de La Maná, aunque la complejidad de los símbolos geométricos utilizados supera en mucho los textos básicos, sugiriendo que su lenguaje global definitorio es el de las matemáticas de los números primos, el lenguaje universal de la conciencia. La estructura de los números primos ha sido de profundo interés para las matemáticas puras. La pregunta esencial ha permanecido sin respuesta: si los números primos aparecen de una manera aleatoria o no en la secuencia de los números enteros. Mientras que los números primos generalmente muestran un ciclo basado en el seis de pares primos, no parece haber un patrón repetitivo subyacente al orden cíclico. Las incrustaciones geométricas fluorescentes presentes en las tallas en piedra de La Maná refieren los números primos 3, 5, 7, 11, y 13 repetidamente.

Los números primos se definen como números que sólo son divisibles por sí mismos y por la unidad. La organización de los números primos dentro de la serie de los números enteros ha sido un misterio para la matemática moderna hasta la obra de Peter Plichta, un químico de Dusseldorf. En 1997 presentó su teoría de la estructura de los números primos basándola en un ciclo de 6, un producto de los números indivisibles 1, 2 y 3. Aunque no es el único matemático en reconocer el ciclo de 6 en la secuencia de los números primos, su trabajo ha extendido esta concepción a la importancia de los números primos en todas las estructuras subyacentes al universo físico.

Aparte de los números 2 y 3 todos los números primos aparecen en un ciclo de 6. 6 n ±1 donde n= 1, 2, 3, … Por razones de combinación, este ciclo produce una serie de números pares gemelos, [5, 7], [11, 13], [17,19], 23, aunque con el número 25 inevitablemente obtenemos la primera raíz cuadrada de un número primo a partir de la función 6 n ±1 (el siguiente número compuesto es el producto de 5 x 7 = 35) que no es primo. La razón por la cual el número 6 tiene un papel tan elemental en la complejidad de los números enteros es que los números 1, 2 y 3 son indivisibles. Como resultado, el número 6 debe ser rodeado por la expresión: 6 – 1 = 5 y 6 + 1 = 7 y de ahí el primer par de números primos.

 

La búsqueda de Plichta del significado de los números primos se extiende hasta las estructuras esenciales de la química y bioquímica nucleares, específicamente aquella de los átomos y la tabla periódica de los elementos, así como también los aminoácidos y la hélice del ADN. La estructura del ciclo de 6 de los números primos puede ser visualizada como una cruz octagonalmente simétrica, con siete círculos concéntricos divididos en 24 puntos radiales. Al ser una constante universal «la cruz de los números primos no es una invención humana. Es, de hecho, un modelo del plan de construcción con el cual el infinito fue hecho finito en la estructura de los átomos.» Este mismo modelo también ha sido obtenido a partir de algoritmos de la mecánica cuántica del físico teórico Arkadiusz Jadczyk en una expresión más compleja: la función iterada cuántica octagonal (FIC). La cruz de los números primos y la FIC octagonal son patrones sincrónicos que reflejan la estructura de resonancia inherente a las estructuras atómicas, moleculares, planetarias y galácticas.

El artefacto más desconcertante del grupo es una representación de una pirámide (arriba) con 13 divisiones horizontales o escalones, 3 lados sobre la cara triangular incisa y 1 ojo símbolo. El único ojo fluorescente tallado e incrustado es un símbolo espiritual sánscrito de la visión psíquica: el tercer ojo. Al no haber verdaderas pirámides conocidas en América, sólo una multitud de pirámides escalonadas, ésta debe ser considerada como una representación de la Gran Pirámide de Gizeh, ubicada a miles de kilómetros de La Maná. Es interesante el hecho de que este artefacto ecuatoriano registre el símbolo del tercer ojo de la fachada original cuyas piedras de revestimiento ya no existen. En el lado anterior del artefacto triangular aparece una inscripción dorada de la constelación del cinturón de Orión y una serie de glifos sánscritos arcaicos aún sin interpretar.

La palabra sánscrita «naga» quiere decir culebra mientras que kundalini significa «serpiente» y es usado como una metáfora espiritual de un cordón anillado de energía presente en el cuerpo humano, simbólicamente encarnado en la cobra con el cuello expandido, endémica de las zonas al sur del Himalaya en Asia. La energía creativa kundalini puede ser estimulada para elevar la conciencia a través del sistema natural de chakras («rueda» en sánscrito), una alineación de siete centros vibratorios y rotatorios del cuerpo. Los niveles energéticos de los chakras se corresponden con el espectro de luz y sonido, cada uno con una frecuencia y un color propios, la frecuencia más baja es la del chakra raíz o basal y le corresponde el color rojo y continúa en orden ascendente a través del naranja, amarillo, verde, azul, índigo hasta el violeta del chakra corona, el de más alta frecuencia. Este hilo de ruedas energéticas puede ser visto como el centro convergente a través del cual escala la conciencia humana.
El lingam es un instrumento fálico utilizado analmente durante la meditación para liberar los anillos de la serpiente Kundalini, en un movimiento ascendente a lo largo de la espina dorsal a través de todos los siete chakras hasta aflorar en la corona. Se entiende que esta estimulación del flujo energético provoca la expansión de la conciencia con efectos poderosos. Estos conceptos sánscritos están encapsulados en los diseños incisos en la piedra de La Maná: el lingam de la cobra Kundalini (arriba), describe geométricamente este movimiento de energía desde el centro punteado en la punta del falo, siguiendo las líneas ventrales, a través de los siete chakras representados a cada lado del cuello expandido de la cobra. Los números primos son representados con incisiones fluorescentes, un punto en la cabeza del falo, dos puntos en los ojos y dos en las fosas nasales y siete puntos conectados a cada lado del cuello de la cobra. El número 33, un producto de los números primos 3 y 11, está también presente en las bandas incisa horizontales rosa y azul en el lado ventral de la cobra. El número 7 está cifrado por las fosas nasales y la boca formando en conjunto el numeral maya y sánscrito.
Un par de mapas de constelaciones también fueron precisamente representados en piedra hace mucho tiempo para ser luego descubiertos en los túneles bajo La Maná. Dos figurillas de piedra fueron encontradas sobre un disco de piedra con puntos incrustados formando numerosas constelaciones que brillan bajo la luz ultravioleta como estrellas en el cielo nocturno. Las constelaciones representadas en la base no se corresponden exactamente con las observaciones actuales, lo que habla de su gran antigüedad. Aun así se pueden identificar fácilmente como una representación del área del cielo nocturno alrededor de Orión, el cazador. También está representada la estrella solitaria de Aldebarán, Las Pléyades o siete hermanas y Castor y Pollux de los Gemelos y Proción. La base es un reflejo simbólico terrestre del cielo nocturno con el cual las dos figuras de pie están transpuestas. Las figuras llevan abultados trajes, como de robots, reclinándose para observar las estrellas, sus enormes ojos ovalados y vestidos fluorescen junto con las constelaciones bajo los rayos ultravioleta. Estas enigmáticas figuras simplemente observan en silencio la misma región del cinturón de Orión repetidamente reflejado en la arquitectura psicoacústica.

También fue descubierto un juego de 13 copas de piedra con incrustaciones fluorescentes, otra referencia numérica prima. La perfeccionada geometría de las copas, hechas en jade, sugiere el uso de avanzadas técnicas tardías para rotar la piedra mientras era cortada. Una de las copas resalta por su tamaño y un diseño de puntos incrustado que representa el mismo grupo de constelaciones señalado en el mapa de los observadores de estrellas. La copa grande de piedra también tiene incisos doce puntos fluorescentes azules alrededor de su pie, un conjunto de doce puntos naranja más grandes alrededor de la base y del fondo en el interior de la copa. Cada una de las doce copas pequeñas tiene un punto inciso y un numeral en el exterior y el contenido de líquido total de las copas pequeñas llena exactamente el volumen del recipiente mayor. La numeración de las copas pequeñas, de 1 a 12 está asociada con el zodiaco y los cálculos calendáricos de los ciclos de precesión terrestres. Los numerales de La Maná se asemejan a los de la cultura maya cuyos complejos cálculos astronómicos se preservan en sus veinte calendarios sagrados.

 

Se ha sospechado desde hace mucho que el profundo conocimiento astronómico y la precisión de las observaciones de los mayas, sumerios y egipcios son la herencia dejada por una avanzada civilización anterior, al igual que sus numerales y escritura logográfica. La cultura maya habla de sus antecesores como una civilización avanzada de gente de piel blanca, una complexión que puede ser el resultado de vivir bajo tierra, el tipo de lugar en el cual fueron descubiertos los técnicamente complejos artefactos de La Maná. El comienzo del calendario baktún maya cósmico antecede a la cultura maya misma en milenios, un hecho que sugiere la continuidad del conocimiento de los ciclos cósmicos desde un fuente más antigua y avanzada. Las complejas enseñanzas sagradas han sido meticulosamente transmitidas por los Guardianes del tiempo, sacerdotes como Gerardo Barrios Kaanek quien comenzó su peregrinaje espiritual a los 13 años de edad con un maestro maya, Ajq’iij. Dice Kaanek que estamos viviendo los tiempos de las profecías del Ox Lahuj Baktún. Este calendario cósmico abarca 5,200 años y finalizará el 21 de diciembre de 2012, en el calendario gregoriano.

 

El final de este ciclo del calendario se profetiza como un período de gran destrucción y renovación para la humanidad, un cambio cataclísmico que involucra al sistema solar entero. El calendario planetario es llamado el Ha´ab. Existen cuatro calendarios proféticos de los cuales uno tiene un lapso de 9 veces 52 años, conocido como el Belajeb Bolamtiku o «las nueve oscuridades». Este calendario habla de la oscuridad prevista que llevaron los españoles en la forma de epidemias, armas y catolicismo. Su duración es de 468 años, habiendo empezado el mismo día y hora en que Hernán Cortés desembarcó en Veracruz, México. El ciclo del Belajeb Bolamtiku ya ha transcurrido y ha sido precedido por un ciclo de nueve años de gestación que terminó en el año 2001, del calendario gregoriano. Los calendarios mayas más importantes son el Tzolk´in y el Tzolk´ij. El Tzolk´in es para la observación del tiempo y las distintas energías que se interrelacionan con el ser humano, tiene ciclos de 260 días igualando el ciclo de gestación humano. Un período de nueve meses en el calendario gregoriano, el ciclo del Tzolk´in forma una proporción áurea de 3:2 con el ciclo equinoccial de 6 meses. Se ha descubierto que existen relaciones y números Fibonacci subyacentes a la interacción del Tzolk´in con los otros calendarios, basadas en los números 5, 8, 13 y (la suma de los primeros seis números Fibonacci) 20. La observación de ritmos temporales interrelacionados por los mayas está ligada a su concepción de k´ulthanlilni y chacla, correspondientes directamente con la energía sánscrita kundalini y los centros de los chakras. La moderna concepción superficial y lineal del tiempo contraste fuertemente con la concepción maya cíclica del tiempo y la primacía del círculo.

La sabiduría indígena se hace eco de esta penetrante verdad, como en las palabras del sioux Oglala Alce Negro, nacido en 1863:

«Usted se habrá dado cuenta de que todo lo que un indio hace es un círculo y eso es así porque el poder del mundo siempre opera en círculos y todo tiende a ser redondo. En los viejos tiempos cuando éramos un pueblo fuerte y feliz, todo nuestro poder procedía del aro sagrado de la nación y mientras el aro permaneciera unido la gente prosperaba. El árbol floreciente era el centro del aro y el círculo de los cuatro cuartos lo alimentaba… Todo lo que El poder del mundo hace, es hecho en un círculo.»

Los hopi del sureste norteamericano se referían a su paisaje sagrado como «las cuatro esquinas», mientras que los incas de Los Andes ocupaban el Tawantisuyu: «tierra de los cuatro cuartos». Estas potentes descripciones de la estructura de la Cruz Prima es también descrita con precisión por otros numerosos artefactos encontrados en las cámaras subterráneas de La Maná, especialmente un conjunto de discos de piedra cuidadosamente pulidos con incrustaciones circulares que también describen el aro sagrado de la nación tanto en su estado completo como en su actual estado «roto» y desalineado.

El objeto más grande encontrado en La Maná es una piedra tallada de granito, del tamaño de un torso humano, con líneas talladas y rellenas con mortero, además de piedras pulidas incrustadas. Los contornos tallados son al tiempo sorprendentemente familiares y extraños: representan los continentes de la Tierra en lo que debe ser el mapa más antiguo conocido por la humanidad, una representación global del Pleistoceno. Las líneas incisas en la piedra y rellenas con mortero describen las antiguas líneas costeras en rosa y otro conjunto de líneas rectas y caminos curvilíneos en blanco. Cualquiera que esté familiarizado con la forma de los continentes actuales del globo puede reconocer una enorme similitud en el complejo entramado de líneas rosas del objeto. Por ello ha sido denominado «la piedra del mapa del mundo». Los continentes son inconfundibles, un lado muestra claramente a Italia, Grecia, el Mar Muerto, el Golfo Pérsico e India. La zona costera del sureste asiático es delineado de un modo un poco diferente a como lo hacen los mapas modernos, mostrando una masa terrestre actualmente sumergida en el área que ha sido nombrada por R. Schoch como Sundaland.

 

El otro lado de la piedra-mapa muestra las Américas de una manera un poco diferente, sin las islas del Caribe ni la península de Florida, pero revelando enormes masas terrestres ahora bajo las aguas del Atlántico y el Pacífico. En medio del Atlántico Norte se ve un pequeño continente que se asemeja a la descripción del filósofo griego Platón de la Atlántida, en los diálogos Timeo y Critias que datan del 400 a.c. Se ve en el área del Pacífico una enorme isla justo por debajo de la línea ecuatorial, probablemente del tamaño del actual Madagascar. También está representada una masa terrestre, al sur de lo que es hoy Japón, desde hace mucho sumergida cuya existencia ha sido propuesta por M. Kimura, cuyos investigaciones arqueológicas submarinas en Okinawa y en el monumento de Yonaguni han contribuido a la hipótesis de que la antigua civilización de Mu una vez habitó esta tierra perdida. Esta diferencia significativa sugiere la gran antigüedad del mapa, ya que deben haber ocurrido colosales eventos catastróficos de subducción y de elevación del nivel del mar desde la creación de la talla, ubicándola probablemente en una antigüedad superior a los 12.000 años.

La Historia Oculta de la Raza Humana

El video que hoy presentamos, representa una documentación excepcional, por la entidad del ponente Klaus Dona, y por la cantidad y calidad de  las pruebas, presentadas que demuestran, que existió una civilización global, en nuestro planeta, antes del diluvio.

Una civilización donde estaban los atlantes, los lemures y los annunakis. Es la historia que les venimos contando en este blog.

Klaus Dona, un investigador austriaco de extraños objetos arqueológicos, junto a Bill Ryan de Project Avalon y Project Camelot, expone a través de una presentación de diapositivas – muchos de los antiguos vestigios del mundo, que no son mencionados por la ciencia y que se encuentran perdidos en el baúl de lo ignorado por la historia convencional. 

Al ser piezas físicas, son pruebas irrefutables y difíciles de desestimar. A lo largo de su búsqueda arqueológica de artefactos inexplicables, su conclusión es clara: «No estamos solos, y es más, nunca lo estuvimos».

En un gran viaje con el fin de llegar a un ápice de lo que es la historia desconocida de la humanidad, en esta presentación de diapositivas que dura alrededor de 47 minutos, se hace alusión a muchos de los enigmas convergentes de nuestros tiempos, tales como la Atlántida, humanoides reptilianos, los Anunnaki, simbolismo antiguo, ciencia antigua, un antiguo lenguaje y civilización global, y mucho más.

[vimeo http://vimeo.com/14505067]

Especial: ¿Será Cósmico el Porqué de lo que Sucede en Egypto?

Bien estimado lector, pasamos a publicar un artículo que queremos proponer y que estamos seguros dará material para muchos “iluminados de la nueva era” y también para aquellos surfeadores de la Web que buscan contenido distinto para sus distintos espacios. A la pregunta: ¿Será cósmico el Porqué de lo que sucede en Egypto?, desde nuestro punto de vista es muy posible que Sí.
Las razones más allá de la cercanía del 2012
y de supuestas profecías mayas o antiguas psicografías raramente interpretadas tienen connotaciones más científicas que otra cosa. Vamos por partes y siga Ud. con cuidado lo que vamos a proponer. Primero todos sabemos que la Tierra tiene un núcleo terrestre y que gracias a éste es posible que se genere la llamada magnetósfera que bien nos protege de los rayos cósmicos y la radiación de Rayos Gamma. Segundo sabemos que ésta magnetósfera No es estable. Tercero sabemos también que desde la Galaxia de Andrómeda M31 un pulsar natural actuaría como faro cósmico que birndaría un pulso natural a todos los seres vivos “tambien” en la Tierra…ésto lo verificó W.O.Schumman en 1952 con su famosa Resonancia Schumman ahora bien, un dato muy importante es recordar que cuando éste faro cósmico se desincroniza con el pulso natural humano es cuando han ocurrido los principales eventos de la humanidad…digamos algo así como una “locura cósmica”, y para que No crea Ud. que nos estamos reblandeciendo por la New Age es importante recordarle que en el año 2008 la sonda Themis de NASA descubrió una gigante brecha magnética en nuestra magnetósfera que permitiría acceder partículas y pulsos de distintos rangos (superiores a 7.8 Hz.)(clic para ver), lo curioso de ésta noticia para nada nueva es que la misma brecha se haya hoy principalmente en medio oriente, es decir en Egypto.
Ahora bien, para aquellos que han tenido la oportunidad de ver el superdocumental El Ojo de Horus (clic para ver) recordarán que ahí se propuso la idea que las pirámides actuaron (y quizá hoy también) como

super condensadores de energía que proyectaban al espacio (ionósfera) (mismo H.A.A.R.P.) para equalizar la variable magnetósfera y así seguir protegidos naturalmente del voraz cosmos. ¿Acaso similarmente a lo que todos recordamos como aquel haz de luz fotografiado desde la pirámide de Kukulcán de Julio del 2009 en Chichen Itzá México (clic para ver)?, vamos! sabemos que Egypto posee oculto bajo sus arenas muchísimos tesoros perdidos como símbolos, cartas, mapas, escritos, (clic para ver)(clic para ver)de quizá mas de los conocidos 5,000 años AC y que bien reformularían los orígenes, la historia y la evolución humana…..desde el mismo sitio que es cuna para las tres principales religiones humanas el cristianismo, el judaísmo y la religión musulmana, desde RA, Amum, Aten, Osiris, Isis, Horus, Allah, Mohammed, Jehovah, Jesus,… tuvieron que ver con éste lugar, Egypto, un país que hoy lucha y pugna por su libertad, una analogía de una humanidad fuera de ritmo que busca el orden social quizá basado en una influencia natural cósmica. ¿Ud que piensa?

EL PAPIRO DE TURIN LA LISTA DE DIOSES QUE HACE CHIRRIAR A LOS EGIPTOLOGOS

En mayo del 2010, durante la visita para contemplar la Síndone de la ciudad de Turín, tuve la ocasión de acercarme hasta el Museo Egipcio, donde se esconde uno de los mayores objetos que no deberían estar ahí de la arqueología, el Canon Real o Papiro de Turín.

Este papiro de escritura hierática se encuentra cerca de la entrada al museo, nada más entrar a mano izquierda, escondido detrás de una vitrina y que pasa desapercibido a los visitantes, más interesados en la búsqueda de momias o esculturas que les asombren.

Datado en la época de Ramsés II, ¿qué tiene de especial que lo convierte en un objeto imposible? Pues bien, el texto menciona los nombres de los faraones que reinaron Egipto, pero también los dioses que les precedieron, los semidioses, y los seguidores de Horus. Esta lista no es conmemorativa de ningún faraón, con lo que contiene los nombres reales de todos sus gobernantes, incluyendo los faraones menores y los usurpadores. Y ahí es donde radica la cuestión, pues tomándola como válida, ¿quiénes eran estos dioses que gobernaron Egipto y que son anteriores a la dinastía I?

El papiro es de 170 centímetros de largo y 40 de ancho, y está roto en 160 fragmentos que, afortunadamente, se han podido recomponer conformando la lista mencionada.

Descubierto en 1822, por Bernardino Drovetti, el que fuera cónsul de Egipto, cerca de la ciudad de Luxor, fue donado al Museo Egipcio de Turín en pésimas condiciones; aunque se sabe que en su descubrimiento estaba prácticamente intacto.

Giulio Farina reconstruyó el documento y lo selló entre dos hojas de vidrio en 1938, que es como puede verse hoy en día. No sería hasta 1959 que Gardiner, que se hizo famoso por recopilar todos los jeroglíficos egipcios y publicar su gramática, cuando éste transcribiría lo que decía y hacía públicas estas revelaciones.
Parece que el Papiro contiene los nombres de unos 300 monarcas en orden cronológico, incluyendo la duración de sus reinados en años, meses y días, lo cual convierte al Canon Real de Turín en un documento de gran importancia a la hora de establecer una cronología para el Antiguo Egipto.

La lista de reyes del Canon Real de Turín comienza con los dioses que según las creencias de los antiguos egipcios gobernaron Egipto al principio. Y aquí es donde radica el problema para los egiptólogos, pues aseguran que esto es mitología y sólo dan por cierta la cronología a partir de la Dinastía I. ¿Por qué los dioses nunca gobernaron Egipto según los arqueólogos? No se sabe, o tal vez sí, ya que ello repercutiría en que se debiera admitir la presencia de unos dioses en la antigüedad, o tomados como tales, y ello implicaría dar por cierta la teoría de que esos seres divinos no eran precisamente de este mundo.

Al comienzo de la lista se encuentra el dios Ptah que, según la cosmogonía de Menfis, creó el mundo con el corazón y la palabra. Le sucede Ra, el dios sol creador de la vida, y después su hijo Shu, el aire, que separó el cielo (Nut) de la tierra (Geb) interponiéndose entre ambos. A Shu le sucede Geb, y después el hijo de éste, Osiris, que es asesinado por su hermano Seth.

Luego aparece Horus, el hijo póstumo de Osiris, que luchó contra Seth por el trono de Egipto. Después, el Canon Real de Turín da los nombres de otros tres dioses: Thot, Maat y un Horus cuyo nombre se ha perdido. Aquí hay que tener en cuenta el papel de Maat, que es la diosa del orden, la justicia, y la verdad, y al mismo tiempo un concepto abstracto de difícil definición en la actualidad.

Después aparecen otros nueve dioses, que son los que se encargan de la transición entre un gobierno de dioses a otro de humanos. Estos dioses son los bau de Buto (Pe) e Hierakómpolis (Nekhen), los cuales representan a los gobernantes del norte y del sur durante el Periodo Predinástico (anterior al 3000 a.C.). Estos dioses en conjunto forman los bau de Heliópolis y se relacionan con Horus, el dios de la realeza. Es importante señalar que Buto e Hierakómpolis eran las capitales predinásticas del Bajo y Alto Egipto respectivamente. Después vienen los Shemsu Hor (Seguidores de Horus), los cuales podrían ser los reyes predinásticos, pero aún no está claro. Los Seguidores de Horus se representan con cuerpos celestes, con forma de discos alados, y con armaduras impropias de su época.

Después de esta lista de dioses, el Canon Real de Turín comienza con los reyes humanos, siendo el primero de ellos Menes, primer rey de la I Dinastía, el primer Rey del Alto y Bajo Egipto, esto es, del Egipto unificado. Su nombre aparece dos veces, uno con un determinativo para “humano” y el otro para “divino”.

Los reyes y sus reinados se suceden hasta llegar a la Dinastía XVII, donde se corta la cronología. El papiro también incluye a reyes del Primer Periodo Intermedio (Dinastías VII a XI, 2181-2055 a.C.), sobre todo de la segunda mitad del mismo, cuando se produjeron los enfrentamientos entre los reyes heracleopolitanos y tebanos por el poder; con el cual se hizo finalmente el tebano Mentuhotep II, iniciando el Imperio Medio (2055-1773 a.C.). Aún así, se ha perdido valiosa información referente a la Dinastía XI; aunque recientemente han aparecido los trozos extraviados en el Museo Egipcio y se espera recomponer el papiro en breve, con una nueva traducción de textos y reyes que hasta ahora se consideraban perdidos.

Al contrario de lo que ocurría con las listas reales vistas, el Canon Real de Turín sí que incluye a los odiados gobernantes hiksos del Segundo Periodo Intermedio (1773-1550 a.C., dinastías XIII a XVII, siendo las dinastías hiksas la XV y la XVI), aunque añadiendo a sus nombres el determinativo de “extranjero”. El término de “hiksos” viene de la expresión egipcia “heqau khasut”, es decir, “gobernantes de los países extranjeros”, el cual se aplicaba a los gobernantes asiáticos. Evidentemente, el motivo de la inclusión de los hiksos en el Canon Real de Turín es que no era una lista real destinada al culto a los reyes predecesores de un faraón como las de Abidos o Karnak, como ya hemos citado con anterioridad, lo cual le da más veracidad a la lista de dioses gobernantes como tal, y no producto de una fantasía mitológica.

El Papiro de Turín, curiosamente, coincide con otras fuentes apócrifas que paso a enunciar.

La Piedra de Palermo se trata de la mitad de una enorme losa de diorita negra, que originalmente debía medir aproximadamente unos 2 metros de longitud y 60 centimetros de altura, y que actualmente se puede contemplar en el Museo de Palermo, aunque en realidad existen 7 fragmentos en total distribuidos por diferentes museos del mundo. El documento, en escritura jeroglífica, da cuenta de 120 reyes predinásticos que reinaron antes de que existiera oficialmente la civilización egipcia. De nuevo aparecen los nombres de los misteriosos dioses y semidioses engrosando las genealogías reales egipcias.

Otro apócrifo para la egiptología sería algunas de las incorrecciones que dicen ellos que cometió Manetón en sus crónicas de Egipto.

Manetón fue un sacerdote egipcio de Heliópolis que vivió en el siglo III a. C., durante los reinados de Ptolomeo I y II, poco tiempo después del historiador babilónico Beroso, siendo ambos casi contemporáneos. Las cronologías que detalló Manetón encajan perfectamente con el Papiro de Turín y la Piedra de Palermo.

Manetón escribió “La Historia de Egipto” en 3 volúmenes o tomos, que en realidad ya no existen y no podemos leer en su fuente original. Pero nos han llegado fragmentos recogidos por distintos autores. Por un lado, las citas de Flabio Josefo (siglo I d. C.); y por otro, los escritos de los llamados “padres” (autores relacionados con la Iglesia), como Julio Africano (siglo III d. C.), Eusebio de Cesarea (siglo IV d. C.), y Sincelo, conocido como Jorge el Monje (siglo IX d. C.).

Pues bien, según recoge Eusebio, una dinastía de dioses reinó en Egipto durante 13.900 años: el primer dios fue Vulcano, el dios descubridor del fuego, después el Sol, Sosis, Saturno, Isis y Osiris, Tifón hermano de Osiris, y Horus hijo de Isis y Osiris. A estos, siguieron dinastías de semidioses que reinaron durante 11.025 años, lo que hace un total de 24.925 años. A partir de ese tiempo, aproximadamente sobre el 3.000 a. C. reinaría el primer faraón, Menes o Narmer.

Según transmite Sincelo (Jorge el Monje), desde las Crónicas de Manetón, seis dinastías de dioses reinaron durante 11.985 años. De nuevo aparecen: Hefesto dios del fuego, Helios o Sol, Agatodemon, Cronos o Saturno, Isis y Osiris y Tifón hermano de Osiris. Los primeros 9 semidioses que cita Sincelo son Horus (hijo de Isis y Osiris), Ares, Anubis, Heracles, Apolo, Amón, Titoes, Sosus, y Zeus, abarcando entre estos 9 semidioses un periodo de unos 2.645 años aproximadamente en el reinado en Egipto. A continuación, siguen sucediéndose dinastías de semidioses, y seguidores de Horus, abarcando entre todos ellos miles de años de reinados en Egipto, en unas cifras similares a las que establece Eusebio. Y todo esto, antes de que empezara a reinar en Egipto el primer faraón según la Historia oficial.

Hay pequeñas diferencias entre las cronologías de Eusebio y Sincelo, pero ambas básicamente son muy similares. Por ejemplo, Sincelo cataloga a Horus como el primero de los semidioses, mientras que Eusebio lo nombra como el último de los dioses.

Si todos estos reyes hubieran sido figuras inventadas o mitológicas, probablemente no se hubieran hecho constar la duración de sus reinados en cifras tan exactas, sino que simplemente se habrían presentado esos períodos como espacios de tiempo indefinidos. ¿Por qué si no, se data con tanta precisión en los cómputos la duración de los reinados de estos dioses y semidioses? ¿Existieron realmente? ¿Y por qué los historiadores y la arqueología se niegan a aceptarlos como reales y sí lo hacen con los faraones a partir de la Dinastía I? ¿Acaso no tienen el mismo derecho?

Julio Africano volvió a referirse a los dioses, los semidioses, héroes y “espíritus”. Detalla que después del Diluvio, la primera casa real egipcia tuvo 8 reyes, el primero de los cuales fue Menes de Tis, que reinó durante 62 años. Fue arrollado por un hipopótamo (Eusebio precisa que era un dios en forma de hipopótamo) y pereció.

No podemos olvidar el importante testimonio de Diodoro de Sicilia, un famoso historiador griego del siglo I a. C., que empleó 30 años en escribir una Historia Universal, para lo cual visitó todos los lugares y monumentos que mencionó. En Egipto fue ilustrado por los sacerdotes y eruditos egipcios de aquella época, y no dudó en escribir que los primeros monarcas del país del Nilo reinaban desde hacía 23.000 años. Otra vez asomaban dioses y semidioses en la cronología de Egipto, en un tiempo en el que todavía no reinaban los seres humanos.

Concluyendo con la posibilidad de que estos dioses y semidioses hubieran gobernando Egipto mucho antes de las dinastías conocidas, ¿quiénes eran estos dioses? ¿De dónde llegaron? ¿Fueron ellos los constructores de los más grandes monumentos de la antigüedad? Esa es la pregunta que deberíamos hacernos ante las evidencias de las transcripciones de los textos del Canon Real de Turín, la Piedra de Palermo, o las Crónicas de Manetón, en lugar de intentar negar su existencia, achacándolas de fantasías de sus autores o mitologías heredadas, sólo porque no encajan en las cronologías del tiempo.

EL ASOMBROSO ZODIACO DE DÉNDERA, la conexión Egipto-Atlante

Es muy probable que Albert Slosman acabe siendo reconocido como uno de los más grandes Egiptólogos de todos los tiempos, aunque hasta 1972, año en que pasó cuatro meses en Egipto, no se dio cuenta, de que se le habían abierto unos horizontes absolutamente fantásticos sobre la antigüedad Egipcia.

De todos los lugares fascinantes de Egipto, Déndera fue el que más le apasionó, por ello se centró en el estudio de su famoso Zodíaco, que fue encontrado por casualidad o CAUSALIDAD durante la campaña Egipcia de Napoleón. Cuando el ejército del sur, al mando del general Desaix, iba en persecución del ejército Mameluco, tanto hombres como animales estaban agotados y el general ordenó un alto para descansar en las arenas del desierto y descargar los camellos.

Bajo el peso de una caja de municiones se abrió un hueco en el suelo y ésta se hundió en él. Los soldados se asomaron por el agujero y descubrieron que la caja había caído dentro de una sala casi llena de arena, a la que no tardaron en bajar.

El ejército iba acompañado por una veintena de sabios que entraron tras los soldados y se encontraron con que el techo de aquella cámara era un maravilloso mapa celeste. Acababan de descubrir en el fastuoso templo de Déndera, medio enterrado entre las arenas, su asombroso Zodiaco.

El primer dibujo que se hizo de él, para enviárselo a Napoleón, que estaba en El Cairo, lo realizó el vizconde Deno, que pasó bastantes días y noches en difíciles condiciones de comodidad y de iluminación para reproducirlo. El resultado, no obstante, fue espléndido, casi fotográfico. Más de veinte años después, en 1822, llegaba el planisferio al Museo lmperial de París (Futuro Museo del Louvre) desatando encendidas polémicas entre los sabios.

UNA LOSA DE 60 TONELADAS

Las dimensiones originales de la losa en la que se había esculpido el Zodíaco eran de 3,60 metros de largo Por 2,40 de ancho y un grosor de 90 centímetros, lo que significaba un peso entre 55 y 60 toneladas. Para aligerar el peso, M. Lelorrain, el héroe encargado de desmontarlo y transportarlo a Francia, decidió cortar dos series de líneas en zigzag, que tenía la piedra en su parte más larga, con el fin de cuadrarla.

Con esto eliminó el jeroglífico que representaba el gran cataclismo, ya que en la lectura de los jeroglíficos el agua se representa con una línea quebrada; el plural de las aguas son dos líneas; con tres la crecida del Nilo y el diluvio con cinco líneas quebradas. Como el Zodíaco de Déndera está rodeado de ocho líneas, nos encontramos con un Superdiluvio, de ahí la idea de llamarlo «El gran cataclismo«.

La campaña de Napoleón en Egipto, puso de moda en Europa todo lo Egipcio y la llegada de la losa esculpida con el Zodíaco produjo una profunda perturbación en las academias de sabios. Durante un periodo de diez años se publicaron 432 estudios entre San Petersburgo, Berlín, Londres y París, los cuales serían comentados en gran parte por Slosman en sus libros.

Hubo tres clanes de grandes sabios en pugna constante. El clan de Cuvier y Monge afirmaba que los relieves y las pinturas del templo eran Griegos y que habían sido datados en el siglo II AC y en consecuencia, no tenían nada de Egipcio. Eran bellas pinturas y nada más.

El equipo de Jean François Champollion decía: «Ustedes no tienen todo en cuenta«. Si estas doce constelaciones están sobre el Zodíaco en relación con Sirio, Orión y los planetas, su emplazamiento se establece con referencia a las estaciones Egipcias y no a las Griegas, es decir que la antigüedad hay que datarla en dos mil años antes de Cristo y no en doscientos.

Un tercer clan, el de los astrónomos de Charles Dupuis, replicaba:

«Todos ustedes están en un error, porque todas las constelaciones están conducidas por la de Leo, que está sobre una barca. En esa época el Sol estaba en la constelación de Leo, por tanto, es el cielo de hace doce mil años, no dos mil ni doscientos».

En escena apareció un cuarto y potente clan representado por el Arzobispo de París, que amenazó con la excomunión a quienes mantuvieran tales tesis. No hay que olvidar que esto tenía lugar en 1.820 y según la Iglesia (el Vaticano), la creación del mundo había tenido lugar cuatro mil años antes de Cristo; Adán, el primer hombre, había aparecido cinco mil años atrás y la Tierra no tenía una antigüedad superior a seis mil años.

Así pues, hace sólo ciento setenta y cinco anos que los sabios conocían que el mundo existía desde hacía más de seis mil años pero no podían decirlo por el riesgo que corrían. La tradición estaba establecida y nadie se atrevía a cuestionarla.

Hasta 1.956 la Comisión Bíblica no solicitó un restablecimiento de la verdadera cronología de esta parte del Antiguo Testamento. Sin embargo, en 1.995 todavía se siguen datando los monumentos Egipcios en función de la decisión del Arzobispo de Paris, Monseñor Affre.

El año actual corresponde, en cambio, al 5.756 del calendario judío, que arranca, según una tradición, desde la creación del mundo y según otra, de la salida de Abram (que después fue Abraham, hijo de Thera, de Ur). Es curioso que Ur signifique Luz y que el padre de Abraham se llamara como la isla que algunos han asociado a la Atlántida o a una colonia Atlante.
Según afirma Slosman, es posible hablar de sus descubrimientos sobre Déndera porque se dispone de escritos desde cuatro mil, hasta mil años antes de Cristo, en los que se habla de Déndera y sus reconstrucciones, así como lo que entre los años 1.840 y 1.870 opinaron Mariette, Máspero, etcétera. Su mérito ha sido ratificar sus descubrimientos e ir más lejos.

El templo de Déndera, es el templo de la Dama del Cielo y todos los fundamentos de la Astronomía y de la Astrología parten de allí, y así fue a lo largo de sus reconstrucciones, ya que la que actualmente contemplamos es la sexta reconstrucción sobre los únicos cimientos originales, que se remontan a los arquitectos Sucesores de Horus, que fueron los primeros supervivientes llegados a las orillas del Nilo, tras el cataclismo Atlante.

Existe un papiro del escriba del faraón Keops a quien se atribuye la construcción de la Gran Pirámide (aunque probablemente sea muy anterior) que se conserva en el Museo de El Cairo, en el que se precisa que, por orden de Khufu (Keops), el Templo de la Dama del Cielo de Déndera será reconstruido por tercera vez, sobre el mismo emplazamiento y según los planos establecidos por los sucesores de Horus, sobre pieles de gacela y salvaguardados en los archivos del Rey.

LOS ARGUMENTOS DE LA FONÉTICA

Otro aspecto fundamental de las investigaciones de Slosman se refiere a la fonética. El punto de partida es el capítulo XVII del Libro de los Muertos, porque a través de él se llega a la Atlántida. En ese libro se habla del Más Allá, pero en este caso se trata del nombre de un país que fue sumergido por la cólera de Dios.

Ese país se llamaba AHA MEN PTAH (Amenta para los Griegos; Amenti, en castellano), el Reino de los muertos, pero que en su traducción exacta quiere decir: Primer corazón o corazón primogénito de Ptah. (Según multitud de textos Ptah es el Dios Único, el Dios Eterno, el Todopoderoso).
El hilo conductor que enhebra Déndera y el gran cataclismo, es ese capítulo XVII, que establece la situación desde los ancestros, y los ancestros son los Faraones, porque Faraón es de nuevo una palabra Griega, que en jeroglífico es PHER AON, PER AHA, lo que significa:

Descendiente del Primogénito y el primogénito es Osiris.

Toda la trama se explica a lo largo de un extenso texto en el que se cuenta, que los primogénitos se encontraban en ese otro país, AHA MEN PTAH, que fue engullido por el Mar. Los supervivientes establecieron ATH KA PTAH, que significa Segundo corazón de Ptah, cuya fonetización Griega es Egyptos. Si según apuntan todos estos datos, hubo un enorme cataclismo que sumergió todo un continente, éste tuvo que ser la Atlántida.

Los textos de Platón hablan de ello claramente. Él mismo dijo que fue Solón quién le inspiró. Timeo y Critias, y Solón que vivió siete años en Egipto y aprendió con los sacerdotes de Sais, todo lo referente al continente sumergido, así como en los jeroglíficos, que leía y comprendía.

EL GRAN CATACLISMO QUE SUMERGIÓ LA ATLÁNTIDA

Es preciso tener en cuenta que cataclismos de esta magnitud se han repetido con cierta periodicidad, y remito al lector al magnifico estudio realizado por Juan Bonet, magnífico investigador, que en su libro: El vuelco de la Tierra, editado por la Universidad de Navarra, describe los cuatro vuelcos habidos ya en nuestro planeta y apunta además la posibilidad de un próximo quinto vuelco (vuelcos de aproximadamente 180º grados) con el consiguiente cataclismo.

Todos los vuelcos habidos son asociables a los diversos relatos de diluvios de las distintas leyendas y tradiciones, que siendo muchos pueden reducirse a cuatro, coincidentes en sus características con los cuatro vuelcos mencionados. Precisamente el último, que coincidió con el final de la última Glaciación (el que originó tal final), fue el que hundió la Atlántida, recogido en la epopeya de Gilgamés y en el diluvio bíblico de Noé.
A este respecto Slosman cuenta, que los sacerdotes que estaban al corriente de lo que iba a ocurrir, habían hecho construir decenas de miles de embarcaciones insumergibles, que llamaban Mancgit y no sólo sirvieron para salvar a una parte de la población, sino que fueron utilizadas también por sus descendientes. Son esas Barcas Sagradas que se encuentran por todas partes, en las que se habían salvado Osiris, Isis y Horus.
Cuando la Tierra volcó girando 180º sobre el eje, el movimiento aparente del Sol primero se detuvo y luego el cielo pareció desplomarse. A continuación, el Sol retrocedió en su curso para ponerse por donde había salido, todo ello en un tiempo brevísimo. Después, acompañado de gigantescos terremotos se produjo la gran inmersión y la desaparición del Sol.
Los supervivientes escaparon en todas direcciones, pero una buena parte de ellos se dirigieron hacia lo que había sido hasta entonces, la Tierra de Poniente, que es precisamente lo que significa la palabra MOGHREB, la costa de Marruecos. Desde allí se dirigieron en un largo éxodo hasta el Nilo.

LA TEOLOGÍA ORIGINAL DEL MUNDO


El mencionado capítulo XVII del Libro de los muertos recoge, en realidad, la Teología original del mundo de la cual todas han derivado. Una teología sorprendente porque es absolutamente monoteísta e idéntica al Dios de Abraham y de Moisés. Según Slosman, el Antiguo Testamento no es sino una copia de esta Teología original, en la que se olvida demasiado fácilmente que Moisés era Príncipe de Egipto y por tanto, que había sido elevado a Gran Sacerdote porque estaba destinado a ostentar el cetro.
A esto es preciso agregar algo sumamente importante: El resultado de la cuidadosa, documentada y exhaustiva investigación realizada por el escritor Egipcio Ahmed Osman, que concluye que ese Príncipe, de madre Judía, la Reina Tiyi, hija del Visir Susa (el José bíblico) y padre Egipcio, el Rey Amenofis III, fue el Rey Amenofis IV, al que se conoce más como: Akenaton, o el Rey Hereje, porque restablece el culto a un Dios único, Atón y Akenaton es precisamente Moisés.

Para situar adecuadamente esta cuestión es preciso hacer una digresión. El nombre Moshe, Moisés, no significa Salvado de las Aguas, como suele interpretarse sino Nacido de las Aguas, ya que las Aguas, representan siempre la esencia de la vida. Además el mundo de las aguas, simboliza el mundo emocional, lo cual se asocia al amor, entre su padre Egipcio y su madre Judía, de la que él nace, lo que automáticamente lo convierte en Judío indiscutible, porque para el Judaísmo son Judíos los hijos de vientre Judío. (La madre siempre es evidente, pero el padre sólo es presumible).
Este nombre tiene una connotación de suma importancia ya que lo relaciona con los nacidos de las aguas del cataclismo, los primogénitos, descendientes del primogénito (Osiris) y sucesores de Horus en ATH KHA PTAH, en el Segundo Corazón de Ptah. En consecuencia, el nombre Moisés, sirve como pista clara para relacionarlo con su origen regio indicando que no es un príncipe cualquiera.

Como tal, además de prepararse para manejar el mundo material, es preparado para manejar el mundo espiritual, ya que el Faraón es Sumo Sacerdote. Y así aprendió, de la primera letra hasta la última, todo el monoteísmo original Egipcio, tal como se enseñaba precisamente en Déndera.

EL HORIZONTE DE ATON
Por otra parte Akenaton no establece, sino que restablece el monoteísmo original con Ptah, el Único, que es lo mismo que representa ATON, y una vez hecho esto, traslada su capital a un lugar del desierto, en el que las montañas forman un arco cuya cuerda es el Nilo y al cual da el nombre de El horizonte de Aton, Akenaton, conocido actualmente como Tell el Amarna.

Pero hace algo más. Traza sobre el territorio Egipcio un gigantesco círculo, de cientos de kilómetros de diámetro, que marca con doce estelas, y en ellas escribe: Estos son los límites de mi Reino. Estos límites son muy inferiores al Imperio real, formado por el Alto y el Bajo Egipto, pero sólo aparentemente porque las estelas representan las doce puertas del Zodíaco, lo que convierte en Reino suyo lo que está Más Allá, el Universo Entero.
Akenaton, según los Egiptólogos, es derribado por una revuelta sacerdotal y probablemente asesinado, aunque ni su tumba ni su momia se han encontrado nunca, y su nombre fue borrado de los monumentos; sin embargo hay una estela de El Amarna, en la que figura que simplemente desapareció.

Moisés también desaparece de Egipto y reaparece cuarenta años más tarde, para llevarse a un pueblo prácticamente limpio de religión, los Habiru, más Egipcios que Judíos, como queda muy claro si se lee con atención el principio del Éxodo, a los que conocía bien y a los que transmitió todo el monoteísmo Egipcio y cuanto había aprendido allí, unido a las experiencias y los conocimientos que había adquirido durante cuarenta años con Jetro, sacerdote de Madián, que llegará a ser su suegro.

EL VALOR DE LOS JEROGLÍFICOS

Lo que pocos conocen es que en 1.812 Champollion publicó en Grenoble un libro titulado De la Escritura de los Antiguos Egipcios, en el cual afirma, que la escritura jeroglífica en modo alguno es alfabética, pues representa cosas, no sonidos, y lo mismo afirma de la escritura Hierática a la que considera como Una Taquigrafía Jeroglífica.

El propio Champollion lo hizo desaparecer de las librerías con el pretexto de que podía lesionar a las personas piadosas, porque hacía remontar las dinastías Faraónicas al año 5.285 antes de Cristo, es decir, antes del nacimiento oficial de Adán.

Clemente de Alejandría, Padre de la Iglesia del Siglo III, en su Stromatas hace un estudio muy próximo a la realidad de lo que son y representan los diferentes tipos de escritura Egipcia, y el propio Aristóteles, en el Tratado de Filosofía según los Egipcios, se refiere a los jeroglíficos, que es más que probable que conociera perfectamente en su dimensión de lengua sagrada porque escribe:

Los Egipcios, habiendo conocido las formas espirituales, se expresaban por una doctrina intelectual superior a los métodos humanos. Grababan estos conceptos sublimes por medio de figuras, tornando las piedras de los muros de sus templos. Las usaban tanto para todas las ciencias, como para todas las artes, con el fin de indicar que el espíritu inmaterial lo había creado todo a partir de los modelos particulares de cada ser.

Y Slosman añade: En todos los tiempos estos jeroglíficos fueron objeto de una consideración respetuosa, porque estas imágenes no podían ser más que portadoras de un mensaje celeste: El de la Ciencia Divina. Su significación simbólica sólo podía ser, sin duda, mística e iniciática. Esto significa, sobre todo, que los jeroglíficos tienen una base ideográfica, altamente espiritual, y que por esta razón la mayoría de los signos no eran comprensibles para el pueblo.

Es decir, que existía un lenguaje popular que se leía en alta voz y que por consiguiente era hablado. Fue llamado más tarde lenguaje Demótico. Por tanto, se ha de suponer que el jeroglífico no era más que un lenguaje escrito destinado a la conservación de la Tradición Original. (Jeroglíficos Multimedia)

De hecho, los conflictos en los que se sumergieron los sabios al aplicar a los textos el método de Champollion, fueron enormes, porque además de ser totalmente diferentes las interpretaciones entre unos y otros, generalmente los resultados son incomprensibles. Los griegos llamaron a los jeroglíficos Lengua Sagrada. Podemos entender, que es así, porque los primeros datan de Menes, y cuando los volvemos a encontrar 4.000 años más tarde sobre la Piedra de Rosetta, los signos son absolutamente idénticos.

En 4.000 años no se ha cambiado ninguno. Sin embargo, había dos lenguas habladas, el Demótico y el Hierático, que en 500 ó 600 años sufrieron cambios enormes, hasta el extremo de que al cabo de 1.000 años, ya no se comprendían.

Existen cinco diccionarios principales sobre jeroglíficos: Suizo, Belga, dos Franceses y uno Inglés, y en todos ellos no hay dos palabras que sean comparables: Nadie traduce, sino que cada uno interpreta a su manera las imágenes que ve. Los jeroglíficos son iconografías diversas: Pájaros, Animales, Hombres, Mujeres, pero que constituyen una lengua comprensible, real, original, tradicional.
Y si este planteamiento entra en colisión con lo tradicional. ¡Qué se le va a hacer! ¿Qué se le va a hacer?.

Pues, sí se puede hacer: Volver a la humildad de la ciencia carente de Dogmatismos. Abrirse a la verdadera ciencia, que en sí misma, estará siempre abierta a todas las posibilidades. Acaso sea el momento en este tiempo cambiante de conocer el legado, el mensaje, las instrucciones de nuestros antepasados.

EL GRAN CATACLISMO FINAL


Este dibujo aparece en los principales templos Egipcios y su importancia radica en que permite leer sin la aportación de ningún texto escrito la totalidad de la escena primordial del Gran Cataclismo, origen del hundimiento de AHA MEN PTAH, el Edén desaparecido. La triada divina estaba a la cabeza de los evadidos, que se han convertido en supervivientes de la Atlántida, originando gracias a Hor (Horus) una dinastía de Faraones o hijos de Dios.

En primer lugar, se encuentra Nut, la reina virgen, madre de Usir (Osiris). Por haber enviado al mundo al primogénito de Dios, sube al cielo desde donde protege a los hermanos menores. Por esto, se identifica a la reina Nut, con la Vía Láctea. Aquí se la ve con el cuerpo constelado de estrellas, formando un puente entre Oriente y Occidente como El Gran Río Celeste.

Desde el oeste, lugar donde tuvo lugar la terrible catástrofe, el mar ha sumergido toda la tierra del inmenso continente y sobre su superficie sólo quedan las Mandjit, embarcaciones insumergibles concebidas para asegurar la supervivencia.

Sobre la barca de la izquierda se encuentra Osiris, con la cabeza vendada. La mitad trasera de un león esta apoyada sobre las vendas, representando el desorden. El trastorno y la ruina que se ha producido durante el paso del Sol, en la constelación de Leo en movimiento retrógrado. Al lado de Osiris está su hijo Horus, representado por el halcón y portador del Sol. Porque, de su supervivencia depende el renacimiento de los evadidos.

Como ha sido gravemente herido y apenas tiene un hilo de vida, la Cruz Ansata, Ank, está ensangrentada, lo cual no ocurre con la que lleva Iset (Isis), la madre de Hor y esposa de Usir. Ella lleva sobre la cabeza el alma de los escapados, simbolizada por una pluma verde de avestruz. La Mandjit de la derecha, ha superado las dificultades con la ayuda de un velamen de fortuna. Ha llegado a Oriente, a TA MANA, el lugar del ocaso.

Los Dioses llegados de las estrellas

En la documentación que hemos leído y consultado en el blog, no siempre nos ha dado una pista única del devenir de los hechos.

Una de las encrucijadas en las que a menudo, nos hemos visto obligados a tomar partido, corresponde a la época de Los Atlantes y Los annunakis.

La conquista y desarrollo posterior de los focos de civilización a ambas orillas del atlántico han sido atribuidas a las dos civilizaciones.

Recientemente y gracias a los trabajos del doctor Zecharia Sitchin, la pruebas aportadas a favor de los annunakis resultan abrumadoras, ante la poca documentación existente sobre La Atlántida.

Hoy  D. Manuel José Delgado en su blog http://manueljosedelgado.wordpress.com/ nos aporta una teoría diferente que acepta las dos culturas. La Atlante como moldeadora de la civilización Egipcia y a partir del 12.000  la llegada annunaki.

 

Los Dioses llegados de las estrellas

Egipto fue, es y será siempre fuente inagotable de sorpresas. Pero lo más asombroso es que sus conquistas intelectuales y sus logros tecnológicos no aparecieron por una evolución social, sino que de la noche a la mañana surgió de la nada una cultura sorprendente, en donde se desarrollaron técnicas tan asombrosas que posteriormente no pudieron igualarse. El conocimiento preciso de la astronomía, las obras de ingeniería para mover y colocar millones de grandes monolitos de piedra, los instrumentos de óptica y mensuración necesarias para ello y que nunca han aparecido, la forma de entender la farmacopea, la medicina y la biología, las herramientas para taladrar y cortar piedras de dureza extraordinaria… Todo ello se realizó en el Egipto temprano, por aquellos primeros colonos de las riberas del Nilo, con una precisión que luego fue olvidada. Parece que sus mayores logros tecnológicos provienen del periodo predinástico, como si la civilización faraónica fuese la heredera o bien de otra anterior cultura o bien de los argumentos recibidos por contacto directo con los mismos dioses. Y no unos dioses abstractos, sino de presencia tan evidente que no pueden obviarse a la hora de valorar los misterios de Egipto.

Los eslabones perdidos del Antiguo Egipto

A Herodoto le comentaron los sacerdotes que el tiempo transcurrido desde el comienzo de la civilización faraónica hasta aquellos días (490/431 a.C) era de, exactamente, 11.340 años. Estos once milenios son un periodo excesivamente largo como para ser admitido por los historiadores oficiales y nos sumerge en un momento oscuro de una Historia aún no reconocida ni escrita, en donde Egipto fue el escenario en donde, según afirma, habitaron los dioses. En su Historias, libro II, escribe: “…Aún no habían aparecido los dioses en el pasado de Egipto, pero el Sol se había levantado cuatro veces en el cielo desde puntos distintos del actual, y dos veces había salido por donde ahora se pone, y se había puesto por donde ahora sale…”

Techo de la tumba de Senenmut, donde aparece nuestro sistema solar, están cambiados el este con el oeste debido a un cambio de eje, un vuelco del planeta 

Este texto de Herodoto nos indica varias cosas. En primer lugar el desconcertante conocimiento de los sacerdotes egipcios sobre la existencia de los cuatro grandes cataclismos que ha sufrido nuestro planeta en los últimos 600.000 años y que han sido refrendados por los estudios del investigador Juan Bonet, recogidos en su libro “El Vuelco de la Tierra”. El último de ellos, acontecido alrededor de hace 13000 años, produjo el fin de la Cuarta Glaciación y es el argumento que utilizan algunos autores para justificar el hundimiento de la Atlántida, la huída de sus últimos moradores y su nuevo establecimiento en el valle del Nilo en fechas aproximadas con el inicio de la cultura egipcia mencionada por los sacerdotes. Pero en segundo lugar Herodoto escribe que posteriormente a esos cataclismos, o sea, después de hace 12000 años, aparecen los dioses. Este relato ha despertado la curiosidad de muchos estudiosos que, simplificando, han tomado dos líneas de investigación para justificar de quién heredaron los egipcios su saber y parte de sus monumentos. Por un lado los seguidores de la teoría atlante y, por otro, los que promulgan la hipótesis de la llegada a nuestro planeta de seres provenientes del espacio. Estos últimos manifiestan que si la Atlántida hubiera tenido la tecnología suficiente, no tendrían que haber esperado 7000 años para que Egipto se desarrollara como conocemos. Por ello aseguran que la prácticamente instantánea aparición en Egipto de una cultura tecnológicamente anacrónica sólo pudo ser consecuencia de un contacto puntual con seres extraterrestres. Aunque, quizás, sólo considerando ambas hipótesis a la vez, podrían tener respuestas todas las preguntasplanteadas.

Adoración estelar, tempo de Abydos 

El mestizaje cósmico-terrenal, recurrente en todos los textos sagrados de las principales religiones, tiene en Egipto toda suerte de connotaciones. Aparte de las leyendas y tradiciones, los monumentos que han quedado apuntan a una dirección del firmamento muy definida que señala el hipotético camino que recorrieron los viajeros extraterrestres en su venida.

Papiro con posiciones de estrellas y planetas. Museo de El Cairo 

Como es arriba es abajo

El hecho diferenciador de la religión egipcia con otras religiones es que podemos definirla como la única que conoce el lugar de dónde provienen sus dioses, así como el destino interestelar al que irán sus almas después de la muerte. Este dato resulta altamente importante porque cuando Jesucristo asciende a los cielos no señala a qué planeta, sistema solar o constelación se dirige. Cuando se reza el padrenuestro se dice que el Padre está en el cielo, pero sin precisar en cual de las millones de galaxias que existen. En cambio los egipcios lo tenían muy claro: su más allá estaba en la Duat, la porción de firmamento donde se encuentran las constelaciones de El Cazador (Orión) y El Perro (Can Mayor).

Órbita de Sirio 

Toda la cultura egipcia se basó en el principio de “como es arriba es abajo”, reflejado en el libro del dios Toth, foto Toht del que sólo quedan referencias, y que posiblemente, según algunos especialistas, fue la fuente de inspiración de La Tabla Esmeralda del mismo dios helenizado como Hermes Trimegistro. Pero este concepto no fue sólo virtual, sino que existen pistas suficientes como para considerar si todo lo desarrollado en el país del Nilo, incluso su propia orografía, serían la concreción en nuestro planeta de un diseño elaborado por aquellos dioses viajeros. Tanto las fotografías del África oriental, que pueden observarse en la página web de la NASA, así como los estudios de Andrew Tomas, permiten barajar la hipótesis de que el Nilo no es un río natural, sino que es un canal joven, realizado artificialmente para que el agua siguiera el curso actual. Dicha perturbación orográfica explicaría la desertización del Sahara, y las cuencas de los ríos que antaño recorrieron el centro del continente y que aparecen hoy completamente secos. Con esta obra de ingeniería habrían conseguido que el río reflejara en la tierra la vía láctea que recorre el cielo. Con este planteamiento, al quedar todas las estrellas que componen la Duat a un lado de la Vía Láctea, construyeron en la orilla occidental del Nilo las monumentales pirámides, que servirían para señalar en nuestro suelo la posición de las estrellas. Con ello las estrellas que componen la constelación de El Cazador quedaron representadas en Egipto, correspondiendo las tres estrellas del cinturón de Orión: Al Nitak, Al Nitam y Mintaka, con las tres grandes pirámides de la meseta de Giza, como desarrolló Robert Bauval en su conocida obra El Misterio de Orión.

Correlación de las pirámides de Giza con la constelación de Orión (Robert Bauval) 

Las pirámides de los dioses

El reflejo no quedó únicamente valorado en la representación monumental de los astros, sino que desde entonces se consideró a la orilla occidental del Nilo como el lugar de los antepasados, de la vida del más allá; mientras que la orilla oriental quedó reservada a las ceremonias relacionadas con esta existencia.

La tecnología aplicada en la desviación de las aguas para crear el cauce del actual Nilo no resulta de mayor envergadura que otros restos arqueológicos distribuidos a lo largo de Egipto cuyo origen está en entredicho. De ser los visitantes del espacio los autores de obras como las pirámides de Giza, la Esfinge y su templo, el Osirión

Imposibles bloques de granito del Osirión de Abydos 

o el Serapeum, los egipcios tan sólo serían los propietarios en usufructo de un legado remoto. Sólo así se entiende que la meseta de Giza, el balcón natural y majestuoso del delta, fuese respetada durante las tres primeras dinastías. Ninguna tumba, templo o pirámide fue elevada en el lugar más prominente del bajo Nilo, para que los faraones Keops, Kefrén y Micerinos se encontraran con esa milla de oro completamente virgen para edificar sus monumentos. ¿No será más cierto que las pirámides de Giza ya estaban edificadas muchos miles de años antes y que estos faraones sólo fueran usurpadores? No hay que olvidar que en la estela del inventario, del Museo de El Cairo, Keops afirma que la gran pirámide, el templo de Isis, era un monumento de sus antepasados.

Cortes con radial en la meseta de Giza 

De ser esta hipótesis cierta en Egipto existirían dos tipos de pirámides, las anteriores a los faraones (usurpadas por la IV Dinastía) y las que construyeron los egipcios para intentar emular las construidas por los dioses. Imhotep, arquitecto del rey Zoser, construyó en Saqqara la primera pirámide “humana” siendo, como las otras 100 que se distribuyen a lo largo del bajo Egipto, una chapucera imitación de las primeras. Resulta que la evolución arquitectónica para construir pirámides no explica que 50 años antes de construir las pirámides de Giza los egipcios no sabían construir pirámides perfectas, y que 20 años después de la IV Dinastía se les olvidó, quedando los monumentos de Giza como una isla de anacrónica tecnología dentro de la cultura faraónica. A tal respecto conviene comparar las pirámides de la III Dinastía con las pirámides de V Dinastía, para comprobar que ambas tienen el mismo patrón de pirámides escalonadas, no ofreciendo problema de ingeniería alguno y correspondiéndose con las herramientas que encontramos del Imperio Antiguo en el Museo de El Cairo. Pero, ¿y las pirámides de Giza?. No existen en los museos máquinas que pudieran con la envergadura de su construcción. ¿Quién las construyó?

Pirámide escalonada en Abusyr, de la V Dinastía, similar a las construidas durante la III Dinastía, ¿dónde está la evolución? 

La tecnología se enfrenta a la Historia

Aseguran los estudiosos del mapa de Piri Reis foto piri reis que el dibujo de las tierras que representa se corresponden con la observación de nuestro planeta desde una altura de 10.000 metros en la vertical de El Cairo. Tan raro sería admitir esta aseveración como plantearse que las pirámides de Giza, Dashur y Abu Roash configuran en el desierto un mapa galáctico donde cada pirámide señala la posición de una estrella. Y sin embargo es verdad. Catorce millones de metros cúbicos de piedra, colocados para desarrollar ese increíble mapa, son una buena

Seres observando un disco solar, tumba de Ramsés VI 

pista a tener en cuenta para plantearse si unos seres provenientes del espacio tuvieran algo que ver con ello, porque, indudablemente, son muchos millones de bloques para una cultura de la Edad de Piedra que desconocían el hierro o la rueda. Esa visita y el contacto que tuvieron con los oriundos moradores de las riberas del Nilo, sirvió de trampolín para que una cultura de la Edad de Piedra se convirtiera de la noche a la mañana en la civilización más importante de la Antigüedad, cuyo conocimiento, heredado de esos dioses, todavía nos cuesta imaginar.

La Gran Esfinge de Giza 

Un monumento controvertido que podría demostrar tanto la antigüedad de aquel período de contacto, como los artífices celestiales que la construyeron es la gran esfinge de Giza. Robert Cuando todos hemos contemplado este monumento hemos podido apreciar lo que tantas veces vimos en documentales o libros: un enorme cuerpo de león tumbado conuna cabeza humana. Indudablemente la cabeza, de proporciones más pequeñas que el cuerpo, corresponde al tallado posterior de la cabeza original. Pero lo más interesante es la pista seguida por Robert Temple para valorar si, efectivamente, el cuerpo es el de un león, como todos suponemos por la gran cantidad de veces que lo hemos oído. Temple se pregunta dónde está el prominente pecho que los egipcios esculpían en todas las estatuas de leones. Tampoco aparecen las elevaciones del animal en los cuartos traseros, cuyas piernas dobladas debían sobresalir del cuerpo. También echa de menos el penacho de pelo del final de la cola. Es decir, para Temple el animal representado en la esfinge no es un león sino un perro, y que se corresponde con la representación egipcia del dios Anubis, el dios apropiado para vigilar y proteger la meseta. Este asunto no es baladí, ya que este simple cambio de conceptos nos invita de lleno a conocer a los verdaderos artífices originales de la obra.

Tribu de los dogones, en Mali 

La esfinge no es un monumento construido sino excavado. El terreno pétreo fue desalojado convenientemente para que al final emergiera el cuerpo del animal dentro del foso de la roca madre. En las paredes de este foso se aprecia la erosión acuática producida por la lluvia en un periodo húmedo anterior a que Egipto se desertizara, fecha que debe ser más antigua de los 10000 años. Y si la IV Dinastía no llega a los 5000 años de antigüedad, ¿quién la construyó?.

La tribu de los dogones de Mali y los antiguos egipcios hablaban de unos dioses procedentes del sistema de Sirio, y los asirios y babilonios afirmaban que provenía de los cielos. Tanto los dogones como los babilonios

Gran Esfinge de Giza 

abundaban sus informaciones con la afirmación de que la naturaleza de los viajeros era anfibia. Con este dato Robert Temple formuló una teoría interesante sobre la relación entre la Esfinge de Giza y el medio acuático de dichos seres.

En el interior de la meseta de Giza existen grandes cantidades de agua. Algunas tumbas profundas, como la llamada tumba de Osiris, cerca de la calzada de Kefrén, están anegadas. Ya Herodoto mencionó, hablando sobre la tumba de Keops, que “…las cámaras subterráneas en la colina sobre la que se encuentran las pirámides, pretendía el faraón que fuesen sepulcros para él mismo, y las cincundó de agua, practicando un canal desde el Nilo”.

Temple baraja la posibilidad de que el promontorio formado por la

Ser con escafandra y tubo, tumba de Ramsés IX en el Valle de los Reyes 

excavación de la Esfinge pudiera ser la colina de la que habla Herodoto, y que los huecos que se han descubierto bajo ella fuesen las cámaras subterráneas utilizadas por Keops para su descanso eterno. Actualmente, en obras para descubrir el malecón donde las barcas se estacionaban frente a la puerta del templo de la Esfinge, ha surgido agua, quedando dicho terreno inundado.  Con todo ello Temple afirma que el foso que rodea al monumento estuvo antiguamente

relleno de agua (lo que habría producido la erosión de la roca) así como las cámaras de su subsuelo, lo que configuraba un excelente habitáculo para seres anfibios y un terreno prohibido para los saqueadores de tumbas desprovistos de escafandras…

Los inmigrantes de Sirio

El astroarqueólogo ruso Vladimir Rubtsov afirmaba que la palabra con la

Foto ser gravitando en el espacio alrededor de un astro rojo: Sirio, tumba de Ramsés III 

que los antiguos iraníes se referían a Sirio era Tistrya, palabra que proviene del sánscrito Tri-Stri, y que significa tres estrellas. Es decir, que el conocimiento de que Sirio es un sistema estelar triple fue ampliamente conocido por todas las culturas de nuestro más remoto pasado. Al no ser apreciable desde nuestro planeta, ¿quién difundió semejante información?  El Sol y Sirio salen por el mismo punto del horizonte, por lo que muchos templos están orientados a dicha dirección.  Como el orto  solar de Sirio se retrasaba cuatro días cada año, ambos astros

volvían a coincidir en el mismo punto 365 x 4 = 1460 años. Esto ocasionó la confección de un calendario paralelo, conocido como calendario sóthico que se remonta enel Antiguo Egipto para marcar acontecimientos que sucedieron 43 siglos s.C. ¿Cuándo, pues, hicieron ‚ éstos sus observaciones de Sirio para establecer su calendario? ¿Acaso fue este un conocimiento llegado por los mismos dioses de los Dogones y una nueva pista sobre su origen?

Salida del sol en el solsticio invierno por la avenida principal de Karnak 

Las tradiciones culturales de las tribus que pueblan el valle del Niger, especialmente la tribu de los dogones de Mali, nos cuentan leyendas sobre astronautas que en el pasado remoto llegaron de Sirio. Su dato diferenciador es que incluidos en esos mitos se esconden asombrosos datos astronómicos de sorprendente veracidad. Los dogones, así como los egipcios, conocían que el Sirio era un sistema triple formado por tres estrellas, y que Sirio B orbita alrededor de Sirio A en un movimiento que dura 50 años. La precisión de esta afirmación, corroborada por la ciencia astronómica, no tiene explicación racional. Y sorprende más aún cuando los dogones afirman que ese conocimiento fue transmitido hacía miles de años por los dioses instructores que llegaron a nuestro planeta.

Fue en 1931 cuando el antropólogo francés Marcel Griaule visitó por primera vez a esta tribu, recogiendo y publicando todas las informaciones

Los dioses de los dogones de Mali 

que le suministraron. Porque no sólo conocían, desde hace milenios, perfectamente el sistema de Sirio, sino que tenían constancia asimismo los anillos de Saturno o las cuatro lunas galileas de Júpiter, y todos ellos astros no visibles al ojo humano sin la utilización de telescopios. Por aquella época nuestra astronomía desconocía que Sirio fuese un sistema triple, ya que fue tan sólo en 1995 cuando los astrónomos franceses Daniel Benest y J.L. Duvent publicaron en la revista Astronomy and Astrophysics el descubrimiento de Sirio C por una perturbación observada en las órbitas de Sirio A y B.

Robert Temple un lingüista norteamericano miembro de la Royal Astronomical Society británica y afincado en Londres, publicó un osado libro que tituló El Misterio de Sirio, en el que aventuró que Nommo fue un extraterrestre que dejó en la Tierra, hace entre siete y diez mil años, toda clase de pistas sobre su origen estelar. “Cualquier otra interpretación de las citadas pruebas no tendría sentido, concluyó Temple.

Robert Temple 

Este conocimiento se ampliaba a otras tribus vecinas como los Bambara, los Bozo de Segu y los Miniaka de Kutiala, que compartían iguales informaciones sobre  Sirio, que además conformaban la esencia de su cultura y que incorporaban a sus rituales religiosos más solemnes. En el año 1970 Cenevieve Calame-Griaule publicó en un libro titulado Génesis Negro, en donde ampliaba los datos que los dogones suministraron a su padre. Explicaba que los dogones creían en un dios creador del Universo al que llaman Amma, que envió a la Tierra a un dios menor conocido por el nombre de Nommo, provisto de semillas y todo el arsenal necesario para general vida. De sus acciones provienen los animales y las plantas, así como la primera pareja de humanos, que tuvieron 8 hijos que llegaron a tener edades increíbles.

Y los astronautas se convirtieron en dioses

El jeroglífico con que los egipcios representaban al dios Osiris era un ojo, lo que guarda una sorprendente similitud con el concepto que tenía los bozos de Mali con sirio B, a la que denominaban “la estrella del ojo”. Asimismo la misma tribu describen a Sirio A como “la estrella sentada”, cuando en Egipto el asiento o trono es el símbolo de la diosa Isis.

Foto representación de Orion (El Cazador) que lleva a Sirio en la mano (Museo de El Cairo. 

Los antiguos egipcios tenían como columna vertebral de su cosmogonía el matrimonio sagrado en Isis y Osiris, quienes representaban las constelaciones de Sirio y de Orión, que se mueven conjuntas en el firmamento y conforman la Duat. De igual forma hacen corresponder a Isis con la estrella más brillante del firmamento, Sirio A. Y a la diosa Neftis con sirio B, “la oscura compañera que describía un círculo (órbita) alrededor de Isis.

Según Plutarco el dios Anubis nació de Neftis, aunque fue Isis la gran madre, diciendo: “Por Anubis entienden el círculo horizontal que separa la parte invisible del mundo, a la que llaman Neftis, de la visible, a la que denominan Isis, y como este círculo toca tanto los confines de la luz como los de la oscuridad, se puede considerar común a ambas; a partir de esta circunstancia surgió el parecido que imaginan entre Anubis y el Perro, habiendo observado de este animal que está vigilante tanto de día como de noche”. Es por ello por lo que Robert Temple, en su obra “El Misterio de Sirio”, afirma que Anubis pudiera detentar el concepto orbital de ambas estrellas, Sirio A y Sirio B. A Isis le correspondería la descripción de “los confines de la luz” y “lo visible”, mientras que su hermana Neftis sería “los confines de la oscuridad” y “lo invisible”, ya que Sirio B es oscura e invisible. Por ello Anubis es considerado por el autor como el círculo horizontal que las divide, la órbita de la estrella oscura alrededor de la estrella brillante. De esta relación surge el simbolismo con el perro, con el sistema de órbitas que conforman las estrellas de Sirio. Como el nombre de la constelación es Can Mayor, se conoció al dios con el nombre de “Canícula”.

El dios Anubis 

Otra diosa del panteón Sothico (Sirio-Isis) es Anukis, quien navega en la misma nave celestial junto a Isis, Neftis y Satis (Sirio A, B y C) en los relieves y pinturas egipcios. una diosa compañera que, junto con la diosa Satis, navega en la misma nave celestial que Isis en las pinturas egipcias. Anukis es representada portando en sus brazos dos jarrones con los cuales vierte agua. Los antiguos egipcios situaban su “domicilio” en Aswán, en donde para ellos surgían las aguas del Nilo y se desbordaban hacia Nubia por un lado y hacia el Mediterráneo por otro. Efectivamente, los remolinos en las aguas producidos por los rápidos y las cataratas, parecían indicar el brote continuo de agua que asociaban a los cántaros de Anukis. Para Temple la diosa estaba relacionada con dos planetas que poseían agua y orbitaban alrededor de Sirio.

Seres estelares, Valle de los Reyes 

La correlación fonético de los dioses también nos da una pista de su común origen. Anu es el dios del cielo en Sumeria. En idioma sánscrito anupa significa “un país acuoso”. Alexander Heidel escribe en The Babylonian Genesis que los dioses Enlil y Anu eran representados como chacales, cuando el símbolo egipcio de Anpu (Anubis) era el chacal y que Anu está relacionado con el sistema de Sirio. Anu, asimismo, es el dios mayor de las deidades guardianas conocidas como los Anunnakis. Resulta muy evidente la raíz sumeria Anu en las egipcias Anubis y Anukis, implicadas con los estrellas de Sirio.

En Sumeria el vocablo “an” se correspondía con el cielo, y Anu es el dios del cielo, que en Egipto tuvo su correlación con Nut. Wallis Budge declara: “Es sorprendente, por tanto, encontrar tanta similitud entre los dioses primigenios de Sumerio y los de Egipto. Es imposible suponer que los escribas de Asurbanipal copiaron el sistema de Egipto, o que los literatos de la época de Seti I tomaron las ideas de los hombres ilustrados de Babilonia o Asiria. Por tanto, eso nos conduce a la conclusión de que tanto los sumerios como los primeros egipcios adoptaron a sus dioses primigenios a partir de alguna fuente común pero sumamente antigua. Hay demasiada similitud entre ambos grupos de dioses para ser accidental”.

¿Extraterrestres en Egipto?

Admitir la teoría extraterrestre para explicar los anacrónicos logros de arquitectura e ingeniería que encontramos en Egipto obliga a pensar en los viajes interestelares. Para ello aquellos seres deberían dominar la tecnología criogénica, o alguna técnica similar para quedar en animación suspendida durante los largos periodos de viaje. Resulta muy sugerente comparar la operativa actual para efectuar una crionización a los rituales ejercitados por los antiguos egipcios en sus ceremonias de momificación. La extracción de órganos para dejarse depositados en recipientes externos (a diferencia de otro tipo de momificaciones realizadas por otras culturas), el dejar el cuerpo sin los fluidos fundamentales, la conservación de las partes blandas mediante las sales… Indudablemente el cuerpo de Ramsés II, acartonado en el Museo de El Cairo, nunca volverá a la vida, pero ¿su momificación no era la imitación de otras técnicas más efectivas y de las que tenían referencia por parte de los dioses?.

Momia de Ramsés II, Museo de El Cairo 

Narran todas las culturas que los dioses llegados de las estrellas ascendieron a los cielos. Pero, en el caso de haber existido aquellos exploradores que llegaron a Egipto,  nadie puede afirmar que regresaran de nuevo a Sirio. Algunos investigadores, entre los que se encuentra Robert Temple, baraja la posibilidad, al dominar las técnicas de animación suspendida, foto cuerpos suspendidos pudieran haber quedado o bien en algún lugar de nuestro planeta (¿alguna cámara secreta aún no descubierta en la Gran Pirámide, según narran las leyendas árabes?) o bien en algún tipo de nave nodriza en nuestro propio sistema solar, dormidos o despertándose paulatinamente.

En las tradiciones de los dogones, recogemos el dato de que la nave que aterrizó en la Tierra y portaba a los nomos era ardiente y rugiente, pero que una nueva estrella pudo divisarse en el cielo mientras ellos estaban aquí, lo que nos lleva a pensar en esa nave nodriza. Los dogones la tienen representada en tres dibujos donde se aprecia de diferente tamaño, como si tuviera la facultad de contraerse o expandirse a voluntad. La llamaban “la estrella de la décima luna”. Robert Temple se fijó en un hecho singular: la décima luna principal de Saturno, llamada Febe, es anómala en el sistema solar y mantiene una órbita retrógrada alrededor del planeta, radicalmente opuesta a la de t

Febe, la décima luna 

odas las demás lunas de Saturno.

Los dogones afirmaban que los nomos regresarían a nuestro planeta y que, cuando lo hagan, conmemorarán ese día como “el día del pez”. Aseguran asimismo que la primera pista que anuncia su regreso será la aparición en el firmamento de una nueva estrella, a la que llaman “estrella de la décima luna”.

¿Representan las 3 pirámides de Giza las 3 estrellas de Sirio?


Resulta sugerente la idea de que las tres pirámides de la meseta de Giza, aparte de representar las tres estrellas del cinturón de Orion (Osiris) representen asimismo las tres estrellas del sistema de Sirio (Isis). La pirámide atribuida al faraón Keops, la más grande, estaba relacionada con Isis, Sirio A, según podemos constatar en la llamada Estela del Inventario. La estrella Sirio A es blanca brillante, con una temperatura superficial de alrededor de 10.000 grados centígrados. Curiosamente la Gran Pirámide poseía un revestimiento muy pulido de fina caliza de la cantera de Tura. Se tiene constancia, por análisis efectuados por André Pochan y W.M. Flinders Petrie, que dicho revestimiento estuve pintado con una leve solución a base de óxido de hierro para potenciar su luminosidad ligeramente dorada. Por ello, al igual que la estrella Sirio A, la pirámide podía verse, cuando los rayos de sol incidían sobre ella, desde una distancia de 80 kilómetros, sirviendo de faro a las caravanas de peregrinos que se acercaban a ella para su adoración como templo solar.

Meseta de Giza 

Sirio B es actualmente una enana blanca, aunque anteriormente debía de haber sido una gigante roja. En la meseta de Giza estaría representada en la pirámide atribuída a Kefrén, cuyo revestimiento superior era de color blanco, similar a la Gran Pirámide, pero que en la parte inferior está compuesto por bloques de granito rojo, por lo que la pirámide tenía dos colores, rojo y blanco, posiblemente para significar que la estrella cambió del rojo al blanco.

Los astrónomos Daniel Benest y J.L. Duvent, descubridores en 1995 de Sirio C, la definieron como enana roja o, incluso, una enana marrón. Sorprendentemente la pirámide de Micerinos, que podría representar a Sirio C, estuvo completamente revestida de granito rojo de Aswán.

De ser cierta esta hipótesis, si las tres pirámides de la meseta de Giza representan a las tres estrellas del sistema de Sirio, tendríamos que evaluar si las llamadas pirámides “satélites” se debieran corresponder con posibles planetas que giran alrededor de ellas. Sirio A tendría 3, Sirio B tendría 1 y Sirio C tendría 3. Obviamente nuestra tecnología astronómica no llega a evaluar los posibles planetas orbitales de las estrellas de Sirio, aunque tampoco, hasta hace muy pocos años, se conocían las propias estrellas de la constelación.

LOS ATLANTES: ÂDITYAS Y SÂDHUS

El rey Thevetat fue uno de los últimos Reyes Atlantes bajo cuya influencia maléfica la raza atlante se convirtió en una nación de magos perversos. Pero no todos los Asuras encarnados en la raza Atlante optaron por el rebelde príncipe planetario Ahriman, sino que muchos Asuras se asociaron al  Logoi Planetario Terrestre junto con los Hijos de la Voluntad y del Yoga, la raza intraterrena que por aquel entonces tomó partido y se involucró con la causa del Logoi.

Como consecuencia de esas luchas, los Asuras, Devas y otros seres de un amplio espectro entre los que se encontraban los reyes y el pueblo atlante, se dividieron en dos bandos irreconciliables sobre la faz del planeta que forzaron a una guerra global a los dos vastos continentes Atlantes existentes en aquel tiempo: Kusha, el continente situado en la actual zona Atlántica sobre el Trópico Norte y Mú, situado en la zona subtropical del Pacifico.

El rey Thevetat, al mando de los Daityas y los diablos Râkshasas que controlaban el continente de Kusha  luchó cruel y encarnizadamente contra los Âdityas y los Sâdhus o sabios guías de la Raza Atlante, liderados por Roth, el príncipe adyta que guiaba a las fuerzas intraterrenas y a los habitantes del continente de Mú. Las terribles consecuencias de la devastadora guerra concluyeron con el segundo y definitivo diluvio Atlante. Esta guerra, además, decidió los destinos de los dos pueblos, el intraterreno y el perteneciente al mundo de superficie en dos culturas separadas y realidades diferentes dentro del mismo planeta. Los vestigios de esta terrible guerra quedaron grabados en la mente colectiva de la humanidad actual y reflejados en muchas de sus leyendas tradicionales, en las cuales, aún se llora la partida de los Elfos (Âdityas) hacia la Isla Sagrada (Âgarttha). Este segundo diluvio, acabó con las últimas grandes civilizaciones Atlantes situadas en las penínsulas de Ruta y Daitya, dejando únicamente un remanente de la cultura Atlante en la isla de Poseidonis, la misma que sería destruida miles de años después como consecuencia de las acciones geológicas que habían fragmentado los últimos restos del gigantesco continente Atlante de Kusha, y desecho el continente de Mú. »

Esta historia que parece sacada de un libro de Tolkien, en el que elfos y humanos luchan codo con codo contra magos perversos y orcos gigantescos, nos dejaría indiferentes, a no ser que exista algo más…

Los amantes de las pruebas “irrefutables” se sentirán defraudados por las siguientes leyendas y tradiciones arcaicas que narran una y otra vez la misma historia a través de los siglos, de lenguas distintas y de culturas totalmente diferentes y, situadas además en los más diversos puntos del globo. ¿Cómo pudo ocurrir esto? ¿Hubo una confabulación en aquellos remotos tiempos para que todas las culturas contasen las mismas historias referentes al diluvio y a los gigantes castigados mediante el agua…?

Comencemos pues por el clásico de los clásicos, el Timaeus; en el que Platón narra lo que los sabios del antiguo Egipto (Los sacerdotes de Saïs)  habían contado a Solón acerca de la isla de Poseidonis:

<< No conocéis esa nobilísima y excelente raza de hombres, que habitó una vez vuestro país (la Grecia pre-helénica), de quien vos descendéis así como todos vuestros actuales estados, aunque sólo un pequeño resto de esta gente admirable es la que ahora queda (refiriéndose  a los Cíclopes mitológicos de las fábulas homéricas). Estos escritos relatan la fuerza prodigiosa que dominó una vez vuestra ciudad, cuando un potente poder guerrero, precipitándose desde el mar Atlántico, se extendió con furia hostil sobre toda Europa y Asia…   [Platón; Diálogos – Timaeus] >>

Precisamente la mítica Atlántida, la Poseidonis de Platón nos brinda una oportunidad única para entender la clave Atlante, pues esa isla constituyó un “fósil” viviente, un anacronismo en el tiempo que nos permite rastrear por medio de los restos arqueológicos y las culturas proto-históricas del Mediterráneo su glorioso pasado. El Timaeus de Platón es por tanto una auténtica joya histórica de inapreciable valor.

Según lo narra Platón, existía una isla frente a las dos ‘Columnas de Hércules’, situadas geográficamente a ambos lados del estrecho de Gibraltar llamada Poseidonis, también denominada Atlántida por otros autores, cuyos reyes eran dueños de un espléndido imperio insular y continental que se extendía por todo el Mediterráneo, por la costa africana hasta Libia y en la europea hasta Tirrenia.

Solón comenta a Kritias en esos mismos diálogos entre Timeo y Sócrates, narrando que ese imperio Atlántico en expansión, provoca una guerra abierta contra Grecia (jonios) y Egipto (hacia el 9600 a.C.), las cuales, eran entonces las únicas potencias culturales del Mediterráneo, con independencia de los Poseidónicos y sus colonias (tartesios, etruscos, aqueos de Creta, libios, etc.) escuchemos lo que Solón explica a Kritias sobre dicha guerra:

<<  En esta isla de Atlántica se formó una grandiosa y admirable potencia integrada por reyes que dominaban toda la isla, otras más y algunas zonas del continente. Además de esto gobernaban sobre los que vivían en el interior de Libia hasta Egipto, y de Europa hasta Tirrenia. Toda esta potencia tras concentrarse en una sola, intentó en una ocasión esclavizar vuestra tierra (la Grecia pre-helénica), la nuestra (el Egipto proto-histórico) en un solo ataque. Fue entonces, Solón, cuando la fuerza de vuestra ciudad llegó a ser manifestada a todos los hombres en virtud y poder… En el tiempo siguiente sobrevinieron un violento seísmo y un cataclismo; sucedió durante un día y una noche terribles, y toda vuestra casta guerrera se hundió bajo la tierra, y la isla Atlántica tras hundirse de igual manera bajo el mar, desapareció. [Platón; Diálogos – Timaeus] >>

Pero volvamos a la ‘Isla de los Bienaventurados’: En el extremo Oriental de la isla reinaba uno de los diez hijos de Poseidón llamado Gádeiros, entre los que el dios había repartido la magnífica isla. Este extremo Oriental había recibido por tanto el nombre de Gadiriké en honor de su rey, y sus posesiones continentales más próximas el nombre de Gádeira (Cádiz). Constituyendo ésta, la región continental más próxima a la isla Atlante, que seria con el tiempo, el floreciente reino de Tartessos (costa Atlántica española: Huelva, Cádiz y Tarifa). La grandiosidad de este imperio Atlante la narra Kritias por boca de Platón:

<< Habían acumulado los reyes de la Atlántida riquezas en tal cantidad, que seguramente nunca antes de ellos, una casa real las poseyó en número tan grande ni las poseerá fácilmente en el porvenir. Disponían de todo aquello que la ciudad y los campos eran capaces de producir. Pues aunque era mucho lo que recibían del exterior, merced a su imperio, la mayor parte de los productos necesarios para la vida los suministraba la isla por sí sola. En primer lugar, todos los metales duros y maleables que se pueden extraer de las minas y, entre ellos, aquel que en la actualidad sólo de nombre se conoce: el oreíchalkos (oricalco o cobre de montaña). Existía entonces, además del nombre, la substancia propia de este metal, que se extraía de la tierra en muchos lugares de la isla y que después del oro, era el metal más apreciado en aquel tiempo. [Platón; Diálogos – Kritias] >>

Con el hundimiento final de la ‘Isla de los Bienaventurados’ datada en unos 9000 años según Solón (9600 a. C.), el imperio de Poseidonis muere lentamente al desaparecer su corazón bajo las aguas, no así su influencia cultural en los distintos pueblos que ocupaban entonces las costas del Mediterráneo, aunque éstos, con el correr de los siglos, gradualmente se vuelven autóctonos estableciendo sus apropiadas y diferentes costumbres, creando así una idiosincrasia propia como pueblos independientes.

¿Quiénes eran estos grupos afines y cuales son sus costumbres…? Curiosamente tenemos que remontarnos muchos miles de años después en el tiempo para encontrar los nombres de esos pueblos:

Durante el reinado de Ramses III (1183-1152 a.C.) Egipto se enfrenta a una difícil situación militar en su zona de influencia, Hatti había caído y con ella el Imperio Hitita, Troya destruida en el 1184 a.C. sólo eran unos indicadores del inmenso colapso que estaba afectando a Asia Menor y buena parte del mediterráneo Oriental, como lo demuestra la caída de Micenas, la desolación de Chipre y la destrucción de ciudades como Ugarit, Alalak, Enkomi, Katna, Niya, Karkemish y otras que quedaron devastadas en tal medida que nunca más fueron pobladas nuevamente. La causa de todo este imponente éxodo de pueblos que cambiaría completamente el equilibrio de fuerzas y la economía en el Mediterráneo, lo crearía un gigantesco movimiento de expansión procedente de Asia central.

Esta gigantesca égida la crearon los pueblos arios, representados por los cassitas, que procedentes de las distintas oleadas de tribus originarias de los Arianni expulsados de Agarttha (2500 a.C.), conquistarían el alto Indo e Irán en el 1700 a.C., irrumpiendo ahora en el mediterráneo a través de Mesopotamia, creando tres grandes reinos: el hurrita de Mitani, la Babilonia amorrea y el Imperio Hitita. Esta nueva fuerza político-militar y cultural que introduciría la cultura indo-europea en el mediterráneo y su idioma el sánscrito, constituyó una amenaza sin precedentes para los restos de la cultura Poseidónica (Atlante), la cual reaccionó como un solo hombre ante la incontenible invasión Arianni, agrupándose en la confederación de los ‘Pueblos del Mar’, aquellos que formaron en un tiempo remoto el imperio continental de Poseidonis.

Los Pueblos del Mar atacaron ferozmente al recién llegado enemigo, destruyendo el Imperio Hitita y su capital Hatti. Troya es otra muestra más de la alianza de los Pueblos del Mar contra los primeros Arianni que se establecieron en el Mediterráneo, como lo demuestra las cruces svásticas encontradas en sus ruinas. En este caso, los griegos estaban  representados por los Aqueos, tal y como lo narra Homero en la Iliada, aunque esta alianza helénica está personificada sólo de forma muy parcial y referida a un hecho concreto.

Y es precisamente después de la caída del Imperio Hitita, durante el reinado de Ramses III, cuando se produce una decisiva batalla entre Egipto y los Pueblos del Mar que acaba con la victoria de Egipto, tal y como se aprecia en el relieve del templo de Medinet Habu. Aunque existían ya registros durante el reinado del faraón Merneptah (1224-1205 a.C.) del acoso de estos Pueblos del Mar contra Egipto, debido a la presión que ejercieron ellos asociados a los mashuash y los kahak, pueblos asentados en la costa de Libia, que incluso habían llegado a tomar, por aquel entonces, el brazo occidental del delta del Nilo.

¿Porqué Egipto se enfrentó a sus antiguos enemigos, representados por la confederación de los Pueblos del Mar, con los que había aprendido a convivir en paz durante miles de años después de la caída del antiguo Imperio Poseidónico…? Máxime, cuando lo más lógico por su parte sería, además, ayudar a quién derrota al peligroso enemigo Hitita…

La respuesta no parece sencilla, pero hay que entender que Egipto tradicionalmente ha sido una potencia continental y no naval, con lo que sus intereses particulares distarían mucho de los intereses de los demás socios históricos. También es cierto que tanto los hurritas de Mitani, como los hititas y amorreos, constituían una amenaza para las fronteras continentales de Egipto, pero en ese punto es donde nos encontramos con un hecho sorprendente:

Egipto en aquellos días se hallaba en pleno apogeo de su Imperio Nuevo, constituido por las dinastías XVIII y XIX, en las cuales sus faraones extendían un poder casi absoluto en el Medio Oriente. Pero esas dinastías curiosamente no pertenecían a las anteriores dinastías de faraones semitas, sino que éstas habían sido establecidas por los invasores hicsos hacia el año 1580 a.C. Los hicsos eran amorreos, es decir Arianni, que además, conquistaron Egipto de una forma inverosímil, si la comparamos con la manera violenta en la que sus antepasados conocidos como los purandara (los destructores de ciudades) ocuparon el Valle del Indo hacia 1.700 a.C.

Esta vez la ocupación fue firme pero sin ¡blandir una espada!. La dominación hicsa no fue entendida en Egipto como una opresión sino como una “ocupación pacífica” por un pueblo de “superior cultura”, esta sorprendente expresión la extraemos de los escritos de Manetón, sacerdote tolemaico del siglo III a.C.:

<< Por motivos que desconocemos la cólera de Dios descargó sobre nosotros, pues sorprendentemente unos extranjeros de procedencia oriental, invadieron nuestro país y lo conquistaron sin tomarse la molestia de desenvainar la espada. [Manetón; Ægyptiaca] >>

Vemos pues que el sorprendente poder de Egipto en ese período, es debido a unas dinastías procedentes de la poderosa cultura indo-europea venida de Oriente, lo que nos hace sospechar de la “lealtad” egipcia hacia sus antiguos socios mediterráneos.

Sea como fuere, el nombre de los pueblos que fueron derrotados por Ramses III es muy esclarecedor, pues en ellos encontramos gentes venidas de todo el Mediterráneo. Así encontramos a los mashuash y los kahak (pueblos de la costa de Libia y Tartessos en la costa occidental de España), los shakalush (sículos, habitantes de Sicilia), los turush (tyrsenos o tirrenos, también conocidos como etruscos y habitantes de la Toscana en Italia), los aqayauas (aqueos, de Grecia y Creta), los luku (licios o licaonios, habitantes de Milias en Turquía), los shirdan (sidonios de Sidón en la costa del Líbano) y otros muchos de procedencia ignota como los zikar, los pulsata, los danuna y los washash.

Evidentemente, una concentración de pueblos procedentes de todos los puntos del Mediterráneo, desde Cádiz hasta Grecia, y desde la Toscana hasta Libia, que derrotasen al Imperio Hitita y desafiasen al Egipto del Imperio Nuevo, es algo muy difícil de explicar desde el punto de vista “oficial” de simple congregación de piratas. Aunque esta confederación sería perfectamente explicable si consideramos a estos pueblos como los últimos vestigios del Imperio Poseidónico.

Un punto de especial interés lo marcan los mashuash; este pueblo descrito por el faraón Merneptah como asentado en la costa Libia, es identificado por otros autores como procedente del reino de Tartessos, según se desprende de las citas de Polibio al traducir un tratado entre Roma y Cartago, en las cuales los tartesios o mastienos, eran denominados Mastia Tarseiou. Así mismo, en un libro apócrifo de la Biblia denominado Libro de los Jubileos, datado hacia el año 950 a.C., se puede encontrar el nombre de Mesech para denominar a la Península Ibérica.

La denominación de ibero, sería por tanto muy posterior, y relacionada con la palabra iber, eban o ibai que significa río, y de similar fonética entre los dos grandes pueblos primitivos de la península: Los tartesios asentados en el río Tartessos (Guadalquivir) y los vascones asentados a su vez en el río Iber (Ebro).

Aparentemente la identificación del reino de Tartessos como foco y punto principal de la cultura Poseidónica, puede parecernos algo exagerado actualmente, sin embargo no se lo parecía así a los primeros fenicios y griegos clásicos que arribaron a Iberia. Estrabón (63 a.C.-24 d.C.) citando a Posidonio (100 a.C.) afirma que los turdelanos (descendientes de los tartesios) tenían escritos de 6000 años de antigüedad, de caracteres muy arcaicos que escribían formando espirales o grecas continuadas en lugar de líneas rectas como griegos y latinos. Estrabón asigna un número de ciudades no inferior a 200, las cuales configuraban un área metropolitana no inferior al de la Hélade clásica en tiempos posteriores.

Una confirmación acerca del número de ciudades de la Turdelania Hispalense nos la ofrece Plinio el Viejo que sobre el año 0, nos habla de 170 ciudades, lo que nos da un índice de 40 ciudades perdidas en un siglo como media.

Efectivamente, desde la derrota de los Pueblos del Mar a manos de Ramses III, no se vuelve a oír hablar de ellos, es más, éstos desaparecen lentamente a manos de las potencias orientales que cobran brillante esplendor y fuerza militar en el mediterráneo; etruscos,  libios, sicilianos y turdelanos desaparecen. Solamente griegos y fenicios parecen aprovechar adecuadamente el impulso de la cultura indo-europea haciéndose con el control total del Mediterráneo, hasta la llegada de Cartago y Roma.

Pero esta parte de la historia, es mucho más reciente que la de la auténtica Atlántida pre-diluviana, el reino de los terribles gigantes y de las obras faraónicas que éstos llevaron a cabo, como lo cuenta Burmeister

<< Sin embargo, aún en los días de Platón, exceptuando a los sacerdotes, nadie en Egipto parece recordar claramente a los míticos gigantes que les precedieron. La causa, es que según esos mismos sacerdotes, esa raza de gigantes habitó el delta del Nilo desde el período comprendido entre los 400,000 años hasta la primera glaciación (asimilada al diluvio) hace unos 250,000 años. La Gran Pirámide que según la ciencia moderna no puede tener más de 6,000 años de antigüedad, es evidentemente muchísimo más antigua, basándose en unos ladrillos encontrados a diversas profundidades en el limo del Nilo, y al gradiente de deposición del mismo, su antigüedad se cifra en 14,000 años, y por tanto la pirámide puede ser datada como mínimo en 20,000 años  de antigüedad. [Burmeister; Man before Metals] >>

La incongruente explicación “científica” de la construcción de las pirámides con la conocida “tecnología” de construcción del año 6,000 a.C. es eclécticamente inverosímil, por muy “científica” que pretenda ser.

Lo mismo ocurre con los gigantescos dólmenes y templos extendidos por Asia, Europa, América y África, donde se encuentran piedras gigantescas alineadas o ensambladas con escrupulosa pulcritud, que desafían toda lógica constructiva con los métodos conocidos en las épocas “oficiales” de datación de esos monumentos.

Pero lo realmente interesante no son los hechos en sí, sino las leyendas… ¡A los soñadores nos gustan tanto…!

Todos esos monumentos gigantescos, y en muchos casos antediluvianos, han mantenido un halo de leyenda muy instructivo, por ejemplo: Los Nuraghi, llamados las tumbas de los gigantes en Malabar e India, son llamados también las tumbas de los Daityas (gigantes); en Lanka, en Rusia y más concretamente en Siberia, se les llama Koorgan y son conocidos popularmente como las sepulturas de los Hombres–demonio o Râkshasas.

Las leyendas narran a gritos lo que el hombre moderno no quiere oír debido a su orgullo: ‘Que existieron grandes civilizaciones y grandes ciudades cuya belleza incomparable haría palidecer a la anárquica e inarmónica estructura de nuestras mejores ciudades’.

Son tantos los vestigios de nobles y antiguas razas que vivieron en las mismas tierras que hoy ocupamos los tristes y desfallecidos humanos actuales que estos restos llenan las patéticas salas de nuestros museos, siendo solo una ínfima muestra de los tesoros que la Antigüedad aún nos oculta debido a nuestra propia inmadurez.

En Palmira, en Midian y en Galilea existió una raza esbelta y fornida que exhibía las formas del cráneo  completamente distintas del hebreo o árabe actual. Ella construyó los misteriosos círculos de piedra de Galilea, cuyos últimos representantes fueron llamados los Gigantes o Filisteos (Nephilim), entre los que se encuentra el Goliat de La Biblia.

Tertuliano asegura que en su tiempo había en Cartago cierto número de gigantes. Filostrato habla de un esqueleto gigante observado por él en el promontorio de Sigeo, y nos habla de otro visto por Messecrates de Stira, en Lemmos, “horrible de contemplar” -según Filostrato-. Plinio habla de un gigante en quién creyó reconocer a Orión, y Plutarco declara que Sertorio vio la tumba de Anteo el Gigante. Pausanias, así mismo, atestigua la existencia real de las tumbas de Asterio y Gerión, hijos de Hércules. Curiosas evidencias de los gigantescos habitantes de la tierra antediluviana son recogidas por San Agustín cuando nos cuenta:

<< De la vida larga que tuvieron los hombres antes del Diluvio, y cómo era mayor la estatura de los cuerpos humanos: Todo el que prudentemente considerare las cosas, comprenderá que Caín no sólo pudo fundar una ciudad, sino que la pudo también fundar muy grande en tiempo que duraba tanto la vida de los hombres, aunque alguno de los incrédulos e infieles quiera disputar acerca del dilatado número de años que, según nuestros autores, vivieron entonces los hombres, y diga que a esto no debe darse crédito.

Porque tampoco creen que fue mucho mayor en aquella época la estatura de los cuerpos de lo que son ahora, y, sin embargo, su nobilísimo poeta Virgilio, hablando de una grandísima peña que estaba fija por mojón o señal de término en el campo, la cual en una batalla un valeroso varón de aquellos tiempos arrebató, corrió con ella y la arrojó, dice que “doce hombres escogidos según los cuerpos humanos que produce el mundo en nuestros tiempos apenas la hicieron perder tierra”, significándonos que hubo tiempo en que acostumbraba la tierra a producir mayores cuerpos. ¡Cuánto más sería en los tiempos primeros del mundo, antes de aquel insigne y celebrado Diluvio!

En lo tocante a la grandeza de los cuerpos, suelen convencer y desengañar muchas veces a los incrédulos las sepulturas que se han descubierto con el tiempo, o por las avenidas de los ríos, o por otros varios acontecimientos donde han aparecido huesos de muerto de increíble tamaño.

Yo mismo vi, y no solo, sino algunos otros conmigo, en la costa de Utica o Biserta, un diente molar de un hombre, tan grande, que si le partiera por medio e hicieran otros del tamaño de los nuestros, me parece que pudieran hacerse ciento de ellos; pero creo que aquél fuese de algún gigante, porque fuera de que entonces los cuerpos de todos generalmente eran mucho mayores que los nuestros, los de los gigantes hacían siempre ventaja los demás; así como también después, en otros tiempos y en los nuestros, aunque raras veces, pero nunca faltaron algunos que extraordinariamente excedieron la estatura y el tamaño de los otros. Plinio II, sujeto doctísimo, dice que cuanto más y más corre el siglo, produce la Naturaleza menores los cuerpos; lo cual también refiere Homero en sus obras, no burlándose de ello como de ficciones poéticas, sino tomándolo, como escrito de las maravillas de la Naturaleza, como historias dignas de fe. [San Agustín; La Ciudad de Dios] >>

El Abate Pegues afirma en su obra Les Volcans de la Grèce, que ‘en la vecindad de los volcanes de la isla de Tera, se encontraron gigantes con cráneos enormes que yacían bajo piedras colosales’.

Finalmente Beroso nos habla de Titea o Titaea Magna, la madre de los Titanes y esposa de Noe o Na-Noah, y cuyos hijos son los Siete Kabiri: Koeus, Kroeus, Phorcys, Cronus, Oceanus, Hyperion e Iapetus; los Arkitas (descendientes del Arka) fundadores de las Siete Razas de color.

Si hubo un Arca y un Noé sin duda debió de haber un Diluvio y un continente perdido… Y de eso precisamente nos habla Donnelly:

<< El gran Continente perdido puede quizás haber estado situado al Sur del Asia, extendiéndose desde la India a la Tasmania. Si la hipótesis -ahora tan puesta en duda, y positivamente negada por algunos sabios autores, que la consideran como una broma de Platón- se llega alguna vez a comprobar, entonces quizás los hombres de ciencia creerán que la descripción del continente habitado por Dios no era del todo una pura fábula. y entonces puede que perciban que las indicaciones veladas de Platón, y el atribuir él la narración a Solón y a los sacerdotes egipcios, no fue más que un modo prudente de comunicar el hecho al mundo, al mismo tiempo que, combinando hábilmente la verdad y la ficción, se descartaba de toda implicación en el. [Donnelly; Atlantis] >>

Estas afirmaciones refuerzan la idea de los dos continentes conocidos como Kusha, la Atlántida y Mú, situado éste último en el Pacífico, tal y como nos lo cuenta Louis Jacolliot:

<< Una de las leyendas más antiguas de la India, conservada en los templos por tradición oral y escrita refiere que hace varios cientos de miles de años existía en el Océano Pacifico un inmenso continente, que fue destruido por convulsiones geológicas y cuyos fragmentos pueden encontrarse en Madagascar, Ceilán, Sumatra, Java, Borneo y las islas principales de la Polinesia. Las altas mesetas del Indostán y Asia, según esta hipótesis, sólo habrían sido, en aquellas lejanas épocas, grandes islas contiguas al continente central… Según los brahmanes, este país había alcanzado una elevada civilización, y la península del Indostán, agrandada por el desplazamiento de las aguas, en tiempo del gran cataclismo, no ha hecho más que continuar la cadena de las tradiciones primitivas nacidas en aquel sitio. Estas tradiciones dan el nombre de Rutas a los pueblos que habitaban este inmenso continente equinoccial, y de su lenguaje se derivó el sánscrito. La tradición indo-helénica, preservada por la población más inteligente que emigró de las llanuras de la India, refiere también la existencia de un continente y de un pueblo, a los que dio los nombres de Atlántida y Atlantes, y que sitúa en el Atlántico, en la parte Norte de los Trópicos.

Aparte de este hecho, la suposición de un antiguo continente en aquellas latitudes, cuyos vestigios pueden encontrarse en las islas volcánicas y la superficie montañosa de las Azores, las Canarias y las islas de Cabo Verde, no está desprovista de probabilidad geográfica, Los griegos, que por otra parte nunca se atrevieron a pasar más allá de las Columnas de Hércules, por causa de su temor al Océano misterioso, aparecieron demasiado tarde en la antigüedad, para que las historias conservadas por Platón puedan ser más que un eco de la leyenda india. Además, cuando arrojamos una mirada sobre un planisferio a la vista de las islas e islotes esparcidos desde el Archipiélago Malayo a la Polinesia, desde el Estrecho de la Sonda a la Isla de Pascua, es imposible, partiendo de la hipótesis de que hubo continentes que precedieron a los que habitamos, dejar de colocar allí el más importante de todos.

Una creencia religiosa, común a Malaca y Polinesia, esto es, a los dos extremos opuestos del mundo de la Oceanía, afirma “que todas estas islas formaron una vez dos países inmensos, habitados por hombres amarillos y negros, que siempre estaban en guerra; y que los dioses, cansados de sus querellas, encargaron al Océano que los pacificara, y éste se tragó los dos continentes, y desde entones ha sido imposible conseguir que devuelva a sus cautivos. Sólo las crestas de las montañas y las mesetas elevadas escaparon a la inundación, por el poder de los dioses, que percibieron demasiado tarde el error que habían cometido»,

Sea lo que quiera lo que haya en estas tradiciones, y cualquiera que haya sido el sitio donde se desarrolló una civilización más antigua que la de Roma, de Grecia, de Egipto y de la India, lo cierto es que esta civilización existió, e importa mucho a la ciencia el volver a encontrar sus huellas, por más débiles y fugitivas que sean. [Louis Jacolliot; L’Historie des Vierges: les Peuples et les Continents Disparus] >>

Y por último en el Vishnu Purâna podemos encontrar los nombres de esas regiones:

<< El Rey de Kusha-Dvipa tenía siete hijos… de quienes las siete partes, o Varsha, de la isla tomaban sus nombres… Allí residía la humanidad juntamente con Daityas y Dânavas, así como con espíritus del cielo: Gandharvas, Yakshas, Kimpurushas, etc. [Wilson; Vishnu Purâna] >>

Mayas y egipcios: ¿descendientes de los atlantes?

La Atlántida, gran Continente y Civilización, según Platón «la isla tenía una dimensión superior a Libia (África en la actualidad) y Asia juntas» pero:

¿Realmente existió?

Platón en él (350 a. de c.) en sus Obras «Timeo y Cristias» Hacia alusión a esta gran Nación, una civilización muy rica y poderosa, acaecida hace unos 12.000 años.
La situación donde estuvo ubicada, sigue siendo una incógnita, se habla del Mediterráneo, según este sabio Griego: «Estaba mas allá de las columnas de Hércules» eso quiere decir que hablaba, del otro lado del estrecho de Gibraltar, es decir, en el Océano Atlántico. Pero como dicen muchos estudiosos, si estos manuscritos, como dice el filósofo Griego, pertenecen a un sacerdote Egipcio, este continente perdido estaría en su día ubicado en el Mediterráneo, pues para los Egipcios, el mundo conocido terminaba en el mismo, no conocían más (al menos eso se dice).
«Tras años de guerra con diferentes pueblos vecinos, desapareció mediante un gran cataclismo…»
Siempre se creyó que lo que Platón describió en sus obras era simplemente una fábula, incluso Aristóteles, discípulo suyo, lo consideró un cuento del maestro.
Platón nunca se cansó de repetir que él solamente transcribió, los manuscritos de Solón, los cuales recibió de un sacerdote Egipcio, en el 600, AC.
La opinión de Aristóteles, en la actualidad sigue siendo compartida por muchos (no todos) Arqueólogos, Geólogos, Historiadores y todo tipo de Investigadores.

Bueno de todos es sabido que en numerosas ocasiones, «esas» supuestas fábulas, con los años, se demuestran que algunas pueden ser reales, tomemos como ejemplo, la Troya de Homero, cuando en 1903 Heinrich Schliemann, la redescubrió en las costas de la actual Turquía, tapó muchas bocas. Recordemos que actualmente, tenemos conocimiento de nuevos descubrimientos, tanto en la desembocadura del Nilo, como en las costas de Cuba, pronto tendremos mas datos sobre esas ciudades que, ¿por qué no, pueden ser otras de las consideradas históricamente como la Fábula de algún loco visionario?….O nuevas acrópolis hasta ahora desconocidas… Esperemos acontecimientos…

 

¿Es posible que Egipcios y Mayas sean descendientes de los Atlantes ?

Esa es una pregunta que muchos nos hacemos y cuantos más conocimientos vamos adquiriendo de sus costumbres y culturas más «seguros» estamos que esa posibilidad gane enteros de poder ser cierta…

«Murieron antaño, una estrella cayó de los cielos y las llamas lo consumieron todo. Todos abrasados y solo yo salvé la vida, pero cuando vi la montaña de cuerpos apilados, creí morir también de tristeza»
Este es el misterioso mensaje jeroglífico que contiene un «papiro» de la Dinastía XII Egipcia. ¿Cuenta a su manera la desaparición de la Atlántida?…
Dicho «papiro» se encuentra, como muchos otros en el Museo del Ermitage en Leningrado.

Al otro lado del Océano Atlántico, a miles de kilómetros de la Orilla del Nilo, curiosamente las leyendas Incas y Mayas relatan en términos casi idénticos y «utilizando» las mismas imágenes «El gran naufragio» la «caída de las estrellas» con la consiguiente desaparición en las aguas de una gran «Nación otrora poderosa y soberana»

Existe una tribu de Hindúes (los Parias) que viven todavía hoy en una aldea curiosamente llamada Atlan, que mantiene una tradición Oral probablemente Milenaria, en la que se cuenta que una «Gran Isla» se hundió en el Océano, tras un atróz y gigantesco cataclismo, producido por la «caída de las estrellas»… Curiosa sincronicidad, ¿verdad?

La tesis defendida por «muchos especialistas» es la siguiente: Los Egipcios, a un lado del Océano y los Mayas e Incas al otro, son los últimos supervivientes de la raza Atlante, que antaño poblaban un inmenso y poderoso continente en medio del Océano Atlántico.

Dicha tesis la están apoyando, en pruebas bastante claras, concisas y contundentes como son, los vestigios encontrados tanto arqueológicos, artísticos, rituales e incluso iniciáticos.
(«Decir que en las últimas décadas, algunas investigaciones realizadas, en los fondos marinos de la zona dorsal Mesoatlantica, revelaron que ahí, nunca pudo haber desaparecido ninguna isla, ni siquiera hace millones de años…») Opinión, por otra parte muy discutida y no compartida por todos.

»Indios» de América y Egipto… ¿El mismo origen?

Es sólo una teoría, pero muy factible, pues… «Si no se acepta la teoría de la Atlántida, el origen de la civilización del Nuevo Mundo expresado en los vestigios Mayas e Incas, así como el de la civilización Egipcia, serian absolutamente incomprensibles».

Las leyendas lamentablemente, solo han registrado débilmente las voces de la Raza Atlante desaparecida…

Entre las pruebas que establecieron el origen común de los «indios» de América y los egipcios está, en primer lugar las sorprendentes semejanzas de sus escrituras. Desde hace más de 80 años, los Arqueólogos han estudiado comparativamente, los jeroglíficos de la América- prehistórica y los del antiguo Egipto.

El investigador Francés, Auguste Le Plageou, ya en el siglo XIX cita trece signos Mayas que son idénticos a los empleados en Egipto, además según los datos actuales de la Egiptología, estos 13 signos Mayas una vez descifrados, tienen exactamente el mismo sentido (significan lo mismo) que los signos Egipcios.

(La semejanza de lenguas, según, la parte más escéptica de los estudiosos: «no es tal y todo se debe a una mala interpretación de los signos, de la escritura Azteca»). Por otra parte Los Guaraníes, que viven en Paraguay, tienen el MISMO sistema de escritura que los Egipcios «dato curioso y a tener en cuenta»


Los Franceses, Brasseur y el mencionado Le Plogeon, estaban convencidos de que algunos habitantes de la Atlántida, tras el cataclismo hubieran conseguido llegar hasta Centroamérica.

Para muchos especialistas no cabe duda; Los antepasados de los Egipcios y Mayas, no son otros que los «Atlantes» fuertemente impregnados por las costumbres y culturas salidas de la Atlántida, que después del cataclismo emigraron unos hacia África y otros hacia América, siempre dependiendo del continente que tenían más cercano.
Como explicar de otro modo las similitudes, que la mayoría de veces son sorprendentes, entre las concepciones Religiosas, Astronómicas y Arquitectónicas en general de las civilizaciones, Egipcias, Sumerias, Olmecas, Toltecas, Incas y Mayas.

Conocido es, que los descendientes de los Mayas, conservan una tradición acerca de una isla llamada AZTLAN, según ellos la patria madre de todas las tribus, indígenas Centroamericanas.
Si se comprueban, todos estos datos, no es de extrañar que la Hipótesis del Origen Americano-Atlante de la civilización Egipcia sea «infinitamente Verosímil».

Imaginemos por un momento: Estas civilizaciones tan distantes, en la distancia y tiempo, hipotéticamente, podrían comunicarse, incluso por carta, «entendiéndose». Claro que en esas épocas no existía correo, ni otra posibilidad de comunicación que conozcamos. Pero de haberla, el entendimiento no hubiese sido un problema insalvable, pues la mayoría de sus signos son iguales y significan lo mismo…

Una pequeña reflexión: un italiano y un español, también se entienden ¿verdad? No son lenguas que se hablen ni escriban igual; pero nos entendemos…. Claro tenemos la misma lengua madre.

En los últimos años Arqueólogos de todo el Mundo han confirmado más cosas: En las Riberas del Nilo y en las atormentadas llanuras del Yucatán, cuna del antiguo Imperio Maya, se exhuman los mismos signos misteriosos, Arabescos, diseños complicados, cuadros rectangulares. Se vuelven a encontrar los mismos motivos en las pinturas murales, los mismos adornos, el mismo animal sagrado, el escarabajo, se encuentra con idéntica naturalidad y frecuencia tanto en el frontón de un templo Maya, como en un templo Egipcio.

(Los más escépticos, a colación de estas similitudes en los adornos, pinturas, construcciones, etc., responden solo mirando a las pirámides, argumentando: «una forma Geométrica tan elemental, pueden darse espontáneamente, en la mente de cualquier constructor o arquitecto»)
Con perdón, sin ser un erudito en la materia, «Estas turbadoras similitudes no pueden ser de ningún modo producto del azar» no conoceremos el proceso, ni como dos civilizaciones tan alejadas, tienen esas sincronicidades.
Podremos especular con mil hipótesis, es legitimo, pero no decir que todo se resume en una simple casualidad (no existen las casualidades, sino más bien las causalidades).
Eso con perdón, no lo veo muy científico, bajo mi punto de vista personal claro…

Ignatius Donnelly, gran investigador y autor de una de las obras mas vendidas relacionadas con la Atlántida, llamada ATLANTIS, con mas de medio centenar de ediciones vendidas en todo el mundo, realizó varios comentarios al respecto, llegando a «insinuar» lo siguiente: «La Atlántida fue un continente situado entre Europa y América, llegando a construir un puente terrestre entre ambos».
«Los habitantes de la Atlántida, fueron los padres de todas nuestras concepciones básicas de la vida, la muerte y el mundo, su sangre corre por nuestras venas, cualquier peculiaridad de las razas, de la sangre, cualquier iluminación del pensamiento, conduce en ultimo termino, de regreso a la ATLÁNTIDA».
A colación de todo lo expuesto hasta ahora, me gustaría, que observáramos algunos secretos Metafísicos egipcios, utilizaré para ello, un papiro que personalmente me encanta, por su simplicidad de exposición, entendimiento y que como veremos esta escrito para «las personas del futuro»: El «Papiro de Anana»

Anana, fue jefe de los Escribas del Faraón SETI II (siglo XIV a de c) en ellos nos muestra a su manera, los secretos de la Metafísica Egipcia. Curiosamente, son exactos en todos los puntos, a las profundas creencias de los «Indios» de América…

¿Que dice este papiro?

«Ved ¿no esta escrito en este rollo? Leed, vosotros que les descubriréis en el futuro, si vuestros Dioses os han concedido el poder de leer. Leed, oh, niños del porvenir, y aprender los secretos del pasado que, aunque para vosotros esta lejos, en verdad esta muy cerca»
«Los hombres no viven solo una vez para desaparecer para siempre; Viven varias vidas en lugares distintos, pero no siempre en este Mundo. Y entre cada vida hay un velo de tinieblas»
«Al fin las puertas se abrirán, y contemplaremos todas las salas por las que han pasado nuestros pies desde el comienzo de los tiempos»
«Nuestra Religión nos enseña que viviremos Eternamente, ya que la Eternidad no tiene fin, tampoco puede tener un principio, es un circulo; En consecuencia, si es cierto que vivimos Eternamente, también debe serlo que siempre hemos vivido»
«A los ojos de los hombres, Dios tiene muchos rostros y cada uno jura que el que él ve, es el del verdadero y único Dios y, sin embargo, se engaña, pues todos esos rostros son el rostro de Dios»
«Nuestro Kas, que es nuestro Rey espiritual, nos los muestra de diferentes modos, excavando en el pozo sin fondo de la sabiduría, que se esconde en la esencia de cada hombre, distinguiremos unas migajas de verdad que nos dan, a nosotros que somos instruidos, el poder de realizar maravillas»
«El espíritu nunca debe juzgarse por el cuerpo, ni Dios por su casa»

 

Curiosas semejanzas entre mayas y egipcios

Tanto los faraones, como los reyes mayas, eran considerados seres semi-divinos: capaces de comunicarse con los dioses y, tras su muerte, podían trascender para servir como intermediarios entre su pueblo y las deidades.

Además, en estas dos civilizaciones hallamos la constante práctica de ritos, ceremonias y un sinnúmero de rituales con el propósito de influir en el viaje de los muertos hacia el más allá. Esto sin contar que en ambas regiones existía la creencia en fenómenos extrasensoriales como la telepatía.

Bien sabido es que en el Egipto antiguo existió una escuela espiritual dedicada exclusivamente al desarrollo de ciertas habilidades psíquicas, esta escuela de misterios se dio a conocer como El Ojo de Horus.

En Centroamérica tenemos que el chamán maya recibía los mensajes de los dioses telepáticamente, luego los escribía y descifraba para su pueblo.

A todo lo anterior debemos agregar la utilización de enteógenos con fines terapéuticos y espirituales, en el caso de los faraones tenemos el Loto Azul y la Mandrágora, ambas consideradas plantas sagradas por los egipcios. Los mayas usaron el peyote y los hongos psilocibios con el mismo propósito que sus lejanos vecinos.

No obstante, la mayoría de los científicos de nuestro tiempo no aceptan la tesis del origen común, pero según ciertas investigaciones de los años noventa sí es posible hablar de contacto e influencia cultural.

La historia de la coca y el tabaco en Egipto

Cuenta la historia que hace 3.000 años existió una reina egipcia llamada Henut Taui, conocida en su tiempo como “la señora de las dos tierras”. Perteneció a la dinastía 21 de los faraones, al momento de su muerte fue momificada, con el propósito de que alcanzara la inmortalidad, según las creencias de la época.

Miles de años más tarde, en el siglo XIX, unos arqueólogos encontraron su tumba y con ella el sarcófago que había preservado su cuerpo momificado por 30 siglos. Las osamentas fueron adquiridas por el rey de Bavaria –Alemania- y entregadas al museo de Munich, donde permaneció casi una centuria desaparecida.

En 1992 los científicos del museo decidieron realizar una serie de estudios a los restos de la soberana egipcia, para ello contrataron a la Dra. Svelta Balabanova, quien en aquella época ya era reconocida como una experta toxicóloga forense que, además, había ayudado a la policía a resolver muchos crímenes.

Las investigaciones de Balabanova dejaron atónitos a los científicos de la época: en los restos de Henut Taui se había detectado rastros de coca y tabaco, lo cual es sorprendente, pues se tiene la certeza de que esas plantas son originarias de América. Y solo se extendieron por el mundo después de la conquista española, a partir del siglo XV.

En consecuencia, el único modo en que pudieron haber llegado hasta Egipto es en barco, a través del océano Atlántico. Se sabe que los egipcios fueron grandes navegantes, en vista de su legado arquitectónico no es osado afirmar que hayan logrado construir embarcaciones lo suficientemente sofisticadas y resistentes para llegar hasta Mesoamérica en busca de Plantas Sagradas.

Además, también se tiene conocimiento de que la Dinastía 21 se desarrolló entre los años 1070 y 945 A.C, lo cual ubica este hipotético viaje justo al final de la época dorada de los egipcios, mucho antes del período de esplendor maya.

Si la Dra. Balabanova está en lo cierto, entonces, tendremos que sostener que la civilización maya fue influenciada por la cultura egipcia. Eso explicaría las semejanzas entre ambos pueblos y el tránsito de los mayas desde el “período formativo o preclásico” (en el que habría ocurrido el hipotético encuentro) hacia el “clásico” (zénit de su proyecto cultural), unos pocos siglos más tarde.

 

SUS DISTINTOS PASADOS SE REVELAN ANTE ÉL

«Entre los Egipcios, el Escarabajo no es un Dios, sino el símbolo del Creador, pues lleva rodando entre las patas una bola de tierra donde deposita sus huevos, del mismo modo que el Creador hace que el Mundo gire y les hace producir vida» «Todos los Dioses envían a esta tierra sus regalos de amor, sin los cuales dejaríamos de ser.

Quizá mi fe me enseña muchas más cosas que la vuestra, me indica que la vida no termina con la muerte, y que el amor, que es el Alma de la vida, debe existir Eternamente» «Las fuerzas del vinculo invisible atara dos almas entre sí, aún mucho después de la muerte del Mundo…» «Los espíritus, o almas, de una Encarnación, talvez se encuentren en otra Encarnación y será como si fueran atraídos por un amante, sin que pueda comprender él por que?» «El hombre revive varias veces, pero sin saber nada de sus vidas pasadas, salvo, talvez, en un sueño, cuando el pensamiento le transporta hasta una circunstancia o un acontecimiento de una Encarnación precedente, pero lo ignora, no sabe dónde ni como se produjo ese acontecimiento.

Experimenta sencillamente una sensación familiar, sin embargo, al final, todos sus distintos pasados se revelaran ante él…» Si es «imposible» que existiera ningún continente entre América y África, mucho menos que estuvieran unidos por unos puentes entre continentes, como aseguraba Donnelly y es del todo improbable por no decir imposible que las similitudes entre estas culturas sean fruto del caprichoso y no menos misterioso azar, que nos queda….. Pues sinceramente mucho, mucho que investigar, mucho que entender y comprender de esas maravillosas culturas y de los mensajes, que afortunadamente nos legaron. También «caben» otras teorías tan buenas, por lo menos como las expuestas hasta ahora?

Por ejemplo, podemos «sopesar» la posibilidad de una especie de cultura madre venida de las estrellas y que impregnaron prácticamente todo el planeta, eso explicaría por que construcciones como las pirámides se dan en cualquier continente. Que hasta en él ultimo rincón del planeta tengamos vestigios y sobretodo mensajes en cuevas, piedras, paredes, etc., y porque no las leyendas que pasaron de unas generaciones a otras, de «civilizaciones venidas de las estrellas» Como punto de inflexión les diré que en una entrevista entre el jefe de los indios Hopi de Arizona y el director de estudios y proyectos de la N.A.S.A.

El jefe Hopi, le comentó quien era y de donde procedían sus antepasados: «Nosotros procedemos de un continente ya desaparecido, que sacudido por las guerras y tras un gran cataclismo se hundió, los que consiguieron salvarse, lo hicieron gracias a los Katchinas, que los sacaron y los transportaron en sus escudos voladores» Interrogado por esos Katchinas, este también le comentó que eran: «seres algo extraños y con más peculiaridades, podían incluso engendrar hijos a las mujeres, sin tener contacto sexual con ellas…» ¿curioso verdad? Estos «pueblos» conservan sus historias y tradiciones, gracias a que «estas» pasan oralmente de padres a hijos.

Pondré «solo» un par de ejemplos más, utilizando estas dos culturas que nos ocupan en este momento: Según reza en la creencia Egipcia: «Nuestros padres eran seres extranjeros venidos de muy lejos, ellos nos trajeron un gran tesoro, el legado de la sabiduría, con la escritura, el cultivo y la construcción»… Entre otras muchas cosas… Sí cambiamos de continente, nos encontramos lo siguiente: «Oh, grandes padres, que después de haber sembrado frutos escogidos sobre un planeta árido e inculto, nos habéis abandonado, como flores sin rocío…» «Guardianes de una tierra en crecimiento, llegue hasta vosotros este canto de espera y dolor…» «Las mieses ya están maduras, los árboles han crecido y han producido en abundancia… » «Nuestro deber ha terminado.» «Los hijos de nuestros hijos, nacidos en el surco de una tierra extranjera, olvidarán (pudiera ser) vuestra promesa…» «Pero nosotros, fruto de la sabiduría llegada del cielo, no hemos borrado de la mente el rostro de los padres.» «Y cada día y cada noche que este planeta concede, escrutamos atentos las nubes…» «Esperando veros volver sobre los carros de fuego, a recoger lo que habéis dejado.» (Ancestral canción Quechua). Bonita ¿verdad?…

El contenido de estos mensajes, a mí personalmente me abre la puerta de la posibilidad a la que antes hacia alusión, y reitero, creo que es tan legitima como cualquiera de las demás. Por lo menos hasta que algún día sepamos a ciencia cierta, como y porque estas culturas tienen tantas semejanzas. Por cierto sigo sin creer que todo sea fruto de la casualidad, pues a mi modesto entender la casualidad no existe, en todo caso sería fruto de la causalidad. La famosa, causa-efecto

A todo lo expuesto en este articulo, no le doy ni más ni menos importancia, solo la que creo que se merece. Simplemente lo expongo y que cada uno, saque sus propias conclusiones.

CRONOLOGIA DE TODOS LOS TIEMPOS 3º PARTE

LA SENTENCIA DE LOS MAYORES

El aplastamiento de la Rebelión provocó jolgorio en la mayor parte del Cosmos, no obstante faltaba lo más importante: decidir qué se hacía con los insurrectos. Voces iban y venían, cada cual proponiendo hacer justicia a su manera, e incluso se inventaban los castigos más crueles. Pero los únicos que podían establecer una decisión correcta eran los Mayores.

Otro de los Mayores, de nombre Archer, expresó que la mejor forma de que los disidentes aprendieran era enviarlos a uno de los Planetas que estuvieran dentro de los proyectos que ellos mismos negaron, y así aportaran a su desarrollo.

Entonces, los Rebeldes fueron apresados astralmente en Ergomenones especialmente programados para «atar» sus Esencias a la Tierra: unos con forma de Pirámide de base cuadrada (colectivos), y otros con forma de Octaedro (individuales); éstos últimos de menor número en nuestro Planeta, debido al fuerte poder que emanan.

Esos Cristales de Retención fueron instalados por los Vigilantes en cavernas. De esta forma, se evitaba que Satanel y sus seguidores encarnasen en los cuerpos adultos que tenían ocultos en Orión —y que la Confederación Galáctica buscaba infructuosamente para «confiscarlos»—. La medida era lógica. De lo contrario, desde allí se habría iniciado una nueva Guerra Cósmica…

Para todos los presentes fue una buena idea, sabia y conciliadora, pero para los que no pertenecían a las Altas Jerarquías de la Evolución, la decisión era absurda y contraria a los ideales de preservación de mundos como el nuestro.

Aunque la Guerra, en verdad, no terminó.

La raza de pequeños hombres grises, creada durante la Guerra Antigua, fue controlada por Satanel. Estos seres se convertirían más tarde en la posibilidad de escape para los Orionitas atrapados en la Tierra.

EL «BRAZO DERECHO» DE SATANEL

Además, hubo una mujer, Vigilante de Orión y «brazo derecho» de Satanel en la Rebelión, que logró escapar de la Guerra al mando de un importante colectivo de seres de aspecto reptiloide.

La Confederación, les había perdido el rastro.

Ellos viajaron a Antares para pedir una suerte de asilo. Fueron recibidos, y hasta intentaron convencer a los poderosos Jerarcas Antarianos de plegarse a una nueva Guerra. Y aunque sus antiguos enemigos no aceptaron participar directamente, sí convinieron en otorgar tecnología bélica que pudiese convertir a esta Vigilante y su pequeño Ejército de Reptilianos en una avanzada invencible.

Con esto, los Antarianos estaban violando el Tratado de Paz Galáctica que, a consecuencia de la Guerra Antigua, señalaba que no debían producirse máquinas destinadas a planes bélicos o de agresión.

Pero la suerte de aquel grupo orionita en Antares no fue tan abundante. Sus cuerpos adicionales —o réplicas físicas— fueron finalmente hallados por la Confederación en Orión, y por tanto controlados.

Así, este pequeño ejército fiel a Satanel tenía tan sólo un cuerpo físico —el que llevan «puesto»— para llevar a cabo sus planes, y congelaron sus únicos cuerpos disponibles en Antares, para ser despertados en el momento indicado en que se llevaría a cabo la «Guerra de las Guerras».

Este punto en contra frente a las Fuerzas de la Confederación, había sido superado por la posesión de poderosísimas armas. Entre ellas, una terrible y prohibida. Se trataban de Cañones de Antimateria, que habían sido adaptados por los Antarianos para no sólo destruir el cuerpo físico, sino también la «Memoria Virtual», que involucra todo lo aprendido a lo largo de vidas sucesivas.

Las criaturas alcanzadas por estas terribles armas, a consecuencia, «olvidarían» todo y empezarían de cero. Un arma, desde luego, muy conveniente para ser utilizada no sólo contra los Vigilantes de la Confederación, sino contra la misma Humanidad de la Tierra…

ÉXODO A LAS LUNAS DE JÚPITER

La Rebelión de Satanel, afectó muchísimo la vida y organización espacial en Orión, que sumada a la fuerte crisis que significó la destrucción física del Consejo de los 14, creó un ambiente de incertidumbre e inseguridad, a pesar que la Confederación Galáctica tenía ya el control.

Finalmente, un importante sector de los Orionitas —que no participaron de la Guerra Cósmica que desencadenaría Satanel— sumados al Consejo Galáctico, abandonaron Ahelón y otros mundos de Orión en un viaje espacial que los llevaría a las Lunas Mayores de Júpiter, en nuestro Sistema Solar, a las que ellos denominaron:

ANETA (Ío): Base Militar de la Confederación.
ANATIA (Europa): «Mundo de Cultivos y Creaciones Bellas».
MORLEN (Ganímedes): «Mundo de Perfección».
CALONIA (Calixto): «Mundo de Capacitación».

En Morlen, se establecería la nueva Sede del Consejo. Renunciaron a su pasado guerrero, y dejaron atrás los abusos tecnológicos de la Clonación. Volvieron a los orígenes, hasta el punto de procrear nuevamente niños.

DEPORTACIÓN DE LOS REBELDES

Los Rebeldes fueron deportados a nuestro Planeta en cerca de 30 Naves oscuras, con forma circular, pero con la parte superior puntiaguda. El primer grupo aterrizó junto a lo que hoy es el Volcán Rano Raraku, de Rapa Nui. Y ahí mismo, dentro del volcán, fue instalado el primer Cristal de Retención.

(Ronald Hubbard, fundador de la Cienciología, hablaba de una deportación masiva de seres extraterrestres realizada por la Confederación Galáctica a fines de la Era Secundaria, hace 70 millones de años. Según su versión, millones de seres fueron arrojados a los volcanes de Hawai, y otras partes del mundo, quedando desde entonces sus Esencias atrapadas en la Tierra).

Pero un fenómeno que se registró en este primer grupo, alertó a la Confederación. Se trataba de un envejecimiento prematuro, fruto de poseer cuerpos clonados y estar bajo una influencia energética extraña para ellos: nuestro Planeta.

Finalmente, Satanel y Luzbel fueron dejados en el Asia Central. Lo que no sabían aún es que ese era un punto en donde había enterrados dos Cristales de Retención, por lo que era más fácil aún el control de estos legionarios interestelares.

Cuando empezaron a envejecer rápidamente los primeros en venir, muchos de estos Orionitas intentaron hallar en los Laboratorios que pudieron construir, una alternativa o «antídoto» para prolongarse. Mas la mayoría de estas iniciativas fueron suprimidas por los Vigilantes de las Pléyades, que seguían pacientemente las indicaciones de la Confederación Galáctica.

Sin embargo, una vez más no fue suficiente. Los Orionitas Deportados, totalmente ajenos a la Misión de Ayuda para la cual fueron enviados en primera instancia a la Tierra, seguían generando peligrosas tensiones en los diferentes puntos donde se establecieron.

REPTILIANOS TERRESTRES

Según Talmir, cuando los Rebeldes vieron que nuestro Planeta estaba habitado también por dinosaurios —que de alguna manera eran como sus parientes primitivos—, hallaron en ellos una forma ideal para acabar con la floreciente Civilización Humana.

Para esto debieron intervenir genéticamente a los reptiles gigantes —del tipo de los carnívoros—, reduciendo considerablemente su tamaño y dotándolos de un alto nivel intelectual, convirtiéndolos rápidamente en sus «discípulos», los cuales eran aleccionados con el fin de aniquilar a los humanos y ser ellos los nuevos Modelos de Evolución Alternativa del Cosmos.

Fue de esta forma como surgió un verdadero ejército de Reptiles Inteligentes… hasta que se desató una grotesca guerra, la cual no resultó en lo que los Reptilianos de Orión habían esperado. Por el contrario, la batalla fue una carnicería de reptiles, debido a la superioridad tecnológica desarrollada por los humanos.

EXTERMINIO DE LOS DEPORTADOS

Los Vigilantes recibieron tarde la orden de destruir las pocas Colonias que habían logrado establecerse y operar en el Planeta. No intervinieron en un principio, porque dentro de los propios Orionitas que participaron en la Rebelión, y que ahora se hallaban deportados con Satanel en la Tierra, había un grupo que no deseaba participar de la nueva revuelta; al contrario, deseaba ayudar sinceramente a la Humanidad, con la cual se sentía identificado por proceder todos de la misma Fuente de Vida.

Esta tensión fue tan intensa que se estaba convirtiendo en una disputa interna entre los Deportados.

Entonces, los Vigilantes de las Pléyades recibieron la orden de destruirlos a todos. El foco de tensión era tal, que no se podía esperar más… Los lugares donde se intervino bélicamente las pequeñas instalaciones y Laboratorios Subterráneos, incluían enclaves como Paititi, Monte Shasta, Sakkara, el Monte Sinaí, y Talampaya.

A los Rebeldes Deportados a la Tierra, y que deseaban ayudar a la Humanidad —pero que fueron alcanzados por esta intervención bélica de los Vigilantes Pleyadianos— se les dio la oportunidad de encarnar en el futuro como seres humanos, y así participar en las diferentes Misiones de Ayuda que procurarían la concreción del Plan Cósmico. Pero siempre, luego de cumplir con cada existencia en la Tierra, sus Esencias volverían a Orión.

Este misterio, desde luego, no tiene explicación alguna en nuestro Plano Físico, sino en una determinación de los Guardianes del Destino, Seres Ultraterrestres que desde el Universo Mental, siguen los pormenores del Plan Cósmico.

No obstante a ello, y viéndose atrapados en el Plano Astral o Cuarta Dimensión de la Tierra, los disidentes declararon una Guerra Psíquica a la Humanidad. Y se constituyeron en un Gobierno Interno Negativo Planetario, que procura manipular a aquellas personas débiles de voluntad y de carácter, encendiendo sus carismas, para ejercer a través de ellas, una fascinación sobre el resto de la Humanidad que conduzca a la colectividad hacia la Autodestrucción.

RUMBO AL DESASTRE

Mientras tanto, en un gesto de nobleza, los humanos habían perdonado a los Reptilianos Terrestres sobrevivientes, permitiéndoles vivir entre ellos, siempre y cuando cooperaran con el progreso de la Civilización, que para ese entonces estaba conformada por grandes Ciudades-Estado, las que eran gobernadas por un Consejo Regente.

Empero, los sobrevivientes no sólo no cooperaron, sino que empezaron a librar otra batalla, pero esta vez utilizando un arma distinta: su alto Poder Psíquico, en combinación con el de los Deportados en el Astral. Fue una guerra lenta pero segura, sembrando discordia al interior de la sociedad, creando un clima de gran negatividad y tensión, que buscaba desintegrar desde dentro la Civilización que ingenuamente los cobijaba.

El clima de negatividad llegó a tal, que incluso las buenas relaciones que mantenían los humanos con los Sunkies se tornaron hostiles. Éstos últimos fueron dominados y utilizados por los de superficie, cuyos afanes y ansias de poder provocaban serios estragos, desestabilizando las Energías Planetarias.

Todo esto, finalmente desembocó en la Gran Catástrofe: hace 65 millones de años, la Luna que se encontraba más próxima a la Tierra, se precipitó violentamente sobre ésta, destruyendo por completo no sólo las ciudades, sino prácticamente toda la vida de superficie. La modificación de la órbita y el eje del Planeta, y el serio daño a la Atmósfera, acarreó el congelamiento casi total del mismo.

No obstante, según Talmir, muchos humanos que no se habían corrompido, lograron escapar de la hecatombe refugiándose en las entrañas de la Tierra, mediante la apertura de aquel gran Portal Dimensional, en lo que actualmente es el Polo Norte.

Pero éstos no cerraron completamente el umbral, sino que quedó abierto en parte para regresar cuando las condiciones fueran apropiadas. Sin embargo, más tarde éste sería utilizado por todo tipo de seres provenientes de las más diversas Civilizaciones y con los más variados fines.

RESURGIMIENTO DE LA VIDA

Continuando con el relato de Talmir, luego del desastre y después de mucho tiempo —en que se sucedieron repetidos congelamientos y des-congelamientos del Planeta, Lluvias Meteóricas y Cataclismos varios—, reapareció nuevamente la vida en la superficie.

(Por lo que sabemos por fuentes científicas, la última Lluvia Meteórica que azotó la Tierra, ocurrió hace 27 millones de años).

Pero los habitantes retornados tenían ahora un aspecto renovado: su piel era oscura (como cobriza) y su aspecto como una mezcla entre la raza negra y la roja, de elevada estatura, espigados, con miembros largos y delgados. Incluso su cráneo tenía una forma alargada y pronunciada hacia atrás.

Con el tiempo, la zona donde se había asentado la Cultura Lemuriana (sur oriente de África y Madagascar, Océano Indico) se tornó inestable por una cadena de movimientos sísmicos. Ello les empujó a explorar el mundo.

ANATEYLÁN

El panorama que ofrecía entonces la Antártica era distinto. Un clima templado, con un paisaje de ensueño esgrimiendo importantes cadenas montañosas; numerosos ríos serpenteando en su extensa geografía, regando inmensos valles y planicies hasta llegar al Océano circundante.

Allí se fundó una ciudad que reuniría a todas las Colonias Lemures. Le llamaron Anateylán, un nombre propio de su cultura y que significa: «Todos somos uno».

Los Lemurianos la fundaron originalmente allí, en las cercanías de un gran lago, donde acorde a sus leyendas, se había originado la vida. Y no se equivocaban. Era el lugar donde se había sembrado la Molécula de Vida Auto-Replicante, y donde se había instalado la Máquina de Kayona, millones de años atrás.

(Nordac afirma que los Lemurianos llamaron Kayona a su ciudad, lo que probablemente es una confusión. Talmir en cambio, indica que el nombre de la ciudad era Anateylán, lo que parece más acertado).

Anateylán era una ciudad majestuosa, una mezcla de tecnología avanzada con construcciones de orden piramidal que parecían haber sido levantadas en un material similar al mármol. Se apreciaban varios jardines y caídas de agua, en medio de una gran paz.

Una vía muy ancha, conducía a una Pirámide mayor, rodeada de varias cúpulas en el centro de la ciudad. Era el «Templo del Principio», un Monumento erigido al Origen de la Vida en la Tierra.

Esta ciudad, con el tiempo, sería frecuentada por visitantes estelares que servían a la Confederación de Mundos de la Galaxia. Pronto, Anateylán se convertiría en un enclave que agrupaba a diferentes culturas de la Tierra y a colonos de otros mundos, en una época en que la Tierra recibía frecuentes visitas extraterrestres. Llegó a convertirse en una zona protegida por la propia Confederación.

LA CIVILIZACIÓN ANTÁRTICA

Así, la Civilización Antártica se estableció rápidamente, formando ciudades muy avanzadas y sofisticadas: sus construcciones eran redondeadas, algunas muy altas, y todas ellas dentro de una gigantesca cúpula a modo de escudo protector.

Sus habitantes eran también muy avanzados: podían moverse a voluntad entre las Dimensiones, pues eran conscientes de sus vehículos sutiles.

En ese momento, en que habían alcanzado un alto desarrollo evolutivo y científico, desde Anateylán, se enviaron avanzadas que empezaron a establecerse en otros puntos del Planeta. Algunos de estos bien conocidos hoy en día, como Rapa Nui, que por aquellos tiempos no era una isla, sino una gigantesca montaña cónica, en cuya cima a modo de sombrero —utilizada a modo de altar ceremonial— ya habían Moais…

Otros de los lugares de «avanzada» de esta Civilización, y que actualmente guardan vestigios arqueológicos, eran el Desierto de Atacama y El Enladrillado, en el Norte y Sur de Chile, respectivamente. Otros puntos estaban en la actual Polinesia y Australia, como también Asia y sur de África. Incluso, algunos habían emigrado fuera del Planeta, pero dentro del Sistema Solar.

Todavía no nos imaginamos los alcances de esta Civilización, anterior a la Atlántida y superior a ésta en muchos aspectos, como uno en particular y muy especial: ni más ni menos que la encarnación del Espíritu Crístico. Éste se manifestó por primera vez en el Planeta, en medio de una fulgurante luz que descendió del cielo, llenándolo todo…

(Según Javier Cabrera, las Piedras de Ica hablan de un Cristo que existió en una época en que los caballos tenían 3 dedos en cada pata. Según fuentes científicas, el Mesohippus —antecesor del caballo, y con tres dedos en cada pata—, vivió durante el Oligoceno, época que se extiende entre los 33 y 23 millones de años, aproximadamente).

No obstante, la Civilización Antártica perecería en un Cataclismo posterior, que para Nordac es el mismo que destruyó la Atlántida. A pesar de que la Confederación sugería una evacuación, los colonos humanos de Anateylán, se mantuvieron firmes en permanecer en la ciudad hasta el final de la misma, tanto por los secretos que protegía y que no debían ser trasladados a otro lugar, como por su simbolismo de esperanza y unidad.

Muchos se reunieron en los subterráneos que se hallan bajo el Templo del Principio, momentos previos a la catástrofe. Eligieron estar allí, bajo uno de los Templos más antiguos de la Tierra: un templo que era respetado por todos, incluyendo a los Visitantes Extraterrestres.

Con la Catástrofe, nuestro mundo experimentó un violento e inesperado cambio de eje, que sepultó tierras otrora templadas bajo el manto de un hielo polar. Anateylán quedó ubicada más al sur, a cientos de metros bajo el paisaje blanco de la actual Antártica.

EL ARRIBO DE LOS 32 MENSAJEROS

Para contrarrestar el Gobierno Interno Negativo de Satanel, los 32 Mensajeros de la Paz restantes, llegaron a la Tierra para establecer un Gobierno Interno Positivo. Es decir, plasmar en nuestro Planeta un orden que ya existía en el Universo, y que se veía reflejado en la Confederación de Mundos de la Galaxia. Era el inicio de la Hermandad Blanca de la Tierra.

La Gran Nave Campana, de aspecto triangular y de un color blanco tan puro como la nieve, se instaló en lo que hoy es el Desierto de Gobi, en Mongolia. La ubicación había sido estudiada previamente, pues en esa área del mundo, en el pasado, diversas expediciones extraterrestres se habían asentado construyendo inmensos túneles para la explotación mineral.

Los 32 Enviados aprovecharon la existencia de esas galerías abandonadas para adaptarlas a su misión de preservar y proteger la Verdadera Historia de la Tierra, que fueron «leyendo» del Registro Akáshico o Memoria Matriz del Planeta, y archivándola en una impresionante colección de planchas metálicas de ingeniosas aleaciones, semejantes al legendario «Oricalco» Atlante.

Este procedimiento era más que importante, ya que cada cierto tiempo, poderosas energías provenientes del Espacio afectan el Campo Magnético de la Tierra alterando la información contenida en su «Registro». En términos sencillos, los 32 Enviados procuraron una «copia de respaldo» de toda esa información para que ningún fenómeno externo la perdiese para siempre.

También fue allí, en los «Salones de Amenti», donde se construyó el Gran Disco Solar Ilumana, un Plan Maestro que procuraba «unir» los otros 12 Discos creados para conectarse con el Universo y comprender su naturaleza. El Disco representa al Sol Central de la Galaxia.

LA RED DEL TIEMPO

Los 13 Discos de la llamada «Red del Tiempo», se encuentran actualmente distribuidos en Templos Subterráneos a lo largo de América y la Antártida. Sus nombres y ubicaciones son las siguientes:


01) Emanashi (Monte Shasta, USA).
02) Sipenbó (Valle de las 7 Luminarias, México).
03) Aromane (Ciudad Blanca, Honduras).
04) Xemancó (Laguna de Guatavita, Colombia).
05) Urinam (Monte Roraima, Venezuela).
06) Jasintah (Cueva de Los Tayos, Ecuador).
07) Ilumana (Ciudad de Paititi, Perú).
08) Demayón (Lago Titicaca, Bolivia).
09) Ramayah (Volcán Licancabur, Chile).
10) Mitakunah (Cañón de Talampaya, Argentina).
11) Omsarah (Sierra del Roncador, Brasil).
12) Ulimen (Estancia de Aurora, Uruguay).
13) Íon (Lago Vostok, Antártida).

«ALUMBRAMIENTO» DEL GRIAL

Pero la misión de los 32 poseía un ingrediente secreto: habían traído con ellos el Gran Cristal que fue hallado en la Nebulosa de Orión. Lo depositaron en una galería subterránea especialmente acondicionada para su protección, bajo el suelo del silencioso Gobi.

Y cuando el Gran Cristal fue colocado, se «activó», iluminándose con un brillo esmeralda que parecía provenir de otro plano más allá de la materia. Entonces se produjo el «alumbramiento» del Gran Cristal: un pequeño objeto, de similar naturaleza, se desprendió de su madre.

Aquella nueva piedra cósmica, con forma de copa, lucía de primera impresión como un cuenco por su boca ancha. Sin embargo, al observarla de cerca, se apreciaba el aspecto pentagonal de su circunferencia.

Era el nacimiento del Grial.

Ese objeto, al igual que el Gran Cristal que lo engendró, era indestructible. Pero ambos eran intensamente custodiados para que no cayeran en manos equivocadas.

LA FUNDACIÓN DE SHAMBHALA

Los 32 Enviados sabían que sólo la Humanidad de este Planeta podría revelar el Misterio y Mensaje del Gran Cristal, por tanto cierta tranquilidad reposaba en sus mentes cuando se produjo el despertar y alumbramiento de su tesoro secreto. Fue así que decidieron mover la Gran Nave hacia el extremo oeste del desierto, donde dominan las altas y sagradas montañas del Altai. Desde allí vigilarían cada rincón del antiguo Gobi.

Hallaron en el macizo del Belukha el lugar perfecto para ocultar su Nave bajo su corpulenta estructura. Luego aprovecharon la Tecnología de Navegación de su ingenio espacial para congelar sus cuerpos —como si fueran a emprender un largo viaje— quedando en estado de Animación Suspendida. Lo hacían así, pues al morir en la Tierra —donde seres de otros mundos experimentan un envejecimiento prematuro— sus almas deberían volver a sus Planetas de origen, y ellos aún no habían terminado su misión.

De esta forma quedaron físicamente «dormidos» en sus Cápsulas de Hibernación, pero espiritualmente activos y vigilantes desde otro plano. Mientras la luz del Gran Cristal permaneciese encendida, cual rayo dador de vida desde su escondite secreto en el Gobi, ellos permanecerían aquí.

Este proceso supuso un traspaso de postas: desde que llegó el Gran Cristal a la Tierra los hombres más elevados del mundo, muchos de ellos supervivientes de la catástrofe de la Atlántida, emprendieron viaje hacia el Gobi y el Altai, sintiendo fuertemente el llamado de los 32 y la energía de aquel objeto cósmico que ahora latía, cual Luz Maxin o antorcha eterna de cada Retiro Interior.

Así, el remanente de antiguas culturas antediluvianas, todos ellos seres sabios que habían comprendido el error de sus semejantes cuando se generó el divorcio entre la Ciencia y la Espiritualidad —como ocurrió con la Atlántida— se constituyeron en los nuevos Guardianes Materiales del Gobi y las altas cadenas montañosas adyacentes.

Era el inicio de Shambhala. La Ciudad Luz, la Semilla de la Paz.

(Los Misioneros Rahma suelen situar la fundación de Shambhala tras el hundimiento de la Atlántida, ocurrido hace unos 12.500 años. Sin embargo, textos tibetanos afirman que Shambhala fue fundada hace más de 18 millones de años por un grupo de 7 seres venidos desde Venus. Tal vez la llegada de los 32 Mensajeros, corresponda en realidad a un capítulo posterior en la historia de Shambhala).

EL CUMPLIMIENTO DEL PLAN

El Gran Cristal se había enlazado mágicamente con la Red Nodal del Planeta, conectando incluso túneles y espacios subterráneos, inundando todo con su brillo verde brillante de creación.

Durante varios miles de años, los habitantes de esta Humanidad Subterránea, vigilante y protectora de los Secretos del Gobi y las montañas, permaneció activa físicamente. Hoy en día, la mayoría de aquellos Maestros ha emigrado a otros planos, en donde continúan su magna labor.

Esto está sucediendo porque se aguarda otro cambio de postas, tal como ocurriera con el deseo de los 32 Enviados de perpetuar la cadena, quedando por voluntad propia a vanguardia de que todo lo anunciado se cumpla.

Los Mensajeros Extraterrestres conocían bien su Misión, pues en anteriores oportunidades, su Consejo había enviado diferentes Misiones a lejanos mundos para sembrar la Semilla de la Paz. La visita de estos seres a la Tierra suponía la Décima Cruzada. Y quizá la última y definitiva.

De allí en adelante, el Grial estaría al cuidado de los Guardianes del Mundo Subterráneo, quienes en determinadas épocas, permitían que la piedra salga a la superficie a través de sus Emisarios y sea infiltrada en gravitantes momentos de nuestra historia. Aquella suerte de Esmeralda Espacial, en su estado natural, lucía similar a un cuenco, por ello no resultó difícil moldearla para darle una apariencia de copa humana y hacerla pasar desapercibida. Luego sería cubierta de metal, oro o piedra para ocultar su procedencia, poderes y misión.

No hay que olvidar que la piedra era algo más que un elemento de poder. Se trataba de un poderoso Oráculo que sintetizaba el Misterio de la Creación, y que seguía almacenando gran cantidad de información donde estuviese. Por esta razón los Maestros la exponían en ciertos momentos claves a la superficie, sin perder de vista su cuidado y protección.

De hecho aquel pequeño cristal ha vuelto una y otra vez a los diferentes Retiros Interiores de Asia y de todo el mundo, pero sin integrarse nuevamente al gran objeto viviente que lo desprendió. Ello ocurrirá cuando la magna obra de la Hermandad Blanca termine.

Los 32 «Hijos de la Luz», como los describe Toth el Atlante en «Las Tablas Esmeralda», están aguardando ese momento, cuando llegue el Anrrom, el «Día de la Gran Luz», y el Universo sea redimido.

FUENTES PRINCIPALES:

  • «El Libro de los Guardianes y Vigilantes de Mundos» (Sixto Paz).
  • «La Humanidad y los Interventores después del Edén» (artículo de Sixto Paz).
  • «El Plan Cósmico» (Grupo Onanel, Misión Rahma).
  • «Informe Talampaya» (Cristian Sánchez).
  • «Viajando por los Albores del Tiempo» (Mauricio García).
  • «La Revelación Atlante» (Camilo Valdivieso).
  • «Informe Mintaka» (Ricardo González).
  • «Informe Kayona» (Ricardo González).
  • «Los Ojos de Shambhala» (Ricardo González).
  • CRONOLOGIA DE TODOS LOS TIEMPOS 2º PARTE

    LOS ELOHIM DE ORIÓN Y LAS PLÉYADES

    Hace 260 millones de años, una Nave procedente del Sistema Rigel de Orión, aterrizó en lo que hoy es el Cañón de Talampaya (La Rioja, Argentina). De ella primero descendió un Cosmonauta y luego lo hicieron dos más. Todos estaban vestidos con escafandras debido al clima imperante que en ese tiempo todavía resultaba inestable.

    Tomaron distintas muestras del suelo, e hicieron ensayos con todo tipo de vida del lugar, para comprobar su avance y desarrollo en ese punto del Planeta.

    Entonces, el paisaje era bastante peculiar: era como una selva frondosa, pero el tamaño de los árboles era realmente impresionante, superando en mucho a los más altos árboles de nuestros días. El cielo era también distinto, pues tenía una intensa coloración rojiza, destacando en él varias Lunas. Algunas parecían de enorme tamaño, debido a su cercanía a la Tierra.

    Los nativos, mucho después, a través de Grandes Iniciados, pudieron ver en los archivos de la historia este momento y lo dejaron grabado en la piedra como símbolo del principio de todo en Talampaya. El Petroglifo de los Astronautas que aún se conserva allí recuerda que «Del cosmos bajaron a la Tierra los padres y luego regresaron al su hogar más allá de las estrellas».

    Los llegados eran Elohims y Guardianes y Vigilantes elegidos por ser los más aptos para las condiciones del Planeta, ya que su mismo componente genético de Orión, también estaba en las esporas sembradas por los Padres Antiguos.

    Este grupo originario de Orión, primero ubicó el sitio y después instaló una Base-Laboratorio permanente. Luego en diferentes tiempos llegarían más contingentes.

    Los Elohim de Orión produjeron más de un toque genético, ayudando al desarrollo de los reptiles. Buscaban así generar un tipo especial de éstos con el fin de lograr un ser inteligente con las características propias de Orión, pero a su vez con algunos componentes de este Planeta, del producto de la Evolución Natural.

    (Según fuentes científicas, hace 250 millones de años, «apareció» —justamente en Talampaya— , el Lagosuchus Talampayensis, una de las primeras especies de dinosaurios).

    Por millones de años y en diferentes épocas, los Orionitas continuaron manteniendo allí la Base-Laboratorio, pero llegó un momento en que hubo diferentes opiniones acerca de cómo seguir trabajando para lograr un ser inteligente originario.

    Fue cuando la Confederación decidió agregar al Plan un nuevo enfoque, que llevó a enviar a un nuevo grupo de 7 Elohim.

    Entonces, una gigantesca Nave-Laboratorio de 50 Kms de diámetro —que funcionaba, además, como invernadero—, aterrizó en Talampaya. Su forma era cilíndrica pero abultada en el medio, y más angosta en sus extremos, que eran redondeados y luminosos. Su procedencia era pleyadiana.

    Éstos nuevos Elohim comenzaron a realizar otras combinaciones genéticas —ayudando al desarrollo de los mamíferos—, alejándose con ello del proyecto original de los Orionitas.

    Esta variante del experimento trajo aparejado desavenencias y tensiones crecientes entre los seres de Orión y Las Pléyades. Tantas, que en un momento dado, los Elohim Pleyadianos abandonaron la Base, y con sus experimentos a bordo de la Gran Nave-Laboratorio en la que llegaron, se marcharon lejos de los Orionitas para continuar su proyecto.

    LOS GUARDIANES HIPERBÓREOS

    Por entonces, y para salvaguardar el proceso terrestre, hace 245 millones de años fue enviado a la Tierra un contingente de Guardianes y Vigilantes, procedentes principalmente del Planeta Apu, del Sistema Alfa Centauro. Con esto se inicia lo que conocemos como la Era Secundaria.

    Debido a la inestabilidad del Planeta, los Guardianes y Vigilantes se ubicaron en el llamado Continente Hiperbóreo, llamando Thule a su capital. Groenlandia, Islandia, las islas de Spitzberg y el Norte de Europa serían los vestigios geológicos de la fabulosa Hiperbórea, que disfrutaba de un clima tropical, con una vegetación extraordinaria.

    Los llamados Guardianes Hiperbóreos eran gigantes en comparación con el terrestre actual, pues medían más de 3 mts de altura. Su constitución física y energética les permitía soportar las intensas radiaciones que emitía la actividad volcánica.

    Pese a todo, las tensiones y desavenencias entre los Elohim continuaron, hasta que el proceso volvió a quedar interrumpido hace 65 millones de años, cuando la Tierra atrajo sobre sí el impacto de una de las Lunas —de unos 10 Kms de diámetro—, sumergiendo al Planeta en terribles terremotos, inundaciones, nubes de polvo y gases… El colapso planetario fue tal, que acabó con la mayor parte de la megaflora y la megafauna.

    Los Guardianes Hiperbóreos, sabiendo del desenlace fatal que se acercaba, empezaron a organizar la evacuación, poco antes de que esto pasara. Pero todo se aceleró, lo cual llevó a abrir una Puerta Dimensional de emergencia en el extremo norte del mundo, por la que lograron fugarse los remanentes que no pudieron huir de otra manera.

    Hoy en día, la Puerta abierta en el Espacio y el Tiempo continúa actuando para quienes se acercan a ella, como una ventana a otra época, y permite vislumbrar cómo era el Planeta hace tantos millones de años.

    DESCARTE PREMATURO

    Entonces, nuestro mundo quedó allí, sólo y abandonado a su suerte. Un mundo envuelto en las tinieblas de sus propias convulsiones, en medio de las cuales se retorcía como un indefenso animalito desamparado, condenado a muerte por la naturaleza.

    Como habían sido 8 los Planetas programados para el Proyecto, el descartar uno no resultaba significativo, por lo que se continuó trabajando con los otros 7. Pero más adelante se repitieron problemas similares con otros 3 más, llegando al punto en que a pesar de los cuidados dispensados se destruyeron estos totalmente, sin dejar en la actualidad restos visibles de ellos. Esto obligó a un trabajo más concienzudo con los 4 sobrevivientes.

    Cuando los otros 3 Planetas se destruyeron, y se pensó en lo peligroso que era la rápida reducción de posibilidades, el Helel Enmanuel hizo recapacitar sobre el caso de la Tierra, donde la destrucción se había atenuado, y por lo tanto existía la conveniencia de darle una segunda oportunidad.

    El Planeta no sólo continuaba en su lugar, sino que por sí mismo se estaba recuperando de la gran destrucción, ingresando prometedoramente en una nueva etapa que nosotros conocemos como la Era Terciaria, con vida adaptada por la propia naturaleza a las condiciones imperantes.

    Los Helel Serafines se dieron cuenta de que se habían apresurado en descartar a un participante, por lo que de inmediato se dispuso que los Elohims viniesen y procurasen acelerar el proceso, recuperando el tiempo transcurrido y nivelando los avances para equipararlo al de los otros.

    LA HUMANIDAD LEMURIANA

    Entonces, los Genetistas Pleyadianos se establecieron con su gran Nave-Laboratorio en Lemuria —un continente hoy desaparecido ubicado en el Océano Índico—, trayendo consigo diferentes especies de insectos y plantas de otros Planetas para instalar y ampliar la gran gama que existía en este mundo.

    También traían consigo plantas con propiedades alucinógenas, que usaban para anular el proceso de envejecimiento acelerado que la Atmósfera de nuestro Planeta les hacía sufrir.

    A partir de primates relativamente evolucionados, con una dosis de genes pleyadianos, y mediante el uso de la alta ingeniería genética de estos últimos, fue creada la primera raza humana, cuyo fin sería alcanzar un alto desarrollo evolutivo, como estaba contemplado en el Plan Cósmico.

    Aunque hay quienes creen haber recibido información de que esto habría ocurrido hace un millón de años, otros hablan de 60 millones de años. E incluso, la información recibida por Talmir, sugiere que esto ocurrió, no durante la Era Terciaria, sino a finales de la Secundaria: hace 65 millones de años, o más.

    (Según fuentes científicas, a finales de la Era Secundaria, ya existía el Purgatorius Ceratops, los más antiguos primates conocidos – llamados así por ser contemporáneos del triceratops).

    Así, fruto del experimento, los Elohim consiguieron una variedad de andróginos y hermafroditas; es decir, seres que poseían ambos sexos. Sin embargo, esta nueva raza no estaba correctamente adaptada para soportar las condiciones de la Tierra en ese momento.

    La inestabilidad del planeta, manifestada en continuas y violentas erupciones volcánicas, sumadas a la irrespirable atmósfera sulfurosa y aguas ácidas, impidieron que estos frágiles seres —carentes, además, del muy necesario sentido de supervivencia, debido a la apacible vida que llevaban dentro de la Nave Laboratorio— pudieran prosperar al ser llevados a la superficie.

    Por esta razón debieron ser reacondicionados, separando los sexos mediante alta cirugía, y modificando nuevamente su genética para tornarlos más resistentes.

    LA TRAICIÓN DE GADREEL

    Una vez creada la base de la primera Humanidad Terrestre, los 7 Ingenieros Genéticos se reunieron con los grupos de Lemurianos en la Nave Laboratorio —no olvidemos que el gigantesco vehículo extraterrestre funcionaba como invernadero—, y les dijeron:

    —De toda planta, de todo fruto o semilla podréis comer sin que ello os contamine, pero por ningún motivo probaréis de las plantas que se encuentran en el Área Reservada, porque aquellas especies de vegetales son Plantas Alucinógenas. Y éstas podrían provocar a ustedes visiones y percepciones para las que no están preparados aún, e impedirían que en un futuro cercano, desarrollaran las facultades que les corresponden para dominar y controlar, aquello que va más allá de vuestros sentidos físicos.

    »Además, consumir estas Plantas traería consigo el deterioro de sus neuronas, iniciando un proceso irreversible de muerte y destrucción celular, que ni aún nosotros podríamos detener. Sus Auras serían igualmente afectadas al quedar rasgadas y estarían a merced de Entidades que siempre están al acecho…».

    Los primeros Lemurianos aceptaron muy disciplinadamente la recomendación de no acercarse a estas plantas dañinas. Pero uno de los Ingenieros Genéticos, un médico extraterrestre llamado Gadriel o Gadreel, se había unido en secreto a Luzbel, y siéndole fiel a sus intereses, buscó la forma de boicotear el programa, induciendo a los primeros seres humanos a usar estas plantas prohibidas.

    Se reunió aparte con nuestros antepasados y les dijo:

    —Probad de aquellas plantas, de las que se os recomendó guardar reserva. No hagáis caso a mis compañeros que son temerosos de que rápidamente podáis conseguir poder y conocimiento. Además, ¿Cómo avanzaría la Ciencia sin la Experimentación?

    Los avaló a escondidas, auspiciando la primera experiencia de consumo de drogas por parte de la Humanidad.

    Los primeros Lemurianos la pasaron muy mal: se les bajó la presión, sintieron frío, y cuando los demás Ingenieros se dieron cuenta del problema, pensaron que definitivamente los humanos eran seres impredecibles, que la curiosidad de ellos era muy peligrosa y que inclusive podía poner en peligro la seguridad de ellos mismos.

    Así, deciden abortar por segunda vez el Proyecto Tierra y se marcharon en su gigantesca Nave.

    LA CREACIÓN DE LOS SUNKIES

    Tiempo después, cuando el resto de los Ingenieros Genéticos se entera de lo que había hecho, Gadreel es abandonado en nuestro mundo, en una especie de prisión subterránea en Talampaya, de la cual no saldría hasta que sus compañeros volviesen por él, al ver que comprendió su error. Y así fue.

    Durante este período, Gadreel, con la intención de enmendar su equivocación, crea una raza de criaturas humanoides, los Sunkies, como iniciativa paralela a la humana, siendo ellos los principales moradores del Mundo Subterráneo.

    Los Sunkies, son seres pequeños de aspecto humanoide, de apenas un metro de estatura. No poseen cabello, y sus grandes ojos negros, oblicuos, resaltan en un rostro redondeado que no muestra nariz, orejas, ni labios, sino una suerte de orificios en su lugar. El color de su piel luce como un gris-terra cotta.

    Estos seres de su creación, seguirían cumpliendo con inducir al ser humano al consumo de toda clase de plantas prohibidas de consumo directo, como supuesta y a la vez engañosa vía de protección, a toda clase de acechanzas, y para facilitar su contacto con estos seres y lograr de ellos sus favores, los cuales serían siempre cobrados a muy alto precio: el pago finalmente sería la dependencia, el bloqueo natural de las facultades y la gradual autodestrucción del propio ser humano.

    Pero no todas estas entidades tienen una tendencia hacia el mal. Siendo nuestro mundo parte de un Universo donde prima la Dualidad, existe la tendencia hacia ambas direcciones de la Polaridad en todos los seres. Por ello hay seres también benéficos refugiados en el Mundo Intraterrestre.

    DESORIENTACIÓN DIMENSIONAL

    Una vez que se consideró que el Proyecto Tierra había fracasado, el Planeta fue abandonado a su suerte, siendo el primero de los 8 Planetas seleccionados, que fue descartado del Plan Cósmico.

    Al poco tiempo del abandono y del olvido al que fue sumido el Planeta, llegaron Naves a nuestro hábitat, declarándolo «Tierra de Nadie», lo cual les permitiría extraer una variedad de metales, entre ellos Oro.

    Pero el Oro de la Tierra no era de la calidad y refinamiento que se necesitaba para crear 12 Discos a manera de espejos metálicos, de un Oro casi traslúcido, que conectados entre sí, a través de un treceavo más grande, y que los ensambla a todos, debían ser ubicados en puntos estratégicos, para que pudieran plasmar un rumbo de conexión con la Puerta Cósmica de regreso al Real Tiempo del Universo, así como facilitar una energía portadora capaz de abrir puertas entre las Dimensiones.

    Para la confección de dichos Discos se requirió de la combinación de 7 metales, en un proceso alquímico. Pero no era suficiente la mera aleación de los metales, se requería que en su fabricación interviniera la combinación de voces y sonidos, mentes y corazones del Planeta y de éste Tiempo Alternativo.

    Al ingresar al Tiempo Alternativo de la Tierra, los Interventores iban dejando atrás una Puerta que rápidamente abrió otras, convirtiéndose en 7 en el Cosmos, y no menos de 12 en la Tierra, confundiéndolos en el proceso de retorno y arriesgándolos a perderse en el caso de escoger el portal equivocado. Porque sólo una es la correcta para volver a su tiempo y momento.

    Los 24 Ancianos de la Galaxia y los 9 de Andrómeda, que son el Gobierno de nuestra Galaxia y del conjunto o Grupo Local, sabían lo que significaba enviar a los experimentadores a ésta otra realidad, y a propósito lo previeron para que quienes llegaran a los Planetas de Intervención no pudieran echarse atrás, impidiéndoseles volver de inmediato sin completar antes su tarea, obligándoles así a que tuvieran el debido interés de que el Proyecto alcanzara el éxito.

    Por ello los Sembradores, los Guardianes y Vigilantes, y los Instructores, seres de Nivel 4.4, pagaron el precio del ingreso, con un trauma de olvido parcial, que llamaríamos DESORIENTACIÓN.

    Los Mayores y Mentores que son de un Nivel 6.6, no tienen corporeidad física, y se proyectan al Tiempo Alternativo, pero no están en él.

    Las 7 Puertas son como los 7 Sellos, para ubicar a la Puerta correcta había que usar a la Humanidad o dejarse guiar por ella de regreso a casa, acompañando su despertar. Pero esto vendrían a entenderlo mucho tiempo después los Interventores.

    Originalmente no se usó a los seres humanos de la Tierra para el trabajo de las minas, pero posteriormente algunos grupos humanos primitivos fueron empleados, o más bien diríamos: esclavizados para esas funciones, sin ningún remordimiento.

    (Esto se asemeja a los relatos sumerios sobre la esclavización de los primeros humanos, por parte de los Anunnaki de Nibiru hace 300.000 años, para la búsqueda de Oro. Sin embargo, cabe la posibilidad de que la utilización de homínidos para la extracción de Oro u otros minerales, haya ocurrido más de una vez, y por parte de más de una Raza Extraterrestre, en la Historia de la Tierra).

    EVOLUCIÓN LEMURIANA

    Posteriormente a todo esto, la Humanidad —en contacto con los Sunkies y con los Elementales—, avanzó de una manera desordenada, conectando fácilmente con distintas esferas y planos. Y llegó el momento en que la Raza Lemuriana empezó a refinarse y destacar.

    (Normalmente los Misioneros Rahma consideran que esto ocurrió hace 80.000 años, pero según la versión de Talmir, aún nos encontraríamos a finales de la Era Secundaria).

    En aquel entonces los humanos se conocían a si mismos, y se entendían entre ellos telepáticamente. También se comunicaban usando el Lenguaje de las Aves, e imitando sus cantos y sonidos a manera de silbidos. Todo esto, puso en alerta a quienes dirigían el Plan Cósmico.

    Se había logrado el avance de la Humanidad, al margen de la observación, supervisión, control y guía de los interventores, y todo ello era inaceptable. El Proyecto había sido dispuesto para que fuese una enseñanza y significara un aprendizaje para los Extraterrestres, y no podía o debía resultar exitoso sin la presencia, seguimiento y observación cercana de los Interventores.

    Además, porque se corría el riesgo que sólo la Humanidad de la Tierra diera el salto y se quedaran los Extraterrestres atrapados en aquella otra realidad. En tal sentido hubieran pasado los terrestres, pero no ellos. Por tanto se decidió bloquear la posibilidad de lograr un éxito inmediato, haciéndole olvidar al Ser Humano el conocimiento y recuerdo de sus facultades, produciendo en él un terrible adormecimiento y retroceso.

    El siguiente paso fue retomar la Tierra como parte activa del Proyecto, porque de los otros 7 Planetas escogidos, 3 se habían destruido totalmente, y 4 se habían estancado por el exceso de cuidados y dependencias. El único Planeta en el cual los experimentadores habían perdido el control sobre el experimento, y las posibilidades estaban dadas para lograr un buen resultado, era la Tierra.

    CIVILIZACIÓN LEMURIANA

    Entonces, bajo la tutela permanente de los Pleyadianos —quienes aún debían usar escafandras, según el relato de Talmir—, los Lemurianos comenzaron a organizarse en pequeñas comunidades, como aldeas familiares.

    Allí recibían instrucción directa de sus tutores: al principio conocimientos de agricultura, así como también a domesticar ciertos seres que había por aquel entonces: los dinosaurios… y éstos de todo tipo y tamaño.

    Por ejemplo, una especie de triceratops —más grande que el común, con la piel de un color algo rosada y con manchas—, era usada como animal de carga.

    Con el tiempo aprenderían también ciencias como Matemáticas, Astronomía y Astrología, las que les permitieran tener un gran avance y desarrollo en poco tiempo.

    (El Dr. Javier Cabrera Darquea, estudioso de las misteriosas Piedras de Ica en el Perú, defendió hasta su muerte la existencia de una Humanidad y Civilización anteriores a las nuestras, que habrían existido hace 75 millones de años).

    Las comunidades iban creciendo en número y tamaño, no sólo a lo ancho, sino también hacia lo profundo de la Tierra, como una forma de defensa ante aquellos animales indomables y a los desastres naturales. Construyendo túneles y galerías subterráneas, encontraron otras que ya existían y que se encontraban habitadas por los Sunkies, creando una estrecha y fraterna relación entre ellos.

    Por esto, los Pleyadianos comenzaron a darles más independencia, dejándolos solos y visitándolos cada breves períodos, que luego se espaciaban cada vez más.

    Su tecnología alcanzó un nivel tal, que eran capaces de crear Portales Dimensionales. También habían logrado un importante desarrollo y manejo de sus capacidades psíquicas.

    Ya para ese entonces, los Pleyadianos se habían retirado de la Tierra, dejando que sus pupilos continuaran desarrollándose solos, o casi solos…

    LA CAMPAÑA DE LUZBEL

    Pero llegó el momento en que la Sede del Consejo de los 14 de Orión recibió la visita de un extraño. Un ser altísimo, espigado, vestido con un traje rojo que parecía estar hecho de un grueso plástico. Llevaba una suerte de capa y un sombrero alargado sobre la cabeza, similar a la Corona Atef de los Faraones de Egipto.

    Aquel visitante que irrumpía sin previo aviso en el Consejo de Orión, disfrazaba hábilmente su secreto origen. Se trataba de Luzbel, que había logrado materializarse en Orión —algo que no es difícil para un «Padre Creador»— para influir directamente en el Consejo, y llevar nuevamente a los Orionitas a una Guerra. Una Guerra que buscaba destruir a «Los Hijos Prohibidos de Orión»: la Humanidad de la Tierra.

    El punto de conexión con la llegada de Luzbel a Orión fue una gigantesca Puerta Estelar, emanada desde la Estrella Mintaka: una grieta de luz que comunica los Universos, un fenómeno que sólo se da en el núcleo de algunas Galaxias y Estrellas.

    (Muchas fuentes indican que en Orión se encuentra uno de los 13 Portales Mayores de la Galaxia. Pero, como hemos visto, es posible que el Portal de Orión se trate, en realidad, de la Estrella Alnitak, y Nordac se haya equivocado al identificarla con Mintaka).

    El Consejo de Orión supo mantenerse ajeno a las oscuras intenciones del visitante. Esto llevó a que Luzbel buscara continuamente apoyo en las diferentes Constelaciones, tratando siempre de convencer de que todo lo implantado por las Confederaciones era un engaño para que en el futuro todas las Civilizaciones Cósmicas terminaran siendo esclavizadas por seres primitivos. Estas ideas iban ganando terreno y simpatizantes.

    LA CONVERSIÓN DE SATANEL

    El individuo que más podía verse influenciado por Luzbel era sin duda su discípulo más directo, Satanel, que ahora se hallaba embarcado en una empresa diferente: difundir el Llamado de Paz en el Universo.

    Nordac dice haber tenido una visión de Satanel en esta etapa de la Saga del Plan Cósmico. Pero lo describe como un humano: alto y esbelto, de tez blanca, largos cabellos negros, y ojos claros, profundos y penetrantes. ¿Por qué, si se supone que Satanel era un Hombre-Serpiente?

    Es posible que Satanel hubiese cambiado temporalmente su cuerpo reptiliano por uno humano, en una de aquellas Expediciones de los Emisarios de la Paz. Acaso como una señal de Buena Voluntad, para presentarse ante una Civilización que seguramente también era humana.

    No obstante a ello, aquel importante miembro del Consejo de los 33, caería en las tinieblas para transformarse en el principal seguidor de la causa de Luzbel.

    «RAH» fue nuevamente el punto importante de la discusión entre la corporización de Luzbel y Satanel, demostrándose que la lección pasada —el origen de la Guerra Antigua—, en realidad, no había terminado de ser aprendida.

    Los ojos de Satanel se tornaron oscuros como el espacio. Luzbel había logrado llenar su corazón de odio hacia los humanos de la Tierra, pues estos eran «Hijos Prohibidos» de «RAH».

    Sin embargo, el ser «hijos» de Orión no era lo más terrible, sino el estar dotados de algo que los mismos Orionitas no poseían: el Libre Albedrío.

    Luzbel, hábilmente, logró convencer a Satanel que la Humanidad de la Tierra debía ser destruida. Y por si fuera poco, llegó hasta afirmarle que constituíamos un peligro para los mismísimos Orionitas, por cuanto en un futuro, tarde o temprano, les destruiríamos al convertirnos en una Civilización más poderosa.

    Todo esto era un golpe muy estudiado, pues, si el Resplandeciente lograba polarizar a Satanel, sabía que el antiguo General de Vigilantes y ahora Maestro representante de todo Orión, contaría con miríadas de seguidores. Y así fue.

    De esta manera, poco a poco comenzaron a tensionarse las relaciones entre la Confederación y los Orionitas, ya que se habían convertido en los principales detractores de las decisiones de los Mayores, y todo esto amparado por la influencia directa de un Resplandeciente.

    LA REBELIÓN DE SATANEL

    En primera instancia, el propio Satanel intentó convencer al mismísimo Consejo de los 14 para enviar una Avanzada de Aniquilamiento a la Tierra. Y al igual que Luzbel, no tuvo éxito.

    Los Sabios Maestros comprendían que la propia existencia de la Humanidad era parte del Plan Cósmico, una estrategia que buscaba que nuevas formas de vida, pero con los mismos inconvenientes que ellos —como la tendencia guerrera y colonizadora— pudiese encontrar el Eslabón Perdido que permitiría restituir el orden quebrantado y por consecuencia alcanzar Grados Superiores de Evolución.

    Empero, Satanel no comprendía. Estaba lleno de odio. Había sido polarizado. Entonces, poseído de ira, e impotente de convencer al Consejo de destruir la Tierra, levantó su larga y extraña arma. Y de este aparato disparó espantosas energías —como si fuese un fuego eléctrico— hacia los miembros del Consejo. Les destruyó a todos.

    Fue entonces como de una oposición teórica y manifestada en opiniones divergentes, se pasó a una acción radical violenta. Era el inicio de la Rebelión de Satanel, a la que se plegaron Planetas de Orión y de otras Civilizaciones, como la de Zeta Retículi.

    (De acuerdo al Contactado colombiano Solraser, fueron 36 las Civilizaciones que se enfrentaron a la Confederación: Civilizaciones de Orión como las de Alnilam, Bellatrix, Betelgeus y Rigel, secundadas por otras como las de Barnard, Draco, Eridane, Lira, Marcab, Zeta Retículi, Zeta Tucane, y Zeta Zilón).

    Y los ecos de aquella disidencia, que llegó a tener alcances de una verdadera Guerra de las Galaxias, aún resuenan en el Cosmos.

    Urlasa —uno de los 24 Mayores de la Galaxia—, planteó la necesidad de terminar pronto con este conflicto bélico que ya estaba poniendo en crisis al Universo, llegando al punto de confundir a otras Confederaciones en lo que correspondía a su propio actuar.

    El planteamiento fue aceptado, y se decidió por una ofensiva total que tomó por sorpresa a las legiones de Satanel y Luzbel, reduciéndolas y dominándolas por completo.

    LA BATALLA FINAL EN TALAMPAYA

    En la Tierra, la Base Científica de Orión en Talampaya, que también era una Base Militar, pasó a formar parte de las Fuerzas de Satanel. Dentro de ella no existía un total consenso de ello, y hubo quienes desde el principio tomaron una posición ambigua. Principalmente entre los jefes no había una completa convicción a la Rebelión, pero muchos de ellos fueron sometidos por la influencia satánica.

    Fue cuando la Confederación de Mundos envió a un contingente de Naves a retomar la Base y fueron atacados. Entonces se produjeron grandes batallas, muchas armas fueron usadas, y finalmente una gran explosión destruyó todas las instalaciones de superficie. Pero no así lo que preventivamente se había reubicado tiempo antes en el interior del gran Monte Negro de Talampaya, protegido por un Escudo de Energía.

    Fueron muchos los muertos, tantos que cayeron 24.000 en el perímetro cercano a la Base, y dentro de ella, finalmente se desató una rebelión a los mandos que respondían a Satanel. Hubo una gran lucha cuerpo a cuerpo que posibilitó finalmente que la Confederación retomara el control.

    En aquel lugar quedó un gran Valle de los Caídos, donde aún hoy se encuentran los 24.000 seres muertos en la Gran Batalla Final. Como así también los 12 Jerarcas Orionitas retenidos dentro de Cristales.

    Además quedaron los equipos del Laboratorio y sus resultados, todo bajo la custodia de la Gran Hermandad Blanca, que fundaría allí mismo la Ciudad de Ankar, que significa «Luz de los Tiempos».

    (Tradicionalmente, los Misioneros Rahma han situado estos hechos hace unos 25.000 años, aunque Talmir los sitúa a finales de la Era Secundaria).

    CRONOLOGÍA DE TODOS LOS TIEMPOS 1º PARTE

    En el penúltimo post vimos una cronología de los Annunakis. Lo bueno de esta cronología es que toda ella se basa en tablillas, descubrimientos arqueológicos y una base material constatable.

    Una teoría alternativa, que engloba la cronología de los Annunakis y que da respuestas a la cronología de Exopolítica del  SXX , pero que comienza mucho antes y da un sentido totalmente diferente a todo, es la de los Pleyadianos.

    Sin embargo las fuentes de esta historia no son materiales. Las siguientes piezas de información sobre la Historia Cósmica y Terrestre, han sido transmitidas en diversos textos por Misioneros Rahma como Tell-Elam (Sixto Paz de Perú), Nordac (Ricardo González de Perú), Hell-Aham (Cristian Sánchez de Argentina), Talmir (Mauricio García de Chile) y Camilo Valdivieso (Chile), entre 1997 y 2007.

    Todo comenzó en Perú en 1974 un proceso colectivo de Comunicación y Contacto con «Inteligencias Superiores», conocido hoy como «Misión Rahma».

    Tengo que decir que esta teoría me afecta a nivel personal. Por aquella época, los 70, contacté con estos seres, sin pretenderlo. (Se que eran ellos, por los datos de la cronología).

    La experiencia se fue complicando y poco a poco, notamos como el mundo real era sustituido por otro. En cada sesión de comunicación sucedían cosas y se daban instrucciones que debías cumplir.

    Estas instrucciones te apartaban definitivamente de tu vida ordinaria.  Pero no podías salir. Veías cosas, y actuabas en una trama.

    Para cualquiera de fuera, estábamos locos, poseídos de la sin razón, como pertenecientes a una secta.

    Es difícil establecer una teoría cuando tus informadores se sitúan en otro espacio, en otro campo, en otra realidad.

    Sin embargo, aquella experiencia me dejó marcado para siempre. Desde entonces tuve otra percepción de la realidad. Incluso llegué a experimentar una sensibilidad especial, para hacer determinadas cosas, tal y como dicen; es como si recordara lo que nunca había aprendido.

    El paso del tiempo y la vida volvieron las cosas a “la normalidad”.

    Hoy en día, desde unos cuantos años de experiencia, puedo decir que la influencia persiste y la atracción continúa.

    Hay múltiples Universos, pero esencialmente podemos sintetizarlos en tres Universos, uno contenido dentro del otro: el Universo Inicial o Primordial, que es el Interno, es el llamado Universo Espiritual, Esencial u Original. Éste ha generado al Universo Mental, también llamado Eterno o Intermedio. Y éste a su vez ha creado el Universo Material, Físico o Externo. Cada uno actúa a través del otro.

    El Universo Material abarca las primeras 7 Dimensiones, habitadas por los Seres Ascendentes en Evolución. El Universo Mental abarca las Dimensiones 8 a 10, habitadas por Seres Ultraterrestres conocidos como los Helel o Resplandecientes. Y el Universo Espiritual abarca las Dimensiones 11 y 12, donde descansa el Todopoderoso Dios Uno.

    Los Helel se agrupan en 9 Órdenes, conocidas en la Angelología como los Ángeles, Arcángeles, Principados, Potestades, Virtudes, Dominaciones, Tronos, Querubines y Serafines. Éstos últimos, los de mayor Jerarquía, son Hijos del Dios Uno.

    Los Helel son los verdaderos Creadores del Universo Material, no siendo éste el primero, y probablemente, tampoco el último. Ha habido muchos y muy distintos Principios, pues el Creador Principal se experimenta a sí mismo a través de sus criaturas.

    El Universo Material fue creado por el Universo Mental, porque el Mental se experimenta a sí mismo a través del Material, buscando con ello la Fuente de Todo. Porque es a través de la acción material dirigida con Conciencia, que lo mental puede llegar a vivenciar la Esencia Espiritual.

    En esta última Creación, las primeras Civilizaciones que fueron surgiendo, lo hicieron dirigidas por los Helel, quienes marcaron una pauta del desarrollo, procurando la consecución de un ideal mental que ellos mismos se habían propuesto.

    LOS CRISTALES DE LA CREACIÓN

    Con el desarrollo de Naves Espaciales, la exploración del Universo y sus misterios fue una constante. De esta forma llegó el descubrimiento que cambió vertiginosamente el desarrollo tecnológico de las primeras Civilizaciones: sus Exploradores hallaron una forma extraña de cristales, verdes y brillantes, muy cerca del centro de las grandes formaciones nebulosas y próximas al peligroso núcleo de algunas Galaxias —en donde muchas veces perecieron al ser absorbidos por Agujeros Negros supermasivos—.

    Entonces sus científicos tomaron muestras y las estudiaron intensamente, concluyendo de que se trataba de un desconocido fenómeno de «transmigración» y condensación de la Luz Mental al haberse creado el Universo Material.

    Estos cristales eran diferentes a los conocidos en sus mundos de origen. El reciente hallazgo de aquellos impresionantes objetos verdes brillantes ponía todo en jaque: tenían un origen sobrenatural que les permitía acumular mayor cantidad de energía que los cristales convencionales.

    Ello, como es de imaginarse, supuso un gran salto tecnológico para aquellas Civilizaciones que, con el transcurso del tiempo, fueron aplicando el empleo de esos objetos para la industria, la Navegación Espacial, y más tarde para la guerra. Les llamaron «Ergomenón». Y de acuerdo a su geometría y programación podían ser aplicados a distintas tareas. Pero aún no habían visto todo.

    EL CRISTAL MAESTRO

    Un grupo de científicos decidió estudiar el centro de la Gran Nebulosa de Orión. No era la primera vez que lo hacían, pero un accidente afortunado les llevó a dar con el mayor de los descubrimientos.

    La importante Nave, en la cual se desplazaban a través del torrente de Radiación Ultravioleta de la Gran Nebulosa —y resistiendo las duras condiciones allí reinantes— golpeó de pronto un objeto que inicialmente pensaron se trataba de masa en formación. A través de sus pantallas vieron el cuerpo de roca, ya fragmentado, y distinguieron en su interior descubierto un brillo esmeralda que ya conocían.

    Inmediatamente introdujeron el objeto en la Nave y, al limpiarlo de su efectivo «camuflaje», se encontraron con un bellísimo cristal octaédrico, que de inmediato se encendió y les mostró cual Oráculo el futuro de su Civilización, una Gran Guerra que vendría, y la aparición de una Nueva Raza que daría esperanza a todo el Universo.

    Esto llegó a ser conocido como la Profecía de Anrrom, palabra que significa «Día de la Gran Luz».

    Los científicos que hallaron el Gran Cristal, sorprendidos, comprendieron que aquel cuerpo había sido uno de los primeros en «pasar» al Universo Material cuando el Plano entero fue creado. Representaba el camino por el cual la Luz Mental se hizo sólida: una suerte de Alquimia Cósmica, y por ende el secreto de cómo se habían «construido» los Planetas y Estrellas, los Portales y las Galaxias. Aquel cristal maravilloso encerraba la Fórmula de la Creación.

    ¿Era un ser vivo aquel cristal? ¿Qué fuente mantenía el orden de su perfecta estructura geométrica? ¿Cómo podía «ver» el futuro?

    Sea cual fuese la respuesta, los Exploradores Extraterrestres no podían abandonarlo a su suerte en el Espacio. Sabían que no tenían más remedio que llevarlo con ellos. Finalmente lo tomaron como una misión, y se transformaron en sus primeros Custodios.

    Esta fue una razón de peso por la cual distintas Civilizaciones se empezaron a interesar en la Nebulosa de Orión…

    LA GUERRA ANTIGUA

    Entonces un grupo de grandes Seres Insectoides, fue a Orión para tomar muestras de la Nebulosa (incluyendo Ergomenones), como parte de un estudio tanto científico —para mejorar su raza— como espiritual, pues deseaban comprender el misterio de la Creación de las Esencias.

    La Nebulosa de Orión tiene una contraparte espiritual, conocida como RAH, «El Dador de Vida». Precisamente, RAH es el «Estanque Cósmico», el Espíritu o «Alma Mater», de donde «destilan» las Esencias o Almas de los Seres Inteligentes de la Constelación de Orión.

    (Aunque Nordac se refiere a RAH como «El Dador de Vida», tal vez sea más correcto decir «La Dadora de Vida», ya que es concebida como una Madre Cósmica).

    El grupo Insectoide procedía del Planeta Acudrux, del Sistema Antares de Escorpio.

    Esta visita no fue bien recibida, por cuanto el celo de los Orionitas frente a la «Santidad» de RAH o «El Dador de Vida» era extremo. Y la tensión no pudo ser manejada, teniendo en cuenta que los visitantes de Antares, estaban haciendo sus estudios, sin haber comunicado de ello al Consejo de Orión.

    A consecuencia de este episodio, estalló una verdadera Guerra que comprometió a otras Civilizaciones Extraterrestres. Una Guerra en la que mundos enteros fueron exterminados.

    Fueron empleadas armas terribles y mortíferas, y los líderes de ambas partes —Orión y Escorpio— concentraron su avance tecnológico en la creación de nuevas armas y hasta Ejércitos de Clones.

    En Orión se creó genéticamente una raza, al servicio de esta Guerra. Aunque de cuerpo frágil y pequeña estatura, aquellos hombrecillos grises serían dotados de una gran capacidad de aprendizaje, constituyéndose en poderosos científicos y operadores de tecnología. Eran los principales aliados de los Orionitas.

    Pero no fue suficiente.

    Los Antarianos habían desarrollado armas letales que estaban inclinando la balanza a su favor. Sin embargo, para los Orionitas la Guerra continuaría, aún a costa de su propia desaparición, que no parecía tener tanta importancia como los mundos inocentes que se vieron afectados directa o indirectamente por esta espantosa Guerra Cósmica, conocida en los Grupos Rahma como «La Guerra Antigua».

    Conmovido por el peligroso desarrollo de esta Guerra, el Comandante Supremo de las Fuerzas de Orión, Satanel o Satanael —un Hombre-Serpiente del Sistema Rigel de Orión—, llevó a cabo una intensa campaña por conseguir una tregua en medio del enfrentamiento cósmico, lo cual logró, entrevistándose inclusive con el mismísimo Consejo de Antares. Fue el inicio de la Paz.

    LOS 33 EMISARIOS DE LA PAZ

    En la Gran Guerra habían estado involucradas las 14 Civilizaciones de Orión por un lado, y la de Antares y sus Aliados por el otro. Y fruto de la paz y el intercambio mutuo en armonía, se creó el «Consejo de los 33», con un representante por cada Civilización. Satanel, por sus denodados esfuerzos en pos de la paz, fue elegido por unanimidad para ser el representante de la Liga de Orión…

    El lugar elegido para cobijar esta iniciativa cósmica sería Ahelón, el Tercer Planeta del Sistema Mintaka de Orión, que se convirtió en la sede de tres importantes Consejos: el de los 14 de Orión, el de los 24 Mayores de la Galaxia, y el recién establecido Consejo de los 33, la base de operaciones de los «Emisarios de la Paz Galáctica».

    (Nordac afirma haber sido proyectado en Esencia o Espíritu hasta Ahelón desde la Gran Pirámide de Gizeh, ya que esta Pirámide representaría al Sistema Mintaka donde se encontraría el Planeta Ahelón. Sin embargo, el investigador Robert Bauval, descubridor de la extraña relación entre las Pirámides de Gizeh y las Estrellas del llamado Cinturón de Orión, afirma que la Gran Pirámide representaría a la Estrella Alnitak y no a Mintaka. ¿Se ha equivocado Nordac en este punto? ¿Fue entonces proyectado al Sistema Alnitak, y es allí donde se encuentra el Planeta Ahelón?).

    Por su parte, los pequeños hombres grises controlados por Satanel, fueron desplazados al Sistema Zeta Retículi de la Osa Mayor. Y el Ejército de Orión fue reconvertido en una Orden de «Guardianes y Vigilantes de la Paz Galáctica».

    Entonces, los primeros Exploradores, los que habían encontrado el Gran Cristal, se exiliaron y dejaron éste a custodia de un grupo de 9 Guardianes y Vigilantes, comprometido en secreto con la Profecía de Anrrom. Su función era cuidar, venerar y respetar el Ergomenón Maestro.

    También se construyó una Gran Nave, blanca como la nieve, y con forma de Pirámide o campana. Sería conocida como la «Nave Campana» —en lo que podríamos comprender en nuestro idioma— con su significado de llamado al Despertar, a la paz que ahora volvía al Espacio y que sentaba las bases de un Nuevo Orden.

    Esta Gran Nave llevaría a los 33 a visitar diferentes mundos para sembrar aquel llamado a formar parte de Confederación Galáctica. Llegaron a hacer esto en 9 ocasiones, antes de la Rebelión de Satanel…

    EL CONCILIO HELEL

    La Humanidad de la Tierra tiene un Nivel de Evolución Colectiva 3.3 (Cuerpo 3D y Conciencia 3D), aunque hay individuos aislados de Nivel 3.4, 3.5 y hasta 3.6. Los Orionitas y otras Civilizaciones, en cambio, habían alcanzado rápidamente estos Niveles de un modo colectivo. Pero luego no se pudo avanzar más, produciéndose un estancamiento general.

    Esto era algo terrible, por cuanto el Universo Material es dinámico, y un estancamiento significa una grave crisis, una verdadera contradicción. Esto llevó a que se produjera una especie de Concilio Cósmico entre los Helel Serafines, para deliberar sobre las causas y consecuencias de dicho estancamiento.

    En el Proceso Evolutivo, se había logrado conectar el Universo Material con el Mental a través de la Mente. Pero no se había llegado a conectar el Material con el Espiritual a través de la Esencia. Por ello, las Civilizaciones Avanzadas, habían llegado a ser mentalmente espirituales, pero no espiritualmente espirituales.

    Durante el Concilio, uno de los Helel Serafines aportó que, según su apreciación, el error cometido se debía al hecho de haber permitido que se accediese demasiado fácilmente al Conocimiento, restando méritos al esfuerzo de hallarlo. Por lo mismo recomendaba que se invirtiera la figura, y se hiciese lo necesario para dificultar las cosas, introduciendo en el Universo Material, Seres Mentales que colaboraran en el ocultamiento de información y dificultaran al máximo el acceso a ésta.

    Éstas Entidades actuarían como disociadoras, separando lo que estaba unido, y creando la ilusión de la imposibilidad e inaccesibilidad hacia lo Superior y Trascendente. Éstas Entidades se convertirían en los llamados Demonios, a los que con el tiempo, se les irían sumando en la Tierra diversos tipos de Espíritus, incluyendo los de los muertos terrestres atrapados en el Bajo Astral.

    El problema que se planteaba era que la Entidad que sugería la modificación de las Reglas del Juego, consideraba que debía seguirse trabajando con las Civilizaciones más avanzadas, que dependían directamente de ellos. Estos Discípulos de aquellos Apoderados Cósmicos, merecían según su parecer, la prioridad en el Proyecto de Avance Evolutivo, porque además, según él, les restaba muy poco para alcanzar el Nivel 3.7.

    Pero si bien es cierto que los demás Helel Serafines valoraron su aporte, no estaban de acuerdo con que se variasen las condiciones y la relación con las Civilizaciones más adelantadas, lo cual podría ser percibido o interpretado como una traición por parte de los Helel. Y que más bien, de buscarse y experimentar alternativas nuevas, debía trabajarse con Civilizaciones que recién se hubiesen iniciado o que todavía no habían surgido, y fueran a tener un destino incierto. Por ejemplo, Planetas adecuados para un desarrollo superior, pero que fueran a tener una desaparición súbita.

    EL PROYECTO UR

    Por ello, otro Helel Serafín planteó la posibilidad de crear una alternativa mediante un experimento especial en Planetas Clase «UR», es decir, Planetas Azules cuya vibración los convierte en Planetas predestinados para un desarrollo espiritual superior, siempre y cuando logren superar sus agudas crisis de inestabilidad.

    Estos mundos están sujetos a una vida efímera, debido a que fácilmente entran en convulsión o atraen otros cuerpos del Espacio que colisionan con ellos, destruyéndolos. Pero a la vez, esta inestabilidad permite una gran biodiversidad. Por ello, suelen ser seleccionados como laboratorios de experimentación natural de nuevas formas y alternativas de Vida y Evolución.

    Se escogieron dos Planetas por Galaxia de un total de 4 Galaxias de nuestro Grupo Local. Eran 8 mundos, todos con las mismas oportunidades, y siempre, a partir de pertenecer a la Clase «UR». Pero Planetas donde el proceso de vida hubiese cesado violentamente, y pudiesen hacerse las modificaciones del caso.

    (Según información recogida por la canalizadora norteamericana Bárbara Marciniak, serían 12 Planetas).

    El Proyecto consistía en tratar de crear las condiciones como para que más adelante surgieran en ellos, Civilizaciones con un potencial psíquico y espiritual capaces de ubicar y abrir por sí mismos Portales Dimensionales, para reconectar en su momento los Universos entre sí a través de las Dimensiones y Planos de Conciencia. Para lograr lo que otros no habían conseguido, pero en un Tiempo Sin Tiempo.

    De este modo, tenemos a una Evolución como expectante de otra Evolución paralela, creada al lado.

    Al ser un hecho la Navegación Espacio-Temporal, se pueden crear Tiempos Alternativos, donde se puedan barajar posibilidades nuevas y convenientes. Es posible saltar dentro de un Tiempo que tiene forma espiral, y viajar así al pasado de mundos que se destruyeron en su proceso de formación, y que si se llegase a evitar dicha destrucción, dependiendo del momento en que se hiciese la modificación, no se estaría alterando inconvenientemente, sino que, en gran medida, se estarían creando nuevas oportunidades con consecuencias muy positivas, que podrían beneficiar a muchos.

    Si se llegase a cumplir con el programa previsto para cada uno de esos mundos, no se estaría afectando negativamente el Orden Universal, por cuanto originalmente no hubiese sido. Y si por cualquier motivo se interrumpía el proceso en el camino, tampoco afectaría, porque de todas formas no iba a ser. Se tomarían todas las precauciones para que las intervenciones crearan posibles alternativas positivas y ninguna negativa.

    Una de las 4 Galaxias seleccionadas sería la Vía Láctea, y uno de los 2 Planetas escogidos dentro de esta, llegaría a ser la Tierra…

    Pero esta modificación no le agradó a aquel autor de la propuesta original y del diagnóstico sobre el Estancamiento Evolutivo, aquel que conocemos legendariamente como Luzbel…

    A Luzbel le disgustó la posibilidad de que Civilizaciones nuevas y «advenedizas», que no habían recibido la instrucción directa de ellos como fuente, pudiesen alcanzar rápidamente Niveles Evolutivos muy altos y hasta lograran encumbrarse por encima de las otras Civilizaciones más antiguas. Y así manifestó entonces su descontento, saboteando de diversas formas el Plan Cósmico que surgió de aquel Concilio.

    Además, el otro Helel Serafín señaló un «error» en una de las Civilizaciones más poderosas del Espacio, y que sintetizaba la crisis que se estaba viviendo: Orión. Su tendencia guerrera y colonizadora se estaba convirtiendo en un grave problema en el Universo Material.

    Para encontrar la llave que permita comprender desde otra perspectiva esta situación y solucionarla, se decidió que la siembra de Patrones de Vida en los Planetas UR provenga de la Fuente Madre que originó la vida de esas Civilizaciones. En el caso de la Tierra, se sembraría una Molécula de Vida procedente de la Nebulosa de Orión.

    Se haría así bajo un propósito: si los habitantes de estos Planetas lograban volver al Real Tiempo del Universo, a través de una actitud más armónica y responsable, sobre la base del Amor como herramienta de Ascenso Evolutivo, demostrarían a estas Civilizaciones que sí es posible corregir estas tendencias, siguiendo una perspectiva espiritual, más amplia y completa.

    El otro Helel Serafín es aquel que conocemos legendariamente como Micael, Enmanuel o el Cristo Cósmico…

    LOS OPERADORES DEL TIEMPO

    En el caso de la Tierra, no sólo se sabía que el Planeta iba a alcanzar un cierto desarrollo que luego quedaría trunco, sino que en el Real Tiempo del Universo, el fatal desenlace ya había ocurrido.

    El proceso había quedado interrumpido cuando el Planeta sufrió los efectos de un Gran Cataclismo Cósmico, dejándolo como un náufrago en los estertores de la muerte.

    Por ello, al intervenir los Enviados, se procuró modificar las cosas como para que el Planeta sobreviviera en una primera etapa a su inestabilidad y a la Dinámica Universal bastante agresiva.

    Así, una vez que surgiera vida consciente con capacidad de transformación, ésta debía luchar por su propia supervivencia tanto material como espiritual, pero siempre bajo una supervisión exterior, pendiente de los avances que se fueran alcanzando.

    Quienes observaban y dirigían el Proyecto de Vida en la Tierra, decidieron enviar a un grupo de «Operadores del Tiempo», que viajarían a través de Pliegues Cósmicos o Puertas Estelares al pasado, en un espacio contenido dentro del Gran Espacio, siguiendo una ruta basada en la figura de la Espiral o «Rueda del Tiempo».

    De esta forma, crearon una suerte de «desfase temporal» en nuestro Planeta, dándole así una vida paralela en un Tiempo Alternativo, que nos acompañará hasta que volvamos a reconectarnos con el Real Tiempo del Universo.

    Como el Proyecto Tierra requería de ciertas condiciones para el Plan Cósmico entre ellas, la aparición del ser humano, los «Operadores del Tiempo» establecieron esta «paradoja» para poder crear aquellas Civilizaciones con condiciones específicas que permitan una evolución acelerada, como es el caso de la raza humana.

    Esta Paradoja Espacio-Temporal habría dado como consecuencia una aceleración del tiempo en algunos sectores del Universo donde sería posible que estas razas evolucionen a una velocidad mayor que la normal.

    LOS PADRES ANTIGUOS

    De este modo, fueron comisionados por el Consejo de la Confederación de Mundos, para viajar a través de los Pliegues Cósmicos o Pasos Interdimensionales, un grupo de los llamados Elohim —Ingenieros Genéticos, también conocidos como «Jardineros Cósmicos» o «Sembradores de Vida»—.

    Eran seres procedentes de la Constelación del Cisne, que llegaron a nuestro mundo cuando estaban en pleno proceso de formación sus Océanos, hace 3.000 millones de años de los nuestros.

    Las Naves de estos Sembradores de Vida, aterrizaron por primera vez en lo que ahora corresponde al Lago Vostok del actual Continente Antártico, el cual se encontraba entonces en el Ecuador Terrestre.

    Ellos aceleraron el proceso, sembrando esporas con la intención de cambiar la acidez de los mares y convertirlos en alcalinos, y así modificar las condiciones químicas del Planeta para depositar una Molécula de Vida Auto-Replicante, que derivaría más tarde en el desarrollo de formas de vida complejas. La Molécula «Madre», venía de la Nebulosa de Orión.

    Posteriormente, los también llamados «Padres Antiguos» constituyeron Bases Submarinas en los fondos oceánicos, para supervisar el proceso planetario. Las tripulaciones, claro está, iban y venían por el Espacio-Tiempo, estando así sujetas a un tiempo diferente del que se vivía en la Tierra.

    LA MÁQUINA DE KAYONA

    Pero la Dinámica Cósmica no pudo ser completamente revertida, a pesar de las variaciones que supusieron la intervención. Y hace unos 1.200 millones de años, la Tierra atrajo sobre sí el impacto de una Lluvia Meteórica, que acabó con la mayor parte de la vida.

    Faltaba algún mecanismo que ajustara la Tierra en su propia dinámica de tiempo y supervivencia. Así que, una segunda y definitiva fase de ajuste del Tiempo Alternativo fue llevada a cabo por seres provenientes del Sistema Maya de las Pléyades: Ingenieros Genéticos y Arquitectos de Planetas, quienes instalaron una especie de «máquina», que se encuentra hoy en el Lago Vostok.

    La llamada «Máquina de Kayona», es como el «Estabilizador de Voltaje» por describirla de alguna manera, del Planeta y su Tiempo Artificial. En ella está todo el conocimiento de cómo estos seres dominan el concepto de Tiempo. Aquella tecnología, ante nuestros ojos mágica, habría sido instalada en nuestro mundo en un nuevo viaje al pasado, por cuanto tenía que hallarse en funcionamiento antes de la Lluvia Meteórica.

    Gracias a esto, los Elohim de la Constelación del Cisne pudieron continuar con su trabajo de «Jardineros Cósmicos» y «Sembradores de Vida», hasta el momento de su relevo.