Pekín,
China ha presentado hoy su primer proyecto de ley sobre la violencia conyugal, después de que las organizaciones de mujeres la hubieran solicitado durante años para luchar contra un problema que se entiende generalmente como privado.
Aunque golpear a otra persona en China es evidentemente ilegal, la falta de normas concretas, la escasez de refugios para víctimas y la tradición confuciana que subraya el respeto al hombre acaban convirtiendo la violencia conyugal en un asunto más doméstico que legal.
El proyecto, que será sometido a consulta pública antes de ser aprobado, incluye grandes avances, como la definición de la violencia doméstica, la obligación de actuar a policía y tribunales y la agilización de las órdenes de alejamiento.
La ley obliga a los tribunales a conceder la orden de alejamiento dentro de las siguientes 48 horas a la solicitud y la víctima deberá tramitar el litigio judicial en un plazo de un mes si no quiere que la orden expire.
El proyecto de ley no contempla su aplicación a solteras ni divorciadas pero, a pesar de éste y otros aspectos mejorables, las organizaciones de mujeres han subrayado el gran salto adelante que supone para la defensa de sus derechos.
La violencia conyugal es un problema invisible, generalizado y asumido en China. Un estudio de la Federación de Mujeres de China del pasado año denunciaba que lo había sufrido más de un tercio de las mujeres pero que sólo un 5 % de ellas consideraba infeliz su matrimonio por ello.
La misma organización aseguraba esta semana que el 40 % de las mujeres casadas o en una relación había sufrido malos tratos físicos o mentales.
Las cifras son cortas porque la gran mayoría de las víctimas no denuncia las agresiones e incluso desconocen el concepto.
Es costumbre que tanto la policía como los tribunales se desentiendan de los asuntos por entenderlos de ámbito privado.
Algunos casos célebres en los últimos años han ayudado a levantar el velo del tabú sobre la violencia conyugal y animado el debate público.
Li Yang, un famoso profesor que enseña inglés en estadios abarrotados, fue condenado el pasado año por malos tratos después de que su esposa estadounidense hubiera colgado en su cuenta de Weibo (el twitter chino) las fotografías de su cara amoratada y éstas hubieran circulado por Internet.
La sentencia se entendió como histórica porque dictaba por primera vez una orden de alejamiento.
Mao Zedong aprobó más de medio siglo atrás una ejemplar ley igualitaria al comprender que no podría levantar al país sólo con la mitad de la población pero esa igualdad teórica no se había traducido hasta hoy en una ley de violencia doméstica.
El concepto fue introducido por primera vez en 2001 en una enmienda a la Ley del Matrimonio aunque sin incluir su definición. Los tribunales acostumbraban a desentenderse del caso si no había heridas graves y dirigían a la víctima hacia la Federación de Mujeres de China.
El contexto de un país en desarrollo, con escasas coberturas sociales y muy pocos refugios, empuja a las mujeres de vuelta con su agresor.
Los expertos señalan que la inclusión de la violencia conyugal en una ley impulsará el cambio de la mentalidad social, sobre todo en las zonas rurales donde el problema es más agravado.
Sólo una cuarentena de países, casi todos desarrollados, cuentan con leyes de violencia doméstica, aunque también otros del ámbito asiático menos desarrollados como Mongolia y Filipinas.
http://sp.ria.ru/international/20141126/163296032.html