41- El primer círculo del entramado de dominio y manipulación de la Humanidad.
El entramado de dominio que intenta mantener a la Humanidad en la inconsciencia y maneja la economía y la sociedad, cuenta con un núcleo duro o primer círculo cuyos componentes son hoy los amos del mundo: lideran la red global de control y manipulación; y dirigen a todos los demás círculos (una extensa y jerarquizada malla de élites y sub-élites) mediante una estricta cadena de mando en la que cada nivel sólo conoce parcialmente al inmediatamente superior. Por extraño que te parezca por los sistemas de creencias que se han encargado de implantar en ti y en la gente, entre los integrantes de este círculo primero no hay seres humanos. Se trata de seres sutiles -carecen de corporeidad material, aunque pueden manifestarse y hacerse visibles- y poseen conocimientos y medios de actuación impensables para la Humanidad. Sin embargo, son muy densos consciencialmente al estar apegados a deseos de poder tan egóicos como insaciables. Y mantienen relaciones con otros seres de baja frecuencia consciencial (entre ellos, anunnakis y otras razas extraterrestres, así como diversas entidades energéticamente plúmbeas y sombrías que parecerían sacadas de relatos de ficción), pero avanzados tecnológicamente y avezados en el uso y movimiento de las fuerzas naturales y las energías vitales. ¿Cuál es la naturaleza exacta de los componentes de este primer círculo? Los textos antiguos de bastantes tradiciones espirituales aportan importantes pistas al respecto. Por ejemplo, los evangelios cristianos, en los que se narra (Evangelio de Lucas 4, 5-7 y Evangelio de Mateos4, 8-9) como a Cristo Jesús se le presentó el diablo, quien “lo llevó a un monte muy alto”, “le mostró en un instante todos los reinos del mundo” y “le dijo: te daré toda esta autoridad y su gloria, porque me la han dado a mí y yo la doy a quien quiero; si tú me rindes homenaje (si postrado me adoras), será toda tuya”. Jesús rechazó este ofrecimiento de quien él mismo denominó “Satanás” (Evangelio de Mateos 4, 10) o “príncipe de este mundo” (Evangelio de Juan 12, 31) y San Pablo llegó a calificar como “dios de esta edad” o “dios de este mundo” (Segunda Carta a los Corintios 4, 4). Ciertamente, el diablo hace creer que no existe y la mayoría de las personas (“les ha cegado la mente”, se afirma en esa Carta) consideran que es un cuento, un producto de la imaginación o, como mucho, un símbolo metafórico del mal. Sin embargo, el diablo es alguien real y los libros cristianos lo describen como un querubín: tipo de ángel perteneciente al segundo nivel de las dimensiones celestiales. ¿A qué se debió su descenso consciencial –“ángel caído”-? Pues si el místico Al-Hallaj compartió que “Dios es yo; y yo soy Dios cuando ceso de ser yo” (es decir, cuando dejo de identificarme con el yo físico, mental y emocional que uso para experienciar la vivencia humana y tomo consciencia de lo que realmente soy), Satanás, en su libre albedrío y partir de un momento dado de su existencia y proceso consciencial, ansía ser Dios sin cesar de ser él. Otros ángeles se le unieron en esta pretensión (Apocalipsis 12, 7-9). Y tras el retroceso consciencial ocasionado por este afán egóico, intentan ejercer de dios dominando a la Humanidad y consiguiendo que “el mundo entero esté en su poder” (Primera Carta de Juan 5, 19).
42- Los restantes círculos que, dependiendo del primero, configuran el entramado que domina a la Humanidad.
Al servicio del círculo primero del entramado de dominio y manipulación de la Humanidad opera una red jerarquizada de círculos, una extensa y compleja urdimbre de élites y sub-élites:
+Círculo segundo: Si Cristo Jesús hubiera aceptado el ofrecimiento hecho por el diablo, se habría integrado en él. Está conformado por un pequeño grupo de personas y familias que, de modo consciente y en libre albedrío, se postraron ante Satanás y se han puesto a su servicio a cambio de poder y riqueza –de la autoridad y la gloria que no interesaron a Jesús-. De hecho, por delegación del primer círculo, sus posesiones, abusos y extorsiones se vienen prolongando durante siglos y en el presente ostentan el control de la economía y la sociedad a escala planetaria. Algunos los llaman Illuminatis, aunque esta denominación se presta a confusiones. Lo verdaderamente significativo es que el círculo primero pone a su disposición conocimientos, capacidades y avances tecnológicos impensables hoy para la Humanidad. Gracias a ellos, manejan y dirigen las acciones y reacciones de la gente; atiborran sus mentes de sistemas de creencias falaces y limitantes; falsean y tergiversan la historia de la Humanidad, llenándola de mentiras; promueven y utilizan las leyes, las religiones y las normas morales como mecanismos de adiestramiento y alienación de los seres humanos; dirigen en la sombra a todos los Gobiernos e instituciones nacionales e internacionales; y, en el anonimato más absoluto, han creado y rigen el sistema socioeconómico vigente basado en la especulación global y cortoplacista, la crisis sistémica y el reinado del dinero y la deuda.
+Círculo tercero: Al igual que del primer círculo cuelga el segundo, de éste lo hace un tercero. Para garantizar que los dos primeros actúen de incognito, el tercer círculo no lo componen personas físicas, sino diversas sociedades y organizaciones secretas y elitistas implantadas a nivel mundial. Desde el segundo círculo, se atrae hacia ellas a gente que por su posicionamiento social y su estado de consciencia denso y egóico puedan ajustarse a sus requerimientos y ser útiles a sus objetivos. En el seno de estas sociedades se usan símbolos y códigos y se celebran ceremonias y ritos ligados a un conocimiento y a una percepción del mundo y la existencia generados desde el primer círculo, aleccionando a sus miembros en la consideración de los seres humanos cual dócil y estúpido rebaño que sólo merece estar sometido. Y en función de la disposición y capacidad que cada cual muestre al respecto, se les promueve para que ocupen unos u otros puestos de poder dentro de esta estructura orientada a la esclavitud material y, muy especialmente, espiritual de la Humanidad, asignándoles responsabilidades concretas en los círculos que vienen.
+Círculo cuarto y siguientes: Del tercer circulo depende un cuarto; y de éste, un quinto; y así sucesivamente. En ellos se entremezclan tanto sociedades semi-secretas y discretas (por ejemplo, el Club Bilderberg), que captan a los posibles integrantes de los círculos inferiores, como -sumados todos los círculos- cientos de miles de personas distribuidas por los cinco continentes que configuran las diversas élites y sub-elites económicas, empresariales, militares, políticas, académicas, sociales (desde la dirección de los medios de comunicación de masas a la gestión federativa de los deportes más afamados), culturales y religiosas que rigen la economía y la sociedad. Ciertamente, cada nuevo círculo detenta un nivel de poder y económico inferior al anterior, pero participa en el expolio y apropiación de los recursos del planeta y de la riqueza social de la Humanidad, disfrutando a su escala de prebendas y privilegios con los que satisfacer el estado de consciencia egóico de sus miembros a cambio de haber hecho suya, cada uno en su escala y de manera inconsciente (en su inmensa mayoría desconocen la entidad y envergadura del entramado en el que participan), la visión de la existencia y de las cosas que intresan al círculo primero: codicia, ansia de bienes materiales, afán de éxitos, fama y reconocimiento social, carencia de escrúpulos y prevalencia del todo vale para alcanzar sus deseos y objetivos, insensibilidad hacia el sufrimiento ajeno y falta de empatía hacia los demás, estilo de vida basado en la velocidad y el exceso…
—
Emilio Carrillo
Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo http://www.sinmente.com/
EL CIELO EN LA TIERRA