– Si el Parlament no reconoce la legalidad española, ¿por qué no hacen explícita los diputados secesionistas su renuncia al aforamiento, por aquello de que se vea claro que no juegan a dos barajas?

– Si Cataluña pretende ser un estado independiente, ¿por qué siguen en sus escaños los diputados y senadores de ERC y CIU en vez de renunciar a ellos (y a su generosa remuneración)?

– Si lo vuestro pretende ser «democrático», ¿por qué dáis por imperativa la voluntad -según los datos de la Generalitat- de dos millones de ciudadanos, cuando esa cifra no supone ni el 50 % del censo?

– Si lo vuestro pretende ser «democrático», ¿cómo podéis reconocer validez a un simulacro de referendum sin debate previo, sin censo, sin junta electoral ni recuento fiable, con gente votando varias veces, y del que los observadores internacionales han acabado por reconocer que no respetó las menores garantías de fiabilidad?

– Si hay tanta querencia por votar en Cataluña, ¿váis a rechazar la oportunidad que os da el gobierno central de hacerlo, y esta vez con todas las garantías?

– Si los diputados secesionistas del Parlament se escudaron en el voto secreto para eludir las responsabilidades judiciales que su gesto podría acarrearles, ¿con qué autoridad piden ahora a los funcionarios que se enfrenten a cara descubierta al estado, arriesgándose a una sanción? ¿No resulta su proceder absolutamente incoherente, desvergonzado y propio de quien tiene la cara más dura que el cemento?

– Si lo vuestro es una revolución pacífica, ¿por qué acogéis a un terrorista como Otegui en vuestras manifestaciones, pisoteando la memoria de los asesinados por ETA en el Hipercor de Barcelona?

– Si lo vuestro es una revolución pacífica, ¿por qué los Mossos, auténtica policía política al servicio de la derecha burguesa en el poder, se han adiestrado en la lucha urbana y armado hasta los dientes con equipamiento de guerra?

«Contra-inteligencia» independentista (en sentido literal) en acción: atacar las fuentes de ingresos de la comunidad cata- lana. Lo más conveniente cuando uno se ve abocado a la ruina económica. Son unos linces.

– Si lo vuestro es una revolución pacífica, ¿por qué las juventudes de la CUP están planificando con tanta dedicación elcontrol del territorio y lanueva kale borroka?

– Si Cataluña pretende ser un estado independiente, ¿por qué no renuncia a los 31 millones de euros de ayudas agrarias de la Unión europea destinados a los agricultores catalanes que los payeses independentistas reclaman de forma absolutamente incoherente, dado que han elegido salir de la UE? ¿O todavía pretenden beneficiarse de las ventajas que el ser españoles les concedía?

– Finalmente, ¿sois conscientes de las consecuencias económicas de la secesión -pérdida de más del 25 % del PIB, pérdida del 21´5 % de las pensiones, intervención de los bancos, control de capitales, probable «corralito»- o, como Junqueras os las ha ocultado, asumís como abducidos que el señorito sabe lo que está haciendo?

El secesionismo siempre acaba por empobrecer a sus partidarios. Pero nadie escarmienta en cabeza ajena.

(posesodegerasa)

PD.: Correcto. Pese a lo que anuncia el título de esta entrada, hasta ahora he expuesto solo once cuestiones. Pero la pregunta de si el Barsa está dispuesto a renunciar a jugar en la liga española, con lo que habría que montarle una LIGA LGTB (Lérida-Gerona-Tarragona-Barcelona) «ad hoc» la dejo para los preocupados por el «panem amb tumaca et circenses» del futbolerismo furibundo. No es mi caso.

Las habrán ganado en buena lid, pero es evidente que estos muchachotes llevan algunas Copas de más. http://astillasderealidad.blogspot.com.es/2017/10/doce-preguntas-los-indepes.html