Archivo por días: febrero 4, 2018

¿Somos conscientes de las amenazas que acechan a la Humanidad?

La destrucción de la Tierra y las amenazas para la Humanidad es una idea que ha inspirado numerosas profecías, predicciones y relatos de ciencia ficción. No obstante, diversos expertos mundiales en los campos de la astronomía y la astrofísica muestran una serie de amenazas que pueden destruir la vida en la Tierra. La lucha por la supervivencia es algo que nuestro planeta está continuamente llevando a cabo en un universo en que existen muchas fuerzas que podrían habernos destruido, como las explosiones de rayos gamma de galaxias lejanas. Pero hay otras amenazas que no logran superar el campo magnético de la Tierra o la capa de ozono que filtra la radiación ultravioleta. Algunos científicos proponen diversas amenazas naturales que podrían destruir la vida terrestre, como las eyecciones solares, el choque de un asteroide, el cambio climático, los terremotos, el vulcanismo, etc… Pero recientemente ha surgido una nueva amenaza propiciada por los propios seres humanos, tal como el uso maligno de la cibernética. Esto se añadiría a amenazas tales como las armas nucleares, las armas bacteriológicas o las armas químicas, entre otras. El concepto de guerra informática, guerra digital o ciberguerra, en inglés cyberwar, hace referencia a un conflicto que implica al ciberespacio y a las tecnologías de la información como campo de operaciones. Richard Clarke, especialista en seguridad del gobierno estadounidense, define la guerra cibernética como el conjunto de acciones llevadas a cabo por un Estado o grupo terrorista para infiltrarse en los ordenadores o en las redes de otro país, con la finalidad de causar algún tipo de perjuicio. Bruce Schneier, criptógrafo, experto en seguridad informática y escritor norteamericano, afirma que muchas veces la definición de guerra cibernética no está bien aplicada, pues aún no se sabe cómo es una guerra en el espacio cibernético, cuándo estalla una guerra cibernética y cómo queda el espacio cibernético después de que termine esta guerra.

El investigador Maurice Cotterell ha hecho un largo y detallado estudio sobre la actividad de las manchas solares y de las erupciones solares cuando el Sol está proyectando energía magnética enormemente poderosa. Esto ha sido fotografiado como gigantescos bucles de fuego, algunos de 160.000 km de alto. Esta energía viaja a la tierra en el viento solar y puede afectar sistemas de computadoras y causar cortes de energía. De no ser por los cinturones de Van Allen, las zonas de radiación que rodean el planeta y que se conectan con el campo magnético de la Tierra, la energía del Sol literalmente nos freiría. Maurice Cotterell estudió los ciclos de las manchas solares y estableció ciclos breves, largos y grandes de actividad solar. Una potente tormenta solar es capaz de paralizar por completo la red eléctrica de las grandes ciudades, una situación que podría durar semanas, meses o incluso años. Las tormentas solares pueden causar interferencias en las señales de radio, afectar a los sistemas de navegación aéreos, dañar las señales telefónicas e inutilizar satélites por completo. Como ejemplo de ello, podemos indicar que el 13 de marzo de 1989, la ciudad de Québec, en Canadá, fue azotada por una fuerte tormenta solar. Seis millones de personas se vieron afectadas por un gran apagón que duró 90 segundos y la red eléctrica de Montreal estuvo paralizada durante más de nueve horas. Los daños que provocó el apagón, junto con las pérdidas originadas por la falta de energía, alcanzaron los cientos de millones de dólares. También, entre los días 1 y 2 de septiembre de 1859, una intensa tormenta solar afectó a la mayor parte del planeta. Las líneas telegráficas de los Estados Unidos y el Reino Unido quedaron inutilizadas y se provocaron varios incendios. Además, una impresionante aurora boreal, fenómeno que normalmente sólo puede observarse en las regiones árticas, pudo verse en lugares tan alejados entre sí como Roma o Hawái. Pues bien, una ciberguerra podría causar efectos similares en las instalaciones eléctricas, de comunicaciones, etc…

Debo reconocer que cada vez que leo el capítulo 13 del Apocalipsis, especialmente la parte marcada en negrita, creo ver un relato profético de la actualidad y del próximo futuro. El capitulo 13 dice: “Y YO me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia subir del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos; y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia. Y la bestia que vi, era semejante á un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder, y su trono, y grande potestad. Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, y la llaga de su muerte fue curada: y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia. Y adoraron al dragón que había dado la potestad á la bestia, y adoraron á la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante á la bestia, y quién podrá lidiar con ella? Y le fue dada boca que hablaba grandes cosas y blasfemias: y le fue dada potencia de obrar cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre, y su tabernáculo, y á los que moran en el cielo. Y le fue dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También le fue dada potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y gente. Y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fue muerto desde el principio del mundo. Si alguno tiene oído, oiga. El que lleva en cautividad, va en cautividad: el que á cuchillo matare, es necesario que á cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes á los de un cordero, mas hablaba como un dragón. Y ejerce todo el poder de la primera bestia en presencia de ella; y hace á la tierra y á los moradores de ella adorar la primera bestia, cuya llaga de muerte fue curada. Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo á la tierra delante de los hombres. Y engaña á los moradores de la tierra por las señales que le ha sido dado hacer en presencia de la bestia, mandando á los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia que tiene la herida de cuchillo, y vivió. Y le fue dado que diese espíritu á la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hable; y hará que cualesquiera que no adoraren la imagen de la bestia sean muertos. Y hacía que á todos, á los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, ó en sus frentes. Y que ninguno pudiese comprar ó vender, sino el que tuviera la señal, ó el nombre de la bestia, ó el número de su nombreAquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia; porque es el número de hombre: y el número de ella, seiscientos sesenta y seis.

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Los niveles del agua en Venecia son los más bajos desde que comenzaron los registros

Los principales canales de Venecia (Italia) se encuentran sin agua después de que la marea bajara hasta niveles que dificultan la navegación. Las góndolas y los botes, típicos del paisaje veneciano, se han quedado encallados entre el barro y el agua. Los medios locales atribuyen la sequía a fenómenos astronómicos, aunque también lo achacan a «la negligencia con la que se ha mantenido el centro histórico durante al menos un siglo».

A gondola is seen tied up in Venice, near the Rialto bridge, on January 31, 2018, as exceptionally low tides have drained the lagoon city.

© VINCENZO PINTO / AFP/ GETTY IMAGES
Una góndola es vista atada en Venecia, cerca del puente de Rialto, el 31 de enero de 2018, cuando las mareas excepcionalmente bajas han drenado la ciudad.

Según los pronósticos del servicio de mareas del Ayuntamiento, en estos días, los niveles de agua llegan a niveles mínimos y en promedio solo alcanzan los 60 centímetros. Muchos canales del centro histórico se encuentran completamente sin agua.

Además de ser un problema para el sector turístico -especialmente para los gondoleros-, la baja marea dificulta el tránsito por los canales y, en consecuencia, las labores de los servicios de emergencia. Un portal local, La Nuova Venezia, aclara: «Hay que pensar que todos los vehículos de emergencia y rescate [las hidroambulancia o las lanchas de bombero] deben moverse rápidamente a lo largo de los canales de la ciudad». El periódico también apunta a los malos olores que se generan por el agua estancada y el barro.

Despite frequent flooding, the water levels in the canals have fallen by almost 60 cm, a record low.

© VINCENZO PINTO / AFP/GETTY IMAGES
A pesar de las frecuentes inundaciones, los niveles de agua en los canales han caído casi 60 cm, un récord a la baja.

Aunque estos fenómenos son poco frecuentes, las alertas en Venecia normalmente se activan por la altas mareas, sobre todo en el invierno, y no por las bajas. En 2008, la ciudad italiana sufrió las peores inundaciones en 22 años cuando el nivel del agua subió hasta los 1,56 metros, anegó la plaza de San Marcos, las tiendas y muchas calles peatonales, y fueron suspendidos los taxis acuáticos y el servicio público del vaporetto (el popular autobús acuático municipal).

https://es.sott.net/article/58009-Los-niveles-del-agua-en-Venecia-son-los-mas-bajos-desde-que-comenzaron-los-registros

Panpsiquismo: cómo es la teoría de que todo, desde una roca hasta una casa, tiene conciencia

«Si no fuéramos conscientes, nada en nuestras vidas tendría sentido o valor».

Así de radical es el filósofo australiano David Chalmers al abordar un problema que incomoda a los científicos y divide a los filósofos: la conciencia.

«La conciencia es una de las verdades fundamentales de la existencia del ser humano. Cada uno de nosotros es consciente», dijo en el marco de una charla TED, el codirector del Centro para la Mente, el Cerebro y la Conciencia de la Universidad de Nueva York.

«No hay nada que conozcamos más directamente (…), pero al mismo tiempo es el fenómeno más misterioso del U niverso «, agregó.

El primer inconveniente surge por lo ambiguo que es el término.

Por ello, en 1995 Chalmers acuñó la idea de que existe un problema «fácil» y uno «difícil» vinculados a la conciencia .

El «fácil» es aquel que puede ser explicado científicamente con las nociones y herramientas que disponemos.

En este sentido, la conciencia es la «habilidad de discriminar, categorizar y reaccionar a estímulos ambientales (…), de fijar la atención, de controlar el comportamiento de forma deliberada, de diferenciar entre estar despierto y dormido», enumeró Chalmers en aquel famoso ensayo.

El problema «difícil» es la experiencia: «Cuando pensamos y percibimos, hay un ejercicio de procesamiento de información, pero también hay un aspecto subjetivo».

La ciencia puede explicar cómo el ojo ve o mapear qué zona del cerebro procesa el dolor, pero no puede detectar la experiencia en sí misma : cómo alguien en concreto percibe el color rojo o qué siente al darse un golpe fuerte en la rodilla.

Para buscar soluciones a este problema se necesitan ideas radicales que, aunque parezcan un contrasentido (o directamente un sin sentido), puedan explicar este misterio.

Es allí donde entra el panpsiquismo.

Una conciencia de piedra

En el sentido literal del término, el panpsiquismo es la idea de que todo ( « pan» en griego ) tiene conciencia o alma ( « psyche « ) , desde una roca hasta una casa.

La conciencia, por ende, no sería un rasgo exclusivo del ser humano.

Esto no quiere decir que la piedra sienta cuando uno la patea o la casa abandonada piensa en aquellos tiempos en que estuvo habitada.

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(iStock) Para el panpsiquismo, cada partícula posee una conciencia y, en conjunto, pueden crear sistemas más complejos como la conciencia humana.
 

Según el panspsiquismo, cada partícula posee una forma de conciencia mínima , una que es infinitamente simple .

Cuando se combinan en sistemas, estas partículas pueden llegar a crear formas más complejas de conciencia, como la experiencia subjetiva del ser humano.

En palabras del neurocientífico estadounidense Christof Koch, uno de los investigadores actuales que le está dando credibilidad a la materia en el ámbito de las ciencias duras: «La creencia de que solo los seres humanos son capaces de experimentar cualquier cosa de forma consciente es absurda» .

«Una suposición mucho más razonable es que, hasta que se demuestre lo contrario, muchos, si no todos, los organismos multicelulares experimentan dolor y placer, y pueden ver y oír las imágenes y los sonidos de la vida», escribió Koch en un influyente artículo sobre panpsiquismo publicado en 2014 por la revista científica Scientific American .

«Incluso un gusano quizás tenga una sensación muy vaga de lo que es estar vivo» , continuó el presidente y director científico del Instituto Allen para la Ciencia del Cerebro de Seattle, EE.UU.

«Para los cerebros que son más pequeños y menos complejos, es muy probable que la experiencia consciente tenga menos matices y diferencias, y sea más elemental (…) No todas las criaturas tienen oídos para oír y ojos para ver. Sin embargo, todos son capaces de tener al menos algunos sentimientos subjetivos», escribió.

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