SANTIAGO (Sputnik) — Actualmente son 301 las personas intoxicadas en la ciudad chilena de Quintero (centro) por contaminación ambiental, de la que se comenzaron a ver los primeros casos la semana pasada, informó en rueda de prensa el intendente de la ciudad de Valparaíso, Jorge Martínez.
«Hasta la fecha se han registrado 301 personas intoxicadas, en el día de ayer (por el domingo) se han incorporado 11 personas a las 290 que habíamos anunciado ayer a la mañana; siete menores y cuatro adultos, ninguno de gravedad», afirmó Martínez a los periodistas al culminar la reunión del Comité de Operaciones de Emergencias de la Región de Valparaíso, según el video difundido en su cuenta de la red social Facebook.
Cuando uno piensa en fantasmas y espíritus, lo primero que le viene a la mente son imágenes de viejas casas derruidas, edificios abandonados y siniestros bosques. Sin embargo, parece que los fenómenos fantasmales no se limitan simplemente a lugares embrujados. A veces, nos enteramos de casos llegados desde los rincones más remotos del mundo que no coinciden con las ideas tradicionales de fantasmas, y uno de esos lugares es sin duda el Himalaya.
Imagina que, de pronto, sin una explicación aparente, se apaga toda una ciudad. O un avión se desvía de su rumbo o se detiene una central nuclear.
Las autoridades investigan y no encuentran ningún fallo técnico.
¿Cómo es esto posible? ¿Podría haber una mano «enemiga» detrás de esos «efectos inexplicables»?
Los expertos en seguridad creen que sí y aseguran que ya es una amenaza real.
Los llaman «ataques ciberfísicos» y son una combinación de softwares y tecnologías que pueden causar un impacto negativo en casi cualquier esfera del mundo real de maneras que anteriormente solo eran posibles por medios físicos.
«Esto se consigue mediante la inclusión de un código malicioso en los dispositivos directamente afectados u otros que pueden ser usados directa o indirectamente para influir en el objetivo», explica a BBC Mundo Rubén Santamarta, consultor principal de la firma de seguridad IOActive.
Y según el experto, a diferencia de los tradicionales hackeos o ataques informáticos contra softwares, los ciberfísicos son capaces de modificar o influir en el estado físico de materiales o elementos vivos para crear situaciones excepcionales, como rotura de infraestructuras, explosiones o efectos adversos para la salud.
Para muchos especialistas, las redes eléctricas, las sistemas de comunicaciones y las empresas que ofrecen servicios fundamentales pueden ser objetivos de estos ataques, como ha sucedido en los pocos reportados hasta ahora.
En 2010, un gusano informático, el Stuxnet, considerado la primer arma cibernética, destruyó 1.000 máquinas en la central nuclear de Natanz, en Irán. Y hace dos años un ataque cibernético a la red eléctrica de Ucrania sumió al 20% de Kiev en la oscuridad.
Países nórdicos como Finlandia, Noruega y Dinamarca a menudo ocupan los primeros lugares de los índices de felicidad y bienestar mundial.
Pero una nueva investigación muestra que en esa zona del mundo la felicidad está lejos de ser universal.
El informe, publicado por el Consejo de Ministros Nórdicos y el Instituto de Investigación de la Felicidad en Copenhague, ofrece un panorama más matizado de la vida en las naciones nórdicas.