Como es su costumbre, los medios de comunicación le han dado la vuelta a la historia de los suministros del gas ruso que llegaba a Europa antes de las sanciones: es Putin quien ha cerrado el grifo, titula Euronews (*). Posiblemente también haya sido él quien voló el Nord Stream.
Ahora la realidad vuelve a poner las cosas en su sitio: Zelensky no va a renovar el contrato que permite el tránsito de gas ruso a través de Ucrania. El contrato vence el 31 de diciembre. Las exportaciones de gas ruso a Europa a través del territorio ucraniano terminarán entonces, aparentemente.
A pesar de la guerra, el año pasado el gasoducto transportó más de 14.000 millones de metros cúbicos de gas ruso, un volumen inferior a los 40.000 millones inicialmente previstos, que resulta crucial para algunos países europeos, como Austria, Hungría y Eslovaquia.