- Cede el astillero Fintecna, la aseguradora Sace y la proveedora de servicios a compañías italianas en el exterior Simest.
- Además vende la Caja de Depósito y Ahorro Italiano.
De nuevo acosado por los mercados, el gobierno italiano, liderado por el tecnócrata Mario Monti, adoptó el viernes un paquete de medidas para fomentar el crecimiento económico que incluye la venta de inmuebles públicos con el fin de reducir su deuda pública.
Tras un consejo de ministro de casi cinco horas, el gobierno anunció, entre otros, la cesión de tres firmas públicas, lo cual permitirá ingresar 10.000 millones de euros para paliar la deuda colosal del país, que se acerca a los 2.000 millones y supera ya el 120% del Producto Interior Bruto (PIB).
Entre las empresas públicas que serán cedidas figura Fintecna, filial de la firma de construcción naval Fincantieri, la aseguradora Sace y la sociedad proveedora de servicios a compañías italianas que operan en el exterior Simest. Será igualmente vendida la Caja de Depósito y Ahorro Italiano.
«El impacto será notable. En un mes la deuda debería bajar de 10.000 millones de dólares con la venta de estas importantes sociedades públicas», anunció el viceministro de Economía, Vittorio Grilli.
Para seguir reduciendo la deuda sin esperar a que el equilibrio presupuestario previsto en 2013 empiece a hacerla retroceder, Roma decidió poner en marcha también un fondo en el que serán situados «todos los edificios públicos» del Estado y las entidades regionales. Dichos edificios serán posterioremente «valorados y vendidos».
El gobierno no divulgó cifras sobre el producto de la cesión de los bienes inmobiliarios, entre ellos varios cuarteles y edificios públicos.
Según el diario económico Il Sole 24Ore se estima que obtendrá unos 30.000 millones de euros antes de finales del año y 200.000 millones en los próximos cinco años.
Grilli reiteró sin embargo que el gobierno no piensa ceder su participación en las multinacionales italianas Eni (petróleo), Enel (energía) y Finmeccanica (defensa).
El paquete, calificado de «muy robusto» por Monti, incluye tambiénmedidas para el desarrollo de sectores como energía, impuestos y turismo.
Además, para incrementar el crecimiento se decidió una reducción fiscal para las obras de remodelación con el fin de apoyar el sector de la construcción y un incentivo para las empresas que contratan jóvenes «calificados» y para desarrollar la economía verde o ecológica.
«Entre recursos e inversiones calculamos que vamos a inyectar hasta 80.000 millones de euros», comentó por su parte el ministro para el Desarrollo, Corrado Passera.
Algunos observadores temen sin embargo que las medidas no sean suficientes para tranquilizar a los mercados, que se plantean si Italia, cuyos bonos de deuda registraron tasas de interés de alrededor del 6% esta semana, puede ser la siguiente ficha del dominó después de España que aceptó la semana pasada un plan de ayuda para sus bancos.
Sin embargo, Monti ha rechazado hasta ahora que el país vaya a ser objeto de un rescate o reciba una línea de crédito internacional.
Reiterando su voluntad de reducir el «peso del Estado», Monti quiso predicar con el ejemplo y anunció este viernes la reducción de 20% en el número de dirigentes y del 10% de otros funcionarios en la presidencia del Consejo y en el ministerio de Economía.
«Se trata de un primer paso. En las próximas semanas se examinará la racionalización y simplificación del funcionamiento del Estado», subrayó Monti.
El paquete económico, que contiene 60 artículos, deberá impulsar también el sector de obras públicas y espera ultimar «antes del 2013» la autopista del sur Salerno-Reggio Calabria, en construcción desde hace 40 años
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